MUSICOTERAPIA «JUNTO CON LA VIDA, SE NOS OFRECE LA MÚSICA».
La música es mucho más que una partitura más o menos genial, mucho más que unos virtuosos ejecutantes y un auditorio siempre dispuesto a aplaudir. La música es comunicación interpersonal, y como tal, una herramienta indiscutible para educadores, médicos, psicólogos y para cualquier persona decidida a profundizar en su propia personalidad y en la de los demás.
ARTE Y TERAPIA
Muchas son las razones que explican la importancia de la música como medio de expresión de los problemas emocionales más profundos. Aparte de tender un puente entre lo consciente y lo subconsciente, la música provoca en quien la escucha una respuesta afectiva, hace aflorar a la superficie recuerdos, pensamientos, emociones e imágenes que estaban enterradas en nuestro subconsciente, y que, a partir de ahora, estaremos dispuestos a compartir. Contribuye a elevar la autoestima y a aumentar los sentimientos de orgullo del individuo. La música es además una fuente inagotable de gratificación tanto para quien la ejecuta como para quien la recibe. Y mucha gente ya ha descubierto por sí sola sus amplios beneficios terapéuticos a través de sus propias experiencias.
Pero, además, la música es la más social de todas las artes. Sirve para expresarse cuando faltan las palabras, por tanto aumenta la interacción social y ofrece al individuo los medios para expresar sus emociones dentro del grupo. Gracias a la música las personas se vuelven más receptivas y comprensivas ante las diferentes impresiones que les depara la vida.
La música es asimismo un arte que se disfruta y se valora en cualquier parte del mundo y que tiene un papel trascendental en nuestra vida cotidiana, por ello la idea de emplearla con fines terapéuticos parece a la vez evidente y fascinante. De la fusión de
