D O N D E T Ú D E C I D a S
()
About this ebook
Cada pgina de este libro provoca un suspiro, una aoranza o una carcajada.
Ana Fernandez
Ana Fernández nació en Cuba, donde estudió Contabilidad. Llegó a España con su hija en 1988 y ese mismo año se estableció en Estados Unidos. Después de graduarse y trabajar como cosmetóloga, auxiliar de enfermera, oficinista y guardia de seguridad, decide contarle al mundo sus inusuales vivencias, las de las personas que va conociendo y las que surgen de su inagotable imaginación. Obras publicadas: 2010: “Anjonio” ( Xlibris ); 2011: “Una mujer llamada Perla” ( Palibrio ); 2012: “Amigo y sus amigos” ( Palibrio ); 2013: “Sin decir tu nombre” ( Palibrio ). En el 2011, su colección de poesías “Contrastes” fue premiada por el Instituto de Cultura Peruana de Miami.
Read more from Ana Fernandez
Sin Decir Tu Nombre Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAmigo Y Sus Amigos Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
Related to D O N D E T Ú D E C I D a S
Related ebooks
La Universidad En Juego: Ensayos Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEspaña en un dos caballos: Adolescentes y Transición Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCiclon Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEn aquel entonces Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa brújula Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa otra vida de Ned Blackbird Rating: 5 out of 5 stars5/5Papá Goriot Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDoce años y un día Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsUn tiempo, un café Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsHacienda San Antonio El Puente Si Las Paredes Hablaran... Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa generación invisible Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa chica de la cinta azul Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsJuan Alcarreño Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa gota de agua Rating: 5 out of 5 stars5/5Bellecita, Sueño Azul Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLas cosas que perdimos en el fuego Rating: 4 out of 5 stars4/5Lorenza está loca Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl lector Rating: 4 out of 5 stars4/5Wabi Sabi, Relatos Rating: 0 out of 5 stars0 ratings¡¿Qué será de los nuestros?! Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsÁngel Pitou Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPasado presente Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa noche del cometa Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTodo sobre la casa Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsUna novela de barrio Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl cura de aldea Rating: 5 out of 5 stars5/5Fray Gerundio de Campazas. Tomo I Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl rejo de enlazar Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl Vuelo De Un Sueño Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsHistorias cortas Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
Poetry For You
Valentía Rating: 5 out of 5 stars5/5Kamasutra (texto completo, con índice activo) Rating: 5 out of 5 stars5/5Las cosas que dije en silencio Rating: 4 out of 5 stars4/5Huellas del Amor Rating: 4 out of 5 stars4/5La Iliada: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5Amor y otros vicios Rating: 4 out of 5 stars4/5La divina Comedia: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5Valentía II Rating: 5 out of 5 stars5/5Rumi esencial Rating: 5 out of 5 stars5/5100 Maneras distintas de decir te quiero Rating: 4 out of 5 stars4/5Cantar de los cantares. (Anotado): Traducción Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLas cien mejores poesías de la lengua castellana Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEmocionario Rating: 4 out of 5 stars4/5Antología poética para jóvenes Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl Paraíso Perdido: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5Podría estar hablando de ti Rating: 4 out of 5 stars4/5Poemas de amor Rating: 5 out of 5 stars5/5La belleza oculta de las palabras cotidianas Rating: 0 out of 5 stars0 ratings36 poemas cortos en la noche de insomnio Rating: 5 out of 5 stars5/5Antología poética Rating: 5 out of 5 stars5/5El pequeño libro de la vida de Rumi. El jardín del alma, el corazón y el espíritu Rating: 4 out of 5 stars4/5Corazón de miel. Poemas de amor. Rating: 4 out of 5 stars4/5El arte de tocarte Rating: 3 out of 5 stars3/5Erótica: Antología poética Rating: 5 out of 5 stars5/5Mariposas rotas Rating: 4 out of 5 stars4/5Cantar de mío Cid: Clásicos de la literatura Rating: 4 out of 5 stars4/5El Arte de amar Rating: 3 out of 5 stars3/5Mero Cristianismo Rating: 4 out of 5 stars4/5Poemas Rating: 4 out of 5 stars4/5Libro de oro frases celebres Rating: 4 out of 5 stars4/5
Related categories
Reviews for D O N D E T Ú D E C I D a S
0 ratings0 reviews
Book preview
D O N D E T Ú D E C I D a S - Ana Fernandez
DONDE
TÚ DECIDAS
Ana Fernández
Copyright © 2014 por Ana Fernández.
Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2014907618
ISBN: Tapa Dura 978-1-4633-8330-5
Tapa Blanda 978-1-4633-8329-9
Libro Electrónico 978-1-4633-8328-2
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.
Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.
Fecha de revisión: 30/04/2014
Para realizar pedidos de este libro, contacte con:
Palibrio LLC
1663 Liberty Drive
Suite 200
Bloomington, IN 47403
Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847
Gratis desde México al 01.800.288.2243
Gratis desde España al 900.866.949
Desde otro país al +1.812.671.9757
Fax: 01.812.355.1576
ventas@palibrio.com
435374
ÍNDICE
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
- 1 -
- 2 -
- 3 -
- 4 -
- 5 -
PARA JUAN BAUTISTA
PARA MIS TÍAS
PARA ISIDRO
PARA GREGORIO
- 6 -
- 7 -
- 8 -
- 9 -
DEDICATORIA
10651.pngA King, por compartir conmigo sus conocimientos médicos, religiosos y filosóficos.
AGRADECIMIENTO
10657.pngA mi abuela paterna (Mamá), a cuyo recuerdo me aferro en mis momentos difíciles.
En su pobreza, compartió lo poco que tuvo. En su soledad, formó hijos honestos. Cuando otros pedían, ella luchaba y rezaba.
Allá donde esté, sé que continúa vigilante para no dejarme flaquear.
- 1 -
10662.pngA níbal salió de una de las tres calles muy transitadas que desembocaban en el ancho puente de uno de los principales ríos de la ciudad. Atravesó la Carretera Central, y después de contemplar el hermoso chalet blanco de dos pisos, que era residencia de los descendientes del Mayor General de la Guerra de los Diez Años al que todos respetaban por su honestidad y valentía, comenzó a caminar por los portales queridos.
Esta mansión ocupaba la primera cuadra de la derecha de la avenida, la cual contaba con un kilómetro de extensión. Blanca, con tejado rojo, altas rejas y hermosos jardines, la casa era un halago para la vista de todo el que por allí pasara.
En el comienzo de la segunda cuadra estaba una gran tienda de víveres y a continuación, venían las magníficas casonas.
Pudo haber hecho el trayecto desde la casa de su amiga Zuncia hasta la suya en su auto, pero como ya estaba oscureciendo y podía pasar inadvertido, disfrutaba caminar y contemplar cada puerta, cada ventana, cada esquina. Estaba seguro de poder hacer ese recorrido con los ojos cerrados, sin equivocarse al subir o bajar los diferentes niveles de los portales.
En varios tramos eran iguales, pero en otros, no, dependiendo del año en el que fue construida la casa y del gusto de sus propietarios.
Todas eran muy antiguas, de la época de sus abuelos o antes, y aunque muchas habían sido reformadas, la mayoría conservaba la puerta principal alta y ancha, que dio cabida a los coches de caballos, los que se guardaban bajo techo. Casi todas terminaban en la calle de atrás, después del patio y el traspatio.
Unos portales eran de granito y otros de saltillo; los había también de un cemento grueso cuadriculado, muy resistente; no podían faltar los de mosaicos, formando coloridas cenefas y figuras geométricas. Estos últimos conservaban tal brillo, que no pareciera que fueran transitados a diario por tantas personas. Así también aparecían en el interior de las casas. Pero en éstos era comprensible, ya que el artefacto conocido como brillador, (parecido al trapeador, pero con el volumen mayor que le proporcionaban las gruesas fibras textiles que eran rociadas con luz brillante) era el encargado de que estuvieran siempre como espejo.
Rara vez se veía en el exterior a los moradores de estas casas. Alguna que otra ocasión, los miembros de la servidumbre entraban a la casa o salían de ella con prisa, sin hablar con nadie. Tenían muy claro que debían utilizar la salida de atrás.
Hubiera sol o lluvia, Aníbal prefería caminar por la avenida; por el paisaje y porque desde que se estaba dando a conocer por sus libros publicados, muchas personas se detenían a saludarlo, felicitarlo y darle sus opiniones acerca de los mismos, o a que se los firmara. Él lo agradecía. A todos dedicaba una sonrisa, escuchando sus comentarios, pero a veces estaba muy cansado o tenía prisa por llegar a su casa. En estos casos, hacía el viaje en su auto. Este era uno de los inconvenientes de la fama. Más de una vez pensó mudarse a un lugar en el que no fuera tan conocido, pero