DE LA EXCLUSIN A LA INCLUSIN FRANCISCANA

a) La primaca de la voluntad en Dios y en el hombre, est determinada en el Cristo centrismo Franciscano. Jess, el Cristo, es la creatura ms perfecta y excelente salida de las manos de Dios, por eso merece el ms alto honor de nuestra parte (la adoracin). El pedagogo franciscano debe estar convencido de que existe por Cristo y para Cristo y ensea a sus discpulos con la palabra y con el ejemplo a vivir para Cristo.

b) El resultado del amor mutuo entre las personas es la fraternidad. La fraternidad conlleva la conversin constante, sacrificios, generosidad y perdn, que a su vez trae el gozo, la alegra, la sinceridad y la justicia. El pedagogo franciscano debe vivir la fraternidad en su realidad concreta, debe preparar a sus estudiantes para ser propagadores de la fraternidad universal de Dios y Jesucristo.

 La fraternidad es el lugar propicio y vital de la educacin. A su alrededor giran los valores

c) Francisco renuncia a las riquezas y al poder. Se debe renunciar a todo tipo de dominio, porque la riqueza y el poder crean las diferencias impidiendo la construccin de la fraternidad. La minoridad es hacerse pequeos, por ms grandes que seamos, entre los hermanos, es servir al prjimo y obedecer a la autoridad. El pedagogo franciscano es servidor de sus discpulos y su pedagoga consiste en servir, es decir, enseando con el ejemplo lo que todo hombre debe hacer:

servir a los dems, es la forma ms autntica de amar al prjimo. No vine a abolir las leyes sino a darles plenitud (abrazo con el leproso) Debemos de trazar nuevos caminos para enfrentar la subcultura de la exclusin y entrar en otra nueva, la cultura franciscana de la inclusin. Tambin experimentamos otras subculturas como aquella con una fe en un Dios lejano, ausente e

incomunicado a la cultura franciscana centrada en el Dios de Jesucristo, amoroso, tierno, dialogante y cercano.

d) Primado del Amor El universo y el hombre son queridos en razn de Cristo. Cristo es fuente, trmino, motivo del existir del universo y del hombre. Cristo existe porque Dios quiere que todas las cosas estn centradas en l, y lo quiere libre, amorosa y gratuitamente, en su propio designio efectivo de divinizacin del universo en la historia.

Amor es libertad, es inclusin, es creatividad, es gratuidad. Se opone a determinismo, fin de la historia, la competitivad, el mercado, la exclusin. Esa es la respuesta de la cristologa franciscana a la necesidad de las leyes del mercado.