En el ocaso de mi vida, me encuentro en el ltimo nivel del abismo.
Al llegar encuentro la llave mgica que yace esperndome. Ingreso en el infierno, luego comienza a escasearme el aire y la tos me persigue. Encuentro un tesoro dentro de m, ese rayo de luz interior infinita. Su brillo es la puerta a otra dimensin Mi verdadero rostro aparece entre la infinidad de figuras que se deforman, dentro de un laberinto de espejos, me pierdo cuando cre haberme encontrado. Todo comienza a destruirse, los relojes y las ventanas, los cuadros y cristales se hacen aicos en el maremoto del ansia por un nuevo despertar del espritu. La voz interior me dice que en el paisaje de la vida pasan nubes oscuras. Estas me cubren ofuscando el encuentro con seres superiores. Me habla de que en el cosmos existe una paleta de grises con su matriz, donde se funden las almas ocultas en el inconmensurable misterio de la condicin humana Por qu no puedo ver mi propia magnificencia!? nica y divina como todo el Universo! Fue vedada por la mente enjuiciadora de un mundo ilusorio. Nuestro verdadero ser solo brilla en la conciencia. Ahora despierto deseando que no sea muy tarde para todos esos sueos y el amor, si es que aun respiran Ser que tengo una adiccin a odiarme o la naturaleza humana me ha estropeado? Con sus convencionalismos y la opresin de sus mandatosLa angustia existencial me incita y sumerge cada vez ms profundamente en la melancola insufrible de este crepsculo. Se puede trascender la muerte fsica que nos arrastra al horror?
Yo estaba equivocado, me perd en la mentira y el error de la lgica,
la locura me lleva envolvindome en sus redes y las ataduras comienzan a soltarme, No comprendo que me sucede Estar renaciendo? Siento una energa divina, los ngeles me toman en brazos y retorno al claro y brillante origen de mi alma Oh! Brillo divino! me envuelves hasta cegarme y atravieso una nueva puerta, Un renacer de mi conciencia me fusiona con mi alma que dista radiante, Mostrndome que la felicidad y la plenitud son la verdad ante la mera apariencia de las sombras. Una vela se enciende dicindome: Brilla, eres tu propio sol!