Вы находитесь на странице: 1из 19
LLORCA-G.-VILLOSLADA-LABOA Historia de la IGLESIA CATOLICA I Edad Antigua ee cere mwa seer bn BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS IN TROD UCCTlO CAPITULO I El mundo romano a la venida de Cristo E acontecimiento mas trascendental que se ha realizado sobre la tierra es evidentemente la Encarnacion, es decir la venida a ella del Hijo de Dios en carne humana, Este acontecimiento y la fundacion de la Iglesia catdlica, que debia perpetuar en el mundo su obra de santificacion de los hombres, no se produjeron, como era natural, sin la prepa racion debida, Cristo vino al mundo en el momento mas oportuno, 0, conforme al pensamiento de San Pablo, en la plenitud de los tiempos, Suponer lo contrario seria pensar que pudo ser obra de Ja casualidad el que el Hijo de Dios se hiciera hombre precisamente durante el imperio de Augusto, 1. La PLENITUD DE Los TIEMPOS En general, es dificil penetrar en los inescrutables desig. nios de la Providencia y comprender en qué consistia exac tamente aquella plenitud de los tiempos o preparacion del las obras de carheter eA. Panne al: Ausinrinl, A., L'Empire yomhain iP'aireccton de L ‘ ‘Darinstadt 00 Yelle Kio. q. WP iui, Mimwenert, B, Les’ € “at eo Sense. Re pas Romlsche Welirsleh Herd Buck 4 ANTRODUCCION mundo a la venida de Cristo, Sin embargo, algo se puede rastrear con la humana inteligencia. Y esto es lo que con viene notar aqui como punto de partida de la Historia de la Iglesia, que es la obra por antonomasia de Cristo: qué es lo que puede considerarse como preparacién del mundo a la venida del cristianismo. Ahora bien, aunque Jesus nacié en Palestina, y asi es cierto que la salud del mundo vino de Israel, con todo, tam- bién es un hecho que Palestina no era a la'sazon mas que una provincia del gran Imperio romano’; por lo cual toda la actividad de Cristo y el desarrollo del cristianismo primi- tivo hubo de realizarse dentro de aquel Imperio. Por esto es conveniente contemplar primero el marco general del mundo romano y luego el panorama mas reducido de Pa- lestina, donde nacio y se desarrollé la obra de Cristo, para comprender mejor las circunstancias que en una forma o en otra obstaculizaban o favorecian al cristianismo. II, Unwap pet IMpenIo RoMaNo* Y, ante todo, lo primero que se ofrece a esta considera- cién 'providencialista es la unificacion de gran parte del mundo civilizado, factor incomparable para la obra de Cris- to y de los apéstoles. No es dificil apreciar el valor inmenso de esta circunstancia, que daba a los predicadores del Evan- gelio las mayores facilidades para trasladarse de una region @ otra y comunicarse en todas partes con los subditos del gran Imperio. 1. Unidad de cultura’—tLa cultura material habia lle- gado a una altura nunca igualada. Las industrias florecian en la metropoli y en las diversas provincias. Una red com- pletisima de carreteras, las grandes vias imperiales, unian las poblaciones mas distantes desde el Asia Menor y Egipto hasta Roma y la peninsula Ibérica. Las mismas facilidades de comunicacién existian a través del mar Mediterraneo, que, convertido como en un lago, rodeado de posesiones ro- manas, pudo ser designado como Mare Nostrum, Mar del Imperio. Con esto habian caido las barreras materiales entre (08), Pum, 2, Newtestomentiche Zeltgeschichie oder Judentum u. Helden lure Zur ‘ert Cit und der Apowtel. © ois: 29" og (40) Raspes N When tne ‘tine hod fully come en StudNew Ten Theat (Gran-Rapids 13h i beaie or Duce, Lo fist Ane’ de TEpl' 1 e1: 'Empire romain, patie ns lene ioe Spatadoe corrapontionet on as grandee cha, sbre lm Rellungen aus der sutengeschichte Roms. 0 Steed romana. ‘Hisjore de ia rottumbree de Roma” desde Augusto eta toe ‘angeninos “Trad! ai ep. por" W. Hoces (Mexico in "Para ia perecia comprension de ex Unidad el Imperio. romano, vénse Zana Wiarton une rth, "od. ieee) plat. Voase tambon Faia 1. EL MUNDO ROMANO A LA VENIDA DE CRISTO 5 los diversos pueblos, y, lo que es més significativo, habian desaparecido, con las fronteras materiales, muchas de las antiguas enemistades raciales. El complemento de esta unificacion material y moral lo formaba la unidad de lengua y unidad de cultura, que fue el resultado mas tangible y positivo del llamado helenismo*. Este, tal como se entiende en nuestros dias en contraposi- cién a la época clasica helénica, comprende una especie de universalizacién de la cultura y de la filosofia griega, puesta en contacto con las culturas orientales de Persia, Babilonia, Siria, Egipto y demas pueblos orientales. La des- aparicién sistematica de la antigua separacién entre griegos y barbaros, un eclecticismo general en el campo filoséfico, representado por los grandes sistemas del estoicismo, neopi. tagoreismo y neoplatonismo, y en lo religioso un sincretis- mo que aprovechaba multitud de elementos recogidos de los mas variados ritos, pero con una tendencia general al mo- notefsmo. Toda la tendencia del helenismo era un cosmo- politismo general, basado en una monarquia universal, ini- ciada por Alejandro Magno y llevada a su maxima exten- sién por el Imperio romano, 2. Unidad de lengua. La -koiné-7—La expresion mas tangible y al mismo tiempo mas eficaz de estas tendencias y realidades del helenismo cosmopolita fue la lengua uni- Yersal, que por eso mismo fue denominada koiné, comun. Esto era una necesidad en medio de un imperio tan extenso y variado como el que formaban los dominios de Augusto. Desde luego se marcaban en él las dos partes fundamenta- les: Oriente y Occidente. Aquél con multitud de pueblos, con sus lenguas y culturas profundamente arraigadas. Sin embargo, desde que Alejandro Magno unié a su imperio Ja Siria, Asia Menor y Egipto, todos estos territorios habian quedado sometidos al influjo de la grande Grecia y, por ende, unificados con la lengua griega, sin que por esto des- aparecieran el aramaico, copto, arabe y otras lenguas re- gionales. Muy diversa era la situacion en Occidente. Multitud de dialectos dominaban en las diversas provincias, como el cél tico en las Galias y Bretaia, el ibero en Espafia, el punico en Africa, el tracio en las regiones danubianas y el germa- nico primitivo en el centro de Alemania. Mas sobre todos ellos, después de varios decenios de dominacién romana, iba lneesice, Harte, Langues liturpiques, en DictAreh, ¥ Gooesner, 1. en Dineen 6 i TRODUCCION prevaleciendo el idioma latino, que formaba el lazo de union entre las diversas provincias occidentales, y aun terminé por suplantar casi por completo a los diversos dialectos re- gionales, Ahora bien, ante esta division marcada del inmenso Im: perio, se imponia un instrumento comin de inteligencia mutua, y, dada la fuerza avasalladora del helenismo, con su base de cultura griega, fue el griego el que constituyd este idioma universal y comun, pero un griego simplificado ¥ matizado con neologismos y expresiones de origen latino. Esta lengua universal, la koiné, fue como el idioma oficial del Imperio romano, la lengua del mundo erudito. Por esto vemos que Cicerén escribe en griego sus memorias, Marco Aurelio algunos didlogos, los evangelistas sus evangelios y San Pablo sus epistolas. Con este incomparable instrumento podia San Pablo predicar el Evangelio en las ciudades mas Populosas del Asia Menor, Macedonia, Grecia y Espafia; con él se abria al cristianismo una puerta amplisima, que le daba maximas facilidades para su propagacién. Todo este conjunto de unificacion material y moral del Imperio romano, fomentada tan eficazmente por el idioma universal de la koiné, hallo su expresién mas favorable en la paz romana, que, tras larga serie de sangrientas luchas. reinaba en todo el mundo en tiempo de Augusto. La monar- quia universal podia con esto realizar su benéfica influen- cia. Sélo asi era posible la comunicacién pacifica entre los Pueblos, antes tan divididos, como los iberos, cartagineses, alos, germanos, tracios, persas, egipcios y romanos Por esto se explica que los cristianos de siglos posterio- Tes reconocieran como una disposicion especial de la divina Providencia el haber coincidido desde Augusto la formacion de la monarquia universal romana y el principio del cris- tianismo; pues, segun expresion de Eusebio, el Imperio ro- mano y el cristianismo se completan mutuamente, y el pri- mero fue preparacién del segundo. IIL. Estapo mELIcroso DEL IMPERIO ROMANO® No menos significativo, como preparacién para el cristia- nismo, es el estado religioso del pueblo romano. Mas en oste punto la preparacion era mas bien indirecta o negativa, si bien, como resultado final, podemos advertir igualmente una especie de tendencia general y como ansia de soluciones f Bousumn, Le fin du paganieme 2% ed. 1 vol. (P. 1888), Io., La religion ro maine 'd'Auguste aux Antonina’ 7 6d, 9 vols. toon, Wistiwas Ge Religion Und ‘Kultur der Homer” 3° ed. (1912), Durounca, Lavenir au ‘christiontone 1 Les roligions ‘paiennes et Ia'religion julvo eomparces ed (P. tga) Voun ge fsimismo Futraw. 0. cI sores ‘Garmeex, Ts Der Ausgong des ‘srtach.som Hreidentums” (oso .1, BL MUNDO ROMANO A LA. VENIDA DE CRISTO 7 religiosas que respondieran mejor a las necesidades de la naturaleza humana, 1. Bancarrota en lo religioso.—Sin embargo, la impre- sion primera que se recibe al considerar, desde el punto de vista religioso, a los diversos pueblos del Imperio romano, es sumamente desfavorable. Adviértese claramente una ban- carrota y decadencia general, que lo invade todo. A excepcién del pueblo israelita, elegido por Dios para transmitir al mundo la revelacion del Dios tinico y verda- dero, todos los demas pueblos del grande Imperio grecorro- mano eran politefstas, creian en la existencia de Dios y ado- raban multiples divinidades. Con todo, existia una gran di- ferencia entre los tiempos primitivos y los que acompafa- ron el advenimiento del cristianismo. Mientras los pueblos antiguos, tanto griegos como romanos, Hlegaron a una al- tura extraordinaria en todas las manifestaciones de cultura, sobre todo los griegos con sus grandes poetas, pensadores y artistas, y los romanos como grandes conquistadores y or- ganizadores, en lo referente a lo religioso se advierte una decadencia manifiesta. Los antiguos cultos politeisticos del Estado, que en otro tiempo habian animado a las multitudes y mantenido el entusiasmo a través de enconadas luchas, hallabanse en tiempo de Augusto, al menos entre la mayoria de los eruditos, en franco descrédito, Eran caracteristicos de los hogares griegos y romanos primitivos los dioses llamados domésticos, encarnacion de los espiritus de los antepasados. Los griegos los designaban con el nombre de demonios o espiritus; los romanos, con los de manes, penates, lares o genios. Encima de estas divinidades familiares se hallaban los dioses pUiblicos, protectores del Estado. Los mas antiguos, Jupiter, Juno, Minerva, Baco, Mercurio y los demas conme- morados en obras como la Iliada y Odisea, de Homero, fue- ron mas tarde reducidos en tiempo de la republica romana a la triada capitolina de Jupiter Optimo Maximo, Juno la Reina y Minerva Augusta. Pero, a pesar de todo el alarde de dioses y de todo el culto oficial, es lo cierto que, poco antes de Jesucristo, un verdadero ateismo o incredulidad se habia apoderado de la gente culta e iba penetrando en las masas. 2. El culto del emperador’.—Augusto quiso realizar en esto, como en otras cosas, una reforma fundamental. Sus miras eran enteramente politicas. Una vez duefio absoluto Bruniten. E.. Le culte imoérial, son histoire. (2 alse nr‘ aun. Summa ‘ee Ty Bi es “survivanees du” culte imperial “romain (180), ‘Guvinity of the roman omperar thdiddleton Co, test), Cenrnue. Levy Towomaus Un conetirrent du Christagiame. Le culte des sowserains romaing TTouteat Yi

Вам также может понравиться