MOVIMIENTO CIUDADANO EN DEFENSA DEL ESTADO LAICO

La representacin legislativa de Movimiento Ciudadano lamenta profundamente la intentona de la derecha poblana por su intencin de reformar el Artculo 2 de la Constitucin Local y manifiesta su irrestricto posicionamiento en defensa de la del Estado y la educacin laica. La intencin del Partido Accin Nacional de homologar y

superar la reforma federal con la

constitucin local no protege todos los derechos civiles consagrados en la Constitucin, sino que excluye a las convicciones que se consideren no ticas; toda vez que las convicciones y la tica son asuntos personalsimos y, en consecuencia, lo que genera que nadie decide. Como se los advertimos durante la discusin de la reforma al Artculo 24 de la Constitucin Federal estamos en el parteaguas de permitir la introduccin de educacin religiosa en las escuelas pblicas as como suprimir de los planes y programas de estudio los temas que parecieran incomodos a peticin de los padres de familia, tal y como lo pretende el prrafo tercero de la pretendida reforma. Movimiento Ciudadano tiene una posicin muy clara al respecto: NO VAMOS A PERMITIR UN ESTADO INQUISIDOR Y REPRESOR DE LA LIBERTAD Y QUE INTENTE SUPRIMIR EL ESTADO LAICO. La reforma que pretende imponer Accin Nacional introduce conceptos nuevos en la Constitucin del Estado, la libertad de convicciones ticas, la libertad de conciencia as como la libertad de Estado.

educacin religiosa y moral como derechos otorgados por la ley y el

En el Movimiento Ciudadano podemos considerar que

la reforma es ambigua y

genera lagunas jurdicas, modifica sustancialmente la concepcin del Estado laico en nuestro pas, y las relaciones entre las iglesias, la ciudadana y el Estado.
Y lo ms peligroso es que obliga en el futuro a que inevitablemente se modifiquen la Ley de Educacin del Estado para permitir la educacin religiosa en las escuelas pblicas como lo establece el Artculo segundo transitorio de la reforma que presenta Accin Nacional. Con esta reforma el Estado renunciara a ser el garante de una sociedad laica y el rector de las relaciones entre las iglesias y estado. Fundamentalmente esta reforma abre heridas del pasado que ya estaban cerradas. Es irresponsable que los poderes fcticos de la derecha pretendan reabrir esas heridas.