Madison Square Carden hala sts Foto bing Unde, ‘echo Hew Yrk Abhi bray La Giralda de Nueva York € 1890 a 1925, la ciudad de Nueva York contaba entre sus edificios con una réplica de la Giralda de Sevilla, Durante algunos afios fue la segunda construccién més alta de Manhattan. ¥ a lo largo de su existencia, formé parte de la simbologia de la ciudad como uno de sus elementos ‘mas sefialados, junto al puente de Brooklyn y Ia Estatua de la Libertad, colocada cuatro afios antes. Las circuns- tancias la convirtieron en paradigma de la vida alegre y la despreocupacién moral. La torre formaba parte del Madison Square Garden, el segundo de los cuatro edificios con los que ha contado la sociedad que mantiene yy regenta la arena polideportiva y de espectéculos mas famosa de! mundo. Su es- belta figura, de 102,3 m. de altura, algo més que la original sevillana, dominaba el cielo del midtown de Manhattan mientras se solapaban el siglo XIX y el XX. Situado entre las avenidas Madison y Cuarta y las calles 26 y 27, la nueva cons- truccion sustituia a un local de espectéculos llamado Gilmore’s Garden, que tam- bién habia pertenecido al famoso empresario PT. Barnum y su «Hipédromo Geolégico y de Monstruos Clasicos». William K. Vanderbilt lo adquirié en 1878, pa- ra bautizarlo con el nombre con el que pasaria a la posteridad. Afios més tarde se iba a constituir una sociedad que decidiria derribar el primitivo edificio y financiar un proyecto mucho mas ambicioso, un escenario digno para dar cabida al National Horse Show, cita anual de gran importancia social. La inauguracién de! nuevo Madison, que ocupaba una manzana entera con un coste de més de tres millones de délares, fue un acontecimiento de primer or- den. El 16 de junio de 1890, més de 17.000 personas se congregaron para oir a la Orquesta de Viena dirigida por Eduardo Strauss. El espacio principal lo cons- tituia un gran anfiteatro, junto a un teatro con 1.200 localidades, un restau- rante, salén de baile, un gran café y un conjunto de habitaciones reservadas. La terraza del tejado estaba protegida por una estructura de cristal que se des- montaba por secciones en los meses calurosos. Su anfiteatro era la apuesta mas fuerte, el mayor de América. Cubierto por un techo con tirantas de acero a la vista, podia acomodar a 5.000 personas, en torno a la arena, y a 12.000 si se utilizaba ésta. El hierro y el acero se mostra- ban sin aislantes, pintados en ocre rosado claro. La totalidad de la construccién se iluminaba con luces incandescentes para una mayor seguridad conti dios, alimentadas por un generador propio, lo que intensiva de la energia eléctrica que en aquellos tiempos caus6 admiracién. Sin embargo, la gran estrella del nuevo Madison era su torre, finalizada un afio después, empefio personal del arquitecto Stanford White, que tuvo que Dieco Carrasco