Llor la primera vez que vi a mi hijo en una incubadora, todo azul con tubos en las venas, en la nariz y en los

pulmones. Solo los aparatos lo mantenan vivo. Tan indefenso, dependiente de las habilidades de mdicos y enfermeras. Siento miedo por Caleb, mi hijo. Llor la primera vez que mir a los ojos de su hermana y vi su dolor y su temor. He estado tan absorta en mi propio dolor que no logr ver el de ella? Qu puedo decirle? Qu promesas hacerle? No la quiero menos, sino mucho ms. Ambas sentimos dolor por Caleb, mi hijo. Llor la primera vez que tuve a mi hijo en mis brazos. Tan pequeo y frgil, indiferente a mi voz, a mi roce. An conectado a tubos y aparatos. Vivir? Lo llamar Dios a su lado? Mi corazn siente dolor por Caleb, mi hijo. Llor la primera vez que lo llev a casa, sintindome tan asustada e insegura. Podr cuidar de este nio que no emite sonido alguno? Estar bien? Podr percibir sus necesidades? Llor la primera vez que el doctor me dijo Parlisis Cerebral. Qu significa? Qu tipo de futuro tendr? Podr caminar, arrastrase, o al menos voltearse? Estar en silla de ruedas, dependiente de mi para siempre? Tendr retardo mental? Podr curarse? Qu pasar con Caleb, mi hijo? Llor la primera vez que mi hijo Caleb llor. Hizo un sonido! Su primera comunicacin. Ahora sabr cuando algo anda mal, cuando necesita mi atencin, cuando necesita mi amor. Ahora s parece que hay un beb en casa! Caleb, mi hijo, puede llorar. Llor la primera vez que mi hijo sonri. Una seal de placer. Su vida no es tan mala. S siente felicidad y confort. Algo marcha bien! Sus ojos brillan! Sus cachetes se inflaron! Qu preciosa, la primera sonrisa de mi hijo! Llor la primera vez que mi hijo dijo Mam. Tanto orgullo por su logro. Coloc sus labios sobre mi cachete, inhal profundamente y con toda su fuerza form los sonidos. Mi hijo, un joven, se sabe mi nombre.

Llor la primera vez que lo mir y pude ver ms all de mi misma. Una persona, aunque pequea, un individuo, con sus propias necesidades, sus propias alegras, sus propios temores. Necesita mi amor y reparte el suyo sin medirlo. Mi hijo, efectivamente, todo un joven. Llor la primera vez con lgrimas de felicidad. Ya no era con dolor o temor, sino con orgullo por este joven que se ha esforzado tanto, porque l puede apreciar las cosas sencillas de la vida. No siente miedo del futuro. Vive cada momento tal como se presenta y siente placer de ser Caleb, mi hijo.