DE HISTORIA NATURAL 271
Trabajos presentados.
Sobre el mal llamado Diluvial de la cuenca del Duero
por
José Royo y Gémez.
En’ diversos trabajos y desde hace unos aiios venimos afirmando
que los grandes manchones de Diluvial que se sefialaban en los mapas
geolégicos a ambos lados de la Cordillera Central y al Sur dela Asturo-
leonesa, que estén formados por potentes estratos de aluviones, no
pertenecian a la edad cuaternaria, sino a la’ miocena, y en determinados
casos al Terciario inferior. Siguiendo este criterio, basado en datos es-
tratigraficos, tecténicos y paleontolégicos, al hacer la rectificacién de las
hojas nimeros 27 y 28 del Mapa Geol6gico de Espafia a escala 1 :400.000,
trabajo que nos fué encomendado por la Direccién del Instituto Geolé-
gico, hubimos ya de efectuar las correcciones necesarias, haciendo des-
aparecer en.su mayor parte los manchones situados a ambos lados de
la Cordillera Central.
Hasta ahora teniamos datos paleontolégicos indudables que proba-
ban nuestra tesis para el manchén que ocupaba parte de las provincias
de Guadalajara, Madrid, Toledo y Caceres y para el de las provincias
de Palencia, Leon y Zamora. Referentes al primero existen diversos res-
tos de Anchitherium aurelianense, Mastodon, etc., encontrados en las
cercanias de Madrid; en cuanto al segundo, a pocos kilémetros de Leén
aparecieron en 1930 restos de Mastodon angustidens, y con anterioridad,
en Saldaiia (Palencia), Hipparion, Mastodon, etc.
Del manchén que cubria parte de las provincias de Segovia, Avila y
Salamanca no habiamos podido obtener atin pruebas paleontolégicas,
aunque si estratigraficas y tectonicas. Pero este verano nos fué amable-
mente comunicado por D. Alvaro Martin Alonso, profesor del Instituto
Elemental de Segunda Ensefianza de Arévalo, el descubrimiento hecho272 woeriN DE LA SOCIEDAD ESPAROLA
por él y por sus alumnos de diversos restos de vertebrados en los escar-
pes del rio Arevalillo y del Agueda.
Acompafiados por él, y por el preparador del Museo Sr. Vargas, tu-
vimos ocasién de visitar los yacimientos a final del pasado mes de agos-
to y comprobar que en los aluviones seudodiluviales, en los que dichos
rios han excavado su valle, existen dos niveles bien manifiestos: uno
inferior, de gredén muy arcilloso y de composicién semejante al que
sirve de asiento a Madrid, en el cual pudimos obseryar la existencia de
varios caparazones incompletos de Testudo bolivari, y otro superior, de
gredén mds arenoso y a veces muy suelto, que, entre otros restos de
vertebrados, contiene los de Hipparion gracile, Rhinoceros y Testudo sp.
Por las especies encontradas se ve claramente que el nivel inferior per-
tenece al Tortoniense (incluyendo en é1 al llamado Sarmatiense de nues-
tro Terciario continental), y el superior al Pontiense, y de ninguna ma-
nera al Cuaternario, a donde antes eran asignados, y tampoco al Plioce-
no, en donde algunos autores, sin datos que asi lo pruebé, los quieren
incluir.
Estos trabajos de exploracién van a ser seguidos de los correspon-
dientes de excavacién, lo que nos permitiré hacer un estudio més deta-
ado de la geologia de aquella comarca y de los restos fésiles que alli
aparecen. De momento no nos queda mas que hacer constar nuestro
agradecimiento al Sr. Martin Alonso, quien ha levado su gentileza a re-
galar al Museo Nacional de Ciencias Naturales los restos de Testudo e
Hipparion encontrados por él y sus alumnos.
Laboratorio de Paleontologia.
‘Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid,