LA SANTSIMA TRINIDAD Retomando al tiempo ordinario nos encontramos con esta solemnidad de la Santsima trinidad que nos recuerda

a Dios como uno y trino, lo cual es misterio central de nuestra fe. El hombre es un ser religioso por su naturaleza, por lo tanto siempre ha estado en bsqueda de la divinidad y es Dios que ha ido en bsqueda del hombre revelndose en la historia de salvacin y es ah donde se nos da a conocer la Santsima Trinidad, sin decir que tuvo un principio en algn punto de la historia, porque Dios Trino exista antes de todas las cosas existieran, es ms desde la eternidad. Toda ella ha existido desde siempre tanto el Padre, como el Hijo y el Espritu Santo. No podemos pensar Jess le dio la existencia a la persona del Hijo, porque l exista antes de su encarnacin y si el Hijo existe tambin el Espritu Santo ya que este procede de la relacin que existe entre el Padre y el Hijo, que ha sido eterna. Pero, como sabemos, Dios no fue conocido siempre a Dios como uno y trino, sino que l en su economa salvfica se ha revelado y dado a conocer como Uno y Trino: Padre E hijo y Espritu Santo. El hijo se da a conocer en el momento en que se encarna y es la imagen visible de Dios invisible (CIC 689) y es el Espritu Santo que permaneciendo en la Iglesia nos revela a Dios como uno y trino y nos permite relacionarnos con l por medio de la oracin. Y como lo dice el evangelio de Juan Es el Espritu Santo que nos conducir a la verdad completa (Juan 16 13b) a esa verdad que an se sigue revelndose en nuestra historia de salvacin y pacientemente no perdemos la esperanza de gloriarnos en Dios que es la verdad plena. De esa comunin trinitaria se debe reflejar a una Iglesia comunidad que gracias al Bautismo todos sus miembros entra a ser parte de esa realidad trinitaria porque en ella habita el Espritu Santo, que por el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones (Romanos 5, 5b) por lo tanto sintindonos llenos del Espritu Santo dmonos la oportunidad de relacionarnos con Dios y sentir as su amor trinitario que nos crea, nos salva y nos santifica. Mauricio Andrs Preciado