Lunes, Abril 27, 2009 Cultura / Jesús Zarazúa 2

a Cuento
Po esí
Miel Judas
(Segunda parte)
Armando Hernández
Beatriz Ramírez
Tierra caliente
Labios sedientos
Lengua de fuego
Si yo te amara... De nueva cuenta pensó que estaba soñando, no podía ser posible
que al dormir en su cómoda cama, en su habitación, en su casa…despertara
Con Los Cinco Arroyo granulado
Café tostado
José Hernández García en un lugar desconocido. Las voces se acercaban aún más; la algarabía de la
calle era cada vez más fuerte. De pronto sintió el dolor en sus brazos, como
Sentidos Aire aflorado
Girasol derramado
Si yo te amara...
te evitaría todo dolor y maldad,
si hubiera hecho demasiado ejercicio. Pero no hubo mucho tiempo para
reparar en ese malestar, la puerta estaba a punto de abrirse…instintivamente
Marisela Arredondo Zárate Tacto prolongado evitaría la sombra y pena venial, se escondió atrás de la misma y vió como entraban a la habitación dos
Jadeo acorralado ¡nunca!, ¡jamás yo te traicionaría! hombres; ambos robustos y con ropa sucia. Uno, el más bajo de estatura
Suspiro olvidado volteó hacia donde estaba ella. Nunca había visto una persona tan fea. Tenía
Amor real, que estrujas al corazón
Senos de miel Si yo te amara... los ojos como perdidos en la cara o…lo que fuera, parecía un trozo de carne
le das satisfacción, dolor, alegría
Ombligo de miel abrazando tu cruz estaría, muy roja, porque aun con la obscuridad brillaba como si no tuviera piel. Un
placer.
Vulva de miel con pasión la mía tomaría, ojo estaba casi cerrado, pero ella observó como al verla pareció abrirse… y
Todos los sentidos participan
Miel de cuerpo y de tu vida... yo atestiguara. gruñó algo con lo que el otro, que se hallaba a un lado de la cama volteó a ver.
De ésta tierna sensación.
Miel de alma Sonia no supo más porque salió corriendo de aquél cuarto
Ojos de miel Si yo te amara... completamente aterrada. ¿Qué era eso?, a sus espaldas escuchaba un par de
Entras por los ojos recorriendo palmo
Miel tu cuerpo cuántas maravillas haría, monstruos gruñir cada vez más fuerte y sólo pudo entender una sola
a palmo cada rincón del cuerpo
Voz, tu miel. mis sueños en realidad convertiría; palabra…Judas.
del alma.
Formando parte del torrente sanguíneo mi alma buscaría sanarla. Una puerta la llevó a un amplio corredor y ésta a su vez a otra que
hasta llegar al corazón daba a lo que parecía un campo. Salió corriendo sin voltear siquiera, el
Si yo te amara...
In ásti ura sus g e l @

corazón le palpitaba con fuerza, tanto que podía escuchar sus latidos. Se
vi co , f c
pl lt n a n

mis profundos vacíos llenaría,

ta s, ot ol y a

No existe otro sonido para los oídos confundió entre los pastizales secos y fue disminuyendo el paso hasta
Cu víe a r

renacer en tus principios aceptaría; trotar y por último caminar, más por cansancio a que el miedo lo seguía
os gal gra bor o o .

Del enamorado que la voz de la amada

en a z u
za

y en la inocencia, yo transitara.
a erí fo ac c o m

sintiendo.
r

No hay canto más dulce para su alma.

es as s a io
cr , C q ne . m

Los labios ansían el néctar que emana Quiso sentarse a descansar pero no podía olvidar esa imagen, siguió
ito a u s
ó a

la boca del ser amado. Si yo te amara... caminando hasta que distinguió otras casas, al parecer igual a la de donde
re sas e n a
s,

Como el colibrí se embriaga con la flor tu fiel amigo sería, había escapado. Decidió acercarse, necesitaba pedir ayuda…buscar a su
ar de s

contigo siempre caminaría

tis la

Los amantes se extasían familia. Se escondió tras un montón de pastura y mucho más asustada vio
ta
h

Con ese placentero licor. hasta que el final llegara. que la gente era igual a los monstruos que la habían hecho huir de se
s
o

Nada se compara al aroma del amor habitación. Había hombres, muchos hombres robustos y mujeres un poco
ni el perfume más exótico da Si yo te amara... más pequeñas pero al parecer muy fuertes por hacer labores que requerían
x

el placer que las hormonas
en erupción dan a los amantes.
El sentido del tacto tan despierto
ante el mínimo contacto,
Hace vibrar cada centímetro del ser.
Cuando los cuerpos
entrelazados como enredaderas
se entregan a la pasión.
Los Sueños
Cleo Gordoa De La Tejera
Mis angustias largas y mi vanidad?
Los sueños que me diste,
se fueron tras la luna,
tras las nubes del verano,
tras las gotas de la lluvia.
De pronto me quedé sin sueños,
sola en la oscuridad total,
abrazada a mis esperanzas,
No soy lirio tierno de la flora astral,
a mis ilusiones perdidas.
Tan sin ti, tan desolada,
con los brazos vacíos,
envuelta solo en pesadillas,
con la vida triste y pisoteada.
Los sueños que me diste,
eran sueños amorfos, volátiles,
mentiras escondidas en tu dulce mirar,
mentiras solo dichas sin ninguna piedad.
Los sueños que se fueron,
con tu esencia, con tu sonrisa,
se fueron fugaces como llegaron,
y fueron tan falsos, falsos como tú.
Soy
Flor Rubio
Que te puedo dar?
Que poder ejerzo sobre tu mirar?
No te he dado nada para empezar
A meterme en tu alma
Desde mi lejano estar.
Que me pides tu?
Que exiges a cambio por llevar
detrás
Soy resultado de polvos que el
viento
Ha arrastrado acá,
A un plano desierto de la
inmensidad.
Ni cánticos etéreos de la libertad.
Soy un ser inmerso en polos
convexos
De la realidad, laberinto abierto
Para caminar, sin retornos,
Vías alternas o un croquis
existencial.
Soy un tanto mas que verbos
En presente conjugados,
Soy pretérito enlazado
Con los tiempos no nombrados.
Siendo yo dime en tu vida
Que te puedo dar?
mi sed en Ti apagaría,
por Ti muchos frutos daría,
mi vida estéril cambiara.
Si yo te amara...
tu diálogo siempre buscaría,
mirándote en contemplación viviría,
sintiéndote en el todo y en la nada.
Si yo te amara...
tu palabra fielmente escucharía,
día a día tus huellas seguiría,
y en tu nombre yo predicara.
Si yo te amara...
a tu amor infinito correspondería,
sobre todas las cosas te amaría,
y me postrara ante Tí, cara a cara.
Si yo te amara...
dolor sufriría al ofenderte,
mi pena sería la muerte,
y tu perdón yo implorara.
Si yo te amara...
feliz por la vida iría,
tu luz... viva mantendría,
y mi vida en Ti reposara.
Si yo te amara...
mi esperanza en Ti estaría,
en la fe por Ti moriría
y a la caridad eterna transitara.
Si yo te amara...
en mi mente siempre estarías,
tu Rostro... en el aire vería,
la muerte del mal buscara.
¡Oh mi Dios, si yo te amara!
de mucho vigor, como cargar grandes rocas para amontonarlas. También
había niños de todos tamaños pero no parecían de corta edad sino más bien
enanos…sin embargo ese pueblo era, ¡un pueblo de monstruos!. Todos
parecían no tener piel, la cara era una bola de carne muy roja, de nariz
deforme y diminuta; los ojos se hallaban dispares, uno más arriba que el otro
y la boca era una enorme cortada que casi iba de una oreja a la otra; ninguno
tenía pelo y las manos y pies eran igualmente carne sin piel.
Comenzaron a juntarse más y más de esos monstruos alrededor de
las piedras que habían amontonado las mujeres de faldas o vestidos muy
flojos, sucios y deshilachados. Todos parecían estar ansiosos y gruñían sin
parar, dando palmadas fuertes. En un momento los gruñidos aumentaron de
intensidad y Silvia vio como de una de esas carrosas bajaban aun niño… ¡un
niño! Como ella, un niño normal. Todos daban palmadas fuertes y gruñían
como divertidos o …¿alegres?. Dos hombres acostaron al niño en unas
tablas y lo amarraron; después las colocaron en medio del montón de rocas.
Al momento que ambos voltearon ella pudo reconocer (aunque era extraño
decir que se podían distinguir) pero ella los reconoció, eran los que habían
entrado a su cuarto en la mañana, estaba segura.
Una mujer y otro hombre se acercaron con un par de antorchas y
prendieron fuego en el montón de leña que se hallaba bajo las tablas donde
estaba amarrado el niño... pero ¿qué hacían? ¡Asesinos!; hubiera querido
correr a ayudarlo pero tenía tanto miedo y él en cambio, ese niño parecía
estar tan tranquilo…
Se alejó de allí llorando, se sentía tan triste. En una esquina de la casa
vio un balde de agua y quiso lavarse la cara, aún se sentía confundida,
asustada. El agua era fresca y ella enjuagó su cara. Después de un rato ella
observó su reflejo, era una niña hermosa a comparación de esos monstruos,
el cabello castaño le caía hasta los hombros, sus ojos almendrados igual que
los de su mamá… ¡Cuánto la extrañaba! De pronto sintió el hombro tan
caliente, como si pusieran una braza sobre el. Volteó y vio a uno de los
monstruos; no le dieron tiempo de correr la tomaron por los brazos y la
alzaron. Así la llevaron hasta la hoguera, el fuego era muy grande, ya no se
podía notar siquiera el cuerpo del niño. Ella intentó zafarse pero no pudo.
Poco antes de que la “incineraran” vio sorprendida como de entre le
fuego salió volando una paloma blanca. En ese momento todos comenzaron
a aplaudir con grandes palmadas y a gruñir aún más fuerte. Después de un
rato colocaron sus tablas en la hoguera y sólo allí fue donde desapareció el
miedo, tampoco sentía el calor…sólo una gran paz. Y así recostada sobre las
tablas volvió el rostro aun costado y vio una libreta de pastas duras y negras
antes de perder el conocimiento.