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) – MONTE BOCINERO
10 05 09
Como ese mismo día, y a partir de las 09:30, se celebraba una marcha en
Alonsotegui, en las modalidades andando, corriendo y BTT, coincidimos,
fundamentalmente al comienzo de nuestra ascensión, con sus participantes.
El último tramo se realiza en una densa alfombra verde que nos conduce
suavemente hasta la cumbre. Desde lejos se divisaba que en la cumbre había
otros montañeros.
El alcanzar la cumbre, cada uno a su ritmo, nos hizo olvidar el largo y duro
ascenso.
Ganekogorta, con sus casi mil metros de altura, es el más cercano a Bilbao.
Desde allí los bocineros hacían sonar sus instrumentos: el cuerno y el
txalaparta. La noche elegida para la convocatoria era iluminada por el fuego de
las gigantescas hogueras, y en cuanto amanecía el aire de los valles era
atravesado por el sonido de cuernos y txalapartas. Así sabían los junteros que
debían emprender el camino hacia Gernika.
Según llegamos a las campas del Pagasarri vimos, a nuestra izquierda, bajo
las laderas del Ganeta, las neveras del Pagasarri que datan del siglo XVII y la
fuente del Tarín, que fue inaugurada en 1914 por un grupo de montañeros y
montañeras que congregados junto al manantial de Udoi, decidieron sufragar
los gastos de su construcción mediante el cobro de un Tarín (un real de la
época) a las personas suscriptoras. Algunos del grupo descendieron a ese
lugar para abastecerse de agua.
Al llegar al collado, desde donde se
divisa perfectamente la silueta del
Ganekogorta, nos encontramos
con no mucha gente, ya que la
mayoría de los que habían
participado en el “Día de los
montes bocineros” habían
regresado a su lugar de origen. A
la derecha del collado teníamos la
cima del Pagasarri (673m.) y a la
izquierda el Ganeta (689m.).
La organización nos obsequió con talo con chorizo, que por cierto estaba muy
rico, con un buen txakolí y con música a cargo de unos trikitilaris.
Cuando comenzamos a
descender hacia Bilbao nos
encontramos con bastantes
personas que seguían subiendo
al Pagasarri, lo cual no era de
extrañar, ya que es la montaña
más popular de Bilbao, contando
con una gran cantidad de
incondicionales visitantes de
todas las edades que diariamente
se acercan a estos bucólicos
parajes en busca de un oasis
natural donde refugiarse del
bullicioso ritmo de la ciudad.
Más abajo encontramos una fuente donde saciar nuestra sed, para seguido
abandonar la carretera y tomar una pista hormigonada, que finalmente nos
condujo a la carretera que nos llevó hasta las instalaciones de Iberdrola, donde
nos esperaba el autobús.
Al llegar al destino final el GPS marcaba que habíamos recorrido 17’33Km. con
un total de tiempo en movimiento de 4h10’, a una media en movimiento de
4,2Km./H., habiendo estado detenidos 1h35’. A efectos prácticos, y teniendo en
cuenta como se computan los tiempos y las paradas en GPS, los tiempos que
invertimos andando fueron de un total de 4h30’, de los que 2h30’ invertimos de
Alonsotegui a Ganekogorta y 2h00’ de Ganekogorta a Bilbao.
LA OPINIÓN DE MARIAN
Desde la cumbre uno puede tener el sueño de una vida mejor, las imágenes
eran muy gratas y queridas: ver nuestras montañas profundas y picudas unas,
chatas y bellas otras rodeándonos, era un espectáculo. Era como de postal.