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Estética y anestésica:’ una reconsideracién del ensayo sobre la obra de arte! El ensayo de Walter Benjamin “La obra de arte en la época de su repro- ductibilidad técnica”! es generalmente considerado una afirmaci6n de la cultura de masas y de las nuevas tecnologias a través de las cuales ésta es diseminada. Y es correcto. Benjamin pondera el potencial cognitivo y, consecuentemente, politico de las experiencias culturales tecnolégica- mente mediadas (el cine es particularmente privilegiado).” Sin embargo, la seccion final de este ensayo de 1936 invierte el tono optimista. Ha- ce sonar una alarma. El fascismo es una “violacién del aparato técni- co” que es paralela de su violento intento de “organizar las masas re- cientemente proletarizadas”, no dandoles lo que les corresponde sino * El término original en inglés es “Anaesthetics”. “Anestésico”, su traduccién li- teral, pierde la alusién al concepto de “estética” (aesthetics) que la autora delibera- damente busca. N. del T. J Agradezco a Joan Sage su ayuda con las fotografias para este trabajo. 1, La traduccién inglesa convencional del titulo, “The Work of Art in the Age of Mechanical Reproduction” [“La obra de arte en la época de su reproduccién me- cdnica”] es la de Harry Zohn, en Illurminations, ed. Hannah Arendt, Nueva York, Schocken Books, 1969. La traduccién literal del titulo alemén es significativamente distinta: “The Artwork in the Age of its Technological Reproducibility (technischen Reproduzierbarkeit)” (“La obra de arte en la época de su reproductibilidad técni- ca”]. He evitado el problema utilizando una forma acortada: Artwork essay [Ensa- yo sobre la obra de arte]. 2. La mejor lectura del ensayo de Benjamin sigue siendo el articulo de Miriam Hansen, “Benjamin, Cinema and Experience: ‘The Blue Flower in the Land of Technology’, New German Critique, 40, invierno de 1987. 170 Susan Buck-Morss “procura[ndo] que se expresen”.? “En consecuencia, desemboca en un esteticismo de la vida politica.”* Raramente incurre Benjamin en condenas absolutas, pero en este caso afirma categéricamente: “Todos los esfuerzos por un esteticismo politico culminan en un solo punto. Dicho punto es la guerra”.’ Esta escribiendo durante los primeros afios de las aventuras militares del fascismo: la guerra colonial de Italia en Etiopia, la intervencion de Alemania en la Guerra Ci- vil Espafiola. Sin embargo, Benjamin reconoce que la justificacién estética de esta politica ya estaba disponible a comienzos de siglo. Fueron los futu- ristas los que, justo antes de la Primera Guerra, articularon por primera vez el culto a la guerra como forma estética. Benjamin cita su manifiesto: [L]a guerra es bella, porque, gracias a las mdscaras de gas, al terro- rifico megdfono, a los lanzallamas y a las tanquetas, funda la soberania del hombre sobre la maquina subyugada. La guerra es bella, porque inaugura el suefio de la metalizacién del cuerpo humano. La guerra es bella, ya que enriquece las praderas florecidas con las orquideas de fuego de las ametralladoras. La guerra es bella, ya que retine en una sinfonia los tiroteos, los cafionazos, los alto el fuego, los perfumes y olores de la descomposici6n. La guerra es bella, ya que crea arquitecturas nue- vas como la de los tanques, la de las escuadrillas formadas geomé- tricamente, la de las espirales de humo en las aldeas incendiadas...° Benjamin concluye: “Fiat ars, pereat mundus” (hagase el arte, perezca el mundo],’ dice el fascismo, y espera de la guerra, tal y como lo confiesa Marinetti, la 3. “Las masas tienen derecho a exigir que se modifiquen las condiciones de la propiedad; el fascismo procura que se expresen precisamente en la conservacion de esas condiciones”, “La obra de arte en Ia época de su reproductibilidad técnica”, en Discursos interrumpidos, p. 55. 4. Ibid., pp. 55-56. 5. Ibid., p. 56. 6. Ibid., p. 56. 7. Una distorsién del original barroco: “Hégase la justicia, transférmese el mun- do”, la promesa electoral del emperador Fernando 1 (1563). Ver Walter Benjamin, Gesammelte Schriften, 1:3, p. 1055. EsTETICA Y ANESTESICA 171 satisfaccién artistica de la percepcién sensorial modificada por la técnica. Resulta patente que ésta es la realizacion acabada del “art pour l’art”. La humanidad, que antafio, en Homero, era un objeto de espectaculo [Schauobjekt] para los dioses olimpicos, se ha con- vertido ahora en espectaculo de si misma. Su autoalienacién ha alcanzado un grado que le permite vivir [erleben] su propia des-, truccién como un goce [Genuss] estético de primer orden. Este es el esteticismo de la politica que el fascismo propugna. El comunismo le contesta con la politizacién del arte.* ‘ Este parrafo me ha perseguido a lo largo de estos veintitantos afios en los que he estado leyendo el ensayo sobre la obra de arte, un periodo en el cual la politica como espectaculo (incluyendo el espectaculo estetizado de la guerra) se ha convertido en un lugar comin en nuestro mundo televi- sual. Benjamin nos esta diciendo que la alienacién sensorial esta en el ori- gen de la estetizacién de la politica, estetizacién que el fascismo no inven- ta sino que meramente “administra” (betreibt). Hemos de asumir que la alienaci6n y la politica estetizada, en tanto condiciones sensoriales de la modernidad, sobreviven al fascismo, y que del mismo modo lo sobrevive el goce obtenido en la contemplacién de nuestra propia destruccién. La respuesta comunista a esta crisis es la “politizacién del arte”, que implica exactamente... ¢qué? Sin duda, Benjamin debe estar diciendo al- go mas que simplemente hacer de la cultura un vehiculo para la propa- ganda comunista.” Le exige al arte una tarea mucho mas dificil; esto es, la de deshacer la alienaci6n del sensorium corporal, restaurar la fuerza instintiva de los sentidos corporales humanos por el bien de la autopre- servacion de la bumanidad, y la de hacer todo esto no evitando las nue- vas tecnologias sino atravesdndolas. Los problemas para interpretar la seccién final del texto de Benjamin re- siden en el hecho de que, a mitad de camino de esta reflexién final (politica 8. Discursos interrumpidos, p. $7. 9. De otra manera, las dos condiciones, la crisis y la respuesta, resultarian ser una sola cosa. Una vez que el arte es arrastrado hacia la politica (hacia la politica comu- nista no menos que hacia la fascista), ¢cOmo podria evitar ponerse a su servicio entre- gando a la politica sus propias fuerzas artisticas, esto es, “estetizando la politica”?

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