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Caudillos Trujillanos

Escritos de:
José Rosario Araujo.

CONTENIDO

Juan Bautista Araujo.


Rafael González Pacheco.
Víctor de Jesús González.
José Rafael Gabaldón.
Rafael Montilla.
Los Baptista y los Araujo.
Cipriano Castro en Valera.
Las Batallas de Carvajal e Isnotu.

Juan Bautista Araujo.


El León de la Cordillera.
El general Juan Bautista Araujo era llamado “El León de la Cordillera por su bravura y
su prestigio. Era un hombre muy importante en Los Andes, tenía mucha tropa ya que
contaba con todos los peones de sus fincas, en la de Los Baptista sus hermanos y en las
otras de todos sus amigos. Tenía el apoyo no solo en Trujillo sino en Mérida y en San
Cristóbal ya que todos los hacendados eran araujistas o baptisteros es decir godos,
enemigos de los liberales amarillos.

Juan Araujo armaba en los tres estados montones de campesinos y cada dueño de
hacienda y sus hijos se convertía en sus oficiales.

Cuando ocurre el reconocimiento del triunfo federal, Araujo se retira a Jajo a trabajar la
tierra igual que Cincinato en la historia romana. Vivía en esas montañas, en un pueblo
que quedaba como entre las nubes.

Al subir Guzmán Blanco al poder, el León se enfrenta a los liberales y pelea en Lara
contra los ejércitos triunfantes, mientras tanto ocurre la invasión de Trujillo por el
General Daboín y el establecimiento del gobierno liberal del General Inocencio
Carvallo. Al regresar Araujo al estado derrota al régimen liberal y se hace fuerte en la
capital lo que obliga a Guzmán Blanco a ordenar al general Venancio Pulgar el envió de
tropas para pelear contra los conservadores trujillanos. Estos son derrotados después de
haber opuesto feroz resistencia. El León se bate en retirada a Trujillo al cual pone
Pulgar en asedio. Después de dura lucha Araujo se va a Colombia donde se asila. En
Chinacota vive su destierro y al ocurrir el terremoto del 18 de Mayo de 1875 observa
una conducta ejemplar al auxiliar las autoridades prestando seguridad para las victimas.
Se opone al saqueo y a la matanza, estando a punto de ser asesinado organizo un grupo
de voluntarios e impuso el orden como sabía hacerlo.

Desarmo y domino las pandillas de bandidos, fusilo a un tal Pirineo, bandido


sanguinario que trato de aprovecharse del desconcierto por la tragedia.

Esto le abre los caminos del prestigio entre los saqueadores sin jefe y las vías de la
confianza del gobierno colombiano quien le da la jefatura de la campaña pacificadora de
la región y es nombrado General Efectivo del Ejercito Colombiano.

Guzmán Blanco viendo el cariz que tomaban las cosas y el prestigio que crecía de el
caudillo envía al General Santana Saavreda para buscar una reconciliación y le ofrece el
gobierno del Estado Los Andes cuya creación entraba en los planes del presidente,
además le concede el grado de General.

El partido araujista cubrió toda la región andina y fueron sus integrantes más
distinguidos del Táchira el General Cipriano Castro y el Doctor y General Carlos
Rangel Garbiras. Esta influencia duro hasta 1892 al ocurrir la aventura continuista del
Presidente Anduela Palacios, al prolongar este su periodo presidencial cuenta con el
apoyo araujista más sus contrarios cuentan con Leopoldo Baptista, su sobrino, que trata
de convencer al León. Araujo acorralado por los argumentos gira instrucciones a sus
subalternos de la renuncia de la jefatura del partido y la libertad para que siguieran el
camino que creyesen mejor.

Rompe la espada de oro que le regalo Anduela y se retira a los paramos de Tuñame.
Desmantelándose así el poderoso partido araujista de Los Andes.

El León era un hombre sencillo, hablaba con el último de sus peones sin ser soberbio o
prepotente, tenía hijos y ahijados por todos los caminos, no lo intimidaban la visita de
los Doctores de Mérida y los Generales que le enviaban de Caracas.

Se sentía bien alternando con los niños quienes le veían como un amigo que les regalaba
dulces y monedas.

Murió en el año de 1898 y fue muy afortunado con su familia que lo reconoció como
jefe. El era una buena lección para los que querían aprender. Así fue el León de la
Cordillera uno de nuestros Caudillos Trujillanos.

El General Rafael González Pacheco.

Este General trujillano nace el 5 de Enero de 1857 en el pueblo de Santiago de Trujillo.


Su padre fue el Doctor José Emigdio Gonzáles, benefactor de Los Andes.

Obtuvo el titulo de Doctor en Ciencias Políticas en La Universidad de Caracas, viaja a


Europa donde aprovecha para aumentar sus conocimientos. Al volver a Venezuela se
siente atraído por el Partido Liberal. En Trujillo se dedica por entero a la política.
Al llegar Crespo al poder inicia una política de equilibrio entre liberales y
conservadores, nombra al General González en el cargo de la magistratura de la sección
Trujillo que ocupa hasta 1895 ya que es remplazado por Reyes Gordon.

En 1898 al ser designado Presidente del Estado Los Andes el General Espíritu Santo
Morales volvía el Doctor el Doctor González Pacheco a presidir la sección Trujillo. Es
designado para regir el Partido Liberal y al mismo tiempo acude a Bocono a extinguir
disturbios que fomentan adictos al general Santana Saavedra que no están de acuerdo
con la designación del Trujillano para este cargo.

Al morir Joaquín Crespo persiguiendo al Mocho Hernández en Trujillo hay


enfrentamientos entre conservadores y liberales mandados por el general José Manuel
Baptista y otros por el General González Pacheco.

Estos enfrentamientos cesan cuando González se le ordeno reforzar en Mérida a las


tropas del General Espíritu Santo Morales. Juntos atacan en Duri a Pedro Araujo y al
“Chato” Blas Briceño, Generales conservadores derrotándolos y haciéndolos huir hasta
Maracaibo.

El Gobernador de Trujillo Juan Bautista Carrillo Guerra manda a remover al jefe militar
por el coronel Pedro Jugo.

Cuando Cipriano Castro con 70 hombres inicia el levantamiento en Capacho con el


propósito de llegar a Caracas, el doctor y General González Pacheco acata la comisión
del Presidente Andrade de armar un ejercito para hacerle frente a” La Revolución
Restauradora” junto a los Generales Víctor de Jesús González y Emilio Rivas. Dirigen
las tropas a Tovar, donde derrotan al General José Maria Méndez que es muerto.

Cipriano Castro arremete contra Tovar y González Pacheco se encuentra desarmado al


recibir diferentes municiones a las armas que tiene y no le quede más remedio que huir.
Castro toma prisionero a los Jefes Víctor de Jesús González y Emilio Rivas, también
son apresados José de Jesús Gabaldon, Elbano Mibeli y José Garbi hijo ya que el padre
al no rendirse es muerto por la tropa tachirense.

El caudillo trujillano se refugio en su finca de Santiago de Trujillo donde cuenta con


adeptos en quienes podía confiar.

Ahora José Manuel Baptista es el Jefe de Operaciones de Trujillo. Un 20 de septiembre


tiene lugar la invasión de los liberales comandados por González Pacheco,
produciéndose fuertes combates en la ciudad de Trujillo.

El General José Manuel Baptista se fortifica en Valera, González lo persigue y tiene


lugar una batalla en la Mesa de Carvajal de tres días. Los conservadores reciben ayuda
del general Briceño desde Escuque y los hombres del Liberalismo son derrotados,
retirándose al Estado Lara.

Al llegar al poder Cipriano Castro gobierna con liberales y conservadores, se lleva a


González Pacheco a desempeñar el cargo de Auditor Militar en Maracaibo. Cuando
estalla “La Revolución Libertadora” liderizada por el General Manuel Antonio Matos y
llevada a cabo por caudillos como Luciano Mendoza, Domingo Monagas, Nicolás
Rolando y otros al mando de 14000 hombres. Castro lo enfrenta con solo 600 hombres
al mando del General Juan Vicente Gómez y un grupo de oficiales entre ellos González
Pacheco. En Barquisimeto el caudillo trujillano da pruebas de singular valor cuando
resistió el asedio de Luciano Mendoza con 3000 soldados. El 13 de agosto se le
escabulle al enemigo en Guaiquire, lo acosan 500 hombres de El Tigre de Guaito y de
Luciano Mendoza.

Se le confía a este caudillo la defensa de Caracas y se destaca en las acciones de


Canales, Pan de Azúcar y Los Teques.

Castro lo designa Presidente del Estado Lara, lo pacifica ya que estaba lleno de guerrilla
y existía inseguridad y desorden.

Pasara a desempeñar la Presidencia del Estado Carabobo en donde añoraba los cardones
larenses. Hasta que fue nombrado comandante de Armas del Estado Lara, después por
segunda vez lo nombran presidente dicho Estado. Fallece el 17 de diciembre de 1905 en
Macuto sin recursos como hombre honesto que fue en el manejo del dinero publico. Asi
fue la vida del General González Pacheco uno mas de nuestros caudillos trujillanos.

El General Víctor de Jesús González.


Víctor de Jesús González nació en La Quebrada en el estado Trujillo en 1837 entra en la
vida militar de esa época en las huestes del General Juan Bautista Araujo, donde se
destacó por su valentía y don de mando.
Estuvo entre los oficiales andinos en Coro.

Guzmán Blanco que era el Presidente de Venezuela lo ascendió a General de División.


Entre el General González y el "León" Araujo surgieron divergencias, pero al final
llegaron al acuerdo que ninguno se atravesaría en el camino del otro.

Pero no tardaría de presentarse un roce, que fue cuando la gente del león pasó por La
Quebrada, quedando herido el Coronel Custodio González hermano del General Víctor.
Este juró vengarse atacando a la gente de Araujo derrotándolos. De ahí nació el partido
liberal de Los Andes, enemigo del globo o rojo cuyos jefes eran los Araujo y los
Baptista.

El general González representó a la sección de Trujillo y al gran Estado de Los Andes


en el Congreso Nacional.

Fue parlamentario durante los gobiernos de Rojas Paúl, Andueza Palacios y Crespo.

En 1898 se alzaron en armas contra el General Espíritu Santo Morales, presidente del
Gran Estado de Los Andes; los generales Pedro Araujo Briceño, Blas Briceño y el
Coronel Juan Bautista Araujo Briceño; quien mejor para detenerlos sino el general
Víctor González.

El se reúne con el General Montilla "El Tigre de Guaitó" y juntos en Las Mesitas,
Niquitao, el morro de Boconó y Jajó combaten contra los alzados.
En Jajó, González al derrotar sus enemigos tiene un gesto de caballerosidad. Se enfrenta
al Tigre de Guaitó cuando éste da orden de saqueo del pueblo.

A pocos meses de concluidas las operaciones se aleja de Trujillo, en el año 1898, con
toda su familia.

Se iba buscando la paz a Mérida, donde es bien recibido.

En mayo de 1899, cuando la invasión de Cipriano Castro el Dr. Jacinto López


encargado del gran Estado de Los Andes lo pone al mando de tropas. Marcha a Timotes
pero llegando a Chachopo derrota a la gente de Castro.

En San Rafael de Mucuchíes, en Mucurubá siguen sus triunfos, provocando la


desbandada en las tropas enemigas.

El 28 de septiembre de ese año se presenta el Dr. y General Rafael González Pacheco


mandado por el gobierno de Andrade para hacerle frente a Castro, buscando a su
pariente Víctor González para que se le una, entrando como segundo jefe del ejército.
En Tovar se enfrentarían a Castro pero debido a que las municiones para las armas de
González Pacheco no respondían a Winchester sino para fusiles habanos el triunfo
resultó de Castro.

Los jefes González caen prisioneros y el mismo "Cabito" les pide que se le unan, éstos
no aceptan porque respetaban el compromiso empeñado.

En 1901 el Dr. y General Rangel Garbiras invadió Venezuela al mando de seis mil
colombianos. Sale a enfrentarlo el General Esteban Chalbaud Cardona y el General
Víctor de Jesús González.

Lo derrotaron, atravesando Rangel la frontera.

De ahí en adelante cuelga la espada y se dedica al servicio civil en el Registro Principal


o en el Concejo Municipal de Mérida.

General José Rafael Gabaldón.


Desde muy joven participó en combates al lado de destacados oficiales trujillanos como
los Baptista, los Araujo, los Durán y los Villegas, ganó sus primeros títulos militares y
así se convirtió en un prestigioso hombre político. El general Leopoldo Baptista el 24 de
junio de 1902 le da la orden de conducir un parque y llevarlo a los generales del
gobierno que actúan en Barquisimeto.

Gabaldón condujo el parque y se lo entregó al general González Pacheco que era el jefe
supremo de las fuerzas del gobierno.

Participa en la batalla de La Victoria que dirigió el mismo presidente de la República


Cipriano Castro contra los ejércitos de la Revolución Libertadora. El ejército de Castro
era dos veces menor que el ejército de la revolución.
El cerro Copey era el baluarte poderoso de la Libertadora, comandados por el general
Luis Crespo Torres.

El general Leopoldo Baptista planea un asalto y el doctor-general Fontiveros reúne a los


comandantes de campo entre ellos Gabaldón y les dice: "Allá en el tope de ese cerro
están las charreteras de general, quien aspire a ellas tendrá que ir a tomarlas".

El coronel Gabaldón se ofrece y de ahí todas las noches una guerrilla de 15 hombres
ataca y se retira. El día 2 de noviembre el coronel y sus tropas se lanzan al ataque y la
sorpresa del enemigo es terrible, siendo derrotado.

Gabaldón es ascendido por el general-doctor Leopoldo Baptista.

En el gobierno de Juan Vicente Gómez desempeñó cargos públicos como gobernador de


Puerto Cabello y presidente del estado Portuguesa. Entre Gómez y Gabaldón existió una
amistad lo cual hizo que el trujillano enviara una carta política al Presidente por los
sucesos estudiantiles del año 28, cosa que lo coloca en las filas enemigas del gobierno.
Esto culmina con un alzamiento desde su hacienda "Santo Cristo" en la encrucijada
geográfica de los estados Portuguesa, Lara, Barinas y Trujillo, en 1929. Donde marchó
a la vanguardia de sus hombres estimulándoles con su ejemplo y valor. Es derrotado por
fuerzas del gobierno mandadas por los generales Baldo, Gandica, Veracoechea y
Narváez.
Es enviado a prisión en las tres torres en Barquisimeto y luego en el Castillo de Puerto
Cabello. En el gobierno de López Contreras desempeña la presidencia del estado Lara,
demostrando dotes de mando y honradez.

El general Gabaldón murió el 17 de marzo de 1975.Apagándose una vida llena de


acontecimientos políticos y militares, una vida orgullo para el estado. Uno más de
nuestros caudillos trujillanos.

General Rafael Montilla.


"El Tigre de Guaitó"
Por una piedra lanzada a la cabeza del hijo de un terrateniente y para evitar represalias
el indio Rafael Montilla se escapa como arriero del General Santiago Saavedra. Era el
año 1875.

Al pasar el tiempo con amigos de su infancia forma un grupo de guerrilleros para


enfrentar a los caciques que mandaban su pueblo, asesinando uno de ellos en venganza
por torturas que le había sometido.

Con esta acción inicia una vida de guerras hasta que se convierte en soldado de verdad
en tiempos del continuismo por 1892.

Se destaca en varias acciones contra los conservadores trujillanos como eran los
Baptista y los Araujo.
En una, de las tantas batallas en que combatió, el General Diego Bautista Ferrer lo
asciende gritando: ¡Viva el General Rafael Montilla!

Desde La Mocoti surgió la fama del General Montilla, un General campesino que sale
victorioso al salvar el ejército del Presidente Andueza. Sería desde ese momento, el
representante de los liberales amarillos contra los godos colorados, el hombre del
pueblo contra los terratenientes.

Al ser derrotado Andueza el General Ferrer se retira al estado Lara y Montilla regresa a
su tierra de Guaitó. El gobierno de Crespo nombra de Gobernador de Trujillo al Doctor
y General Rafael González Pacheco, liberal acérrimo. Montilla le ofrece sus servicios,
pero los conservadores arremeten y los dos liberales tienen que huir a Bocono, donde
esperan los ataques de sus enemigos que son derrotados. A los godos los ataca Montilla
saliendo en su persecución, hasta que intervino González, produciendo la primera
discusión entre ellos. El indio Montilla combate a los Araujo y a los Baptista en
diferentes geografías de los estados Mérida y Trujillo. Después de estas campañas se
retira a Guaitó que ya era su guarida.

El Gobernador de Trujillo Juan Bautista Carrillo Guerra, tiene una fuerte discusión con
el indio, cuando éste va a saludarlo, poniéndose a sus órdenes si utiliza a los liberales.
De esta discusión salen amenazas de muerte de ambas partes, el caudillo liberal huye
siendo perseguido por comisiones del gobierno.

El 20 de septiembre de 1899, las tropas de González Pacheco atacan Trujillo buscando


vengarse de los vejámenes del Gobernador y lo hacen prisionero.

Al producirse la invasión de Cipriano Castro, Montilla es llamado al ejército regular,


combate en Tocuyito donde su carga a machete es inolvidable. El Ministro de Guerra
Bautista Ferrer, le ordena que frenara el ataque al verlo derrotando al enemigo.

¡Dígale al General Ferrer, que los hombres de Guaitó no nos retiramos nunca cuando
tenemos la victoria en las manos! dijo Montilla. Respondiéndole Ferrer con una orden a
sus fusileros de atacar al tigre por la espalda.

Este es derrotado y se retira a su serranía de Bocono.

Después de varios enfrentamientos se entrega al General Lara y es encarcelado. Se fuga


de su prisión y vuelve a Guaitó.

De ahí se entera que Lara es reemplazado por González Pacheco por mandato de Castro
que es el nuevo presidente. A Montilla, González le da mando para que persiga al
Mocho Hernández alzado en armas. Lo derrota, pero le ordenan retirarse, cosa que le
molesta, licenciando su tropa y se refugia como siempre en Guaitó.

Castro le ofrece la jefatura del Castillo de San Carlos en la barra del Lago de
Maracaibo, acepta y toma medidas humanitarias con los prisioneros, cosa que molesta
en Caracas y se le envía vigilancia.

El se da cuenta volviendo a su tierra con el alma en pena.


Toma venganza y con 140 hombres ataca a González Pacheco, no logra derrotarlo y
tiene que huir ahogando su furia, perdiéndose en la lejanía.

En 1901 comienza el incendio de la Revolución Libertadora, Montilla participa. Sitió a


Barquisimeto donde gobernaba González, derrotándolo. Termina tomando el desayuno
en el hotel de Clorinda Planas; con sus oficiales, en la capital de Lara.

Se destaca en los combates de los Bucares en La Victoria, Barquisimeto, San Felipe,


Guama y en Aroa.

El desembarco en Tucacas de Juan Vicente Gómez, llena de pánico al jefe de la


Revolución Libertadora Manuel Antonio Matos, quien abandonó a las Fuerzas
Revolucionarias. Montilla vuelve a Guaitó. En su refugio recibe un emisario de
Cipriano Castro, que le propone que con sus 70 oficiales ejerza la vigilancia de la
frontera colombiana. Acepta, pero es sometido a un acoso por parte del hermano del
dictador.

A los 15 días se dispersa con sus hombres, con planes de esconderse en Guaitó en seis
meses.

Al llegar le manda a decir a Castro "que es más corto el camino desde Guaitó a
Miraflores que de Capacho a Miraflores".

Desde ese día empieza un asedio contra "El Tigre". Lo acechan los ejércitos de Lara,
Barinas, Portuguesa y Cojedes; pero no logran capturarlo.

Al asumir el poder Goméz, le ofrece garantías para que saliera del monte y este
contestaba con evasivas.

Un día a salir de su casa "El Tigre" es muerto por un antiguo soldado suyo y nunca se
supo la verdadera razón de su muerte. Todo se confunde con la leyenda. Así fue la vida
de uno de nuestros caudillos trujillanos.
Los Baptista y los Araujo.
Después de la batalla de Junín, regresa a su tierra de Jajó el sargento mayor Juan
Baptista, asentándose en esas tierras y creando una familia que sería protagonista
principal de los acontecimientos políticos y militares hasta mediados del siglo XX.

Con dos hermanas Juana Araujo de Baptista y María Mercedes Araujo funda Juan
Baptista ambas familias. Hijo de este prócer de Junín proviene el famoso León de la
Cordillera Juan Araujo fundador y pilar del partido conservador con sus hermanos
generales Trinidad Baptista y José Manuel Baptista (padre del famoso Leopoldo
Baptista).

Juan Baptista hombre sencillo, cuyos valores eran la familia, el trabajo, la tierra, la
amistad se dedica a sus fincas y al cultivo de la tierra.

Al llegar la guerra federal los Araujo y los Baptista se encuentran ocupados con sus
fincas que se extendían hasta Pueblo Llano de Mérida y hasta Barinas. El viejo Baptista
se queda en Jajó y sus cuatro hijos se ponen a la orden del gobernador José Emigdio
González.

Juan y José Manuel después en Barinas se unen a las tropas del general Ramón Escobar.
Zamora ataca a Barinas y los dos hermanos son ascendidos a capitanes por el valor
tenido en el combate.

El Capitán José Manuel Baptista se queda a las órdenes del General Laurencio Silva y
Juan se incorpora en Guanare a las tropas del Comandante Manuel Herrera.

Esa ciudad es atacada por Zamora y su gente. La guarnición de la plaza resiste con gran
valor y es dispuesto un grupo para recoger el ganado para la alimentación de las tropas y
se nombra al Capitán Araujo de jefe de esa comisión. El enemigo lo embosca
alcanzándolo violentamente, Araujo les hace frente dividiendo su gente en dos grupos
uno que conduciría el ganado y el otro con él a la cabeza se enfrenta a los atacantes a un
compadre suyo le hieren el caballo quedando en tierra, él no lo abandona, lo monta en
su caballo y huye con él. Zamora que observa ordena alto al fuego, Araujo al darse
cuenta dirige su mirada donde está el llanero y lo saluda.

El líder llanero pregunta por su nombre comentando que pelea como un León,
aumentando así la fama del caudillo trujillano. José Manuel Baptista en Mérida sale
junto a 200 hombres a enfrentar un ejército enviado por Zamora a invadir el estado, los
federalistas son derrotados, pero un ataque igual a Trujillo se produce.

José Emigdio González, gobernador de la Provincia envía tres columnas donde va


Francisco Baptista Araujo y su hermano José Trinidad. El combate fue reñido y los
federales derrotados.

Se siguen distinguiendo los Baptista y los Araujo en el ataque nuevamente a Guanare


donde Francisco Baptista la defiende contra el general Pedro Aranguren que es
derrotado y se retira a Barinas, mientras tanto El León no descansa, es ascendido a
comandante y enviado sobre la Sierra de Carabobo y Aragua en persecución de las
guerrillas de esos lugares.
En junio de 1860 el ejército federal se deteriora producto de los errores de Falcón, pero
existían feroces guerrillas que asolaban al país, quedaba un núcleo en la provincia de
Barinas, Apure y Portuguesa liderizado por el general Pedro Aranguren.

El decide atacar Mérida y Trujillo, en Las Piedras, en Mérida se encuentra Francisco


Baptista al mando de una pequeña guarnición.

En Trujillo por la amenaza federal el gobierno nombra comandante de Armas de la


Provincia al viejo Juan Baptista, son atacados por Aranguren y muerto Francisco
Baptista siendo vejado su cadáver por la tropa federal.

Al enterarse el sargento mayor ordena a sus hijos Juan y a José Manuel que con 200
hombres salgan a buscar a los hombres que vejaron el cadáver de su hermano y que
hasta que no lo hagan no regresen.

El sargento Baptista acude en ayuda del gobernador González que es atacado en la


capital y con una carga de machete venga el vejamen al cadáver de su hijo mayor.

Juan Baptista marcha a Mérida encontrando a sus hijos hostigando a los federales. El
viejo ordena cargar a sangre y fuego haciendo huir a los enemigos al llano.

Llegan la paz a Los Andes y en 1862 muere Juan Baptista, sus hijos José Trinidad y
José Manuel reconocen la jefatura familiar en su hermano Juan Bautista Araujo.

El general Blas Ignacio Miranda ataca Jajó donde estaba el general Trinidad Baptista, el
invasor es derrotado y muerto su jefe. El gobierno no dice nada. Los araujistas lo toman
como en contra de ellos por lo que quien calla otorga y dan un golpe de Estado que
derroca al gobierno de Carvallo, siendo sustituido este por el General Trinidad Baptista.

Este gobierno no acepta imposiciones del Presidente del Zulia y del gobierno central de
incorporación para formar un solo estado.La población de Betijoque se pronuncia por la
incorporación al Zulia. El general Sutherland gobernador en Maracaibo envía tropas a
respaldar el pronunciamiento.

Trinidad Baptista con sus tropas enfrenta a los zulianos y recupera la población de
Betijoque.

Sutherland planea invadir Trujillo pero Venancio Pulgar lo depone de su cargo de


gobernador del Zulia y la tranquilidad retorna a Los Andes.

En 1871 Venancio Pulgar, ahora presidente del Zulia por orden del Presidente Guzmán
Blanco invade al estado Los Andes con la intención de restituir el "poder liberal" en el
Estado.

El León en Betijoque hace retroceder a los zulianos pero Pulgar contraataca


produciéndose la batalla de Isnotú y Araujo se bate en retirada. Pelean en Sabana Libre,
La Horca y La Mata hasta que Pulgar ocupa Valera.
Después de innumerables combates El León tiene que huir y se asila en Colombia con
un grupo de oficiales y su hermano José Manuel.

Entre los años 1872 y 1877 permanece Araujo aislado en Colombia. En esas tierras se
destaca en el terremoto de Cúcuta.

Con él su hermano José Manuel y su primo Federico Araujo se encargan de combatir a


los saqueadores y a los bandidos que aprovechando la tragedia cometen desmanes.

Mientras José Trinidad que estaba preso es puesto en libertad.

En el año 1879 al volver Guzmán Blanco al poder se produce en Trujillo un pacto entre
liberales y conservadores. El León es el jefe del Distrito militar de Los Andes.

El general Trinidad Baptista es Diputado por Trujillo.

El León tuvo conocimiento de que en el Táchira se cocinaba un movimiento


conservador contra el gobierno liberal a cargo del general Rosendo Medina. Araujo va
al Táchira y desarma la gente de uno y otro bando, deja el gobierno a cargo de su
hermano José Manuel y regresa a Jajó.

En 1882 a 1884 Juan Araujo y los Baptista se ven otra vez inmersos en una guerra
contra el general Medina, hasta llegar el general Eladio Lara, delegado de Crespo para
arreglar a los contendores.

El presidente Crespo somete a consideración del Congreso las medidas tomadas para
pacificar esta región del país. El Congreso las aprueba y decide restituir al general en la
Presidencia del Estado. Este mandato no es acatado, nombra el ejecutivo a otro
pacificador que es el general José Victoriano Guevara, éste logra convocar a los
generales Medina y Araujo a una reunión en Mérida, ambos se comprometen a buscar la
paz.

En el proceso electoral donde se presenta como única candidatura a la Presidencia de la


República de Guzmán Blanco en Los Andes se produce de nuevo un pacto entre
liberales y conservadores para las elecciones de presidente de Estado, gobernadores de
sección, diputados y senadores.

En esta representación se encuentra el general José Manuel Baptista como senador.

En el año 1886 el general Colina, segundo jefe de la guarnición de Mérida da un golpe


de Estado. El opina que se encontraba la designación de Juan Araujo como jefe de
operaciones de Los Andes como una alteración del orden público en Los Andes.

El general Espíritu Santo Morales se apodera del Táchira desconociendo al gobierno de


Colina. En Trujillo los conservadores toman el poder haciendo prisioneros al
gobernador y a sus funcionarios.

Guzmán Blanco al llegar a Venezuela se entera de la grave situación de Los Andes,


envía misivas a los generales de Vallenilla, Araujo y Alvarado; cita a Caracas a Araujo
y Alvarado y a Vallenilla lo encarga del gobierno de Los Andes como delegado
nacional logrando con esto solventar la situación.

En 1888 asciende al poder el Dr. Juan Pablo Rojas Paul, impuesto por Guzmán Blanco.
Desde este presidente hasta Ignacio Andrade todos los que gobernaron lo hicieron
aprobados por Guzmán.

En 1888 gobierna el estado Los Andes el general Rangel Garviras, pertenecía al partido
conservador del Táchira, se colocaba al lado del caudillo Guzmán Blanco. La sección
Trujillo la gobierna el general Cipriano Castro, todos estos tenían el apoyo de El León
de la Cordillera, Juan Bautista Araujo. En el proceso electoral de 90-92 se habla de El
León para presidente del Estado.

El destino tiene preparado otra cosa, Luis Felipe de dieciocho años, hijo del caudillo
trujillano muere al ser tumbado por un caballo, Araujo retira la candidatura diciendo que
cada vez que lo postulan se le muere un hijo.

Las elecciones para la presidencia del estado en el período 90-92 las ganó el general
José Manuel Baptista.

El congreso se reúne en febrero del 90, por el estado Los Andes es escogido como
miembro del Consejo el bachiller Leopoldo Baptista. Este vota por el doctor Raymundo
Andueza Palacios, sin saber que en menos de dos años se encontraría entre la oposición
cuando el presidente trate de continuar el período de su mandato.

El fantasma de la guerra acecha al Estado, el general José Manuel y el general Elises


Araujo deciden ponerse al lado del general Joaquín Crespo.

Andueza envía a restablecer la paz a los generales Castro y Bautista Ferrer junto a los
liberales Dr. y General Rafael González Pacheco y al tigre de Guaito general Rafael
Montilla.
Ellos pensaban someter en dos fuegos a los alzados andinos. El general Baptista tiene
que recluirse en La Mesa de Esnujaque donde se encuentra el León, por falta de parque
su hijo Leopoldo irá preso a Los Andes a reducir a su gente alzada.

Eliseo Araujo con sus hermanos Pedro y Manuel combaten hasta San Cristóbal,
derrotan a los soldados enemigos en Bailadores en una batalla que dura 35 horas.

Los Araujo son derrotados por las tropas más numerosas de Castro en El Topón.

Estos se retiran a Mérida y luego a Jajó. Ferrer avanza desde Valera y se sitúa en La
Lagunita, se da el combate de La Cuesta de Mocotí, Ferrer se salva de ser derrotado
cuando el general Francisco Paredes hace uso de un cañón, arma desconocida para los
soldados araujistas, se desbandan en todas las direcciones; Andueza renuncia y
abandona al país el 17 de junio y en octubre entra Crespo a Caracas. En el gabinete
ministerial que nombra esa noche se encuentra el doctor Leopoldo Baptista como
Ministro de Correos y Telégrafos.

El cargo lo desempeña por pocos meses.


Cipriano Castro en Valera.
El General Cipriano Castro invade el Táchira desde Colombia el 25 de mayo de 1899, el
15 de agosto entraron a Valera los hombres de la Revolución Restauradora, el Dr.
Godoy, los generales Graciano Castro y Pedro Pablo Rodríguez llegaron a las cuatro de
la tarde.

El 16 de agosto a las ocho de la mañana hizo entrada con el resto de la tropa el General
Castro, permaneció en la ciudad dos días, recibiendo manifestaciones de simpatía.

El General Cipriano en uno de sus discursos prometió que Valera sería la capital de
Trujillo, cosa que cumplió al pie de la letra.

Los caudillos liberales como el Dr. y General González Pacheco y los caudillos
conservadores como el General José Manuel Baptista y su hijo el Dr. Leopoldo Baptista
son encargados por el gobierno para impedir la marcha de Castro hacia Caracas
González Pacheco es derrotado en Tovar y la gente de los Baptista comandados por
Leopoldo se sitúan en Carvajal no pudiendo impedir el paso de La Restauradora.

Los valeranos recibieron a Castro en la entrada del pueblo, en la esquina de la Gallera.


Se encontraban varios ediles y autoridades con lo más connotado de la sociedad, entre
ellos La Sociedad Fratellanza Italiana y el pueblo bastante numeroso. El desfile atravesó
el poblado Calle Real hacia abajo. Ondeaba el Pabellón Nacional y algunos pendones
amarillos del partido liberal.

A los Generales de La Restauradora les ofrecieron un almuerzo en la casa del doctor


José Antonio Tagliaferro donde se hospedó Cipriano Castro.

Se ofreció un baile en el Club de Comercio, la fiesta fue terminada de repente cuando


dos batallones de Castro, el "Bolívar" y el "23 de Mayo" eufóricos en la borrachera
quisieron resolver diferencias. El "cabito" tuvo que abandonar el baile para poner orden
en sus batallones que estaba en la boca del monte.

Al otro día Cipriano leyó su proclama al pueblo trujillano.

"Independencia hemos tenido, no hay duda; pero la libertad hasta ahora ha sido un mito
porque cada mandarín que con el título de Presidente de la República ha llegado al
Capitolio, ahoga las libertades ciudadanas desvergonzadamente. La copa, ya rebozada
se ha derramado. El partido liberal, el partido de las grandes conquistas; el partido que
fundó el hijo del carpintero de Belén en los Valles de la Palestina, está de pie. Toda la
república se mueve; no os hagáis sordos trujillanos" Castro ofreció el acueducto para
Valera y cumplió en 1905 y cumplió la otra promesa aunque tuvo que revocarla por los
inconvenientes que trajo lo de ser Valera capital del Estado.

El viernes 18 de agosto a las dos de la madrugada el General Cipriano Castro parte


rumbo a Caracas y a Valera le pasarían muchos años para olvidar los días en que la
visitó el Cabito.
Las Batallas de Carvajal e Isnotu.

Después de la partida de Cipriano Castro con la revolución Restauradora de Valera las


tropas de Leopoldo Baptista que se encontraban situadas en Carvajal al no poder
oponerse a las tropas del caudillo tachirense solo intercambian unos tiros con alguna
partida retrasada y no se suscitan combates de mayor envergadura siendo fácil para la
gente de Castro el paso por el estado Trujillo.

El doctor y General González Pacheco desconoce el gobierno del Juan Bautista Carrillo
Guerra con el cual nunca tuvo muy buenas relaciones ataco el 20 de septiembre a
Trujillo a las cinco de la mañana. La guarnición defensiva era muy poca pero peleo con
bravura

Desde la torre de la iglesia de Trujillo se situaron francotiradores que oponían fuerte


resistencia a los atacantes entonces estos decidieron quemarla para acabar con el
enemigo. Hubo muchos muertos en estos combates como es de imaginar y las fuerzas
de Carrillo Guerra tuvieron que rendirse.

Los lagartijos gonzalistas como se apodaban a los liberales deciden castigar a Carrillo
Guerra. Prepararon a sus hombres que eran unos 900 y atacan a Guerra que solo contaba
con cien hombres que estaban mal armados y sin ninguna experiencia en el combate.

A pesar de todo con la ayuda de unos pocos veteranos Carrillo Guerra combatió por 12
horas teniendo solo 12 bajas mientras la gente de González tuvo 70 muertos.

Las fuerzas atacantes a pesar de ser dirigidas por un hombre decente y de gran calidad
humana y de una formación universitaria al consumar la derrota del enemigo se dieron a
la tarea de saquear y cometer atropellos indignos de soldados comandados por González
Pacheco.

La gente del Tigre de Guaito al ir a saquear la casa de Carrillo se encontraron con


Pepito Garbi y José Gabaldon que les impiden tal hecho a pesar de pertenecer al mismo
bando.
Los vencedores saquean la ciudad y sueltan a los presos comunes y como ya les
mencione hay atropellos.

Mientras esto ocurre la gente de los Araujo y los Baptista se preparan. José Manuel
Baptista reúne un grupo de hombres en Jajo y en Valera pero se entera de la rendición
de la ciudad de Trujillo. Él ya sabe que su hijo Leopoldo Baptista se acerca desde
Barquisimeto por el camino de Carache a Santa Ana y se apresta a esperarlo en La
Quebrada Grande.

Como es de imaginar de un hombre tan bragado como González Pacheco que buscara el
enfrentamiento. Las fuerzas del General José Manuel Baptista, las de Leopoldo y las del
general Pedro Araujo se encontraban en la placita de Carvajal.

Los combates empezaron el 1 de octubre todo el día, se combate casa por casa y en esta
acción ocurre lo mismo que en Trujillo los liberales sitúan a sus mejores tiradores en la
torre de la Iglesia y estos producen una gran cantidad de bajas en las tropas
conservadoras.

Leopoldo Baptista que conocía la puntería certera de los hermanos Terán les ordena que
se encarguen de los tiradores de González Pacheco. Los hermanos Rodolfo y Mario les
conocen sus disparos como el tiro teranero que era dado en la base de la nariz, en medio
de los ojos.

Los dos hermanos armados con rifles Winchester van bajando a los francotiradores uno
por uno de la torre de la iglesia y el 2 los liberales se retiran con varias bajas
importantes como fueron el General Pimentel y el Coronel Dávila a Pampanito y
Pampám en donde descansan por dos días. Las fuerzas de los conservadores se encargan
de enterrar a los muertos y a los heridos lo envían a Valera. La batalla dura 48 horas
interrumpidas.

En la pelea de Carvajal se acerco el futuro general Gabaldon al General Pedro Araujo y


le dijo que quería incorporarse a la tropa y este le responde que no lleva mocosos al
combate. Gabaldón no tiene pensado dejarse apabullar por las palabras de Araujo.

En la batalla de parte de los conservadores se distingue en el combate una compañía


“Estiguate” al atacar las posiciones de González con gran valor. Al terminar la lucha el
General Pedro Araujo quiere saber quienes han sido los locos de la compañía que se
arrojaban en contra de las posiciones enemigas y cual sería su sorpresa al ver al joven
que hacía unos días había desdeñado por mozo.

¡Que le dije general que yo no era ningún mocoso!

A Gabaldón se lo van a disputar para sus fuerzas los generales Pedro Araujo y José
Manuel Baptista. y lo llamaran “el niño José”.

En uno de los combates en donde Gabaldón acompaña al general José Manuel los
disparos pasan silbando cerca de ellos y como es normal el muchacho se encoge
Baptista le dice:

“No se cimbre, que la que chifla no pega:”

Los liberales se dirigen a Motatán seguidos por la gente de los Baptista y los Araujo que
reciben armamento y municiones del Zulia. González Pacheco al enterarse decide atacar
a sus contrarios para apoderarse de el armamento pero la municiones se encuentran en
manos del enemigo que habían sido enviadas desde Agua Santa a Sabana de Mendoza
en donde horas antes la habían descargado así que al llegar los liberales encontraron los
vagones del tren vacíos.

Los conservadores se dirigen a San Juan y sus enemigos se sitúan en el cerro de


Ponemesa en donde antaño se suscito aquella famosa batalla de la campaña Admirable.

El 6 de octubre los liberales se sitúan en San Juan e Isnotu y los conservadores se


atrincheran en Betijoque.
Los Baptista contaban con 500 fusiles nuevos y de 100000 balas y las tropas de
González tenía solamente 20000 capsulas.

El 8 de Octubre se libra en Isnotu la más sangrienta batalla de la historia del estado. Las
tropas de González Pacheco tienen la obsesión de apoderarse de las cajas de municiones
de la gente de Leopoldo, en esta batalla los liberales gastan casi los 20000 tiros con que
contaban.

Se apostan a la entrada del pueblo y las tropas de Leopoldo Baptista atacan en la


madrugada y el combate empiezan con brío y heroísmo de ambas partes. El ataque de
frente de los conservadores es rechazado por el General Eugenio Montaña pero otro
ataque por detrás corta el centro del pueblo.

Estas fuerzas atacan de frente y por los flancos buscando el camino de atrás del
cementerio, los combates son cruentos y al final los hombres de González Pacheco se
retiran hacía Pampám en donde se presentan escaramuzas y de ahí se dispersan. En la
batalla de Isnotu se producen 300 muertos y 700 heridos y hasta en Betijoque en el
sector de Los Cedros se producen combates.

Leopoldo Baptista se queda con el grueso de la tropa ocupándose de los muertos y de


los heridos, mientras su padre sale con su batallón a perseguir a González Pacheco
haciéndolo huir a Barquisimeto.

Hay una anécdota de el respeto que se le tenían a los jefes en plenas batallas los dos
bandos conocían el sombrero pelo de guama de Leopoldo Baptista y el sombrero de
jipijapa de González Pacheco y nadie se le ocurrió dispararle a traición a los jefes de los
poncho y de los lagartijos.

Narra el Dr. Betancourt en su excelente libro “Tiempos de Caudillos” que Leopoldo


Baptista ve pasar a un capitán de sus tropas en la mula blanca de González y lo llamo y
pregunto de quien era esa bestia y al saber que era de González le ordeno que se la
entregara personalmente al caudillo ya que el no aceptaba los botines de guerra. Lo que
si no nos dice el escritor trujillano es si el capitán poncho devolvió la mula.

Indudablemente la personalidad de Leopoldo Baptista era bastante interesante y con un


código de honor bastante rígido. Los caudillos trujillanos se han caracterizado por ser
hombres de personalidades muy bien definidas, no solo los de aquí de Trujillo sino los
hombres que llenaron nuestra historia en las épocas de la Independencia , la federación
y en la guerras del caudillismo, claro sin olvidar los nombrados caciques indígenas que
combatieron inútilmente por la libertad de estas tierras.

Saliéndonos un poco del tema no es malo comentar que la historia de nuestra tierra es
apasionante y siempre llena de heroísmo y sacrificio.

Volviendo al tema después de estas luchas en esos momentos ya Cipriano Castro había
llegado a Caracas y en la ciudad de Valera es recibido la noticia con beneplácito y los
lagartijos y los ponchos buscaran la cuota de poder en el gobierno de Castro y luego en
el de Gómez.
Por unos años los únicos caudillos que dominaran Trujillo serán los Baptista y los
Araujo. Castro tuvo que utilizar a estos hombres jefes de los liberales y conservadores
con los Araujo y Baptistas en la lucha contra de la revolución Libertadora y con
González Pacheco en el estado Lara hasta su muerte 7 años después de la batalla de
Isnotu.

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