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Comisión Permanente
del Congreso: número
de representantes
Atribuciones
Designar al Contralor
General
Ratificar al Presidente 101º. Los miembros de la Comisión
del BCR y al Permanente del Congreso son elegidos por éste. Su
Superintendente de la
SBSAFP número tiende a ser proporcional al de los
Aprobación de créditos representantes de cada grupo parlamentario y no
suplementarios, excede del veinticinco por ciento del número total de
transferencias y
habilitaciones del
congresistas.
Presupuesto Son atribuciones de la Comisión Permanente:
Ejercer las facultades 1. Designar al Contralor General, a propuesta del
delegadas por el
Congreso Presidente de la República.
Materias indelegables 2. Ratificar la designación del Presidente del Banco
a la Comisión Central de Reserva y del Superintendente de Banca
Permanente
Otras materias y Seguros.
conforme a la 3. Aprobar los créditos suplementarios y las
Constitución y transferencias y habilitaciones del Presupuesto,
Reglamento del
Congreso durante el receso parlamentario.
4. Ejercitar la delegación de facultades legislativas que
el Congreso le otorgue.
No pueden delegarse a la Comisión Permanente
materias relativas a reforma constitucional, ni a la
aprobación de tratados internacionales, leyes
orgánicas, Ley de Presupuesto y Ley de la Cuenta
General de la República.
5. Las demás que le asigna la Constitución y las que le
señala el Reglamento del Congreso.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Amnistía no vulnera el deber del Estado de respetar la vigencia de los derechos humanos
1. “[La amnistía es un derecho que el Congreso ejerce en nombre de la sociedad, a fin de aplicar el
olvido a ciertos tipos de delito, los cuales se tienen como hechos no punibles, y se considera como
nunca perpetrados... El artículo 1º de la Ley Nº 26492 [Ley que precisa interpretación y alcances [sic]
de amnistía otorgada por la Ley Nº 26479 (2 de julio de 1995)], distorsiona el sentido y los límites de
la interpretación constitucional señalados en el artículo 102, inciso 1º, de la Constitución, por cuanto
declara que la Ley de Amnistía no constituye interferencia en el ejercicio de la función jurisdiccional ni
vulnera el deber del Estado de respetar y garantizar la plena vigencia de los derechos humanos, lo
que implica imponer a priori la certeza de su constitucionalidad, soslayando la función del control de
la constitucionalidad que recae en el Poder Judicial y en el Tribunal Constitucional...” (Expediente
0013-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 1).
Ejercicio del derecho de amnistía debe ser acordecon los Tratados de Derechos Humanos
2. “Si bien en el artículo 102, inciso 6º de la Constitución se determina que ‘ejercer el derecho de
amnistía’ es atribución exclusiva del Congreso, debe reconocerse, también, que cualquier atribución
de los poderes del Estado o de las instituciones públicas no son absolutas o ilimitadas, por cuanto la
discrecionalidad que puede pretender el Estado tiene como límite la vigencia de sus obligaciones
convencionales establecidas por los Tratados de Derechos Humanos, por los principios
constitucionales y, principalmente, por los derechos inalienables de las personas...” (Expediente 0013-
1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 2.f).
6. "... el Tribunal considera que el legislador está obligado a actuar en la próxima legislatura emitiendo
una ley que recoja las aspiraciones de los pueblos andinos y amazónicas que ven reflejada parte de su
identidad constitucionalmente reconocida, en el cultivo, uso y tratamiento en general de la planta de
la hoja de coca. Esto además en la necesidad de prevenir permanentes conflictos frente a la
frustración que general la inactividad de los poderes públicos con relación al reconocimiento de este
tipo de derechos tan profundamente arraigados en la cosmovisión de las diferentes nacionalidades y
culturas que habitan en nuestro territorio nacional". (Exp. 00006-2008-AI FJ 47)
7. "... el Congreso puede interpretar cualquier ley que forme parte del ordenamiento jurídico. Sin
embargo, estas normas interpretativas tienen que pasar por ciertos cánones que garanticen su
constitucionalidad o inconstitucionalidad.
Al respecto el Tribunal Constitucional ha señalado en la STC Nº 00002-2006-PI/TC que “Las normas
interpretativas son aquellas que declaran o fijan el sentido de una norma dictada con anterioridad y
se reconocen porque, al promulgarlas el Legislador, generalmente utiliza palabras como
“interprétese”, “aclárese” o “precísese”. El objetivo de una norma interpretativa es eliminar la
ambigüedad que produce una determinada norma en el ordenamiento jurídico. Así, ambas normas –la
interpretada (Ley Nº 27160) y la interpretativa (Ley Nº 28162) – están referidas a la misma
regulación; por consiguiente, la norma interpretativa debe regir desde la entrada en vigencia de la
norma interpretada”.
Asimismo, este Tribunal Constitucional en la sentencia citada recogió lo establecido por la Corte
Constitucional de Colombia respecto a los tres requisitos que deben satisfacer las normas
interpretativas:
- Segundo: Deben fijar el sentido de dicha norma anterior enunciando uno de los múltiples
significados plausibles de la norma interpretada, el cual pasa, por decisión del propio legislador, a ser
el significado auténtico que excluye las demás interpretaciones de la norma anterior.
8. "... es necesario tomar en cuenta que este Colegiado ya se ha pronunciado con anterioridad respecto
a conflictos limítrofes entre diferentes jurisdicciones y las repercusiones de los mismos en el cobro de
tributos municipales (vid. STC 4164-2006-PA/TC). Así, siguiendo lo establecido por la Ley Orgánica de
Municipalidades, este Colegiado ha concluido que: Se desprende de dicho dispositivo que, en tanto
subsistan los problemas de imprecisión en la demarcación territorial, y estos no sean resueltos por la
autoridad competente, no es posible que dos municipios exijan el pago de tributos al mismo tiempo al
contribuyente, quien resulta, a todas luces, ajeno a dicha controversia. Por consiguiente, para fines
tributarios y administrativos, el recurrente que indefectiblemente debe cumplir su obligación tributaria
solo se encontrará obligado a hacerlo en una sola municipalidad –a la que corresponda el predio
según inscripción registral–, efectuando, de ser necesario, la consignación judicial respectiva y, en
defecto de ello, se reputarán válidos los pagos efectuados a cualquiera de las jurisdicciones distritales
en conflicto, a elección del contribuyente.
Que este criterio implica la existencia de dos supuestos: (i) imprecisión en la demarcación territorial;
y, (ii) que dos Municipios exijan el pago de tributos municipales". (Exp. 03444-2007-AA FJ 4,5)
9. "Las normas interpretativas son aquellas que declaran o fijan el sentido de una norma dictada con
anterioridad y se reconocen porque, al promulgarlas el Legislador, generalmente, utiliza palabras
como “interprétese”, “aclárese” o “precísese”. El objetivo de una norma interpretativa es eliminar la
ambigüedad que produce una determinada norma en el ordenamiento jurídico. Así, ambas normas –la
interpretada y la interpretativa– están referidas a la misma regulación; por consiguiente, la norma
interpretativa debe regir desde la entrada en vigencia de la norma interpretada.
El artículo 102.1 de la Constitución Política ha establecido como atribución del Congreso “Dar leyes y
resoluciones legislativas, así como interpretar, modificar o derogar las existentes”, por lo que
corresponde a este poder del Estado interpretar una norma anterior mediante una norma nueva, a
cuyo efecto debe seguir el procedimiento parlamentario exigido para la norma interpretada en materia
de iniciativa, quórum de votación, publicación, etc.
El problema que se plantea con este tipo de normas es que a veces el Legislador pretende atribuir un
efecto interpretativo a normas que, en el fondo, no lo son. Estas aparentes normas interpretativas
deberían entrar en vigencia a partir del día siguiente de su publicación, y no desde la entrada en
vigencia de la supuesta norma interpretada, ya que en estos casos no existe una unidad normativa
esencial entre ambas normas". (Exp. 00002-2006-AI FJ De 20 a 22)
10. "Una ley de amnistía se encuentra sujeta tanto a límites formales como materiales. Con respecto a la
primera cabe señalar que el dictado de una ley de amnistía es que ésta sólo puede formalizarse en
virtud de una ley ordinaria. Por tanto, además de respetar los principios constitucionales que informan
el procedimiento legislativo, debe observar los criterios de generalidad y abstracción exigidos por el
artículo 103 de la Constitución. Igualmente, las leyes de amnistía deben respetar el principio-derecho
de igualdad jurídica, lo que impide que, previsto el ámbito de aplicación de la ley de amnistía, el
legislador pueda brindar un tratamiento diferenciado que no satisfaga las exigencias que impone el
principio de proporcionalidad.
Estos dos primeros límites distinguen a la amnistía del indulto. A diferencia de este último, una ley de
amnistía no puede comprender en sus alcances a una persona o un grupo de personas en particular,
con exclusión de otras que se encuentren en los mismos supuestos que motivan su expedición.
Tampoco la amnistía puede fundarse en un motivo incompatible con la Constitución. La Ley
Fundamental es una norma lo suficientemente abierta para que dentro de ella el legislador pueda
elegir entre las diferentes opciones de política de persecución criminal". (Exp. 00679-2005-AA FJ
24,25)
11. "... siendo evidente la subsistencia de cuestiones controvertidas respecto a la demarcación territorial
entre ambos distritos, en el presente caso debe aplicarse la Decimotercera Disposición Final de la Ley
Orgánica de Municipalidades (Ley 27972), expedida el 27 de mayo de 2003, cuyo tenor en el
siguiente: “Tratándose de predios respecto de los cuales dos o más jurisdicciones reclamen para sí los
tributos municipales (...) se reputarán como válidos los pagos efectuados al municipio de la
jurisdicción a la que corresponda el predio según inscripción en el registro de propiedad inmueble
correspondiente (...) la validación de los pagos, conforme a lo anterior, tendrá vigencia hasta que se
defina el conflicto de límites existente, de manera tal que a partir del año siguiente a aquél en que se
defina el conflicto de límites, se deberá tributar al municipio a cuya jurisdicción se haya atribuido el
predio.
A partir del día de publicación de la presente norma, se dejará sin efecto todo proceso de cobranza
iniciado respecto de tributos municipales por los predios ubicados en zonas de conflicto de
jurisdicción, a la sola acreditación por el contribuyente de los pagos efectuados de acuerdo a los
párrafos precedentes [...]”.
Que se desprende de dicho dispositivo que en tanto subsistan los problemas de imprecisión en la
demarcación territorial y estos no sean resueltos por la autoridad competente, no es posible que los
municipios que alegan la cobranza la ejecuten al mismo tiempo, procesos coactivos contra el
contribuyente quien resulta a todas luces ajeno a dicha controversia. En ese sentido, para fines
tributarios y administrativos, el recurrente que indefectiblemente debe cumplir con su obligación
tributaria sólo se encontrará obligado a hacerlo en una sola municipalidad –a la que corresponda el
predio según inscripción registral–, efectuando, de ser necesario, la consignación judicial respectiva".
(Exp. 06673-2006-AA FJ 3,4)
12. "El Tribunal Constitucional observa que el referido artículo 1º de la Ordenanza impugnada tiene dos
propósitos; por un lado formalizar la definición de límites territoriales aprobada por la Dirección
Nacional Técnica de Demarcación Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros; y, por otro,
difundir esa misma definición de límites territoriales `a nivel del departamento de Junín y la Nación´.
En la medida que la segunda finalidad no constituye una aprobación de la definición de límites
territoriales, sino sólo su difusión, en lo que sigue este Tribunal se detendrá a analizar si la
formalización de la definición de límites territoriales constituye una aprobación de la demarcación
territorial que, de conformidad con el inciso 7) del artículo 102º de la Constitución, sólo la puede
realizar el Poder Legislativo.
Esta primera interrogante planteada ha de absolverse en términos negativos, no bien se repara en
que la `formalización´ que la Ordenanza Regional realiza no incide sobre la `demarcación territorial´,
que es la competencia que, de conformidad con el inciso 7) del artículo 102º de la Constitución
Política del Estado, corresponde al Congreso; sino que recae, como textualmente se precisa en el
artículo 1º de la Ordenanza Regional impugnada, sobre la `definición de límites territoriales´
aprobada por la Dirección Nacional Técnica de Delimitación Territorial". (Exp. 00013-2005-AI FJ De 5
a 7)
13. "Se trata de actos parlamentarios que generalmente regulan casos de manera particular y concreto.
Representan la excepción a la característica de generalidad de la ley. Tienen rango de ley porque el
inciso 1º del artículo 102º de la Constitución y el artículo 4º del Reglamento del Congreso le confieren
implícitamente una jerarquía homóloga a la ley.
En efecto, el artículo 102º, inciso 1 de la Constitución establece que son atribuciones del Congreso de
la República dar resoluciones legislativas. Conforme al artículo 72º del Reglamento del Congreso,
mediante el procedimiento legislativo, se aprueban `resoluciones legislativas´ y `resoluciones
legislativas de aprobación de las normas reglamentarias internas del Congreso´. Por tanto, existen
dos tipos de resoluciones legislativas, cuyas particularidades serán distinguidas en el presente
apartado.
El artículo 75º del mencionado reglamento establece que las proposiciones de resolución legislativa se
sujetarán a los mismos requisitos que los de ley, en lo que fuera aplicable. Conforme al artículo 76º
del mismo Reglamento, las reglas para la presentación de proposiciones de resoluciones legislativas
son las siguientes:
a) Las proposiciones de resolución legislativa presentadas por el Poder Ejecutivo estarán referidas a:
• Aprobación de tratados conforme al artículo 56º de la Constitución.
• Concesión de la prórroga del estado de sitio, la que deberá contener la nómina de los derechos
fundamentales cuyo ejercicio no se restringe o suspende, conforme al inciso 2º del artículo 137º de la
Constitución.
• Autorización del ingreso de tropas extranjeras al territorio de la República sin afectar la soberanía
nacional, conforme al inciso 8º del artículo 102º de la Constitución.
• Declaración de guerra y firma de la paz conforme al inciso 16º del artículo 118º de la Constitución.
• Autorización al Presidente de la República para salir del país, conforme al inciso 1º del artículo 102º
de la Constitución.
b) Las proposiciones de resolución legislativa presentadas por los Congresistas no podrán versar
sobre:
• Viajes al exterior del Presidente de la República, prórroga del estado de sitio, aprobación de tratados
internacionales, autorización del ingreso de tropas extranjeras ni declaración de guerra y firma de la
paz.
En términos generales, puede afirmarse que las materias citadas son las reguladas por las
resoluciones legislativas del primer tipo, mencionadas en el artículo 72º del Reglamento del Congreso,
cuya numeración es correlativa a la de las leyes y que en la actualidad consta de cinco dígitos.
Asimismo, mediante este tipo de resoluciones legislativas se conceden pensiones de gracia y se
nombra a los directores del Banco Central de Reserva y al Defensor del Pueblo.
Con relación a las resoluciones legislativas de aprobación de las normas reglamentarias internas del
Congreso, conviene anotar que una de sus características es que su numeración corresponde a cada
año y que se les denomina resoluciones legislativas del Congreso. Estas, además de aprobar las
normas reglamentarias internas, también se usan, debido a la práctica parlamentaria, para aprobar,
entre otras cuestiones, los siguientes:
• Modificaciones al Reglamento del Congreso.
• Declaración de la vacancia del Presidente de la República, del Defensor del Pueblo y del Contralor
General de la República.
Las resoluciones legislativas, de ambos tipos, son aprobadas por el pleno del Congreso, pero también
lo pueden ser por la comisión permanente". (Exp. 00047-2004-AI FJ 17)
14. “Con relación a la fuente normativa denominada ley, en sentido material, deben tenerse presentes
dos puntos. En primer lugar, su expedición corresponde al Congreso de la República conforme al
inciso 1 del artículo 102° de la Constitución, que establece que es atribución del Congreso dar leyes.
Atribución que descansa en los principios de soberanía política, consagrado en el artículo 45° de la
Constitución, que establece que el Poder emana del pueblo, y en el principio representativo
reconocido en el artículo 43° de la Constitución. Y en segundo lugar, que para la Constitución la
fuente normativa denominada ley comprende a las leyes ordinarias, las leyes orgánicas, las leyes de
desarrollo constitucional y las que tienen una denominación asignada directamente por la Constitución
y cuyas diferencias no radican en su jerarquía ni en el órgano que las expide, sino en su
procedimiento de aprobación y en las materias que regulan.
En efecto, en muchas disposiciones del texto constitucional se hace referencia a la ley con carácter
general y en otras se especifica una denominación particular relativa a la materia a regular, por
ejemplo la ley de presupuesto, la ley de endeudamiento y de equilibrio financiero (artículo 78° de la
Constitución) y la ley autoritativa para el caso de la delegación de facultades.
Igualmente, debe incluirse a las denominadas leyes orgánicas sujetas a los requisitos materiales y
formales establecidos por el artículo 106° de la Constitución” (Exp. 0008-2005-PI/TC, FJ 9).
(Exp. 00008-2005-AI FJ 9)
15. “Tomando en cuenta que existe una cuádruple obligación estatal para legislar (negocial o de
declaración de voluntad, aplicativo de la ley para solucionar conflictos, reglamentario y legislativo en
el sentido constitucional), este Colegiado considera que ‘el deber de legislar consiste en la atribución
de dictar normas que permitan hacer cumplir, respetar o ejecutar los alcances de otras de mayor
jerarquía’ (Exp. 0005-2003-AI/TC, fundamento jurídico 5)... Una ley para que tenga validez requiere
de dos condiciones: que sea accesible y previsible. Por la accesibilidad, el individuo debería conocer
que los supuestos de la norma le son aplicables. Por la previsibilidad, las normas legales deberán
estar prescritas con la conveniente precisión como para que se adopte una conducta adecuada a las
mismas y prever los efectos de su transgresión, pues ‘toda la legislación nacional y para todas las
normas jurídicas de cualquier naturaleza, incluyendo disposiciones constitucionales’.
Congruente con estos elementos, la ley había asumido la generalidad como atributo esencial. Sin
embargo, esta propiedad propia del Estado liberal, se ha visto transformado dentro de un Estado
social, según se analizará infra” (Exp. 0002-2005-AI/TC, FJ 77 y 80).
(Exp. 00002-2005-AI FJ 77,80)
16. “En un Estado social y democrático de Derecho, el diseño de la política tributaria es un ámbito
reservado al legislador, en el que goza, dentro de los límites establecidos en la Constitución, de un
amplio margen de libertad que deriva de su posición constitucional y, en última instancia, de su
específica legitimidad democrática.
Este margen de libertad debe someterse, por tanto, a un enjuiciamiento jurídico constitucional, en el
que no cabrá calificar políticamente las acciones que el legislador pudiese adoptar. Al respecto, el
Tribunal Constitucional español ha sostenido, en criterio compartido por este Colegiado, que: ‘(...) en
un plano hay que situar las decisiones políticas y el enjuiciamiento político que tales decisiones
merezcan, y en otro plano distinto la calificación de inconstitucionalidad, que tiene que hacerse con
arreglo a criterios estrictamente jurídicos. La Constitución es un marco de coincidencias
suficientemente amplio como para que dentro de él quepan opciones políticas de muy diferente signo.
La labor de interpretación de la Constitución no consiste necesariamente en cerrar el paso a las
opciones o variantes imponiendo autoritariamente una de ellas’ [STC N.° 11/1981, FJ. 7].
En criterio concordante, este Tribunal Constitucional ha sostenido que: ‘(...) la Constitución no ha
constitucionalizado (o, a su turno, prohibido) ningún impuesto. Tampoco ha determinado qué tipo de
actividades económicas puedan ser, o no, objeto de regulaciones fiscales’ (STC N.° 2727-2002-AA/TC,
FJ. 6)” (Exp. 0011-2004-AI/TC, FJ 25 a 27).
(Exp. 00011-2004-AI FJ De 25 a 27)
Ley 26656 (El Peruano, 17 de agosto de 1996), que establece las modalidades y plazos para las
autorizaciones de salida del país del Presidente de la República.
Artículo 1º.- Para los efectos de lo dispuesto en el inciso 9) del Artículo 102º de la Constitución
Política, el Poder Ejecutivo podrá solicitar y el Congreso de la República autorizar la salida del país del
Presidente de la República conforme a las modalidades y plazos establecidos en la presente Ley.
Artículo 2º.- Las solicitudes de autorización de salida del país deberán indicar el o los destinos, el
objetivo del viaje y el plazo en que deberá ejecutarse.
Artículo 3º.- Podrá solicitarse autorización de salida tanto por viajes a eventos determinados, como
por períodos en los que se tenga previsto atender eventos a determinarse, en cuyo caso deberá indicarse
únicamente el plazo durante el cual el Presidente de la República podrá efectuar viajes al exterior, debiendo
dar cuenta al Congreso de los objetivos y destinos cubiertos, inmediatamente a su retorno al país.
Artículo 4º.- En el caso de solicitudes de autorización de salida por períodos, éstos no podrán
exceder el plazo de tres meses.
Durante los períodos en que no se encuentre en funciones el Pleno del Congreso, las autorizaciones
de salida podrán ser concedidas por la Comisión Permanente.
CAPÍTULO II
DE LA FUNCIÓN LEGISLATIVA
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
En la Sesión del Pleno del Congreso de la República de fecha 26 de mayo de 2004 se aprobó una Ley
de reforma constitucional relativa a este artículo. De aprobarse nuevamente la reforma en la próxima
legislatura, su nuevo texto sería el siguiente:
“Artículo 103º.- La ley establece la entidad del Gobierno Nacional que administra los regímenes
de pensiones a cargo del Estado”.
Pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no por razón
de las diferencias de las personas. La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las
relaciones y situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos
supuestos, en materia penal cuando favorece al reo. La ley se deroga sólo por otra ley. También queda sin
efecto por sentencia que declara su inconstitucionalidad.
La Constitución no ampara el abuso del derecho”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Principio-derecho de igualdad.
2. "El principio-derecho de igualdad, distingue dos manifestaciones relevantes: la igualdad en la ley y la
igualdad en la aplicación de la ley (Expediente N.° 0004-2006-PI/TC, fundamentos jurídicos del 123). La
igualdad en la ley, o en el contenido de la ley, que es el que ahora interesa desarrollar, constituye un límite
para el Legislador, en tanto que la actividad legisferante está vedada de establecer discriminaciones entre
iguales, estándosele permitido diferenciar en cuanto existan razones objetivas que sustenten tal distingo.
Tal como este Tribunal lo afirmó en la STC 0018-2003-AI/TC, el artículo 103° de la Constitución prescribe
que pueden expedirse leyes especiales porque así lo exige la naturaleza de las cosas, pero no por razón de
la diferencia de personas. Este principio general del derecho afirma implícitamente que las normas jurídicas
protegen y obligan por igual a todos los habitantes de la República. La normas se caracterizan por tener un
mandato impersonal; ergo, no tienen en cuenta la singularidad de las personas obligadas a su
cumplimiento. La ley debe contener pautas de carácter general que sean de interés común y resultantes de
la convivencia social, cuyo cumplimiento sea obligatorio para todos, es decir, erga omnes. Dentro de ese
contexto, sólo por excepción es viable la creación de una regla especial, la misma que no se ampara en el
arbitrio caprichoso de quienes poseen el poder político, sino en la naturaleza o razón de los hechos, sucesos
o acontecimientos que ameriten una regulación particular o no genérica. Es decir, una ley especial –de por si
regla excepcional en el ordenamiento jurídico nacional– se ampara en las específicas características,
propiedades, exigencias o calidades de determinados asuntos no generales en el seno de la sociedad. Las
leyes especiales hacen referencia especifica a lo particular, singular o privativo de una materia. Su
denominación se ampara en lo sui géneris de su contenido y en su apartamiento de las reglas genéricas. En
puridad, surgen por la necesidad de establecer regulaciones jurídicas esencialmente distintas a aquellas que
contemplan las relaciones o situaciones indiferenciadas, comunes o genéricas.
También se ha indicado (STC 0001-2003-AI/TC, fundamento 7) que el término “cosa” previsto en el primer
párrafo del artículo 103° de la Constitución, no puede ser entendido en su sentido coloquial. La cosa no
puede ser vista como un objeto físico, sino como todo elemento vinculado a la juridicidad: inmanente pero
real; objetivo pero intrínsecamente vinculado a las relaciones interpersonales. “Cosa” es, pues, la materia
del Derecho y, por tanto, puede aludir a una relación jurídica, un instituto jurídico, una institución jurídica o
simplemente un derecho, un principio, un valor o un bien con relevancia jurídica” (resaltado agregado).
Asimismo, en la aludida sentencia, se menciona que “(….) Así pues, cuando el artículo 103° de la Carta
Fundamental estipula que pueden expedirse leyes especiales “porque así lo exige la naturaleza de las
cosas”, no hace sino reclamar la razonabilidad objetiva que debe fundamentar toda ley, incluso, desde
luego, las leyes especiales. Respetando el criterio de razonabilidad legal, el Estado queda facultado para
desvincular a la ley de su vocación por la generalidad y hacerla ingresar en una necesaria y razonable
singularidad. Necesaria, porque está llamada a recomponer un orden social que tiende a desvirtuarse, y
razonable, porque se fundamenta en un elemento objetivo, a saber, la naturaleza de las cosas” (fundamento
8)".(Expediente 00021-2011-AI/TC, Fundamento Jurídico 5 a 7).
Retroactividad benigna.
5. "Si bien queda claro -conforme a lo señalado en los párrafos precedentes- que quien ha sido condenado en
virtud de una ley que ha sido reformada con una pena más benigna tiene el legítimo derecho de solicitar
tanto la adecuación al nuevo tipo penal como la sustitución de la pena sobre la base del mandato expresado
en el artículo 103º de la Constitución, ello no implica que la concesión de tales pedidos sea una atribución
conferida a la justicia constitucional. Y es que como ya lo ha señalado este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, la determinación de la responsabilidad penal es competencia exclusiva de la justicia
ordinaria, aspecto que también involucra la graduación de la pena impuesta en sede penal. En este sentido
no cabe sino recalcar que la asignación de la pena obedece a una declaración previa de culpabilidad
realizada por el juez ordinario, quien en virtud de la actuación probatoria realizada al interior del proceso
penal llega a la convicción sobre la comisión de los hechos investigados, la autoría y el grado de
participación de los inculpados. El quántum de la pena obedece, pues, a un análisis del juez ordinario quien
sobre la base de los criterios mencionados fijará una pena proporcional a la conducta
sancionada". (Expediente 02100-2011-HC/ TC, Fundamento Jurídico 6 ).
Retroactividad Benigna.
8. . "Respecto del extremo referido a la alegada falta de proporcionalidad en la sustitución de pena aplicada
por la demandada, es preciso señalar que si bien queda claro que aquellos que han sido condenados en
virtud de una ley que ha sido reformada estableciéndose una pena más benigna tienen el legítimo derecho
de solicitar la sustitución de la pena sobre la base del mandato expresado en el artículo 103º de la
Constitución, ello no implica que la concesión del beneficio sea una atribución conferida a la justicia
constitucional. Es que, como ya lo ha señalado este Tribunal en reiterada jurisprudencia, la determinación
de la responsabilidad penal es competencia exclusiva de la justicia ordinaria, aspecto que también involucra
la graduación de la pena impuesta en sede penal. En este sentido, no cabe sino recalcar que la asignación
de la pena obedece a una declaración previa de culpabilidad realizada por el juez ordinario, el que en virtud
de la actuación probatoria realizada al interior del proceso penal llega a la convicción de la comisión de los
hechos investigados, la autoría, así como el grado de participación de los inculpados. El quántum de la pena
obedece, pues, a un análisis del juez ordinario, el cual, sobre la base de los criterios mencionados, fijará una
pena proporcional a la conducta sancionada". (Exp. 05783-2009-HC FJ 2)
Actuar con temeridad en el proceso como violación a la proscripción del abuso del derecho 15.
15. ."... se hace evidente la conducta litigiosa temeraria asumida por el accionante, quien en el presente caso
ha venido alegando de manera reiterada, al igual que en otros procesos, la afectación de su derecho
constitucional al debido proceso cuestionando el sentido del fallo en resoluciones del Poder Judicial,
pretendiendo un reexamen de sentencias expedidas y que se revoquen fallos emitidos vinculados a la
determinación del derecho de propiedad de la demandante respecto a un bien inmueble; desnaturalizando
los fines de este proceso constitucional, recurriendo a la utilización de argumentos carentes de sustento
fáctico y jurídico.
De hecho esta actuación no sería deleznable si fuera la primera vez en que este Colegiado conoce de este
tipo de alegaciones; sin embargo, ello no es así, pues tal como se ha hecho referencia supra, existen
diecinueve casos en los que se ha dado respuesta a dichas alegaciones desde la perspectiva estrictamente
constitucional. Y es que para este Tribunal Constitucional estos hechos acreditan no sólo la falta de
argumentos y fundamentos que sustentan sus afirmaciones en esta vía, sino también la temeridad con la
que ha venido actuando el recurrente en el trámite del presente proceso, obstaculizando así la labor de los
órganos jurisdiccionales encargados de administrar justicia por mandato del artículo 138º de la
Constitución.
No cabe duda que conductas de ese tipo constituyen una vulneración del artículo 103º de la Constitución,
que proscribe el abuso del derecho, en general, y de los procesos constitucionales, en particular. Y es que el
abuso de los procesos constitucionales no sólo constituye un grave daño al orden objetivo constitucional,
sino también a la tutela de los derechos fundamentales de los demás ciudadanos. Esto es así, por cuanto al
hacerse un uso abusivo de los procesos constitucionales, de un lado, se restringe prima facie la posibilidad
de que este Colegiado pueda resolver las causas de quienes legítimamente acuden a este tipo de procesos a
fin de que se tutele prontamente sus derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, y de otro lado,
constituye un gasto innecesario para el propio Estado que tiene que premunir de recursos humanos y
logísticos para resolver tales asuntos. En concreto, con este tipo de pretensiones, lo único que se consigue
es dilatar la atención oportuna de las auténticas demandas de justicia constitucional y a la vez frustrar la
administración de justicia en general". (Exp. 01911-2009-HC FJ De 12 a 14)
Decretos legislativos
Delegación de
facultades legislativas
al Poder Ejecutivo
. El 104º
Características de la Congreso puede delegar en el Poder Ejecutivo la
delegación facultad de legislar, mediante decretos legislativos,
Materias indelegables sobre la materia específica y por elplazo determinado
Regulación aplicable a establecidos en la ley autoritativa.
los decretos
legislativos No pueden delegarse las materias que son indelegables
Obligación de dar a la Comisión Permanente.
cuenta al Congreso o
Comisión Permanente
Los decretos legislativos están sometidos, en cuanto a
su promulgación, publicación, vigencia y efectos, a las
mismas normas que rigen para la ley.
El Presidente de la Congreso o a la Comisión Permanente de cada decreto
República da cuenta al legislativo.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
[A] Por lo que se refiere a las exigencias que han de observarse en la habilitación para dictarse decretos
legislativos delegados, el Tribunal recuerda que ésta:
(a) sólo puede tener como destinatario al Poder Ejecutivo, quedando excluido la posibilidad de que tal
habilitación pueda realizarse a favor de otros poderes del Estado u órganos constitucionales;
(b) tiene que ser aprobarse por una ley en sentido formal, es decir, a través de una ley ordinaria, aprobada
y sancionada por el Parlamento o, en su caso, por su Comisión Permanente;
(c) requiere de una ley que fije o determine la materia específica que se autoriza legislar, de manera que no
es admisible las delegaciones generales, indefinidas o imprecisas; y, a su vez, que ella precise con exactitud
el plazo dentro del cual podrá dictarse la legislación ejecutiva delegada.
(d) no comprende lo que atañe a la reforma constitucional, la aprobación de tratados que requieran de
habilitación legislativa, leyes orgánicas, la Ley del Presupuesto y la Ley de la Cuenta General de la
República.
[B] Por otro lado, el artículo 104 de la Constitución precisa los límites que, a su vez, el Poder Ejecutivo está
en la necesidad de observar con ocasión de la expedición de la legislación ejecutiva delegada. Estos límites,
además de los que vienen impuestos directamente por la Constitución, esencialmente están constituidos por
aquellos fijados en la ley habilitante. Se tratan, a saber, de: (a) límites temporales, de modo que la
legislación delegada habrá de dictarse dentro del plazo con que se cuenta con habilitación para legislar; (b)
límites materiales, por lo que la legislación delegada habrá de desarrollar cumplidamente las materias
identificadas en la ley autoritativa".(Expediente 00012-2011-AI/TC, Fundamento Jurídico 6 a 11).
Regulación de aspectos relativos a procesos constitucionales debe tener calidad de Ley Orgánica .
6. 6.“... tal como se expone en la STC N° 004-2001-AI/TC, que declaró inconstitucional el Decreto Legislativo
Nº 900, y con arreglo al artículo 200º de la Constitución, cualquier norma que pretenda regular los aspectos
relativos a los procesos constitucionales debe tener la calidad de Ley Orgánica, esto es, deberá haber sido
aprobada en los términos establecidos en el artículo 104º de la Norma Fundamental.” (Expediente 00053-
2004-AA/TC, Fundamento Jurídico 4)
Proyectos de ley
Trámite de los
proyectos de Ley
Trámite preferente de
los proyectos del Poder
Ejecutivo 105º. Ningún proyecto de ley puede
sancionarse sin haber sido previamente aprobado por la
respectiva Comisión dictaminadora, salvo excepción
señalada en el Reglamento del Congreso. Tienen
preferencia del Congreso los proyectos enviados por el
Poder Ejecutivo con carácter de urgencia.
ANTECEDENTES
1. "Las objeciones del Poder Ejecutivo al Código de Protección y Defensa del Consumidor luego de
la promulgación presidencial, pueden ser canalizadas a través de un proyecto de ley
modificatorio enviado al Congreso de la República, que incluso el Poder Ejecutivo puede remitir
con carácter de urgencia (artículo 105º de la Constitución). También, el Poder Ejecutivo podría
modificar dicho Código mediante decreto legislativo, con ocasión de la delegación de facultades
legislativas que le haya hecho el Congreso, en los términos del artículo 104º de la
Constitución.
No declarar la inconstitucionalidad del Decreto de Urgencia Nº 061-2010, implicaría el riesgo
de sentar como antecedente que el Poder Ejecutivo pueda intentar el incumplimiento de una
ley vía decreto de urgencia, no obstante que, como en este caso, pudo formularle
observaciones antes de promulgarla o, posteriormente, pudo remitir un proyecto de ley al
Congreso a fin de que se debata su modificación o recibir facultades legislativas delegadas del
Congreso para tal efecto. De no realizarse el control de constitucionalidad por este Colegiado,
el ejercicio de las facultades legislativas del Poder Ejecutivo mediante decretos de urgencia
contravendría las reglas que al respecto contempla la Constitución, en clara vulneración del
equilibrio de poderes, según se ha sustentado en el fundamento 2, supra, y del deber del
Ejecutivo de cumplir y hacer cumplir las leyes, conforme al artículo 118º, inciso 1, de la
Constitución". (Exp. 00028-2010-AI FJ 8,9)
2. "Según el artículo 73º del Reglamento del Congreso, desde su modificación a través de la
Resolución Legislativa Nº 013-2001-CR, para aprobarse una ley es necesaria una doble
votación, quizás con la necesidad de suplir la inexistencia de bicameralidad en el país. A través
de esa norma modificatoria, dicha forma de votación se refería a leyes orgánicas, leyes de
desarrollo constitucional y leyes referidas al régimen económico. Posteriormente, a partir de la
Resolución Legislativa N° 025-2005-CR, vigente desde julio de 2006, todos los proyectos de
ley deben pasar por las siguientes etapas: (i) Iniciativa Legislativa; (ii) Estudio en comisiones;
(iii) Publicación de los dictámenes en el Portal del Congreso, o en la Gaceta del Congreso o en
el diario oficial El Peruano; (iv) Debate en el Pleno; (v) Aprobación por doble votación; y, (vi)
Promulgación.
Con relación a la segunda votación, el Tribunal Constitucional ha manifestado que la inclusión
de esta votación en el procedimiento de creación normativa “(...) constituye una opción
legislativa y no un requisito constitucional (...) dado que la Carta Magna no establece la
segunda votación como requisito para la aprobación de una ley (...)” [fundamento 9 de la
STC 0002-2005-PI/TC]". (Exp. 00003-2008-AI FJ 10,11)
3. “... el artículo 2° de la Ley N° 27600 no pretende plantear como problema si la reforma puede
tener alcances totales o parciales: dicho dispositivo no aprueba reforma constitucional alguna.
En puridad, sólo se limita a autorizar a la Comisión de Constitución, Reglamento y Acusaciones
Constitucionales del Congreso de la República a ‘proponer un proyecto’ de reforma total de la
Constitución. Como antes se ha anotado, la autorización para que una de las Comisiones del
Congreso de la República se dedique al estudio y diseño de un proyecto de ley, cualquiera sea
la materia sobre la que verse, no es un asunto vedado por la Constitución. Antes bien, según
señala el artículo 105° de la Constitución, ‘Ningún proyecto de ley puede sancionarse sin haber
sido previamente aprobado por la respectiva Comisión dictaminadora, salvo excepción
señalada en el Reglamento del Congreso de la República’...”. (Exp. 00014-2002-AI FJ 31)
Leyes orgánicas
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1979: Art. 194.
Ley 26303 (El Peruano, 05 de mayo de 1994). Dictan norma para la clasificación e identificación de las
Leyes Orgánicas en nuestro ordenamiento jurídico.
Artículo 1º.- Para los efectos de su clasificación e identificación en el ordenamiento jurídico
nacional, las Leyes Orgánicas a que se refiere el Artículo 106º de la Constitución Política del Estado, se
designan con la expresión “Ley Orgánica”, seguida del número ordinal que le corresponde.
Artículo 2º.- La presente ley entra en vigencia al siguiente día de su publicación.
CAPÍTULO III
DE LA FORMACIÓN Y
PROMULGACIÓN DE LAS LEYES
Iniciativa legislativa
Iniciativa
Legislativa
Iniciativa
107º. El Presidente de la República y los
legislativa en congresistas tienen derecho de iniciativa en la
materias propias formación de las leyes.
de sus
competencias
También tienen el mismo derecho en las materias
que les son propias los otros poderes del Estado, las
instituciones públicas autónomas, los municipios y los
colegios profesionales. Asimismo lo tienen los
ciudadanos que ejercen el derecho de iniciativa
conforme a ley.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Promulgación de
las leyes por el
Presidente de la
República
Promulgación por
el Presidente del
Congreso o de la
Comisión
Permanente
Observaciones a la
ley por el
108º. La ley aprobada según lo previsto por la
Presidente de la Constitución, se envía al Presidente de la República
República para su promulgación dentro de un plazo de quince
Reconsideración y días. En caso de no promulgación por el Presidente de
promulgación de la
ley por el Congreso la República, la promulga el Presidente del Congreso, o
el de la Comisión Permanente, según corresponda.
Si el Presidente de aprobada en el Congreso, las presenta a éste en el
la República tiene mencionado término de quince días.
observaciones que Reconsiderada la ley por el Congreso, su Presidente
hacer sobre el todo o la promulga, con el voto de más de la mitad del número
una parte de la ley legal de miembros del Congreso.
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
a) Exista un link en la página web inicial, de la institución estatal correspondiente, que anuncie la
publicación del tratado y sus anexos.
b) Dicho anuncio sea lo suficientemente notorio y de fácil acceso, como para posibilitar que los ciudadanos
puedan informarse sin mayores dificultades sobre el contenido de dichos anexos;
c) La página web de la institución estatal donde se ha publicado el tratado y sus anexos, precise de
manera clara y notoria la fecha en que publicó en la web los anexos del tratado; y, además:
d) Que la resolución legislativa, o el decreto supremo, que incorpora el tratado en el derecho interno,
indique con toda precisión la fecha en que se efectuará la publicación de los anexos en la página web de la
institución estatal competente; sin perjuicio de los demás requisitos previstos en la Ley N° 26647, normas
que regulan el perfeccionamiento nacional de los tratados celebrados por el Estado peruano".(Expediente
00021-2010-AI/TC, Fundamento Jurídico 21).
Objeto del principio de publicidad de las normas y ámbito de aplicación de las leyes
3. "El requisito de la publicidad, tanto de las leyes como de las normas con rango de ley, tiene por objeto
tanto la difusión de su contenido como la publicidad de la misma de manera que todos tengan
conocimiento de aquella y pueda exigirse su cumplimiento obligatorio, dentro del ámbito territorial
correspondiente.
En el caso de las leyes así como de las normas con rango de ley expedidas por autoridades de
competencia nacional, su ámbito de aplicación es todo el territorio del Estado, mientras que en el caso de
las normas regionales y locales, su ámbito de aplicación se circunscribe al ámbito del gobierno regional o
local, según corresponda.
Esto ha llevado a que el artículo 109º de la Constitución, en relación con la publicidad de la ley en el diario
oficial, sea exigido también en el caso de las autoridades que emiten normas con este rango y cuyo
alcance es nacional, entiéndase, decretos legislativos y decretos de urgencia. Sin embargo, ello no ocurre
en el caso de las normas de alcance regional y local". (Expediente 00005-2010-AI/TC, Fundamento
Jurídico6 a 8).
Publicidad como requisito se extiende a cualquier fuente formal del derecho, especialmente
aquellas con vocación de impersonalidad y abstracción.
5. "El Tribunal Constitucional ya se ha pronunciado respecto al principio de publicidad de las normas en el
ámbito de la potestad disciplinaria, en los siguientes términos: “A juicio del Tribunal, la omisión de
publicar el texto del Reglamento de Régimen Disciplinario de la Policía Nacional del Perú, constituye una
violación del artículo 109° de la Constitución Política del Estado, que establece que "La ley es obligatoria
desde el día siguiente de su publicación en el diario oficial, salvo disposición contraria de la misma ley que
posterga su vigencia en todo o en parte".
Si bien dicho precepto constitucional establece que es la "ley" la que tiene que ser publicada, el Tribunal
Constitucional considera que en dicha frase debe entenderse, prima facie, a cualquier fuente formal del
derecho y, en especial, aquellas que tienen una vocación de impersonalidad y abstracción. A juicio de este
Colegiado, la publicación de las normas en el diario oficial El Peruano es un requisito esencial de la eficacia
de las leyes y de toda norma jurídica, a tal extremo que, una norma no publicada, no puede considerarse
obligatoria” (STC Nº 2050-2002-AA/TC)".(Expediente 06402-2007-AA /TC, Fundamento Jurídico 16).
Principio de Publicidad es condición sine qua non de la incorporación válida de las normas en el
ordenamiento jurídico.
10. "De conformidad con el artículo 44º de la Ley Orgánica de Municipalidades, Nº 27972, “No surte[n] efecto
las normas de gobierno municipal que no hayan cumplido con el requisito de publicación o difusión”. En
consecuencia, la condición de validez y existencia o vigencia de una ordenanza municipal en nuestro
ordenamiento es que ella haya sido publicada. Tal publicación debe ser entendida, como específicamente
referida a la publicación en el Diario Oficial que corresponda. En tal sentido, el hecho de que la
demandada haya difundido la Ordenanza municipal en su página web, no puede admitirse como un
procedimiento “válido” para que se considere como norma válidamente incorporada al ordenamiento
jurídico.
Debe considerarse que en el contexto de un Estado de Derecho como el que fundamenta nuestro
ordenamiento jurídico (art. 3, 43, de la Constitución), el requisito de publicidad de la normas constituye
un elemento constitutivo de su propia vigencia. Conforme a ello, se tiene que una norma “no publicada” es
por definición una norma “no vigente”, “no existente” y, por lo tanto, no genera ningún efecto".
(Expediente 10287-2005-AA /TC, Fundamento Jurídico 5, 6 ).
CAPÍTULO IV
PODER EJECUTIVO
El Presidente de la
República
Requisitos para ser
110º. El Presidente de la República es el Jefe
elegido Presidente del Estado y personifica a la Nación.
de la República Para ser elegido Presidente de la República se
requiere ser peruano por nacimiento, tener más de
treinta y cinco años de edad al momento de la
postulación y gozar del derecho de sufragio.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Elecciones presidenciales
República se elige por sufragio directo. Es elegido el
candidato que obtiene más de la mitad de los votos. Los
Elección del votos viciados o en blanco no se computan.
Presidente de la
República Si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría
Sufragio directo y absoluta, se procede a una segunda elección, dentro de
votación los treinta días siguientes a la proclamación de los
mayoritaria cómputos oficiales, entre los candidatos que han
Segunda vuelta
electoral obtenido las dos más altas mayorías relativas.
Elección de los
vicepresidente
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
presidencial
Prohibición de la
112º. El mandato presidencial es de cinco
reelección presidencial años, no hay reelección inmediata. Transcurrido otro
período constitucional, como mínimo, el ex presidente
puede volver a pos
tular, sujeto a las mismas condiciones.
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo 1º de la Ley 27365 (05 de
noviembre de 2000), Ley de Reforma Constitucional que elimina la reelección presidencial inmediata y
modifica la duración del mandato del Presidente, Vicepresidentes y Congresistas de la República elegidos en
las Elecciones Generales de 2000.
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 112º.- El mandato presidencial es de cinco años. El Presidente puede ser reelegido de
inmediato para un período adicional. Transcurrido otro período constitucional, como mínimo, el ex
presidente puede volver a postular, sujeto a las mismas condiciones”.
ANTECEDENTES
Vacancia de la Presidencia
Vacancia de la
Presidencia de la
República
113º. La Presidencia de la República vaca por:
Muerte del Presidente 1. Muerte del Presidente de la República.
Incapacidad moral o 2. Su permanente incapacidad moral o física,
física permanente
Aceptación de su declarada por el Congreso.
renuncia 3. Aceptación de su renuncia por el Congreso.
Salir del territorio
nacional sin permiso 4. Salir del territorio nacional sin permiso del
del Congreso o no Congreso o no regresar a él dentro del plazo fijado.
regresar dentro del Y
plazo fijado
Destitución por las
razones establecidas
en el art. 117º de la
Constitución 5. Destitución, tras haber sido sancionado por alguna
de las infracciones mencionadas en el artículo 117º
de la Constitución.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Suspensión del
ejercicio de la
Presidencia
Incapacidad temporal
Estar sometido a 114º. El ejercicio de la Presidencia de la
proceso judicial República se suspende por:
conforme al art. 117º
de la Constitución 1. Incapacidad temporal del Presidente, declarada por
el Congreso, o
2. Hallarse éste sometido a proceso judicial, conforme
al artículo 117º de la Constitución.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sucesión presidencial
Impedimento
temporal o
permanente del
115º. Por impedimento temporal o permanente
ejercicio de la del Presidente de la República, asume sus funciones el
Presidencia Primer Vicepresidente. En defecto de éste, el Segundo
Línea de sucesión Vicepresidente. Por impedimento de ambos, el
presidencial
Presidente del Congreso. Si el impedimento es
Encargatura del
despacho presidencial permanente, el Presidente del Congreso convoca de
en caso de viaje inmediato a elecciones.
Cuando el Presidente de la República sale del territorio
nacional, el Primer Vicepresidente se encarga del
despacho. En su defecto, lo hace el Segundo
Vicepresidente.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
[De conformidad con el artículo Unico de la Ley Nº 27375, publicada el 05 de diciembre de 2000,
se interpretó que el mandato conferido en este artículo al Presidente del Congreso de la República,
para que asuma las funciones de Presidente de la República por impedimento permanente de este
último y de los vicepresidentes, no implica su vacancia en el cargo de Presidente del Congreso ni
mucho menos de su condición de Congresista de la República. El texto de esta norma establece:
Juramento y asunción
del cargo
Presidente
por
de
el
la
116º. El Presidente de la República presta
República juramento de ley y asume el cargo, ante el Congreso, el
28 de julio del año en que se realiza la elección.
ANTECEDENTES
Viabilidad del Hábeas Corpus conexo cuando se obligue a alguien a prestar juramento.
2. “Cabe utilizarse [el Hábeas Corpus conexo] cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos
anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente elegido
desde que una persona es citada o detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o compelido a
declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc.
Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la libertad física o de la locomoción,
guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace con éste. Adicionalmente, permite que los
derechos innominados –previstos en el artículo 3º de la Constitución– entroncados con la libertad física o
de locomoción, puedan ser resguardados...” (Expediente 2663-2003-HC/TC, Fundamento Jurídico 6.h).
Excepciones a la
inmunidad presidencial
Acusación contra el
117º. El Presidente de la República sólo puede
Presidente de la ser acusado, durante su período, por traición a la patria;
República por impedir las elecciones presidenciales,
parlamentarias, regionales o municipales; por disolver
el Congreso, salvo en los casos previstos en el artículo
134º de la Constitución, y por impedir su reunión o
funcionamiento, o los del Jurado Nacional de
Elecciones y otros organismos del sistema electoral.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
seguridad exterior
Convocar a elecciones
118º. Corresponde al Presidente de la
Convocar al Congreso República:
Mensajes al Congreso:
contenido y 1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y los
aprobación por el tratados, leyes y demás disposiciones legales.
Consejo de Ministros
Potestad de 2. Representar al Estado, dentro y fuera de la
reglamentar las leyes
Cumplir y hacer
República.
cumplir las
resoluciones 3. Dirigir la política general del Gobierno.
judiciales
Cumplir y hacer 4. Velar por el orden interno y la seguridad exterior de
cumplir las la República.
resoluciones del JNE
Dirigir la política 5. Convocar a elecciones para Presidente de la
exterior
República y para representantes a Congreso, así
Celebrar y ratificar
tratados como para alcaldes y regidores y demás
Nombrar embajadores funcionarios que señala la ley.
y ministros
plenipotenciarios 6. Convocar al Congreso a legislatura extraordinaria; y
Recibir a agentes firmar, en ese caso, el decreto de convocatoria.
diplomáticos
extranjeros
Autorizar a los
7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier época y
cónsules el ejercicio obligatoriamente, en forma personal y por escrito, al
de sus funciones instalarse la primera legislatura ordinaria anual. Los
Presidir el Sistema de mensajes anuales contienen la exposición detallada
Defensa Nacional
de la situación de la República y las mejoras y
Disponer el empleo de
la FFAA y PNP
reformas que el Presidente juzgue necesarias y
convenientes para su consideración por el
Adoptar medidas para
la defensa de la Congreso. Los mensajes del Presidente de la
República República, salvo el primero de ellos, son aprobados
Declarar la guerra y por el Consejo de Ministros.
firmar la paz
Administrar la 8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyes sin
hacienda pública transgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentro de
Negociar empréstitos tales límites, dictar decretos y resoluciones.
Dictar medidas
extraordinarias en 9. Cumplir y hacer cumplir las sentencias y
materia económica y
financiera resoluciones de los órganos jurisdiccionales.
Decretos de urgencia
Regular aranceles 10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones del Jurado
Conceder indultos Nacional de Elecciones.
Conmutar penas
Ejercer el derecho de 11. Dirigir la política exterior y las relaciones
gracia internacionales; y celebrar y ratificar tratados.
12. Nombrar
embajadores y
ministros
plenipotenciarios,
con aprobación del
Consejo de
Ministros, con
cargo de dar
cuenta al
Congreso.
14.Presidir el Sistema de Defensa Nacional; y organizar,
13. Recibir a los distribuir y disponer el empleo de las Fuerzas Armadas
agentes y de la Policía Nacional.
diplomáticos
extranjeros, y 15. Adoptar las medidas necesarias para la defensa de
autorizar a los la República, de la integridad del territorio y de la
cónsules el soberanía del Estado.
ejercicio de sus
funciones. 16. Declarar la guerra y firmar la paz, con autorización
del Congreso.
17. Administrar la hacienda pública.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
a) En primer lugar, porque la superación del plazo razonable del proceso penal no puede ser asociada
solamente a la superación de un plazo en particular instituido en abstracto. En efecto, tal como ha
sostenido este Tribunal, “es necesario establecer de forma categórica que el plazo razonable no es un
derecho que pueda ser ‘medido’ de manera objetiva, toda vez que resulta imposible asignar a los
procesos penales una uniformidad objetiva e incontrovertida” (SSTC 4931-2007-PHC/TC, fundamento
4; 0024-2010-PI/TC, fundamento 38). La esencia de este criterio es mantenida también por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, al sostener que “el plazo razonable (...) no puede traducirse en un
número fijo de días, semanas, meses o años, o en varios períodos dependiendo de la gravedad del
delito" (Caso Stogmuller. Sentencia del 10 de noviembre de 1969, párrafo 4). Por ello, la determinación
de la violación de la referida razonabilidad exige la consideración de una serie de factores estrecha e
indisolublemente ligados a las particularidades de cada caso. Tales factores son: a) la complejidad del
asunto; b) la actividad procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales (SSTC
0618-2005-PHC/TC, fundamento 11; 5291-2005-HC/TC; fundamento 6; 1640-2009-PHC/TC,
fundamento 3; 2047-2009-PHC/TC, fundamento 4; 3509-2009-PHC/TC, fundamento 20; 5377-2009-
PHC/TC, fundamento 6; entre otras). En consecuencia, la superación de un determinado plazo fijado
expresamente por el ordenamiento jurídico, aun cuando lo sea en la propia Constitución del Estado, es
solo un primer factor (muy relevante por cierto, pero primer factor al fin y al cabo), para determinar la
superación del plazo razonable del proceso penal.
c) En tercer término, porque tal como ha sostenido este Tribunal, “a la luz de la manera cómo
expresamente se encuentra regulado el contenido del derecho en los tratados internacionales citados, y
del sentido que se le ha atribuido, puede afirmarse que la razonabilidad del plazo se encuentra
relacionada con la duración del proceso penal en su totalidad, y no solamente con alguna de sus
etapas” (STC 0024-2010-PI/TC, fundamento 39). Desde luego, ello no quiere significar que por el solo
hecho de que el proceso se encuentre aún en etapa de investigación, no cabe concluir la violación de
este derecho fundamental. Significa tan solo que para tales efectos no basta la superación de los plazos
extraordinarios de determinadas etapas del proceso, sino, según quedó dicho, la valoración de
elementos relacionados con las particularidades de cada caso, a saber, a) la complejidad del asunto; b)
la actividad procesal del interesado, y c) la conducta de las autoridades judiciales, en función del
proceso como un todo.
d) En cuarto lugar, porque si de conformidad con el artículo 45º de la Constitución, “la potestad de
administrar justicia (…) se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo a
la Constitución y a las leyes”, el ejercicio de la gracia presidencial representa una clara excepción a este
principio general que, a su vez, es fundamental para preservar el principio de separación de poderes
(artículo 43º de la Constitución). De ahí que deba ser interpretado de forma sumamente restrictiva,
siendo ella la razón por la que este Tribunal tiene expuesto que “la gracia presidencial deberá ser
concedida por motivos humanitarios, en aquellos casos en los que por la especial condición del
procesado (por ejemplo, portador de una enfermedad grave e incurable en estado terminal) tornarían
inútil una eventual condena, desde un punto de vista de prevención especial” (STC 4053-2007-PHC/TC,
fundamento 27). En efecto, si la gracia presidencial impide el desarrollo de una competencia que por
antonomasia compete al Poder Judicial, la sola superación del plazo razonable del proceso, por ser un
asunto que bien puede ser valorado por los propios órganos jurisdiccionales, no es mérito suficiente
para ejercerla, debiendo sustentarse, además, en la demostración de que, dadas las condiciones
subjetivas del procesado, más allá de su eventual responsabilidad, la ejecución de una futura pena sería
en sí misma representativa de un daño irreparable a su derecho fundamental a la integridad física o,
incluso, a su vida.
En consecuencia, la gracia es una atribución del Presidente de la República que limita los derechos a la
verdad, al debido proceso, a la tutela jurisdiccional efectiva y la protección del bien constitucional a
cuya afectación dio lugar la conducta que impide investigar. Por tal motivo, para ser ejercida no basta
el cumplimiento de las formalidades constitucionalmente previstas, sino además la acreditada violación
del plazo razonable del proceso penal (lo que exige una valoración de las características del caso) y que
la condición subjetiva del procesado revele la prognosis de un grave e irreversible daño a su derecho
fundamental a la integridad física o un incluso una amenaza a su derecho fundamental a la vida". (Exp.
00012-2010-AI FJ De 55 a 59)
Control político que ejerce el Parlamento de los actos normativos del Presidente de la
República.
4. El control parlamentario de los actos normativos del Presidente de la República es esencialmente un
mecanismo de control político. Un “procedimiento del control político”, como especifica la Sección
Segunda del Capítulo VI del Reglamento del Congreso de la República, mediante el cual el Parlamento
ejerce su función de control, fiscalización y dirección política, a través de la evaluación de la solución
gubernamental [de fines y medios empleados] adoptada para hacer frente a los efectos en la economía
nacional o en las finanzas públicas de las situaciones extraordinarias e imprevisibles que supusieron el
dictado de la legislación de urgencia.
Un control de esta naturaleza no se identifica con lo que es propio del control jurídico. Ello es
consecuencia de la naturaleza del órgano que realiza el control y de las tareas que la Constitución
asigna a éste. El Parlamento es un órgano político por naturaleza, basado en el mandato representativo,
en la elección directa de sus representantes y en el sufragio universal, igual, libre y secreto. Refleja en
su composición a todos los sectores (e intereses) de la sociedad [principio del pluralismo] y, en su seno,
quienes los representan debaten públicamente sobre las cuestiones más trascendentales que
conciernen a la res publica.
Precisamente por ello, aunque el derecho regule jurídicamente el ejercicio del control parlamentario,
éste no está en la capacidad de alcanzar a los criterios que se empleen para evaluar las medidas
gubernamentales que se adopten. La regulación jurídica del control político no se proyecta sobre el
contenido y la intensidad con que tal control pueda realizarse. Sólo representa el establecimiento de
reglas que disciplinan los procedimientos de desempeño de la función misma.
De ahí que, a diferencia del control jurídico, cuyo criterio de evaluación por antonomasia sea el de
validez/invalidez del objeto controlado, los criterios de simple oportunidad y de
conveniencia/inconveniencia sean los que se empleen en el control político. De simple oportunidad,
pues encontrándose facultados para realizar el control respecto de cualquier medida gubernamental,
depende de la decisión política del Parlamento y, en particular de las relaciones entre minoría y
mayorías políticas, el que lo quiera ejercer. Y se realiza bajo el criterio de conveniencia/inconveniencia
ya que, una vez que se ha decidido llevarlo a cabo, las críticas al Ejecutivo pueden tener al derecho
como fundamento, pero también sustentarse en razones económicas, financieras, sociales, de
orientación política o por puros argumentos de poder. Puesto que no existe un catálogo de criterios
limitados o delimitados para el escrutinio político, la subjetividad y disponibilidad de su parámetro son
algunos de los factores que singularizan al control político.
El carácter político del control parlamentario de los decretos de urgencia también se aprecia en el
objetivo de éste, que es el control del órgano del que emanan (el Poder Ejecutivo). Por contraposición,
el control jurídico se realiza siempre sobre una norma (ley, decreto de urgencia u ordenanza municipal,
por ejemplo) y no puede ser entendido como un control sobre el órgano que emite la norma, ya que se
encuentra orientado a garantizar la primacía de la Constitución (artículo II del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional)". (Exp. 00004-2011-AI FJ 4,5)
b) Necesidad: Las circunstancias, además, deberán ser de naturaleza tal que el tiempo que demande la
aplicación del procedimiento parlamentario para la expedición de leyes (iniciativa, debate, aprobación y
sanción), pudiera impedir la prevención de daños o, en su caso, que los mismos devengan en
irreparables.
c) Transitoriedad: Las medidas extraordinarias aplicadas no deben mantener vigencia por un tiempo
mayor al estrictamente necesario para revertir la coyuntura adversa.
e) Conexidad: Debe existir una reconocible vinculación inmediata entre la medida aplicada y las
circunstancias extraordinarias existentes. En tal sentido, este Tribunal comparte el criterio de su
homólogo español cuando afirma que la facultad del Ejecutivo de expedir decretos de urgencia no le
autoriza a incluir en él “cualquier género de disposiciones: ni aquellas que por su contenido y de
manera evidente, no guarden relación alguna (...) con la situación que se trata de afrontar ni, muy
especialmente aquellas que, por su estructura misma, independientemente de su contenido, no
modifican de manera instantánea la situación jurídica existente, pues de ellas difícilmente podrá
predicarse la justificación de la extraordinaria y urgente necesidad” (STC N.° 29/1982, F.J. 3).
Las medidas extraordinarias y los beneficios que su aplicación produzcan deben pues surgir del
contenido mismo del decreto de urgencia y no de acciones diferidas en el tiempo, pues ello sería
incongruente con una supuesta situación excepcionalmente delicada".
"Como este Colegiado ha señalado, “es un lugar común reconocer, dentro de la teoría constitucional,
que el principio de la división de poderes (reconocido en el tercer párrafo del artículo 43° de la
Constitución) no se condice más con una tesis monovalente de las funciones correspondientes a cada
uno de los poderes del Estado, según la cual, a cada uno de ellos corresponde una función específica no
susceptible de ser ejercida por los demás, bajo cargo de quebrantar el principio de independencia y
autonomía de los poderes estaduales que sirve de garantía contra la instauración del Estado absoluto.
En efecto, hoy se reconoce que esta garantía no supone una férrea impenetrabilidad entre los poderes
estatales, sino un equilibrio entre los mismos, expresado en la mutua fiscalización y colaboración. De
ahí que el ejercicio de la función legislativa (por antonomasia, parlamentaria) por parte del ejecutivo,
no sea, per se, contraria al Estado social y democrático de derecho, siempre que sea llevada a cabo
conforme con las reglas que, para dicho efecto, contemple la propia Carta Fundamental” (Expediente
N° 0008-2003-AI/TC, fundamento 57). Así, tratándose de la impugnación de normas con rango legal
expedidas por el Ejecutivo, además de la evaluación de su constitucionalidad sustancial, esto es, de su
compatibilidad con los requisitos de orden material exigidos por la Ley Fundamental, resulta de
particular relevancia la evaluación de su constitucionalidad formal; es decir, de su adecuación a los
criterios de índole procedimental establecidos en la propia Constitución.
En el caso de los decretos de urgencia, los requisitos formales son tanto previos como posteriores a su
promulgación. Así, el requisito ex ante está constituido por el refrendo del Presidente del Consejo de
Ministros (inciso 3 del artículo 123° de la Constitución), mientras que el requisito ex post lo constituye
la obligación del Ejecutivo de dar cuenta al Congreso de la República, de acuerdo con lo previsto por el
inciso 19 del artículo 118° de la Constitución, en concordancia con el procedimiento contralor a cargo
del Parlamento, contemplado en la norma de desarrollo constitucional contenida en el artículo 91° del
Reglamento del Congreso". (Exp. 00028-2010-AI FJ 6)
Cumplimiento de las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales por parte del
Presidente de la República.
8. "... si bien conforme al artículo 118.9 de la Constitución corresponde al Presidente de la República:
“Cumplir y hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales”; frente a la
renuencia reiterada de los órganos encargados de cumplir las decisiones jurisdiccionales, la ejecución
forzada se presenta como la única solución a la que este Colegiado no puede renunciar, llegado el caso,
a efectos de que, reivindicando el Estado de Derecho, se obligue al poder a someterse al Derecho. Estos
deben ser, sin embargo, casos excepcionales que siempre hay que tratar de evitar, apelando en primer
lugar a la coordinación y al diálogo interinstitucional, como mandato derivado del principio de
cooperación y colaboración de poderes". (Exp. 00023-2007-AI FJ 9)
Necesidad: Las circunstancias, además, deberán ser de naturaleza tal que el tiempo que demande la
aplicación del procedimiento parlamentario para la expedición de leyes (iniciativa, debate, aprobación y
sanción), pueda impedir la prevención de daños o, en su caso, que los mismos devengan en
irreparables.
Transitoriedad: Las medidas extraordinarias aplicadas no deben mantener vigencia por un tiempo
mayor al estrictamente necesario para revertir la coyuntura adversa.
Conexidad: Debe existir una reconocible vinculación inmediata entre la medida aplicada y las
circunstancias extraordinarias existentes. En tal sentido este Tribunal comparte el criterio de su
homólogo español cuando afirma que la facultad del Ejecutivo de expedir decretos de urgencia no le
autoriza incluir en ellos “cualquier género de disposiciones: ni aquellas que, por su contenido y de
manera evidente, no guarden relación alguna (...) con la situación que se trata de afrontar ni, muy
especialmente aquellas que, por su estructura misma, independientemente de su contenido, no
modifican de manera instantánea la situación jurídica existente, pues de ellas difícilmente podrá
predicarse la justificación de la extraordinaria y urgente necesidad” (STC N° 29/1982, fundamento 3)".
(Exp. 00025-2008-AI FJ 3,4,6)
Facultad del Presidente de la República para regular tarifas arancelarias no puede ser en
contraposición de otros principios señalados en la Constitución.
11. "Ello no quiere decir que el Presidente de la República, se encuentre impedido de reducir las tarifas
arancelarias, por el contrario, constitucionalmente tiene la facultad de regular mediante decretos
supremos las tarifas arancelarias (artículo 118º, inciso 20) de la Constitución); sin embargo, dicha
regulación no puede afectar el principio de igualdad en materia económica ni desproteger a la inversión
e industria nacional para favorecer a la inversión e industria extranjera.
Teniendo presente ello, este Tribunal considera que la reducción de 12% a 0% de las tasas de los
derechos arancelarios ad valorem CIF de las sub-partidas nacionales mencionadas, si bien puede
constituir un acto de política arancelaria, resulta ser un acto desproporcionado, y por ende,
constitucionalmente prohibido por el principio de interdicción de la arbitrariedad, toda vez, que la
reducción a 0% de las tarifas arancelarias de las sub-partidas nacionales mencionadas, en realidad,
constituye un acto de exoneración o exención de tarifas y no una reducción que tenga una finalidad
constitucionalmente legítima". (Exp. 03116-2009-AA FJ 24)
a) Aun cuando este Colegiado reconozca que la situación del transporte público nacional requiere de
medidas orientadas a su formalización y a la mejora de la calidad y la seguridad del servicio brindado al
usuario, ella, en el particular caso que nos ocupa, dista mucho de ser una que ostente las
características de excepcionalidad, imprevisibilidad y urgencia a las que se ha hecho referencia.
b) Ello, a su vez, supone la irrazonabilidad de afirmar que, en este caso, constituía un eventual peligro
esperar la aplicación del procedimiento parlamentario para regular las medidas idóneas orientadas a
revertir la situación". (Exp. 00249-2005-AC FJ 9)
Atribución del Presidente de la República de cumplir y hacer cumplir las leyes no puede ser
afectada por el ejercicio de las funciones jurisdiccionales del Poder Judicial.
18. A juicio del Tribunal Constitucional, en el presente caso se configura un conflicto de atribuciones por
menoscabo, en el cual el Poder Judicial, a través del ejercicio de su función jurisdiccional, ilegítimo,
como habrá de verse, ha producido un detrimento en las atribuciones constitucionales del Poder
Ejecutivo, tales como la de cumplir y hacer cumplir las leyes (artículo 118º, inciso 1) y cumplir y hacer
cumplir las sentencias y resoluciones jurisdiccionales (artículo 118º, inciso 9); ello mediante el
pronunciamiento estimatorio de sendas demandas de amparo y de cumplimiento, tal como consta en
autos de fojas 27 a 302.
En el presente caso, dada la peculiar configuración de este tipo de conflicto, no cabe recurrir al test de
la competencia, pues no está en juego la determinación de la titularidad de atribuciones de un poder u
órgano constitucional del Estado. En todo caso, el principio de jerarquía (de las sentencias del Tribunal
Constitucional con respecto a las resoluciones del Poder Judicial en materia de los procesos
constitucionales) es el que se muestra como el más idóneo para determinar la legitimidad de los actos
jurisdiccionales que estarían menoscabando algunas de las atribuciones constitucionales del Poder
Ejecutivo". (Exp. 00006-2006-CC FJ 26,27)
b) Necesidad: Las circunstancias, además, deberán ser de naturaleza tal que el tiempo que demande la
aplicación del procedimiento parlamentario para la expedición de leyes (iniciativa, debate, aprobación y
sanción), pudiera impedir la prevención de daños o, en su caso, que los mismos devengan en
irreparables.
c) Transitoriedad: Las medidas extraordinarias aplicadas no deben mantener vigencia por un tiempo
mayor al estrictamente necesario para revertir la coyuntura adversa.
Poder Judicial no está sujeto a una determinada política general de un determinado gobierno
20. .“... conforme al inciso 3) del artículo 118° de la Constitución, corresponde al Presidente de la República
dirigir la política general del gobierno... el Tribunal Constitucional considera que la política general del
gobierno y la formulación del presupuesto están limitadas por los parámetros que fija la propia
Constitución... En tal sentido, debe quedar establecido que el Poder Judicial, como Poder del Estado, no
está sujeto a una determinada política general de un gobierno determinado, sino a las obligaciones que
la Constitución le asigna directamente. Por ello, corresponde al Poder Judicial, en cuanto a sus
funciones y con base en la independencia que le es consustancial, fijar autónomamente sus objetivos
institucionales que, obviamente, tienen un componente presupuestario. La garantía de la independencia
del Poder Judicial también se manifiesta a través del rol que debe cumplir en el proceso presupuestario
puesto que, de no ser así, se corre el riesgo de su sometimiento al gobierno que le toque dirigir el Poder
Ejecutivo”.
(Exp. 00004-2004-CC FJ 40)
CAPÍTULO V
DEL CONSEJO DE MINISTROS
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Ejercicio irregular de funciones por parte de un organismo del Estado está sometido a control
constitucional.
2. “... Como ya se ha enfatizando en otro momento, no pueden admitirse como razonables o coherentes
interpretaciones tendientes a convalidar ejercicios irregulares o arbitrarios de las funciones conferidas a los
órganos públicos, puesto que un Estado sólo puede predicarse como de Derecho cuando los poderes
constituidos no sólo se desenvuelvan con autonomía en el ejercicio de sus competencias, sino que, sobre
todo, respeten plenamente y en toda circunstancia los límites y restricciones funcionales que la misma
Carta establece, sea reconociendo derechos elementales, sea observando los principios esenciales que,
desde el Texto Fundamental, informan la totalidad del ordenamiento jurídico. Admitido entonces que
cuando se presenta un ejercicio irregular en una función conferida a un organismo del Estado, procede
(indiscutiblemente) el control constitucional...”.
(Exp. 02366-2003-AA FJ 5,6)
Refrendo ministerial
ANTECEDENTES
Consejo de Ministros
Consejo de Ministros
Presidente del
Consejo de Ministros
121º. Los ministros, reunidos, forman el
Consejo de Ministros. La ley determina su organización
y funciones.
El Consejo de Ministros tiene su Presidente.
Corresponde al Presidente de la República presidir el
Consejo de Ministros cuando lo convoca o cuando
asiste a sus sesiones.
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Atribuciones del
Presidente del
Consejo de Ministros
Portavoz del Gobierno
Coordinar las 123º. Al Presidente del Consejo de Ministros,
funciones de los quien puede ser ministro sin cartera, le corresponde:
ministros
Refrendar los 1. Ser, después del Presidente de la República, el
decretos legislativos, portavoz autorizado del gobierno.
decretos de urgencia y
los que señala la 2. Coordinar las funciones de los demás ministros.
Constitución y la ley 3. Refrendar los decretos legislativos, los decretos de
urgencia y los demás decretos y resoluciones que
señalan la Constitución y la ley.
ANTECEDENTES
Ministro de Estado
Los miembros de las
124º. Para ser ministro de Estado, se requiere
FFAA y PNP pueden ser peruano por nacimiento, ciudadano en ejercicio y
ser ministros haber cumplido veinticinco años de edad. Los
miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional pueden ser ministros.
TRATADOS INTERNACIONALES
Convención Americana sobre Derechos Humanos: Art. 23.1.c.
Declaración Universal de Derechos Humanos: Art. 21.2.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Art. 25.c.
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Art. 160.
Constitución de 1979: Art. 217.
Refrendación de las resoluciones supremas por parte del Ministro del sector
1. “[Es] función principal de la ONP la de ‘administrar’, tanto el régimen del D.L. Nº 19990, como los otros
sistemas de pensiones administrados por el Estado, estos últimos a condición de que expresamente sean
señalados por resolución suprema refrendada por el Ministro de Economía y Finanzas. Las funciones
administrativas de la ONP, respecto de los regímenes previsionales que se encuentran bajo el ámbito de
aplicación de su ley de creación, en ningún momento pueden lesionar los derechos adquiridos de los
pensionistas, haciendo nuevamente la salvedad, que ello no conlleva la desnaturalización de nuestro
ordenamiento jurídico, en cuanto a que las normas son de aplicación inmediata, puesto que se trata de
una situación de excepción, amparada expresamente por la Constitución del Estado...” (Expediente 0007-
1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 16).
Atribuciones del Consejo de Ministros
Atribuciones del
Consejo de Ministros
Aprobar proyectos de
ley que el Presidente
125º. Son atribuciones del Consejo de
de la República Ministros:
somete al Congreso 1. Aprobar los proyectos de ley que el Presidente de la
Aprobar decretos
legislativos, decretos República somete al Congreso.
de urgencia y otros 2. Aprobar los decretos legislativos y los decretos de
que establece la ley
urgencia que dicta el Presidente de la República, así
Deliberar sobre como los proyectos de ley y los decretos y
asuntos de interés resoluciones que dispone la ley.
público
Las que le otorgan la 3. Deliberar sobre asuntos de interés público. Y
Constitución y leyes
4. Las demás que le otorgan la Constitución y la ley.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Las medidas extraordinarias y los beneficios que su aplicación produzcan deben surgir del contenido
mismo del decreto de urgencia y no de acciones diferidas en el tiempo o, menos aún, de delegaciones
normativas, pues ello sería incongruente con una supuesta situación excepcionalmente delicada...”
(Expediente 0008-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico 60).
TRATADOS INTERNACIONALES
Prohibición de
ministros interinos
Encargo de la función
127º. No hay ministros interinos. El Presidente
ministerial: plazo de la República puede encomendar a un ministro que,
con retención de su cartera, se encargue de otra por
impedimento del que la sirve, sin que este encargo
pueda prolongarse por más de treinta días ni trasmitirse
a otros ministros.
ANTECEDENTES
Responsabilidad ministerial
Responsabilidad de
los Ministros
Responsabilidad
solidaria por delitos o
actos violatorios a la 128º. Los ministros son individualmente
Constitución o la ley responsables por sus propios actos y por los actos
en que incurra el
Presidente de la presidenciales que refrendan.
República o que Todos los ministros son solidariamente responsables
acuerde el Consejo de
Ministros por los actos delictivos o violatorios de la Constitución
Excepción: renuncia o de las leyes en que incurra el Presidente de la
inmediata República o que se acuerden en Consejo, aunque
salven su voto, a no ser que renuncien inmediatamente.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Concurrencia de
Ministros al Congreso:
participación en los
debates
Concurrencia al 129º. El Consejo de Ministros en pleno o los
Congreso para ministros por separado pueden concurrir a las sesiones
informar
Estación de preguntas
del Congreso y participar en sus debates con las
mismas prerrogativas que los parlamentarios, salvo la
de votar si no son congresistas.
Concurren también cuando son invitados para informar.
El Presidente del Consejo o uno, por lo menos, de los
ministros concurre periódicamente a las sesiones
plenarias del Congreso para la estación de preguntas.
ANTECEDENTES
CAPÍTULO VI
DE LAS RELACIONES CON EL
PODER LEGISLATIVO
Gobierno
Cuestión de Confianza 130º. Dentro de los treinta días de haber
Convocatoria a asumido sus funciones, el Presidente del Consejo
legislatura
extraordinaria
concurre al Congreso, en compañía de los demás
ministros, para exponer y debatir la política general del
gobierno y las principales medidas que requiere su
gestión. Plantea al efecto cuestión de confianza.
Si el Congreso no está reunido, el Presidente de la
República convoca a legislatura extraordinaria.
TRATADOS INTERNACIONALES
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Art. 2.2.
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
renuncia
Efectos de la
132º. El Congreso hace efectiva la
desaprobación de una responsabilidad política del Consejo de Ministros, o de
iniciativa ministerial los ministros por separado, mediante el voto de censura
o el rechazo de la cuestión de confianza. Esta última
sólo se plantea por iniciativa ministerial.
Toda moción de censura contra el Consejo de Ministros,
o contra cualquiera de los ministros, debe ser
presentada por no menos del veinticinco por ciento del
número legal de congresistas. Se debate y vota entre el
cuarto y el décimo día natural después de su
presentación. Su aprobación requiere del voto de más
de la mitad del número legal de miembros del Congreso.
El Consejo de Ministros, o el ministro censurado, debe
renunciar.
El Presidente de la República acepta la dimisión dentro
de las setenta y dos horas siguientes.
La desaprobación de una iniciativa ministerial no obliga
al ministro a dimitir, salvo que haya hecho cuestión de
confianza de la aprobación.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Congreso puede o no poner a disposición del Fiscal de la Nación al funcionario público una vez
realizado el Antejuicio Político
1. “Puede haber casos en los que el Congreso, sin estimar que hubo conductas de tipo penal por parte de los
altos funcionarios, quienes por tanto no se encuentran en condición de sometimiento a la vía penal, les
imponga empero, sanciones de suspensión, inhabilitación o destitución, tras haber infringido la Norma
Fundamental, y ... [puede] haber casos en los que el Congreso de la República, además de sancionar a
aquellos funcionarios de primer nivel, por infringir la Constitución, disponga concurrentemente y como
consecuencia de haberse determinado su responsabilidad penal, se les ponga a disposición del Fiscal de la
Nación a efectos de promover la denuncia correspondiente en la vía judicial penal...” (Expediente 0340-
1998-AA/TC, Fundamento Jurídico 8).
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Restitución de
facultades al
Congreso disuelto
El nuevo Congreso
sustituye al anterior,
incluso a la Comisión
Permanente 136º. Si las elecciones no se efectúan dentro
El nuevo Congreso del plazo señalado, el Congreso disuelto se reúne de
completa el periodo pleno derecho, recobra sus facultades, y destituye al
constitucional del
Congreso disuelto Consejo de Ministros. Ninguno de los miembros de éste
puede ser nombrado nuevamente ministro durante el
resto del período El Congreso extraordinariamente así elegido sustituye
presidencial. al anterior, incluida la Comisión Permanente, y completa
el período constitucional del Congreso disuelto.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
CAPÍTULO VII
RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN
Régimen de excepción
Prohibición del destierro
Estado de emergencia, en caso de perturbación de la paz o
Estados de excepción: del orden
procedimiento Plazo del estado de emergencia y prórroga
Estado de emergencia: FFAA y control del orden interno
supuestos y derechos Estado de sitio: supuestos y plazo
que pueden restringirse Congreso sesiona de pleno derecho
Prórroga del plazo decretar, por plazo determinado, en todo el territorio
nacional, o en parte de él, y dando cuenta al Congreso o
a la Comisión Permanente, los estados de excepción
que en este artículo se contemplan:
1. Estado de emergencia, en caso de perturbación de
la paz o del orden interno, de catástrofe o de graves
circunstancias que afecten la vida de la Nación. En
esta eventualidad, puede restringirse o suspenderse
el ejercicio de los derechos constitucionales
relativos a la libertad y la seguridad personales, la
inviolabilidad del domicilio, y la libertad de reunión
y de tránsito en el territorio comprendidos en los
incisos 9, 11 y 12 del artículo 2º y en el inciso 24,
apartado f del mismo artículo. En ninguna
circunstancia se puede desterrar a nadie.
El plazo del estado de emergencia no excede de
sesenta días. Su prórroga requiere nuevo decreto.
En estado de emergencia las Fuerzas Armadas
asumen el control del orden interno si así lo
dispone el Presidente de la República.
2. Estado de sitio, en caso de invasión, guerra exterior,
guerra civil, o peligro inminente de que se
137º. El produzcan, con mención de los derechos
Presidente de la fundamentales cuyo ejercicio no se restringe o
República, con acuerdo suspende. El plazo correspondiente no excede de
del Consejo de cuarenta y cinco días. Al decretarse el estado de
Ministros, puede sitio, el Congreso se reúne de pleno derecho. La
prórroga requiere aprobación del Congreso.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
CAPÍTULO VIII
PODER JUDICIAL
Poder Judicial
Potestad de
administrar justicia
Control difuso
138º. La potestad de administrar justicia emana
del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de
sus órganos jerárquicos con arreglo a la Constitución y
a las leyes.
En todo proceso, de existir incompatibilidad entre una
norma constitucional y una norma legal, los jueces
prefieren la primera. Igualmente, prefieren la norma
legal sobre toda otra norma de rango inferior.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Aplicación del control difuso por parte de los jueces del Poder Judicial.
1. ."... cabe precisar que tanto las denominadas «sentencias interpretativas», «sentencias aditivas» o
«sentencias sustitutivas», entre otras, forman parte de una tipología de decisiones que no sólo pueden ser
adoptadas por el Tribunal Constitucional, sino también por los jueces del Poder Judicial en la medida en
que el artículo 138° de la Constitución establece que en todo proceso, de existir incompatibilidad entre una
norma constitucional y una norma legal, los jueces deben preferir la primera. Dicho examen de
compatibilidad comprende la identificación de las opciones normativas que se desprendan de la respectiva
disposición legal y permitan su conservación conforme al marco constitucional.
Es importante destacar que si bien los jueces del Poder Judicial pueden adoptar dichas decisiones, ello no
excluye el seguimiento de los respectivos mecanismos procedimentales existentes dentro del Poder
Judicial para la aplicación del control difuso (artículo 14° de la Ley Orgánica del Poder Judicial y artículo 3°
del Código Procesal Constitucional, según sea el caso), así como la observancia de los criterios vinculantes
que en materia de interpretación constitucional penal realice el Tribunal Constitucional (artículo 201° de la
Constitución, artículo 1° y Primera Disposición Final de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, así
como el artículo VI del Título Preliminar del aludido Código)". (Exp. 00008-2012-AI FJ 61,62)
Restricción de los derechos fundamentales debe ser efectuada por autoridad estatal.
6. "... la ponderación, limitación y/o intromisión a los derechos fundamentales de las personas no puede caer
en manos de particulares, sino que necesariamente debe ser efectuada o autorizada por autoridad estatal,
quien en dicha tarea se encargará de privilegiar la protección de intereses públicos relevantes. En razón de
ello, en el caso de autos, el mecanismo constitucionalmente válido para proceder al desalojo de la
recurrente no es precisamente el corte de los servicios de energía eléctrica y agua, sino el acudir al
proceso judicial correspondiente en donde por seguro se respetarán los derechos fundamentales de la
persona y la dignidad humana". (Exp. 03668-2009-AA FJ 12)
Jueces ordinarios asumen la protección de derechos fundamentales a través de los procesos
judiciales ordinarios
7. "... en la jurisdicción constitucional comparada es pacífico asumir que el primer nivel de protección de los
derechos fundamentales le corresponde a los jueces del Poder Judicial a través de los procesos judiciales
ordinarios. Conforme al artículo 138º de la Constitución, los jueces administran justicia con arreglo a la
Constitución y las leyes, puesto que ellos también garantizan una adecuada protección de los derechos y
libertades reconocidos por la Constitución. Sostener lo contrario significaría afirmar que el amparo es el
único medio para salvaguardar los derechos constitucionales, a pesar de que a través de otros procesos
judiciales también es posible obtener el mismo resultado. De igual modo, debe tenerse presente que todos
los jueces se encuentran vinculados por la Constitución y los tratados internacionales de derechos
humanos; más aún, la Constitución los habilita a efectuar el control difuso conforme a su artículo 138º".
(Exp. 05371-2009-AA FJ 6)
Potestad de impartir justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial.
8. "... cuando el artículo 138º de la Constitución Política del Perú establece que la potestad de impartir
justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos con arreglo
a la Constitución y a las leyes, ello tiene como consecuencia inmediata que ningún órgano, organismo o
entidad que represente o que sea parte de algún poder estatal distinto al peruano y que, por ende, sea
ajeno a la estructura jerarquizada de órganos jurisdiccionales que conforman el Poder Judicial peruano,
pueda interferir en el ejercicio de sus funciones, o vincular o condicionar la actuación de estos. La única
excepción a dicho principio se encuentra establecida en el artículo 205º de nuestra Constitución que
faculta, a quien se considere lesionado en los derechos que la Constitución misma reconoce, a recurrir a
los tribunales u organismos internacionales constituidos según Tratados o Convenios de los que el Perú es
parte.
Al respecto, el Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de señalar que: “…conforme a los principios
de soberanía del pueblo (artículo 45° de la Constitución) y de forma republicana de gobierno, al carácter
social y democrático de nuestro Estado (artículo 43° de la Constitución), y al principio de jerarquía
normativa (artículo 51° de la Constitución), el respeto al sistema de fuentes de nuestro ordenamiento
jurídico, donde se incluyen las decisiones de este Tribunal Constitucional, constituye uno de los valores
preeminentes de todo sistema democrático por donde los poderes públicos y los ciudadanos deben guiar
su conducta por el derecho…” (STC 0168-2005-PC/TC). De modo consecuente con lo hasta aquí expuesto,
cabe afirmar que este Colegiado se encuentra obligado no sólo a ser el guardián de la Constitución, sino a
su vez a resguardar la eficacia del ordenamiento jurídico peruano en su conjunto.
Siendo ello así y conforme al mandato contenido en el artículo 38º de la Constitución, es obligación del
Tribunal Constitucional respetar, defender y hacer cumplir el ordenamiento jurídico nacional, su
organización jurisdiccional, y las normas que establecen o delimitan la competencia establecida por ley
para conocer procesos en las diferentes materias del derecho". (Exp. 05761-2009-HC FJ De 31 a 33)
Libertad de empresa tiene como marco de actuación el modelo económico social de mercado.
10. "... este Colegiado estimó en la sentencia referida que la Constitución garantiza en su artículo 59º la
libertad de empresa. Este derecho “se define como la facultad de poder elegir la organización y efectuar el
desarrollo de una unidad de producción de bienes o prestación de servicios para satisfacer la demanda de
los consumidores o usuarios. La libertad de empresa tiene como marco una actuación económica
autodeterminativa, lo cual implica que el modelo económico social de mercado será el fundamento de su
actuación y, simultáneamente, le impondrá límites a su accionar. Consecuentemente, dicha libertad debe
ser ejercida con sujeción a la ley –siendo sus limitaciones básicas aquellas que derivan de la seguridad, la
higiene, la moralidad o la preservación del medio ambiente-, y su ejercicio deberá respetar los diversos
derechos de carácter socio-económico que la Constitución reconoce” (fundamento 53 de la
sentencia 7320-2005-PA/TC)". (Exp. 00270-2010-AA FJ 6,7)
Juez tiene el deber de preferir a la constitución por sobre una norma cualquiera.
11. "... sobre la solicitud de inaplicación del artículo 294, inciso 10) del Decreto Supremo N° 084-2004-PCM,
Reglamento de la Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, debe tenerse en consideración que de
conformidad con el artículo 138 de la Constitución, “en todo proceso, de existir incompatibilidad entre una
norma constitucional y una norma legal los jueces prefieren la primera”. Ello no es una mera facultad del
juez que puede omitir si lo estima conveniente, sino un deber ordenado por la propia Constitución. Por
consiguiente, el juez en lo contencioso administrativo está obligado a resolver de acuerdo a la
Constitución. Es decir, lo que solicita por medio del amparo ha de tramitarse también en el proceso
contencioso-administrativo". (Exp. 01984-2009-AA FJ 8)
a) Que en el proceso constitucional el objeto de impugnación sea un acto que constituya la aplicación de
una norma considerada inconstitucional.
b) Que la norma a inaplicarse tenga una relación directa, principal e indisoluble con la resolución del caso,
es decir, que ella sea relevante en la resolución de la controversia.
c) Que la norma a inaplicarse resulte evidentemente incompatible con la Constitución, aun luego de
haberse acudido a interpretarla de conformidad con ésta, en virtud del principio enunciado en la Segunda
Disposición General de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional Nº 28301". (Exp. 06730-2006-AA FJ
15,16)
Jueces están vinculados por la Constitución y por los tratados internacionales de derechos
humanos.
19. ."... tal como fuera establecido en el fundamento 5 del referido precedente vinculante, el primer nivel de
protección de los derechos fundamentales le corresponde a los jueces del Poder Judicial a través de los
procesos judiciales ordinarios. Además, los jueces se encuentran vinculados por la Constitución y los
tratados internacionales de derechos humanos, encontrándose habilitados además a efectuar el control
difuso en caso de considerar que una norma no es compatible con la Constitución, de acuerdo al artículo
138º de la Carta Magna, y declararla inaplicable para el caso concreto. Por tanto, no es cierto lo que
afirma el demandante en su recurso de agravio constitucional, obrante a fojas 517, suponiendo que su
demanda en la vía ordinaria laboral no será amparada en vista de que los demandados se sustentan en
una norma reglamentaria que respalda su accionar, dado que no se considera que los jueces no sólo
tienen la facultad sino el deber de analizar tal caso, no solamente a la vista de las leyes y de los
reglamentos, sino y principalmente teniendo como parámetro de dilucidación la Constitución, siendo el
caso que, de detectar que una norma no se ajusta a ella, pueden declarar su inaplicabilidad para el caso
concreto". (Exp. 02942-2007-AA FJ 6)
Autonomía e independencia judicial no pueden ser sujetos a una interpretación formalista del
principio de separación de poderes.
23. ."... la posición constitucional de este Colegiado respecto al Poder Judicial, en tanto que es consecuencia
de lo que la propia Constitución y la ley establecen, no puede ser objeto de cuestionamiento alguno bajo
una interpretación formalista del principio de separación de poderes (artículo 43º) y de la autonomía e
independencia al que hacen referencia los artículos 138º y 139º de la Constitución. Autonomía que, según
jurisprudencia reiterada de este Colegiado (vid. por ejemplo STC0015-2005-AI, fundamento 7) no debe
confundirse con autarquía, pues desde el mismo momento en que aquella le viene atribuida por la
Constitución, su desarrollo debe realizarse con respeto pleno a ese ordenamiento jurídico. La posición
constitucional que ostenta el Tribunal no está ni puede estar, por tanto, librada a la voluntad de algunos
jueces de respetar o no el lugar que ocupa el supremo intérprete de la Constitución en nuestro
ordenamiento jurídico.
Que debe recordarse que el Poder Judicial, cuando ha visto afectada su autonomía presupuestaria frente al
Poder Ejecutivo, también ha recurrido al Tribunal Constitucional, en vía de proceso competencial. En esa
ocasión este Colegiado declaró fundada la demanda (STC 004-2004-CC/TC) y la sentencia no fue objeto
de impugnación alguna por parte del Poder Judicial. El respeto y cumplimiento de las sentencias del
Tribunal no pueden pues, condicionarse al sentido del fallo de las resoluciones de este Colegiado
(cumplirlas si favorecen la expectativa puesta en juego, e incumplirlas si no ocurre así), porque con ello se
generaría, evidentemente, no sólo una justicia parcializada, sino también inseguridad jurídica, y se
fomentaría el incumplimiento de las sentencias; lo que socavaría la vigencia plena de la Constitución y del
ordenamiento jurídico". (Exp. 00006-2006-CC FJ 5,6)
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Todos los fueros especiales reconocidos por la Constitución deben de respetarlas garantías de
la tutela jurisdiccional efectiva y al debido proceso.
4. ."... este Tribunal ha referido que el principio de unidad y exclusividad de la función jurisdiccional está
reconocido en el artículo 139°, inciso 1 de la Constitución, cuando prescribe que: “No existe ni puede
establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la arbitral y la militar. No hay proceso
judicial por comisión o delegación”. La Constitución ha establecido, como regla general, que corresponde
al Poder Judicial el avocamiento único y singular del estudio y solución de los diversos tipos de conflictos
jurídicos (principio de unidad), prohibiéndose al legislador que atribuya la potestad jurisdiccional a órganos
no conformantes del Poder Judicial (principio de exclusividad).
Que sin embargo, el artículo 139º, inciso 1 de nuestro ordenamiento constitucional consagra la naturaleza
excepcional de la jurisdicción arbitral, lo que determina que, en el actual contexto, el justiciable tenga la
facultad de recurrir ante el órgano jurisdiccional del Estado para demandar justicia, pero también ante una
justicia privada. Es oportuno mencionar que el reconocimiento constitucional de fueros especiales, a saber,
militar y arbitral (inciso 1 del artículo 139°); constitucional (artículo 202°) y electoral (artículo 178º),
además de extenderse a las de comunidades Campesinas y Nativas (artículo 149°), no vulnera el principio
de igualdad ante la ley, previsto en el inciso 2 del artículo 2° de la Constitución; siempre que dichos
ámbitos aseguren al justiciable todas las garantías vinculadas al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva.
Que la naturaleza de jurisdicción independiente que posee el arbitraje, no significa que establezca el
ejercicio de sus atribuciones con inobservancia de los principios constitucionales que informan la actividad
de todo órgano que administra justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la función
jurisdiccional, así como los principios y derechos de la función jurisdiccional.
Que nuestro ordenamiento jurídico prevé el proceso de ejecución de laudo arbitral como el mecanismo
cuyo fin es hacer cumplir los dispuesto en un laudo arbitral donde se han respetado los derechos
constitucionales inherentes al desarrollo de un proceso judicial". (Exp. 02129-2009-AA FJ De 6 a 9)
Sala Suprema Penal Militar se rige bajo el régimen disciplinario del Poder Judicial
6. "... si el Legislador ha optado por crear una Sala Suprema Penal Militar dentro de la Corte Suprema de
Justicia de la República, entonces esta Sala debe someterse al régimen disciplinario existente dentro del
Poder Judicial y no como han establecido las disposiciones cuestionadas al permitir la coexistencia dé dos
regímenes disciplinarios dentro del Poder Judicial: uno para los miembros de la Sala Suprema Penal Militar
Policial, y otro para el resto de órganos jurisdiccionales del Poder Judicial, fragmentando de este modo la
unidad de la función jurisdiccional de éste órgano constitucional. En suma, el Tribunal Constitucional
estima que el párrafo 77.1 es inconstitucional por vulnerar el principio de unidad de la función
jurisdiccional". (Exp. 00006-2006-AI FJ 38)
Independencia en el
ejercicio de la función
jurisdiccional
Avocamiento indebido
Respeto de la cosa 139º. Son principios y derechos de la función
juzgada jurisdiccional:
Límites al derecho de
gracia
2. La independencia en el ejercicio de la función
jurisdiccional.
Ninguna autoridad puede avocarse a causas
pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir
en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede
dejar sin efecto resoluciones que han pasado en
autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos
en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su
ejecución. Estas disposiciones no afectan el
derecho de gracia ni la facultad de investigación del
Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo,
interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte
efecto jurisdiccional alguno.
ANTECEDENTES
Dimensión objetiva y dimensión subjetiva del derecho a ser juzgado por un juez imparcial.
3. "Por lo que se refiere al derecho a ser juzgado por un juez imparcial, el Tribunal ha precisado que éste
posee dos dimensiones; a saber: 1) Imparcialidad subjetiva. Se refiere a evitar cualquier tipo de
compromiso que pudiera tener el juez con las partes procesales o en el resultado del proceso, y, 2)
Imparcialidad objetiva. Referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la estructura del
sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes garantías para despejar
cualquier duda razonable (Exp. Nº 004-2006-PI/TC, fundamento 20).
En el caso de autos, el favorecido sostiene que no se ha respetado la garantía de imparcialidad del juez
que conoce la causa que se le sigue, por cuanto existen muchas denuncias en su contra. Sin embargo, del
texto de la demanda se advierte que el recurrente fundamenta su pretensión en una situación que él
mismo ha generado, pues en la demanda se observa que se trataría de procesos constitucionales que él
mismo propició a favor de sus patrocinados, recaídos en los Expedientes Nos 2008-0075-P y 2009-0025.C,
por lo que tal extremo debe desestimarse". (Exp. 00849-2011-HC FJ 7)
El derecho a ser juzgado por un juez imparcial debe ser también debe ser empleado en los
procedimientos arbitrales.
5. "El cuestionamiento acerca de si el derecho a ser juzgado por un juez imparcial también puede
titularizarse en el ámbito de un procedimiento arbitral ha sido resuelto afirmativamente por este
Colegiado. Así, en la STC Nº 3361-2004-AA/TC se afirmó que “el derecho a la tutela procesal efectiva no
sólo tiene un ámbito limitado de aplicación, que se reduce a sede judicial. Se emplea en todo
procedimiento en el que una persona tiene derecho al respeto de resguardos mínimos para que la
resolución final sea congruente con los hechos que la sustenten”.
En tanto que derecho fundamental, el derecho a un juez imparcial tiene un contenido constitucionalmente
protegido. Ese contenido, como ya se dijo, está relacionado con aquello que este Colegiado ha identificado
como las dos vertientes de la imparcialidad, a saber: la imparcialidad subjetiva y la imparcialidad
objetiva.
En lo que respecta a la imparcialidad subjetiva, ésta se refiere a cualquier compromiso que pudiera tener
el juez con las partes procesales o con el resultado del proceso. Desde esta perspectiva, el derecho a un
juez imparcial garantiza que una persona no sea sometida a un proceso o procedimiento en el que el juez,
o quien está llamado a decidir sobre la cuestión litigiosa, tenga algún tipo de compromiso con alguna de
las partes o con el resultado del mismo. (STC Nº 00197-2010-PA/TC, fundamento 16).
Al lado de la dimensión subjetiva, este Colegiado también ha destacado que el principio de imparcialidad
tiene una dimensión objetiva referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la estructura del
sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema no ofrece suficientes garantías para desterrar
cualquier duda razonable (STC N.° 00197-2010-PA/TC, fundamento 17).
Asimismo este Tribunal, sobre la teoría apariencia y su relación con el principio de imparcialidad, ha
expuesto, siguiendo la línea jurisprudencial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que “Un Tribunal
no podría, sin embargo, contentarse con las conclusiones obtenidas desde una óptica puramente
subjetiva; hay que tener igualmente en cuenta consideraciones de carácter funcional y orgánico
(perspectiva objetiva). En esta materia, incluso las apariencias pueden revestir importancia (...) debe
recusarse todo juicio del que se pueda legítimamente temer una falta de imparcialidad. Esto se deriva de
la confianza que los tribunales de una sociedad democrática deben inspirar a los justiciables (...)” (Caso
De Cubber contra Bélgica, del 26 de octubre de 1984; STC Nº 00023-2003-AI/TC y STC Nº 0004-2006-
PI/TC); Así, las garantías derivadas del derecho a ser juzgado por un juez arbitral imparcial son
plenamente aplicables, incluso bajo la teoría de la apariencia, cuando el nombramiento de los miembros
(alguno o algunos) del tribunal arbitral la efectúa una institución ajena a las partes del convenio que
permite su constitución (STC Nº 6149-2006-AA/TC, fundamento 62)". (Exp. 02851-2010-AA FJ De 19 a
23)
Independencia judicial se determina por el status que les otorgue la ley en el desempeño de sus
10. "El Tribunal Constitucional de España ha señalado, en reiterada jurisprudencia, que la independencia
judicial de los magistrados no se determina por su origen o forma de nombramiento, sino por el estatuto
jurídico que les otorgue la ley en el desempeño de sus funciones: “El principio de independencia judicial no
viene, en efecto, determinado por el origen de los llamados a ejercer funciones jurisdiccionales, sino
precisamente por el status que les otorgue la ley en el desempeño de las mismas. Son precisamente las
alegaciones expuestas en relación con dicho estatuto jurídico las que deben ser, finalmente, objeto de
consideración.” (Subrayado agregado) [Tribunal Constitucional de España. Sentencia Nº 204/1994, FJ 8.].
En tal sentido, el Colegiado español considera que la garantía de independencia de los llamados a ejercer
funciones jurisdiccionales no está determinada por su origen, sino por las garantías que le brinde la ley
para el desempeño de dichas funciones.
Como se puede apreciar, no atenta per se contra el principio de independencia judicial el hecho de que los
jueces sean nombrados por órganos políticos. Al respecto, cabe recordar que este Tribunal Constitucional
es nombrado por el Congreso de la República y ello no es óbice para que desarrolle sus funciones con
pleno respeto de los principios de independencia e imparcialidad judicial. Estos principios,
independientemente del sistema de nombramiento que se adopte, tienen que ser asegurados mediante un
estatuto jurídico que blinde al juez de cualquier tipo de interferencia externa.
Conforme a los artículos 10º y 13º de la Ley N.º 29182, el nombramiento de los jueces del FMP se lleva a
cabo previa evaluación curricular y concurso de méritos: “Artículo 10.- Nombramiento de Vocales del
Tribunal Supremo Militar Policial: Los Vocales del Tribunal Supremo Militar Policial son nombrados por el
Presidente de la República, a propuesta de la Sala Plena, previa evaluación, concurso de méritos y
mediante ternas, entre los oficiales en actividad del Cuerpo Jurídico Militar Policial.
Artículo 13.- Competencia y funciones administrativas: Compete al Tribunal Supremo Militar Policial, en el
ámbito de sus funciones de gobierno y administración: (…) 2. Designar a los Jueces de los Juzgados
Militares Policiales y a los Vocales de los Tribunales Superiores Militares Policiales, procedentes del Cuerpo
Jurídico Militar Policial, previo concurso de méritos y evaluación curricular.
Estas normas guardan concordancia con lo señalado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
respecto al sistema de nombramiento de los jueces: “(…) se debe seleccionar a los jueces exclusivamente
por el mérito personal y su capacidad profesional, a través de mecanismos objetivos de selección y
permanencia que tengan en cuenta la singularidad y especificidad de las funciones que se van a
desempeñar.” (Subrayado agregado) [Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Reverón Trujillo
vs. Venezuela. Sentencia de Fondo, párrafo 68.]
En consecuencia, el Tribunal Constitucional considera que el sistema de nombramiento de los jueces del
FMP no es incompatible con los principios de independencia e imparcialidad judicial.
Así las cosas, se tiene que el sistema de nombramiento adoptado por la Ley Nº 29182 guarda estricta
observancia con lo establecido por los organismos internacionales antes mencionados, así como con la
jurisprudencia de este Tribunal Constitucional. El tema referido a la elección de dichos magistrados es
coherente y lógico. Su aplicación no está, de modo alguno, sujeta a aspectos subjetivos. El orden de
méritos exigido, así como la capacidad profesional de dichas personas, está presente en todo el proceso de
elección". (Exp. 00001-2009-AI FJ De 50 a 54)
Resolución judicial que no se pronuncia sobre el fondo no puede adquirir la autoridad de cosa
juzgada.
12. "El artículo 139.2 de la Constitución Política del Perú reconoce el derecho a la cosa juzgada. Según éste:
“Son principios y derechos de la función jurisdiccional: 2. La independencia en el ejercicio de la función
jurisdiccional. Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni
interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en
autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su
ejecución. Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de investigación del Congreso,
cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte efecto
jurisdiccional alguno”.
Así también, en la STC Nº 4587-2004-AA/TC este Tribunal destacó que el contenido constitucionalmente
protegido de este derecho “(…) garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a que las
resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante medios
impugnatorios, ya sea porque éstos hayan sido agotados o que haya transcurrido el plazo para
impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal condición,
no pueda ser dejado sin efecto ni modificado”.
Es decir, para que una resolución judicial se encuentre dentro del ámbito de protección del derecho
constitucional a la cosa juzgada, no basta con que ostente el carácter de firmeza, es decir que contra ella
se haya agotado los medios impugnatorios disponibles, sino que debe tratarse de una resolución que
contenga un pronunciamiento sobre el fondo del asunto. En el caso de autos, si bien es cierto que la
resolución judicial impugnada ostenta firmeza, no tiene en cambio por contenido un pronunciamiento
sobre el fondo del asunto, sino que está referida al pronunciamiento emitido por los vocales emplazados
respecto a la solicitud de desafectación de una medida cautelar de embargo en forma de inscripción.
Se trata pues de un pronunciamiento respecto del cual no es posible derivar los efectos de una resolución
con calidad de cosa juzgada por cuanto las medidas cautelares se caracterizan por ser instrumentales y
provisionales, siendo que su otorgamiento depende de la existencia de circunstancias concretas que ponen
en peligro la eficacia de la sentencia a ser emitida al final del proceso. Por tanto si las medidas cautelares
no tienen un carácter permanente sino temporal por que su subsistencia depende de la permanencia de
dichas circunstancias a lo largo del proceso, extinguiéndose de pleno derecho una vez emitida la
sentencia. Por lo tanto, dicho extremo de la demanda debe ser desestimado toda vez que la resolución
judicial impugnada no es una resolución revestida con el carácter de cosa juzgada". (Exp. 00079-2008-AA
FJ De 7 a 10)
Declaración de invalidez de una resolución judicial no afecta la cosa juzgada debido a que es
inexistente
16. "Este Tribunal en la sentencia recaída en el Exp. Nº0006-2006-CC refirió que la Constitución garantiza, a
través de su artículo 139º, inciso 2, la cosa juzgada que se configura como aquella sentencia final que se
pronuncia sobre el fondo de la controversia jurídica, de conformidad con el orden objetivo de valores, con
los principios constitucionales y con los derechos fundamentales, y de acuerdo con la interpretación que
haya realizado el Tribunal Constitucional de las leyes, o de toda norma con rango de ley, o de los
reglamentos y de sus precedentes vinculantes, como lo prescriben los artículos VI y VII del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, respectivamente. Sólo de esa manera un ordenamiento
constitucional puede garantizar a la ciudadanía la certeza jurídica y la predictibilidad de las decisiones
jurisdiccionales.
El hecho de que como consecuencia de la reparación del derecho de defensa de la recurrente quede
insubsistente la sentencia que declaró fundada la demanda de doña Rosana Monterola Abregú, no infringe
el principio de cosa juzgada. En efecto, las resoluciones judiciales detentan el atributo de cosa juzgada si y
sólo si constituyen resoluciones válidas. En consecuencia, si una resolución no es válida, entonces, carece
del atributo de cosa juzgada; por tanto, la declaración de su invalidez, por definición, no puede afectar la
cosa juzgada simplemente porque ésta no existe.
Ahora bien, una resolución judicial es válida cuando, entre otras exigencias, proviene de un proceso en el
que se ha observado plenamente el derecho al debido proceso y aquellos que lo componen, como el caso
del derecho de defensa. Dicho en otros términos, la observancia de estos derechos constituye condición de
validez del propio proceso y de los actos procesales que en él tienen lugar. En consecuencia, si en un
proceso no se ha observado el derecho de defensa o alguno otro que hace parte del debido proceso, aquél
y las resoluciones en él expedidas devienen en actos nulos, en resoluciones inválidas". (Exp. 03400-2008-
AA FJ De 8 a 10)
Ninguna autoridad puede dejar sin efecto una resolución con autoridad de cosa juzgada
18. "Se tiene así un conflicto entre disposiciones constitucionales que debe ser resuelto por el Tribunal,
recurriendo al principio de concordancia práctica a efectos de no autorizar o convalidar una limitación
arbitraria en el ámbito de alguno de los derechos en cuestión. Se trata, en concreto, de resolver un
conflicto entre el principio-derecho a que, “ninguna autoridad (…)” pueda “(…)dejar sin efecto resoluciones
que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias
ni retardar su ejecución, contenido en el artículo 139.2 de la Constitución y; de otro lado, las finalidades
que estaría persiguiendo el legislador a través de la referida ley y que deben ser analizados en seguida
para determinar, con mayor precisión, si tales finalidades revisten dimensión constitucional y si, tales
derechos o principios que estarían siendo favorecidos con dicha intervención en el ámbito prima facie
protegido por el principio-derecho de la cosa juzgada, autorizan la restricción que en efecto se estaría
produciendo en el ámbito del derecho alegado por el recurrente. Establecer una relación de prevalencia
entre tales derechos en conflicto en el caso concreto, supone sin embargo, como premisa previa,
establecer con precisión el significado constitucional de los derechos y principios que serán luego objeto de
ponderación". (Exp. 00579-2008-AA FJ 14)
c) La nueva persecución penal debe sustentarse en la infracción del mismo bien jurídico que motivó la
primera resolución de absolución o condena". (Exp. 00286-2008-HC FJ De 3 a 8)
Independencia judicial
20. "... constituye un requisito para que se configure la exigencia del órgano jurisdiccional de aplicar el mismo
criterio en dos casos similares derivado del principio de igualdad, que se trate del mismo juez, ya que en
caso contrario se estaría atentando contra el principio de autonomía judicial, reconocido en el artículo 139,
inciso 2 de la Constitución. Como lo ha señalado este Tribunal Constitucional: “La independencia judicial
debe ser entendida como aquella capacidad autodeterminativa para proceder a la declaración del derecho,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, dentro de los marcos que fijan la Constitución y la Ley”.
Ello resulta congruente con lo dispuesto en el artículo 146, inciso 1 de la Constitución en el sentido de
que: “El Estado garantiza a los magistrados judiciales: 1.Su independencia. Sólo están sometidos a la
Constitución y la ley (...)”. Ello no implica desde luego, que resulte vulneratorio de la independencia
judicial la existencia de resoluciones jurisdiccionales con carácter normativo, como las resoluciones que el
Tribunal Constitucional expida en materia de inconstitucionalidad, los precedentes vinculantes (artículo VII
del Código Procesal Constitucional) y en general la interpretación de los preceptos y principios
constitucionales que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional (artículo VI in fine
del Código Procesal Constitucional), así como los precedentes vinculantes que emiten las salas penales de
la Corte Suprema (artículo 301-A del Código de Procedimientos Penales) y los plenos casatorios en materia
civil (artículo 400 del Código Procesal Civil), toda vez que por su carácter normativo tienen efectos
similares a los de la ley (Cfr. Exp. Nº 0024-2003-AI/TC)". (Exp. 02593-2006-HC FJ 6,7)
Debido proceso
Tutela jurisdiccional
Jurisdicción
predeterminada por
ley
Prohibición de jueces
de excepción
139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela
jurisdiccional.
Ninguna persona puede ser desviada de la
jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a
procedimiento juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción
distinto de los ni por comisiones especiales creadas al efecto,
previamente cualquiera sea su denominación.
establecidos, ni
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Principio de congruencia.
2. "El principio de congruencia es uno que rige la actividad procesal, obligando al órgano jurisdiccional a
pronunciarse sobre las pretensiones postuladas por los justiciables". (Exp. 03159-2012-AA FJ 8)
Garantías mínimas del debido proceso deben observarse en sede jurisdiccional, administrativa
sancionatoria, corporativa y parlamentaria.
3. "... las garantías mínimas del debido proceso deben observarse no solo en sede jurisdiccional, sino
también en la administrativa sancionatoria, corporativa y parlamentaria. Así lo estableció la Corte
Interamericana en la sentencia recaida en el caso del Tribunal Constitucional vs. Perú, de fecha 31 de
enero de 2001, cuando enfatizó que “[s]i bien el artículo 8 de la Convención Americana se titula ‘Garantías
Judiciales’, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, ‘sino el conjunto de
requisitos que deben observarse en las instancias procesales’ a efecto de que las personas puedan
defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos” precisando que “el elenco de garantías mínimas establecido en el numeral 2 del mismo precepto
se aplica también a [l]os órdenes [civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter: corporativo y
parlamentario] y, por ende, en ese tipo de materias el individuo tiene también el derecho, en general, al
debido proceso que se aplica en materia penal”.
En sentido similar, en la sentencia del Caso Ivcher Bronstein vs. Perú, de fecha 6 de febrero de 2001, la
Corte Interamericana destacó que todos los órganos que ejerzan funciones de naturaleza materialmente
jurisdiccional, sean penales o no, tienen el deber de adoptar decisiones justas basadas en el respeto pleno
a las garantías del debido proceso establecidas en el artículo 8º de la Convención Americana; ello debido a
que las sanciones administrativas, disciplinarias o de naturaleza análoga son, como las penales, una
expresión del poder punitivo del Estado y que tienen, en ocasiones, naturaleza similar a la de éstas (Cfr.
Corte IDH. Caso López Mendoza vs. Venezuela, sentencia del 1 de septiembre de 2011).
De modo que cualquiera que sea la actuación u omisión de los órganos estatales o particulares dentro de
un proceso o procedimiento, sea jurisdiccional, administrativo sancionatorio, corporativo o parlamentario,
se debe respetar el derecho al debido proceso. En la sentencia del Caso Baena Ricardo y otros vs. Panamá,
de fecha 2 de febrero de 2001, la Corte Interamericana enfatizó el respeto del debido proceso en sede
administrativa sancionatoria, al precisar que `no puede la administración dictar actos administrativos
sancionatorios sin otorgar a los sancionados la garantía del debido proceso´, por cuanto `[e]s un derecho
humano el obtener todas las garantías que permitan alcanzar decisiones justas, no estando la
administración excluida de cumplir con este deber´.
En sede parlamentaria, este derecho debe ser respetado no solo en los procedimientos de antejuicio y de
juicio político, sino también en las actuaciones de las Comisiones Investigadoras o de las Comisiones
Ordinarias que reciben el encargo expreso del Pleno del Congreso de la República; y merece una tutela
reforzada, en tanto que el Congreso de la República decide por mayoría y actúa por criterios basados en la
oportunidad y conveniencia, es decir, que su actuación y canon de control es de carácter subjetivo porque
no ejerce función jurisdiccional propiamente dicha". (Exp. 00156-2012-HC FJ De 2 a 4)
Derecho al debido proceso se extiende a cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de
carácter materialmente jurisdiccional.
4. "Con respecto a la vulneración del debido procedimiento administrativo, es pertinente recordar que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, con relación al derecho al debido proceso, ha sostenido que
éste se extiende a “cualquier órgano del Estado que ejerza funciones de carácter materialmente
jurisdiccional, (la que) tiene la obligación de adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido
proceso legal, en los términos del artículo 8° de la Convención Americana” (Caso Tribunal Constitucional
del Perú, párrafo 71). En sentido similar, la Corte Interamericana ha sostenido –en doctrina que ha hecho
suya este Colegiado en la STC 02050-2002-AA/TC– que “si bien el artículo 8° de la Convención Americana
se titula ´Garantías Judiciales´, su aplicación no se limita a los recursos judiciales en sentido estricto, sino
al conjunto de requisitos que deben observarse en las instancias procesales, a efectos de que las personas
puedan defenderse adecuadamente ante cualquier tipo de acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos” (párrafo 69).
En efecto, el debido proceso está concebido como el cumplimiento de todas las garantías, requisitos y
normas de orden público que deben observarse en las instancias procesales de todos los procedimientos,
incluidos los administrativos, a fin de que las personas estén en condiciones de defender adecuadamente
sus derechos ante cualquier acto del Estado que pueda afectarlos. Vale decir que cualquier actuación u
omisión de los órganos estatales dentro de un proceso, sea éste administrativo –como en el caso de
autos–, o jurisdiccional, debe respetar el debido proceso legal.
En tal sentido, este Colegiado considera que la actuación de la Administración Tributaria ha vulnerado el
derecho al debido procedimiento administrativo, por cuanto no debió someter los productos importados de
acero de la Sociedad demandante a un procedimiento de extracción y análisis de muestras del producto
terminado, ni menos utilizar en forma arbitraria el método de análisis del producto, ya que, por la
naturaleza de los productos, no cabía que sean sometidos al procedimiento citado". (Exp. 00452-2012-AA
FJ 18,19)
Extremos dentro de los cuales transcurre el plazo razonable del proceso penal (dies a quo y
dies ad quem)
8. "Una de las cuestiones que plantea el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable es la de
determinar los extremos dentro de los que transcurre el plazo razonable del proceso penal, es decir, el
momento en que comienza (dies a quo) y el instante en que debe concluir (dies ad quem).
Con relación al dies a quo del plazo razonable del proceso penal, la Corte IDH en la sentencia del Caso
Suárez Rosero vs. Ecuador, precisó que el plazo comienza a computarse desde la fecha de la aprehensión
del imputado (detención judicial preventiva), por ser el primer acto del proceso penal. En tal sentido, la
Corte IDH subrayó que: “70. (…) En el presente caso, el primer acto del procedimiento lo constituye la
aprehensión del señor Suárez Rosero el 23 de junio de 1992 y, por lo tanto, a partir de ese momento debe
comenzar a apreciarse el plazo”.
Complementando ello, la Corte IDH en la sentencia del Caso Tibi vs. Ecuador, de fecha 7 de septiembre de
2004, estableció que cuando no ha habido aprehensión del imputado, pero se halla en marcha un proceso
penal, el dies a quo debe contarse a partir del momento en que la autoridad judicial toma conocimiento del
caso. Así, la Corte IDH señaló que: “168. (…) La Corte se pronunció en el sentido de que, en materia
penal, el plazo comienza en la fecha de la aprehensión del individuo. Cuando no es aplicable esta medida,
pero se halla en marcha un proceso penal, dicho plazo debiera contarse a partir del momento en que la
autoridad judicial toma conocimiento del caso”.
En sentido similar, el TEDH en las sentencias de los Casos Eckle contra Alemania, de fecha 15 de julio de
1982, y López Sole y Martín de Vargas contra España, de fecha 28 de octubre de 2003, ha precisado que
el dies a quo del plazo razonable del proceso penal empieza en el momento en que una persona se
encuentra formalmente acusada o cuando las sospechas de las que es objeto tienen repercusiones
importantes en su situación jurídica (personal o patrimonial), en razón a las medidas de coerción procesal
adoptadas por la autoridad competente o a las diligencias preliminares realizadas.
Con relación al dies ad quem, la Corte IDH en la sentencia del Caso Suárez Rosero vs. Ecuador estableció
que el proceso penal termina cuando se dicta sentencia definitiva y firme en el asunto, con lo cual se
agota la jurisdicción, y que dicho plazo debe comprender todo el procedimiento, incluyendo los recursos de
instancia que pudieran eventualmente presentarse. En esta línea, la Corte IDH siguiendo la jurisprudencia
del TEDH, precisó que: “71. (…) el proceso termina cuando se dicta sentencia definitiva y firme en el
asunto, con lo cual se agota la jurisdicción (cf. Cour eur. D.H., arrêt Guincho du 10 juillet 1984, série A nº
81, párr. 29) y que, particularmente en materia penal, dicho plazo debe comprender todo el
procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran eventualmente presentarse”.
Sobre el mismo tema, la Corte IDH en la sentencia del Caso Valle Jaramillo y otros vs. Colombia, reiteró
que: “154. La razonabilidad de dicho retraso se debe analizar de conformidad con el “plazo razonable” al
que se refiere el artículo 8.1 de la Convención, el cual se debe apreciar en relación con la duración total
del procedimiento que se desarrolla hasta que se dicta sentencia definitiva”.
En sentido similar, cabe destacar que el Comité de Derechos Humanos de las Organización de las Naciones
Unidas –interpretando el artículo 14.3.c del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos– en la
Observación General Nº 13, ha enfatizado que el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable es
una garantía que: “10. (…) se refiere no sólo al momento en que debe comenzar un proceso sino también
a aquel en que debe concluir y pronunciarse la sentencia; todas las fases del proceso deben celebrarse
"sin dilación indebida". Con objeto de que este derecho sea eficaz, debe disponerse de un procedimiento
para garantizar que el proceso se celebre "sin dilación indebida", tanto en primera instancia como en
apelación”.
De la jurisprudencia reseñada de la Corte IDH, puede concluirse que la afectación del derecho a ser
juzgado dentro de un plazo razonable, se debe apreciar en relación con la duración total del proceso penal
que se desarrolla en contra de cierto imputado (análisis global del procedimiento), hasta que se dicta
sentencia definitiva y firme (dies ad quem), incluyendo los recursos de instancia que pudieran
eventualmente presentarse. Así lo ha entendido también este Tribunal Constitucional (Exp. Nº 5350-2009-
HC/TC)". (Exp. 04144-2011-HC FJ De 5 a 11)
Justicia ordinaria es quien determina la trascendencia del medio probatorio.
9. "El Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha precisado que no es instancia en la que pueda
dictarse pronunciamiento tendiente a determinar si existe, o no, responsabilidad penal de los inculpados,
ni tampoco calificar el tipo penal en que estos hubieran incurrido, toda vez que tales atribuciones son
exclusivas de la jurisdicción penal ordinaria, por lo que el cuestionamiento de que la conducta del
recurrente no se adecúa al tipo penal de receptación aduanera sino que constituiría una infracción al
cumplimiento de sus deberes de funcionario y que al declararse fundada la demanda se lo absuelva,
excede el objeto de los procesos constitucionales de la libertad así como de los derechos tutelados por el
hábeas corpus, siendo en este extremo de aplicación el artículo 5°, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional.
El Tribunal Constitucional en la STC 06065-2009-PHC/TC, Caso Pablo Contreras Calderón, ha reiterado que
se vulnera el derecho a probar cuando habiéndose dispuesto en el propio proceso la actuación o la
incorporación de determinado medio probatorio, ello no es llevado a cabo (cfr. Exps. Nos 6075-2005-
PHC/TC, 00862-2008-PHC/TC). No obstante el criterio referido, este Colegiado advierte que si bien dicha
omisión resulta prima facie atentatoria del debido proceso, puede darse el caso de que el medio probatorio
no tenga una relevancia tal que amerite la anulación de lo actuado, en atención, por ejemplo, a la
valoración de otros medios de prueba, lo que no es más que una manifestación del principio de
trascendencia que informa la nulidad procesal (cfr. Exps. Nº 0271-2003-AA aclaración, 0294-2009-AA fund
15, entre otros). Naturalmente, es la justicia ordinaria la que en primer lugar evalúa la trascendencia del
medio probatorio, a fin de determinar si procede o no a la anulación de lo actuado". (Exp. 02277-2011-HC
FJ 3,4)
Derecho a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada por la ley como manifestación del
derecho a la tutela procesal efectiva.
12. "El segundo párrafo del inciso 3) del artículo 139º de la Constitución consagra el derecho a no ser
desviado de la jurisdicción predeterminada por la ley. Dicho atributo es una manifestación del derecho al
“debido proceso legal” o lo que con más propiedad se denomina “tutela procesal efectiva”. Por su parte, el
artículo 8.1º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece que “[t]oda persona tiene
derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley (…)”.
El contenido de este derecho plantea dos exigencias muy concretas: en primer lugar, que quien juzgue sea
un juez u órgano con potestad jurisdiccional, garantizándose así la interdicción de ser enjuiciado por un
juez excepcional o por una comisión especial creada exprofesamente para desarrollar funciones
jurisdiccionales o que dicho juzgamiento pueda realizarse por comisión o delegación, o que cualquiera de
los poderes públicos pueda avocarse al conocimiento de un asunto que debe ser ventilado ante un órgano
jurisdiccional; y, en segundo lugar, que la jurisdicción y competencia del juez sean predeterminadas por la
ley, lo que comporta que dicha asignación debe haberse realizado con anterioridad al inicio del proceso y
que tales reglas estén previstas en una ley orgánica, conforme se desprende de una interpretación
sistemática de los artículos 139º inciso 3 y 106º de la Constitución [STC Nº 0290-2002-PHC/TC,
fundamento 8].
En adición a ello este Tribunal ha entendido que el derecho a no ser desviado de la jurisdicción
preestablecida por la ley participa de la condición de un derecho de configuración legal, por lo que
corresponde al legislador establecer los criterios de competencia judicial por medio de una ley orgánica,
que concretice su contenido constitucionalmente protegido [STC Nº 01934-2003-HC/TC, fundamento 6].
Desde esa perspectiva es de verse que el contenido constitucionalmente protegido del derecho al juez
predeterminado por la ley o “juez natural” alude principalmente a aquellas condiciones que debe reunir en
abstracto el órgano encargado de impartir justicia en cada caso concreto, siendo por tanto la constatación
de su agravio un asunto de mero análisis normativo.
Sin embargo a juicio de este Tribunal, una adecuada protección del mencionado derecho pasa
necesariamente por ir más allá del respeto formal de su contenido, pues tan importante como que la
potestad jurisdiccional y la competencia vengan asignadas previamente, es que dicha asignación sea
respetada escrupulosamente por los órganos jurisdiccionales en los asuntos que son sometidos a su
conocimiento. En efecto, de nada serviría que las leyes de la materia otorguen potestad jurisdiccional a los
órganos correspondientes y definan su competencia con anterioridad al inicio de los procesos si es que
finalmente dichas atribuciones pueden ser desconocidas al momento de ser ejercidas en el caso concreto.
En tal sentido este Colegiado estima que la violación o inobservancia de las reglas de competencia
previamente establecidas en la ley, en el contexto de un determinado proceso judicial, constituye un
asunto de innegable relevancia constitucional que merece ser tutelado a través del proceso de amparo,
por tratarse de afectaciones manifiestas del derecho constitucional al juez predeterminado por la ley".
(Exp. 00813-2011-AA FJ De 12 a 16)
Reformatio in peius.
13. "El Tribunal Constitucional, en el Expediente N° 1553-2003-HC/TC, ha señalado que la interdicción de la
reformatio in peius es una garantía del debido proceso implícita en nuestro texto constitucional, la cual se
relaciona con los derechos de defensa y de interponer recursos impugnatorios. De acuerdo con dicha
garantía, el órgano jurisdiccional que conoce de un proceso en segunda instancia no puede empeorar la
situación del recurrente en caso de que sólo este hubiese recurrido la resolución emitida en primera
instancia.
Al respecto, el Tribunal Constitucional ya ha dejado establecida su posición, señalando que en materia
penal la interposición de un medio impugnatorio, aparte de determinar la competencia del órgano judicial
superior, también lleva implícitas dos prohibiciones: a) la de modificar arbitrariamente el ilícito penal por el
cual se le está sometiendo a una persona a proceso; b) aumentar la pena inicialmente impuesta si es que
ningún otro sujeto procesal, a excepción del representante del Ministerio Público, hubiera hecho ejercicio
de los medios impugnatorios (STC 1258-2005-HC/TC, fundamento 9)". (Exp. 04290-2010-HC FJ 2,3)
Anomalía en la notificación de un acto procesal no implica , per se, violación de los derechos al
debido proceso.
15. "Respecto a la falta de notificación del auto de apertura de instrucción, el Tribual Constitucional precisó en
el Expediente Nº 4304-2004-AA/TC, que la notificación es un acto procesal cuyo cuestionamiento o
anomalía no genera, per se, violación de los derechos al debido proceso o a la tutela procesal efectiva;
para que ello ocurra resulta indispensable la constatación o acreditación indubitable por parte de quien
alega la violación de debido proceso, de que con la falta de una debida notificación se ha visto afectado de
modo real y concreto el derecho de defensa u otro derecho constitucional directamente implicado en el
caso concreto. Esto se entiende desde la perspectiva de que los procesos constitucionales no son una
instancia a la que pueden extenderse las nulidades o impugnaciones del proceso judicial ordinario, ni
pueden convertirse en un medio para la articulación de estrategias de defensa luego de que una de las
partes haya sido vencida en un proceso judicial" (Exp. 04503-2011-HC FJ 4)
Publicidad de los
procesos
Procesos por
responsabilidad de
funcionarios públicos 139º. Son principios y derechos de la función
Procesos por delitos jurisdiccional:
cometidos por medio
de la prensa
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición
contraria de la ley.
Los procesos judiciales por responsabilidad de
funcionarios públicos, y por los delitos cometidos
por medio de la prensa y los que se refieren a
derechos fundamentales garantizados por la
Constitución, son siempre públicos.
ANTECEDENTES
Deben brindarse facilidades para que el ciudadano tenga contacto directo en el desarrollo de
los procesos judiciales
2. "Nadie duda de la existencia de un proceso público, tal como lo ha establecido la Norma Fundamental
[artículo 139º, inciso 4)]. Todas las personas, salvo las restricciones impuestas normativamente, deben
conocer lo que pasa en los procesos judiciales, y para ello debe brindarse las mayores facilidades al
ciudadano para tener ese contacto con el proceso, ya sea al permitir el acceso de un expediente o al
conocer las opiniones de las partes gracias a los medios de comunicación. La salvaguarda señalada en el
fundamento anterior no admite que sean los jueces los que están informando constantemente sobre lo que
pasa en el proceso o que puedan dar a conocer su razonamiento, al significar esto en el fondo un adelanto
de opinión. Los jueces hablan a través de su trabajo jurisdiccional. Lo contrario desdeciría la esencia del
proceso y de los fines que estos cumplen dentro del Estado constitucional, poniendo en riesgo la justicia
misma y la posible ejecución de las sentencias que se puedan emitir como parte de un debido proceso.
Resolver conflictos de intereses intersubjetivos e incertidumbres jurídicas implica ciertas cargas a las
personas que ejercen el rol de juez". (Exp. 00006-2009-AI FJ 35)
TRATADOS INTERNACIONALES
Derecho a la motivación debida de las decisiones de las entidades públicas forma parte del
contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva.
8. "... debe tenerse presente que en todo Estado Constitucional y Democrático de Derecho, la motivación
debida de las decisiones de las entidades públicas -sean o no de carácter jurisdiccional- es un derecho
fundamental que forma parte del contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva. El derecho a
la motivación debida constituye una garantía fundamental en los supuestos en que con la decisión emitida
se afecta de manera negativa la esfera o situación jurídica de las personas. Así, toda decisión que carezca
de una motivación adecuada, suficiente y congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en
consecuencia, inconstitucional". (Exp. 02061-2011-AA FJ 13)
Los razonamientos de las resoluciones deben exponer de manera clara, congruente, lógica y
jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que justifican la decisión.
9. "... corresponde recordar que el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales garantiza un
razonamiento {elementos y razones de juicio} que no sea aparente, defectuoso o irrazonable, sino que
exponga de manera clara, congruente, lógica y jurídica los fundamentos de hecho y de derecho que
justifican la decisión.
Asimismo, cabe recordar que en las SSTC 6712-2005-PHCITC, 1014-2007-PHCITC y 03736-2010-PAITC se
precisó que el derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa garantiza que las
pruebas admitidas, incorporadas y actuadas dentro del proceso sean valoradas de manera adecuada y con
la motivación debida". (Exp. 05488-2011-AA FJ 3)
Derecho a la motivación de las decisiones de las entidades públicas forma parte del contenido
esencial del derecho a la tutela procesal efectiva.
13. "En todo Estado constitucional y democrático de Derecho, la motivación debida de las decisiones de las
entidades públicas –sean o no de carácter jurisdiccional– es un derecho fundamental que forma parte del
contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva. El derecho a la motivación debida constituye
una garantía fundamental en los supuestos en que con la decisión emitida se afecta de manera negativa la
esfera o situación jurídica de las personas. Así, toda decisión que carezca de una motivación adecuada,
suficiente y congruente, constituirá una decisión arbitraria y, en consecuencia, será inconstitucional.
La motivación de las decisiones administrativas no tiene referente constitucional directo. No obstante, se
trata de un principio constitucional implícito en la organización del Estado Democrático que se define en
los artículos 3º y 43º de la Constitución, como un tipo de Estado contrario a la idea del poder absoluto o
arbitrario. En el Estado Constitucional Democrático, el poder público está sometido al Derecho, lo que
supone, entre otras cosas, que la actuación de la Administración deberá dar cuenta de esta sujeción a fin
de despejar cualquier sospecha de arbitrariedad. Para lograr este objetivo, las decisiones de la
Administración deben contener una adecuada motivación, tanto de los hechos como de la interpretación
de las normas o el razonamiento realizado por el funcionario o colegiado, de ser el caso.
En el mismo sentido, a nivel de doctrina se considera que la motivación supone la exteriorización
obligatoria de las razones que sirven de sustento a una resolución de la Administración, siendo un
mecanismo que permite apreciar su grado de legitimidad y limitar la arbitrariedad de su actuación. La
motivación permite pues a la Administración poner en evidencia que su actuación no es arbitraria, sino
que está sustentada en la aplicación racional y razonable del derecho y su sistema de fuentes.
El derecho a la debida motivación de las resoluciones importa pues que la administración exprese las
razones o justificaciones objetivas que la lleva a tomar una determinada decisión. Esas razones, por lo
demás, pueden y deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los
propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso.
De otro lado, la motivación puede generarse previamente a la decisión –mediante los informes o
dictámenes correspondientes– o concurrentemente con la resolución, esto es, puede elaborarse
simultáneamente con la decisión. En cualquier caso, siempre deberá quedar consignada en la resolución.
La Administración puede cumplir la exigencia de la motivación a través de la incorporación expresa, de
modo escueto o extenso, de sus propias razones en los considerandos de la resolución, como también a
través de la aceptación íntegra y exclusiva de lo establecido en los dictámenes o informes previos emitidos
por sus instancias consultivas, en cuyo caso los hará suyos con mención expresa en el texto de la
resolución, identificándolos adecuadamente por número, fecha y órgano emisor.
Es por ello que este Tribunal reitera que un acto administrativo dictado al amparo de una potestad
discrecional legalmente establecida resulta arbitrario cuando solo expresa la apreciación individual de
quien ejerce la competencia administrativa, o cuando el órgano administrativo, al adoptar la decisión, no
expresa las razones que lo han conducido a adoptar tal decisión; de modo que, como ya se ha dicho,
motivar una decisión no solo significa expresar únicamente al amparo de qué norma legal se expide el acto
administrativo, sino, fundamentalmente, exponer en forma sucinta –pero suficiente– las razones de hecho
y el sustento jurídico que justifican la decisión tomada". (Exp. 03891-2011-AA FJ De 16 a 21)
Las resoluciones deben de motivarse con fundamentos objetivo y coherentes con la materia de
pronunciamiento.
18. "... el derecho a la motivación de las resoluciones comporta, de manera general, una exigencia en el
sentido de que los fundamentos que sustentan la resolución deben ser objetivos y coherentes con la
materia de pronunciamiento, quedando fuera de ella consideraciones de orden subjetivo o que no tienen
ninguna relación con el objeto de resolución. Tan arbitraria es una resolución que no está motivada o está
deficientemente motivada como aquella otra en la cual los fundamentos no tienen una relación lógica con
lo que se está resolviendo.
Que en lo que a la motivación de las resoluciones de destitución de magistrados expedidas por el Consejo
Nacional de la Magistratura se refiere, este Tribunal ha establecido (Cfr. STC Nº 5156-2006-PA/TC) que la
debida motivación de las resoluciones que imponen sanciones no constituye sólo una exigencia de las
resoluciones judiciales, sino que se extiende a todas aquellas –al margen de si son judiciales o no, como
las administrativas– que tienen por objeto el pronunciamiento sobre el ejercicio de una función. Asimismo,
deben fundamentarse en la falta disciplinaria, es decir, en fundamentos que están dirigidos a sustentar la
sanción de destitución. Es imperativo, entonces, que las resoluciones sancionatorias contengan una
motivación adecuada a derecho, como una manifestación del principio de tutela jurisdiccional e
interdicción de la arbitrariedad. Así, la exigencia constitucional de motivación de las resoluciones
sancionatorias del Consejo Nacional de la Magistratura se cumple cuando dicho órgano fundamenta
cumplidamente su decisión de imponer una sanción, lo cual excluye aquellos argumentos subjetivos o que
carecen de una relación directa e inmediata con la materia que es objeto de resolución y con la imposición
de la sanción misma". (Exp. 01807-2011-AA FJ 13,14)
Motivación y sustentación de forma idónea de las decisiones que tomen las entidades que
suministren servicios eléctricos , en protección a los usuarios.
19. ."El caso de autos se relaciona con lo que la doctrina constitucional considera la protección al usuario,
mediante la cual no solo se tiene derecho a recibir servicios esenciales –como ocurre en el caso de autos,
en el que ha sido negado el suministro eléctrico–, sino también a que estos sean dispensados en
condiciones óptimas o, al menos, favorables. De asumirse que lo único que importa es el servicio y no la
manera como éste se brinde, simplemente se estaría pasando por encima de la Constitución. Y es que un
Estado de derecho que proclama como valor primordial la defensa de la persona, no puede desatenderse
de mecanismos con los que efectivamente se garantice su protección adecuada.
En el caso concreto queda claro que aunque las entidades demandadas hayan cumplido con motivar y
sustentar las razones por las cuales deniegan el suministro eléctrico, no se advierte que esta motivación
haya sido ejercida de una forma eficiente o idónea, conforme lo impone la Constitución, de manera que,
atendiendo al recuento normativo invocado por las emplazadas, queda claro que la instalación del
suministro eléctrico resultaba perfectamente viable". (Exp. 01865-2010-AA FJ 39,40)
Pluralidad de
instancia 139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
6. La pluralidad de la instancia.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Art. 221.
Constitución de 1979: Art. 233.18.
Imposibilidad de impugnar una resolución por haber sido dictada en última instancia de un
procedimiento administrativo no conlleva a una afectación del derecho a la pluralidad de
instancias.
1. “[No] es ajeno a este Tribunal, que no siempre y en todos los casos es posible extrapolar acríticamente
las garantías del debido proceso judicial al derecho al debido procedimiento administrativo. Así, por
ejemplo, si en sede judicial uno de los contenidos del derecho en referencia lo constituye el de la
necesidad de respetarse el juez natural o pluralidad de instancias, en el caso del procedimiento
administrativo, en principio, que el acto haya sido expedido por un órgano incompetente genera un vicio
de incompetencia, pero no la violación del derecho constitucional. Y, en el caso de que no se pueda
acudir a una instancia administrativa superior por haber sido expedido el acto por la última instancia en
esa sede, ello desde luego no supone, en modo alguno, que se haya lesionado el derecho a la pluralidad
de instancias...” (Expediente 2209-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 19).
Legislador es quien prevé la cantidad de instancias ( como mínimo dos), ante las cuales se
impugnan las resoluciones.
5. "... el derecho a la pluralidad de la instancia, reconocido en el artículo 139º inciso 6) de la
Constitución, tiene por objeto garantizar que todo justiciable tenga la oportunidad de que lo resuelto por
un órgano jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre que se
haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro del plazo legal [Expediente
N° 03261-2005-AA/TC].
Si bien este derecho es uno de configuración legal, ello no justifica que el legislador pueda decidir si
prevé (o no) tales instancias. En efecto el inciso 6) del artículo 139º no precisa cuántas deben ser esas
instancias, pero sí establece que deba existir una instancia plural, por lo que el contenido
constitucionalmente garantizado exige que el legislador prevea, como mínimo, la doble instancia. Sin
duda, el número de instancias jurisdiccionales que el legislador contempla puede variar teniendo en
cuenta la naturaleza de las materias que se discuten en cada proceso, es decir, en caso se trate de un
proceso civil, penal, administrativo o constitucional". (Exp. 01755-2007-AA FJ 4)
Derecho a que una instancia superior revise lo actuado por una instancia inferior, pero
siempre que ello sea posible.
8. "... este Tribunal Constitucional debe precisar que el contenido de la garantía consagrada en el artículo
139.4 (sic) de la Constitución, referida a la pluralidad de la instancia, permite que una instancia superior
revise lo actuado por la instancia inferior, siempre que ello sea posible, conforme al diseño legal del
proceso que corresponda, y de acuerdo con el contenido de las normas procesales y complementarias
que establecen el régimen de efectos y de formalidades por las que se deben conceder los recursos en
los procesos ordinarios, prescripciones que no solamente son de carácter infraconstitucional, sino que,
además, no forman parte del contenido constitucionalmente protegido o garantizado por la norma
constitucional precitada, por lo que estamos ante una causal de improcedencia según lo establecido en
el artículo 5.1 del Código Procesal Constitucional". (Exp. 06176-2006-HC FJ 2)
Pluralidad de la instancia forma parte del contenido del debido proceso judicial.
10. ."... el artículo 139º, inciso 6, de la Constitución reconoce como derecho y principio de la función
jurisdiccional `[l]a pluralidad de la instancia´. En los términos del artículo 14º, inciso 5, del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, `[t]oda persona declarada culpable de un delito tendrá
derecho a que el fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley´ [subrayado agregado]. Al respecto, este Tribunal
Constitucional tiene dicho que la pluralidad de la instancia forma parte del contenido del debido proceso
judicial y garantiza `(...)que lo resuelto en un primer momento pueda ser ulteriormente revisado,
cuando menos, por un órgano judicial superior´ [STC Nº 0010-2001-AI/TC, FJ 3]. De manera que su
contenido constitucionalmente protegido garantiza que el legislador, como mínimo, prevea la doble
instancia". (Exp. 09201-2005-AA FJ 5)
No elevar un recurso concedido es una grave afectación del derecho a la doble instancia.
12. .“Este colegiado considera que el hecho de no elevar un recurso interpuesto, a pesar de que fue
concedido, constituye una grave irregularidad procesal, vulneratoria del derecho a la doble instancia. Sin
embargo, en el presente caso, este Tribunal advierte que si bien el escrito mediante el cual el favorecido
interpuso el recurso de nulidad no fue de conocimiento de la Corte Suprema, ello no impidió que esa
sede jurisdiccional conociera del caso en nulidad, ya que el Ministerio Público también interpuso el
recurso, lo que permitió al Supremo Tribunal conocer del tema cuestionado.
Este Tribunal advierte que, si bien el recurrente pudo acceder a la instancia requerida, la no elevación
del recurso podría causar indefensión, en tanto impediría al órgano jurisdiccional conocer los
fundamentos del recurrente”. (Exp. 04644-2004-HC FJ 1,2)
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
a) Elemento material. Hace referencia a la práctica reiterada y constante, es decir, alude a la duración y
reiteración de conductas en el tiempo (consuetudoinveterate).
b) Elemento espiritual. Hace referencia a la existencia de una conciencia social acerca de la obligatoriedad
de una práctica reiterada y constante; es decir, alude a la convicción generalizada respecto de la
exigibilidad jurídica de dicha conducta (opinio iuris necesitatis).
Precisamente, gracias a la actividad interpretativa que desarrollan los órganos jurisdiccionales se han
podido resolver importantes casos para la vida de la nación. A modo de ejemplo, y no único, debe
mencionarse el caso planteado por un grupo de congresistas contra la letra del himno nacional. A fin de
poder adoptar una solución justa, ponderada y equilibrada, este Colegiado, recogiendo las tesis de los
demandantes y demandados, recurrió a la costumbre como fuente de derecho y gracias a ella arribó a una
solución equilibrada. Así, se dijo que: Declarar que corresponde al Congreso de la República determinar la
o las estrofas del Himno Nacional del Perú que deben ser tocadas y entonadas en los actos oficiales y
públicos. En tanto ello no se produzca mantiene su fuerza normativa la costumbre imperante". (Exp.
00047-2004-AI FJ 40,41)
Prohibición de la analogía
en materia penal
139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
9. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley
penal y de las normas que restrinjan derechos.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Prohibición de la aplicación por analogía de la ley penal y de las normas que restrinjan
derechos.
1. “[Este] Tribunal ha de recordar que la prohibición constitucional de no ser procesado ni condenado
por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible, así como la prohibición de inaplicabilidad por analogía
de la ley penal y de las normas que restrinjan derechos, reconocidos en el literal ‘d’ del inciso 24) del
artículo 2º y en el inciso 9) del artículo 139º de la Constitución, respectivamente; no constituyen
garantías procesales constitucionalmente reconocidas que puedan resultar aplicables únicamente en el
ámbito de los procesos de naturaleza penal, sino que, por extensión, constituyen también garantías
que deben observarse en el ámbito de un procedimiento administrativo disciplinario y, en general, de
todo procedimiento de orden administrativo –público o privado– que se pueda articular contra una
persona...” (Expediente 0274-1999-AA/TC, Fundamento Jurídico 3).
Prohibición de pena
sin proceso 139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
In dubio pro
procesado 139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado
en caso de duda o de conflicto entre leyes penales.
LEGISLACIÓN NACIONAL CONCORDANTE
Constitución: Arts. 2 inc. 24.b, 3, 26 inc. 3 y 103.
Código Penal: Arts. 6, 7, 8.
Código Procesal Penal: Art. IX.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Prohibición de la
condena en ausencia 139º. Son principios y derechos de la función
jurisdiccional:
12. El principio de no ser condenado en ausencia.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Acción de amparo como recurso contra la violación del principio de no ser condenado en
ausencia.
1. “La interpretación a contrario sensu de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 6º de la Ley Nº 23506
[Ley de hábeas corpus y amparo] permite la posibilidad de interponer una acción de amparo contra
resoluciones judiciales expedidas en un proceso irregular, vale decir cuando se violan las reglas del
debido proceso, constitucionalmente consagradas, tales como... ‘el principio de no ser condenado en
ausencia’... En tal sentido la interposición de una demanda de amparo para enervar lo resuelto en
otro proceso de amparo, comúnmente llamada ‘amparo contra amparo’, es una modalidad de esta
acción de garantía ejercida contra resoluciones judiciales, con la particularidad que sólo protege los
derechos constitucionales que conforman el debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva...”
(Expediente 0200-2002-AA/TC, Considerando Jurídico 1).
Prohibición de revivir
procesos fenecidos
Efectos de la amnistía,
139º. Son principios y derechos de la función
indulto, jurisdiccional:
sobreseimiento
definitivo y de la 13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con
prescripción resolución ejecutoriada. La amnistía, el indulto, el
sobreseimiento definitivo y la prescripción
producen los efectos de cosa juzgada.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Carácter de cosa decidida de las resoluciones del Ministerio Público que declaran la no
formalización de la denuncia penal.
6. "La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha precisado que: “…La decisión del Fiscal no
promoviendo la acción penal mediante la denuncia o requerimiento de instrucción correspondientes, al
estimar que los hechos que se le pusieron en su conocimiento no constituyen delito es un acto de
esencia típicamente jurisdiccional –como toda actividad del Ministerio Público en el proceso- que
adquiere el carácter de inmutable e irreproducible surtiendo los efectos de la cosa juzgada, una vez
firme. De este modo, al igual que una decisión judicial recaída, es definitiva y en consecuencia
trasciende en sus efectos con caracteres prohibitivos para procesos futuros basados en los mismos
hechos materia de decisión…” (Informe Nº 1/95, relativo al caso 11.006 del 7 de febrero de 1995).
Este criterio ha sido asumido por el Tribunal Constitucional a través de diversos fallos en los que ha
señalado que: “… las resoluciones que declaran no ha lugar a formalizar denuncia penal, que en el
ejercicio de sus funciones pudieran emitir los representantes del Ministerio Público, no constituyen en
estricto cosa juzgada, pues esta es una garantía exclusiva de los procesos jurisdiccionales. No
obstante ello, este Colegiado les ha reconocido el status de inamovible o cosa decidida, siempre y
cuando se estime en la resolución, que los hechos investigados no configuran ilícito penal…” (STC
2725-2008-PHC/TC). A contrario sensu, no constituirá cosa decidida las resoluciones fiscales que no
se pronuncien sobre la no ilicitud de los hechos denunciados, teniendo abierta la posibilidad de poder
reaperturar la investigación si es que se presentan los siguientes supuestos: a) Cuando existan
nuevos elementos probatorios no conocidos con anterioridad por el Ministerio Público; o, b) Cuando la
investigación ha sido deficientemente realizada.
Esta forma de razonamiento asumida por el Tribunal Constitucional tiene como fundamento el
principio de seguridad jurídica; principio que forma parte consustancial del Estado Constitucional de
Derecho y está íntimamente vinculado con el principio de interdicción de la arbitrariedad. Así este
principio constituye la garantía que informa a todo el ordenamiento jurídico, siendo una “… norma de
actuación de los poderes públicos, que les obliga a hacer predecible sus decisiones y a actuar dentro
de los márgenes de razonabilidad y proporcionalidad, y en un derecho subjetivo de todo ciudadano
que supone la expectativa razonable de que sus márgenes de actuación, respaldados por el derecho,
no serán arbitrariamente modificados…” (STC 5942-2006-PA/TC).
En tal sentido, el principio de seguridad jurídica es la garantía constitucional del investigado que no
puede ser sometido a un doble riesgo real de ser denunciado y sometido a investigaciones por hechos
o situaciones que en su oportunidad han sido resueltos y absueltos por la autoridad pública. Por ello,
al ser el Ministerio Público un órgano constitucional constituido y por ende sometido a la Constitución,
su actividad no puede ser ejercida, irrazonablemente, con desconocimiento de los principios y valores
constitucionales, ni tampoco al margen del respeto de los derechos fundamentales, como el principio
y el derecho del ne bis in idem o la no persecución múltiple". (Exp. 01887-2010-HC FJ De 16 a 19)
Resolución que no es una sentencia definitiva ,pero que ponga fin al proceso penal , se
encuentra garantizada en el derecho a no revivir procesos fenecidos.
8. "Este Tribunal absuelve en sentido afirmativo a la luz de las disposiciones de derechos fundamentales,
la determinación de si una resolución que no constituye una sentencia definitiva (pero que ha puesto
fin al proceso penal) se encuentra también garantizada por este derecho. No solamente porque en la
dicción de dichas disposiciones se ha evitado circunscribir el ámbito de protección sólo al caso de las
sentencias, y se ha comprendido también a los autos que ponen fin al proceso (al referirse, por
ejemplo, a las resoluciones que importen el sobreseimiento definitivo de una causa), sino también
porque ese es el sentido interpretativo que se ha brindado a una disposición aparentemente más
limitativa de su ámbito de protección, como puede ser el artículo 8.4 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, por los órganos de protección de los derechos humanos en nuestra Región, el
cual prevé que El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por
los mismos hechos". (Exp. 03938-2007-AA FJ 12)
No es posible la doble sanción del mismo sujeto por un mismo hecho cuando se refiera a la
afectación de un mismo bien jurídico.
9. "En principio, importa señalar que la sanción de destitución impuesta al recurrente por el Consejo
Nacional de la Magistratura en aplicación del inciso 2) del artículo 31º de su Ley Orgánica, lo ha sido
por infracción del inciso 4) del artículo 196º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, esto es, por admitir
o formular recomendaciones en procesos judiciales, en razón de los hechos suscitados a raíz de una
entrevista personal efectuada en el domicilio del entonces Sr. Presidente de la República por un
proceso judicial de filiación seguido en su contra por doña Lucrecia Orozco, cuando era parte
integrante del colegiado que tenía bajo su competencia el trámite de dicha causa. Dicha sanción le fue
impuesta por responsabilidad funcional, que se anuda a su conducta en su calidad de magistrado, por
haber infringido los deberes de fidelidad y respeto de las formas establecidas por ley, de
imparcialidad, y de probidad e independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional
constitucionalmente prevista por el artículo 139.2º de la Norma Fundamental
Por otra parte, la medida disciplinaria impuesta por el Tribunal de Honor, sustentada en los artículos
50º y 77º de sus Estatutos, y en los artículos 1º, 2º, 3º, 5º y 48º del Código de Ética de los Colegios
de Abogados del Perú, se dirige a sancionar al actor en su calidad de profesional de derecho
integrante del Colegio de Abogados de Lima, institución que en su calidad de ente fiscalizador del
ejercicio de la profesión de abogado, ha considerado que su actuación –por la que ha sido destituido
por el Consejo Nacional de la Magistratura– también ha afectado los fines que promueve como
institución con personalidad de derecho público, esto es, los parámetros deontológicos y éticos
exigidos por la sociedad a la que sirve, y a los principios y valores contenidos en sus estatutos.
En tal sentido, y dado que el elemento consistente en la igualdad de fundamento es la clave que
define el sentido del principio –esto es, no cabe la doble sanción del mismo sujeto por un mismo
hecho cuando la punición se fundamenta en un mismo contenido injusto, vale decir, en la lesión de un
mismo bien jurídico o un mismo interés protegido– tampoco considera este Tribunal que se haya
vulnerado el principio non bis in ídem, pues conforme a lo expuesto en los fundamentos 27 y 28,
supra, no existe identidad de fundamento en cuanto a las sanciones aplicadas por parte del Consejo
Nacional de la Magistratura y el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de Lima, ya que, por un
lado, los bienes jurídicos resguardados por cada uno de ellos resultan distintos, y por otro, ambas
instituciones tienen diferentes ámbitos de control y sanciones diferenciadas". (Exp. 03954-2006-AA FJ
De 27 a 29)
Resoluciones con carácter de cosa juzgada pueden ser “controladas” mediante el proceso
de amparo.
10. “... si tenemos en cuenta que el principio de unidad de la Constitución exige que la interpretación de
la Constitución debe estar orientada a considerarla como un “todo” armónico y sistemático, a partir
del cual se organiza el sistema jurídico en conjunto, y que el principio de concordancia práctica exige
que toda aparente tensión entre las propias disposiciones constitucionales debe ser resuelta
“optimizando” su interpretación, es decir, sin “sacrificar” ninguno de los valores, derechos o principios
concernidos (Expediente N.º 5854-2005-AA/TC, FJ 12), entonces podemos concluir, interpretando
conjuntamente los artículos 139.2, 139.13 y 200.2 de la Constitución, que las resoluciones judiciales
que constituyen cosa juzgada podrán ser «controladas» mediante el proceso constitucional de amparo
cuando hayan sido expedidas con vulneración de los derechos fundamentales.
Interpretar aisladamente los mencionados incisos 2) y 13) del artículo 139º de la Constitución en el
sentido de que mediante el proceso de amparo no se pueden controlar resoluciones judiciales que han
adquirido la calidad de cosa juzgada resulta inconstitucional, así como lo es interpretar aisladamente
tales disposiciones en el sentido de que este control constitucional implicaría el avocamiento a causas
pendientes ante órgano jurisdiccional o la interferencia en el ejercicio de sus funciones.
Interpretaciones aisladas como las antes expuestas conllevarían a eximir de control a determinados
actos que vulneren derechos fundamentales, transgrediéndose, de este modo, el derecho a la
protección jurisdiccional de los derechos y libertades". (Exp. 01458-2006-AA FJ 8,9)
El derecho a que no se revivan procesos fenecidos con resolución ejecutoriada está inmerso
en el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva
18. ."El Tribunal Constitucional constata que la alegación formulada por el recurrente en torno a la
violación del derecho a la tutela jurisdiccional reproduce el mismo agravio que se expone en relación
al derecho al respeto de la cosa juzgada.
En ese sentido, considera pertinente recordar su doctrina según la cual, en nuestro ordenamiento
constitucional, la tutela jurisdiccional es un derecho `continente´ que engloba, a su vez, 2 derechos
fundamentales: el acceso a la justicia y el derecho al debido proceso (Cf. STC 0015-2001-AI/TC). Tal
condición del derecho a la tutela jurisdiccional se ha expresado también en el artículo 4º del Código
Procesal Constitucional que, al referirse al derecho a la tutela procesal efectiva, ha establecido en su
primer párrafo que éste `(...) comprende el acceso a la justicia y el debido proceso (...)´.
También tiene dicho este Tribunal que, al igual que lo que sucede con el derecho a la tutela
jurisdiccional, el derecho al debido proceso es un derecho que tiene la propiedad de albergar en su
seno una serie de derechos fundamentales de orden procesal.
Uno de esos derechos es el derecho a que no se revivan procesos fenecidos con resolución
ejecutoriada.
Por tanto, el Tribunal es de la opinión que, en la medida que el derecho a la tutela jurisdiccional no
tiene un ámbito constitucionalmente garantizado en forma autónoma, sino que su lesión se produce
como consecuencia de la afectación de cualesquiera de los derechos que lo comprenden, dentro del
cual se encuentra el respeto de la cosa juzgada, un pronunciamiento sobre el fondo en relación a
aquel derecho presupone, a su vez, uno en torno al derecho reconocido en el inciso 13 del artículo
139º de la Constitución.
De modo que la determinación de si el derecho a la tutela jurisdiccional resultó lesionado (o no) en el
presente caso, habrá de reservarse para el momento en que nos pronunciemos sobre el derecho a no
ser objeto de una doble persecución penal...
En opinión del Tribunal Constitucional, mediante el derecho a que se respete una resolución que ha
adquirido la autoridad de cosa juzgada se garantiza el derecho de todo justiciable, en primer lugar, a
que las resoluciones que hayan puesto fin al proceso judicial no puedan ser recurridas mediante
medios impugnatorios, ya sea porque éstos han sido agotados o porque ha transcurrido el plazo para
impugnarla; y, en segundo lugar, a que el contenido de las resoluciones que hayan adquirido tal
condición, no pueda ser dejado sin efecto ni modificado, sea por actos de otros poderes públicos, de
terceros o, incluso, de los mismos órganos jurisdiccionales que resolvieron el caso en el que se dictó.
La determinación de si una resolución que no constituye una sentencia definitiva (pero que ha puesto
fin al proceso penal) se encuentra también garantizada por este derecho, a la luz de dichas
disposiciones de derechos fundamentales, debe absolverse por este Tribunal en sentido afirmativo. No
solamente porque en la dicción de dichas disposiciones se ha evitado circunscribir el ámbito de
protección sólo al caso de las sentencias, y se ha comprendido también a los autos que ponen fin al
proceso (al referirse, por ejemplo, a las resoluciones que importen el sobreseimiento definitivo de una
causa), sino también porque ese es el sentido interpretativo que se ha brindado a una disposición
aparentemente más limitativa de su ámbito de protección, como puede ser el artículo 8.4 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, por los órganos de protección de los derechos
humanos en nuestra Región". (Exp. 04587-2004-AA FJ 27,38,39)
Derecho a un abogado
Derecho de defensa
Notificación de la
detención
14. El principio de no ser privado del derecho de
defensa en ningún estado del proceso. Toda
persona será informada inmediatamente y por
escrito de la causa o las razones de su detención.
Tiene derecho a comunicarse personalmente con un
defensor de su elección y a ser asesorada por éste
desde que es citada o detenida por cualquier
139º. Son autoridad.
principios y derechos
de la función
jurisdiccional:
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Derecho de defensa exige una actuación diligente por parte del interesado
4. “No existe violación del derecho de defensa si el estado de indefensión se ha generado por una acción u
omisión imputable al afectado. La dimensión constitucional del derecho de defensa exige, pues, que el
interesado haya actuado con ‘la debida diligencia, sin que pueda alegar indefensión quien se coloca a sí
misma en tal situación, o quien no hubiese quedado indefenso de haber actuado con la diligencia
razonablemente exigible’ (STC 210/1996). En este sentido, no existe una infracción al contenido
constitucionalmente protegido del derecho de defensa –y, por tanto, no se genera una indefensión
reprochable– en tanto el afectado contó con la posibilidad de pese a existir una posibilidad de
defenderse...” (Expediente 0825-2003-AA/TC, Fundamento Jurídico 5).
Justiciable debe conocer de forma cierta, expresa e inequívoca los cargos que pesan en su
contra.
7. "Sobre el derecho de defensa, el Tribunal Constitucional en el Expediente N.º 6998-2006-PHC/TC precisó
que requiere que el justiciable se informe de la existencia del proceso penal, en atención a su derecho de
conocer de forma cierta, expresa e inequívoca los cargos que pesan en su contra. De ahí que el derecho de
defensa sea, entre otros, una manifestación del derecho al debido proceso, derecho irrenunciable dado
que la parte no puede decidir si se le concede o no la posibilidad de defenderse; e inalienable pues su
titular no puede sustraerse a su ejercicio.
Asimismo, este Tribunal ha precisado que el derecho de defensa tiene una doble dimensión: una material,
referida al derecho del imputado de ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma
conocimiento de que se le atribuye la comisión de determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone
el derecho a una defensa técnica, esto es, al asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor de su
elección desde que la persona es citada o detenida por la autoridad y durante todo el tiempo que dure la
investigación preliminar o el proceso mismo.
Este Colegiado también ha explicitado que “[E]l contenido esencial del derecho de defensa queda afectado
cuando, en el seno de un proceso judicial, cualquiera de las partes resulta impedida, por actos concretos
de los órganos judiciales, de ejercer los medios necesarios, suficiente y eficaces para defender sus
derechos e intereses legítimos ( cf. STC. 06648-2006-PHC/TC).
Tal como ha sostenido este Colegiado en la sentencia Nº 03062-2006-PHC/TC (caso JyomarYunior
Faustino Tolentino), el derecho fundamental de defensa está considerado como la fuerza motriz del
proceso; como la garantía suprema que atiende a su esencia misma, pues sin él no estaremos ante un
verdadero proceso, toda vez que, ante su ausencia, no habrá contradictorio, siendo este un atributo
principal de las partes sujetas a proceso. De otro lado, este derecho tiene su origen en el precepto
sustancial según el cual nadie puede ser juzgado sin ser oído y vencido en juicio". (Exp. 02660-2012-HC
FJ 4)
Derecho a ser notificado es componente del derecho de defensa, el cual a su vez es elemento
parte del debido proceso.
16. "... respecto al derecho fundamental de defensa consagrado en el inciso 14 del artículo 139, este Tribunal
tiene dicho que “(...) es de naturaleza procesal, y conforma el ámbito del debido proceso. En cuanto
derecho fundamental, se proyecta, entre otros, como principio de interdicción en caso de indefensión y
como principio de contradicción de los actos procesales que pudieran repercutir en la situación jurídica de
alguna de las partes de un proceso o de un tercero con interés” (fundamento 3 de la STC 0282-2004-AA).
Que sin embargo, consustancial al significado constitucional del derecho de defensa es que se cuente con
la posibilidad real de poder defenderse, es decir, no basta con la posibilidad in abstracto de contar con los
recursos necesarios, sino que la parte debe ser notificada a efectos de que pueda interponerlos de manera
oportuna. En ese sentido, el artículo 155 del Código Procesal Civil dispone, en su segundo párrafo, que
“Las resoluciones judiciales sólo producen efectos en virtud de notificación hecha con arreglo a lo
dispuesto en este Código (...)”. Adicionalmente la falta de notificación es considerada un vicio que trae
aparejada la nulidad de los actos procesales, salvo que haya operado la aquiescencia. En ese sentido el
derecho a ser notificado se desprende de manera indubitable del más genérico derecho de defensa, que a
su vez es parte conformante del debido proceso". (Exp. 03090-2010-AA FJ 3,4)
Debe probarse que el defecto en el acto de notificación afecta el derecho de defensa ,para ser
reconocido como violación al debido proceso.
18. "Este Tribunal en reiterada jurisprudencia ha señalado que el derecho a la defensa comporta en estricto el
derecho a no quedar en estado de indefensión en cualquier etapa del proceso penal. Este derecho tiene
una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado o demandado de ejercer su propia
defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de que se le atribuye la comisión de
determinado hecho delictivo; y otra formal, que supone el derecho a una defensa técnica; esto es, al
asesoramiento y patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso.
Asimismo, este Tribunal en anterior jurisprudencia ha precisado que el derecho a no quedar en estado de
indefensión se conculca cuando los titulares de los derechos e intereses legítimos se ven impedidos de
ejercer los medios legales suficientes para su defensa, pero que no cualquier imposibilidad de ejercer esos
medios produce un estado de indefensión que atenta contra el contenido constitucionalmente protegido de
dicho derecho, sino que es constitucionalmente relevante cuando se genera una indebida y arbitraria
actuación del órgano que investiga o juzga al individuo (Exp. Nº 0582-2006-PA/TC; Exp. Nº 5175-2007-
HC/TC, entre otros).
Y sobre el acto concreto de la notificación, también se ha señalado que la notificación es un acto procesal
cuyo cuestionamiento o anomalía no genera, per se, violación del derecho al debido proceso; para que ello
ocurra resulta indispensable la constatación o acreditación indubitable por parte de quien alega la violación
del derecho al debido proceso, de que con la falta de una debida notificación se ha visto afectada de modo
real y concreto una manifestación de este: el derecho de defensa. Ello se entiende desde la perspectiva de
que los procesos constitucionales ni son una instancia a la que pueden extenderse las nulidades o
impugnaciones del proceso judicial ordinario, ni pueden convertirse en un medio para la articulación de
estrategias de defensa luego de que una de las partes haya sido vencida en un proceso judicial (Exp. Nº
4303-2004-AA/TC; Exp. Nº 0188-2009-PHC/TC, entre otros)". (Exp. 04767-2009-HC FJ 2,3)
Carencia de necesidad del ejercicio del derecho de defensa en los pases a retiro por renovación
de cuadros n los Institutos castrenses y militares.
19. "Conforme el artículo 139º, inciso 14) de la Constitución Política, y en la línea de lo afirmado por el
Tribunal Constitucional en la precitada sentencia, respecto de que el acto de la Administración generador
del pase a retiro por renovación de cuadros de los Oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional
no constituye una sanción por una conducta antijurídica ni el proceso mismo tiene la naturaleza de un
procedimiento administrativo sancionador; el ejercicio del derecho de defensa, por la propia naturaleza del
acto, carece de relevancia en el presente análisis". (Exp. 04085-2009-AA FJ 7)
No ser informado de los derechos constitucionales que le corresponden significa una violación
al derecho de defensa
22. "... del parte administrativo se desprende que las autoridades policiales que se encargaron de realizar la
investigación no le informaron al recurrente los derechos constitucionales que le correspondían. Es por ello
que, al no haber actuado conforme a ley las autoridades policiales, han contravenido el artículo 139º,
inciso 14) de la Constitución Política, el cual se aplica a todo tipo de proceso puesto que reconoce: “El
principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso. Toda persona será
informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de su detención. Tiene derecho a
comunicarse personalmente con un defensor de su elección y a ser asesorada por éste desde que es citada
o detenida por cualquier autoridad”.
Las autoridades administrativas no debieron ignorar que la presencia de un abogado defensor al momento
de declarar es consustancial al debido proceso y que la desinformación sobre ese derecho supuso que el
recurrente no haya solicitado la presencia de un letrado.
De forma complementaria, la autoridad instructiva debió precisar al inculpado y dejar constancia en el
parte administrativo que, si el investigado se negaba a contestar alguna de las preguntas, la autoridad
administrativa las hubiese repetido aclarándolas en lo posible, y si aquél se mantuviera en silencio, se
continuaría con la diligencia dejando constancia de tal hecho". (Exp. 00926-2007-AA FJ De 48 a 50)
Notificación de la
detención(bis con
parte del art. 139.14
139º. Son principios y derechos de la función
C) jurisdiccional:
TRATADOS INTERNACIONALES
Gratuidad de la
administración de
justicia.
139º. Son principios y derechos de la función
Defensa gratuita jurisdiccional:
16. El principio de la gratuidad de la administración de
justicia y de la defensa gratuita para las personas
de escasos recursos; y, para todos, en los casos
que la ley señala.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
Deber de colaboración del Poder Ejecutivo en los procesos implica una facultad del Poder
Judicial para solicitarla.
2. "El artículo 139º, inciso 18 de la Constitución establece “[l]a obligación del Poder Ejecutivo de prestar la
colaboración que en los procesos le sea requerida”. Es evidente, por tanto, que el reconocimiento del
deber de colaboración del Poder Ejecutivo se corresponde con la facultad del Poder Judicial para solicitarla.
Por este motivo, este Colegiado aprecia que las vocales de la Sala demandada, al ordenar una
investigación “conjunta” con la Unidad de Inteligencia Financiera –organismo adscrito al Ministerio de
Justicia– no han hecho más que concretizar la facultad y el deber previsto en la disposición constitucional
mencionada. Facultad que, por lo demás, viene reconocida también en el artículo 184º, inciso 4 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial: '[s]on facultades de los Magistrados: 4. Solicitar de cualquier persona,
autoridad o entidad pública o privada los informes que consideren pertinentes para el esclarecimiento del
proceso bajo su jurisdicción'". (Exp. 04554-2006-HC FJ 5)
Prohibición del
ejercicio de la función
jurisdiccional de
139º. Son principios y derechos de la función
quien no ha sido jurisdiccional:
nombrado conforme a
la Constitución o leyes 19. La prohibición de ejercer función judicial por quien
no ha sido nombrado en la forma prevista por la
Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales
no pueden darle posesión del cargo, bajo
responsabilidad.
ANTECEDENTES
Ente decisor debe tener competencia para pronunciarse sobre el caso concreto
2. "... la sanción de destitución tiene como marco un procedimiento sancionatorio en sede administrativa, en
tanto su finalidad se dirige a pronunciarse sobre actos u omisiones antijurídicas que pudiera haber
cometido un ciudadano en ejercicio de la magistratura. En todos los casos, la validez de la decisión final
dependerá del respeto del derecho de defensa y de que esté sustentada en pruebas que incriminen a su
autor como responsable de una falta sancionable. Esto último supone el respeto del principio de
congruencia. Sin embargo, la capacidad administrativa –al igual que la judicial– para pronunciarse en cada
caso concreto se encuentra directamente ligada a la competencia del ente decisor respecto de las
situaciones materia de análisis, tanto así que su inobservancia implicaría la vulneración del derecho a la
instancia predeterminada reconocida en el inciso 19 del artículo 139º de la Constitución". (Exp. 08495-
2006-AA FJ 27)
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Derecho de los
reclusos y
sentenciados a ocupar
139º. Son principios y derechos de la función
establecimientos jurisdiccional:
adecuados
21. El derecho de los reclusos y sentenciados de
ocupar establecimientos adecuados.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Art. 228.
Constitución de 1979: Art. 233.4.
Concesión de beneficios penitenciarios está en relación con el cumplimiento de los fines del
régimen penitenciario.
2. “Dado que el interno se encuentra privado de su libertad personal por virtud de una sentencia
condenatoria firme, la concesión de beneficios está subordinada a la evaluación del juez, quien estimará si
los fines del régimen penitenciario (inciso 22 del artículo 139º de la Constitución) se han cumplido, de
manera que corresponda reincorporar al penado a la sociedad aún antes de que no se haya cumplido con
la totalidad de la condena impuesta, si es que éste ya demuestra estar reeducado y rehabilitado...”
(Expediente 1593-2003-HC/TC, Fundamento Jurídico 14).
Eliminación del acceso a concesión de beneficios penitenciarios para los delitos de violación de
menores de edad.
5. "De otra parte, la eliminación de la posibilidad de indulto, de conmutación de pena, de gracia, y de
concesión de los beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo y la educación, de
semilibertad y de liberación condicional, es representativa de la voluntad del legislador de que en los casos
de condenas por los delitos de violación de menores de edad, el quantum de la pena impuesta se ejecute
en su totalidad.
Ello tiene por finalidad, en primer término, optimizar el fin preventivo general de las penas en su vertiente
negativa, es decir, optimizar el efecto desmotivador que la amenaza de la imposición y ejecución de una
pena severa genera en la sociedad, protegiendo preventivamente el bien tutelado por el derecho penal, en
este caso, la integridad personal y el libre desarrollo de la personalidad de los menores de edad. Se asume
que mientras de mayor peso axiológico sea el bien protegido al tipificarse la conducta, mayor deberá ser la
pena que se amenaza imponer, generando así el derecho penal una acción más disuasoria.
En segundo lugar, la medida tiene por finalidad que la imposición de la pena cumpla de manera efectiva
con el fin de prevención general en su vertiente positiva. Claus Roxin describe este fin como el “‘ejercicio
de la confianza en el derecho’ que se produce en la población por medio de la actividad de la justicia
penal; el efecto de confianza que resulta cuando el ciudadano ve que el derecho se impone; y finalmente,
el efecto de satisfacción que se instala cuando la conciencia jurídica se tranquiliza como consecuencia de la
sanción por sobre el quebrantamiento del derecho, y cuando el conflicto con el autor es visto como
solucionado.” (cfr. “Fin y justificación de la pena y de las medidas de seguridad”, en: Julio B. J. Maier
(compilador), Determinación judicial de la pena, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1993, p. 28). En esa
línea, este Tribunal ha sostenido que por vía de la imposición y ejecución de la pena “se renueva la
confianza de la ciudadanía en el orden constitucional, al convertir una mera esperanza en la absoluta
certeza de que uno de los deberes primordiales del Estado, consistente en ‘(...) proteger a la población de
las amenazas contra su seguridad; y promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia (...)’
(artículo 44º de la Constitución), se materializa con la sanción del delito (prevención [general] en su
vertiente positiva); con la consecuente vigencia efectiva del derecho fundamental a la seguridad personal
en su dimensión objetiva (inciso 24 del artículo 2º de la Constitución)” (STC 0019-2005-PI, fundamento
40).
De otra parte, la medida tiene también por propósito asegurar otro fin de la pena, la denominada
prevención especial de efecto inmediato, es decir, permitir al delincuente dar un firme paso en la
internalización el daño social ocasionado por su conducta a través de la certeza en relación con la
ejecución total de la pena, generándose un primer efecto reeducador. Tal como ha señalado este Tribunal,
“la grave limitación de la libertad personal que supone la pena privativa de libertad, y su quantum
específico, son el primer efecto reeducador en el delincuente, quien internaliza la seriedad de su conducta
delictiva, e inicia su proceso de desmotivación hacia la reincidencia (prevención especial de efecto
inmediato)” (STC 0019-2005-PI/TC, fundamento 40)". (Exp. 00012-2010-AI FJ De 16 a 19)
Carácter rehabilitador de la pena
6. "El carácter rehabilitador de la pena tiene la función de formar al interno en el uso responsable de su
libertad, no la de imponerle una determinada cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores que puede
no compartir, mas por el contrario no puede proscribírsele su reinserción a la sociedad. En este sentido, el
inciso 22) del artículo 139º de la Constitución constituye un límite al legislador que, por un lado, no puede
ser vaciado de contenido, y de otro tiene incidencia en el derecho a la libertad personal en cuanto se
gradúe el quántum de la pena, pues necesariamente debe configurarse en armonía con las exigencias de
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.
Al respecto debe indicarse que el Tribunal Constitucional se ha pronunciado sobre la constitucionalidad de
dicha pena. Así en la sentencia recaída en el proceso de inconstitucionalidad Nº 010-2002-AI/TC se señaló
que la cadena perpetua resulta vulneratoria de la libertad personal, de la dignidad humana y del principio
resocializador de la pena (artículo 139, inciso 22, de la Constitución) porque: (...) de las exigencias de
“reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” como fines del régimen penitenciario, se deriva la
obligación del legislador de prever una fecha de culminación de la pena, de manera tal que permita que el
penado pueda reincorporarse a la vida comunitaria.
Sin embargo este Tribunal no declaró la inconstitucionalidad de la pena de cadena perpetua bajo el criterio
de que todas las objeciones que suscitaba su existencia en el sistema penal podían subsanarse si se
introducía una serie de medidas que revirtieran su carácter intemporal. En ese sentido al tenerse que
expedir una sentencia de “mera incompatibilidad”, el Tribunal Constitucional consideró que correspondía al
legislador introducir en la legislación nacional los mecanismos jurídicos para hacer que la cadena perpetua
no sea una pena sin plazo de culminación". (Exp. 00331-2010-HC FJ De 11 a 13)
Finalidad esencial del tratamiento penitenciario es la reforma y readaptación social del penado
16. "El artículo 139°, inciso 22, de la Constitución señala que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad, lo cual, a su vez, es congruente
con el artículo 10.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que señala que “el régimen
penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social
de los penados”. Al respecto, este Tribunal ha precisado en la sentencia recaída en el expediente Nº 010-
2002-AI/TC, FJ 208, que los propósitos de reeducación y rehabilitación del penado “[...] suponen,
intrínsecamente, la posibilidad de que el legislador pueda autorizar que los penados, antes de la
culminación de las penas que les fueron impuestas, puedan recobrar su libertad si los propósitos de la
pena hubieran sido atendidos. La justificación de las penas privativas de la libertad es, en definitiva,
proteger a la sociedad contra el delito”.
El artículo 50° del Código de Ejecución Penal precisa que “El beneficio será concedido en los casos en que
la naturaleza del delito cometido, la personalidad del agente y su conducta dentro del establecimiento
permitan suponer que no cometerá nuevo delito”. Por tanto, el beneficio penitenciario de semilibertad, el
cual permite al penado egresar del establecimiento penitenciario antes de haber cumplido la totalidad de la
pena privativa de libertad impuesta, se concede atendiendo al cumplimiento de los requisitos legales
exigidos y a la evaluación previa que realice el juez respecto a cada interno en concreto, estimación que
eventualmente le permita suponer que la pena ha cumplido su efecto resocializador dando muestras
razonables de la rehabilitación del penado y que, por tanto, le corresponda su reincorporación a la
sociedad. Tal es el criterio adoptado por este Tribunal en la sentencia recaída en el caso Máximo
LlajarunaSare (expediente Nº 1594-2003-HC/TC FJ 14), en la que señaló que “La determinación de si
corresponde o no otorgar a un interno un determinado beneficio penitenciario, en realidad, no debe ni
puede reducirse a verificar si este cumplió o no los supuestos formales que la normatividad contempla
(...)”. No obstante, no cabe duda de que aun cuando los beneficios penitenciarios no constituyen derechos
sino garantías previstas por el Derecho de Ejecución Penal [Cfr. Caso Leoncio Abel Rojas Pérez, Expediente
N° 0965-2007-PHC/TC], su denegación, revocación o restricción de acceso a los mismos debe obedecer a
motivos objetivos y razonables, por lo que la resolución judicial que se pronuncia al respecto, así como la
que lo confirma deben cumplir la exigencia de la motivación de las resoluciones judiciales". (Exp. 03747-
2007-HC FJ 2,3)
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Casación
Competencia de la
Corte
casación o
Suprema:
última
141º.Corresponde a la Corte Suprema fallar en
instancia casación, o en última instancia, cuando la acción se
inicia en una Corte Superior o ante la propia Corte
Suprema conforme a ley. Asimismo, conoce en casación
las resoluciones del Fuero Militar, con las limitaciones
que establece el artículo
173º.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
No tiene antecedentes.
1. “[Cuando] el artículo 142º de la Constitución establece que no son revisables en sede judicial las
resoluciones del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de evaluación y ratificación de Jueces,
limitación que no alcanza al Tribunal Constitucional por las razones antes mencionadas, el presupuesto de
validez de dicha afirmación se sustenta en que las consabidas funciones que le han sido conferidas a dicho
organismo sean ejercidas dentro de los límites y alcances que la Constitución le otorga, y no a otros distintos,
que puedan convertirlo en un ente que opera fuera o al margen de la misma norma que le sirve de sustento. En
el fondo, no se trata de otra cosa sino de la misma teoría de los llamados poderes constituidos, que son
aquellos que operan con plena autonomía dentro de sus funciones, pero sin que tal característica los convierta
en entes autárquicos que desconocen o hasta contravienen lo que la misma Carta les impone...” (Expediente
2409-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 1.b).
Órganos jurisdiccionales
143º. El Poder Judicial está integrado por
Estructura del Poder órganos jurisdiccionales que administran justicia en
Judicial nombre de la Nación, y por órganos que ejercen su
Órganos gobierno y administración.
Jurisdiccionales del
Poder Judicial Los órganos jurisdiccionales son: la Corte Suprema de
Justicia y las demás cortes y juzgados que determine
su ley orgánica.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Judicial.
Sala Plena
144º. El Presidente de la Corte Suprema lo es
también del Poder Judicial. La Sala Plena de la Corte
Suprema es el órgano máximo de deliberación del
Poder Judicial.
ANTECEDENTES
No tiene antecedentes.
1. “[La] Sétima Disposición Transitoria, Complementaria y Final de la Ley 26623 [Ley que crea el
Consejo de Coordinación Judicial, de 19 de junio de 1996], al modificar los artículos 76º y 80º de la Ley
Orgánica del Poder Judicial viola los artículos 143º y 144º de la Constitución, pues recorta al Presidente de la
Corte Suprema la facultad de representar al Poder Judicial y a la Sala Plena la atribución de ser el órgano de
máxima deliberación en lo que concierne al gobierno y administración del Poder Judicial...” (Expediente
0001-1996-AI/TC, del fundamento singular del voto de los Señores Nugent, Aguirre Roca, Díaz Valverde,
Rey Terry y Revoredo Marsano párrafo 7).
Presupuesto del
Poder Judicial
proyecto de presupuesto al Poder Ejecutivo y lo
145º. El Poder sustenta ante el Congreso.
Judicial presenta su
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[El] Poder Judicial sostiene que ha realizado las gestiones pertinentes ante el MEF, a fin de
cumplir con el pago que se solicita; por su parte, esta entidad alega que el Poder Judicial no ha previsto, en el
presupuesto que presenta, la inclusión de un monto específico para poder atender dicho pago; sin embargo,
ninguna de las entidades demandadas ha acreditado fehacientemente haber realizado todas las gestiones y
trámites que a cada una de ellas les corresponde para cumplir con el referido pago. En este sentido, no es
razonable el tiempo transcurrido sin que se haya podido concluir hasta la fecha, con resultados positivos, las
gestiones necesarias para cumplir con lo solicitado; incluso si se considera si el Poder Judicial estuvo en
capacidad o no de realizar dicho pago o si el MEF tuvo la posibilidad o no de otorgarlo; con mayor razón, si
se tiene en cuenta que el pago de pensiones de naturaleza alimentaria, es prioritario sobre cualquier obligación
del empleador...” (Expediente 0142-2003-AC/TC, Fundamentos Jurídicos 7 y 8).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES
1. “[El] demandante fue separado del cargo que desempeñaba en aplicación del Acuerdo de Sala
Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, comunicado mediante Oficio Nº 2052-92-P-CS, del 21
de julio de 1992, y adoptado conforme a las facultades otorgadas por el Decreto Ley Nº 25446 [Ley que cesa
a Vocales de las Cortes Superiores, Fiscales Superiores, Jueces de los Distritos Judiciales, Fiscales
Provinciales y a Jueces de Menores de los Distritos Judiciales de Lima y Callao (24 de abril de 1992)]; b) si
bien el recurrente cuestiona diversos dispositivos de la Ley Nº 27433 [de 10 de marzo de 2001], referida a la
reincorporación de Magistrados indebidamente cesados desde el 5 de abril de 1992, debe precisarse que este
Colegiado ya ha resuelto, mediante sentencia constitucional emitida en el expediente Nº 013-2002-AI/TC,
declarar la inconstitucionalidad de los artículos 3º y 4º de dicha norma, relacionados con el proceso de
evaluación como requisito previo a la reincorporación, lo que supone que sobre tal extremo carece de objeto
pronunciarse; c) sin embargo, y al quedar subsistente el Decreto Ley Nº 25446, el recurrente tiene
evidentemente el derecho de ser reincorporado en el cargo que venía desempeñando hasta antes de su cese,
sin que para tal efecto se le pueda exigir ningún requisito de tipo evaluativo, particularmente, por parte del
Consejo Nacional de la Magistratura...” (Expediente 1141-2001-AA/TC, Fundamento Jurídico 2).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “La prescripción es aquella institución jurídica que, mediante el transcurso del tiempo, extingue la
acción, dejando subsistente el derecho que le sirve de base, institución cuyo concepto es plenamente aplicable
tanto en derecho público como en derecho privado, en el sentido que, si la ley otorga un plazo dentro del cual
un particular o el Estado puede recurrir ante un órgano que tiene competencia para resolver un determinado
petitorio y si éste se vence, es imposible, por esa vía, obtener pronunciamiento alguno. Si se recurre en la vía
administrativa dentro de los términos y plazos que la ley de la materia establece, se obtendrá un
pronunciamiento de la administración que constituirá cosa decidida en tanto y en cuanto se puede recurrir al
Poder Judicial mediante la acción contencioso administrativa la que tiene por finalidad que éste revise la
adecuación al sistema jurídico de las decisiones administrativas que versen sobre derechos subjetivos de las
personas, constituyendo así una garantía de constitucionalidad y legalidad de la administración pública frente
a los administrados; así lo establece el artículo 148º de la Constitución Política del Estado...” (Expediente
0008-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 32).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[La] demandante, para acreditar su propiedad sobre dichas tierras, presenta la copia legalizada de
tres resoluciones jurisdiccionales de un expediente de la época del Virreynato en el que se hace mención a
nombres, áreas, límites y linderos distintos a los actuales, por lo que dicho documento no constituye una
prueba idónea, y presenta, también, un plano de setecientos cincuenta mil ochocientos hectáreas –
presuntamente su territorio– en el que no es posible determinar que las tierras materia de la controversia se
encuentren incluidas; por el contrario, no presenta el certificado de inscripción registral correspondiente con
el que sea posible determinar no sólo su personería jurídica, sino también los linderos y colindantes de su
territorio, conforme al Título I del Capítulo II del Reglamento de la Ley General de Comunidades
Campesinas, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 008-91-TR...” (Expediente 0127-2000-AA/TC,
Fundamento Jurídico 4).
CAPÍTULO IX
DEL CONSEJO NACIONAL DE
LA MAGISTRATURA
Funciones
Autonomía 150º. El Consejo Nacional de la Magistratura se
encarga de la selección y el nombramiento de los
jueces y fiscales, salvo cuando éstos provengan de
elección popular.
El Consejo Nacional de la Magistratura es independiente
y se rige por su Ley Orgánica.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[La] Sexta Disposición Transitoria, Complementaria y Final [de la Ley Nº 26623] da facultades a
la Comisión Ejecutiva del Poder Judicial para separar a los magistrados que no observen conducta e idoneidad
propias de su función, lo cual implica una destitución; que la facultad de destituir es función exclusivamente
otorgada por el artículo 150º de la Constitución al Consejo Nacional de la Magistratura; que, en cambio, es
constitucional la facultad de separación concedida al Consejo de Coordinación, amparada en lo dispuesto en
el artículo 214º de la Ley Orgánica del Poder Judicial...” (Expediente 0001-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico
2.b).
Academia de la Magistratura
Academia de la
Magistratura:
151º. La Academia de la Magistratura, que
Funciones forma parte del Poder Judicial, se encarga de la
Requisitos para el formación y capacitación de jueces y fiscales en todos
ascenso de los jueces sus niveles, para los efectos de su selección.
Es requisito para el ascenso la aprobación de los
estudios especiales que requiera dicha Academia.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Tomo II: páginas 1330 a 1348, 1370, 1372 a 1385, 1685 a 1719.
Tomo III: páginas 2303, 2306, 2313, 2361 a 2369, 2396, 2397, 2517 y 2585.
Elección popular de
los Jueces de Paz
Regulación legal del
acceso, capacitación y 152º. Los Jueces de Paz provienen de elección
duración del cargo popular.
Elección popular de
los jueces de primera Dicha elección, sus requisitos, el desempeño
instancia: reserva de jurisdiccional, la capacitación y la duración en sus
ley
cargos son normados por ley.
La ley puede establecer la elección de los jueces de
primera instancia y determinar los mecanismos
pertinentes.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Tomo II: páginas 1330 a 1348, 1370, 1372 a 1385, 1685 a 1719.
Tomo III: páginas 2303, 2306, 2313, 2361 a 2369, 2396, 2397, 2517 y 2585.
TRATADOS INTERNACIONALES
Convención Americana sobre Derechos Humanos: Art. 16.3.
Declaración Universal de Derechos Humanos: Art. 20.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Art. 22.2.
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: Art. 8.2.
Convenio Nº 151 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Protección del Derecho de
Sindicación y los procedimientos para determinar las condiciones de empleo en la Administración
Pública: Arts. 1 y 9.
ANTECEDENTES
Tomo II: páginas 1330 a 1348, 1370, 1372 a 1385, 1685 a 1719.
Tomo III: páginas 2303, 2306, 2313, 2361 a 2369, 2396, 2397, 2517 y 2585.
la Magistratura
Nombramiento de 154º. Son funciones del Consejo Nacional de la
jueces y fiscales Magistratura:
Ratificación de jueces
y fiscales 1. Nombrar, previo concurso público de méritos y
Prohibición de evaluación personal, a los jueces y fiscales de
reingreso al PJ o MP todos los niveles. Dichos nombramientos requieren
Destituir a Jueces y
Fiscales el voto conforme de los dos tercios del número
Extender el título que legal de sus miembros.
acredita a jueces y
fiscales
2. Ratificar a los jueces y fiscales de todos los niveles
cada siete años. Los no ratificados no pueden
reingresar al Poder Judicial ni al Ministerio Público.
El proceso de ratificación es independiente de las
medidas disciplinarias.
3. Aplicar la sanción de destitución a los Vocales de la
Corte Suprema y Fiscales Supremos y, a solicitud
de la Corte Suprema o de la Junta de Fiscales
Supremos, respectivamente, a los jueces y fiscales
de todas las instancias. La resolución final,
motivada y con previa audiencia del interesado, es
inimpugnable.
4. Extender a los jueces y fiscales el título oficial que
los acredita.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “En atención a que una de las reglas en materia de interpretación constitucional consiste en que el
proceso de comprensión de la Norma Suprema debe efectuarse de conformidad con los principios de unidad y
de concordancia, el Tribunal Constitucional considera que tales exigencias se traducen en comprender que, a
la garantía de la motivación de las resoluciones, se le ha previsto una reserva tratándose del ejercicio de una
atribución como la descrita en el inciso 2) del artículo 154º de la Constitución, y que, en la comprensión de
aquellas dos cláusulas constitucionales –la que establece la regla general, aquella otra que fije su excepción–
no puede optarse por una respuesta que, desconociendo esta última, ponga en cuestión el ejercicio
constitucionalmente conforme de la competencia asignada al Consejo Nacional de la Magistratura...”
(Expediente 1941-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 21).
ANTECEDENTES
Constitución de 1979: Art. 246.
1. “[La] ratificación de magistrados no tiene por finalidad que el Consejo se pronuncie sobre actos u
omisiones antijurídicas; constituye, más bien, la expresión de un voto de confianza que nace del criterio de
conciencia de cada consejero, el que se emite en forma secreta sobre la actuación del magistrado durante los 7
años en que ejerció dicha función. De ahí que la validez constitucional de este tipo de decisiones no dependa
de que esté motivada, sino de que haya sido ejercida por quien tiene competencia para ello (Consejo Nacional
de la Magistratura) dentro de los supuestos en los que la propia norma constitucional se coloca (jueces y
fiscales cada 7 años). En ello, precisamente, reside su diferencia respecto de la destitución por medida
disciplinaria que, por tratarse de una sanción y no de un voto de confianza, sí debe encontrarse motivada a fin
de preservar el debido proceso de quien es procesado administrativamente...” (Expediente 2803-2002-AA/TC,
Fundamento Jurídico 2).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES
No tiene antecedentes.
1. “Es evidente, a la luz de la historia del derecho constitucional peruano, que las Constituciones de
1920, 1933 y 1979 establecieron, como parte del proceso de ratificación judicial, la obligatoriedad de la
motivación de la resolución correspondiente. Sin embargo, no ha sido ésta una exigencia que se haya
incorporado al texto de 1993. Por el contrario, de manera indubitable y ex profeso, los legisladores
constituyentes de dicha Carta optaron por constitucionalizar la no motivación de las ratificaciones judiciales,
al mismo tiempo de diferenciar a esta institución de lo que, en puridad, es la destitución por medidas
disciplinarias (cfr. Congreso Constituyente Democrático. Debate Constitucional-1993, T. III, p. 1620 y ss.)...
El establecimiento de un voto de confianza que se materializa a través de una decisión de conciencia por parte
de los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, sobre la base de determinados criterios que no
requieran ser motivados, no es ciertamente una institución que se contraponga al Estado Constitucional de
Derecho y los valores que ella persigue promover, pues en el derecho comparado existen instituciones como
los jurados, que, pudiendo decidir sobre la libertad, la vida o el patrimonio de las personas, al momento de
expresar su decisión, no expresan las razones que las justifican...” (Expediente 1941-2002-AA/TC,
Fundamentos Jurídicos 19 y 20).
CAPÍTULO X
DEL MINISTERIO PÚBLICO
Ministerio Público:
autonomía
Fiscal de la Nación:
duración del mandato
Miembros del MP: 158º. El Ministerio Público es autónomo. El
Derechos, Fiscal de la Nación lo preside. Es elegido por la Junta
prerrogativas,
incompatibilidades,
de Fiscales Supremos. El cargo de Fiscal de la Nación
nombramiento y dura tres años, y es prorrogable, por reelección, sólo
requisitos por otros dos. Los miembros del Ministerio Público
tienen los mismos derechos y prerrogativas y están
sujetos a las mismas obligaciones que los del Poder
Judicial en la categoría respectiva. Les afectan las
mismas incompatibilidades. Su nombramiento está
sujeto a requisitos y procedimientos idénticos a los de
los miembros Poder Judicial en su respectiva categoría.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Ley Nº 26502 (El Peruano, 14 de julio de 1995), que precisa fecha a partir de la cual se computa el período
del cargo de Fiscal de la Nación, a que se refiere el Artículo 158º de la Constitución Política del Perú.
Artículo 1º.- Entiéndase que el plazo a que se refiere el Artículo 158º de la Constitución Política
del Perú para el cargo de Fiscal de la Nación, comienza a regir desde la fecha en que éste presta juramento
como consecuencia de la elección por la Junta de Fiscales Supremos o haya asumido el cargo de Titular, de
conformidad con el procedimiento establecido en la Ley Nº 26288.
Atribuciones del
Ministerio Público
Promover la acción
judicial
Velar por la 159º. Corresponde al Ministerio Público:
independencia de los
órganos judiciales 1. Promover de oficio, o a petición de parte, la acción
Representar a la judicial en defensa de la legalidad y de los intereses
sociedad en los públicos tutelados por el derecho.
procesos judiciales
Conducir la 2. Velar por la independencia de los órganos
investigación. jurisdiccionales y por la recta administración de
La PNP debe cumplir justicia.
sus mandatos
Ejercitar la acción 3. Representar en los procesos judiciales a la
penal sociedad.
Emitir dictámenes
4. Conducir desde su inicio la investigación del delito.
Iniciativa legislativa
Con tal propósito, la Policía Nacional está obligada
a cumplir los mandatos del Ministerio Público en el
ámbito de su función.
5. Ejercitar la acción penal de oficio o a petición de
parte.
6. Emitir dictamen previo a las resoluciones judiciales
en los casos que la ley contempla.
7. Ejercer iniciativa en la formación de las leyes; y dar
cuenta al Congreso, o al Presidente de la República,
de los vacíos o defectos de la legislación.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “El enunciado ‘Durante el proceso’ mencionado en el citado artículo 8º debe entenderse que se
proyecta, en el caso de procesos penales, también al ámbito de su etapa prejurisdiccional, es decir, aquél cuya
dirección compete al Ministerio Público (art. 159º, inciso 4, Constitución). En consecuencia, ante la
formulación de una denuncia, debe mediar un tiempo razonable entre la notificación de la citación y la
concurrencia de la persona citada, tiempo que permita preparar adecuadamente la defensa ante las
imputaciones o cargos en contra, considerándose, además, el término de la distancia cuando las circunstancias
así lo exijan...” (Expediente 1268-2001-HC/TC, Fundamento Jurídico 3).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
No tiene antecedentes.
1. “[La] asunción del gobierno y gestión del Ministerio Público por la Comisión Ejecutiva del
mismo, no vulnera la autonomía que le reconoce la Constitución al Ministerio Público ni viola los artículos
80º y 160º de la Constitución...” (Expediente 0001-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 4).
CAPÍTULO XI
DE LA DEFENSORÍA
DEL PUEBLO
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
No tiene antecedentes.
1. “La Defensoría del Pueblo, en su Informe Defensorial ante el Congreso de la República 1996-
1998, ha afirmado que las temperaturas excesivamente bajas de la zona donde se halla el establecimiento
penal ponen en grave riesgo la salud humana. Sin embargo, esa afirmación es válida sólo para determinadas
personas que no se adaptan a lugares ubicados en la Cordillera de los Andes... Conclusiones análogas se
encuentran en el Informe del Comité de las Naciones Unidas y el de un órgano no gubernamental como es la
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Si bien ninguno de estos informes vinculan al Tribunal, sí
contribuyen a crear convicción sobre el hecho materia de controversia, debiéndose resaltar la convergencia
del sentido de los citados informes...” (Expediente 1429-2002-HC/TC, Fundamento Jurídico 9).
CAPÍTULO XII
DE LA SEGURIDAD Y DE
LA DEFENSA NACIONAL
Defensa Nacional
Sistema de Defensa
Nacional
Defensa nacional:
163º. El Estado garantiza la seguridad de la
características Nación mediante el Sistema de Defensa Nacional.
Participación en la La Defensa Nacional es integral y permanente. Se
Defensa Nacional desarrolla en los ámbitos interno y externo. Toda
persona, natural o jurídica, está obligada a participar en
la Defensa Nacional, de conformidad con la ley.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Art. 214.
Constitución de 1979: Arts. 269 y 270.
1. “El concepto de Seguridad Nacional no debe confundirse con el de seguridad ciudadana. Aquélla
implica un peligro grave para la integridad territorial, para el Estado de Derecho, para el orden constitucional
establecido: es la violencia contra el Estado y afecta los cimientos del sistema democrático, como se expresó
en la vigésima cuarta reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados
Americanos, este 20 de setiembre de 2001. Supone, pues, un elemento político o una ideología que se
pretende imponer, y sólo puede equipararse a la seguridad ciudadana por excepción o emergencia, cuando ésta
es perturbada gravemente. La seguridad ciudadana normalmente preserva la paz, la tranquilidad y la
seguridad de los ciudadanos, sin mediar el factor político y/o el trasfondo ideológico en su vulneración. Quien
delinque contra la seguridad ciudadana, no se propone derrocar o amenazar al régimen político
constitucionalmente establecido, a fin de imponer uno distinto o una distinta ideología...” (Expediente 0005-
2001-AI/TC, Fundamento Jurídico 2).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Fuerzas Armadas
Fuerzas Armadas:
constitución
Finalidad de las FFAA
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Finalidad de la Policía
Nacional 166º. La Policía Nacional tiene por finalidad
fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden
interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la
comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la
seguridad del patrimonio público y del privado.
Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y
controla las fronteras.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[El] artículo 166º de la Constitución Política del Estado establece que la Policía Nacional tiene
por finalidad fundamental garantizar, mantener y restablecer el orden interno, así como prestar atención y
ayuda a las personas y a la comunidad. Para cumplir dicha finalidad requiere contar con personal de conducta
intachable y honorable en todos los actos de su vida pública y privada, que permita no sólo garantizar, entre
otros, el cumplimiento de las leyes y la prevención, investigación y combate de la delincuencia, sino también
mantener incólume el prestigio institucional y personal...” (Expediente 1673-2002-AA/TC, Fundamento
Jurídico 5).
El Presidente es el Jefe Supremo de las FF.AA. y de la PNP
Jefe Supremo de las
Fuerzas Armadas y
Policía Nacional
167º. El Presidente de la República es el Jefe
Supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional.
TRATADOS INTERNACIONALES
Declaración Universal de Derechos Humanos: Art. 21.3.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Art. 1.1.
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales: Art. 1.1.
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Art. 153.
Constitución de 1979: Art. 273.
1. “El Presidente de la República está facultado, por los artículos 167º y 168º de la Constitución,
concordantes con el artículo 53º del Decreto Legislativo 745 - Ley de Situación Policial del Personal de la
Policía Nacional del Perú, para pasar a la situación de retiro, por la causal de renovación, a los oficiales
policías y de servicios de los grados de mayor a teniente general, de acuerdo a las necesidades que determine
la Policía Nacional... El ejercicio de dicha atribución por parte del Presidente de la República no puede
entenderse como una afectación al honor del demandante, ni tampoco tiene la calidad de sanción, más aún
cuando en la misma resolución se agradece al demandante por los servicios prestados al Estado ...”
(Expediente 2164-2002-AA/TC, Fundamentos Jurídicos 2 y 4).
ANTECEDENTES
1. “El artículo 168º de la Constitución, por cierto, no sólo alude a que mediante una ley se regulen las
materias que ella señala. También menciona a los reglamentos respectivos. Sin embargo, tal alusión a los
reglamentos no puede entenderse en el sentido que éstos tengan el mismo rango que las leyes para diseñar el
ordenamiento jurídico de las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú. A juicio del Tribunal, tal
capacidad para regular, mediante reglamento, lo concerniente a la organización, funciones, especialidades,
preparación, empleo y disciplina de tales institutos armados, ha de ser secum legem, esto es, completando lo
que en las leyes correspondientes se establezca.
En segundo lugar, cuando el artículo 168º de la Constitución refiere que la organización, funciones,
especialidades, preparación, empleo y disciplina de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú,
habrán de ser determinadas por ‘las leyes y los reglamentos respectivos’; con ello se enfatiza que el ámbito de
los institutos armados y el status jurídico de los profesionales de las armas debe ser objeto de una regulación
particular, no en el sentido de conferir privilegios y otorgar inmunidades, sino para legislar asuntos propios de
los institutos armados y policiales...” (Expediente 2050-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 4).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[La] necesidad de que las leyes y reglamentos de la Policía Nacional del Perú y, en general, de las
Fuerzas Armadas, no sean bloques o compartimientos aislados de la Constitución Política del Estado,
tampoco quiere decir que el régimen disciplinario militar, en lo que aquí interesa poner de relieve, esté exento
de un tratamiento singular, derivado no sólo de la referencia explícita a que las leyes y reglamentos
respectivos normen la disciplina de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, sino, fundamentalmente, de
los principios especiales a los que están sujetos tanto las Fuerzas Armadas como la Policía Nacional del Perú.
Y es que el mantenimiento de la disciplina en las relaciones internas de subordinación y supraordenación de
un órgano como la Policía Nacional, que se encuentra estructurado jerárquicamente, impone que los derechos
de sus miembros deban sujetarse a determinadas singularidades...” (Expediente 2050-2002-AA/TC,
Fundamento Jurídico 5).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[Es] justamente atendiendo al objetivo primordial del proceso descentralizador (el desarrollo
integral del país) que es posible reconocer los límites del mismo y, por ende, del carácter autonómico de las
distintas regiones. El objetivo principal de dichos límites que, a su vez, actúa como principio informante de
toda política descentralizadora, es el reconocimiento de la unicidad e indivisibilidad del Estado. En efecto,
Estado unitario e indivisible de gobierno descentralizado no son, en absoluto, conceptos contrapuestos. Por el
contrario, es la aplicación armónica de dichos principios la que permite al Estado cumplir con uno de sus
deberes primordiales; a saber, ‘la promoción del desarrollo integral y equilibrado de la Nación’ (artículo 44º
de la Constitución)...” (Expediente 0012-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico 3).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[Con] relación a la parte del petitorio del demandante referido al otorgamiento de ascenso al
grado inmediato superior y el reintegro de la asignación por concepto de combustible, el Tribunal
Constitucional considera que dichos rubros no constituyen materias que puedan conocerse a través del
proceso de amparo, pues ni constituyen contenidos de algún derecho constitucional que haya sido declarado,
ni el amparo tiene por objeto establecer derechos de los cuales antes de la iniciación del proceso no se haya
sido titular, pues su finalidad es simplemente de dispensarles tutela, lo que presupone que quien cuenta con
legitimación activa sea o haya sido titular del derecho constitucional...” (Expediente 0615-1999-AA/TC,
Fundamento Jurídico 2).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES
Armas de guerra
Uso y posesión de
armas de guerra
Excepción:
Fabricación privada 175º. Sólo las Fuerzas Armadas y la Policía
de armas de guerra Nacional pueden poseer y usar armas de guerra. Todas
Fábrica y comercio de
armas distintas a las
las que existen, así como las que se fabriquen o se
de guerra introduzcan en el país pasan a ser propiedad del Estado
sin proceso ni indemnización.
Se exceptúa la fabricación de armas de guerra por la
industria privada en los casos que la ley señale.
La ley reglamenta la fabricación, el comercio, la
posesión y el uso, por los particulares, de armas
distintas de las de guerra.
TRATADOS INTERNACIONALES
Convención Americana sobre Derechos Humanos: Art. 15.
ANTECEDENTES
1. “Las bandas armadas a las que se refiere el artículo 1º del Decreto Legislativo Nº 895, pueden ser
utilizadas por el terrorismo, pero no toda banda armada que robe, secuestre o extorsione, persigue objetivos
políticos basándose en una ideología. No es suficiente organizarse en bandas y utilizar armas de guerra para
ubicarse en la tipificación del terrorismo. Como el delito de terrorismo implica la violencia contra el Estado y
afecta el sistema político de una nación, al pretender sustituir o debilitar al gobierno constitucional, causando
terror en la población, es precisamente por amenazar el orden político estatuido, que la Constitución procesa
aún y sancionaba antes al terrorismo, con severidad única –la pena de muerte– equiparable sólo al delito de
traición a la Patria, pero no extensible a otros delitos de naturaleza común...” (Expediente 0005-2001-AI/TC,
Fundamento Jurídico 2).
CAPÍTULO XIII
DEL SISTEMA ELECTORAL
Sistema electoral
Sistema Electoral:
finalidad
Organización y
ejecución de los
procesos electorales o 176º. El sistema electoral tiene por finalidad
consultas populares asegurar que las votaciones traduzcan la expresión
Mantenimiento y
custodia del registro auténtica, libre y espontánea de los ciudadanos; y que
de identificación los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la
Registro de actos que voluntad del elector expresada en las urnas por
modifican el estado
civil votación directa.
Tiene por funciones básicas el planeamiento, la
organización y la ejecución de los procesos electorales
o de referéndum u otras consultas populares; el
mantenimiento y la custodia de un registro único de
identificación de las personas; y el registro de los actos
que modifican el estado civil.
ANTECEDENTES
1. “El sistema electoral “... busca asegurar que las votaciones traduzcan la expresión auténtica, libre
y espontánea de los ciudadanos; y que los escrutinios sean reflejo exacto y oportuno de la voluntad del elector
expresada en las urnas por votación directa... siendo esto así, es evidente que ningún ente conformante del
Sistema Electoral, puede alegar funciones o responsabilidades excluyentes a tal grado, que las mismas en
lugar de canalizar los objetivos del Sistema, terminen obstaculizándolo o entorpeciéndolo, ya que como se ha
visto, la finalidad del sistema, antes que administrativa, es electoral. Incluso no está de más recordar que si
conforme al inciso 5) del Artículo 203º de la Constitución ‘Están facultados para interponer acción de
inconstitucionalidad Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el Jurado Nacional de Elecciones’
quiere ello decir, que no existe, por mandato expreso de la Norma Fundamental, el supuesto monopolio de
atribuciones que se invoca en la demanda...” (Expediente 0001-1997-CC/TC, Fundamentos Jurídicos 2 y 3).
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “Que conforme lo dispone el Artículo 177º de la Constitución Política del Estado ‘El Sistema
Electoral está conformado por el Jurado Nacional de Elecciones, la Oficina Nacional de Procesos Electorales
y el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil’, quienes ‘Actúan con autonomía y mantienen entre sí
relaciones de coordinación’... Que la interpretación más razonable que se puede otorgar al enunciado
dispositivo supone que el Sistema Electoral por el que ha optado nuestro constituyente, no significa la
adopción de tres entes aislados uno del otro sino la presencia de tres dependencias, que no obstante ser
autónomas, se encuentran estrictamente vinculadas la una de la otra por las atribuciones que poseen y cuya
finalidad –la de cada atribución– sólo puede ser coherente a la luz de la cláusula general contenida en el
Artículo 176º de la misma Norma Fundamental...” (Expediente 0001-1997-CC/TC, Fundamentos Jurídicos 1
y 2).
Atribuciones del
Jurado Nacional de
Elecciones
Fiscalizar el sufragio,
procesos electorales y
consultas populares.
Fiscalizar la
elaboración del
178º. Compete al Jurado Nacional de
padrón electoral Elecciones:
Mantener y custodiar
el registro de
1. Fiscalizar la legalidad del ejercicio del sufragio y de
organizaciones la realización de los procesos electorales, del
políticas referéndum y de otras consultas populares, así
Verificar el como también la elaboración de los padrones
cumplimiento de las
normas sobre electorales.
organizaciones 2. Mantener y custodiar el registro de organizaciones
políticas y en materia
electoral
políticas.
Administrar justicia 3. Velar por el cumplimiento de las normas sobre
en materia electoral organizaciones políticas y demás disposiciones
Proclamar candidatos
elegidos y el resultado
referidas a materia electoral.
de las consultas 4. Administrar justicia en materia electoral.
populares
Expedir credenciales a 5. Proclamar a los candidatos elegidos; el resultado
los elegidos del referéndum o el de otros tipos de consulta
Otras: reserva de ley popular y expedir las credenciales
Iniciativa legislativa
correspondientes.
Presupuesto del
Sistema Electoral. 6. Las demás que la ley señala.
Sustentación ante el
Congreso En materia electoral, el Jurado Nacional de
Elecciones tiene iniciativa en la formación de las leyes.
Presenta al Poder Ejecutivo el proyecto de
Presupuesto del Sistema Electoral que incluye por
separado las partidas propuestas por cada entidad del
sistema. Lo sustenta en
esa instancia y ante el
Congreso.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[Entre] otras razones y para abreviar, un Tribunal nacido para defender la Constitución frente a la
Ley, no puede avalar, confirmar o «constitucionalizar» leyes que otorguen tantas ventajas procesales a las
«normas de rango legal» sobre la Constitución –es decir, procesalmente hablando, al demandado sobre el
demandante– pues, de hacerlo, estaría comprometiendo la posibilidad de cumplir con su misión, y, por ello
mismo, renegando de su cometido y de su misma razón de ser, aparte de que, el permitir que el voto de uno o,
cuando mucho, dos magistrados, obligue al Tribunal, en contra de la opinión colegiada de su mayoría
absoluta, o, aun, de una más alta, a ‘constitucionalizar’ una ley, tendría, según los artículos 37º y 39º de la Ley
Orgánica de este Tribunal, el tremendo efecto de privar al Poder Judicial del derecho del “control difuso”, en
cuya virtud resultaría, como bien se señala en la página segunda de la demanda, que un solo magistrado de
este TC, podría imponerle el criterio inconstitucional a todos los jueces de la República, incluyendo a la Corte
Suprema y, aún, al Jurado Nacional de Elecciones, y ya no sólo a todos los demás miembros de este TC, y a
este TC mismo, como si el voto de algún magistrado pudiese valer más que el de cualquier otro...”
(Expediente 0005-1996-AA/TC, Fundamento Jurídico 16).
Jurisdicción electoral
Resoluciones del
Pleno del Jurado
Nacional de
Elecciones
Instancia definitiva en 181º. El Pleno del Jurado Nacional de
materia electoral Elecciones aprecia los hechos con criterio de
conciencia. Resuelve electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas
con arreglo a ley y a los populares, sus resoluciones son dictadas en instancia
principios generales de final, definitiva, y no son revisables. Contra ellas no
derecho. En materias procede recurso alguno.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
cédula de sufragio
Entrega del material 182º. El Jefe de la Oficina Nacional de
electoral Procesos Electorales es nombrado por el Consejo
Difusión de resultados
Nacional de la Magistratura por un período renovable de
cuatro años. Puede ser Le corresponde organizar todos los procesos
removido por el propio electorales, de referéndum y los de otros tipos de
Consejo por falta grave. consulta popular, incluido su presupuesto, así como la
Está afecto a las elaboración y el diseño de la cédula de sufragio. Le
mismas corresponde asimismo la entrega de actas y demás
incompatibilidades material necesario para los escrutinios y la difusión de
previstas para los sus resultados. Brinda información permanente sobre el
integrantes del Pleno cómputo desde el inicio del escrutinio en las mesas de
del Jurado Nacional de sufragio. Ejerce las demás funciones que la ley le
Elecciones. señala.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “Si bien la Oficina Nacional de Procesos Electorales fue creada por la Ley Nº 26487, publicada el
21 de junio de 1995, esto no implica que dicho organismo y el respectivo ejercicio de sus atribuciones se haya
constituido por la sola vigencia de la referida ley, pues para el efecto había la necesidad de todo un proceso
orientado a poner en funcionamiento dicho organismo, cuyo titular, el Jefe de la Oficina Nacional de Procesos
Electorales, recién fue designado por Resolución Nº 024-95-CNM, publicada el 29 de julio de 1995...”
(Expediente 0902-1996-AA/TC, Fundamento Jurídico 2).
2. Ver también la sentencia que se cita en el artículo 186º.
183º. El Jefe
El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
tiene a su cargo la inscripción de los nacimientos,
del Registro Nacional de matrimonios, divorcios, defunciones, y otros actos que
Identificación y Estado modifican el estado civil. Emite las constancias
Civil es nombrado por el correspondientes. Prepara y mantiene actualizado el
Consejo Nacional de la padrón electoral. Proporciona al Jurado Nacional de
Magistratura por un Elecciones y a la Oficina Nacional de Procesos
período renovable de Electorales la información necesaria para el
cuatro años. Puede ser cumplimiento de sus funciones. Mantiene el registro de
removido por dicho identificación de los ciudadanos y emite los
Consejo por falta grave. documentos que acreditan su identidad.
Está afecto a las
Ejerce las demás funciones que la ley señala.
mismas
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “[El] presente conflicto entre el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil y la Oficina
Nacional de Procesos Electorales, debe necesariamente resolverse en razón a la operatividad o funcionalidad
del Sistema, lo que supone que si la responsabilidad de verificación de los requisitos formales para ejercer los
derechos de participación y control ciudadanos, y entre ellos, la verificación de firmas, permite que el primero
de los citados entes, vía la remisión en medios magnéticos y digitalizados de los datos relativos a las
inscripciones electorales, firmas y huellas digitales y boletas de inscripción así como la información interna
de aquellas, contribuya a la responsabilidad que atañe al segundo de los entes, no puede ello entenderse como
una invasión a distorsión de competencias sino como una de las manifestaciones que asumen las relaciones de
coordinación existentes entre ellos...” (Expediente 0001-1997-CC/TC, Fundamento Jurídico 4).
2. Ver también la sentencia que se cita en el artículo 186º.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[La] Constitución sólo ha previsto dos supuestos de ‘irrevisabilidad’ en sede judicial: la de las
resoluciones emanadas del Jurado Nacional de Elecciones, en materia electoral, y las del Consejo Nacional de
la Magistratura, en materia de evaluación y ratificación de los jueces. De esta manera, la norma pretende
impedir que el Poder Judicial enmiende la acción inconstitucional del Congreso y anular el derecho a la
efectiva tutela jurisdiccional (derecho a la justicia)...” (Expediente 0013-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico
3.b).
Escrutinio de votos
185º. El escrutinio de los votos en toda clase
Escrutinio Público de elecciones, de referéndum o de otro tipo de consulta
Revisión del escrutinio popular se realiza en acto público e ininterrumpido
sobre la mesa de sufragio. Sólo es revisable en los
casos de error material o de impugnación, los cuales se
resuelven conforme a ley.
ANTECEDENTES
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[No] está de más señalar que la disputada atribución (de Información y Verificación de los
requisitos formales necesarios para ejercer los Derechos de Participación y Control Ciudadanos, y entre ellos,
la verificación de firmas) guarda mayor coherencia o razonabilidad que cumple la Oficina Nacional de
Procesos Electorales y no así con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil bastando una lectura
de los artículos 182º y 183º de la Constitución para corroborarlo...” (Expediente 0001-1997-CC/TC,
Fundamento Jurídico 6).
Elecciones pluripersonales
Elecciones
pluripersonales
187º. En las elecciones pluripersonales hay
Representación representación proporcional, conforme al sistema que
proporcional: reserva establece la ley.
de ley
Voto de los residentes La ley contiene disposiciones especiales para facilitar el
en el extranjero voto de los peruanos residentes en el extranjero.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “El Tribunal ha sopesado el grado de peligrosidad que entraña la divulgación de las proyecciones
de las empresas encuestadoras y ha decidido que no se trata de un peligro grave, claro ni inminente, pues si
bien en las elecciones generales del año 2000 se produjeron desmanes, ello fue debido, principalmente, a la
particular situación política que vivía el país en esos momentos y a la predisposición de la ciudadanía –
respaldada por organismos internacionales que observaban el proceso– para sospechar un fraude electoral,
más que al error de las encuestadoras en sus proyecciones respecto al ganador. La gran mayoría de la
población es consciente de que los resultados de las encuestadoras no son exactos, y que deben esperar el
resultado oficial, pacíficamente, como en efecto ha ocurrido en la gran mayoría de procesos electorales...”
(Expediente 0002-2001-AI/TC, Fundamento Jurídico 9).
CAPÍTULO XIV
DE LA DESCENTRALIZACIÓN
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
Texto vigente de este capítulo conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley
27680, Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo
de 2002). Anteriormente este Capítulo se denominaba “De la Descentralización, las Regiones y las
Municipalidades”.
Proceso de
Descentralización
Asignación de
188º. La descentralización es una forma de
competencias organización democrática y constituye una política
Transferencia de permanente de Estado, de carácter obligatorio, que
recursos tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral
Descentralización de
los poderes y órganos del país. El proceso de descentralización se realiza por
del Estado etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a
criterios que permitan una adecuada asignación de
competencias y transferencia de recursos del gobierno
nacional hacia los gobiernos regionales y locales.
Los Poderes del Estado y los Organismos Autónomos
así como el Presupuesto de la República se
descentralizan de acuerdo a ley.
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 188º.- La descentralización es un proceso permanente que tiene como objetivo el
desarrollo integral del país”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Tomo III: páginas 1836 a 1877, 1879 a 1916, 1917 a 1963, 2314 a 2319, 2322, 2327 y 2518.
de la República
Unidad e integridad
189º. El territorio de la República está
del Estado y la Nación integrado por regiones, departamentos, provincias y
Ámbito regional de distritos, en cuyas circunscripciones se constituye y
gobierno organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local,
Ámbito local de en los términos que establece la Constitución y la ley,
gobierno
preservando la unidad e integridad del Estado y de la
Nación.
El ámbito del nivel regional de gobierno son las
regiones y departamentos. El ámbito del nivel local de
gobierno son las provincias, distritos y los centros
poblados.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 189º.- El territorio de la República se divide en regiones, departamentos, provincias y
distritos, en cuyas circunscripciones se ejerce el gobierno unitario de manera descentralizada y
desconcentrada”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Creación de las
regiones: criterios
Inicio del proceso de
regionalización
Regionalización y 190º. Las regiones se crean sobre la base de
referéndum áreas contiguas integradas histórica, cultural,
Competencias y
facultades e
administrativa y económicamente, conformando
incentivos: reserva de unidades geoeconómicas sostenibles.
ley El proceso de regionalización se inicia eligiendo
Mecanismos de
coordinación entre los gobiernos en los actuales departamentos y la Provincia
gobiernos regionales: Constitucional del Callao. Estos gobiernos son
reserva de ley gobiernos regionales.
Mediante referéndum podrán integrarse dos o más
circunscripciones departamentales contiguas para
constituir una región, conforme a ley. Igual
procedimiento siguen las provincias y distritos
contiguos para cambiar de circunscripción regional.
La ley determina las competencias y facultades
adicionales, así como incentivos especiales, de las
regiones así integradas.
Mientras dure el proceso de integración, dos o más
gobiernos regionales podrán crear mecanismos de
coordinación entre sí. La ley determinará esos
mecanismos.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 190º.- Las Regiones se constituyen por iniciativa y mandato de las poblaciones
pertenecientes a uno o más departamentos colindantes. Las provincias y los distritos contiguos pueden
asimismo integrarse o cambiar de circunscripción.
En ambos casos procede el referéndum, conforme a ley”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 191º.- Las municipalidades provinciales y distritales, y las delegadas conforme a ley,
son los órganos de gobierno local. Tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de
su competencia.
Corresponden al Concejo las funciones normativas y fiscalizadoras; y a la alcaldía, las funciones
ejecutivas.
Los alcaldes y regidores son elegidos por sufragio directo, por un período de cinco años. Pueden ser
reelegidos. Su mandato es revocable pero irrenunciable. Gozan de las prerrogativas que señala la ley”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “El reconocimiento, respeto y promoción por parte del gobierno central de la autonomía política,
económica y administrativa de los gobiernos regionales, es consustancial al principio reconocido en el artículo
43º de la Constitución, según el cual el gobierno es descentralizado... Este Colegiado ya ha tenido oportunidad
de precisar el contenido restringido que el concepto de autonomía implica. Así, en la sentencia recaída en el
Exp. Nº 0012-1996-AI/TC se estableció que ‘la autonomía es capacidad de autogobierno para desenvolverse
con libertad y discrecionalidad, pero sin dejar de pertenecer a una estructura general de la cual en todo
momento se forma parte, y que está representada no sólo por el Estado sino por el ordenamiento jurídico que
rige a éste’...” (Expediente 0012-2003-AI/TC, Fundamentos Jurídicos 2 y 4).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 192º.- Las municipalidades tienen competencia para:
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “Aunque –tal como lo han advertido las partes– en ninguna de las disposiciones citadas se precisa
que la potestad de regulación tributaria incluye la determinación del órgano público competente para distribuir
los montos que se recauden como consecuencia de la aplicación de los tributos creados, este Colegiado
considera que tal facultad se encuentra implícitamente incluida en la potestad de regulación tributaria, toda
vez que una interpretación contraria supondría afirmar que no existe órgano titular de dicha facultad,
quedando abierta la posibilidad de que cualquier órgano público se arrogue la función distributiva del tributo.
En consecuencia, debe quedar claro que los poderes Legislativo y Ejecutivo están facultados para,
vía ley o decreto legislativo, respectivamente, determinar la distribución del tributo o, en su caso, delegar
dicha facultad en algún otro órgano público, que, desde luego, podría ser uno de los órganos de gobierno de
las regiones. Claro está que, en el caso de los aranceles o tasas, tal facultad, para determinar su distribución o
para delegar tal potestad, queda reservada al Poder Ejecutivo, vía decreto supremo.
Lo expuesto hasta el momento es plenamente compatible con lo previsto por el inciso 3 del artículo
192º de la Constitución, en concordancia con lo establecido en su inciso 3, artículo 193º, los cuales establecen
que los gobiernos regionales pueden administrar tributos, siempre que hayan sido creados por ley a su
favor...” (Expediente 0012-2003-AI/TC, Fundamentos Jurídicos 6 y 7).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 193º.- Son bienes y rentas de las municipalidades:
1. Los bienes e ingresos propios.
2. Los impuestos creados por ley a su favor.
3. Las contribuciones, tasas, arbitrios, licencias y derechos de su competencia, creados por su
Concejo.
4. Los recursos asignados del Fondo de Compensación Municipal que se crea por ley según los
tributos municipales.
5. Las transferencias presupuestales del Gobierno Central.
6. Los recursos que les correspondan por concepto de canon.
7. Los demás recursos que determine la ley”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Municipalidades
provinciales y
distritales
Autonomía
Municipalidades de 194º. Las municipalidades provinciales y
centros poblados distritales son los órganos de gobierno local. Tienen
Estructura orgánica autonomía política, económica y administrativa en los
Elección de alcaldes y asuntos de su competencia. Las municipalidades de los
regidores centros poblados son creadas conforme a ley.
Duración del mandato
y reelección La estructura orgánica del gobierno local la
Irrenunciabilidad y conforman el Concejo Municipal como órgano
revocatoria
Los alcaldes deben
normativo y fiscalizador y la Alcaldía como órgano
renunciar al cargo ejecutivo, con las funciones y atribuciones que les
para postular a señala la ley.
Presidente,
Vicepresidente o Los alcaldes y regidores son elegidos por sufragio
congresista de la directo, por un período de cuatro (4) años. Pueden ser
República; o a reelegidos. Su mandato es revocable e irrenunciable,
Presidente Regional
conforme a ley.
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 194º.- Las municipalidades pueden asociarse o concertar entre ellas convenios
cooperativos para la ejecución de obras y la prestación de servicios comunes”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Arts. 203 y 206.
Constitución de 1979: Art. 252.
Tomo III: páginas 1836 a 1877, 1879 a 1916, 1917 a 1963 y 2518.
1. “El artículo 191º [ahora artículo 194º, en aplicación de la Ley Nº 27680] de la Constitución
garantiza el instituto constitucional de la autonomía municipal, en sus ámbitos político, económico y
administrativo, en los asuntos de su competencia. Como lo ha sostenido este Tribunal en la sentencia recaída
en el Exp. Nº 0007-2001-AA/TC, mediante la autonomía municipal se garantiza a los gobiernos locales
“desenvolverse con plena libertad en los aspectos administrativos, económicos y políticos (entre ellos, los
legislativos) [Fund. Jur. Nº6]. Es decir, se garantiza que los gobiernos locales, en los asuntos que
constitucionalmente les atañen, puedan desarrollar las potestades necesarias para garantizar su autogobierno.
Sin embargo, autonomía no debe confundirse con autarquía, pues desde el mismo momento en que aquélla le
viene atribuida por el ordenamiento, su desarrollo debe realizarse con respeto a ese ordenamiento jurídico.
‘No supone autarquía funcional al extremo de que, de alguna de sus competencias pueda desprenderse
desvinculación parcial o total del sistema político o del propio orden jurídico en el que se encuentra inmerso
cada gobierno municipal. En consecuencia, no porque un organismo sea autónomo deja de pertenecer al
Estado, pues sigue dentro de él y, como tal, no puede apartarse del esquema jurídico y político que le sirve de
fundamento a éste y, por supuesto, a aquél’...” (Expediente 0016-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico 4).
2. “Se alega que el artículo 5º de la Ley Nº 27153 [Ley Nº 27153, que regula la explotación de los
juegos de casino y máquinas tragamonedas, de 9 de julio de 1999] vulnera el artículo 191 [artículo 194 tras la
reforma introducida por la Ley 27680] de la Constitución Política del Estado, en concreto la autonomía
administrativa de los gobiernos locales, pues su artículo 5.1 establece que la explotación de los juegos de
casinos y máquinas tragamonedas sólo se podrá realizar en ‘...establecimientos ubicados en los distritos
autorizados mediante Resolución Suprema...’, en tanto que el artículo 11.1 de la Ley Orgánica de
Municipalidades establece que es competencia de los gobiernos locales la regulación de los planos de
zonificación.
El Tribunal Constitucional no comparte este criterio interpretativo, pues como se ha sostenido en la
contestación de la demanda, tal disposición no tiene por propósito sustituir o alterar los planes de zonificación
que cada gobierno local pueda establecer, sino únicamente identificar a los distritos en cuya jurisdicción se
puede autorizar la explotación de los juegos de casinos, quedando a salvo, por tanto, la facultad de los
gobiernos locales para establecer sus planes de zonificación de acuerdo a ley...” (Expediente 0009-2001-
AI/TC, Fundamento Jurídico 1).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 195º.- La ley regula la cooperación de la Policía Nacional con las municipalidades en
materia de seguridad ciudadana”.
TRATADOS INTERNACIONALES
1. “El numeral 4 del artículo 192º de la Constitución Política del Perú [actualmente artículo 195º,
numeral 5, modificado por la Ley de Reforma Constitucional Nº 27680, publicada el 7 de marzo de 2002],
establecía que las municipalidades tienen competencia para organizar, reglamentar y administrar los servicios
públicos locales bajo su responsabilidad; facultándolas para que regulen el transporte urbano y el
otorgamiento de licencias o concesiones de rutas.
Asimismo, la Ley Orgánica de Municipalidades establece las atribuciones de las municipalidades en
general, y en especial las de la Municipalidad Metropolitana de Lima en materia de transporte público urbano
e interurbano, dentro de su respectiva jurisdicción, de modo que las autorizaciones o permisos provisionales
otorgados unilateralmente por la Municipalidad Provincial del Callao, al exceder su ámbito jurisdiccional,
usurpan las atribuciones de la Municipalidad Metropolitana de Lima, lesionando el ámbito de su
competencia...” (Expediente 2995-2003-AA/TC, Fundamentos Jurídicos 1 y 2).
2. “[Las] municipalidades están previstas como entidades del Estado u órganos de carácter
constitucional, en el Capítulo XIV (De la Descentralización, las Regiones y las Municipalidades) del Título
IV (De la Estructura del Estado) de la misma Constitución, por lo que las disposiciones sobre su estructura,
funcionamiento, competencia y demás características, incluyendo las normas sobre su economía, ingresos y
tributos, deben ser objeto de desarrollo legal a través de una ley orgánica y no una ordinaria...” (Expediente
0011-2001-AI/TC, Fundamento Jurídico 1).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 196º.- La capital de la República, las capitales de provincias con rango metropolitano
y las capitales de departamento de ubicación fronteriza tienen régimen especial en la Ley Orgánica de
Municipalidades.
El mismo tratamiento rige para la Provincia Constitucional del Callao y las provincias de frontera”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[El] inciso 2) del artículo 193º [hoy artículo 196º] de la Constitución Política del Estado no
consagra, a título de derecho subjetivo constitucional de las municipalidades, la percepción de impuestos, sino
simplemente declara que éstos constituyen uno de los bienes y rentas con los cuales pueden contar cuando la
ley los crea en su favor. En consecuencia, los problemas derivados de una eventual incorrecta calificación de
la Feria Taurina del Señor de los Milagros como espectáculo cultural no deportivo, no es un tema que pueda
dilucidarse a través de este proceso [de amparo], que, como señala el inciso 2) del artículo 200º de la
Constitución, tiene por objeto tutelar derechos constitucionales...” (Expediente 0009-2001-AI/TC,
Fundamento Jurídico 1).
2. “[Si] bien la demandante se encuentra inafecta del impuesto predial y al patrimonio vehicular, ello
se encuentra debidamente tipificado en el artículo 17º inciso 2) y el inciso c) del artículo 37º del Decreto
Legislativo Nº 776 [Ley de Tributación Municipal de 31 de diciembre de 1993], respectivamente, no obstante
sin perjuicio de lo señalado anteriormente, donde claramente se le tipifica como impuestos por dichos
conceptos; el artículo 60º de la misma norma legal señala que las municipalidades crean, modifican y
suprimen contribuciones o tasas y otorgan exoneraciones; consecuentemente, corresponde a la demandada
señalar o establecer quién o quiénes se encuentran inafectos del pago de arbitrios, limpieza pública, jardines,
parques públicos y serenazgo, en debida concordancia con lo establecido en la Constitución Política del
Estado en el segundo párrafo del artículo 74º y de los incisos 2) y 3) del artículo 192º [hoy artículo 196º] ...”
(Expediente 1123-1999-AA/TC, Fundamento Jurídico 2).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 197º.- Las Regiones tienen autonomía política, económica y administrativa en los
asuntos de su competencia.
Les corresponden, dentro de su jurisdicción, la coordinación y ejecución de los planes y programas
socio-económicos regionales, así como la gestión de actividades y servicios inherentes al Estado, conforme a
ley.
Sus bienes y rentas propias se establecen en la ley. Las Regiones apoyan a los gobiernos locales. No
los sustituyen ni duplican su acción ni su competencia”.
TRATADOS INTERNACIONALES
1. “[En] el caso de autos, de fojas dieciocho a cuarenta y ocho, se acredita que las guardias puestas
en el inmueble de la actora se produjo para el resguardo y cumplimiento de una orden de clausura dictada por
el emplazado municipio provincial, no habiéndose verificado, en la investigación sumaria, la vulneración de
la libertad individual alegada en la demanda, antes bien, los documentos que obran en autos indican que la
cuestionada medida fue dictada en el contexto de un procedimiento administrativo municipal y en el marco de
las atribuciones legales de la entidad municipal.
Que, asimismo, debe señalarse que la intervención de la Policía Nacional en los hechos materia de
autos, es consecuencia del deber de apoyo y cooperación con las municipalidades, conforme lo prescribe el
artículo 195º de la Constitución Política del Estado...” (Expediente 0593-2000-HC/TC, Fundamentos
Jurídicos 2 y 3).
2. “Las empresas recurrentes cuestionan los operativos policiales realizados contra las unidades
vehiculares de su propiedad y la consecuente imposición de papeletas, así como la conducción de sus
vehículos al depósito oficial; al respecto, debe precisarse que la intervención policial de la Dirección Nacional
de Seguridad Vial se ha ejercido en el marco de las atribuciones constitucionales y legales que regulan la
cooperación de la Policía Nacional con las municipalidades, y a la vez respondió a un llamado de la
corporación municipal emplazada, que solicitó el apoyo de los agentes del orden para hacer cumplir lo
dispuesto contra dichas empresas, por lo que el desempeño funcional de la autoridad policial emplazada no
fue arbitrario ni ilegal...” (Expediente 1723-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 1).
Lima: Capital de la
República
Régimen especial
198º. La Capital de la República no integra
Competencia
ninguna región. Tiene régimen especial en las leyes de
territorial descentralización y en la Ley Orgánica de
Municipalidades de Municipalidades. La Municipalidad Metropolitana de
frontera Lima ejerce sus competencias dentro del ámbito de la
provincia de Lima.
Las municipalidades de frontera tienen, asimismo,
régimen especial en la Ley Orgánica de Municipalidades
.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 198º.- La estructura organizada de las Regiones y sus funciones específicas se
establecen por ley orgánica.
Son las máximas autoridades de la Región el Presidente y el Consejo de Coordinación Regional.
El Presidente de la Región es elegido por sufragio directo por un período de cinco años. Puede ser
reelegido. Su mandato es revocable, pero irrenunciable. Goza de las prerrogativas que le señala la ley.
El Consejo de Coordinación Regional está integrado por el número de miembros que señala la ley.
Los alcaldes provinciales o sus representantes son, de pleno derecho, miembros de dicho Consejo”.
ANTECEDENTES
1. “Esta exigencia [de Ley Orgánica] se reafirma en el artículo 196º [hoy artículo 198º] de la
Constitución, que establece que tanto la capital de la República, las capitales de provincias con rango
metropolitano, así como las capitales de departamento con ubicación fronteriza tienen un régimen especial en
la Ley Orgánica de Municipalidades. Con ello queda fuera de duda que las municipalidades como entidades
del Estado previstas en la Constitución ‘deben ser desarrolladas legislativamente mediante la respectiva ley
orgánica’ (sic), siendo un aspecto esencial dentro de su estructura y funcionamiento el referido al desarrollo
urbano y rural de sus circunscripciones, potestades que sólo pueden ser reguladas y modificadas mediante una
ley orgánica, con lo que resulta evidente que las leyes impugnadas están afectadas por vicio de
inconstitucionalidad en la forma, en la medida que regulan una materia cuyo desarrollo legislativo está
reservado por la Constitución a una ley orgánica o a una modificatoria aprobada con tal carácter...”
(Expediente 0012-2001-AI/TC, Fundamento Jurídico 1).
Fiscalización de los
gobiernos regionales y
locales.
199º. Los gobiernos regionales y locales son
Sistema de control fiscalizados por sus propios órganos de fiscalización y
descentralizado por los organismos que tengan tal atribución por
Formulación del mandato constitucional o legal, y están sujetos al
presupuesto y
ejecución
control y supervisión de la Contraloría General de la
República, la que organiza un sistema de control
descentralizado y permanente. Los mencionados
gobiernos formulan sus presupuestos con la
participación de la población y rinden cuenta de su
ejecución, anualmente, bajo responsabilidad, conforme
a ley.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley 27680,
Ley de Reforma Constitucional del Capítulo XIV del Título IV, sobre descentralización (07 de marzo de
2002).
El texto original de este artículo fue el siguiente:
“Artículo 199º.- Las Regiones y las municipalidades rinden cuenta de la ejecución de su
presupuesto a la Contraloría General de la República. Son fiscalizadas de acuerdo a ley”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Tomo III: páginas 1836 a 1877, 1879 a 1916, 1917 a 1963, 2314 a 2319, 2322, 2327 y 2518.
1. “[De] autos se aprecia que como consecuencia de un examen especial practicado por la
Contraloría General en la Municipalidad demandada, por el período comprendido entre marzo de 1993 y
octubre de 1995, se detectaron diversas irregularidades en la gestión municipal, determinándose
responsabilidad administrativa del demandante, cuando ejerció el cargo de Director Municipal, por lo que se
le instauró proceso administrativo y posteriormente se le sancionó con cese temporal...” (Expediente 0166-
1999-AA/TC, Fundamento Jurídico 2).
TÍTULO V
DE LAS GARANTÍAS
CONSTITUCIONALES
Garantías constitucionales
Procesos
Constitucionales
Proceso de Hábeas
200º. Son garantías constitucionales:
Corpus 1) La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el
hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona, que vulnera o amenaza la
libertad individual o los derechos constitucionales
conexos.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “Ningún derecho fundamental, en efecto, puede considerarse ilimitado en su ejercicio. Los límites
que a éstos se puedan establecer pueden ser intrínsecos o extrínsecos. Los primeros son aquellos que se
deducen de la naturaleza y configuración del derecho en cuestión. Los segundos, los límites extrínsecos, son
aquellos que se deducen del ordenamiento jurídico, cuyo fundamento se encuentra en la necesidad de proteger
o preservar otros bienes, valores o derechos constitucionales. Es así que pueden ser restringidos o limitados
mediante ley.
Según lo ha señalado este Tribunal [Exp. Nº 1091-2002-HC], la libertad individual ‘En cuanto
derecho subjetivo, garantiza que no se afecte indebidamente la libertad física de las personas, esto es, su
libertad locomotora, ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas arbitrarias. Los alcances de la
garantía dispensada a esta libertad comprende frente a cualquier supuesto de privación de la libertad
locomotora, independientemente de su origen, la autoridad o persona que la haya efectuado’ [...].
En función a este ensanchamiento del carácter y contenido del hábeas corpus, la doctrina ha
elaborado una tipología, de la cual resumidamente damos cuenta:
a) El hábeas corpus reparador: Dicha modalidad se utiliza cuando se produce la privación arbitraria o
ilegal de la libertad física como consecuencia de una orden policial; de un mandato judicial en
sentido lato –juez penal, civil, militar–; de una decisión de un particular sobre el internamiento de un
tercero en un centro psiquiátrico sin el previo proceso formal de interdicción civil; de una
negligencia penitenciaria cuando un condenado continúe en reclusión pese a haberse cumplido la
pena; por sanciones disciplinarias privativas de la libertad; etc. En puridad, el hábeas corpus
reparador representa la modalidad clásica o inicial destinada a promover la reposición de la libertad
de una persona indebidamente detenida.
b) El hábeas corpus restringido: Se emplea cuando la libertad física o de locomoción es objeto de
molestias, obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los hechos, configuran una seria
restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en tales casos, pese a no privarse de la libertad al
sujeto, ‘se le limita en menor grado’. Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso
o circulación a determinados lugares; los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento legal
y/o provenientes de órdenes dictadas por autoridades incompetentes; las reiteradas e injustificadas
citaciones policiales; las continuas retenciones por control migratorio o la vigilancia domiciliaria
arbitraria o injustificada, etc.
c) El hábeas corpus correctivo: Dicha modalidad, a su vez, es usada cuando se producen actos de
agravamiento ilegal o arbitrario respecto a las formas o condiciones en que se cumplen las penas
privativas de la libertad. Por ende, su fin es resguardar a la persona de tratamientos carentes de
razonabilidad y proporcionalidad, cuando se ha determinado cumplir un mandato de detención o de
pena. En efecto, en el caso Alejandro Rodríguez Medrano vs. la Presidencia del Instituto Nacional
Penitenciario y otro (Exp. Nº 726-2002-HC/TC), el Tribunal Constitucional señaló que: ‘Mediante
este medio procesal puede efectuarse el control constitucional de las condiciones en las que se
desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad individual, en todos aquellos casos en que éste se
haya decretado judicialmente’. Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la
integridad física y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o personas que se encuentran
bajo una especial relación de sujeción internados en establecimientos de tratamiento públicos o
privados (tal el caso de personas internadas en centros de rehabilitación y de menores, en internados
estudiantiles, etc.). Igualmente, es idóneo en los casos en que, por acción u omisión, importen
violación o amenaza del derecho al trato digno o se produzcan tratos inhumanos o degradantes. Es
también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de arbitraria restricción del
derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del traslado de un recluso de un
establecimiento penitenciario a otro; y por la determinación penitenciaria de cohabitación en un
mismo ambiente de reos en cárcel de procesados y condenados.
d) El hábeas corpus preventivo: Éste podrá ser utilizado en los casos en que, no habiéndose concretado
la privación de la libertad, existe empero la amenaza cierta e inminente de que ello ocurra, con
vulneración de la Constitución o la ley de la materia. Al respecto, es requisito sine qua non de esta
modalidad que los actos destinados a la privación de la libertad se encuentran en proceso de
ejecución; por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni presunta. En efecto, en el caso Patricia
Garrido Arcentales y otro contra el capitán PNP Henry Huertas (Exp. Nº 399-1996-HC/TC), el
Tribunal Constitucional precisó: ‘Que, en cuanto a las llamadas telefónicas a través de las cuales se
amenazaría con detener a los recurrentes, según afirman, este Tribunal considera que no se han dado
los supuestos para que se configure una situación que constituya amenaza a la libertad personal que
haga procedente la acción de Hábeas Corpus, es decir, tal y como lo consagra el artículo 4º de la Ley
Nº 25398, se necesita que ésta sea cierta y de inminente realización; se requiere que la amenaza sea
conocida como verdadera, segura e indubitable, que se manifieste con actos o palabras que no dejen
duda alguna de su ejecución y propósito e inminente y posible, esto es, que no deje duda sobre su
ejecución en un plazo inmediato y previsible’.
e) El hábeas corpus traslativo: Es empleado para denunciar mora en el proceso judicial u otras graves
violaciones al debido proceso o a la tutela judicial efectiva; es decir, cuando se mantenga
indebidamente la privación de la libertad de una persona o se demore la determinación jurisdiccional
que resuelva la situación personal de un detenido. César LANDA ARROYO (Teoría del Derecho
Procesal Constitucional, Palestra, Lima, 2003, p. 116) refiere que en este caso ‘se busca proteger la
libertad o la condición jurídica del status de la libertad de los procesados, afectados por las
burocracias judiciales [...]’. En efecto, en el caso Ernesto Fuentes Cano vs. Vigésimo Cuarto Juzgado
Penal de Lima (Exp. Nº 110-1999-HC/TC), el Tribunal Constitucional textualmente señaló lo
siguiente: ‘Que, el tercer párrafo del artículo 9º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, aprobado mediante Decreto Ley Nº 22128, dispone que toda persona detenida o presa a
causa de una infracción penal tiene derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta
en libertad y, en el caso de autos, se inicia el proceso en marzo de 1993, y en diciembre de 1997 se
encontraba en el estado de instrucción, por haber sido ampliada ésta; y el hecho de no haberse
completado la instrucción no justifica que se mantenga privada de su libertad a una persona que ya lo
había estado por más de veinte meses, no dándole cumplimiento así al artículo 137º del Código
Procesal Penal, en caso de efectivizarse esta nueva orden de captura.
f) El hábeas corpus instructivo: Esta modalidad podrá ser utilizada cuando no sea posible ubicar el
paradero de una persona detenida-desaparecida. Por consiguiente, la finalidad de su interposición es
no sólo garantizar la libertad y la integridad personal, sino, adicionalmente, asegurar el derecho a la
vida, y desterrar las prácticas de ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición. En
efecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Ernesto Castillo Páez vs.
República del Perú (párrafo 84 de la sentencia del 3 de noviembre de 1997), estableció lo siguiente:
‘Habiendo quedado demostrado como antes se dijo (supra, párrafo 71), que la detención del señor
Castillo Páez fue realizada por miembros de la Policía del Perú y que, por tanto, se encontraba bajo
la custodia de éste, la cual lo ocultó para que no fuera localizado, la Corte concluye que la ineficacia
del recurso de hábeas corpus es imputable al Estado, configurando con ello una violación del artículo
25º de la Convención en relación con el artículo 1.1’.
g) El hábeas corpus innovativo: Procede cuando, pese a haber cesado la amenaza o la violación de la
libertad personal, se solicita la intervención jurisdiccional con el objeto de que tales situaciones no se
repitan en el futuro, en el particular caso del accionante. Al respecto, Domingo GARCÍA BELAUNDE
(Constitución y Política, Eddili, Lima, 1991, p. 148), expresa que dicha acción de garantía ‘debe
interponerse contra la amenaza y la violación de este derecho, aun cuando éste ya hubiera sido
consumado’. Asimismo, César LANDA ARROYO (Tribunal Constitucional y Estado Democrático,
Editorial Palestra, Lima 2003, p. 193), acota que ‘... a pesar de haber cesado la violación de la
libertad individual, sería legítimo que se plantee un hábeas corpus innovativo, siempre que el
afectado no vea restringida a futuro su libertad y derechos conexos’.
h) El hábeas corpus conexo: Cabe utilizarse cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos
anteriores. Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente
elegido desde que una persona es citada o detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o
compelido a declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc. Es
decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la libertad física o de la
locomoción, guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace con éste. Adicionalmente,
permite que los derechos innominados –previstos en el artículo 3º de la Constitución– entroncados
con la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados.
Esta tipología ha sido elaborada de modo casuístico, en atención a la continua evolución que ha
experimentado este proceso constitucional, por lo que no puede ser tomada como un numerus clausus...”
(Expediente 2663-2003-HC/TC, Fundamentos Jurídicos 3, 4 y 6).
Acción de amparo
200º. Son garantías constitucionales:
Proceso de Amparo
Causales de 2) La Acción de Amparo, que procede contra el hecho
improcedencia del u omisión, por parte de cualquier autoridad,
proceso de amparo funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
demás derechos reconocidos por la Constitución,
con excepción de los señalados en el inciso
siguiente.
No procede contra normas legales ni contra
Resoluciones Judiciales emanadas de
procedimiento regular.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente de este inciso es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la
Ley 26470 (12 de junio de 1995), que modifica la Constitución Política de Estado, en lo referido a las
Garantías Constitucionales.
El texto original de este inciso fue el siguiente:
“Inciso 2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos reconocidos por la
Constitución. No procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de
procedimiento regular”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[A] diferencia de lo que sucede en otros países, en los que se ha tenido que apelar a la teoría de
la eficacia ‘indirecta’ de los derechos fundamentales y, a partir de allí, formalizar una construcción indirecta
de control constitucional por la vulneración de derechos entre privados, entre nosotros, el tópico ha sido
resuelto explícitamente por la misma Constitución, al preverse que los procesos constitucionales de la
libertad, como el amparo, no sólo pueden plantearse cuando los derechos resulten lesionados o amenazados de
lesionarse por actos u omisiones de parte de cualquiera de los poderes públicos, sino también, y en iguales
condiciones, si es que el agravio lo ocasiona cualquier ‘persona’ (art. 200º, inciso 2). El concepto ‘persona’,
en los términos que señala el inciso 2) del artículo 200º de la Constitución, engloba a cualquier particular,
independientemente de que a este se le haya encargado o no la prestación de un servicio público o que,
respecto a éste, el afectado se encuentre en una relación de subordinación. Los derechos constitucionales,
como antes se ha dicho, deben respetarse en las relaciones entre particulares y, en caso de que se abuse de
ellos o resulten vulnerados, las puertas del amparo están abiertas para que en esa sede se dispense la tutela
correspondiente.
Lo anterior, desde luego, no quiere decir, en primer lugar, que el amparo termine sustituyendo a los
procesos ordinarios y, en ese sentido, desde ahora pueda o deba entenderse que cualquier problema que se
plantee en el orden civil o, mejor aún, que sea regulado por el llamado derecho privado, pueda ser objeto, sin
más, de dilucidación en el seno del amparo constitucional. Evidentemente, ni este proceso ni ningún otro de
los que forman parte de la jurisdicción constitucional de la libertad, tienen por finalidad proteger cualquier
clase de derechos o intereses subjetivos, sino, solamente, aquellos que se han reconocido en la Norma
Suprema del Estado...” (Expediente 0410-2002-AA/TC, Fundamentos Jurídicos 7 y 8).
2. “No procede el amparo directo contra normas cuando se trata de normas heteroaplicativas, es
decir, que tienen su eficacia condicionada a la realización de actos posteriores de aplicación...” (Expediente
0830-2000-AA/TC, Fundamento Jurídico 2 literal b).
3. “Los siguientes son los criterios de procedencia de una demanda de amparo contra amparo,
considerados por el Tribunal Constitucional: a) sólo podrá operar en aquellos supuestos en que la violación al
debido proceso resulte manifiestamente evidente. En este caso la carga de la prueba se convierte en una
necesaria obligación del actor, ya que debe demostrar fehacientemente la inconstitucionalidad que afirma; b)
sólo ha de proceder cuando dentro de la acción de amparo que se cuestiona, se han agotado la totalidad de los
recursos que le franquea la ley al justiciable, necesarios como para que la violación a algún derecho
constitucional pueda ser evitada, y no obstante ello, el juzgador constitucional ha hecho caso omiso de los
mismos, lo que se condice con lo dispuesto por el artículo 10º de la Ley Nº 25398, Complementaria de la Ley
de Hábeas Corpus y Amparo; c) sólo debe centrarse en aspectos estrictamente formales del debido proceso,
excluyendo toda posibilidad de análisis sobre el fondo controvertido en el proceso constitucional cuestionado;
d) sólo ha de proceder contra sentencias constitucionales definitivas, siempre que aquellas no tengan carácter
favorable a la parte actora, ya que de lo contrario se contravendría el principio de la inmutabilidad de la cosa
juzgada; y, e) sólo ha de proceder cuando se trate de resoluciones emitidas en procesos constitucionales
provenientes del Poder Judicial y no del Tribunal Constitucional, toda vez que éste es el Intérprete Supremo
de la Constitución y se pronuncia sobre los procesos constitucionales de defensa de derechos amenazados o
vulnerados, por lo que deviene en imposible que sus resoluciones sean inconstitucionales...” (Expediente
0200-2002-AA/TC, Fundamento Jurídico 2).
Hábeas data
Proceso
Data
de Hábeas 200º. Son garantías constitucionales:
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
El texto vigente de este inciso es conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la
Ley 26470 (12 de junio de 1995), que modifica la Constitución Política de Estado, en lo referido a las
Garantías Constitucionales.
El texto original de este inciso fue el siguiente:
“Inciso 3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo
2º, incisos 5, 6 y 7 de la Constitución”.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “[La] Acción de Hábeas Data es una garantía constitucional que procede contra el hecho u
omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a
solicitar sin expresión de causa la información que se requiera, salvo aquéllas que afecten la intimidad
personal, y cuando los servicios informáticos en general no suministren informaciones que afecten la
intimidad personal y familiar... Que, en el presente caso es necesario relievar lo preceptuado por el artículo 3º
de la Ley Nº 26301 de Hábeas Data y Acción de Cumplimiento, que permite aplicar en forma supletoria todas
las disposiciones que se refieran a la Acción de Amparo, con excepción del artículo 11º de la Ley Nº 23506.
En base a ello, resulta igualmente pertinente explicar que el artículo 37º de la citada Ley Nº 23506, que se
refiere a la causal de caducidad, indica que dicha causal se produce si el interesado no interpone la demanda
dentro del plazo de sesenta días hábiles contados a partir de la fecha en que se produjo la afectación...”
(Expediente 0301-1998-HD/TC, Fundamentos Jurídicos 1 y 2).
2. “[La] Acción de Hábeas Data procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad,
funcionario o persona que vulnera o amenaza los derechos a que se refiere el artículo 2º, incisos 5) y 6) de la
Constitución Política del Perú...” (Expediente 0301-1998-HD/TC, Fundamentos Jurídicos 1 y 2).
Acción de inconstitucionalidad
200º. Son garantías constitucionales:
Proceso de
Inconstitucionalidad 4) La Acción de Inconstitucionalidad, que procede
contra las normas que tienen rango de ley: leyes,
decretos legislativos, decretos de urgencia,
tratados, reglamentos del Congreso, normas
regionales de carácter general y ordenanzas
municipales que contravengan la Constitución en la
forma o en el fondo.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “[El] Tribunal Constitucional considera que los Decretos Leyes constituyen un fenómeno sui
géneris, ya que son producto de la violación de las normas sobre producción jurídica señalada en la
Constitución; y mantienen relación con la vida jurídica sólo por las razones expuestas al fundamentar la teoría
de la continuidad. En el caso particular de los Decretos Leyes impugnados, la singularidad del problema, más
allá de su origen (antes analizado), se centra en la ‘convalidación’ efectuada por la Ley Constitucional de 9 de
enero de 1993 y sus alcances. A juicio del Tribunal Constitucional, tal ‘convalidación’ no debe entenderse en
el sentido de que su contenido haya quedado ‘constitucionalizado’ ni que no se pueda intentar reforma
legislativa sobre ellas una vez disuelto el CCD, o, a su turno, que hayan quedado inmunes a un control
posterior. No sólo porque ese no es el sentido del artículo 2º de la referida Ley Constitucional, sino también
porque tales Decretos Leyes deben considerarse como actos con jerarquía de ley y, por lo tanto, susceptibles
de ser modificados o derogados por otras de su mismo valor y rango; y, por ende, sujetos al control de la
constitucionalidad...” (Expediente 0010-2002-AI/TC, Fundamentos Jurídicos 6 y 7).
2. “[Si] bien este Colegiado asume, que no es imposible demandar la inconstitucionalidad por
omisión legislativa proveniente de los Poderes Públicos, ya que a la Constitución no solo se le transgrede por
lo que se hace, sino por lo que se deja de hacer, también entiende, que ello solo es viable o procedente, de
acuerdo al tipo de norma programática cuya exigibilidad se invoque, descartándose dentro de tal contexto las
de tipo económico, como se dijo, por no ser materia de análisis en sede jurisdiccional...” (Expediente 0083-
1992-AA/TC, Fundamento Jurídico 4).
Acción popular
200º. Son garantías constitucionales:
Proceso de Acción
Popular 5) La Acción Popular, que procede, por infracción de la
Constitución y de la ley, contra los reglamentos,
normas administrativas y resoluciones y decretos
de carácter general, cualquiera sea la autoridad de
la que emanen.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Acción de cumplimiento
200º. Son garantías constitucionales:
Proceso de
Cumplimiento 6) La Acción de Cumplimiento, que procede contra
cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar
una norma legal o un acto administrativo, sin
perjuicio de las responsabilidades de ley.
LEGISLACIÓN NACIONAL CONCORDANTE
Constitución: Arts. 38, 39, 96, 97, 202 inc. 2.
Ley Orgánica del Poder Judicial: Art. 31 inc. b.
Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (Ley 26435): Arts. 41 y ss., 45, 4ª DT.
Ley de Hábeas Data y Acción Popular: Art. 4.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “El inciso 6) del artículo 200º de la Constitución establece que la acción de cumplimiento procede
contra cualquier autoridad o funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin
perjuicio de las responsabilidades de ley. En ese sentido, la controversia en el proceso constitucional de
cumplimiento se deriva esencialmente de la inactividad, omisión o renuencia por parte de los órganos de
Administración Pública a cumplir los mandatos imperativos establecidos en una ley o un acto administrativo.
Desde esta perspectiva, puede decirse que el proceso constitucional tiene por objeto que los actos de
cumplimiento obligatorio impuestos por una norma legal o un acto administrativo, que no sean cumplidos por
los órganos de la Administración Pública, por su omisión o inactividad material, sean acatados...” (Expediente
2391-2003-AC/TC, Fundamentos Jurídicos 2 y 3).
2. “El inciso 6) del artículo 200º de la Constitución Política vigente establece que la acción de
cumplimiento es una garantía constitucional que procede contra cualquier autoridad o funcionario renuente a
acatar una norma legal o en un acto administrativo. Tal mandato debe ser de obligatorio cumplimiento e
incondicional y, tratándose de uno condicional, debe acreditarse que se han satisfecho las condiciones para
que adquiera carácter imperativo; asimismo, debe tratarse de un mandato cierto o líquido, es decir, susceptible
de inferirse indubitablemente de la ley o del acto administrativo que lo contiene y, en lo que al caso se refiere,
que se encuentre vigente...” (Expediente 2387-2003-AC/TC, Fundamento Jurídico 2).
3. “[El] objeto de la Acción de Cumplimiento es preservar la eficacia de las normas con rango de ley,
así como de los actos administrativos emanados de la administración pública que funcionarios o autoridades
se encuentren renuentes a acatar...” (Expediente 0027-1997-AC/TC, Fundamento Jurídico 1).
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
Tomo III: páginas 1965 a 2003, 2005 a 2010, 2318, 2320, 2323, 2327 y 2518.
1. “Como todo derecho fundamental, el de la libertad personal tampoco es un derecho absoluto, pues
como establecen los ordinales a) y b) del inciso 24) del artículo 2º de la Constitución, aparte de ser regulados,
pueden ser restringidos o limitados mediante ley. Ningún derecho fundamental, en efecto, puede considerarse
ilimitado en su ejercicio. Los límites que a éstos se puedan establecer pueden ser intrínsecos o extrínsecos.
Los primeros son aquellos que se deducen de la naturaleza y configuración del derecho en cuestión. Los
segundos, los límites extrínsecos, son aquellos que se deducen del ordenamiento jurídico, cuyo fundamento se
encuentra en la necesidad de proteger o preservar otros bienes, valores o derechos constitucionales...”
(Expediente 1091-2002-HC/TC, Fundamento Jurídico 5).
Tribunal Constitucional
Competencia de la elección
Tribunal Limitación para los jueces y fiscales
Constitucional
Autonomía e
independencia
Composición
Requisitos para ser
magistrado del
Tribunal
Constitucional
Inmunidad e
incompatibilidades.
Prohibición de
201º. El Tribunal Constitucional es el órgano de
reelección inmediata control de la Constitución. Es autónomo e
Mecanismo de independiente. Se compone de siete miembros elegidos
elección por cinco años.
Para ser miembro del de las mismas prerrogativas que los congresistas. Les
Tribunal Constitucional, alcanzan las mismas incompatibilidades. No hay
se exigen los mismos reelección inmediata.
requisitos que para ser Los miembros del Tribunal Constitucional son elegidos
vocal de la Corte por el Congreso de la República con el voto favorable
Suprema. Los miembros de los dos tercios del número legal de sus miembros.
del Tribunal
No pueden ser elegidos magistrados del Tribunal
Constitucional gozan de
Constitucional los jueces o fiscales que no han dejado
la misma inmunidad y
el cargo con un año de anticipación.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitucional
Conoce en instancia 202º. Corresponde al Tribunal Constitucional:
única del proceso de
inconstitucionalidad 1. Conocer, en instancia única, la acción de
Conoce en instancia inconstitucionalidad.
definitiva las
resoluciones
denegatorias en los 2. Conocer, en última y definitiva instancia, las
procesos de tutela de resoluciones denegatorias de hábeas corpus,
derechos amparo, hábeas data, y acción de cumplimiento.
Conoce de los
conflictos de
competencias o 3. Conocer los conflictos de competencia, o de
atribuciones atribuciones asignadas por la Constitución,
conforme a ley.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
1. “Concordante con lo dicho, no se puede omitir que el pronunciamiento que expide un Tribunal
Constitucional al declarar la inconstitucionalidad de una norma debe ser la última ratio a la que él tenga que
acudir, como consecuencia de no haber hallado forma alguna de interpretar la norma cuestionada de
conformidad con la Constitución, ya que su decisión no es equiparable a una simple decisión de coyuntura,
sino como una medida de hondas repercusiones para el ordenamiento jurídico, que habrá de sufrir una
agresión por la expulsión de la norma inválida merced a los propios efectos del fallo sobre la vida política y
jurídica de la Nación...” (Expediente 0005-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 5).
Legitimación activa en
el Proceso de
Inconstitucionalidad
203º. Están facultados para interponer acción
Presidente de la de inconstitucionalidad:
República 1. El Presidente de la República;
Fiscal de la Nación
Defensor del Pueblo 2. El Fiscal de la Nación;
25% del número legal 3. El Defensor del Pueblo;
de congresistas
5,000 ciudadanos 4. El veinticinco por ciento del número legal de
Presidentes de Región o congresistas;
alcaldes provinciales
Colegios profesionales
5. Cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por
el Jurado Nacional de Elecciones. Si la norma es
una ordenanza municipal, está facultado para
impugnarla el uno por ciento de los ciudadanos del
respectivo ámbito territorial, siempre que este
porcentaje no exceda del número de firmas
anteriormente señalado;
6. Los presidentes de Región con acuerdo del Consejo
de Coordinación Regional, o los alcaldes
provinciales con acuerdo de su Concejo, en
materias de su competencia;
7. Los colegios profesionales, en materias de su
especialidad.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1979: Art. 299.
1. “Que, de conformidad con el inciso 7) del artículo 203 de la Constitución Política del Estado y el
inciso 7) del artículo 25 de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional (en adelante, LOTC), los
colegios profesionales están facultados para interponer la demanda de inconstitucionalidad contra una ley o
una norma con rango de ley... [Si] bien el proceso de inconstitucionalidad de las leyes es un proceso de
carácter objetivo de defensa de la Constitución, tratándose de un colegio profesional, además de ese interés de
defender objetivamente la Norma Suprema, es preciso que se sustente que la norma impugnada contiene una
materia de especialidad del colegio profesional recurrente, conforme se deriva del inciso 7) del artículo 203 de
la Constitución, concordante con el inciso 7) del artículo 25 de la LOTC...” (Expediente 0019-2004-AI/TC,
Considerandos 1 y 4).
2. “Que el artículo 25º de la Ley Nº 26435 establece quiénes están facultados para interponer Acción
de inconstitucionalidad, no encontrándose entre éstos la Junta Directiva de una o más organizaciones
sindicales, sino que están legitimados, entre otros, cinco mil ciudadanos con firmas comprobadas por el
Jurado Nacional de Elecciones, lo que no ha ocurrido en autos, toda vez que la Acción de Inconstitucionalidad
ha sido presentada por personas jurídicas no legitimadas para ello...” (Expediente 0003-2000-AI/TC,
Considerando 2).
ANTECEDENTES
Jurisdicción
Supranacional 205º. Agotada la jurisdicción interna, quien se
considere lesionado en los derechos que la
Constitución reconoce puede recurrir a los tribunales u
organismos internacionales constituidos según
tratados o convenios de los que el Perú es parte.
TRATADOS INTERNACIONALES
Convención Americana sobre Derechos Humanos: Art. 44-47.
ANTECEDENTES
1. “Que a tenor del artículo 59º de la Ley Nº 26435, Orgánica del Tribunal Constitucional, contra las
sentencias de este Colegiado no cabe recurso alguno, pues agota la jurisdicción interna. Que, conforme lo
establece el artículo 205º de la Constitución Política del Estado, agotada la jurisdicción interna, quien
considere lesionados los derechos que la Constitución reconoce puede recurrir a los tribunales u organismos
internacionales constituidos según tratados o convenios de los que el Perú es parte...” (Expediente 1315-2002-
AA/TC, Considerandos 1 y 2).
TÍTULO VI
DE LA REFORMA DE
LA CONSTITUCIÓN
Reforma constitucional
Reforma
Constitucional
Aprobación por el
Congreso por mayoría 206º. Toda reforma constitucional debe ser
absoluta y referéndum aprobada por el Congreso con mayoría absoluta del
Aprobación por el
Congreso en dos número legal de sus miembros, y ratificada mediante
legislaturas ordinarias referéndum. Puede omitirse el referéndum cuando el
Prohibición de acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas
observación de la ley
de reforma
ordinarias sucesivas con una votación favorable, en
Iniciativa de reforma cada caso, superior a los dos tercios del número legal
constitucional de congresistas. La ley de reforma constitucional no
Requisitos puede ser observada por el Presidente de la República.
La iniciativa de reforma constitucional corresponde al
Presidente de la República, con aprobación del Consejo
de Ministros; a los congresistas; y a un número de
ciudadanos equivalente al cero punto tres por ciento
(0.3%) de la población electoral, con firmas
comprobadas por la autoridad electoral
.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
En la Sesión del Pleno del Congreso de la República de fecha 26 de mayo de 2004 se aprobó una Ley
de reforma constitucional relativa a esta Disposición. De aprobarse nuevamente la reforma en la próxima
Legislatura, el texto de esta disposición sería el siguiente:
“Primera.- Declárese cerrado definitivamente el régimen pensionario del Decreto Ley Nº 20530. En
consecuencia a partir de la entrada en vigencia de esta reforma Constitucional:
Por razones de interés social, las nuevas reglas pensionarias establecidas por Ley se aplicarán
inmediatamente a los trabajadores y pensionistas de los regímenes pensionarios a cargo del Estado, según
corresponda. No se podrá prever en ellas la nivelación de las pensiones con las remuneraciones, ni la
reducción del importe de las pensiones que sean inferiores a una Unidad Impositiva Tributaria.
La ley dispondrá la aplicación progresiva de topes a las pensiones que excedan de una Unidad
Impositiva Tributaria.
El ahorro presupuestal que provenga de la aplicación de nuevas reglas pensionarias será destinado
a incrementar las pensiones más bajas, conforme a ley.
Las modificaciones que se introduzcan en los regímenes pensionarios actuales, así como los nuevos
regímenes pensionarios que se establezcan en el futuro deberán regirse por los criterios de sostenibilidad
financiera y no nivelación.
Autorícese a la entidad competente del Gobierno Nacional a iniciar las acciones legales
correspondientes para que se declare la nulidad de las pensiones obtenidas ilegalmente, salvo los casos
definidos por sentencias con carácter de cosa juzgada que se hayan pronunciado expresamente sobre el
fondo del asunto o que las respectivas acciones hubieran prescrito”.
Pago y reajuste de pensiones
Pago y reajuste de Segunda. El Estado garantiza el pago oportuno y el
pensiones que reajuste periódico de las pensiones que administra, con
administra el Estado
arreglo a las previsiones presupuestarias que éste
destine para tales efectos, y a las posibilidades de la
economía. nacional
Distrito Único
Elecciones
Distrito Unico
por
Séptima. El primer proceso de elecciones
generales que se realice a partir de la vigencia de la
presente Constitución, en tanto se desarrolla el proceso
de descentralización, se efectúa por distrito único.
Renovación de
miembros del Jurado Novena. La renovación de los miembros del
Nacional de Jurado Nacional de Elecciones, instalado conforme a
Elecciones
esta Constitución, se inicia con los elegidos por el
Colegio de Abogados de Lima y por las Facultades de
Derecho de las universidades públicas.
Aplicación
progresiva de
disposiciones
constitucionales Undécima. Las disposiciones de la Constitución que
que generen exijan nuevos o mayores gastos públicos se aplican
nuevos o mayores
gastos progresivamente.
Disposiciones no
aplicables al Congreso
Constituyente
Democrático Decimoquinta. Las disposiciones contenidas en
la presente Constitución, referidas a número de
congresistas, duración del mandato legislativo, y
Comisión Permanente, no se aplican para el Congreso
Constituyente Democrático.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Constitución de 1933: Arts. 33, 42, 44, 55, 89, 98, 123.12, 139, 142, 143, 154.20, 166 y 188.
Constitución de 1979: Arts. 33, 42, 43, 45, 101, 115, 128, 199, 164, 171, 172, 185, 205, 213, 259, 261,
287 y 305.
Tomo III: páginas 1789 a 1830, 1831 a 1877, 1879 a 1963, 2035 a 2078, 2318, 2327, 2330, 2333, 2334,
2337, 2343 a 2345, 2349, 2351, 2352, 2357 a 2360, 2370, 2379, 2385 a 2388, 2397, 2569 y 2570.
1. “En cualquier caso, ya se trate de una Disposición Final o de una Disposición Transitoria, al
Tribunal no le cabe la menor duda de que éstas constituyen auténticas disposiciones constitucionales, que
tienen fuerza vinculante y, por ello, integran el parámetro de control en cualesquiera de los procesos
constitucionales...” (Expediente 0005-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico 21).
2. “Una correcta interpretación de tal disposición no puede ser otra que la de consagrar, a nivel
constitucional, los derechos adquiridos en materia pensionaria por los pensionistas sujetos a los regímenes de
los Decretos Leyes 19990 y 20530, entendiéndose por derechos adquiridos ‘aquellos que han entrado en
nuestro dominio, que hacen parte de él, y de los cuales ya no puede privarnos aquel de quien los tenemos’...”
(Expediente 0008-1996-AI/TC, Fundamento Jurídico 15).“...De conformidad con la Cuarta Disposición Final
y Transitoria de la Constitución, los derechos constitucionales deben interpretarse dentro del contexto de los
tratados internacionales suscritos por el Estado peruano en la materia. Según esta norma, estos tratados
constituyen parámetro de interpretación de los derechos reconocidos por la Constitución, lo que implica que
los conceptos, alcances y ámbitos de protección explicitados en dichos tratados, constituyen parámetros que
deben contribuir, de ser el caso, al momento de interpretar un derecho constitucional. Todo ello, claro está, sin
perjuicio de la aplicación directa que el tratado internacional supone debido a que forma parte del
ordenamiento peruano...” (Expediente 1124-2001-AA/TC, Considerando 9).
3. “... Una interpretación de las disposiciones constitucionales involucradas con el tema del
monopolio, a partir del principio de unidad, impide a este Tribunal Constitucional considerar que exista, como
se ha denunciado, una ‘antinomia’ entre el artículo 61º de la Constitución y la segunda fracción de su Octava
Disposición Final.
Mediante la primera de las disposiciones constitucionales, en efecto, se ha previsto, como regla
general, y en lo que ahora interesa, que “ninguna ley ni concertación puede autorizar ni establecer
monopolios”, mientras que con la segunda fracción de la VIII Disposición Final y Transitoria de la
Constitución, que existe prioridad en el dictado de leyes ‘relativas a los mecanismos y al proceso para
eliminar progresivamente los monopolios legales otorgados en las concesiones y licencias de servicios
públicos’...” (Expediente 0005-2003-AI/TC, Fundamento Jurídico 24).
4. “[Considera] este Colegiado que en aplicación de las Disposiciones Primera y Undécima de la
Constitución Política del Perú y de la Cuarta Disposición Transitoria del Decreto Ley Nº 20530, debe
legislarse sobre el monto de las pensiones, a fin de que no existan abismales diferencias en la cuantía de las
mismas y sin perjuicio de disponer el pago de los tributos que la ley imponga. Asimismo, estima de su deber
formular un llamado para que, de conformidad con los Principios Constitucionales respectivos, se revise y
perfeccione el sistema de la Seguridad Social, teniendo en cuenta los artículos I y XVI de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de 1948...” (Expediente 0189-2002-AA/TC, Fundamento
Jurídico 20).
DISPOSICIONES
TRANSITORIAS ESPECIALES
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
Culminación del cargo del Presidente y de los congresistas elegidos en el año 2000
Mandato del
Presidente y Primera. El Presidente y los Vicepresidentes de la
vicepresidentes República elegidos en las Elecciones Generales de
elegidos el año 2000
2000, concluirán su mandato el 28 de julio de 2001. Los
congresistas elegidos en el mismo proceso electoral
culminarán su representación el 26 de julio de 2001. No
son de aplicación para ellos, por excepción, los plazos
establecidos en los Artículos 90º y 112º de la
Constitución Política.
(Ver nota de actualización).
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
Esta Disposición Transitoria Especial fue incorporada por el Artículo 2º de la Ley 27365 (05 de
noviembre de 2000), Ley de Reforma Constitucional que elimina la reelección presidencial inmediata y
modifica la duración del mandato del Presidente, Vicepresidentes y Congresistas de la República elegidos en
las Elecciones Generales de 2000
NOTA DE ACTUALIZACIÓN
Esta Disposición Transitoria Especial fue incorporada por el Artículo 2º de la Ley 27365 (05 de
noviembre de 2000), Ley de Reforma Constitucional que elimina la reelección presidencial inmediata y
modifica la duración del mandato del Presidente, Vicepresidentes y Congresistas de la República elegidos en
las Elecciones Generales de 2000.
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
1. “[El] Presidente que asume el mando con arreglo a una Constitución que impide la reelección,
adquiere el derecho a la reelección, si una regla posterior la autoriza. De modo, pues, que si bien
la condición de “casado”, en un caso, y de “presidente”, en el otro, fueron válidamente
adquiridas según las leyes imperantes al momento de su nacimiento, el contenido de los
derechos se rige por las leyes vigentes en el futuro. Es por esto que el Ing. Fujimori Fujimori
pudo ser reelegido en el año de 1995...” (Expediente 0002-1996-AI/TC, Fundamento adicional
del voto, concordante con el de la mayoría, que también suscribe, del doctor Manuel Aguirre
Roca).
Distribución de los
escaños para Lima
Provincias Tercera.- El Jurado Nacional de Elecciones (JNE)
distribuye los escaños en cantidad de cuatro para Lima
Provincias sin afectar la distribución nacional existente
y los seis escaños restantes conforme a ley.”
DECLARA que el Perú, país del hemisferio austral, vinculado a la Antártida por costas
que se proyectan hacia ella, así como por factores ecológicos y antecedentes
históricos, y conforme con los derechos y obligaciones que tiene como parte consultiva
del Tratado Antártico, propicia la conservación de la Antártida como una Zona de Paz
dedicada a la investigación científica, y la vigencia de un régimen internacional que, sin
desmedro de los derechos que corresponden a la Nación, promueva en beneficio de
toda la humanidad la racional y equitativa explotación de los recursos de la Antártida, y
asegure la protección y conservación del ecosistema de dicho Continente.
TRATADOS INTERNACIONALES
ANTECEDENTES
Sin antecedentes.
Comisión de Constitución
CARLOS TORRES Y TORRES LARA
Presidente
ENRIQUE CHIRINOS SOTO
Vicepresidente