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UN VERDADERO REY Federico el Grande, Rey de Prusia, caminaba por las afueras de Berln, cuando accidentalmente, tropez con

un hombre muy anciano. Quin eres? , pregunt Federico por simple curiosidad, cuando los dos se detuvieron, Soy un Rey contesto el anciano, Un Rey?, repiti Federico, y Sobre que principado reinas?. Sobre mi mismo, fue la orgullosa respuesta. Yo gobierno a m mismo porque me domino a m mismo Soy mi propio sbdito. Todos podemos ser reyes en el sentido de las palabras del anciano, Pero cuntos lo somos realmente? en lugar de tener el mando con frecuencia nos dejamos gobernar por la tirana del carcter, de la pereza o de las pasiones. Nunca podremos influir en los dems Si no somos, como se dice vulgarmente, Nosotros mismos y solo podemos ser nosotros mismos dominndonos.

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