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LOS NUEVOS MOVIMIENTOS SECTAS MANUEL GUERRA GOMEZ LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS (LAS SECTAS) Rasgos comunes y diferenciales MANUEL GUERRA GOMEZ EUNSA EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S. A. PAMPLONA © Copyright 1993, Manuel Guerra Gémez Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA) Plaza de los Sauces, 1 y 2. Barafdin - Pamplona (Espafia) ISBN: 84-313-1234-3 Depésito Legal: NA 819-1993 Cubiert Tratamiento: FONASA. Sancho el Fuerte, 26. Pamplona. Imprime: LINE GRAFIC, S. A. Hnos. Nodin, s/n. Ansodin (Navarra) Printed in Spain - Impreso en Espana afael Esquiroz Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaciOn escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprogra- fia y el tratamiento informdtico, y la distribucion de ejemplares de ella mediante alquiler 0 préstamo piblicos. Indice general Presentacién I. RASGOS COMUNES CAPITULO 0. ALGUNAS CUESTIONES PREVIAS 0.1. En torno a su denominacién El nombre vulgar: «sectas». «Nuevos Movimientos religiosos». Otros nombres. ... 0.2. Secta, iglesia, religién 0.3. Division de los NMR 0.4. Algunos datos estadisticos o el mimero de adeptos 0.5. Fuentes y bibliografia . Bibliografia general Obras bibliogréficas Diccionarios . Estudios Revistas : Documentacién civil Consejo Ecuménico de las Iglesias Documentos del Magisterio de la Iglesia catdlica CAPITULO I. ALGUNOS RASGOS CARACTERIZADORES DE LOS NMR 1.1. GQué es un rasgo caracterizador 0 nota definitoria? 12. GEl mimero reducido de sus miembros? 13. El mimero incontable de grupos y grupiisculos? 1.4, Estructura auténoma y piramidal . 1.5. Anulacién de la critica interna .. 13 41 41 43 44 46 47 1.6. Tergiversacién del concepto de la Revelacién divina .. La Revelacién divina abierta hasta el fundador de la secta. Criterio biblico .. : 1.7. Un grupo no cristiano 1.8, Antropologfa y escatologia incompatibles con el 1.9. Rigorismo y laxismo moral 1.10, El fanatismo proselitista 1.11, La inminencia del «Fin del mundo» o de una «Nueva Era» 1.12, Desentendidos de la «cuestién social» 1.13. La exaltaci6n del esfuerzo personal 1.14, Definicién de «secta» 0 de «NMR» CAPITULO II. éPOR QUE HAY TANTOS NMR Y POR QUE SUELEN PRODUCIRSE LAS INCORPORACIO- NES A UN NMR? 2.1. Una manifestacién de lo religioso como connatural al hombre 22. La incapacidad de la razon humana para comprender el infinito Misterio divino .... 23. El carismatismo de los fundadore 24, Las limitaciones de los miembros de la Iglesia y de las iglesias 0 de las religiones : 2. Los NMR, el irracionalismo religioso y el «desencanto» de la posmodernidad 2.6. Algunas exigencias psicoldgico-teologales 2.7. La necesidad de identidad y las carencias pastorale: 28. La circunstancialidad socio-cultural y la rebeldia contra el entorno CAPITULO IIL SU PELIGROSIDAD, iHAY SECTAS «DANI- NAS» PARA LA PERSONALIDAD E INCLUSO «DESTRUCTIVAS» DE LA PERSONA MISMA? 3.1. Discernir entre sectas y sectas . 3.2. Discemir entre la buena fe o Ja rectitud de intencién de cada adepto y las motivaciones de algunos Iideres 3.3. Discemir si nuestro punto de vista es el adecuado para captar la naturaleza y el aleance de los NMR 3.4, éPeligrosidad psiquica o las sectas dafinas para la personalidad? 3.5. Peligrosidad fisica, éSectas «destructivas» 0 causantes de la muer- te de los adeptos y de las personas que se les oponen? 3.6. «Adeptos» y «adictos». La «sectadiccién» provocada mediante cl control mental y el «lavado de cerebro» en las sectas «daftinas» y en las «destructivas». Sus manifestaciones y superacion 3.6.1. El criterio adecuado para discernir si un NMR es «dafino- destructivo» 0 no . n 1 a 714 15 16 7 19 81 81 83 84 87 88 A) El criterio doctrinal y ético-moral B) Lo que hace un grupo o sus miembros y cémo lo hace 3.6.2. La «sectadiccién»: los «adeptos-adictos» .6.3. El control mental en algunos NMR 3.6.4. El control mental y ef kavado de cerebro 3.65. Los factores 0 procedimientos del control mental en algu- nas sectas 3.6.6. Algunos medios de proteccién y defensa contra el control mental de las sectas dafinas-destructivas se CAPITULO IV. LOS NMR Y LA PASTORAL DE LA IGLESIA 4.1. La respuesta a este reto no debe ser negativa ni meramente de- fensiva ... 42. Remover las causas que, en parte, justifican su salida del hogar eclesial . 43, La informacién 4.4. La formaci6n . 4.5. La santidad y el apostolado .... CAPITULO V. LA RELACION DE LOS CRISTIANOS CON LOS ADEPTOS DE LOS NMR 5.1. Enel plano doctrinal .. 5.1. GQuién es Jesucristo? A) (Un dios mitico? B) éUn hombre mitificado? C) Hombre perfecto y Dios verdadero 5.1.2. Ayudar a descubrir las contradicciones internas 5.1.3. Pedagogfa divina en el trato con los miembros de los NMR 5.2. Enel plano prictico y de la convivenci 5.2.1. élntervencién del Estado? 5.22. Bl desenmascaramiento de la tramoya invisible del imperia- lismo econémico-politico ... 5.23. iQué hacer si una pareja de adeptos a un NMR llama a la puerta de mi vivienda? 5.2.4, No buscar fuera el tesoro que tenemos en la Iglesia Cat6l Il. DIVISION DE LOS NMR Y RASGOS DIFERENCIALES 1. CAPITULO VI. NMR DE IMPRONTA CRISTIANA 1A. De impronta cristiana-catolica . 1A.1. Iglesia Cristiana Palmariana (El Palmar de Troya) 1A.2. Otros grupos .. a1 oN 92 94 94 96 101 101 102 103 103 104 107 107 108 108 110 114 1s 116 117 17 118. 120 121 127 128 128 130 1B. 1c, 2. CAPITULO VIL 21. 2.2. aoe De impronta cristiana-protestante 1B.1. Adventistas del Séptimo Dia 1B.2. Iglesia Universal de Dios 1B.3. Iglesia Cientifica de Cristo (Ciencia Cristiana) 1B.4. Mitaismo 1B5, Moonismo (Iglesia de la Unificacion, secta MOON) - 1B.6. Mormonismo (Iglesia de Jesucristo de los Santos de fos liltimos dfas) 1B.7. Los Nifios de (La Familia del amor) 1B.8. Testigos de Jehovd (Jehovismo) . 1B.9. Vida universal 1B.10. Otros NMR de impronta protestante De impronta cristiana-ortodoxa NMR DE IMPRONTA ISLAMICA Ahmadismo Bahafsmo (Fe Bal Otros NMR musulmanes . 3. CAPITULO VIII. NMR DE IMPRONTA ORIENTAL (HINDU, 3.0. 3.1 3.2. 33. 3.4, 3.5. 3.6. 3.7. 3.8. 3.9. 3.10. BUDISTA, etc.) .. Lo oriental y lo occidental: un poco de historia y algunos rasgos caracteristic Elenfrentamiento de Oriente y de Occidente a To largo de la historia. Dos talantes: el oriental y el occidental. La fascinacién del hombre occidental u soccidentalizado» de nuestro tiempo ante lo oriental. Etapas y modalidades de la infiltracién de lo oriental en Occidente: a) Siembra ideas y cosecharas acciones y tal vez revoluciones, b} La propaganda y el testimonio directo de los orientales ‘Alfa y Omega .. Ananda Marga Centro de Luz Divina (Centro Omkarananda) Comunidad del Arco Iris Gran Fraternidad Universal Gurd Maharaj-Ji (Mision de Luz Divina) Guashananda Yoga Ashram Hare Krisna (Asociacién para la Conciencia de Kri Meditaci6n transcendental ... ‘Métodos de perfeccionamiento individual 3.10.1. Instituto Arica 3.10.2, Método Silva de Control Mental (Mind Control) 133 134 141 145 151 156 167 181 189 209 226 228 231 232 236 243, 247 7 248 260 264 2n 273 275 277 283 284 294 300 301 302 3.11. 3.12. 3.13. 3.14, 3.15. 3.16. y de otros métodos con varios NMR, especialmente con Nueva Era Rajnesismo Saismo Sanatana Dharma Soka Gakkai .. Subud 4. CAPITULO IX. ALGUNOS NMR RESTAURADORES DEL 41. 4.2. PAGANISMO ANTIGUO .. El retorno-retroceso al paganismo Algunos NMR neopaganos 4.2.1. El dionisismo o el irracionalismo Biquio . 4.2.2. El odinismo 4.2.3, El neodruidismo 4.2.4, Las religiones afroamericanas 4.2.5. Religiones de los indigenas norteamericanos 4.2.6. La nostalgia de la mitolégica Edad de Oro 5. CAPITULO X. NMR RELACIONADOS CON LOS SERES S.A. 5.2. 5.3. ESPIRITUALES NO DIVINOS .. El Espiritismo El Canalismo . Grupos demoniacos . 5.3.1. Sectas saténicas 5.3.2. Sectas luciferin: 6. CAPITULO XI. LOS NMR UFONICOS O DE LOS SERES 6.1. 6.2. 63. EXTRATERRESTRES La posibilidad de la existencia de seres humanos en otros «pla- netas» .. iExisten realmente seres humanos extraterrestre: Las principales sectas ufénicas .. 63.1. El movimiento raeliano 63.2. Misidn Rama . 633. Otros NMR ufénicos 345, 346 347 347 349 350 351 352 353 357 357 378 386 391 395, 405 405 407 408, 410 413 7, CAPITULO XII. NMR DESACRALIZADOS, ESOTERICOS, GNOSTICOS .. 7.0. Rasgos comunes .. Sucedéneos de lo religioso. El antropocentrismo y el subjetivismo de la modernidad. La desacralizacién, el secularismo occidental y algu- na interferencia hindi y budista. Lo esotérico. Lo gnéstico. El talan- te narcisista, «Ideologias» utépicas con anoranzas mitolégicas 71. Agora : 7.2. AMORC (La Fraternidad Rosi 7.3. Centro Esotérico de Investigaciones .. 7.4, Edelweis z 7 7.5. Gnosticismo 7.5.0. Alcance de esta denominacién 75.1, El gnosticismo antiguo .. 7.5.2. El gnosticismo moderno 7.5.2A. El Movimiento Gndstico Cristiano Univers: 7.5.2B. La Iglesia Gnostica ... 7.5.2C. Instituto Gndstico de Antropologia 7.5.2D. Centro de Estudios de Antropologia Gnéstica 7.6. Gnosis de Princeton 7.1. Iglesia de la Cienciologia 78. La Comunidad 7.9. Masoneria 7.10. Nueva Acrépolis 7.11. Nueva Era (New Age) 7.12. Sociedad Teoséfica 8. CAPITULO XII. 8.1. El Patriarca .. 8.2. Nuevo Amanecer 8.3. Narconén, Droganon, Criminén . ORGANIZACIONES ASISTENCIALES CAPITULO XIV. LEXICO DE LOS TECNICISMOS MAS USADOS .. INDICES de siglas de los NMR 0 sectas de otras realidades ¢ instituciones 417 417 47 428 430 439 442 444 445 445 450 453 467 469 47 474 480 488 493 551 563 579 591 591 596 596 599 621 621 622 635 Presentacion He aqui una cuestién de palpitante actualidad y, lo que es mas grave, una realidad virulenta y contagiosa, especie de sarpullido en el espiritu del hombre moderno, sobre todo del occidental u occiden- talizado, por ejemplo: el japonés. Se discute hasta su misma denomi- naci6n. La tradicional: secta se ha cargado de valencias negativas, al menos en el mundo occidental. Aconseja el cambio de nombre esta ambigiiedad, su condicién ofensiva para los asi nombrados y la falta de nobleza si se usan términos como si fueran venablos lanzados contra un enemigo. No obstante, a veces, uso secta por su simplici- dad e incluso por su expresividad y porque me resisto a contribuir al empobrecimiento que supone la pérdida de una palabra. Como acontece, a veces, en la eleccin de nombre propio para un recién nacido, también aqui suena una serie bien surtida de denomi- naciones. Entre todos, se esté imponiendo el de Nuevos movimientos religiosos. Son «nuevos» © recientes, pues han aparecido en nuestro mismo siglo o a lo mas en el precedente, si bien sus miembros tienden a entroncar con corrientes mas 0 menos afines cuanto més antiguas mejor. También aqui la patina, resultado del paso del tiem- po, atribuye un valor sobreafiadido y es como aval de su autentici- dad. Pero merecen-el apellido «nuevos» sobre todo en comparacién con las religiones tradicionales, de las cuales a veces se han desgaja- do. Y esto a pesar de que los NMR, aun siendo «nuevos», raramente dicen «algo nuevo» por culpa de su sincretismo mas 0 menos des- carado. Conviene subrayar dos trazos llamativos de los NMR. El primero es su proclividad disgregadora. De ellos pucde decirse lo que Ter- tuliano afirma de unos herejes 0, si se prefiere, de una secta del 14 Los nuevos movimientos religiosos siglo Il: «Los marcionitas hacen iglesias como las avispas las celdillas de sus avisperos» ', y también con el revulsivo irritante de sus agui- jonazos, El segundo sefiala a su activismo. En su formalidad son de ayer y cada NMR suele contar con un nimero reducido de adeptos en progresivo aumento. Parece como si un campo permanentemente tranquilo se hubiera visto sacudido por una fuerza extraiia, empefia- da en convertirlo en selva, 0 como si estuvieran germinando en este terreno los esléganes del mayo francés del 68: «Prohibido prohibir», «La imaginacién al poder», «ni robot, ni esclavo», sino cada cual jefe de un nuevo grupo religioso. El resultado a la vista est4, «el cancer del afio 2000»? con células, que proliferan y se desarrollan tan des- controlada e inadecuadamente que son capaces de poner en peligro la subsistencia de su mismo tejido, y un bien abastecido «supermer- cado espiritual» ° 0 «el zoco del espiritu» *, en los cuales puede uno adquirir los productos mas dispares, también los ex6ticos, de acuer- do con los gustos y caprichos personales como en una especie de autoservicio religioso. El hecho de que los NMR estén ahi nos obli- ga a tenerlos en cuenta asi como a no exagerar ni infravalorar su importancia y repercusi6n. En este trabajo se habla de 312 NMR; los silenciados son muchos mas. Basta recordar que s6lo en Espaiia hay mas de 230 de impronta hindi o budista. Se ha publicado la direc- cién de sus sedes y hasta sus teléfonos. Piénsese, ademas, en las instituciones dependientes de los NMR, siempres proclives al cam- bio de nombre, a veces por fines simplemente tacticos. Su prolifera- cidn e incansable activismo (encuentros individuales, visitas domici- liarias, conferencias, reuniones semanales, de fines de semana, etc., hojas, folletos y libros, etc.) hace pensar en las termitas o en la mas insignificante larva de la polilla, que, sin descanso y sin cansancio, van carcomiendo cualquier tejido o maderamen. Su fuerza y eficacia destructora radica precisamente en su pequefiez y en la inicial invi- sibilidad de sus efectos. Por eso este estudio es una voz mas que grita: iAlerta! y ofrece los datos necesarios para conocer este reto lanzado a los cristianos. No es facil discernir el impacto de los NMR en un pais o regisn, pues, entre otras causas, de ordinario no hay ni estadisticas precisas °. No obstante, podria plantearse un dilema radical: dla irrupcién de los NMR es un fenémeno pasajero, aunque alarmante, como la «erupcién de un volcén» ‘, destinado a ir perdiendo intensidad y a diluirse con el paso del tiempo y el golpeo de las corrientes socio- Presentacion 15 culturales y religiosas 0, por el contrario, sera capaz de provocar la resquebrajadura y fragmentacién de la tradicidn cristiana, que ha impregnado la cultura occidental durante el Ultimo bimilenio? La respuesta acertada, categérica, a esta pregunta no puede deducirse por la légica de la raz6n; pertenece al dominio del profetismo e incluso al especifico de Casandra, la hija de Priamo, rey de Troya en la Iliada homérica, condenada a prever el futuro y a predecirlo, pero con la tragica frustracidn de que nadie la creia hasta que se compro- baba su realizacién. El tiempo ira desvelando el porvenir, aunque ayudado por los mismos adeptos en favor de la consolidacién de los NMR de reciente implantacién y por la evolucién de la opinién publica asi como por la cooperacién de los cristianos con Dios, no sin incontables interferencias del entorno socio-cultural. Este estudio ha nacido como apuntes complementarios de las clases de Historia de las religiones. Pero puede servir a un circulo mucho mas amplio. Sin duda ayudan a dar una respuesta mas 0 menos adecuada a no pocas preguntas suscitadas por diversas cir- cunstancias de la vida misma: éCual es la forma de pensar, la estruc- tura interna y la actitud de este hombre o mujer que ha llamado a la puerta de mi vivienda y que se presenta como testigo de Jehova, o esa pareja de jévenes bien trajeados que se dicen mormones, o esta persona que viaja junto a mi en tren o en autobiis y resulta que pertenece al bahaismo, o cualquier otro adepto de cualquier otro de los innumerables NMR que puede cruzarse en el camino de mi vida? 4Qué diran en las reuniones o sesiones de Nueva Era, Nueva Acropélis, etc., anunciadas con categoria de invitaci6n al lector en la propaganda adherida a cualquier panel publicitario 0, lo que es mas frecuente, en cualquier pared de la poblacién donde resido 0 en la que estoy de paso tal vez cansado y hasta aburrido y como con ganas de encontrar algo que me permita pasar el tiempo? La respuesta, aunque esquematica, esta en la descripcién de los distintos NMR en cualquiera de sus categorias e impronta, cristiana 0 no. Por eso dedico especial atencidn y espacio a la exposicidn de la doctrina, que es como la estructura vertebradora de las creencias y del comporta- miento de cada NMR y de sus miembros. Soy consciente de la necesidad de una reflexion mas profunda que —de manera sistema- tica y completa— deje al descubierto los cimientos y las superestruc- turas doctrinales de cada NMR y de todos en conjunto. Sin ella no se dard la respuesta pastoral, concreta, cohcrente y exhaustiva ni al 16 Los nuevos movimientos religiosos interrogante ni al reto lanzados por las sectas. De ahi que, en parte, esté todavia sin hacer una pastoral para las sectas y que, de ordina- tio, se supla esta carencia con su descalificacién facil y con su con- dena global sin el necesario discernimiento que supone un riguroso juicio previo. No hace falta decir que elaboro este estudio con el deseo de la maxima objetividad posible, 0 sea, tratando de reflejar la realidad de cada NMR sine ira et studio como debe escribirse la historia segin Tacito (Annales, 1), es decir, sin que la objetividad quede alterada ni enturbiada por la visién subjetiva capaz de silenciar lo negativo por el afecto, la complacencia o disculpa y de agrandarlo por el desafec- to, el resentimiento o la acritud. La predisposicién y el prejuicio «a favor» 0 «en contra» son dos riesgos no menos peligrosos que los miticos monstruos marinos Escila y Caribdis para la nave del Ulises homérico (Odisea, 12,73 ss.) de regreso hacia la seguridad del hogar. Una realidad —en este caso los NMUR— puede aduefarse de uno como Escila engullia con sus seis cabezas a otros tantos tripulantes, cautivados antes por las sirenas (riesgo de los adeptos y afines) o, al revés, como Caribdis absorberlos con agua y todo para vomitarlos matandolos por el golpazo de la reaccidn (riesgo de quienes disien- ten y se oponen). Para evitar este ultimo riesgo, que es el que mas podia afectarme, he acudido al manantial mismo o a las fuentes (los libros de los fundadores ) y a estudios serios. Mas atin, me he puesto en contacto con directores de cada movimiento generalmente me- diante encuentros personales, a veces por medio de la comunicacién epistolar. Y no sdlo he hablado mas de una vez con cada uno, sino que les he pedido que supervisaran lo escrito de su NMR. Bastantes han accedido de buena gana; como se vera, se lo agradezco en su lugar. No sé por qué algunos se han negado ni menos atin por qué cuatro han respondido con amenazas, algunos de ellos también por teléfono si decia algo de su «secta» (la tinica vez que empleo este término en su sentido negativo) aunque no hiciera sino revelar su existencia. He estado a punto de consignar sus nombres, pues, al menos a primera vista, quien asi procede parece tener que ocultar algo o carecer de la seguridad necesaria para actuar a cara descu- bierta o con puertas abiertas. Me han disuadido razones de compren- sién y hasta la presuncién de que «quien calla otorga», acepta que nada tiene que corregir. Presentacién 7 Al comprobar la proliferacién de las sectas y su activismo, carga- do a veces de convencimiento y agresividad, tal vez surja en la mente de més de uno una cuestién, una duda y quizds hasta una cierta crisis de fe, de su fe catélica 0 cristiana. Si Dios es Uno-Unico, Uno o Unico su Mediador Jesucristo y Una-Unica su Iglesia, épor qué tantas religiones y tantos NMR? Ya S. Agustin dijo que no hay ninguna falsa doctrina que no contenga algo de verdad. Ademés los NMR nos obligan a hacer un serio examen de conciencia a fin de responder al reto que lanzan a nuestro apostolado y pastoral. En cualquier caso, con ideas acertadas 0 no, épor qué se incorporan a los NMR? Pues, cuando alguien se hace miembro de una secta, al menos hay que suponer su rectitud de intencién, habida cuenta de sus circunstancias personales y de situacién. Son otros dos interro- gantes a los que tratan de responder sendos apartados de este estudio. Al margen de cualquier hipotesis e interpretacién, el fendmeno de la proliferacién de los NMR confirma la afirmacién de André Malraux: Le XXI°” siécle sera religieux ou ne sera pas. La exigencia religiosa esta clavada en la entrafia misma del hombre con temblor de flecha recién disparada, que ni la técnica ni el paganismo ni la increencia son capaces de narcotizar. Una vez mas lo confirman el desplome del comunismo, la corrupcién ético-moral y la insatisfac- cién vital del hedonismo consumista de Occidente asi como la mis- ma virulencia de las sectas. No menos certera que la afirmacién del novelista Malraux es el diagndéstico del tedlogo K. Rahner’, que podriamos resumir en la siguiente frase: «El sacerdote de hoy y de maiiana sera mistico 0 no serd», cuyo sujeto puede sustituirse por «el cristiano» y hasta por «el hombre». No puede Ilenar la exigencia religiosa del hombre una religién demasiado cerebralizada, raciona- lista, erudita, ritualizada, entramado de creencias tradicionales y de «cumplimientos» éticos y litirgicos. Sin la experiencia religiosa inte- rior de Dios y de su gracia, bajo la presién sofocante del ambiente secularizado, sensorial y sensual, el hombre es incapaz de seguir siendo religioso y, como la religiosidad es una realidad connatural al hombre mismo, no sera ni humano. Claro que seguramente el siglo XXI, como todos los demas, seré impulsado hacia arriba por un grupo de hombres y de mujeres, especialmente ddciles a las mocio- nes e inspiraciones de Dios, al frente de un océano mas 0 menos Ileno de somnolencia y mediocridad, de debilidad e incluso de mali- cia. Y el hombre seguira existiendo. Al menos habré los 10 justos o 18 Los nuevos movimientos religiosos santos con los cuales, gracias a la condescendencia divina ante la intercersi6n de Abrahan, Sodoma y Gomorra no habrian desapare- cido (Gen 18,16-33). Pero en cualquier supuesto y circunstancia, la formacién doctrinal necesita de la vivencia profunda, respuesta vital del hombre a la gratuidad de la gracia divina y de los dones del Espiritu Santo, nica capaz de llenar la triple dimension del hombre: la légica o racional, la mitica (imaginacién, facultad especificamente humana) y la mistica *. NOTAS Y BIBLIOGRAFIA 1. Aduersus Marcionem 4,5,3, 2. _R. VALLES CASAMAYOR, El cdncer del ario 2.000: las sectas, Viladecavalls-Bar- celona 1989, El autor, que ha pasado «del atefsmo a la iglesia evangélican, dedica un capitulo a «la iglesia Catélica Romana la gran secta» (pp. 123-36), opinién comparti- da por la mayorfa de los estudios de autores evangélicos, conocidos por mi, sobre las. sectas. 3. R. GREENHELD, El supermercado espiritual, Barcelona 1989. 4, La tiltima frase es el titulo de un estudio de Juan Gonzélez-Anleo, «Cuader- nos de Realidades Sociales» 35/36 (1990) 101-22, publicado antes en «Comentario Sociolégica» 49/50 (1985). 5. Puede servir de orientacién para precisar el impacto real de los NMR en sus distintas proyecciones los resultados de la encuesta realizada en la Reptblica Federal de Alemania por G. ScumiDtcHEN, Sekten und Psychokultur. Reichweite und Attrakti- vitiit von Jugendreligionen in der Bundes Republik Deutschland, Freiburg im Br. 1987. 6. Metafora presente en P. CANovA, Un vulcano in eruzione. La seite in America latina, Bolonia 1987, 7. Cf. Zur Spiritualitat des Geisters vom Amt her gesehen en Schriften zur Theolo- gie, XIV, Ziirich-K6in 1980, 196-98. 8. Cir. M. GuERRa, La dimensién logica, mitica y mistica de «mysterium» en S. Agustin en Charisteria Augustiniana, homenaje al prof. José Oroz Reta, correspon- diente a «Augustinus» 38 (1993) 309-32, I Rasgos comunes — Nombre — Rasgos caracterizadores — Origenes o causas: éPor qué hay NMR y por qué tantos? éPor qué se hace uno «adepto» y «adicto» a una secta? — Peligrosidad: ¢Hay sectas «daninas» para la personalidad e incluso «destructivas» de la persona misma? — Los NMR, la Pastoral de la Iglesia y el apostolado de los cristianos. — La relaci6n de los cristianos con los adeptos de los NMR Capitulo 0 Algunas cuestiones previas Juan Pablo II pregunté a un grupo de obispos del Peri: éCual es el problema mas grave e importante de la Iglesia en Peri? Los obispos respondieron: las sectas. Pero el Papa puso en primer lugar la ausencia de la Sagrada Eucaristia en tantas localidades por falta de sacerdotes y de vocaciones. Pues si, en Peri y en general en Latino-américa, hubiera suficientes sacerdotes y una profunda vida eucaristica, nada o muy poco tendrian que hacer las sectas '. Cierta- mente el diagnéstico del Papa es acertado, aunque también tienen raz6n los obispos peruanos *. 0.1. EN TORNO A SU DENOMINACION O NOMBRE Parece Idgico y hasta obvio comenzar por ponerse de acuerdo en el nombre o denominacién de la realidad estudiada. 0.1.1. El nombre vulgar: «sectas» Es la denominaci6n ordinaria y mas divulgada. Pero es una deno- minacién ambigua. En Iberoamérica suele designar a todos los gru- pos no catélicos, también a los integrados en las iglesias protestantes tradicionales. Ademas suele tener un valor negativo, al menos en cuanto designa a los grupos més extremistas y agresivos, en todos los idiomas més conocidos, exceptuados el arabe o el japonés. Es muy dificil dar una definicién etimolégica y, sobre todo, real de «secta». A ninguna secta le gusta ser llamada asi ni ser considerada tal. Se 22 ‘Los nuevos movimientos religiosos autodenomina «iglesia, asamblea, asociacién, sociedad, misién...». Ademas, de «secta» se deriva «sectario, sectarismo», y a nadie le agrada ser considerado «sectario» aunque lo sea, ni ser acusado de «sectarismo» aunque lo merezca. Etimolégicamente, parece derivar- se de sectus, secta, sectum = «cortado, separado», es decir, rama desgajada de una religién o Iglesia constituida, si bien puede proce- der también de secutus, secuta, secutum °. 0.1.2. «Nuevos Movimientos Religiosos (NMR)» El documento del Secretariado romano para la unidad de los cristianos (cfr. 0.5.2) emplea «sectas 0 nuevos movimientos». El card, Francis Arinze, en su relacién: El desafio de las sectas 0 nuevos movimientos religiosos: una respuesta pastoral en el Consistorio ex- traordinario del Colegio cardenalicio (abril 1991) se inclina decidi- damente por la segunda denominacién de tal suerte que es casi la tinica usada en el texto. A favor de ella se halla el hecho de que carezca de sentido peyorativo y el poder ser aplicado a los distintos grupos estudiados. Sin embargo, no pocos de los NMR rechazan o, al menos, no les agrada esta designaci6n. Prefieren desvincularse de cualquier rela- cién explicita, aunque s6lo sea nominal, con la «religién» a pesar de ser verdaderamente «religiosos» o, por lo menos, «pseudo-religiosos» en cuanto destronan a la divinidad para, en su lugar, colocar al hombre, a su autorrealizacién, a su felicidad-beatitud, en esta vida con categoria de Absoluto 0 maxima realidad y aspiracién, en el fondo con honores e incienso tributados a un «idolo». La preferen- cia o displicencia respecto al calificativo «religioso» se basa a veces en motivos pecuniarios, por ejemplo: algunas sectas se Haman reli- giosas porque asi consiguen la exencién de impuestos en algunos. paises: Estados Unidos, etc. Al revés la Meditacién trascendental proclamé que no era una religién cuando algunos grupos sociales solicitaron judicialmente su exclusién de la ensefanza escolar a fin de respetar la legislacién vigente en Estados Unidos. Pero los tribu- nales norteamericanos la declararon «religiosa» y «no cientifica» en 1977. Por otra parte, una tipologia basada en un dato cronolégico atri- buye demasiada importancia a algo extrinseco y relativo, que el Rasgos comunes B tiempo se encargara de «envejecer» con riesgo de quedar inutiliza- ble *. Pero los NMR son ciertamente «nuevos» por su difusién en Occidente, por comparacién con las religiones e iglesias tradiciona- les y, en su mayoria, también por la fecha de su nacimiento. 0.1.3, Otros nombres Se han usado y se usan todavia otras denominaciones, por ejem- plo: nuevas religiones, religiones marginales, movimientos religiosos libres, movimientos religiosos alternativos, grupos religiosos marginales, etcétera. En este trabajo uso preferentemente Nuevos Movimientos Religiosos y también sectas aunque evidentemente sin la carga nega- tiva que esta hipotecando su empleo. 0.2. SECTA, IGLESIA, RELIGION Son tres denominaciones progresivamente mds amplias. La «reli- gion» abarca o puede abarcar a varias «iglesias», por ejemplo: «la religion cristiana, el cristianismo» comprende a la «Iglesia» o «Igle- sia catélica, catolicismo», a las distintas «iglesias 0 confesiones pro- testantes», a los anglicanos y a los ortodoxos. El budismo, por su parte, se desmembra en tres modalidades de «canoa, vehiculo (sans- crito: yana): hinayana (entronca con Buda, s. Vi a.C.); mahayana (s.1.d.C.) y tantrayana (s. vil d.C.). El considerado padre de la sociologia de la religion Max Weber fue el primero en contraponer «secta» a «iglesia» en 1904-1905 °. Caracteriza a la «iglesia» en cuanto contrapuesta a «secta»: —a) la pertenencia a la misma practicamente por nacimiento; la fe se here- da y se transmite de padres a hijos; —b) la tendencia a adaptarse al entorno socio-cultural e institucional, —c) la aceptacién de los valo- res vigentes. Al revés la «secta» busca: —a) la incorporaci6n a la misma por adscripcion libre, tras una conversién personal; —b) pro- mueve una estructura social cerrada en si misma, al margen de la civil y de la de otras religiones; —c) no se acomoda al entorno socio-cultural; tiende a marginarse del mismo, a veces con gestos estridentes, por ejemplo: rechazo de las transfusiones de sangre. En el fondo subyace la contraposicién entre pocos (secta) y muchos (iglesia) miembros (1.2), pero, en contra de lo que algunos afirman, "4 Los nuevos movimientos religiosos Max Weber rechaza que el ntiimero reducido de adeptos pertenezca a «la esencia de las sectas (Sektentum)» aunque reconoce que guar- da alguna relacién y que «de hecho» asi es *. Pero lo definitorio de una iglesia o de una religién no es lo socioldgico, sino lo especificamente religioso y lo ético-moral. En el estudio de todo fenémeno religioso hay que evitar el reduccionismo, © sea, la tendencia todavia vigente a vincular lo religioso a las con- diciones psico-sociales. Lo psicoldgico y lo sociolégico puede crear un clima adecuado para la existencia de un NMR, pero el nacimien- to y posterior desarrollo de un NMR, como el de una planta, no depende solo ni principalmente del clima’. Una secta, con el paso del tiempo, puede cambiar de signo en su vertiente sociolégica. Mas no sera una religion ni una iglesia si el cambio no llega a su nicleo, a su identidad misma, a lo ético-religioso. Por eso, para que deje de ser secta, no basta el aumento considerable de sus miembros ni el reunir las notas de la «iglesia» apuntadas por los socidlogos de la religién. Desde el punto de vista histérico la secta ha sido considerada como una rama desgajada de un arbol més corpulento, por ejemplo: de una iglesia cristiana, de ordinario del protestantismo, o de una religion no cristiana, sobre todo del hinduismo *. Un esqueje arran- cado de un drbol y plantado en terreno adecuado enraiza, brota, se desarrolla y termina por transformarse en un drbol, o sea, la secta se convertird en iglesia o en religién casi por su mismo desarrollo, por el incremento del nimero de sus miembros. Es una opinién ya tépica y, no obstante, incorrecta (1.2). No obstante, creo que la consideracién de «secta» como una entidad distinta por el nimero mayor de sus miembros, por los afios de existencia y por su misma consistencia o grado de aceptacién no es criterio acertado de diferenciacin al menos por principio o en teoria, aunque de hecho pueda e incluso suela ser asi (1.1). Con otras palabras, un NMR no tiene por qué converlirse en «iglesia» por el simple paso de los afios y el incremento de sus adeptos. 0.3. DivisiON DE Los NMR. Podrian establecerse miltiples divisiones de los NMR, tantas cuantas sean sus posibles perspectivas o puntos de vista, Por razones Rasgos comunes 25 practicas y por tener en cuenta la situacién socio-religiosa de Espafia en esta materia establezco la clasificacién consignada en este estu- dio, que se basa en la procedencia o impronta predominante en cada grupo. Podriamos hablar también de NMR que rechazan la Iglesia (por ejemplo: Palmar de Troya); los que rechazan a Cristo (los NMR de impronta no cristiana); los que rechazan a Dios aunque conservan un sentido genérico de religién; los que rechazan el papel de la religién, si bien mantienen el sentido mds o menos diluido de lo sagrado, aunque manipulado a fin de obtener poder sobre los demas 0 sobre el cosmos. Han sido clasificadas ya, por ejemplo: por Peter Berger, con la «experiencia religiosa» como criterio en grupos de tipo: 1) profético, por ejemplo: los adventistas, testigos de Jehova; 2) entusiastico, por ejemplo: los pentecostales; 3) gndstico 0 con un mensaje que revelar °. 0.4. ALGUNOS DATOS ESTADISTICOS O EL NUMERO DE ADEPTOS No es facil precisar el ntimero de adeptos de cada NMR. En primer lugar son tantos grupos y muchos tan reducidos que, respecto de varios, casi no se conoce ni su existencia a no ser por sus familia- res, convecinos, etc. Ademés, en las primeras décadas de existencia no suelen solicitar su inscripcién en ningtin registro. Por otra parte, los datos publicados por los mismos NMR suelen tender a la exage- racién del numero tal vez por pensar que el dato estadistico elevado es uno de los indices de fuerza, influjo e importancia, por ejemplo: todos los entendidos en la materia reducen a unos 5.000 los 15.000 adventistas del Séptimo dia, existentes en Espafia de acuerdo con la estadistica dada tltimamente por ellos mismos. Si no se conoce con exactitud fiable el nimero de miembros de cada NMR y, a veces, ni siquiera el ntimero de sectas 0 grupos, fluye como conclusi6n, sin riesgo de error, la imposibilidad de determinar el nimero global o el de todos los NMR en el mundo. Estadisticas fiables elevaban a 108.505.600 el nimero de miembros de todas las sectas en el afio 1986. Ahora se aproximan al 2,2% de la poblacién mundial “. Sobre Hispanoamérica han caido como plaga de langos- ta; tienen ya 45 millones de adeptos, sdlo en Brasil 12 millones. En Europa Occidental cuentan con dos millones de miembros; las 60 26 Los nuevos movimientos religiosos sectas " implantadas en Espajia con cerca de 300.000". Al menos a primera vista extrafia el porcentaje de su implantaci6n, visiblemente superior en Espafia que en las restantes naciones de la Europa Occidental °. Una causa de la ambigiiedad de las estadisticas del nimero de adeptos de los NMR proviene de un dato sintomatico, a saber: todavia no ha sido posible precisar los rasgos definitorios de una secta o NMR. Y las estadisticas, al menos las conocidas por mi, no dicen el criterio adoptado a la hora de clasificar a un grupo como NMR ni si incluyen o no a los cudqueros, a los menonitas, al Ejér- cito de la Salvacién “, a los pentecostales “, a los adventistas *. Al menos en los datos brasilefios se excluyen a los espiritistas, pues casi ellos solos suman ese nimero. Ademéas, en esta obra, estudio 57 NMR y hablo mas 0 menos incidentalmente de otros 255 mas, 0 sea, en total 312 implantados en Espafia. Pero su numero real es muy superior. Ya he indicado que conozco la direccién de 230 NMR, a veces simples grupos aislados, solamente de procedencia e impronta oriental (hindd, budista, sintoista). Como puede comprobarse en un epigrafe presente en la descripcién de cada NMR, sélo conozco los datos estadisticos de 37 si bien estan incluidos los mas difundidos; el nimero de sus adeptos no pasa de 150.000. Y obsérvese que, en caso de duda, me he inclinado siempre por el ntimero mas elevado. Por lo mismo creo que no Ilegan a 200.000 los adeptos a los NMR implantados en Espafia. He aqui el mimero de los NMR que cuen- tan con més adeptos en Espafia: — Testigos de Jehova — Mormones — Adventistas del Séptimo dia — Fraternidad Rosa-Cruz — Comunidad — Bahaismo .. — Masoneria — Mision de la Luz divina (gurti Maharaj-Ji) — Movimiento Gnéstico Cristiano Universal " — Nueva Acrépolis — Espiritismo” 90.000 17.000” 15.000 5.000 5.000* 3.000 de 1.500 a 2.000 . 2,000 1.000” — Meditacién transcendental 500 — Iglesia de la Cienciologia 500 — Nifios de Dios . 385 Rasgos comunes 27 — Bhagwan Rajneesh 250 — Hare Krisna . 200 — Iglesia de la Unificacién (Moon 200 Como puede verse en la exposicién de cada NMR, hay varios que, en Espajia, cuentan con un nimero mayor de adeptos que algunos consignados aqui, si bien nunca Ilegan al millar. Aqui figu- ran algunos en atencién a que es relativamente elevado del nimero global o mundial de sus adeptos. 0.5, FUENTES Y BIBLIOGRAFIA 0.5.1. Fuentes Para el conocimiento de los NMR son fuentes evidentes los libros sagrados de cada grupo, ordinariamente en los de impronta cristiana y en algunos de procedencia hindi; también los catalogados expre- samente 0, al menos, tratados en la vida y en la practica de cada grupo como libros bdsicos, de ordinario en las sectas llamadas «hu- manitarias, gnésticas». Son los que figuran en el epigrafe correspon- diente en la descripcién de cada NMR. Pueden considerarse fuentes accesorias 0 complementarias otros libros y folletos de los fundado- res y lideres, citados también en nota especial al estudiar cada grupo asi como hojas fotocopiadas y distribuidas en las conferencias, ctc., a las cuales casi nunca aludo de modo explicito. Especial interés y autoridad parecen tener las publicaciones de los ex-adeptos a cualquiera de los NMR. Pero, si todas las fuentes deben ser sometidas a un severo examen critico a fin de comprobar la objetividad del caudal acumulado y expuesto, su transparencia de la realidad o verdad, mucho mis las integradas por los que corren el riesgo de escribir mas desde el sentimiento, tal vez resentimiento, que desde la reflexi6n imparcial *. La traducci6n castellana de las obras de los NMR, sean de sus fundadores 0 no, suele estar hecha en el lugar de origen. En cual- quier supuesto adolece de no respetar la idiosincrasia del espaiiol con deficiencias graves no sélo estilisticas, sino incluso sintacticas y de léxico. Por descontado, de ordinario, no tienen en cuenta las normas basicas de la buena traduccién *. El respeto de los lectores 28 Los nuevos movimientos religiosos y hasta su mejor disposicién hacia el texto y su doctrina estd recla- mando un esmero mayor. 0.5.2. Bibliografia Como bibliografia general puede servir la siguiente. Es la que he manejado; no la cito de nuevo a no ser para puntos concretos. I. Obras bibliogrdficas («tiles para los que deseen estudiar los NMR y sus distintos aspectos) —A selected Bibliography on New Religious Movements in Western Countries, IDOC, Roma 1979. — L.O. BLoop, Comprensive Bibliography on the Cult Phenome- non, Weston 1984, — E, FoucART, Répertoire bibliographique. Sectes et Mouvements Réligieux marginaux de I‘Occident contemporain, Québec 1982. — J. Boscu, Bibliografia espaviola sobre sectas y NMR, «Cuader- nos de Realidades Sociales» n.* 35/36 (1990) 7-13 (n.° monografico sobre Las sectas en Espana). — J.L. SANCHEZ NOGALES, El suefio de la razon religiosa, «Com- munio» (Sevilla) 25 (1992) 167-212 [el articulo: El suero de la reli- gion y la ensonada «nueva religiosidad», publicado antes en «Proyec- cién» 38 (1991) 127-141] y hasta la p. 244 una selecta bibliografia. Il. Diccionarios — AA.VV. Enciclopedia of Religion, 1-XV, New York 1987 (dir. Mircea Eliade). Logicamente trata también de las principales sectz doctrina, bibliografia, etc., aunque de ordinario con pocas palabre temas y con extensién reducida, sobre todo si se compara con la dedicada a otras palabras, fendmeno més acentuado, si cabe, en otros diccionarios menos extensos *. — H. Gaspar - J.V. MUELLER, Lexikon der Sekten, Sondergruppe und Weltaunschaungen, Freiburg i. Br. 1991. Siento no haber podido utilizarlo. — J. GRUENDLER, Lexikon der christlichen Kirchen und Sekten, LII, Viena 1961. Un diccionario de consulta con 2.659 fichas-resu- men 0 referencia (sede central, historia, organizacién, principales Rasgos comunes 9 puntos doctrinales), que van desde unas pocas lineas hasta una de- cena de paginas, y con datos estadisticos de personas, lugares de culto, etc., validos hasta esa fecha, pero generalmente ya no ahora. Fiel al titulo trata de las sectas ¢ iglesias cristianas, también de las desaparecidas, por ejemplo: los donatistas (s. IV). —J.G. MELTON, Biographical Dictionary of American Cult and Sect Leaders, New York-Londres 1986. Datos y notas muy documen- tadas sobre los fundadores y lideres de los NMR implantados en Norteamérica. — LA. Ruiz, Diccionario de sectas y herejias, Buenos Aires 1977. —C. VIDAL, Diccionario de Sectas y Ocultismo, Madrid 1991. Unico en su género sobre los dos temas en espafiol; aunque de contenido denso, es demasiado breve la extensién de cada palabra. TI. Estudios — AAWV., Pluralismo religioso, II. Sectas y religiones no cristianas, Salamanca 1983 (dir. J. Garcia Hernando). Cuestiones previas (defi- nicién, tipologia, etc.), historia, doctrina, etc., de 10 sectas (paginas 25-460) y de las religiones no cristianas (pp. 461-691). Considera religion a la Fe Baha‘i y al budismo zen. Siento haber recibido su 2.* edicién con este libro en la imprenta, corregidas las 1.* pruebas. — AA.VV., (Eileen arker, editor), New Religious Movements. A perspective for understanding Society, New Yotk-Toronto 1982. Expo- sicién de diversas vertientes de la interrelacion entre lo social en sus diversos estratos (familia, sociedad, cultura, etc.,) y los NMR. asi como lo social en cuanto trasfondo en el cual emergen los NMR al mismo tiempo que los condiciona. Tiene en cuenta sobre todos los NMR de impronta oriental y el mormonismo. — AA.VV., Sectas en América Latina, Bogota 1982. Estudio de las cuestiones previas y de las principales sectas implantadas en América Latina, obra de B. Kloppenburg (las llamadas «pseudoespi- rituales» en Puebla, n.° 628: espiritismo, teosofia, rosacrucismo, gnos- ticismo, masoneria, etc.), O. D. Santagada, ete. — AA.VV., Sectas y sociedad. Las sectas como problema social (I Congreso Internacional sobre Sectas). Ponencias y comunicados. Asociacién Pro-juventud, San Cugat del Vallés, 27-29 nov. 1987, Barcelona 1988. — AAVV., Diritti dell‘uomo e liberta dei gruppi religiosi. Problemi giuridici dei Nuovi Movimenti religiosi (Atti del Convegno. Parma, 9-11

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