San Pedro Sula Sbado 10 de agosto de 2013 La Prensa Pandilleros queman bus con conductor y ayudante adentro por

no pagar extorsin El hecho criminal se produjo en la residencial El Limonar, sector de Lomas del Carmen. "Ya no podemos hacer nada en este pas, el gobierno es el culpable de toda esta injusticia", dijo el padre del conductor.

1TEGUCIGALPA, Honduras

El conductor de un microbs "rapidito" y su ayudante fueron asesinados y posteriormente incineraros dentro de la unidad de transporte por negarse a pagar extorsin a supuestos pandilleros, en la colonia El Limonar, sector de Lomas del Carmen, en San Pedro Sula, al norte de Honduras. Las vctimas fueron identificadas como Jos Armando Meja, de 27 aos, motorista del microbs, y Carlos Alonso Crcamo (28), ayudante. Los supuestos mareros quemaron en su totalidad la unidad de transporte que cubre el corredor Centro-El Carmen, con los cadveres de los dos hombres adentro. Los cuerpos de los dos empleados del transporte fueron consumidos por las llamas, as como el microbs, en el que no se report la presencia de pasajeros al momento del hecho sangriento. Se presume que los dos hombres fueron interceptados cuando se dirigan del centro de San Pedro Sula hacia El Carmen y desviados hacia la colonia El Limonar. Familiares y curiosos llegaron al a escena del crimen, y se mostraron impactados por la saa con que se produjo este nuevo acto de violencia. El "rapidito" pertenece a la empresa Los Escudos, cuyo propietario se habra negado a pagar extorsin a los

pandilleros, segn la informacin que ha trascendido. "No se puede trabajar en este pas honradamente", dijo el pariente de una de las vctimas que lleg al lugar. Jos Meja, padre de Jos Armando, dijo que estaba destrozado, destrozado, ya no podemos vivir aqu honradamente. No hacen nada con quitarle la vida, dijo en medio del llanto."Ya no podemos hacer nada en este pas, el gobierno es el culpable de toda esta injusticia", dijo el acongojado progenitor. El rubro del transporte es uno de los ms afectados por el delito de la extorsin, pero no el nico. Comercios y hasta maestros sufren las consecuencias de este flagelo que le genera casi 500 millones de lempiras anuales al crimen organizado. Segn cifras del Ministerio Pblico, el 40 por ciento de la poblacin es vctima de las extorsiones, mal llamadas tambin como "impuesto de guerra".