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INTRODUCCIÓN.
Las características del yeso son fundamentalmente diferentes a las de caliza. Las
formaciones de yeso se han depositado principalmente por precipitación química y
después suelen haber experimentado un ciclo de transformación yeso-anhidrita-yeso.
Donde se han formado las cuevas suele ser en el yeso del final del ciclo, es decir yeso
retransformado de anhidrita. Antes del ensanchamiento de las fisuras por flujos de agua
(karstificación) la permeabilidad del yeso suele ser baja.
La solubilidad es grande y la disolución es rápida en comparación con caliza, mientras
que el proceso de disolución es bastante más simple. La presencia de anhídrido
carbónico no tiene ningún efecto sobre la disolución, sin embargo la presencia de otras
sales si lo tienen. La velocidad del flujo tiene un marcado efecto sobre la velocidad de
disolución.
Las consecuencias para la espeleogénesis son varias: el desarrollo de las fisuras anchas
y proto-conductos es mucho más rápido en yeso que en calizas, aunque el desarrollo de
fisuras muy estrechas es parecido. Muchas galerías son bastante uniformes por toda su
longitud. Los restringimientos al flujo se ensanchan rápidamente hasta que dejan de ser
lo, y por lo tanto las crecidas son raras. Las galerías inundadas y lagos de cuevas que se
han formado en un equilibrio con el nivel de base, suelen coincidir con este nivel de
base.
El yeso y el anhidrita son rocas evaporíticas o salinas, lo que quiere decir que se han
formado por la evaporación del agua que los contiene disueltos. Con la evaporación
aumenta la concentración de las sales hasta llegar al punto de saturación y a partir de
este momento se depositan. Cuando aumenta la concentración de sales también aumenta
la densidad del agua. Cuando la densidad del agua llega a 1,04 se precipita la primera
sal, que es la calcita. Las siguientes son el yeso y el anhidrita, cuando la densidad del
agua es 1,13. La sal común (halita) no se suele depositar hasta que la densidad llega a
1,20. Las densidades son aproximadas porque la precipitación depende de varios
factores más, como por ejemplo la temperatura y la presencia de otras sales. Por lo tanto
una formación de yeso puede estar acompañado por caliza y (a veces) sal común.
Hay dos ámbitos naturales importantes de deposición de yeso: Las lagunas costeras con
una comunicación intermitente con el mar abierto y las sabkhas (o sebkhas).
En las lagunas costeras el aumento en la concentración de sales por evaporación de
agua, depende en gran medida de la facilidad con que puede entrar agua del mar abierto.
Lo más común es sedimentación de calcita y yeso, porque una eventual deposición de
anhidrita o sal es disuelta con una nueva entrada de agua fresca. En este ambiente la
deposición de yeso es subacuática.
Las sabkhas son llanuras situadas inmediatamente al lado del mar. Las sales llegan a
esta llanura por mareas (muy) altas, como un “espray” con el viento y por agua
subterránea procedente del mar que reemplaza el agua evaporada. Los sabkhas
principalmente se forman en ambiente áridas. La deposición de yeso es dentro del
sedimento que constituye la sabkha.
Cuando el yeso es tapado con otros sedimentos, aumenta poco a poco la presión que
ejercen las rocas subyacente y el yeso es deshidrata y transformado en anhidrita. La
profundad en lo que ocurre este proceso es variable, pero la mayoría del yeso se
convierte en anhidrita entre los 300 y 500 metros de profundidad (figura1).
Cuando por el proceso de levantamiento e erosión la anhidrita se acerca a la superficie,
entonces el proceso es invertido y el anhidrita es hidratado retransformándose en yeso.
La mayoría del anhidrita se retransforma en yeso a una profundidad de menos de unos
150 metros.
LA SOLUBILIDAD DE YESO.
La solubilidad de yeso en agua pura a una temperatura de 20ºC es 2,53 gramos por litro,
lo que es entre 10 y 30 veces mayor que la solubilidad de carbonato cálcico (CaCO3), en
presencia de anhídrido carbónico (CO2). Sin embargo, la solubilidad no es un constante
pero depende de varios factores, como por ejemplo: la temperatura del agua, la
presencia de otras sales, la diferencia entre la presión litostática sobre el agua
subterránea y la roca, y el tamaño de los granos que constituyen la roca.
La figura 3 muestra la solubilidad de yeso en presencia de sal común (NaCl). Con una
concentración de 35 gramos por litro (agua del mar) se dobla la solubilidad de yeso.
Figura adaptada de Sherternina (1949).
La figura 4 muestra la capa de difusión, situada entre la roca de yeso y el resto del
flujo. La concentración está saturada muy cerca de la roca y disminuye hacia el resto
del flujo. Las moléculas se mueven desde la roca hacia el resto del flujo. El tamaño de
las moléculas de yeso se ha exagerado.
LA DISOLUCIÓN DE YESO Y LA VELOCIDAD DEL FLUJO.
La disolución de yeso aumenta considerablemente con la velocidad del flujo. La razón
es la siguiente:
Cuando la velocidad del flujo aumenta, también aumentan las fuerzas de tracción sobre
la capa de difusión y esta pierde parte de su grosor (la parte más lejana de la pared). El
gradiente de concentración en la capa de difusión aumenta y por lo tanto las moléculas
de yeso pueden traspasar la capa más rápido. Lo que significa que la velocidad de
disolución también aumenta porque por cada molécula de yeso que sale de la capa de
difusión, otra molécula de yeso es disuelta de las pared. La conclusión es que si la
velocidad de difusión aumenta (porque la capa es más fina), también aumenta la
velocidad de disolución. De este modo un aumento en velocidad de flujo aumenta la
disolución.
Cuando un flujo laminar cambia hacia un flujo turbulento, se calcula que la disolución
exhibe un aumento muy marcado (hasta 10 veces más).
Por la mayor solubilidad y velocidad de disolución en yeso puede parecer lógico que
las fisuras en yeso se desarrollan mucho más rápido que en caliza.
Con una mayor solubilidad, la misma cantidad de agua puede disolver más roca y por lo
tanto es un factor favorable. Sin embargo, una mayor velocidad de disolución causa que
una solución llegue más rápido al punto de saturación (figura 5) y por lo tanto el agua
sale más saturada al final de la fisura. La combinación de ambos factores hace posible
que el ensanchamiento de la salida de una fisura muy estrecha en yeso es comparable
con el desarrollo de una fisura muy estrecha en caliza.
Aparentemente el mecanismo del régimen de disolución lenta funciona mejor en caliza
que en yeso, y es justo este mecanismo que abre las fisuras más estrechas.
Si la fisura no es tan estrecha, el mecanismo de mayor caudal-mayor disolución gana en
fuerza. Por esta razón es probable que las fisuras más anchas se desarrollan más rápido
en yeso que en caliza.
En otras palabras: la duración del desarrollo de fisuras muy estrechas puede ser del
mismo orden que en caliza, mientras que el desarrollo de fisuras más anchas es más
rápido.
El desarrollo de los proto-conductos hasta galerías es mucho más rápido que en calizas.
Teóricamente es posible que una galería de 2 metros de diámetro se puede formar en
(mucho) menos de 1000 años.
ENSANCHAMIENTO DE LAS GALERÍAS.
Una de las características más importante es el aumento de la disolución con una mayor
velocidad del flujo. En un experimento de campo se han hecho mediciones de 2 flujos
en un mismo ambiente geológico. Flujo número 1 tenía 1,36 gramos de yeso disuelto
por litro y un retroceso de paredes (velocidad de disolución) de 0,22 mm por año. Flujo
número 2 tenía 1,82 gramos de yeso disuelto por litro y un retroceso de paredes de 1,56
mm por año. Es notable que la velocidad de disolución del flujo 2 era 7 veces mayor,
aunque su porcentaje de saturación era el más alto. La explicación es que la velocidad
del flujo 2 era aproximadamente 25 veces mayor.
Este experimento demuestra que puede ser que la disolución en una cueva depende más
de la velocidad del flujo que del porcentaje de saturación. Lo ilustramos con un
ejemplo:
Imagínese un río que se pierde en un sumidero y reaparece a cierta distancia como
fuente, además supongamos que las galerías siempre están llenas de agua (galerías
freáticas). Entonces la velocidad del flujo depende del diámetro de las galerías, donde
(por alguna razón) las galerías son más anchas la velocidad es más lenta y viceversa.
Esto quiere decir que el retroceso de las paredes (ensanchamiento) es menor en las
galerías anchas y mayor en las galerías estrechas. Con otras palabras, las diferencias en
tamaño tiendan a disminuir y el resultado va a ser una galería de un tamaño bastante
uniforme (figura 6), algo bastante común en cuevas en yeso. De todos modos,
probablemente es más frecuente que este mecanismo simplemente evita la formación de
pasos más estrechos o más anchos, y que por esta razón las galerías en yeso son tan
uniformes. Sin embargo, esto no quiere decir que en cuevas en yeso no puede haber
salas grandes y pasos estrechos consecutivos. Por ejemplo, cuando las crecidas causadas
por un aumento en nivel de base en la zona epifreática llegan a su máximo, la velocidad
del flujo es mínima en toda la cueva. En este caso la cantidad de yeso que puede ser
disuelto depende de la cantidad de agua presente. En las salas hay mucho más agua que
en los pasos más estrechos y por lo tanto se ensanchan más.