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Un Estudio de la Epístola a

los Romanos
CLASE 5
Romanos 3:24 Siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la REDENCIÓN que es en
Cristo Jesús.
Romanos 3:24 Siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la REDENCIÓN que es en
Cristo Jesús.

Este versículo puede ser considerado


como el versículo clave de toda la
Biblia.
En la primera sección de la epístola
(1:18 a 3:30), el apóstol Pablo ha
tratado el tema de la humanidad bajo
la condenación de Dios a causa del
pecado.
Tanto los judíos como los gentiles
han quebrantado la ley de Dios, han
pecado a una. La ley les condena,
pero la ley no puede salvarlos.
Si los hombres han de ser salvos, es
necesario formular algún otro
método, alguna otra forma de
absolverlos de sus culpas y volverlos
a una correcta relación con Dios.
Empezando en Romanos 3:21,
Pablo señala cuál es ese método. Él
lo llama “la justificación por fe”
La justificación es la absolución
completa que Dios en su gracia
confiere al pecador cuando éste pone
su confianza en Cristo y vuelve así a
su relación correcta con Dios
Este método de salvación consiste en
tres fases, como Pablo nos explica:
Justificación

Santificación

Glorificación
Pablo comienza a exponer este tema
al final del capítulo tres, donde nos
muestra que justificación significa
que Dios nos concede una situación
de justicia ante él, basándose en la
obra de Cristo, quien ha muerto en
nuestro lugar, supliendo nuestra
necesidad de justicia.
Nosotros no podríamos conseguirlo
jamás, porque somos completamente
incapaces de agradar a Dios por
nuestros propios esfuerzos, e inútiles
para producir nuestra propia
redención.
Romanos 3:21-22 Pero ahora,
aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y
por los profetas; la justicia de Dios por
medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él.
Todos los seres humanos, de todas
las razas, credos y culturas, judíos y
gentiles, morales e inmorales, los que
tienen religión y los que no la tienen,
todos sin excepción son pecadores,
culpables, inexcusables delante de
Dios.
“Pero ahora…”, nos dice el apóstol
Pablo. Súbitamente aparece un rayo
de esperanza. Dios intervino.
“Pero ahora…”, nos dice el apóstol
Pablo. Súbitamente aparece un rayo
de esperanza. Dios intervino.
Este “ahora” que dice Pablo parece
tener implicancia en varios puntos
importantes.
“Ahora”, en el argumento que Pablo
viene desarrollando. Entre Romanos
1:18 y 3:20 el argumento era fatal,
absolutamente contrario y su
conclusión palmaria: TODOS SON
CULPABLES.
“Ahora”, en el argumento que Pablo
viene desarrollando. Entre Romanos
1:18 y 3:20 el argumento era fatal,
absolutamente contrario y su
conclusión palmaria: TODOS SON
CULPABLES.
“Pero ahora…” nos ofrece esperanza.
Lo que se dijo no es toda la verdad.
Hay una salida para la agobiante
condición humana.
“Ahora”, en el sentido cronológico.
La Ley ha reinado por siglos, escrita
en tablas de piedra o en los
corazones y conciencias humanos. La
Ley dio a conocer el pecado, pero no
la salvación.
“Ahora”, en el sentido cronológico.
La Ley ha reinado por siglos, escrita
en tablas de piedra o en los
corazones y conciencias humanos. La
Ley dio a conocer el pecado, pero no
la salvación.
“Pero ahora” hay una nueva
revelación. La justicia de Dios
aparece en escena.
“Ahora”, en el sentido escatológico,
sigue a lo anterior. Una nueva era ha
llegado. Zacarías cantaba: “Nos ha
visitado de lo alto la aurora” (Lucas
1:78)
Los judíos creían en una justificación
futura. Sostenían que el juicio se
llevará a cabo al fin de los tiempos,
cuando se presente el Mesías de
Dios, e inaugure una “nueva era”
llamada “El Siglo Venidero”.
El Nuevo Testamento sostiene la
misma verdad, pero afirma también
que aunque el juicio es futuro, Dios
ya ha pronunciado la absolución
del hombre que tiene fe en Jesucristo.
La absolución divina, que nosotros
llamamos justificación,
justificación no es sólo
futura, sino presente.
Romanos 3:21 Pero ahora, aparte
de la ley, se ha manifestado la justicia
de Dios, testificada por la ley y por los
profetas;
La Ley ya se ha manifestado, y con
ella el conocimiento del pecado.
Ahora es la justicia de Dios la que se
revela
La Ley ya se ha manifestado, y con
ella el conocimiento del pecado. Ahora
es la justicia de Dios la que se revela
El hombre no puede ser salvo por su
propia justicia (bondad natural,
sentimiento y práctica religiosa). Por
eso es necesaria la revelación de una
justicia externa. Es la justicia que
viene de Dios. Es Dios quien toma la
iniciativa.
Romanos 3:22 la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo, para
todos los que creen en él. Porque no
hay diferencia,
Esta justicia no viene por prácticas
religiosas o ejercicios de bondad. Es
por medio de la fe en Jesucristo. Está
disponible para todos, porque todos
la necesitan, los judíos y los gentiles.
El único requisito es creer.
Esta justicia no viene por prácticas
religiosas o ejercicios de bondad. Es
por medio de la fe en Jesucristo. Está
disponible para todos, porque todos
la necesitan, los judíos y los gentiles.
El único requisito es creer.
Todos necesitan esta justicia,
porque:
Romanos 3:23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios,
No hay diferencia entre los seres
humanos. Todos pecaron
(hēmarton) El pasado de cada uno de
nosotros se resume en este verbo.
“Están destituidos”, es el resultado.
“Quedan continuamente cortos, no
alcanzan”, pues es un verbo en tiempo
presente continuo. Todos los esfuerzos
del hombre no son suficientes para
alcanzar la gloria de Dios.
Romanos 3:24 Siendo justificados
gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en
Cristo Jesús.
Justificación es un término legal o
forense. Su antónimo es
condenación. Ambos términos los
pronuncia un juez.
Justificación es un término legal o
forense. Su antónimo es
condenación. Ambos términos los
pronuncia un juez.
Desde el punto de vista teológico,
son pronunciamientos que Dios dará
en el Día del Juicio, al final de los
tiempos. Él absolverá, declarando
justa a una persona, o la condenará.
Cuando Dios justifica hoy a los
pecadores, está anticipando su juicio
final, trayendo al presente lo que
pertenece al futuro.
No es lo mismo hablar de
justificación, redención, perdón,
expiación y propiciación. Por eso
debemos clarificar bien estos
conceptos, para poder apreciar
cabalmente la obra de Cristo para
nuestra redención.
Un ejemplo puede aclararnos el
panorama.
Supongamos que soy citado ante un
juez por una falta al código de
tránsito de mi ciudad. El juez escucha
mi alegato, pero declara que soy
culpable. Tengo que pagar por mi
culpa. Me impone una multa que
tengo que pagar para saldar mi
deuda con la sociedad. Cuando pago
la multa, estoy expiando mi falta.
Pero expiación no es lo mismo que
justificación. Si alguien examina mi
prontuario, verá que he sido atrapado
cometiendo una infracción, que fui
juzgado y hallado culpable. Aunque
pague mi culpa, todavía mi ofensa no
ha sido borrada. Si vuelvo a cometer
la misma falta, el juez puede
sancionarme más duramente.
La culpa que el hombre tiene por su
pecado no puede expiarse sino con la
muerte, pues “la paga del pecado es
la muerte” (Romanos 6:23)
Esto ofrece un problema: si muero
por mi pecado, no puedo ser
declarado justo, pues estoy muerto.
De nada me sirve una justificación
“post mortem”.
La redención resuelve el problema.
Así como “justificación” es un
término legal, “redención”
(apolytrōsis) es un término comercial.
La redención resuelve el problema.
Así como “justificación” es un
término legal, “redención”
(apolytrōsis) es un término comercial.
En el Antiguo Testamento, el término
es usado para los esclavos que eran
comprados para ser luego liberados.
Se decía que eran “redimidos”
Jesucristo nos redimió. Éramos
esclavos del pecado, y destinados a
la muerte. Él pagó el precio de
nuestro rescate, con su propia
sangre.
El apóstol Pedro lo expresa así:
1 Pedro 1:18 sabiendo que fuisteis
rescatados de vuestra vana manera de
vivir, la cual recibisteis de vuestros
padres, no con cosas corruptibles,
como oro o plata,
1 Pedro 1:19 sino con la sangre
preciosa de Cristo, como de un cordero
sin mancha y sin contaminación,
Voluntariamente, Cristo se ofreció a
sí mismo como pago por nuestro
rescate. Él hizo, con su propio
cuerpo, expiación por nuestros
pecados. Él murió para que nosotros
no tengamos que morir.
Dios el Padre, como Juez justo,
declara nuestra culpa borrada.
Alguien pagó por nosotros. Nuestro
pecado ha sido perdonado. No
significa que ha desaparecido como
por arte de magia, sino que alguien
satisfizo los requerimientos de la
justicia divina, a nuestro favor.
Uno puede objetar que esta
substitución no es legalmente
admisible, pues Dios mismo fue quien
declaró: “El alma que pecare morirá”
(Ezequiel 18:20). Un hijo no puede
pagar por el pecado del padre, y
Cristo no podría pagar por el nuestro.
Esta objeción queda librada con el
concepto de redención. Cristo puede
hacer lo que quiera con nosotros,
pues nos ha redimido. Ha pagado el
precio de nuestras vidas, y ahora le
pertenecemos a Él. El pago por
nuestra culpa es también el pago por
nuestra redención.
¿Qué es propiciación, entonces?
¿Qué es propiciación, entonces?

Romanos 3:25 a quien Dios puso


como propiciación por medio de la fe
en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por
alto, en su paciencia, los pecados
pasados,
¿Qué es propiciación, entonces?

Volviendo a la analogía de una


citación por una ofensa en el tránsito
de mi ciudad. Una vez pagada la
multa, el juez me deja ir libre. Pero
no soy merecedor de su alabanza. Lo
único que hice es pagar mi deuda.
“¿Dónde está la jactancia?”, dice
Pablo.
Pero si yo, consciente de mi falta, no
solamente pago mi culpa, sino que
hago una substancial donación al
Fondo de Ayuda A Las Víctimas Del
Tránsito, es posible que el juez quede
impresionado por esta muestra de
compunción. Incluso puede querer
ser mi amigo.
La expiación de mi culpa no era
suficiente. El Juez de toda la Tierra
podría decirme: “Mira, alguien pagó
por tu pecado. Vete, pero no peques
más, porque la próxima vez no habrá
quien pague por ti.”
En ese sentido, todavía estaría en
problemas, pues es casi seguro que
volvería a pecar.
Jesús vino para ser más que
expiación. Vino para ser
propiciación (hilastērion)
Jesús vino para ser más que
expiación. Vino para ser
propiciación (hilastērion)
Propiciación es un regalo que
despierta el amor. La magnitud de la
ofrenda de Cristo es tal que el Padre
es movido a mostrar su favor. Volveré
a aparecer delante del Juez, pues soy
pecador, pero por la ofrenda de Cristo,
me mirará con favor.
El autor de la Carta a los Hebreos lo
explica de esta manera:
Hebreos 10:4 porque la sangre de
los toros y de los machos cabríos no
puede quitar los pecados.
Hebreos 10:5 Por lo cual, entrando
en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
Hebreos 10:6 Holocaustos y
expiaciones por el pecado no te
agradaron.
Hebreos 10:7 Entonces dije: He aquí
que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito
de mí.
Hebreos 10:10 En esa voluntad
somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre.
La ofrenda del cuerpo de Cristo pagó
mi culpa (expiación), lo que permitió
que mi pecado sea borrado (perdón),
gracias a que Jesucristo me redimió
del poder del pecado. Su ofrenda fue
tan grande que el corazón del Padre
fue movido a misericordia a nuestro
favor (propiciación), por lo que puedo
acercarme confiadamente al trono de
la gracia (Hebreos 4:16)
Ahora, en Cristo Jesús, soy
justificado. Mi prontuario ha sido
borrado, y mi culpa no es hallada. Es
como si nunca hubiera pecado.
Esta justificación no es posible por
méritos humanos, sino sola y
exclusivamente por fe en Jesucristo. Él
es la única ofrenda aceptada en
expiación y propiciación por nuestros
pecados.

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