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Diagnostico | sobre Me CLT t JUAN MANUEL BURGOS Weta ang SS Coleccién: Biblioteca Palabra Director de la coleccién: Juan Manuel Burgos © Juan Manuel Burgos, 2004 © Ediciones Patabra, S.A., 2004 Paseo de ta Castellana, 210 - 28046 MADRID (Espafia) Disefio de cubierta: Carios Bravo 1.S.B.N.: 84-8239-848-2 Depésito Legal: M. 15.663-2004 Impresion: Graficas Rogar, S. A. Printed in Spain - Impreso en Espaha ‘Todos los derechos reservados. No esta permitida la reproduccion total o parcial de este libro, ni su tratamiento informatico, nt ta transmision de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrénico, mecanico, por fotocopia, por registro u otras métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. A mis familias preferidas, la de Rafael y Carmen, y la de Jorge y Marta de las Nieves PROLOGO Una sociedad no puede evolucionar positivamente sin su célula principal: la familia. Y la familia sigue siendo en la actualidad la institucién mas valorada en Espafia. De hecho el 99% de los espafioles, en una encuesta del CIS, conceden mucha o bastante impor- tancia a su familia, por encima del trabajo, el dinero y los amigos. Pero si este dato es muy significativo, hay otros dos datos que indican la fortaleza de la familia: la importancia del amor como elemento fundamental de la familia y la so- lidaridad intergeneracional. Asi, el 98% de los encuestados subrayan la importancia del amor en el seno familiar mani- festando un alto grado de compromiso de unién, respeto y amor con los restantes miembros de su familia. Por otra parte el 95% de los encuestados manifiestan un fuerte com- promiso de ayuda a los ancianos de su familia. La familia es- pafiola sigue siendo el lugar de encuentro entre las distintas generaciones y se da un intercambio continuo de ayudas en- tre unos y otros -jévenes solteros que rondan la treintena y que siguen viviendo con sus padres, progenitores que se mu- dan al domicilio de los hijos-, ademas de servir de colchén de amortiguamiento antes las crisis 0 adversidades, y no solo econémicas. PROLOGO Pero junto a estos datos positivos que demuestran la vi- gencia de la familia para la inmensa mayoria de los espafio- les en pleno siglo xx, es necesario también sefialar que los problemas de la familia se han agravado considerablemente en los ultimos veinte aiios. Espaiia esta empezando a ser hoy una Espajia vieja, sin jévenes, con los hogares vacfos y, en muchos casos, rotos. En efecto, Espafia tiene hoy una pira- mide poblacional invertida en la que hay mas de 1.000.000 de personas mayores de 65 afios que menores de 14. La po- blacién mayor de 65 afios representa ya el 17% de la pobla- cién total Por otra parte, se esta quedando sin juventud. Se han «perdido» casi 4 millones de jévenes en 21 afios merced a la drastica reducci6n del némero de nacimientos: un 30% menos al afio que en 1980, alcanzando uno de los indices de fecundidad mas bajo del mundo (1,26 hijos/mujer en el 2002). Si nos centramos en el tema de los hogares, podemos concluir que se esta produciendo un vaciamiento de los hoga- res espafioles. Estos son cada vez mas pequefios y la media est4 ya por debajo de los tres miembros. Mas del 20% de los hogares espafioles son, en la actualidad, solitarios, represen- tando a mas de tres millones de espafiles (de los que casi el 50% lo componen personas mayores de 65 afios). Por el con- trario, los hogares numerosos (5 miembros) han descendido vertiginosamente, pasando de casi el 30% en 1980 hasta ape- nas el 11% en la actualidad. En cuanto a los matrimonios, la cifra de rupturas matri- moniales crecié en el 2002 un 11 por ciento respecto al afio anterior afectando a mas de 115.000 matrimonios. El incre- mento se dispara al 72 por ciento si lo comparamos con las ci- 10 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA fras de 1992, lo que supone que se esta produciendo en Es- pafia una ruptura matrimonial cada 4,6 minutos. La situacin es tal que las rupturas matrimoniales estan creciendo a ritmos més acelerados que la creacién de nuevos matrimonios. Y todo esto no es casualidad. Es fruto en buena me- dida del abandono y la desproteccién durante muchos afios por parte de las administraciones ptblicas y de un am- biente cultural y medidtico que ha minusvalorado- cuando no ha atacado- al matrimonio y la familia. Es, al cabo, con- secuencia de la dejacién de la sociedad en general, que ha asistido pasivamente al agravamiento de los problemas de la familia. Constatado este sombrio panorama en la evolucién de la familia en Espaiia, asistimos desde tiempos muy recientes y, desde luego, con varios afios de retraso con respecto a Europa, a un cambio de actitud en los politicos y administraciones. Un cambio todavia timido, insuficiente, que hace posible que Es- pafia siga siendo el pais de la UE que menos ayuda a la fami- lia, tanto a nivel econémico (de cada 5 euros que se dedica de media en Europa a la familia, en Espafia sdlo se dedica 1 euro) como a nivel de atencién por los organismos de la admi- nistracion. Mientras paises como Alemania, Francia, Noruega, Luxemburgo o Bélgica cuentan con Ministerios de la familia, en Espafia el organismo encargado de la familia es de muy es- casa entidad y relevancia. Ademis, las iniciativas, ya sean de nivel nacional 0 auto- némico, en que hasta ahora se ha traducido el timido cambio de actitud de nuestros politicos comparten, por regla general, algunas carencias y errores que conviene destacar: 11 PROLOGO 1. Definicién errénea del concepto de familia, confun- diendo el matrimonio y la familia con otras unidades de con- vivencia de naturaleza y fines distintos. 2. Pretensién de crear un ambiente favorable a las fami- lias s6lo desde el plano econémico, olvidandose de los planos educativo, social, jurfdico, cultural, de los medios de comuni- cacion, etc. 3. Confusion entre «politica familiar» (dirigida a todas las familias con el objetivo de crear un ambiente favorable a las familias, tanto en el plano socio-econédmico como en el cul- tural y de la comunicacién) y «politica asistencial de familia» (destinada a la familias con dificultades y que tiene como ob- jetivo corregir desigualdades). Ello est4 originando un caréc- ter marcadamente asistencial en las medidas econémicas mas importantes (prestaciones sociales por hijo a cargo, polfticas de vivienda, etc.). Pero este andlisis, independientemente de la gravedad de sus conclusiones, estarfa incompleto si nos queddsemos so- lamente en el nivel de los sintomas. Para poder curar una en- fermedad, es muy conveniente que la persona tome conciencia de ella a través de los primeros sintomas que se produzcan. Pero si ademas de constatar los sintomas no se averigua el tipo de enfermedad de que se trata, no podra tratarsele ade- cuadamente, por lo que su salud se agravard de manera posi- blemente irremediable. Esta evidencia hace particularmente oportuno y necesa- rio este nuevo libro del profesor Juan Manuel Burgos, cuya autoridad intelectual, ampliamente acreditada a través de sus publicaciones y su labor docente e investigadora, auguraba de antemano su acierto. Y el autor, en efecto, ha conseguido ex- 12 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA poner, de una forma particularmente clara y precisa, el origen de las causas que estén motivando el agravamiento de los pro- blemas de la familia. Parte para ello el autor en su anilisis de una pregunta que, desde el principio, sittia adecuadamente la cuestién: ¢los problemas de la familia son fruto, sin més, de su propia evolu- cién o son, mas bien, el producto de una crisis de la familia de profundas consecuencias? A partir de ah{, analiza la evoluci6n historica de la familia y como se ha ido adaptando a los distin- tos cambios sociales. Analiza también cuél ha sido la evolu- ci6n cultural durante este tiempo, desde la revolucién sexual al feminismo pasando por la influencia cultural del marxismo en la concepci6n de la familia. Estos dos aspectos son, en mi opinion, especialmente valiosos para comprender lo que esta sucediendo. Es, asimismo, muy clarificadora la diferencia concep- tual que el profesor Burgos realiza entre familia, modelos o tipos de familia y formas familiares. La manipulacién con- ceptual a la que asistimos, a la que me he referido anterior- mente, ha hecho equivalentes conceptos distintos, de manera que hoy dia se entiende lo mismo para estos tres términos, provocando la aparicién de un término que pretende englo- bar a todos: «familias». Aunque estamos ante un libro destinado, por su exposi- cién amena a pesar de la complejidad del tema, a un ptiblico amplio, resulta especialmente indicado para aquellas perso- nas que estan relacionados mas especfficamente con el campo de la familia, tales como miembros de asociaciones familiares, estudiosos del tema e, incluso, responsables de las administra- 13 PROLOGO ciones y de los partidos polfticos que tengan a su cargo politi- cas sociales, Hace ya varios afios que la economfa de Espafia avanza de manera muy positiva. Es patente el progreso en los servi- cios y en las infraestructuras del pais. E] desempleo ha des- cendido notablemente, los salarios han mejorado y es notorio el bienestar que ahora disfrutamos dentro del concierto de los Paises mas desarrollados. Sin embargo, tendriamos que preguntarnos si no hemos descuidado aspectos muy fundamentales del verdadero desa- rrollo de nuestra sociedad. Mientras aumenten el alcoholismo, la drogadiccién o los suicidios; mientras los matrimonios sean cada vez mas endebles; mientras el indice de abortos siga su- biendo, tendremos que preguntarnos si las cosas van bien. Tendremos que preguntarnos si estamos construyendo la Es- pafia y la Europa que queremos. Tendremos que reflexionar si estamos pensando verdaderamente en términos de desarrollo humano, de solidaridad y comunidad. Se requiere, por tanto, apostar por la familia. Apostar por la familia es creer que la familia es el Ambito natural donde se trasmite, cuida y valora la vida de cada ser hu- mano. Por ello en este Ambito se ve con total claridad el ca- racter insustituible del ser humano. Aqui a la persona no se la identifica con un nimero sino que se la Hama por su nombre. Apostar por la familia es entender que la familia es un espacio donde se practica la donacion. En ella se aprende a conjugar el verbo «compartir», incluso en medio de una socie- dad que nos trata de ensefiar a conjugar tnicamente el verbo «competir». 14 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA Apostar por la familia es experimentar que la familia, ademas, es el hogar donde se suscitan los verdaderos valores que liberan al ser humano y que le dan sentido a su existencia, porque es el Ambito donde mejor se puede desarrollar la in- terioridad de la persona. En la familia se aprenden los crite- rios, los valores y las normas de convivencia esenciales para el desarrollo y bienestar de sus propios miembros y para la cons- trucci6n de la sociedad: libertad, respeto, sacrificio, generosi- dad, solidaridad. Apostar por la familia es vivir que la familia es el lugar donde se encuentran diferentes generaciones y donde se ayu- dan mutuamente a crecer en la solidaridad y el compromiso, y donde se aprende a armonizar los derechos individuales con las demas exigencias de la vida social. Apostar por la familia es sembrar contra el individua- lismo y la soledad crénica que vive el ser humano en nuestros dias. Apostar por la familia es creer que la familia es el espacio mas propio de encuentro y comunién para la persona. Apostar por la familia es creer, en definitiva, que vivir en familia es en- sefiar la vida como una vocaci6n al amor. 5 Y como consecuencia de esta apuesta decidida por la familia es necesario reorientar las politicas familiares que vienen desarrollando las distintas administraciones, de ma- nera que las politicas de familia se enfoquen también a la familia en cuanto grupo social, a fin de facilitar el cumpli- miento correcto de sus funciones. Una polftica de familia que apunte expresamente a lo concerniente al grupo fami- liar en cuanto medio afectivo, educativo, econdmico y so- cial, supone que no se legisle sdlo en términos de indivi- duos, sino en términos y en funcién de personas que viven 15 PROLOGO en una familia, supone que se legisle con «perspectiva de fa- milia». Una politica de familia limitada exclusivamente a las po- Iiticas sectoriales 0 a planes integrales para los miembros de la familia en cuanto individuos resulta siempre una politica fa- miliar incompleta. No se puede pedir que la familia sea una instancia res- ponsable y confiarle deberes concretos frente a los hijos, los enfermos, los jévenes, los ancianos 0 minusvilidos, y al mismo tiempo negarle la dignidad, los derechos y el reconoci- miento publico en cuanto tal. Es preciso incluir en las pollti- cas de familia el que ésta sea defendida como una institucién privilegiada. Por todo ello se requiere disefiar y coordinar iniciativas para la proteccion y el desarrollo del grupo familiar y sus miembros, pero desde intervenciones sociales centradas en la familia como objeto y sujeto de su actuaci6n, por cuanto la de- fensa de la familia, en cuanto institucién, debe ser asumida como el objetivo basico de la polftica familiar. Reducir el de- bate a los medios y medidas para ayudar y proteger a la fami- lia desde una perspectiva utilitarista, o limitar el derecho constitucional de proteccién a la familia a unas medidas cuan- titativas, financieras o materiales que posibiliten a los miem- bros de la familia vivir mejor, pero dejando de lado el sentido de institucién, es perder el rumbo de la polftica familiar. Es necesario aplicar, pues, una verdadera politica inte- gral de familia. Por ello la politica integral de familia debe ser, de caracter Universal (dirigida a todas las familias) y no asis- tencial, que promocione a la familia como institucién, fomen- tando la idea misma de la familia y promoviendo una cultura 16 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA y ambiente favorable que permita a la familia afrontar el dia a dia, ayudando a los padres a tener los hijos que deseen, inte- grando de manera verdaderamente humana y constructiva sus distintos 4mbitos de desarrollo laboral, familiar y personal, Ayudando a superar las crisis familiares, reconociendo el dere- cho de los padres a educar a sus hijos, promoviendo la partici- pacién activa de padres y asociaciones y teniendo en cuenta, con medidas especificas, a las familias con determinadas ne- cesidades. Para todos estos propésitos, que entre todos tenemos que convertir en una prioridad publica por su relevancia para el bien comin, el presente libro del profesor Burgos es una inestimable ayuda para construir sobre suelo firme. No cabe, pues, sino felicitar a su autor y felicitarnos todos por su publi- cacién. Epuarbo HERTFELDER Presidente del Instituto de Polftica Familiar 17 I. INTRODUCCION La familia es hoy un tema de actualidad. Ha pasado del ostracismo ideolégico y social que proscribfa su presencia en el Ambito publico a ser un tema de debate, discusién y preocu- pacién colectiva hasta el punto de inducir a los poderes pibli- cos a adoptar medidas econdmicas y politicas. Las razones son miltiples pero quizé se podrfan sintetizar en la intuicién o la sensacién de que algo importante «pasa» con la familia: est4 cambiando, se modifica y de modo profundo, es mas, pa- rece alterarse, erosionarse e incluso quebrarse para luego, en realidad, continuar vigente y casi fuerte. Y esa sensaci6n, a su vez, est4 dando lugar a la conviccién de que hay que hacer algo, de que no se puede permanecer sin mds a la espera de que los acontecimientos se desencadenen, sino que resulta cada vez mds necesario actuar en ese proceso para orientarlo, dirigirlo y llevarlo a buen puerto. Al mismo tiempo, esa con- viccién y este sentimiento cada vez mds acentuados se unen, se solapan y se enfrentan con una notable dificultad: la identi- ficaci6n exacta del contenido de ese cambio. En otras pala- bras; esta claro que algo le pasa a la familia, pero ;qué es exac- tamente lo que le sucede? Probablemente, la primera palabra o imagen que puede venir a la mente es la de crisis. La familia parece estar, sin 19 JUAN MANUEL BURGOS duda, en una profunda crisis ideolégica y existencial. Para em- pezar, las familias que podemos denominar tradicionales pa- recen enfrentarse a muchas cuestiones irresueltas. No esta nada claro, por ejemplo, quién debe hacer qué en el interior del hogar ni cuales son los roles especfficos del hombre y de la mujer. También plantea dificultades, sobre todo, en el caso de la mujer, compatibilizar el trabajo con el hogar. Pero los pro- blemas a los que tiene que hacer frente la familia van mucho mis allé y son mucho més graves: el alarmante aumento de separaciones y de divorcios, la aparicién de las parejas de hecho, la fragmentacién de los nticleos familiares, la disminu- ci6n de la natalidad, la trivializacién de las relaciones de pa- reja, el aumento de los abortos, etc. Son este tipo de dificulta- des las que causan la conviccién de estar en una situaci6n de crisis. De hecho, el calado de esta crisis es de tal magnitud que ha afectado al mismo concepto de familia. Hace 15 0 20 afios habia una visién bastante clara y definida de lo que era la fa- milia, pero hoy esto ya no es asi. Comienza a no saberse muy bien cual es su contenido porque el paradigma constituido por un hombre y una mujer que forman una unién estable que acoge a los hijos se considera hoy solo uno de los tantos posi- bles modelos de familia que ahora se regirfan, basicamente, por una mera relacién de afectividad. El ejemplo mas extremo lo proporcionan los homosexuales, que buscan una equipara- ci6n de su union afectiva con un matrimonio «clasico» que conlleve, incluso, la capacidad de adoptar nifios. Una anécdota muy iluminadora sobre esta cuestién lo proporciona la historia del anagrama oficial de la ONU para el Afio Internacional de la familia. Inicialmente se propuso un 20 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA dibujo que representaba una pareja con un hijo bajo un techo pero poco a poco comenzaron a arreciar las criticas de una y otra parte, por lo que el logo fue sufriendo sucesivas modifica- ciones, reestructuraciones y simplificaciones hasta quedar, al final, reducido a un techo debajo del cual habia un corazén. La interpretacin es muy directa: la familia, como entidad an- tropolégica y socialmente definida, quedaba finalmente redu- cida a un mero lugar en el que habita el amor o el sentimiento. Coherentemente con este cambio de mentalidad se han buscado alternativas al concepto de familia tanto a nivel aca- démico como en el lenguaje periodistico o en el comtin. Una de las soluciones mas aceptadas ha sido la de hablar de familias (en plural) y no de /a familia o bien de modelos de fa- milia o de formas familiares, dejando asf un amplio espacio a todas las posibles modalidades de unién heterosexual y homo- sexual!. Con este cambio se logra que quede claro -también desde un punto de vista terminolégico- que la familia no es una realidad tinica, sino multiple y que, al depender de las elecciones libres de las personas, pueden existir muchos mo- delos y muy variados’. De manera todavia mas radical, algu- ! Este problema viene fraguandose desde lejos. En el lejano 1980 se planteé ya en Estados Unidos, con motivo de la «White House Conference» sobre la familia propuesta por la Administracion Carter, Y en ese contexto se produjo ya el paso hacia la palabra «familias». Cfr. B. BERGER-P. L. BERGER, In difesa della famiglia borghese, Il Mulino, Bologna 1984, pp. 86 ss. Como es facil apreciar, la importancia de esta modificacién es grande porque se pasa de un concepto socialmente normativo a un concepto descriptivo. 2 Esta es, por ejemplo, la posicién que ha adoptado el ISTAT (Instituto Nacional de Estadistica Italiano), que da la siguiente definicién de familia: «a efectos anagraficos se entiende por familia un conjunto de personas liga- das por vinculos de matrimonio, parentela, afinidad, adopci6n, tutela o por 21 JUAN MANUEL BURGOS nos socidlogos han propuesto incluso la eliminacién de la pa- labra «familia» sustituyéndola por la de «curso de la vida». Con este cambio se pretende reflejar que la familia, aunque pueda adoptar formas muy variadas, no es en el fondo una realidad estructural y estable en la vida del individuo, sino mas bien un estado fluido y multiforme ligado al sujeto indivi- dual, un hecho de su existencia que no corresponde, sin em- bargo, a datos sociales estables y externos. No todo son malas noticias, sin embargo, para la fami- lia. Junto al conjunto de datos negativos que hemos apuntado existen otros favorables, algunos de los cuales incluso van to- mando cada vez mas peso. En primer lugar, hay un dato que nunca se debe olvidar al hablar de la familia. Aunque lo que podemos denominar de manera provisional familia clasica esté sufriendo una grave crisis, constituye todavia, y con gran diferencia, la estructura procreativa mds importante tanto en Espafia como en el resto de pafses occidentales. Ademas -y esto es muy significativo-, sigue considerandose un ideal de vida. Una reciente encuesta vinculos afectivos, que viven juntos y que residen habitualmente en el mismo lugar. Y, para que no haya dudas, se concluye: «Una familia anagra- fica puede estar constituida por una sola persona» (Art, 4 del Regolamento di esecuzione della legge anagrafica, D.P.R. n. 223 del 30-5-1989 en ISTAT, Indagine multiscopo sulle famiglie. Vol. 2. Famiglie, Popolazione, Abitazioni, ISTAT, Roma 1993, p. 411), El correspondiente instituto espanol, el INE, de manera mucho mas légica, califica a esta entidad como hogar. 3 Cf. G. H. Ever, Family History and the Life Course, in 'T. HAREVEN, Transitions: The Family and the Life Course in Historical Perpective, Acade- mic Press, New York 1978. J. Bernarnes, Multidimensional Developmental Pathways: A proposal 10 Facilitate the conceptualisation of «family diversity», «Sociologial Review», 34, 3 (1986). 22 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA sobre valores ofrece datos definitivos sobre la cuestién: para el conjunto de los espajfioles, el valor mas importante es la fami- lia y el 75 % considera el matrimonio una institucién de plena actualidad*. E] ideal familiar, ciertamente, puede ser diffcil de alcanzar y, por supuesto, no se puede imponer, pero se trata de un ideal, al fin y al cabo; es decir, de un modo de vida que se considera hermoso y deseable. Es licito, por tanto, hablar de crisis, pero de crisis de una entidad central y basica que sigue sustentando de modo decisivo nuestras sociedades. Junto a este dato se puede constatar, ademis, la existen- cia de corrientes de opinién favorables a Ja familia. Por un lado, hay un cambio manifiesto en la actitud social. Hace algu- nos afios, la familia era, de manera nitida, un tema poliftica- mente incorrecto. Se consideraba una institucién del pasado portadora de valores periclitados cuyo derecho a la existencia era dudoso. Hoy, sin embargo, esa situacién se ha modificado de manera sustancial. No solo ya no se pone el grito en el cielo cuando las instituciones sociales hacen tfmidos intentos por favorecerla, sino que la demanda social de ayuda a la familia crece cada vez mas. Determinados partidos politicos que hace muy poco tiempo eran sus enemigos més acérrimos, hoy se presentan como sus defensores y adalides; incluso podemos ver reportajes period{sticos y programas televisivos en los que aparecen familias numerosas presentadas de forma atractiva. Otra manifestacién de esta valoracién creciente de la fa- milia es la actitud de los jévenes para quienes constituye la es- + Cir. F. A. Orizco y J. Etzo (dir), Esparia 2000, entre el localismo y la globalidad. La Encuesta Europea de Valores en su tercera aplicacion, 1981- 1999, Universidad de Deusto-Fundacién Santa Maria, Madrid 2000. 23 JUAN MANUEL BURGOS tructura central de su vida muy por encima de la religién, la politica u otras instituciones’. Los j6venes tardan en irse de la familia por muchos motivos -la vivienda, el paro- pero uno de ellos, del que quizé no se habla tanto como se deberia, es por la sencilla raz6n de que estan a gusto, se sienten queridos y por eso no les importa continuar en el hogar en que han na- cido y crecido. La sociedad, por otra parte, cada vez se est dando cuenta con mas profundidad del importante papel social que juega la familia en muchos aspectos, como la socializacion de los j6venes o la realizacién de servicios sociales. Cada dfa que pasa se es mas consciente de que es un bien para la sociedad y no solamente para los individuos que la componen. Y que, por el contrario, su debilitacién siempre acaba produciendo una disminuci6n del bienestar social a través del incremento de la delincuencia juvenil, de la inseguridad psicolégica de los suje- tos, de la disolucién de valores morales imprescindibles para sustentar la estructura de las sociedades democraticas, etc. Hasta hace poco tiempo, este tipo de problemas tendfan a in- fravalorarse y raramente se relacionaban con la estabilidad fa- miliar. Hoy, diversamente, se va extendiendo tanto la concien- cia de su gravedad como la conviccién de que, si no se logra detenerlos a tiempo, se corre el peligro de que se activen me- canismos sociales autodestructivos e irreversibles. Y, en este paisaje social, la familia aparece como uno de los elementos clave para resolverlo. Familias estables producen ciudadanos estables y familias fragiles y problematicas producen ciudada- 5 Algunas indicaciones interesantes sobre esta relacion se encuentran en E, Martin Lopez, Padres light, Rialp, Madrid 1992. 24 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA nos inestables y socialmente descentrados. Resulta légico en- tonces detectar un interés creciente por parte de las institucio- nes en la estructura social a la que denominamos familia. En resumen, hay crisis de la familia pero también hay un resurgimiento. Y ambas fuerzas parecen poderosas y opuestas. La familia se fortalece desde un punto de vista sim- bélico y social pero, en la realidad de los hechos, en la frialdad de los datos estad{sticos, parece que mds bien se destruye y erosiona de manera imparable acosada por miltiples fuerzas disolventes. ¢Cudl es entonces su verdadera situaci6n? ;Cudl de estas fuerzas va a prevalecer? ¢Cémo va a evolucionar la fa- milia en los proximos aiios? Responder con detalle a estas preguntas es, fundamen- talmente, un ejercicio de prediccién del futuro que, evidente- mente, no nos sentimos en condiciones de realizar. Nuestro objetivo en las paginas que siguen va a ser mucho mas mo- desto pero esperamos que no por ello deje de ser util. Se trata de analizar la situacién de la familia que acabamos de esbozar para saber de manera mucho mis exacta qué es lo que esta pa- sando y, en la medida de lo posible, el porqué. Pretendemos analizar las rafces culturales y sociales que estan detras de esos datos para poder dar una forma y una estructura a la cri- sis, si es que efectivamente la hay, y para obtener los instru- mentos culturales que nos permiten actuar en la linea que pa- rezca oportuna 0 posible. Ese andlisis requiere, evidentemente, una profundiza- cién. Uno de los problemas que lastran a la realidad familiar es la frivolidad intelectual con la que algunos de sus partida- rios la consideran. Con demasiada frecuencia existe una des- proporcién muy grande entre el generoso empefio vital que al- 25 JUAN MANUEL BURGOS gunos ponen en construirla o en defenderla y el esfuerzo inte- lectual que realizan para comprenderla. La consecuencia es que muchas veces no solo hay una falta de argumentos im- prescindible para una defensa de la familia en un contexto cultural minimamente sofisticado, sino que no se sabe muy bien qué es lo que hay que defender, si realmente hay que ha- cerlo y cémo. En las paginas que siguen vamos a intentar colaborar a colmar esta carencia proporcionando algunos elementos his- t6ricos y conceptuales que permiten un acercamiento mds profundo y elaborado a la realidad familiar. Estimamos que solo desde esa perspectiva es posible alzar la mirada y tener una visién de conjunto lo suficientemente amplia y abarca- dora que permita juzgar y valorar lo que sucede. En primer lugar (cap. 2) vamos a considerar la interac- cién entre la familia y la sociedad en la Europa de los tiltimos dos siglos, aproximadamente, y en una clave eminentemente sociolégica. Basicamente, partiremos de la familia tradicional y veremos los movimientos y convulsiones sociales que condu- jeron a su transformacién en la familia nuclear o moderna. Esta descripcién, aparte de su gran interés histérico, nos va a proporcionar una clave analftica fundamental: la constataci6n de que la familia se transforma al interaccionar con la socie- dad, que no es una realidad estatica e inmutable, sind que adopta diversas formas al amoldarse a los cambios sociales. En segundo lugar (cap. 3) describiremos algunas de las principales propuestas culturales contempordneas que se han hecho sobre la familia. Esta tarea resulta, también, ineludible porque esas ideas, evidentemente, han influido y determinado en una medida nada despreciable las actitudes de las perso- 26 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA nas, de los grupos y de las sociedades. Y solo conociéndolas es posible entender el porqué (y a veces también el qué) de deter- minados comportamientos asf como de la aparicién o desapa- ricién de determinados valores y costumbres. Una vez realizada esta tarea, y teniendo a nuestra dispo- sicidén los instrumentos conceptuales que este andlisis nos haya aportado (cap. 4), sera el momento de intentar analizar, estructurar y determinar lo que le ocurre hoy en dia a nuestra familia. Ya adelantamos que, en nuestra opinién, es posible distinguir una doble dindmica. Ante todo existe una crisis real de la familia cldsica en cuanto tal y, en el capitulo 6, describi- remos tanto algunas de sus causas y motivos como su entidad y profundidad. Pero no solo hay crisis, sino también evolucion. Es decir, la familia actual no solo esta en crisis, sino que se modifica. Al igual que, con la aparicién del urbanismo y de la industrializa- ci6n, dejé de ser familia tradicional y se convirtio en familia nuclear, ahora est sucediendo un proceso similar. Las nuevas tecnologias, la insercién de la mujer en el mundo del trabajo, la modificacion de los roles sociales del hombre y la mujer es- tan propiciando una modificacién de la estructura familiar. Pero esa modificacién no tiene por qué afectar a la estructura de la familia occidental, sino simplemente provocar un rea- juste que le permita adecuarse a la nueva sociedad en la que habita. Estos cambios son los que consideramos en el capitulo 5 que, junto al capftulo sexto y ultimo, constituye nuestro diagnéstico sobre la situacién de la familia hoy en dia. Si al- guien dispone de poco tiempo puede saltarse los capitulos pre- cedentes e ir directamente al diagnéstico que se encuentra en los capftulos apenas mencionados (5 y 6). Es comprensible 27 JUAN MANUEL BURGOS por si mismo aunque su significado se captaré probablemente con menos profundidad. Este libro se ha gestado en paises distintos (Italia y Es- paiia) y en un largo perfodo de tiempo durante el que he reci- bido muchos datos, informaciones, opiniones y comentarios que me han ido ayudando a conformar mis opiniones y a ela- borarlas con mayor precisién. Por eso, el capitulo de agrade- cimientos deberfa ser muy extenso pero me limitaré a hacer tres menciones. Ricardo Yepes (lamentablemente fallecido) dispensé una amable acogida a este proyecto cuando estaba en su fase inicial, aunque en ese momento y por diversas cir- cunstancias no acabé llegando a puerto. Después, en la fase definitiva, Rafael Serrano ha sido quien mas me ha ayudado, leyéndose el original de la altima version, haciendo precisos comentarios y facilitandome la obtencién de datos estadisti- cos actualizados y jugosos desde su atalaya de Aceprensa. A Eduardo Hertfelder, Presidente del Instituto de Polftica Fa- miliar, una institucién que puede aportar mucho al futuro de la familia espafiola, le agradezco su amable y elogiosa intro- duccién. 28 2. UN RECORRIDO HISTORICO En este capitulo nos proponemos describir los principa- les cambios de la realidad familiar europea en los ultimos siglos para conseguir basicamente dos objetivos. El primero es de caracter meramente informativo. Se trata de ser conscientes de que la familia europea no es una realidad estatica, sino que se modifica, cambia y evoluciona. Y saber cudntos y cudles han sido esos cambios es un ejercicio de autoconocimiento cultural que tiene su importancia y su trascendencia. Quizd podemos pensar, por ejemplo, que el ama de casa es una insti- tucién antiquisima, venerable e inseparable de la familia, pero el recurso a los hechos de la historia nos mostrara que eso no es cierto. E] ama de casa aparece como una consecuencia de la revolucién industrial y se presenta justo como lo contrario de lo que ahora nos puede parecer, como una «novedad revo- lucionaria» en el Ambito de la familia, como algo que antes no habja existido y que tiene los rasgos atractivos de lo novedoso y progresista. Y este hecho -en parte anecdotico, en parte relevante- nos conduce, en cualquier caso, al hecho fundamental que queremos explorar e investigar en estas paginas: los cambios de Ja familia -en concreto, de la familia europea— a través de la historia. La familia, evidentemente, cambia, y nos interesa sa- 29 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA dos los matices y la riqueza de la realidad. Esta escapa siem- pre a cualquier tentativa de esquematizacion y categorizacién. Y esto es precisamente lo que sucede si se intenta describir las caracteristicas de la familia en Europa mediante unos tipos (0 modelos) con rasgos relativamente precisos y determinados. No todas las familias de una época cumpliran necesariamente esos rasgos. Es mas, con toda seguridad apareceran excepcio- nes, incluso relevantes desde un punto de vista estadistico. Lo que significa, en otras palabras, que caracterizar a la familia europea de una época determinada mediante un conjunto de rasgos especificos supone, inevitablemente, errores y limita- ciones. Pero, siendo esto cierto, también lo es que la generali- zacion tiene su valor ya que resulta imprescindible si quere- mos comprender no una familia concreta, sino los rasgos generales de las familias de una época. El dato concreto es im- portante y exacto pero también es pobre. En la practica, la evoluci6n social solo se puede entender a través de construc- ciones culturales que generalicen los hechos sociales y sirvan de claves de comprensién e interpretativas. Este es el sistema que los socidlogos han empleado con la familia y el que noso- tros vamos a emplear también. Hechas estas aclaraciones vamos a pasar ya sin mas tré- mites a describir los dos tipos de familia fundamentales que han existido en las sociedades occidentales en los dos tltimos siglos: la familia tradicional o premoderna y la familia nuclear o moderna’. ? Anadimos también, para evitar equfvocos, que la clasificacién que vamos a realizar, aunque es basicamente sociolégica, comprende también elementos antropolégicos y culturales. Con esto queremos decir que no nos interesa una mera descripcién cuantitativa sobre el numero de miembros 31 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. JUAN MANUEL BURGOS cia yen la sociedad desde muchos puntos de vista: econémico, social y cultural, etc. Era también una unidad de produccién econdmica (agri- cola, ganadera o artesanal) y de consumo porque familia y tra- bajo estaban estrechamente unidos: se trabajaba en la familia, con las propiedades y en los terrenos de la familia y con los miembros de la familia. Esto reforzaba profundamente a esta institucién desde un punto de vista social porque en ella resi- dia buena parte de la capacidad productiva de la sociedad y de su riqueza. Tenia, ademas, el efecto de unir de manera muy in- tensa a los miembros que la componjan. Basta pensar, por ejemplo, que la profesién se aprendfa dentro de la propia fa- milia y del propio padre y muchas veces se ejercitaba en un” contexto familiar: las labores del campo, la gestién de un ne- gocio artesanal, etc. A la mujer le correspondia, habitual- mente, una parte importante de este trabajo. Ademas de las ocupaciones mas especificas del cuidado de los hijos, colabo- raba en la producci6n de alimentos, en las tareas relacionadas con la gestion y mantenimiento de la vivienda y del taller, en el trabajo artesanal o en las faenas agricolas, etc. La familia tradicional era la principal transmisora de los valores culturales y religiosos. En esa época, las instituciones educativas estaban muy poco desarrolladas y la educacion de élite, limitada a un sector privilegiado, por lo que la gran masa de la sociedad se educaban solo o principalmente en la fami- lia. Por eso, esta era la principal educadora social y la transmi- sora a través de las generaciones de los valores culturales (len- gua, costumbres, etc.) caracterfsticos de ese pueblo. Y como la cultura campesina tiende, generalmente, a ser tradicional y 34 DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA conservadora, la transmisién de valores que realizaba la fami- lia era particularmente estable y sdlida. La familia, en cualquier sociedad, es el lugar de sociali- zacién primaria, es decir, el instrumento que permite al sujeto aprender y adquirir los conocimientos y capacidades basicas para entrar en relacién con los otros: lenguaje, primeros cono- cimientos y habilidades, etc. Pero la familia tradicional era, ademas, el lugar de socializacién secundario. No solo propor- cionaba los conocimientos basicos, sino las habilidades mas sofisticadas imprescindibles para una integracién plena en la sociedad: la internalizacién de las costumbres sociales y las practicas religiosas, el aprendizaje de una profesién, etc. Constitufa, ademas, un elemento esencial para integrar y esta- bilizar al sujeto en su entorno social, dada su solidez institucio- nal. Pertenecer a una determinada familia significaba estar so- cialmente arraigado tanto desde un punto de vista personal como profesional. Por tiltimo, se puede afiadir también que era un ele- mento importante en el control de la propiedad (patrimonio) y de la riqueza social ya que en esta época -muy alejada de la glo- balizacién y la ingenierfa financiera- esta estaba ligada en una medida importante a un lugar fisico (tienda, explotacién agri- cola, etc.) y, por tanto, a la familia que lo posefa y habitaba. Estas son, a grandes rasgos, las caracterfsticas principa- les de la denominada familia tradicional y de ellas podemos extraer, a modo de resumen, las siguientes conclusiones: 1) En las sociedades tradicionales, la familia tenfa una importancia central tanto desde el punto de vista de la forma- cién de las personas como por lo que se refiere a la configura- 35 JUAN MANUEL BURGOS cién social de elementos tan relevantes como la riqueza, los medios de producci6n, la formacién de las profesiones y de las clases sociales, etc. 2) La familia no se concebia como algo privado, sino como una instituci6n social, es decir, como una estructura im- prescindible para la correcta articulacién de la sociedad, lo que conducia, a su vez, a una valoracién especialmente posi- tiva de las dimensiones familiares que mds influyen en este as- pecto: la procreaci6n, la produccién y transmisién de riqueza, la relacién con otras familias, etc. Desde un punto de vista negativo, se ha sugerido que, precisamente por su gran relevancia social, este tipo de fami- lia habria infravalorado los aspectos afectivos e interpersonales en favor de los elementos objetivo-institucionales®. No es sen- cillo hacer una valoraci6n precisa de este punto y tampoco debe entenderse con ello que en esas familias no hubiese afecto o amor, pero no parece lejos de la verdad afirmar la existencia de una primacfa de la institucién sobre el indivi- duo, que hoy dificilmente se aceptaria. Algunos ejemplos en este sentido son la costumbre vigente en algunos paises de dar © Esta es la tesis que mantiene P. Artis, El nifio y la vida familiar en el Antiguo Régimen, Taurus, Madrid 1987, sobre la familia medieval. Herlihy, en oposicién a Ariés, afirma en primer lugar que es muy diffci] obtener in- formacién sobre las relaciones intrafamiliares a partir de los datos estadfsti- cos de los que se dispone sobre la familia medieval. Ademas, ha analizado los escritos edificantes y didacticos de la época llegando a la conclusién de que proporcionan una imagen de la familia en la que las relaciones afectivas entre los padres y los hijos son fuertes ¢ intensas. Cfr. D, HERLIHY, La fami- glia nel Medioevo, cit., pp. 145-167 y, en el mismo sentido, K. ARNOLD, Kind und Gesellschaft im Mittelalter und Renaissance, Paderborn y Miinchen 1980. 36 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA. bricas que la revolucién industrial comenz6 a crear. Y, en esta misma linea, el desplazamiento del capital hacia el nuevo tipo de actividad econémica trajo como consecuencia que disminu- yera (aunque no ciertamente de modo completo) la capacidad de control de la familia sobre la propiedad y la riqueza social. Por lo que respecta a la estructura interna de la familia, las consecuencias también fueron importantisimas: el padre comenzé a pasar mucho tiempo fuera de la familia, por lo que dejé de estar en condiciones de ensefiar la profesién a su hijo en el hogar. Los conocimientos necesarios para desempefiar la profesién comenzaban a tener que adquirirse fuera de la fami- lia y a través de agentes externos al ambiente familiar. Y lo mismo sucedié con la socializacién secundaria. Los padres co- menzaron a tener que delegar en escuelas cada vez mas sofis- ticadas los conocimientos que ellos no estaban en condiciones de impartir sea por ignorancia o por imposibilidad ffsica. Este cambio supuso, sin embargo, un aumento de la libertad y de la movilidad. La separacién fisica del padre, al debilitar la de- pendencia profesional por parte del hijo que se educaba ahora en un ambiente externo e independiente, hizo que tuviera mu- chas mas posibilidades de optar a las variadas profesiones -quizé distintas de las de su padre- que le ofrecia la mévil y plural sociedad industrial. El segundo fenémeno importante -intrinsecamente li- gado a la industrializacién- que contribuyé a la aparicién de la familia nuclear y, consecuentemente, a la desaparicién de la familia tradicional fue el urbanismo moderno. El urbanismo supuso, en primer lugar, un corte radical con la cultura agricola de la que la familia tradicional obtenfa muchos de sus valores, costumbres y modos de vida, con la 39 JUAN MANUEL BURGOS consiguiente modificacién de actitudes y pautas culturales. Un ejemplo concreto es la debilitacion del cardcter patriarcal de la familia, que se produjo en buena medida por el cambio de acti- tud social ante la autoridad. En la cultura moderna comenzaba a dejar de tener sentido una autoridad suprema e indiscutible porque el valor en alza por encima de cualquier otro era la li- bertad. La libertad imponfa que la autoridad politica se trans- formara de mondrguica en democratica para posibilitar el au- togobierno y, de una manera similar, irrumpié en la estructura familiar destituyendo al padre de familia de su antigua autori- dad patriarcal y transformandola en una autoridad de tipo mas democratico, mediador y, sobre todo, mucho mas igualitario en relacion con la mujer. El poder y las decisiones familiares -de hecho y también de derecho- comenzaron a compartirse en la medida en que el estatuto juridico de la mujer fue cam- biando. Y, analdgicamente, lo mismo sucedié con los hijos, que adquirieron cada vez un mayor poder de decisién sobre su vida y sobre sus opciones profesionales y matrimoniales. Un segundo elemento de ruptura causado por el urba- nismo fue un fuerte desarraigo social al encontrarse las fami- lias, emigradas en busca del trabajo que proporcionan las grandes fabricas, perdidas y aisladas en las periferias de las grandes ciudades. Y este desarraigo trajo como consecuencia un profundo cambio estructural de la familia que, para adap- tarse y sobrevivir, abandoné los esquemas caracteristicos de la familia tradicional, y comenz6 a adoptar otros nuevos. Las re- laciones con los parientes, por ejemplo, empezaron a perder su antigua fuerza, en parte porque algunos se quedaron en el pueblo de origen pero, sobre todo, porque la estructura de las grandes ciudades lo impedfa. No todos los que habian emi- 40 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA fantil supusieron, por un lado, que los hijos estuvieran mas tiempo en casa pero, sobre todo, que se tuviera una seguridad razonable de que Ilegarian a la adolescencia y a la juventud. Todo hijo que nacia era, con gran probabilidad, un hijo que iba a vivir, por lo que se podia invertir en él sin miedos y sin riesgos afectos, carifio, tiempo y recursos educativos, etc. De este modo, la familia moderna se hace puerocéntrica, se con- vierte en una familia centrada en los hijos'®. ¢Cual es la actitud de la sociedad ante todos estos cam- bios? Muy esquematicamente se puede afirmar que toma nota y cambia, entre otras muchas cosas, su imagen simbdlica de la familia. Antes, para la mentalidad colectiva, la familia era una institucién social porque estaba muy claro que de su correcto funcionamiento dependia en gran medida la buena marcha de la sociedad. Ahora, en cambio, la familia se convierte en un hecho privado, en el resultado de una eleccién personal que efecttian algunos de sus miembros, pero sin que se sepa ya muy bien cual es la relacién de esta eleccién con la vida de la sociedad. Se intuye quiz4 que existe y que es relevante, pero muy raramente se explicita a nivel social, por lo que las mu- tuas influencias que, como veremos, existen y son importantes acabaran por ser reconocidas solo en el Ambito doméstico y en la vida privada de los sujetos. ¢Qué es, pues, lo que encontramos al final de este com- plejo proceso? Encontramos una familia que posee una es- tructura interna diferente y que se relaciona de modo diverso '° Este fendmeno ha sido descrito por algunos autores como un «des- cubrimiento de la infancia» por parte de la familia moderna. Cfr. P. AriEs, El nifo y la vida familiar en el Antiguo Régimen, cit. 43 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA. ciacion en el negocio de los tejidos y las hijas, la gestion del hogar; — quiza el rasgo que menos se adecua con la familia tra- dicional es el caracter patriarcal que aqui aparece algo di- luido. La raz6n, como ya hemos apuntado, puede deberse a que se trataba de una familia urbana y, por lo tanto, mas mo- derna y avanzada que las rurales. Externamente, de todos mo- dos, el caracter patriarcal estaba asegurado por las leyes, ya que la esposa no existfa ni tenfa derechos desde el punto de vista legal y juridico. Pero volvamos de nuevo a la familia Cadbury. Con el paso del tiempo, la colaboracion informal entre el marido y la mujer en el negocio comenzé a resultar cada vez mas dificil. Como la mujer no tenja existencia legal auténoma, no podia firmar contratos, participar en juicios 0 en socieda- des comerciales. Y esta limitacién cada vez empezé a resultar més onerosa porque la sociedad comenz6 a complicarse. El periodo de aprendizaje fue sustituido por cursos mds comple- jos de contabilidad en el que las mujeres no podfan participar; los contratos dejaron de basarse sobre la palabra y empezaron a tener cada vez con mds frecuencia una formulacion escrita, los negocios se transferfan a la Bolsa de valores, etc. Y todo este mundo estaba proscrito para las mujeres. En estas circunstancias, el hijo segundo, John, junto al negocio textil de su padre decidié crear uno de café y de té y, posteriormente, dedicarse a la elaboracién de cacao. Sin em- bargo, esta actividad ya no la desarrollé en el ambito familiar. John edificé una fabrica separada que atendfa los dos ramos 47 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA nal, que se basaba en los privilegios de clase. Y, para adaptarse a estos rasgos, la profesién de los hombres tiende a quedar al margen de la vida familiar puesto que es el tinico modo de mantener la independencia, poder modificar el estatus cuando sea necesario o adaptarse a la movilidad social caracteristica del trabajo moderno. En la familia tradicional, la movilidad estaba muy limitada porque el sujeto dificilmente podia variar su estatus social. Si nacfa campesino morfa campesino y, pro- bablemente, en el mismo lugar en el que habia venido al mundo; si alfarero, alfarero. Pero en la familia nuclear esto re- sulta mucho més facil por su aislamiento estructural. Como la familia ha roto (0 ha disminuido notablemente) las relaciones con su dmbito territorial y familiar, el varén puede llevar a su familia donde su profesién le lleve. Por eso, la familia nuclear, segtin Parsons, se adapta muy bien a la sociedad moderna”. Pero, a pesar de todo esto, Parsons indica también que hay un importante conflicto de valores entre la familia con- yugal y la sociedad moderna porque en cada sistema privan dos categorias de valores completamente diversos. En la fa- 19 Parsons ha sido criticado por insistir en el aislamiento de la familia nuclear, Aunque, efectivamente, parece haber exagerado un poco este as- pecto al no considerar las relaciones que se dan con otros parientes, hay que tener en cuenta que ha subrayado, sobre todo, el aislamiento estructural, es decir, el hecho de que los individuos no encuentran en las reglas sociales por las que se gobieman apoyo para formar familias extensas. Otra cosa es lo que ellos decidan hacer individualmente (cfr. C. C. Harris, Familia y socie- dad industrial, cit., p. #8). Litwak, por su parte, ha mostrado que, en algunas ocasiones, las relaciones procedentes de familias extensas pueden facilitar la movilidad geografica, como, por ejemplo, en el caso de los emigrantes, que se agrupan en determinadbs barrios. Lo que no est claro es que favorezcan la integracién social. 55 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA podia deducir una simple pérdida de funciones porque, para- lelamente a este proceso, la familia se habia especializado en la realizacion de las tareas sociales que habian quedado a su cargo, fundamentalmente, la socializacion primaria de los ni- fios y la estabilizacion de la personalidad adulta. Estas tareas pueden parecer inicialmente muy elemen- tales y basicas, pero, en las complejas sociedades modernas, en las que el sujeto debe enfrentarse con un mundo mas hos- til, sofisticado y complejo que el del pasado, estas funciones son mucho mas importantes de cuanto podian serlo en las so- ciedades tradicionales en las que las reglas sociales eran mu- cho mis claras y estables. Por eso, por lo que respecta a estas funciones, la familia nuclear no solo no habfa perdido impor- tancia, sino que la habfa ganado en relaci6n a la familia tradi- cional. En definitiva, y como indica Ardigd, «para Talcott Par- sons, no solo la tesis —que tanto gusta a los evolucionistas- sobre la inexorable decadencia de la familia en la sociedad in- dustrial es errénea, sino que, por el contrario, la familia au- mentarfa su importancia en la sociedad moderna, aunque es- pecializdndose y haciéndose funcional para la sociedad mas amplia en la que se encuentra inserta como la agencia mas im- portante de socializacion y de estabilizacién»”?. c) La posicién posterior a Parsons La postura de Parsons, aparte de las novedades técnicas que aporté al estudio de la familia, contiene muchos elemen- 22 A. ArDIGO, Elementi di sociologia della famiglia e dell’educazione, La Scuola, Brescia 1996, pp. 73-74. 59 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 3. LAS CLAVES CULTURALES El andlisis histérico-social que hemos realizado hasta el momento nos ha permitido comprender como la familia evo- luciona al cambiar su contexto social. Ahora hay que comple- tar este andlisis con un estudio de tipo cultural y filoséfico. La sociedad, en efecto, no se constituye solo por los avatares his- toricos o sociales, sino también por la influencia de las ideas y de las teorfas que se elaboran tanto para interpretar estos cambios como para responder a nuevos problemas. Estas teo- rias, en la medida en que tienen aceptacién social, modelan la comprensi6n que los hombres tienen de los acontecimientos y, por consiguiente, influyen en su conducta y en la formacién de las estructuras sociales. El estudio de estas teorfas se presenta, por tanto, como una tarea complementaria a la que ya hemos realizado. Re- sulta evidente, por otra parte, que estas dos perspectivas no fluyen de modo paralelo sin encontrarse nunca, sino que se influencian mutuamente de manera inextricable. Los cam- bios sociales modifican la cultura y la cultura induce y pro- voca variaciones en las costumbres y en las actitudes. De to- dos modos, son perspectivas diversas y es util distinguirlas, aunque solo sea por claridad. Acontinuacién expondremos el contenido de algunas de 63 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA. raci6n pasional de sus instintos sexuales con amantes 0 de otros modos?. Para la mujer, sin embargo, esta actitud le estaba vedada tanto desde el punto de vista moral como social. Por lo que se refiere a la moral, la valoracién acerca de la castidad era dis- tinta para los hombres y para las mujeres. Los primeros te- nfan permiso para «caer»; las segundas, no. Hume es decidi- damente explicito en este tema. «Una mujer tiene tantas posibilidades de satisfacer secretamente sus apetitos, que nada nos puede dar seguridad én este punto mas que la mas rigurosa modestia y discreci6n; porque una vez que se haya abierto una brecha en este punto ya no se puede reparar de manera completa. Si un hombre se comporta como un bellaco en una ocasién, una accién contraria le puede devolver su ca- racter. Pero una mujer que se haya comportado disolutamente una vez, ¢de qué modo nos podra dar Ja seguridad de que ha adoptado resoluciones mejores y que posee el suficiente con- trol de sf para ponerlas en acto?»3. Es facil advertir que la doble moral no podfa ser adop- tada por los dos miembros del matrimonio sin que su estabili- dad se pusiera en grave peligro. La mujer, por otro lado, tenia limitaciones especfficas para llevarla a cabo. Estando ligada ff- sicamente a los hijos durante el embarazo y de manera mas in- tensa que el marido durante su educacién, no podia Hevar con facilidad este tipo de vida. Ademés, si su matrimonio fallaba, 2 Un modelo paradigmitico de esta actitud lo constituye e! protago- nista de la novela de G. Tommaso pt Lampepusa, I! Gattopardo. 3D. Hune, Ricerca sui principi della morale, Laterza, Roma-Bari 1978, pp. 301-302. Hume, siguiendo su criterio de moralidad, intenta justificar esta postura sobre la base de la utilidad. 67 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA que el sexo no es una realidad doméstica, es una fuerza pode- rosa y central en la persona por lo que su trivializacién comer- cial, en realidad, es un engafio. Las personas piensan que pue- den jugar con la sexualidad sin verse dafiadas ni afectadas, pero ese juego, pronto o tarde, acaba pasando factura. Y lo hace en la mayorfa de los casos haciendo fragiles y quebradi- zas las relaciones de pareja que dejan de sustentarse basica- mente en el amor sacrificado para hacerlo en la atraccién se- xual, que es algo mucho més efimero y variable. El viejo temor de los libertinos, junto con su suefio, se hace realidad. 2. El marxismo y la antropologia evolucionista: la familia como realidad histérica y cultural a) La tesis marxista-evolucionista El libertinismo consideraba que la moral sexual tradi- cional era contraria a la naturaleza, por lo que las personas © Cabe preguntarse también hasta qué punto este recorrido se ha visto favorecido por la inexistencia de una teoria elaborada y positiva sobre la sexualidad en un marco cristiano. Aunque el cristianismo, en principio, es favorable a la sexualidad, su reflexién sobre este tema siempre ha sido muy limitada bien por una tradicién negativa de corte platénico que consi- deraba negativamente la sexualidad, bien por un pudor mal entendido que lleva, en la teorfa o en la practica, a no reflexionar sobre este tema porque resulta excesivamente embarazoso. Wojtyla inicié un distanciamiento de estos planteamientos con su obra Amor y responsabilidad (1960) y se esta trabajando mucho en esta linea con aportaciones relevantes como la de J. Marias, La educacién sentimenial, Alianza Editorial, Madrid 1993, y Antropologia Metafisica, Alianza Editorial, Madrid 1987, y muchas otras. Sin embargo, las carencias son todavia muy imporiantes. 71 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA la autoridad. Estarfamos en presencia, por tanto, de una es- tructura social de tipo matriarcal, lo que se manifestarfa, entre otras cosas, en la existencia de religiones de fondo femenino durante ese perfodo prehistérico!®. Sin embargo, el hombre, al domesticar a los animales, comenzé a tener un cierto poder dentro del grupo formado por las mujeres y los hijos. Ademas, la presencia del ganado comenzé a hacer surgir en él la idea de propiedad y, junto a ella, un mayor interés por sus hijos ya que constitufan los ele- mentos idéneos tanto para pastorear el ganado como para asegurar en el futuro el destino de las posesiones que habia lo- grado con esfuerzo y fatiga a lo largo de la vida. El hombre se dio cuento de que, para poder llevar a cabo este proyecto, ne- cesitaba romper la estructura matriarcal vigente hasta el mo- mento. Solo asf, en efecto, era posible tanto ejercitar el control sobre la propiedad como determinar la filiacién paterna de los hijos, pues ellos eran los que iban a poseer los animales en el futuro. Decidié, por tanto, domesticar a las mujeres al igual que habfa hecho con los animales y asi es como comenzaron las sociedades patriarcales caracteristicas de la antigiiedad!!. Por tanto, y de acuerdo con esta perspectiva, «propiedad pri- vada, familia, sometimiento de la mujer y reglamentacion jurt- dica de las relaciones sociales surgirian simultaneamente y se condicionarian reciprocamente»!2, Sobre esta base historica, Engels afiadio, ademas, una distincién entre dos tipos de matrimonio: el matrimonio mo- 40 Cf, J. Bacnoren, El matriarcado. Investigacién sobre la gineocracia del mundo antiguo segtin su naturaleza religiosa y jurtdica (1861). ‘Cf. R, BRIFFAULT, The Mothers, New York 1927. 2 Cf. R. BuTtiGLIONE, La persona y la familia, cit., p. 244. 75 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA sis. Si se lograba encontrar algtin residuo que apoyase la exis- tencia de sociedades matriarcales, esto confirmaria su inter- pretacion sobre el origen de la familia. Morgan encontré un residuo de este tipo en algunas poblaciones primitivas de iro- queses. A diferencia de la habitual relacién de descendencia patrilineal, estas tribus determinan su descendencia mediante un esquema matrilineal, lo que significa que, aunque en esas tribus el predominio social corresponde a los hombres, se con- sidera que los recién nacidos pertenecen a la familia de la ma- dre y no del padre, por lo que la linea de descendencia no va de padre a hijo, sino del tio -hermano de la madre- al sobrino. Morgan consideré que se encontraba ante un claro residuo de una sociedad matriarcal. E] matriarcado habfa sido destruido por los hombres pero habia permanecido vigente de algtin modo a través de esa extrafia costumbre relativa a la genealo- gia de la descendencia. Veremos a continuacién cémo la antropologia estructu- ral, a través sobre todo de Lévi-Strauss, entre otros, elimind también la posibilidad de acudir a la teorfa de los residuos para salvar la interpretacin evolucionista, pero antes de pro- ceder a esta explicacién haremos una valoracion global de esta puesta a punto de la teorfa evolucionista. Por lo que respecta a su valor cientifico fue, finalmente, rechazada y considerada invélida, aunque eso no le quita un cierto mérito a sus investigaciones pioneras en el Ambito de la familia. A. Michel indica, por ejemplo, que Morgan, Bachofen y Engels fueron los primeros que se propusieron elaborar una auténtica historia de la familia con caracter cientifico que fuera mas alla de las visiones dogmaticas (como la de Fréderic Le Play) o de las idealizaciones platonicas (Proudhon). Y 79 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA 1) El sufragismo: del siglo xix a 1940 El inicio del feminismo como corriente organizada se puede situar en la Inglaterra de finales del siglo xix?!. Este mo- vimiento buscaba, fundamentalmente, la igualdad de derechos civiles y la supresién de las multiples discriminaciones a las que estaba sometida la mujer. Las reivindicaciones que se ha- cfan eran numerosas: derecho al voto, posibilidad de acceder a todas las profesiones, igualdad de derechos juridicos, educa- cin para las mujeres, independencia econdémica, igual salario por el mismo trabajo, capacidad juridica de la esposa de admi- nistrar sus propios bienes, eliminacién del trato injusto a las madres solteras y a sus hijos, reforma de la vestimenta, etc.”. Este conjunto de peticiones respondian a una situacién de injusticia flagrante y a una necesidad social y, por eso, tuvo una gran acogida y se extendié rapidamente por Europa y Es- tados Unidos. Se organiz6, fundamentalmente, en dos corrien- tes: liberales y socialistas, que no siempre fueron de acuerdo porque las bases ideolégicas desde las que se realizaban estas reivindicaciones fueron, en ocasiones, muy diversas. Hubo co- rrientes liberales y moderadas favorables a la familia mientras que las feministas de rafz socialista, por el contrario, fueron contempordneo, en P. FoLGueRA (ed.), El feminismo en Espatia: Dos siglos de Historia, Pablo Iglesias, Madrid 1988, pp. 147-171, y B. BARBERO AVANZINI, Famiglia e donna, en P. P. Donati (a cura di), Primo rapporto sulla famiglia in Italia, CISF, Paoline, Milano 1989, pp. 186-218. 21 Sobre el feminismo en el siglo xix cfr. A.-M. KApPELL, Escenarios del feminismo, en G. Fratse y M. Perrot (eds.), Historia de las mujeres. Vol. 4: el siglo xix, Santillana, Madrid 1993, pp. 496-531. 2 También, aunque de forma aislada, algunas feministas solicitaron yael control de natalidad y el divorcio. 87 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA nina: las claves tiltimas de la opresin de la mujer estarian en su psique, que es controlada por el hombre?’, El feminismo radical adquirié en algunos casos unos tintes especialmente llamativos y que hoy pueden parecernos extravagantes, Las feministas radicales acabaron haciendo una vida aparte y casi segregada al recelar de todo lo que exis- tfa por considerar que estaba afectado por el machismo: crea- ron sus propias instituciones, formaron comunidades para compartir ideas solo entre mujeres pues consideraban que era el tinico modo de desarrollarse como tales, etc. c) El feminismo socialista, por ultimo, compartia algu- nas de las categorias del feminismo radical pero, de acuerdo con su matriz marxista, no buscaba crear estructuras sociales paralelas, sino actuar en las existentes y, sobre todo, en las condiciones materiales. 4) Neofeminismo y postmodernidad: 1980- Los afios ochenta dieron inicio a una crisis del femi- nismo, sobre todo, del radical. Por un lado, se produjo un cierto cansancio o relajacién similar al de los afios 40 y 50 al haber logrado parte de los objetivos sociales propuestos gra- cias al impulso del feminismo radical. Pero, junto a esta rela- jacion, hay también un importante cambio de tendencia. La extremosidad de este feminismo comenzé a cansar y, ademas 7 Esta teorfa surge de la conjuncién de elementos piscoanaliticos freudianos empleados en clave feminista. Cfr. G, M. ScaNLon, Origenes y evo- lucion del movimiento feminista contempordneo, cit., pp. 161-163. 91 aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. DIAGNOSTICO SOBRE LA FAMILIA mujeres que esta es su tinica meta en la vida y que son ellas, por tanto, las que deben llevar todo el peso de los hijos. Este modo de hablar no serfa, por tanto, en el fondo, mds que una técnica de seduccién, un modo de aprovecharse de la mujer utilizando la sublimacion de sus instintos mas profundos para, en la practica, reducirla a la condicién de procreadora y desposeerla de su dignidad y autonomfa.

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