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El siguiente tema a tratar será sobre la Rebeldía Juvenil.

Tendencias y Modas
en los Sesenta. La rebeldía Juvenil, junto a las tendencias y las modas marcaron
fuertemente la década de los sesenta, unos ejemplos de modas son los pantalones
vaqueros que se convirtieron en un símbolo de rebeldía e independencia. El
problema a plantear es porque los jóvenes en los 60' eran rebeldes. Para poder
desarrollar este ensayo plantearemos 3 ideas principales. En primer lugar nos
referiremos a la rebeldía de la década de los 60', Luego las modas que surgieron
en esta década tanto en ropa como en música y por ultimo las tendencias que
habían aunque esto tiene relación también con las modas de los 60'.

En relación a la rebeldía juvenil podría contarle que comenzó a manifestarse


una reacción juvenil desde fines de 1950, gestada, mas que por influencia del
mundo político, como reflejo de influencias externas y por el agotamiento de las
formas culturales predominantes. Se recogía y adoptaba en chile el fermento
rebelde de la juventud norteamericana y europea del medio siglo. Primero de la
música y el vestido: El rock-and-roll, nació en Norteamérica en los comienzos
de los años 1950, se impuso en chile muy rápidamente, luego el pelo largo y los
blue-jeans entre los varones y la popularización del uso de pantalones entre
jóvenes. A estos signos externos de rebeldía iniciales, siguió una ruptura
mas profunda, que se expresó en la llamada brecha generacional, la que afectó
en mayor grado a casi todos los hogares de los sectores alto y medio. Después
afectaría a los sectores obreros.

Durante los años 60, dicho fenómeno se agudizó, y de ser puramente reactivo
tomó una dimensión creativa. Así nació una música juvenil inspirada en Los
Beatles, quienes marcaron a toda una generación, y, por otra parte, se rescató
el auténtico folklore chileno, representado por figuras tales como Violeta
Parra. En otro plano, la disminución de los tabúes sexuales entre las jóvenes
permitió la popularización de la mínima falda y el bikini. Pero la
expresión más profunda de la rebelión antiburguesa juvenil sería la reforma
universitaria En relación a la segunda idea que son las modas que surgieron en
la década de los sesenta puede ser el consumo de los pantalones de mezclilla que
fue motivado por las películas norteamericanas y por las estrellas de rock. En
ese tiempo se usaban los pantalones vaqueros, convirtiéndolos en un signo de
rebeldía e independencia

Poco a poco, las mujeres también se fueron plegando a esta moda. Con la
revolución sexual, esta vestimenta fue adoptada por la mujer en su vestimenta
diaria, volviéndose sinónimo de igualdad sexual. Era común ver a personas
calzando 'pecos vil' en las calles de Providencia. Asimismo, muchos hippies eran
asiduos a la mezclilla. En un comienzo los pantalones de mezclilla fueron de
color azul. Con el correr de los años, las tonalidades de esta vestimenta fue
cambiando. A fines de los años 60 y comienzos de los 70 la crisis económica
obligó a mucha gente a optar por estos pantalones de bajo precio y larga
duración. La moda de la mezclilla trajo consigo, también un cambio en la forma
de pensar de quienes la usaban. El modelo clásico del pantalón de mezclilla
era el de talle bajo y pierna acampanada.
La vestimenta femenina sufrió un cambio en la década que a muchos causó
alegría y a otros molestia, sin embargo, nadie quedó indiferente. El bikini
que mostraba las siluetas de las mujeres en las playas y piscinas, junto a la
minifalda y al pantalón de mezclilla, dominaron la moda e iniciaron el destape
de una sociedad. Los límites parecían ser cruzados, la capacidad de crear
nuevos márgenes se multiplicaba, incluso la capacidad de decidir si se quería
tener o no un bebe comenzó a tejerse de la mano de la pastilla anticonceptiva.

El amor por el cuerpo humano aumentaba junto a la vanidad y el deseo de


manifestar la satisfacción con el cuerpo entregado, usando las expresiones
artísticas para manifestar sus distintos intereses. Sin embargo, dicho panorama
no oscurecía la capacidad de pensar y opinar, lo que quedaba de manifiesto en
las constantes protestas contra movimientos bélicos, especialmente el generado
en Vietnam.

Por ultimo le plantearemos la tercera idea a plantear en este ensayo son las
tendencias de la década de los sesenta, bueno esto tiene relación también con
las modas. A pesar de la hegemonía del patrón francés, en los '60 aparecen
otros modelos para imitar. La moda italiana, versátil y de líneas limpias, es
ampliamente difundida por la prensa de la época. Privilegia el tejido de punto
por su adaptación al cuerpo. Los conjuntos de pollera y sweater, vestido y
chaquetita, sweter y chaleco, son rápidamente aceptados en Chile. Vestidos de
jersey de seda estampada son una alternativa informal y sofisticada.

Comienza a comercializarse en el país gran cantidad de ropa proveniente de


Estados Unidos, fabricada en serie con fibras sintéticas: pantalones strech,
blusas, vestidos, sweters. Esta ropa, de bajo costo, es accesible a un amplio
público por lo que no cuenta con el favor de la gente elegante, que pretende
distinguirse socialmente por su buen gusto, optando por la confección de
vestidos hechos por costureras en casa y aprovechando la amplia oferta de la
industria textil chilena en expansión. Las tendencias más vanguardistas
comienzan explicitarse a mitad de la década, con líneas geométricas,
minifaldas , medias dibujadas, zapatos planos, botas a media pierna, pantalones
estilo motonetista, vestidos rectos sobre la rodilla, telas con diseños pop art
y melenas que muestran un estereotipo de mujer que muestra su cuerpo con menos
pudor. Se empieza a instalar tímidamente el estilo futurista, relacionado con
la llegada del hombre a la luna. Sin embargo, en Chile a pesar de haber
información, la industria de la confección no alcanza a responder a las
tendencias de la moda. La última moda europea se produce en Chile en pequeña
escala, en las boutiques, instaladas en la calle Providencia en el año '63,
constituyéndose en el parámetro obligado en lo que a moda chilena se refiere,
hasta los años '80, aunque su boom sólo dura hasta 1974, momento en que
reaparece la figura del diseñador que dicta normas y se revitaliza en el país
la alta costura más conservadora. Las boutiques chilenas se rigieron por el
concepto de Pret a Porter, que implica producir en serie, pero pocas prendas por
modelo, para responder a la exclusividad que interesa a las mujeres que lideran
estas propuestas. Su éxito se relaciona con la aparición de revista Paula, que
construye sus páginas de moda con material nacional, acelerando la
profesionalización de los talleres de costura. Entre el 63 y el 67, los Centros
de Madres, promovidos por el estado, reúnen a mujeres que aprenden oficios,
entre ellos la confección, e ingresan al sistema productivo, haciendo ropas
para diferentes estamentos estatales. Al mismo tiempo, las escuelas técnicas
dependientes del Ministerio de Educación, capacitan a otro sector de mujeres en
la producción de vestuario. Con esto se genera la mano de obra femenina que se
emplea en los talleres de las boutiques. La prenda que mayor ruptura produce, en
la década de los '60, es la minifalda, mientras que el vestido igualmente
corto, pero con ruedo, es menos criticado, probablemente por su semejanza con la
salida de baño de principios de la década.

A fines del '66 ya se habla en Chile de la minifalda, pero su uso se extenderá


en la juventud en el '68, de la mano de un nuevo estereotipo social: la lolita.
La película New Love, estrenada en ese año, tiene como protagonista a Josefina
Ladrón de Guevara, una joven de 13 años calificada por revista Paula como "la
más famosa de las lolitas". Este estereotipo será ampliamente promocionado en
el programa Música Libre, de los años '70, siendo aún discutido. El bikini es
otra prenda que provoca controversia. A pesar de su nacimiento en los años '40,
en Chile hace su aparición recién en el '63, en las playas de Reñaca,
provocando airadas reacciones del arzobispado porteño. Su masificación, en el
'68, provoca un nuevo pronunciamiento de la iglesia católica, que, según se
lee en la famosa revista, acusa las jovencitas de no considerar lo que sus
"modas desvergonzadas" provocan en los hombres que las miran.

Desde el '67 las modas y se suceden vertiginosamente en Chile, pasando por


varios estilos que van desde la moda romántica de encajes y volantes, hasta el
estilo exótico oriental y polinésico, con sus túnicas y accesorios
metálicos, pasando por la moda estilo Bonnie and Clyde, que actualiza las
propuestas masculinizantes de los años 30, con el uso de boinas, impermeables y
faldas a media pierna; la moda cosmonáutica, expresada en buzos de punto y
jumpers de líneas geométricas, botas y grandes cinturones de cuero, además de
la incorporación del plateado y dorado y telas, accesorios y maquillajes; el
estilo gitano, con telas de colores fuertes semi-transparentes, volantes y
accesorios dorados; el estilo unisex, impuesto por Yves Saint Laurent, a partir
de la incorporación del traje pantalón para las mujeres y el estilo
autóctono, impulsado por creadores chilenos ligados a la artesanía.

En conclusión podemos decir que tanto la rebeldía juvenil en los sesenta como
las tendencias y modas esta todo relacionado como por ejemplo, las modas que
surgían en los sesenta hacían que los jóvenes se volvieran rebeldes. Además
podemos decir que las modas pegaron muy fuertemente en esta década y a pesar de
que fue en los 60' muchas modas han vuelto a salir en la actualidad o muchas
prendas que aun se usan como los blue-jeans. Con estos elementos de las Mondas
poco a poco los jóvenes se fueron integrando a esto y así ellos mismos se
sentían identificados.

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