La Familia ante el Cncer La familia ante el cncer se ve profundamente afectada tanto en su funcionamiento psicolgico, instrumental y social como en el nivel

estructural y dinmico del ncleo familiar. En el transcurso de la enfermedad, muchas familias pasan por recurrentes estados de enojo, desamparo, ambigedad, frustracin, esperanza, falta de control, de ajuste y readaptacin. El diagnstico de cncer en un familiar, conlleva a crear nuevas habilidades y capacidades frente a los nuevos problemas que van a surgir y que no han sido ni aprendidos ni conocidos hasta el momento. Constituye una estricta e inmediata demanda a la totalidad del sistema familiar. Todo ello conlleva un proceso multi-complejo de ajuste familiar a una enfermedad que consiste en un ciclo de continuos cambios inesperados e incontrolados. En cada familia, van a existir un tipo u otro de demandas, dependiendo de: gravedad de la enfermedad, grado y tipo de incapacidad, percepcin interna y externa de la deformacin, severidad del pronstico, curso de la enfermedad, tratamiento y efectos secundarios y dolor y sntomas experimentados por el paciente. De esta forma, existen familias que ven el cncer como una amenaza de desintegracin o bien como una oportunidad para fortalecer los lazos familiares, y recuperar, comprender o adaptarse a las necesidades y expectativas de cada miembro. Muchas veces el cncer hace que se activen recursos que se encuentran en la familia. No siempre tienen por qu cambiar las relaciones entre los diferentes miembros, ya que la familia puede enfrentarse a la nueva situacin segn su manera habitual de actuar, haciendo ms fuertes los roles y las relaciones que ya existan. Parecera obvio entonces, que los centros hospitalarios se interesasen ms por la familia, ya que es esta la ms cercana al paciente, la que pasa ms tiempo con l, la que mejor le conoce, etc. Sin embargo, solamente en un 27% de los casos es atendida directa y sistemticamente a travs de algn programa de atencin a enfermos crnicos. En una revisin bibliogrfica realizada por, se puede comprobar cmo el estudio de la sobrecarga familiar y el burn-out de los cuidadores familiares para el caso del cncer es muy inferior comparado por ejemplo con lo desarrollado para el caso de la enfermedad de Alzheimer.