Вы находитесь на странице: 1из 2

Antiguo reloj de cobre (E.

Marvezzi) 1955

La versión más conocida es la realizada por la orquesta de Osvaldo


Pugliese, con la voz de Miguel Montero, y que fuera grabada para el
sello EMI-Odeón el 2 de setiembre de 1955, una verdadera joya en donde
se vuelve a dar la extraordinaria conjunción entre la rítmica de la
orquesta de Pugliese con la calentura barrial del negro Montero.
Cuando yo era adolescente, a mediados de la década del setenta,
recuerdo haber visto en varias oportunidades en la tanguería "El
farolito", cito en Vera esquina Humboldt, en pleno barrio de Villa
Crespo, a Eduardo Marvezzi, el autor, cantar este tango. Lo hacía con
acompañamiento de guitarras y sin micrófono, haciendo uso de una
potencia en la voz que sorprendía a los oyentes. Una vez nos acercamos
a él y lo acompañamos a tomar el colectivo, el 176 que lo llevaba
hasta San Martín, en los suburbios de Buenos Aires, y recuerdo la
sensación de estar frente a un tipo común, que rió cuando le pregunté
cómo era saber que uno había compuesto un clásico.
Em
Antiguo reloj de cobre
B7
que va marcando en el tiempo

los pasajes de mi vida


Cº Em
que me llenan de emoción
E7
fuiste orgullo de mi viejo
Am
te lucía en su cadena
Em
como un cacho de sus años
F#7 B7
peinado en el corazón
Em
cuántas veces calmó el llanto
B7
de consentido purrete
Cº Em
mi madre como juguete decía: prestáselo
E7 Am
y mientras él murmuraba
Am6 Em
mi vieja se sonreía
Am C
y contento me dormía
B7 Em
jugando con el reloj.

Em B7
Hoy ya pasaron los años
Em
se me fue blanqueando el pelo
E7 Am
el rebenque de la vida
D7 G
me ha golpeado sin cesar
E7 Am
y en el banco prestamista
Am7 Am6 Em
he llegado a formar fila
Am
esperando que en la lista
B7 Em
me llamaran a cobrar.

Recitado:

Perdoname viejo si de vos me olvido


sé que lo has querido tanto como yo
sé que desde el cielo me estás campaneando
y que estás llorando como lloro yo.

Cuatro pesos sucios


por esa reliquia
venganza del mundo
taimado y traidor
me mordí fuerte las manos
el dinero me quemaba
y mientras que blasfemaba
a la calle enderecé
y la imagen de mi madre
vi que me compadecía
y llorando me decía
el viejo te perdonó.

Вам также может понравиться