PRIMERAS IMPRESIONES Y POSTURA DE LOS VECINOS DEL BARRIO EL

MORRO CON RESPECTO AL PASEO PEATONAL PROPUESTO

Los vecinos del barrio El Morro, en reunión realizada el día 07 de Octubre del
presente año en las instalaciones de la Junta Vecinal N° 22, expresaron sus
dudas y aprehensiones con respecto al Proyecto Paseo Peatonal propuesto.
La convocatoria fue consecuencia y producto de la reunión y exposición
realizada por la Consultora Aura, gestora del diseño inicial de la obra, el día
02 de Octubre, reunión que dejó muchas interrogantes y de las cuáles se
hacen presentes las siguientes:

1. Según lo expuesto, la intervención, de carácter vial, abarcaría los

tramos de calle contenidos entre Aníbal Pinto y Pedro Lagos, tomando
esta última también, como eje central de la obra. Esta obra estaría
inserta dentro de un plan de obra mayor que pretende rescatar el
espacio público de un barrio tan tradicional como es El Morro.
2. La obra propuesta fue rotulada en una primera instancia como
BOULEVARD, lo que generó los primeros roces de opiniones. El temor de
los vecinos es que esta connotación implique de manera directa o
indirecta una serie de problemas adyacentes como lo son la pérdida
de identidad barrial; el aumento o pérdida de la plusvalía de las
viviendas; el brote de locales nocturnos tales como restoranes, pubs,
bares que perturben la ya escasa paz y tranquilidad de los habitantes
del sector, situación que actualmente ya puede ser apreciada y
considerando que gran parte de la población es adulto mayor.
Finalmente la denominación Boulevard fue desechada, sin embargo
quedo la impresión en los vecinos de que el cambio de nombre no
implicaba necesariamente un cambio en el programa arquitectónico
del paseo.
3. Con respecto a la plusvalía de las casas, los vecinos si creen que la
construcción de un paseo peatonal aumente el valor de los terrenos.
Sin embargo, el temor general es que esto se traduzca no en un mejor
estándar de vida sino que, por el contrario, esto vaya en desmedro de
él. Una mayor plusvalía podría significar en un futuro cercano la venta
de un porcentaje considerable de casas y la aparición de más
restoranes, pubs o bares, dada la creciente demanda de estos locales
por plazas en el barrio.
4. Aunque estos locales han aparecido de manera regular en los últimos
años en el barrio, aun hay un control vecinal de la vida barrial durante
gran parte del día, y aun es posible encontrar en las calles de El Morro
el patrimonio intangible de las relaciones interpersonales que se
generan en la calle o en las esquinas. Los vecinos temen que la
aparición de un paseo peatonal haga desaparecer o sea
incompatible con “el negocio de la esquina”, o que atraiga situaciones
indeseables como pequeños focos de venta o consumo, personas en
estado de ebriedad, etc. entre otros. Hay que tener en cuenta que en
el barrio se da una situación muy particular y que es parte de la
identidad barrial y que tiene que ver que el espacio público
comprendido entre las líneas de edificación. “La calle”, es entendida
como una proyección de la vida del hogar y es donde se realizan gran
parte de las interacciones entre personas. La calle, aunque de
 propiedad del estado, es sentida por “el morrino” como parte
importante de la pertenencia y el arraigo.
5. Con respecto al diseño propuesto cabe destacar lo siguiente. Quedó
poco claro si la consultora pretendía proponer un diseño propio y
modificarlo de acuerdo a la opinión de la comunidad o si simplemente
deseaban hacer un “diseño participativo”. Muchos vecinos no estaban
informados ni siquiera del planteamiento inicial, por lo que la primera
duda fue si era o no necesario hacer un paseo peatonal para el barrio.
Puesto que la consultora asumió (a través de encuestas, cuyos
resultados fueron expuestos) que había una mayoría de aprobación, se
planteó la exposición como de diseño y no como de consulta
comunitaria. La consultora intentó aclarar estas dudas, pero dado que
no esperaban una respuesta negativa, la exposición del planteamiento
de la obra careció de información vital y necesaria para entender el
proyecto.
6. Así, surgieron dudas sobre el fundamento inicial de la obra. La
consultora aclaro de manera pertinente un fundamento basado en
una investigación de carácter vial, urbano y proyectual. Sin embargo
se echó de menos un fundamento que tuviera en cuenta el grano fino
de la intervención. No se explicó de que manera el paseo rescataría,
potenciaría o en el peor de los casos, ignoraría, las características
propias del barrio, sus virtudes, sus fachadas, sus ritos, celebraciones o
actos humanos. Se dio énfasis en el tema de los autos, pero no se vió
una disposición a rescatar el tema humano. Se preguntó si este paseo
rescataría algún recorrido típico del barrio, como lo es el Carnaval
Morrino o el Vía Crucis, sin embargo, sólo se obtuvo una respuesta de
orden urbano. En resumen no quedó claro de qué manera el paseo
reflejaría LA IDENTIDAD del barrio.
7. Tampoco queda suficientemente claro el alcance de la obra ya que
se plantea un paquete proyectual que incluye entre otras cosas:
trabajos de piso, mobiliario urbano (bancas, basureros), arborización,
iluminación y cableado subterráneo, sombreaderos, etc. Aunque se
cuestionó lo relativo al mobiliario urbano, se podría haber potenciado
la idea de trabajos de piso, idea que quedo sepultada bajo la mirada
de una obra que fue planteada como un total.
8. Tampoco la obra se hace cargo, aparentemente, del tema de los
autos y de los estacionamientos en la vereda. Si bien la idea de
despejar las calles de autos estacionados en las fachadas es buena
(especialmente en los casos de incendios), no se da una solución a
este hecho. Se plantea que los autos deberán ser estacionados en
calles aledañas, como Aníbal Pinto o Covadonga, pero la factibilidad
real de llevar a cabo algo así se desmorona debido a que gran parte,
si no casi todas, las casas de El Morro no poseen estacionamiento
propio incluido. Se cree que el proyecto debería hacerse cargo de
esta situación.
9. Retomado el trabajo de piso, se cree que es una buena idea, sin
embargo los vecinos expresan sus dudas con respecto a su factura. La
consultora planteó dejar la calle al mismo nivel de las veredas, es decir
que no exista la diferenciación vereda-calle-vereda por niveles sino por
barreras vehiculares que impedirían que los autos fueran estacionados
en las fachadas. La respuesta en general fue negativa ya que los
 vecinos desean que la diferenciación por niveles se mantengan, con o
sin tratamiento de pisos.
10. Se hace necesario también una revisión de las imágenes proyectuales
en 3D de la propuesta, ya que en su mayoría se observan
intervenciones de piso en baldosa blanca. Esto se debe controlar por
un tema climático ya que la refracción de baldosas blancas, opacas o
brillantes, generara molestias de tipo visual y térmico sobretodo en una
zona geográfica donde la mayoría de los días son soleados.
11. Hubo una respuesta negativa con respecto al mobiliario propuesto:

Bancas: Se teme que las bancas terminen oficiando de “camas” o

lugares de descanso para las personas en estado de ebriedad que
salen de los pubs y restoranes presentes en el barrio y cuya actividad
principal se desarrolla de noche. Además estorbarían el eventual paso
de los bomberos, dada la alta tasa de incendios ocurrentes.

Sombreaderos: Visualmente, comprometerían la panorámica visual de

las fachadas del barrio, cosa que se quiere rescatar y no ocultar.
Además, dado el estrecho perfil vial de las calles (7-10 mts. promedio)
solo servirían para estrechar la distancia entre manzanas y fachadas,
tema que es peligroso debido a los incendios y sobre todo si el
sombreadero propuesto es de madera.

Arborización: A pesar de que es bien recibido el tema de hermosear las

calles con áreas verdes, sobre todo para los niños, sucede lo mismo
que en los casos anteriores.

Juegos Infantiles: Hay una necesidad de espacios abiertos y públicos

destinados al juego de los niños ya que el barrio no posee una “plaza”
propia y este acto suele desarrollarse en la periferia del barrio o en la
propia calle. Sin embargo, la disposición de juegos o elementos
relacionados en la calle, genera los mismos problemas mencionados
antes. Si la obra pretende hacerse cargo de este tema se debería
revisar su eficiencia, seguridad, disposición, etc.

Así mismo son bien acogidas las propuestas que tienen que ver con:

Basureros: Se estiman necesarios con el fin de mantener la limpieza

mínima de la calle o de un eventual “paseo”.

Luminarias: Dispuestas de manera que no estorben el paso ni de

carabineros, ni de bomberos ni de ambulancias. Además, se ve con
buenos ojos un proyecto de iluminación del barrio sobretodo en calles
oscuras y el cableado subterráneo, que permitiría una “limpieza” del
entorno visual y de las fachadas, con el fin de rescatar el patrimonio
arquitectónico del lugar.

Trabajo de Pisos: Los vecinos estiman que es una opción viable, con las
consideraciones antes mencionadas (niveles, etc.). No se entiende, por
el otro lado, que el paseo considere mantener el paso y el tráfico de
los autos pero no permita que los vecinos estaciones los suyos propios
 frente a sus casas. Aquí hay una contradicción en el planteamiento
que es conveniente revisar.

En general hay una percepción de molestia en los vecinos dado que sienten
que no se les consultó de manera apropiada sobre la materialización de un
proyecto urbano que podría cambiar significativamente el destino y rol del
barrio y el de sus propias vidas.

Se percibe también una disposición negativa frente a la propuesta planteada

aunque también una DISPOSICIÓN POSITIVA AL DIÁLOGO entre los
involucrados (consultora, vecinos, etc.) en donde se puedan replantear
algunos criterios de intervención. Los vecinos creen firmemente que la
inversión del estado en el barrio es algo positivo, sin embargo desean que
esta sea llevada a cabo tomándolos en cuenta.

También creen necesario que se realice una exposición más acuciosa del
planteamiento, donde pueda verse la propuesta completa y no a grandes
rasgos. Así, se hace necesario que la consultora lleve la maqueta de
proyecto, así como planimetrías específicas de las intervenciones, un
planteamiento que enfoque la óptica medioambiental, humana y de
identidad de un espacio tan característico como este barrio, entre otros.
Además la presencia de autoridades relacionadas con el tema podría ser de
mucha ayuda a la hora de entender las políticas y criterios que una obra de
esta envergadura quiere abarcar.