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LA FORMULA IDEAL

S EXUALIDAD + ENVEJECIMIENTO=

FELICIDAD
LA FORMULA IDEAL

S EXUALIDAD + ENVEJECIMIENTO=

FELICIDAD

ANA LILIANA GÓNGORA ESTUPIÑÁN


PROGRAMA DE ENFERMERIA
8° SEMESTRE
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI
LA FORMULA IDEAL

2
SEXUALIDAD + ENVEJECIMIENTO = FELICIDAD

La relación sexual suele considerarse propia de las personas jóvenes, que


gocen de buena salud, la idea que los ancianos mantengan relaciones sexuales
no es muy reconocida en pleno siglo XXI, dando lugar a que sea imaginada como
anormal o inexistente y tomada como objeto de morbo y burlas cuando se
presenta, ya que hasta los propios ancianos creen que un descenso en el interés
por el sexo es natural o de esperar. Es de reconocerse que a pesar de los
cambios, muchas personas mayores siguen sintiendo deseo sexual, conservando
la capacidad y el interés en mantener una vida intima activa, de menos intensidad
pero igualmente placentera, por tanto están en su derecho de seguir realizándolo
a su edad.

La vida humana se prolonga cada vez más, debido a los adelantos de las
ciencias, permitiendo que sea cada vez mayor la población anciana a nivel
mundial, lo que hace que sean más evidentes las problemáticas de esta población;
pero a pesar de esto se sigue ignorando al sexo como una necesidad fisiológica y
psicosocial de todo ser sin importar la edad del mismo.

”Son múltiples los adelantos científicos, los que permiten prolongar la vida del ser humano, en
especial en los países industrializados y desarrollados, aumentando el número en la población de edad
mayor; de todos estos adelantos son pocos los que se relacionan con el comportamiento real de los ancianos
sexualmente hablando; es un aspecto olvidado, a pesar de ser un requerimiento fisiológico y psicosocial
obligado de todo ser humano.”1

Es debido al desconocimiento y a la presión negativa generada por la


sociedad, que muchos ancianos que se percatan de su intenso deseo sexual
experimentan culpa, vergüenza, llegando en ocasiones a sentirse anormales,
distanciándose de su propio cuerpo e ignorando su sexualidad; por ende es de
gran importancia que el enfermero (a) no ignore las preocupaciones y necesidades
sexuales de cada individuo, ya que por su parte la sociedad no ayuda en absoluto

1
Referencia: Vicente Sarmiento, Javier Pagola, Lissette Oramas. LA SEXUALIDAD EN EL
ADULTO MAYOR. Rev. Sexología y Sociedad 1999; 5(3): 29-32.

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a que las personas adultas puedan vivir y manifestar libremente su sexualidad,
esa actitud es reflejo del rechazo al individuo por el hecho de ser mayor.

Sexualidad, esa palabra evoca y es manifiesto de afecto, comunicación,


intimidad, vinculación entre un ser y otro, autoerotismo, influyéndose por el
contexto sociocultural y etnicidad en cada quien; por tanto la combinación de la
capacidad de expresar los deseo sexuales propios, no disminuye con la edad. (Es
algo subjetivo) muchos ancianos consideran desde su propia experiencia de vida,
que la edad no ha sido ningún impedimento para gozar de una vida sexual plena,
a pesar de tener que adaptarse a los nuevos cambios.

La función sexual es un proceso de integración emocional, corporal,


intelectual y de aspectos sociales, incluye todas las formas de expresión, desde la
aproximación, el tacto, la intimidad, la compañía, la masturbación y no solamente
coito. La sexualidad geriátrica puede ser definida como la “expresión psicológica
de emociones y compromisos que requiere la mayor cantidad y calidad de
comunicación en una relación de confianza, amor y placer ”2. Lo cual se entiende
como una parte importante y siempre posible del hombre y la mujer, no debería
ser visto como un foco de inquietud y frustración, ya que es parte de la
personalidad, es así, por lo que se mantiene hasta la muerte.

Nuestra sociedad contribuye con su cultura, al retraimiento del adulto


mayor, considerando ridícula e inadmisible la sexualidad en edades avanzadas,
creando una serie de estereotipos y mitos dentro de la población. En contra de la
opinión de la sociedad la sexualidad ocupa un papel importante en la vida de los
mismos, la cual no deja de ser activa por el hecho de que existan cambios
fisiológicos y factores bio-psico-socioculturales trascendentales que la afecten, es
decir, estará siempre presente, probablemente sea un poco diferente la forma de
sentirlo y vivirlo.

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Referencia: Cristina Rodrigo Benito. LA SEXUALIDAD EN EL ANCIANO. Articulo en relación
con INEFOC (Instituto Europeo de Formación y Consultoria) 2008.

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Investigaciones en el campo de la sexualidad, permiten admitir que “la vida
sexual, persiste y se transforma constantemente por las fuerzas socioculturales de
cada grupo a lo largo de toda la evolución individual y solo desaparece con la
muerte”. Freud deja claro con esto que tanto los niños como los ancianos NO son
seres asexuados, y que por el contrario el ser humano vive y goza de la
sexualidad desde el mismo momento de nacer, hasta el día de su muerte; por ello
comenzó a respetarse la sexualidad del anciano, a pesar de esto, el prejuicio
social subsiste, tratando de desconocer la realidad sexual del adulto mayor.

Se generan creencias erradas y lo peor, es que son comúnmente


aceptadas, como el hecho de suponer que (en la mujer) la menopausia lleva a una
disminución de la capacidad sexual hasta su extinción. Contrario a este supuesto
de la sociedad, la menopausia es un proceso biológico natural y a pesar de las
repercusiones psicológicas de la mujer ante los cambios vaginales, la disminución
de la estreches vaginal y la falta de lubricación, muchas mujeres dicen gozar la
sexualidad plenamente, ya sea con su pareja o m sola mediante la masturbación,
por ende es claro que la menopausia no lleva consigo a que en la mujer se pierda
el interés en la actividad sexual como erróneamente se cree.

Equivocadamente también es el pensar que (en el hombre), la andropausia


supone el cese también del deseo sexual con el que se ha caracterizado a lo largo
de los años a la vejez, sin embargo es de interés conocer que a nivel biológico, la
secreción de andrógenos y la erección continúan prácticamente hasta la muerte,
incluso junto a la capacidad de poder fecundar.

Otra afirmación falsa es el pensar que tanto el hombre como la mujer, la


potencia sexual está limitada y condicionada, y que debido al uso constante
termina por extinguirse a una corta edad; contrario a esto, todo parece indicar que
una vida sexual normal y rica en experiencias, es la mejor garantía para que la
actividad sexual se prolongue en la ancianidad, esa es la opinión de la mayoría de

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los ancianos, apoyando esto investigaciones consideran que una vida sexual
plena garantiza un mejor mañana. Pero por no conocer esta realidad y/o no querer
admitirla, en Colombia, en América Latina y en muchos otros países, se condena a
muchos ancianos a una forma de actuar clandestina y a una vida sexual oculta.
Por demás está decir que injusta.

La valoración sexual del anciano sin importar el sexo, incluye múltiples


enfoques, pues más que una afectación física, lo que existe es una acumulación
de factores que presionan de forma negativa sobre la actividad sexual y no es
propiamente por la edad; de igual manera se deben tener en cuenta los prejuicios
que afectan a ese colectivo (población anciana), estos prejuicios dicen que todos
son enfermos, deprimidos y que no tienen, no merecen o no deben tener
sexualidad, dejando solo como positivo que los ancianos son buenos, sabios y
amables. Lamentablemente todos estos prejuicios son adquiridos durante la
infancia y con el paso de los años se van asentando, he de ahí que desde niños
muchas personas rechazan a las personas discapacitadas y a los ancianos.

Estos prejuicios son todavía más desconcertantes cuando se dan en los


profesionales de la salud que tratan con ancianos, de los cuales se supone
conocen el proceso y la vida humana, por lo tanto deberían reconocer todos que la
sexualidad es parte de cada etapa del ciclo vital. Estos prejuicios forman actitudes
de rechazo, geronto-fobia, tendencia al aislamiento de esta población, pocas
iniciativas que promuevan la independencia y autonomía del anciano, aumentando
la dependencia de los mismos.

“Debemos tener en cuenta los prejuicios que afectan a este colectivo. Los prejuicios negativos dicen
que los viejos son todos enfermos, deprimidos, pobres y que no tienen sexualidad. Los positivos en cambio,
que son todos buenos, sabios y amables. Cuando hablamos de la sexualidad en el anciano, debemos huir de
estereotipos generalizados que pregonan una pérdida de sexualidad en la vejez.

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Los prejuicios, son adquiridos durante la infancia y más tarde, se van desarrollando y asentando con
el paso de los años durante el resto de la vida. Es interesante llegando a este punto, resaltar la propensión
que tenemos, desde muy niños, de rechazar a los discapacitados, con los que identificamos a los ancianos.
Estos prejuicios o tópicos, ampliamente extendidos, son especialmente dañinos cuando se dan en los
profesionales sanitarios que tratan con ancianos, esto es lo que podemos llamar institucionalización del
tópico”3

De su experiencia propia ancianos dicen haber vivido este tipo de prejuicios


y que en la niñez muchos de ellos llegaron a compartirlos por así decirlo, otros
creen haber cambiado al vivir su ancianidad y ver la otra cara de la moneda, en
cambio otros sencillamente dicen hacer caso omiso a los prejuicios de todo tipo.

Primordial es reconocer como profesionales que la vejez, es más saludable


si se practica el sexo, como lo afirma un informe realizado por la Sociedad
Española de Geriatría, “practicar relaciones sexuales favorece un envejecimiento
saludable, los cambios físicos no implican pérdida de actividad sexual, y se puede
disfrutar del sexo de modo distinto”.

Considerando, esta afirmación es cierta, los adultos mayores que gozan de


una vida sexual plena, que tiene pareja, compañía y amor, viven mejor, se sienten
mejor y se relacionan mejor con el medio y su entorno, forjándose así mismos una
vida mas activa, con mayores alegrías y con menos preocupaciones; genera
además adultos que se interesan por su auto-cuidado, por su desarrollo y
crecimiento personal, de pareja y el gozo de ambos. Lo que podría tomarse como:
la sexualidad en la vejez es igual a la felicidad.

Pero el conocerlo hace reflexionar, ¿Por qué sabiendo todo esto y en pleno
siglo XXI se les sigue cuestionando, prohibiendo, reprimiendo y hasta vetando
este gran derecho a las persona mayores? Se siguen criando nuevas
generaciones con falsas creencias, familias con prejuicios estúpidos y
lamentablemente hasta profesionales de la salud ignorantes al respecto. Pero
cambiar esto depende de todos, iniciando por nosotros como estudiantes.

3
Referencia: Vicente Sarmiento, Javier Pagola, Lissette Oramas. LA SEXUALIDAD EN EL
ADULTO MAYOR. Rev. Sexología y Sociedad 1999; 5(3): 29-32.

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Resumiendo. En la vejez, al igual que en otras etapas evolutivas, el
impulsos sexual goza de gran importancia, lo que comprueba que en la edad
adulta a pesar de los cambios fisiológicos y psicológicos no impide que se dé, el
deseo y el interés en la actividad sexual; a esta edad la sexualidad es visto desde
mas aspectos y no solo como el coito.

Son muchas las creencias erróneas al respecto y los prejuicios referentes a


la sexualidad en ellos; pero lo cierto es que muchos ancianos a pesar del prejuicio
social de nuestra cultura, no se ven impedidos en tener una vida sexual activa.

Es esencial pensar que necesitamos educarnos, educar a otros


profesionales de la salud y al público en general, de todas las generaciones para
que acepten la sexualidad de las personas de edad. Todo enfermero debe tener
conocimientos básicos sobre la sexualidad en el anciano ya que es un problema
social, que requiere un esfuerzo coordinado entre los distintos componentes de
atención primaria y especializada. Mas que una obligación es un compromiso del
profesional de enfermería, ser capaz y tener mínimos conocimientos de sexualidad
en la vida adulta, lo cual lamentablemente es ignorado y relegado al olvido.

Para finalizar, la evolución de la función sexual en la población geriátrica,


necesita una visión global, se necesita permitir la expresión individual, de las
necesidades sexuales de los adultos abiertamente y aplicar un tratamiento a
través de recomendaciones y educación cuando sea posible.

Es de importancia reforzar o hacer hincapié en la educación sexual de los


adultos mayores que influye decisivamente en sus relaciones; que
lamentablemente como consecuencia de una mala educación, entre ellos mismos,
es decir ancianos, también se tacha de pervertidos a los que disfrutan plenamente
de su vida sexual, marcándoles de viejos verdes, por ello es que muchos prefieren

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llevar esa parte de su vida oculta y hacen de cuenta que no existe la sexualidad en
sí mismos.

PREGUNTAS DE ENTREVISTA

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¿Qué opina acerca de la sexualidad?

¿Es edad un impedimento para la actividad sexual?

¿Cómo se adapto a los cambios que conlleva la edad?

¿Qué siente de diferente a cuando era joven?

¿Piensa que el deseo, el interés y la capacidad sexual siguen siendo los mismos?

¿Cree que su vida sería igual con o sin sexualidad?

¿Qué creencias erradas conoce usted acerca de la sexualidad a su edad?

¿Considera ridícula e inadmisible la sexualidad a su edad?

¿Qué opina de la suposición que tanto en el hombre como en la mujer, la potencia


sexual está limitada y condicionada, y que debido al uso constante termina por
extinguirse a una corta edad?

¿Qué prejuicios son de su conocimiento, respecto a la sexualidad en los


ancianos?

¿Cuál es su opinión frente a esos prejuicios? ¿Y qué opinión tuvo años atrás
cuando era niño o muy joven respecto a la sexualidad en la vejez?

¿Considera que la edad, le hizo cambiar los prejuicios y creencias erróneas


acerca de la sexualidad?

¿Ha sido usted, o algún conocido adulto mayor víctima de estos prejuicios por
parte de su familia, amigos o gente diferente?

¿Qué opina acerca de este supuesto: La sociedad condena a muchos ancianos a


una forma de actuar clandestina y a una vida sexual oculta?

¿La sexualidad a su edad, es aún motivo de felicidad?

GRACIAS…
BIBLIOGRAFIA

10
o Guillermo Zapata Zapata. PRINCIPIOS DE GERIATRIA. Centro editorial
catorce. Cali- Colombia.

o Pamela Babb Stanley. MANUAL DE ENFERMERIA GERONTOLOGICA.


Primera edición. Editorial: McGraw-Hill Interamericana. Mexico D.F. ISBN:
970-10-0485.

o Cristina Rodrigo Benito. LA SEXUALIDAD EN EL ANCIANO. Articulo en


relación con INEFOC (Instituto Europeo de Formación y Consultoria) 2008.

o Vicente Sarmiento, Javier Pagola, Lissette Oramas. LA SEXUALIDAD EN


EL ADULTO MAYOR. Rev. Sexología y Sociedad 1999; 5(3): 29-32.

o Virginia Martinez Verdier. NOTAS BREVES SOBRE SEXUALIDAD EN


LOS ADULTOS. Especialista en Sexología Clínica y Educación Sexual
acreditada por la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología
y Educación Sexual.

o ORIENTACION FAMILIAR Y ADULTO MAYOR. Talleres de desarrollo y


crecimiento para el adulto mayor en Santiago de Chile y Cuba; por Rosalia
Keller Keller.

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