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Adolfo Norberto Cocchi

Fractal 05
Mis ojos, otros ojos

Agosto 2008
Mis ojos, otros ojos

Escritos de temas variados, mezclados, eclécticos, sin medir el origen ni el


destino.
Espontáneos, reflexivos, extractados, copiados, sustanciales y banales.
Apuntes, comentarios, información, cuentos, historias, reflexiones,
pensamientos, atrevimientos, diseños, ficciones, fragmentos, extractos,
notas, conclusiones, versos, etc.
Personales y de cualquier fuente. Actuales… de otro tiempo. De aquí… de
otros lugares. Generalmente emocionales.
Por momentos con un propósito y en otros momentos sin propósito alguno.
Yace

En una ciudad alemana, un motorista yace inmóvil en el pavimento junto a


su moto derribada, bajo la atenta mirada de los peatones y de los
conductores que aguardan impávidamente que el semáforo cambie a verde.
Al cabo de unos quince largos minutos, el conductor de un coche detenido
ante el semáforo baja la ventanilla, le pregunta si está herido y se ofrece a
solicitar auxilio con su teléfono móvil. Cuando la emisora de televisión que
había simulado el incidente difundió la noticia se desató el escándalo
porque, en Alemania, para obtener el permiso de conducir, es necesario
recibir formación en primeros auxilios para enfrentarse, precisamente, a
este tipo de situaciones. La gente, comentó cierto médico de urgencias de
un hospital alemán, pasa de largo cuando ve a otros en peligro.
No parece importarles gran cosa.

Tres

Asumo infinitas dimensiones de las cuales estoy en contacto con tres.


Una dimensión en donde un fotón es una estrella.
Una dimensión en la que una estrella es un fotón.
Y una dimensión, que es en la que vivo, donde un fotón es un fotón.
Y una estrella, es una estrella.
Gota

Padezco de gota hace muchos años y lo descubro ahora, lo estoy tratando,


los dolores articulares que produce son totalmente invalidantes,
extremadamente dolorosos y es imposible dar un solo paso si el dolor es en
el pie, pero se resuelven con reposo y antiinflamatorios, tanto la aspirina
como los productos que la contienen, deben evitarse durante los ataques
agudos. La gota se origina por un exceso de ácido úrico en el organismo,
este exceso puede deberse a un aumento en su producción, a una
eliminación insuficiente por el riñón o exceso de ingesta de alimentos ricos
en purinas que son metabolizados por el organismo a ácido úrico. Todavía
muchas personas continúan padeciendo problemas relacionados con la
gota, porque el conocimiento de que existen tratamientos efectivos para la
misma ha calado lentamente, tanto en pacientes como en algunos médicos,
tan es así que he visitado a muchos en el transcurso de estos últimos años y
ninguno tomó los valores de ácido úrico en la sangre como una razón para
ser tratado. Con el transcurso de tiempo los niveles elevados de ácido úrico
forman cristales en forma de aguja, que se depositan en las articulaciones y
producen ataques de gota. Históricamente la gota ha constituido una de las
mayores causas de dolor articular, los reumatólogos sirven como
educadores de los pacientes y de sus médicos. En mi caso la enfermedad
empezó a manifestarse hace aproximadamente diez años, los primeros
síntomas fueron, un fuerte dolor en la rodilla o en el pie, lo trataba con
algún antiinflamatorio y desaparecía, pasaba un tiempo y volvía, luego de
varias veces iba al médico y entre otras cosas me decía que podía ser el
ácido úrico pero que los valores no eran tal altos, otras veces me hacía
radiografías pero no daban ninguna anormalidad, así que el tiempo fue
pasando y los valores que oscilaban entre 70 y 80 me tenían con dolor cada
vez más frecuentemente, en las épocas que llegaban a 100 me resultaba
imposible soportar el dolor. Muchas veces bajé los niveles con Allopurinol,
pero la única manera de combatirlo es consumiendo los alimentos
adecuados y cambiando las costumbres alimenticias buscando
preferentemente una dieta vegetariana. A partir de febrero del año 2007
comencé comer mas verduras en las comidas, a tomar y jugo de un limón
todos los días aproximadamente una hora después de almorzar, a beber un
solo vaso de vino ya que las bebidas alcohólicas son fuente de producción,
a comer carne moderadamente, a no tomar la bebida blanca que tomaba
después de las comidas, a tomar un jugo de pomelo a la tarde, a comer una
fruta a la mañana y otra a la tarde, a no comer mollejas, chinchulines, riñón
ni otro tipo de vísceras, a no comer mariscos, carne de cerdo, carne de
oveja u otras carnes que no sean las de vaca y en lo posible con poca grasa,
a comer pollo y pescado también en forma moderada, a no comer
embutidos, a no tomar gaseosas, a no tomar cerveza, a no comer enlatados,
mucho menos sardinas, caballas ni algo que se le parezca, a comer
solamente algún fiambre como jamón o bondiola y en forma muy
moderada, a no comer ningún tipo de caldo envasado, a comer quesos y
huevos como aporte de proteínas, a tomar bastante líquido durante el día y
me habitué a tomar una infusión diurética a la mañana y/o a la tarde como
cola de caballo o bardana, también a comer ensalada que contengan ajo y/o
cebolla, apio y zanahoria crudos en ensaladas, no comer mayonesa ni otro
aderezo envasado, a comer miel con pan blanco y frutas secas como higos
y uvas, a no tomar café ni té, a no comer cereales integrales, a no comer
carnes con mucha grasa. Otra de las cosas a las que me habitué es a salir a
caminar todos los días, en forma de esparcimiento tratando de salir de
lugares cerrados.

Devenir

“El futuro nunca es como nos lo imaginamos.”

Muros

“Los muros no mantienen a los demás afuera, sino a nosotros adentro.”


Resfriado

Cierto día llegaba con retraso a una reunión en el centro de Manhattan y,


como andaba buscando un atajo, me metí en el patio interior de un
rascacielos con la intención de salir por una puerta que había divisado al
otro lado y adelantar así unos minutos.
Pero, en el mismo momento en que entré en el vestíbulo del edificio y me
encontré ante una fila de ascensores, apareció súbitamente un guarda jurado
que, moviendo los brazos, me gritó: ¡Usted no puede estar aquí!
¿Por qué? pregunté, sorprendido.
¡Porque ésta es una propiedad privada!
¡Es una propiedad privada! gritó, notoriamente agitado.
Entonces me di cuenta de que había entrado inadvertidamente en una zona
de acceso restringido que no estaba adecuadamente señalizada.
No me hubiera equivocado sugerí, en un débil intento de infundir un poco
de razón si en la puerta hubiera una señal que dijese Prohibida la entrada.
Pero mi comentario no sólo no le tranquilizó, sino que pareció enfurecerle
todavía más.
¡Fuera! ¡Fuera! gritó.
Entonces me marché, inquieto, mientras su ira siguió reverberando en mis
tripas durante varias calles.
Cuando una persona vomita sobre otra sus sentimientos negativos mediante
explosiones de ira, amenazas u otras muestras de indignación o desprecio
activa en ella los mismos circuitos por los que discurren estas inquietantes
emociones, un hecho cuya consecuencia neurológica consiste en el
contagio de esas mismas emociones. Porque hay que decir que las
emociones intensas constituyen el equivalente neuronal de un resfriado y se
contagian con la misma facilidad con que lo hace un rinovirus.

De Daniel Goleman
Fractal 05 - Agosto 2008
Próximo: Fractal 06 – Setiembre 2008

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