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La filosofía y sus problemas

Las ramas y los problemas que componen la filosofía han variado mucho a través de los
siglos. Por ejemplo, en sus orígenes, la filosofía abarcaba el estudio de los cielos que
hoy llamamos astronomía, así como los problemas que ahora pertenecen a la física.3
Teniendo esto en cuenta, a continuación se presentan algunos de los problemas más
importantes que todavía caen bajo el dominio de la filosofía, agrupados bajo las ramas
que los estudian.

Metafísica

La metafísica se ocupa de investigar la naturaleza, estructura y principios fundamentales


de la realidad en general.4 5 Esto incluye la clarificación e investigación de algunas de
las nociones fundamentales con las que entendemos el mundo, incluyendo: ser, entidad,
existencia, objeto, propiedad, relación, causalidad, tiempo y espacio.

Antes del advenimiento de la ciencia moderna, muchos de los problemas que hoy
pertenecen a las ciencias naturales eran estudiados por la metafísica bajo el título de
filosofía natural.

El problema ontológico

Este problema fue presentado muy elocuentemente por Quine en su artículo Sobre lo
que hay:

Un rasgo curioso del problema ontológico es su simplicidad. Puede formularse en dos


monosílabos castellanos: «¿Qué hay?». Puede además responderse en una sola palabra: «Todo»,
y todos aceptarán esta respuesta como verdadera. Sin embargo, esto es sólo decir que hay lo que
hay. Queda lugar para discrepancias en casos particulares; y así la cuestión ha persistido a través
de los siglos.

El problema ontológico pregunta por lo que hay en el mundo con independencia de


nosotros. Al principio puede parecer que dar una respuesta a esta pregunta es fácil: por
ejemplo, nos parece que en el mundo existen cosas como mesas, sillas, cucharas, etc.
Sin embargo, esta creencia del sentido común puede ser puesta en duda muy fácilmente
y de muchas maneras. Tomemos por caso nuestra creencia en la existencia de las
cucharas. Si se admite que las cucharas no son más que pedazos de madera y/o metal
arreglados de cierta manera, entonces cabe preguntar si lo que hay en el mundo son
cucharas, o pedazos de madera y metal. Porque recordemos que aquí no tiene ninguna
importancia el que estos pedazos tengan una función. Las funciones sólo existen para
nosotros, los humanos, y la pregunta aquí es por lo que existe independientemente de
nosotros. De manera semejante, puede preguntarse si lo que hay en el mundo son
pedazos de madera y metal, o átomos, o electrones, protones y neutrones. Resulta obvio
que este mismo argumento puede adaptarse para cuestionar una enorme cantidad de
entidades del sentido común. Existen además otros argumentos que pueden poner en
duda entidades menos vulgares, como los números, las figuras geométricas, los
conjuntos, los universales, etc.6

El problema de los universales

1
Los universales son propiedades, cualidades o características generales tales como «ser
humano» o «ser rojo». El problema de los universales es acerca de si los universales
existen con independencia de los entes particulares de los cuales se predican, o si son
sólo maneras convenientes de hablar acerca de las similitudes entre dichos entes.
Dependiendo de la respuesta habrá que responder a otras preguntas, como si los
universales existen en los individuos, en nuestras mentes o en algún plano metafísico
diferente.

Gnoseología

La gnoseología es el estudio del orígen, la naturaleza y los límites del conocimiento en


general.7 Cuando se trata del conocimiento científico, la filosofía en español reserva un
término especial, epistemología, que en inglés se usa indistintamente con gnoseología. 8
El estudio del conocimiento científico también es abordado por la filosofía de la ciencia,
y además muchas ciencias particulares tienen su propia filosofía. Por ejemplo, la
filosofía de la historia, la filosofía de la matemática, la filosofía de la física, etcétera.

En la gnoseología se suele distinguir entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento


proposicional, el conocimiento práctico o performativo, y el conocimiento por
familiaridad (acquaintance).9 El primero se asocia a la expresión «saber que», el
segundo a la expresión «saber cómo», y el tercero, en el español, se asocia a la
expresión «conocer» (en vez de «saber»). Así decimos, por ejemplo, que en la biología
se sabe que los perros son mamíferos. Este es un conocimiento proposicional. Luego
existe un saber cómo entrenar un perro, el cual es un conocimiento práctico o
performativo. Y por último, el conocimiento por familiaridad es aquel que posee quien
dice, por ejemplo, "yo conozco a su perro".9 La mayoría del trabajo en gnoseología se
centra en el primer tipo de conocimiento, aunque ha habido esfuerzos por cambiar esto.
[cita requerida]

El problema de Gettier

Desde la antigüedad, el conocimiento ha sido definido como «creencia verdadera y


justificada».10 Sin embargo, en un breve artículo de 1963,11 Edmund Gettier puso en
jaque esta definición, mostrando que es posible generar contraejemplos a la misma, es
decir, situaciones en las que se cumplen las tres condiciones, pero en las que nunca
diríamos que existe conocimiento. Para ilustrar un poco el asunto, digamos que Newton
tiene frente a sí lo que parece ser una manzana y emite la proposición: «Frente a mí hay
una manzana». Newton cree en lo que dice, y su creencia está justificada por su
percepción. Luego, para que Newton sepa que frente a él hay una manzana, sólo falta
que de hecho haya una manzana frente a él (es decir, que la proposición sea verdadera).
Pero resulta que la manzana que Newton percibe no es una manzana real: está hecha de
cera. En consecuencia, según la definición clásica, Newton no posee conocimiento.
Ahora bien, imaginemos también que dentro de la manzana de cera hay una manzana
real, más pequeña. En este caso, frente a Newton sí hay una manzana, y por lo tanto
Newton cumple con las tres condiciones de la definición clásica: Newton cree que
frente a él hay una manzana, Newton está justificado en su creencia, y su creencia es
verdadera. Pese a ello, es muy difícil admitir que Newton sabe lo que hay frente a él.
Nos parece más bien que simplemente tuvo suerte (lo que se llama suerte epistémica).
Este tipo de contraejemplos hoy se conocen como casos Gettier, y el esfuerzo por
superarlos es el motor de gran parte de la gnoseología contemporánea.

2
El trilema de Münchhausen

Un trilema es un problema que admite sólo tres soluciones, todas las cuales parecen
inaceptables. El trilema de Münchhausen, también llamado trilema de Agripa, es un
ataque a la posibilidad de lograr una justificación última para cualquier proposición,
incluso en las ciencias formales como la matemática y la lógica. El argumento corre así:
cualquiera sea la manera en que justifiquemos una proposición, si lo que se quiere es
certeza absoluta, siempre será necesario justificar los medios de la justificación, y luego
los medios de esta nueva justificación, etc. Esta simple observación nos condena sin
escape a una de las siguientes tres alternativas (los tres cuernos del trilema):

1. Una regresión infinita: A se justifica por B, B se justifica por C, C se justifica


por D, etc.
2. Un círculo lógico: A se justifica por B, B se justifica por C, y C se justifica por
A.
3. Un corte arbitrario en el razonamiento: A se justifica por B, B se justifica por C,
y C no se justifica. Esta última proposición puede presentarse como
autoevidente, de sentido común o como un principio fundamental, pero aún así
representaría una suspensión arbitraria del principio de razón suficiente.

El problema de la inducción

Existen dos casos clásicos de razonamiento inductivo: el primero son las


generalizaciones universales a partir de un número finito de observaciones particulares.
Por ejemplo, cuando concluímos que todas las esmeraldas son verdes porque todas las
esmeraldas que hemos visto hasta ahora han sido verdes. El segundo son las
proyecciones hacia el futuro a partir de lo que se ha observado en el pasado. Por
ejemplo, que el sol va a salir mañana, dado que siempre ha salido hasta ahora. Ambos
modos de razonamiento son muy frecuentes en la ciencia y en la vida cotidiana. El
problema consiste en que ninguno de los dos es deductivamente válido. Quiere decir
que la verdad de las premisas no garantiza la verdad de la conclusión. En teoría, podría
ser que la próxima esmeralda que encontremos sea roja y no verde. Sin embargo,
tendemos a creer que el hecho de que tantas esmeraldas hayan sido verdes, es una buena
razón para creer que todas las esmeraldas son verdes. El problema de la inducción
consiste en establecer si los razonamientos como este están justificados, y en qué
medida.

Lógica

La lógica es el estudio de los principios de la inferencia válida.12 Para ser un poco más
concretos, algunos temas que caen bajo el dominio de la lógica son: la estructura (o
forma) de los argumentos y las proposiciones, tanto en los sistemas formales de
inferencia como en el lenguaje natural, las falacias, las paradojas, los razonamientos
probabilísticos y los argumentos que involucran a la causalidad.

La paradoja del mentiroso

La paradoja del mentiroso es en realidad un conjunto de paradojas relacionadas.13 El


ejemplo más simple de la misma surge al considerar la oración: «Esta oración es falsa».
Dado el principio del tercero excluido, dicha oración debe ser verdadera o falsa. Si

3
suponemos que es verdadera, entonces todo lo que la oración afirma es el caso. Pero la
oración afirma que ella misma es falsa, y eso contradice nuestra suposición original de
que es verdadera. Supongamos, pues, que la oración es falsa. Luego, lo que afirma debe
ser falso. Pero esto significa que es falso que ella misma sea falsa, lo cual vuelve a
contradecir nuestra suposición anterior. De este modo, no es posible asignar un valor de
verdad a la oración sin contradecirse.13

A través de los siglos, el interés por resolver esta paradoja y sus variantes ha impulsado
una enorme cantidad de trabajo en semántica, lógica y filosofía en general.[cita requerida]

Las paradojas de la implicación material

Las paradojas de la implicación material son un conjunto de fórmulas de la lógica


proposicional, reconocidas como verdades lógicas, pero que golpean al sentido común
como cuestionables, o incluso absurdas. Algunas de estas son:




Dicho en términos más concretos, la lógica proposicional afirma que las siguientes
oraciones son verdaderas:

• Si la Luna está hecha de queso, entonces 2 + 2 = 4.


• Si 2 + 2 = 5, entonces la Luna está hecha de queso.
• Si la Luna está hecha de queso, entonces la Tierra es plana o no es plana.

Como la verdad de estas oraciones resulta tan antiintuitiva, es natural pensar que la
lógica de predicados comete algún error al considerarlas verdades lógicas. En general se
piensa que dicho error reside en la interpretación veritativo-funcional del condicional
«si..., entonces...», y por lo tanto se han propuesto varias alternativas, entre ellas el
condicional estricto, y los esfuerzos de la lógica relevante.

Filosofía del lenguaje

La filosofía del lenguaje es el estudio del lenguaje en sus aspectos más generales y
fundamentales. A diferencia de la lingüística, la filosofía del lenguaje se sirve de
métodos no-empíricos (como experimentos mentales) para llegar a sus conclusiones.14
En general, en la filosofía del lenguaje no se hace diferencia entre el lenguaje hablado,
el escrito o cualquiera otra de sus manifestaciones, sino que se estudia aquello que es
común a todas ellas. Algunos problemas típicos de la disciplina son: la naturaleza del
significado y de la referencia, y la relación entre el lenguaje, los usuarios del lenguaje y
la realidad.

El problema de la referencia

Según la opinión general, existen ciertas expresiones que sirven para hacer referencia a
entidades o aspectos del mundo. Así por ejemplo, el nombre propio «Aristóteles» hace

4
referencia al gran filósofo griego Aristóteles, y la descripción definida «el maestro de
Aristóteles» hace referencia a Platón. El problema de la referencia consiste,
principalmente, en determinar cómo es que tales expresiones refieren al mundo, es
decir, el mecanismo por el cual refieren. Pues no siempre es posible señalar al referente
y decir algo como "a éso me refiero cuando hablo de la Luna". Por ejemplo, cuando
hablamos de Aristóteles ya no es posible señalarlo, ni tampoco cuando hablamos de
entidades imaginarias como Pegaso, o de inobservables como Dios. Los tres tipos de
teorías de la referencia más comunes son: las teorías descriptivas, las teorías causales y
las teorías híbridas. La importancia del problema de la referencia reside, en parte, en su
potencial para aclarar la relación entre el lenguaje y el mundo, y entre el lenguaje y la
verdad.15

Filosofía de la mente

La filosofía de la mente es el estudio de la mente, los actos mentales, la conciencia y la


relación entre la mente y el cuerpo.

El problema mente-cuerpo

Desde el trabajo de René Descartes16 (aunque hubo antecedentes[cita requerida]), muchos


filósofos han advertido que los fenómenos mentales parecen ser ontológicamente
distintos de los corporales, y que por lo tanto su interacción necesita ser explicada. Pues
está claro que cuando pensamos en algo, nuestro cuerpo puede actuar en consecuencia,
e inversamente cuando interactuamos con algo, nuestra mente puede reaccionar a ello.
Sin embargo, si lo mental y lo corporal son en verdad ontológicamente distintos, no se
explica cómo es posible esta interacción (sería como decir que un número golpea a una
roca). En el esfuerzo por encontrar una explicación, han surgido dos posturas
principales: una es el dualismo, que sostiene que los fenómenos mentales son de hecho
ontológicamente distintos de los corporales, y que la explicación de su interacción debe
realizarse teniendo esto en cuenta. La otra es el monismo, que sostiene que no hay
ninguna diferencia real entre lo mental y lo corporal, sino sólo aparente. Dentro del
monismo existen dos variedades: el fisicalismo y el idealismo. La primera sostiene que
todo lo que hay es físico, la segunda que todo lo que hay es mental. En la actualidad, el
fisicalismo es por lejos la forma de monismo más común.

Ética

La ética abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir. 17


Dentro de la ética es frecuente distinguir tres niveles: el primero, la metaética, estudia el
significado de los juicios éticos y/o normativos, y las razones que los vuelven
verdaderos o falsos. El segundo, la ética normativa, estudia los principios que vuelven a
las acciones buenas o malas, correctas o incorrectas. El tercero, la ética aplicada, estudia
las aplicaciones concretas de las teorías éticas.18

El problema del libre albedrío

El problema del libre albedrío refiere a una contradicción (real o aparente) entre dos de
nuestras creencias más básicas: por un lado, la creencia del sentido común de que
cuando actuamos, pudimos haber actuado de otra manera. Por ejemplo, cuando alzamos
el brazo, pudimos no haberlo alzado. Por el otro lado, la creencia fundamental de la

5
ciencia de que todos los eventos, incluyendo las acciones humanas, están determinados
por la irrompible cadena de causas y efectos, y por lo tanto no pudieron haber sucedido
de otra manera.19

De este modo, parece haber una contradicción entre ambas creencias. El problema con
aceptar que nuestras acciones estén causalmente determinadas, es que el libre albedrío
parece ser una condición necesaria para asignar responsabilidad moral a un agente.
Nadie culparía a una persona por hacer algo que no pudo elegir.

El problema del ser y el deber ser

Este problema (también conocido como la guillotina de Hume) fue presentado por
primera vez por David Hume en un breve párrafo de su Tratado sobre la naturaleza
humana:

En todo sistema de moralidad que hasta ahora he encontrado, siempre he notado que el autor
procede por algún tiempo en los modos ordinarios de razonamiento, y establece la existencia de
Dios, o hace observaciones concernientes a los asuntos humanos, cuando de pronto me veo
sorprendido de encontrar, que en vez de los enlaces usuales de las proposiciones, es y no es,
encuentro que no hay ninguna proposición que no esté enlazada con un debe, o un no debe. Este
cambio es imperceptible; pero es, sin embargo, de grandes consencuencias. Pues como este
debe, o no debe, expresa una nueva relación o afirmación, es necesario que sea observada y
explicada; y que al mismo tiempo se de una razón, para lo que parece totalmente inconcebible:
cómo esta nueva relación puede ser una deducción de otras, que son completamente diferentes
de ella.

En otras palabras, lo que Hume observa es que muchos moralistas empiezan afirmando
hechos (como «todos los tiranos son injustos») y terminan afirmando deberes (como
«todos los tiranos deben ser justos»), sin justificar el paso de los primeros a los
segundos. Al principio, dicha justificación puede lograrse si se agrega una premisa que
afirme un deber al argumento. Por ejemplo, partiendo del deber de que «todos los
hombres deben ser justos», y sabiendo que «todos los tiranos son hombres», se puede
concluir que «todos los tiranos deben ser justos». Sin embargo, el verdadero problema
asoma cuando advertimos que para justificar el deber de la premisa, se necesita un deber
previo, y para justificar éste se necesita otro anterior, etc. De modo que, para evitar la
regresión al infinito, nos vemos obligados a concluir que es imposible justificar los
deberes de manera absoluta.

Estética

La única definición que parece gozar de algún consenso entre los filósofos, es que la
estética es el estudio de la belleza.20 21 Sin embargo, algunos autores también
generalizan esta definición y afirman que la estética es el estudio de las experiencias
estéticas y de los juicios estéticos.22 Cuando juzgamos que algo es bello, feo, sublime o
elegante (por dar algunos ejemplos), estamos haciendo juicios estéticos, que a su vez
reflejan experiencias estéticas.22 La estética es el estudio de estas experiencias y de estos
juicios, de su naturaleza y de los principios que tienen en común.

La estética es una disciplina más amplia que la filosofía del arte, en tanto que los juicios
y las experiencias estéticas pueden encontrarse fácilmente por fuera del arte. Por

6
ejemplo, cuando vemos pasar a un perro, podríamos juzgar que el perro es hermoso, y
realizar así un juicio estético sobre algo que nada tiene que ver con el arte.23

Filosofía política

La filosofía política estudia cuestiones fundamentales acerca del gobierno, la política, la


libertad, la justicia, la propiedad, los derechos y la aplicación de un código legal por la
autoridad: qué son, por qué (o incluso si) son necesarios, qué hace a un gobierno
legítimo, qué derechos y libertades debe proteger y por qué, qué forma debe adoptar y
por qué, qué obligaciones tienen los ciudadanos para con un gobierno legítimo (si acaso
alguna), y cuándo pueden derrocarlo legítimamente (si alguna vez).

Historia de la filosofía occidental


La tradición filosófica occidental tiene una historia de más de 2500 años, desde la
antigua Grecia hasta nuestros días. A lo largo de ese tiempo, hubo una enorme cantidad
de filósofos y movimientos filosóficos, demasiado numerosos para ser mencionados
aquí. Lo que sigue es una mera caracterización de los distintos períodos de la historia
de la filosofía occidental, incluyendo una mención a las principales figuras y corrientes
de cada época.

Filosofía antigua

La filosofía antigua es la filosofía que se desarrolló en el mundo grecorromano desde el


siglo VI a. C. hasta la decadencia del Imperio Romano, en el siglo IV. En general se la
divide en tres períodos: el de la filosofía presocrática, que va de Tales hasta Sócrates, el
de las escuelas posteriores a Sócrates hasta la difusión de la filosofía griega en el mundo
romano, y por último el período post-aristotélico o helenístico.24 A veces se agrega un
cuarto período que comprende a los filósofos cristianos y neoplatonistas. Los dos
autores más importantes de la filosofía antigua, en términos de su influencia posterior,
fueron Platón y Aristóteles.

La cultura griega, al igual que todas las culturas de su entorno, contaba con una gran
cantidad de narraciones míticas para explicar el por qué de los fenómenos naturales y de
las instituciones humanas. Una de las preocupaciones de los filósofos griegos fue la de
encontrar una alternativa a estas explicaciones míticas, a saber, una explicación
racional, económica y unificada. Otras cuestiones muy debatidas fueron: la retórica y la
buena argumentación; la virtud; la justicia y su relación con los diferentes sistemas
políticos; el problema gnoseológico de reconciliar el cambio constante del universo con
la posibilidad del conocimiento inmutable; y la naturaleza de las entidades no sensibles
como los números, los universales, los dioses y los elementos últimos de la naturaleza.

Con su crítica a las creencias heredadas y el apoyo en la razón y la argumentación, este


período estableció el carácter de toda la filosofía posterior.

La escuela de Atenas, de Rafael, representa a los filósofos, matemáticos y científicos


más importantes de la época.

7
Filosofía medieval

Las siete artes liberales, según una ilustración del siglo XII.

La filosofía medieval es la filosofía de Europa y Oriente Medio durante lo que hoy se


llama el Medioevo o la Edad Media, que se extiende aproximadamente desde la caida
del Imperio Romano hasta el Renacimiento. La filosofía medieval se caracteriza en
parte por el redescubrimiento de la filosofía griega clásica y la filosofía helenística, y en
parte por la necesidad de responder a cuestiones teológicas y de integrar las doctrinas
sagradas (cristianas, judías e islámicas) con el aprendizaje secular.

Algunos problemas centrales en este período fueron la relación entre la fe y la razón, la


existencia y unidad de Dios, el objeto de la teología y la metafísica, los problemas del
conocimiento, de los universales y de la individuación.

Filósofos importantes de este período incluyen a los filósofos musulmanes Al-Farabi,


Avempace, Averroes y Avicenna, al filósofo judío Maimónides, y a los filósofos
cristianos Ramón Llull, Erígena, Abelardo, Anselmo, Bacon, Tomás de Aquino, Duns
Scoto y Guillermo de Ockham.

Filosofía moderna clásica (siglos XVII y XVIII)

René Descartes rompió con la tradición escolástica, dando inicio a la filosofía moderna
en general y al racionalismo en particular.

La filosofía moderna temprana se caracterizó por reconocer plenamente la preeminencia


de la gnoseología por sobre la metafísica,[cita requerida] argumentando que antes de intentar
conocer lo que hay, es prudente conocer lo que se puede conocer.25

Las principales corrientes de esta época fueron, por lo tanto, corrientes gnoseológicas.
El racionalismo enfatizaba el papel de la razón en la adquisición del conocimiento, y sus
principales exponentes fueron René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz. El
empirismo, en cambio, sostenía que la fuente principal del conocimiento es la
experiencia, y se lo asocia principalmente con John Locke, David Hume y George
Berkeley.

En 1781, Immanuel Kant publicó su famosa Crítica de la razón pura, donde rechaza
ambas posturas y propone una alternativa. Según Kant, si bien todo nuestro
conocimiento empieza con la experiencia, no todo se origina de ella,26 pues existen
ciertas estructuras del sujeto que anteceden a toda experiencia, en tanto son las
condiciones que la hacen posible. Esta postura inspiró lo que luego se llamó el
idealismo alemán.

Filosofía moderna tardía (siglo XIX)

Generalmente se considera que después de la filosofía de Immanuel Kant, se inició otra


etapa en la filosofía,27 en gran parte definida por ser una reacción a Kant. Este período
empezó con el desarrollo del idealismo alemán (principalmente Fichte, Schelling y

8
Hegel), pero siguió con una cantidad de otros movimientos,28 la mayoría de los cuales
fueron creados por filósofos trabajando desde fuera del mundo académico:29

• En Alemania, los excesos metafísicos del idealismo dieron lugar a un


movimiento neokantista.
• Kierkegaard y Nietzsche sentaron las bases para la filosofía existencialista.30
• Auguste Comte acuñó el término "positivismo" y popularizó la escuela.31 32
• En la ética, Jeremy Bentham y John Stuart Mill elaboraron el utilitarismo, según
el cual la acción correcta es aquella que produce la mayor cantidad de felicidad
general.33
• Karl Marx y Friedrich Engels invirtieron la filosofía hegeliana para fundar el
materialismo dialéctico.
• En los Estados Unidos, Charles Sanders Peirce, William James y John Dewey
dieron orígen a la escuela pragmatista.34
• Por el final del siglo, Edmund Husserl inició la escuela de la fenomenología.
• En el último tercio del siglo, Gottlob Frege empezó con su trabajo en lógica
matemática, que habría de proveer las herramientas para la filosofía analítica,
pero que permanecería desconocido hasta el siglo XX.

Filosofía contemporánea (siglos XX y XXI)

En el siglo XX, la mayoría de los filósofos más importantes trabajaron desde dentro de
las universidades, especialmente en la segunda mitad del siglo.29 Algunos de los temas
más discutidos fueron la relación entre el lenguaje y la filosofía (este hecho a veces es
llamado "el giro lingüístico") y las implicaciones filosóficas de los enormes desarrollos
en lógica a lo largo de todo el siglo.[cita requerida]

Las tradiciones filosóficas más significativas y abarcadoras del siglo XX fueron dos:29

La filosofía analítica se desarrolló principalmente en el mundo anglosajón, y debe su


nombre al énfasis que al principio puso en el análisis del lenguaje por medio de la
lógica formal.35 En la segunda mitad del siglo, sin embargo, la filosofía analítica dejó de
centrarse sólo en el lenguaje, y la unidad de la tradición recayó en la exigencia de
claridad y rigor en la argumentación, en la atención a los detalles y en la desconfianza
hacia los grandes sistemas filosóficos.35 Algunos pensadores tempranos que se asocian a
la tradición analítica son Gottlob Frege, G. E. Moore, Bertrand Russell, Ludwig
Wittgenstein y los integrantes del Círculo de Viena, y más adelante Willard van Orman
Quine, Saul Kripke, John Searle y Donald Davidson, entre otros.

La segunda tradición principal del siglo XX resulta aún más difícil de caracterizar que la
filosofía analítica. La filosofía continental se desarrolló principalmente en la Europa
Continental (de ahí su nombre), y se caracterizó por ser más especulativa y por dar más
importancia a la historia que la filosofía analítica.36 La fenomenología, el
existencialismo, el estructuralismo, el postestructuralismo y la postmodernidad son
algunas escuelas que caen dentro de esta tradición, 36 y algunos de sus autores más
influyentes fueron Edmund Husserl, Martin Heidegger, Jean Paul Sartre y José Ortega y
Gasset en la primera mitad del siglo, seguidos por Michel Foucault, Jacques Derrida,
Hannah Arendt y Gilles Deleuze en la segunda.

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