Merezco un amor enorme, que no tenga dudas... que no tenga miedos.

Despertarme envuelta con un bombom cado del cielo solo para m.

No desayunar sola, y que me lleven tecito a la cama,
alguien que sepa que halls me gusta y que amo las bombitas.
Un chico listo que sepa leerme entre lneas y se agarre a mis curvas
an ante el riesgo de que jams quiera soltarse de m.
Descubrir que no existe permiso que no pueda tomarme
ni iniciativa lo suficientemente indecorosa que me haga salir huyendo.
Que mis botas nuevas, que no hacen dao alguno, me lleven a bailar
que estas, a juego con mi falda, me hagan entrar gratis a todos sitios.
Caminar con cara de tonta, porque he recordado algo demasiado ntimo para ser pblico
y que a todo pervertido que intente propasarse, pueda clavarle mi increble sentido del humor.

Merezco un milln de historias de amor brutales
aunque toda la vida sepa que me basta tan solo una.
Dormir todas las noches en los brazos del mismo chico y que me parezca cada da distinto.
Sentirme tan segura en mis tacones, que estos no tambaleen ante mis contoneos.
Atravesar decidida callejones sin salida alguna
pese a que escondan derrotas inoportunas.
Decir en esta vida que nada ya me sorprende
y que, an as, esta misma se esmere por demostrarme lo contrario.
Que mi romanticismo casi extinto destroce la soledad de cada una de las maanas.
Que mil y una juergas sean suficientes para entender que lo que busco me hallar solo!
Que en los das nublados, un sol clandestino caliente poco a poco mi gran cinismo.
Mirarme! Y ver que no tengo miedo de querer porque no he dejado de quererme yo
que no dejaron de quererme nunca
Merezco ir de sitio en sitio ligndome al pasar cada palabra descarada,
ser el capricho de cada cantinero y as las copas me salgan gratis.
Levantarme cada fin de semana con el lpiz corrido en los ojos
y al mirarme al espejo recordar cada una de mis risitas,
cayendo rendida en un encantamiento sin tener que rendirle cuentas al amor.
Amigas insobornables que me cubran en mis retiradas aceleradas
siendo ellas en ese instante mis mayores confidentes.
Querer disfrazarme de chica mala, cada fin de semana
y que los dems intuyan lo valiente que soy por no rendirme.
Sacudirme alegremente carios estropeados, sin tener que besar intilmente a cualquier sapo.

Merezco seguir creyendo fielmente en la gente a pesar que mi propia sangre me fall
Merezco seguir siendo yo sin pensar en todo lo que pas.