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Entrevistas

a Julio Carreras

Quipu Editorial
2009
Quipu Editorial
http://www.quipueditorial.com.ar
En la foto: Julio Carreras con Tamara Sperat, periodista
(Redacción de El Liberal, Santiago del Estero, octubre de
1994).

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En este libro presentamos una selección de
entrevistas efectuadas a Julio Carreras (h),
en diferentes oportunidades.

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LA HUMANIDAD DE UN ROMÁNTICO DE
ESTOS TIEMPOS
(Noviembre de 1992)

Entrevista por Silvia Piccoli


Esta conversación fue publicada en la Sección
Cultural del diario La Voz de San Justo (San
Francisco, Córdoba).

Ojos oscuros y profundos, como la voz. Nunca


dejaron de impresionarme estos dos factores de su
personalidad, pese a los años compartidos, de
amistad, poesía y empeños del espíritu. El

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sentimiento, la pasión, la patética visión de la
condición humana, hacen de Julio Carreras un
verdadero romántico. Muchas veces me ha
sorprendido el protagonismo femenino en sus
novelas y relatos. Las mujeres que él crea son
arquetípicas, un poco al estilo de la “donna
angelo” del “dolce stil novo”, como la Beatrice del
Dante o aquella Laura de Petrarca: mujer que
salva, que redime, que ilumina. Pero también puede
ser criatura infernal, agente de destrucción, que
arrastre al hombre a un destino trágico. En uno y
otro caso, el instrumento de que se valen estas
mujeres -para salvar o para perder- es el amor en
todos sus matices. No he leído una sola obra de
Julio en que una mujer no sea el factor decisivo de
toda la historia, para bien o para mal. (Silvia
Piccoli)

¿Has pensado en lo que te lleva a escribir de tal


manera que las mujeres tengan un papel tan
importante en tus historias?

Julio Carreras (h): Sí, lo he pensado. He empezado a


pensar en la mujer, creo, a los cinco años, cuando mi

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padre me dijo con los ojos perdidos en la distancia,
intentando disimular las lágrimas, que mi madre se
había ido y no volvería más. (Mi madre era una muy
bella mujer hispánica, como extraída de un poema
de Bécquer). Lloviznaba y yo me figuré una mujer
ideal a quien mi padre amaba y se diluía en el cielo
gris, sin permitirnos alcanzarla. Luego pensé en mi
abuela, que vino a cuidarnos y parecía concentrar en
ella todas las virtudes de la madre tierra. Y a medida
que iba creciendo e iba escuchando las historias de
mi propia familia -un Juan Carrera que se pegó un
tiro a principio de siglo y como no se mató con el de
la sien se metió el caño en la boca y esa vez lo
consiguió; un Alberto Revainera (padre de mi
mamá) que era concertista, se enamoró de una
“Beatrice” italiana y se casó con otra por
compromisos familiares, de los mismos Revaineras
dueños y fundadores de un pueblo a mediados del
siglo pasado, cuyas historias, con inmigrantes
suecos, alemanes y los ingleses, desde el ferrocarril
y las compañías forestales, dominando todo e
imponiendo los usos y la cultura y entre ellos los
Revaineras, como intermediarios válidos para la
población... un abuelo Carrera que fue montonero y

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también un Coria que combatió con Güemes... en
fin, tantas historias, incluyendo la de mi propio
padre, que era un poeta famoso y seductor en su
tiempo (y todos los conflictos morales que el
donjuanismo le inducían y de los cuales nosotros
con mi hermano sabíamos)... y siempre en las
historias, mujeres... mujeres como ángeles, mujeres
como “Lamiae”, hamadriadas o estrigas... Más tarde,
cuando despuntó en mí la pubertad, empecé a pensar
aún más en las mujeres; puesto que yo me crié
únicamente entre hombres desde los cinco años
(éramos solamente mi hermano Gustavo y yo, mi
padre, mi abuelo y mi abuela, que como te dije para
mí era una mujer casi sólo en sentido simbólico); y
bueno, para mí la mujer fue siempre uno de los más
soberanos y apreciados misterios... Te podría hablar
mucho de eso, pero creo que se puede tomarlo en
parte, como vos lo dijiste, de mis novelas y cuentos.

Como escritora, creo que cada línea que se escribe


contiene una parte de uno mismo, un trazo grueso o
sutil, oscuro o luminoso del propio ser. Sin
embargo, aunque todo provenga de la misma
persona, de la misma historia, cada línea, cada

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verso, cada página es diferente, única, singular. Por
eso cada libro es un hijo del escritor, un hijo que
tiene su propia personalidad, integrada por algo de
su padre -que le da un “aire de familia”,
identificándolo como producción del autor-, pero
que tiene características particulares.

¿Cómo es esa personalidad de El Malamor?

J. C.: Respecto de este libro, debo decir que se


diferencia de los otros que he escrito principalmente
en su tono. Esto es, mientras Abelardo por ejemplo,
o Ciclo de Antón Tapia”, son novelas en las cuales
campea permanentemente un trasfondo de tragedias,
El Malamor es un libro fresco, divertido. Esto es
natural, ya que las de las novelas son acciones que
transcurren sobre y entremezcladas con la historia
de un período de la Argentina -los años que van de
los 60 a los 80- en los cuales, si fuese de otra
manera, significaría que el autor ha estado con la
cabeza enterrada mientras a su alrededor el mundo
se desenvolvía en medio de una dinámica al mismo
tiempo frenética, sangrienta y calidoscópica. El
Malamor -además de dar nombre al libro es uno de

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los cuentos, que trata sobre una relación de incesto,
origen de una transformación metafísica monstruosa,
como quieren los mitos de nuestra región de
Argentina, El Malamor, te decía, es la reunión de
incursiones absolutamente libres de la imaginación,
fuera de esa dura realidad exterior que vivíamos en
aquellos años, que fueron igualmente los de la
creación de esos relatos.

Contame sobre la gestación, sobre el origen de este


libro.

J.C. : Pese a haber sido escrito en períodos


contemporáneos a los anteriores -normalmente
escribo dos o tres libros paralelamente-, El Malamor
lo fue de un modo desapegado, es decir, buscando
deliberadamente los temas que no tenían relación
directa con lo que sucedía, o podía tener matices
sentimentales directamente relacionados con la
realidad histórica. También, de algún modo,
significaba un descanso psíquico para mí: mientras
escribía sobre historias atormentadas y tragedias -
que en algunos casos, como en la novela “Ciclo de
Antón Tapia”, producían asociaciones históricas,

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con la represión mitrista del siglo pasado a los
montoneros del interior, o los combates recientes-,
cuando escribía sobre asesinatos e historias de amor
destruidas, como te decía, sentía muchas veces la
necesidad de hacer un “cuento perfecto” (para mí un
cuento perfecto es un argumento totalmente
imaginario, desde la primera a la última frase, aparte
de formalmente cuidado y bello); entonces me ponía
a escribir, por ejemplo, sobre las posibilidades
metafísicas de la materia y el tiempo, las leyendas
del almamula, el “petiso fantasma” o una historia de
amor entre adolescentes durante unas vacaciones de
verano... Salió, entonces una serie de relatos
divertidos, si se puede llamarlos así y en general
muy cuidados en el lenguaje.

En tus escritos, sobre todo en las novelas, hay


mucho de tu experiencia vital. Creo que no ocurre
lo mismo con tus cuentos, en los que yo veo -porque
te conozco hace mucho tiempo- una suerte de
dimensión imaginaria, ficticia, como de despegue
total de la realidad. Me da la impresión de que sos
más libre en tus cuentos, más feliz si se quiere.
Acaso escribir un cuento sea para vos intentar re-

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vivir tu historia, para reflejar de otro modo tu
experiencia personal...

J.C. : Prefiero no hablar tanto sobre lo personal. Mi


vida ha sido dotada, si se puede llamarlo así, de una
intensidad poco frecuente (o tal vez mi propia
imaginación la ha teñido y modelado, como
sostienen algunas religiones orientales); lo cierto es
que a veces temo que hablar de ella es hacer
competencia a mis libros. Tú sabes que mi padre es
un ex-poeta conocido aquí, tú sabes que estudié
piano desde la infancia, más tarde pintura y toqué en
conjuntos de rock; tú sabes que escribí mis primeras
cosas como periodista, que desde los veinte años
escribí en varios periódicos, por lo cual tuve
problemas en la época del proceso... cosa que me
sirvió pues, como dice Nieztche “todo lo que no te
destruye te fortalece” y porque el hastío de tanta
violencia de ese período me convirtió en convencido
pacifista... en fin... También me casé, hace 18 años,
con una vitalísima cordobesa de San Francisco y con
ella tengo cuatro hijas... De hecho, mi vida se refleja
en gran parte dentro de lo que escribo,
particularmente en mis novelas, en las cuales, si

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bien no hago un relato estricto de ella, tomo más o
menos algunos hechos que sucedieron a mi
alrededor -y conmigo- personas que conocí, o cosas
que me contaron como reales, mas siempre
subsidiariamente respecto de los ejes del argumento,
que siempre es imaginario, es decir una composición
de sucesos que nunca se presentó de tal forma
precisamente en la historia.

¿Crees que un pasado desconocido, inaccesible a


través de la ciencia histórica, esté presente de algún
modo en el “hoy” del que escribe?

J.C. : Sí; por ejemplo en la novela El Jinete Oscuro,


que hasta ahora es la más larga que escribí (unas
500 páginas de libro), toma como eje dos vidas que
en cierto modo me pertenecen: la personal (en su
sentido familiar) desde cuatro años antes de mi
nacimiento, en 1949, hasta 1963 y la de un
antepasado militar, combatiente de las luchas por la
organización nacional, durante la década de 1870.
Estas dos historias juegan un papel concertado,
aunque en este, que es el primer tomo de una saga
que he planeado en cuatro libros, apenas esbozo la

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segunda, para dar prevalencia a la familia del
protagonista; el padre -un poeta que trabaja como
libretista de una radio-, sus abuelos -un comisario
retirado, que de joven fue arriero, mayoral de
estancia, cuchillero y por fin comisario- una abuela
cuya personalidad es un arquetipo de la cultura
“hispanoaborigen”... y otros que, sí, pueden
encontrárselos en mi vida.

¿Cómo se manifiesta en tus novelas ese tu otro


pasado, es decir, esa historia que objetivamente
puedes contar, que has vivido?

J.C. : Bueno, también en Ciclo... y la novela


Abelardo, editada a fines de 1991 y mi última
novela, una historia de amor en los '70 aún inédita,
que tú conoces, hay bastante de lo personal...
durante casi todo lo que duró el proceso militar
conocí y viví miles de historias personales de mis
amigos, de sus familias, con desapariciones,
torturas, combates armados que me narraban, en
fin... todo eso se refleja en parte en estas novelas,
cuyos argumentos transcurren durante ese periodo...
pero sólo un reflejo parcial, pues creo que para

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escribir sobre eso -como una vez le decía a Mempo
Giardinelli- soy cauto y todavía tiene que pasar un
tiempo, para escribir sobre las historias de las
cárceles y la lucha armada sin que se convierta en
una mera obra testimonial... ¿Sabes?, el escritor
tiene mucha responsabilidad, porque su obra
trasciende; un video u otro tipo de obras, aún no han
logrado la trascendencia de un libro a lo largo de los
siglos... entonces, uno debe despojarse de todo
sentimiento malsano que pueda enturbiar la
creación: rencores, aspiraciones personales, por muy
justas que le parezcan (siempre nos parecen justos
nuestros propios reclamos), para que lo producido,
sea una obra de arte, algo que acreciente al lector -
de ahora y de las próximas generaciones- y no que le
infunda odios o confusiones. Una obra de arte, para
serlo realmente, debe transmitir las esencias de los
sucesos, su sentido oculto... recuerdo que Mempo
me dijo “epa, sos muy ambicioso”, porque le
comenté que aspiraba a escribir algo como “La
condición humana” de André Malraux, respecto de
la época del proceso y para ello debía dejar pasar los
años, que mis sentimientos se calmen... y sí, creo
que para ser artista hay que ser ambicioso.

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¿Te sentiste identificado con André Malraux,
ideológicamente, como ensayista de arte, o te
agradó su literatura? ¿Qué escritor te influyó?
J.C. : Bueno, no sentí particular atracción por
Malraux; sólo La condición humana me conmovió
muchísimo (yo tenía 21 años), pero no creo que lo
ideológico (en el sentido de un “cuerpo de ideas”
que constituya una cosmogonía) sea determinante
para la literatura; al menos no lo fue en mí: yo tenía
por ejemplo la “contradicción” de que mientras me
crié en un hogar de un conservadorismo filonazi
(con el cual también me identificaba en la infancia),
leía las vidas de los pintores “malditos”, obras de
comunistas como Gorki o autores judíos. En mi
etapa de elección vocacional, a los veinte años, me
agradaba muchísimo Alexsandr Solhenitzin -por
inducción de sus libros devoré luego a Dostoievsky
y Tolstoi-. Pero mis verdaderos maestros fueron
cuatro: José Hernández, Gustavo Adolfo Bécquer,
Edgar Allan Poe y Hermann Hesse. En ese orden.

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A propósito de tus inclinaciones “ideológicas” en el
arte, se que integras un movimiento vanguardista
internacional... ¿el INIsmo?

J.C. : Así es.

¿Qué es el INIsmo?

J.C.: Es agua y es viento. Es fuego y aire: la


intención de este movimiento es recuperar el aliento
creador de la humanidad, que ha perdido la
iniciativa en este campo, deslumbrada por la
tecnología, que de algún modo ha sustituido esa
prerrogativa propia de los humanos. Entonces, el
INIsmo, está trabajando para crear otra vez, a partir
de la molécula más pequeña, una nueva forma de ser
humanos...

¿Es un movimiento europeo?

J.C.: El INIsmo nace en Francia, en 1980, fundado


por Gabriele-Aldo Bertozzi -quien continúa siendo
su orientador. Pero a poco de andar, se convierte en
un movimiento internacional. De hecho, casi

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simultáneamente hace su aparición en Argentina, a
través de una entrevista a Bertozzi publicada por la
revista Pájaro de Fuego, ese mismo año de su
fundación. Enseguida se conecta con ellos el poeta
porteño Hugo Fiorentino y a través de él, que era mi
amigo, conozco a este movimiento que integro hasta
hoy.

Presentame a El Malamor..

J.C. : Este libro contiene 28 cuentos, algunos cortos,


algunos largos, como “Niebla en los árboles” una
historia de ficción que llega casi a las 60 páginas...
Bueno, en este libro hay un poco de todos los
campos en que se puede incursionar: policiales,
creaciones en base a los mitos, como la salamanca,
el duende, las ánimas del bosque; cuentos de amor,
cuentos experimentales, donde se inventan palabras
y se alude a realidades multidimensionales; cuentos
“de terror”, de ficción fantástica, filosóficos... en
síntesis, un muestrario, cuyos hilos unitivos
fundamentales son el haber sido escritos más o
menos en cierto periodo y algunas pautas éticas,
percepciones del universo particulares y un código

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que refiere a realidades trascendentes. Me gustó
mucho escribirlo y ahora que lo releo para corregirlo
antes de que salga... también me pone muy contento.

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EXPLICAR LA REALIDAD A TRAVÉS DE
LA MAGIA

Por Mariela Ruth Gómez


Entrevista grabada en tres sesiones durante el
mes de enero de 1993.

El Norte Argentino es una región de bellas y


enigmáticas leyendas que, custodiadas por sus
habitantes, guardan celosamente la magia, los
secretos que envuelven cada una de ellas. Atrayendo
a incrédulos, ofreciendo el poder de ahondar y
rescatar el origen profundo de ciertas
características de nuestra identidad. Poder
descifrar tales historias, recobrar puramente su
significado y transmitir su mensaje, requiere arduo
trabajo, gran imaginación y, por qué no, de magia.
Julio Carreras (h) ha logrado en sus cuentos una
pacífica convivencia entre estas historias, su
experiencia personal y variantes especialmente
fantásticas. El autor es un hombre dueño de un don
muy especial... el de transformar la realidad en
poesía. Con cuarenta y tres años es autor de cuatro
novelas, dos libros de cuentos, múltiples ensayos y

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libros de poesías donde su cálida y pacífica
personalidad se transmite en cada línea. Estudió
artes plásticas en la Academia Nacional de Bellas
Artes “Juan Yaparí”, también música en el
conservatorio Rossini de Paula; quizá sea ese aire
de artista innato lo que le permite pintar con
palabras y traducir en música literaria toda la
esencia y ese marco misterioso de nuestra identidad.
Su actual trabajo a cargo del suplemento Cultura y
Educación del diario EL LIBERAL le permite
canalizar gran parte de este talento, que llevó a
Mempo Giardinelli a calificarlo como “uno de los
escritores del año 2001” (“Así se escribe un
cuento”, editorial BEAS, Buenos Aires, 1992).

Mariela Gómez: Con respecto a esto último... ¿cómo


logras esta conjunción de elementos, en tu obra El
malamor?

Julio Carreras (h): El cuento del título es una


recreación de la leyenda del “almamula”; te digo
recreación porque de hecho, creo que los mitos son
una base de creación y su interpretación se va

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transformando a medida que se va modificando la
realidad histórica. No se puede contar la leyenda del
almamula como lo contaban nuestros abuelos, ahora,
en tiempos de aviones y televisión. “El malamor” es
un cuento ubicado en los años cincuenta y trata de
un hombre maduro, que luego de un matrimonio
desafortunado, durante sus vacaciones, conoce a una
chica de la cual se enamora y que resulta ser un
almamula. Pero en el cuento no se dice que ese
animal monstruoso que aparece fugazmente sea ella;
aunque quede tácitamente explícito. No es el único
elemento que sirve de base a este libro, pues además
tiene un sentido de síntesis de los problemas que le
interesan al hombre de hoy, respecto de la forma en
que se relaciona con los demás y respecto de la
forma en que se relaciona, si puede decirse así,
consigo mismo. Entonces ciertos mitos santiagueños
fundamentalmente han servido de base para algunos
cuentos (no para todos). Yo creo que los mitos
americanos son una fuerza riquísima para la
creación y desde hace unos diez años que acaricio el
proyecto de hacer un libro exclusivamente en base a
mitos populares. Es un trabajo que posiblemente
encare dentro de poco tiempo.

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M.: Personalmente, de este libro me impactó el
cuento “Negro mano chusa”, en el que descarga,
sobre la leyenda de “la salamanca” una batería de
sucesos irreales, instancias inéditas, increíbles...

J.: Te agradezco mucho. Yo creo que lo que


transforma en valioso a un trabajo artístico es su
universalidad, no porque necesariamente el autor lo
haya intentado con deliberación, sino porque de
algún modo se dan naturalmente. En el “Negro mano
chusa”, por ejemplo, hay muchos personajes que
podrían haber sido griegos, alemanes o
norteamericanos; entonces un elemento que creo que
podría tener importancia es que ese cuento les llega
especialmente a quienes tienen mucha sensibilidad,
sean de donde sean (te lo digo porque fue publicado
en Buenos Aires y leído en otras provincias y
despertó un eco particular, incluyendo un director
cinematográfico que me dijo “si tuviera los medios -
pues tiene muchísimos personajes- lo llevaría en el
acto al cine”). Para mí es muy importante, también,
la trascendencia; que el cuento o la novela no sean
solamente la novela o la historia formal, sino que

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dejen un sentido trascendente a los lectores -aunque
no siempre éste lo descubra racionalmente.

M.: Cuéntenos sobre el génesis, la inspiración de


este libro.

J.: El primer cuento que hice, de este libro, no fue


en realidad “El malamor”, sino otro, incluido en el
mismo libro, que se llama “Hijo de Poeta”. Este
surge de un sueño que tuve y que no pude escribir
sino hasta dos años más tarde, porque no encontraba
las condiciones de tranquilidad que se requerían
para hacerlo -era el año 1977, había dictadura
militar y yo estaba preso, en condiciones bastante
crueles-; a pesar de ello, lo escribí tal como lo soñé.
Me quedó muy grabado, porque había sido como una
película en mi mente. Es una historia en la cual un
prisionero de las catacumbas cuenta una historia
que, de un modo un poco fantástico va a ir a
culminar en la figura (en parte simbólica) del
emperador Nerón. Este cuento, casi textualmente se
puede decir que es el “plagio” de un sueño. Ese fue
el primer cuento de este libro. Y en base a éste se
fueron enhebrando otros. Los tres primeros cuentos

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que escribí de esta serie son: “Hijo de Poeta”,
“Negro Mano Chusa” y “La piel de Renata.” Esta
última es la historia de un pintor que encuentra a “la
mujer perfecta” y quiere representarla en un cuadro,
pero no lo logra; toda la obra se basa en los intentos
desesperados de este hombre por plasmar la belleza
(la esencia de su belleza) de esta mujer -que es una
modelo internacional.

M.: En sus relatos la mujer parece distante, difícil


de alcanzar, mala o buena: pero casi siempre
inaccesible: ¿Cuál es el verdadero sentido o el
papel que le da a la mujer en sus obras?

J.: Considero que la mujer es mucho más importante


de lo que hasta ahora la ha considerado la historia
de la humanidad -escrita por hombres-; creo que
justamente por eso está omnipresente en mi
trabajo... Pues al percibir lo que te dije, esa
importancia acumulada y no manifestada, de la
mujer a lo largo de los siglos, trato en lo posible de
transmitirlo y compartirlo con los lectores...

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M.: Pero también percibo algo, un poco más
complejo, más personal...

J.: Personalmente me seduce la idea de que la mujer


representa el camino de la perfección y la perdición
para el hombre. Tanto la caída como la salvación se
logran a través de una mujer, en las más antiguas
tradiciones teológicas. Siento que el camino para
nosotros, los hombres, puede estar en perseguir esa
ensoñación que por lo general nos acosa a los poetas
desde la infancia: la mujer ideal, dispensadora de
calma, confianza, paz y perdón. La mujer virginal,
que al unirse al hombre también lo mata -y se mata a
sí misma-, pues allí termina su trayectoria material
para convertirse ambos en puro espíritu... La
metáfora de Romeo y Julieta creo que es esa: la de
un amor perfecto, que culmina con la unión
definitiva, que no se produce ya en este mundo -
pues la limitación material del cuerpo hace eso
imposible... Y en lo personal, podría decirte
muchísimas cosas, hablar horas sobre el tema,
incluyendo el de que por cierto he vivido -y vivo-
cotidianamente incluido en esa metáfora, de que te

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hablé; pero eso tal vez no sea apropiado conversarlo
en un reportaje literario.

M.: Si es que lo está: ¿hacia qué tipo de lector está


orientada tu obra en general?

J.: Yo escribo como pintar, como filmar, como hacer


música; nunca he dejado de lado ninguna de esas
actividades, con las cuales me he educado desde que
nací (no es una metáfora: mi padre, que también era
poeta, tocaba en su violín la “Serenata de Schubert”
en el desolado silencio del campo santiagueño, junto
a mi cuna de bebé, para arrullarme); entonces, al
igual que el cine o la música, mi literatura está
dirigida a todos y espero que todos puedan encontrar
algo que les pueda interesar allí. Y, aunque para
algunos sea comprensible sólo un aspecto de esta
literatura, creo que para todos es válida.

M. ¿Qué intenta transmitir a quienes lean, éste


último libro, El Malamor?

J.: El libro contiene varios cuentos y cada uno de


ellos, un intento diferente... por ejemplo, una vez

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tuve una experiencia que me demostró que no
siempre se percibe, en un trabajo, lo que se quiere
transmitir profundamente. Una vez en Buenos Aires,
me encontré con un antiguo amigo mío, abogado,
quien fuera también consultor de la UNESCO en
Francia, hacía poco. Cuando nos encontramos, en su
oficina -muy a lo “ejecutivo de Nueva York”- él me
contó que había leído “Negro mano chusa” y que le
parecía un cuento excelente... “se nota la mano de
un escritor profesional -recuerdo que me dijo- y por
partes me recordó a Borges... pero el final, me dice,
me pareció muy rápido, casi abrupto”. Esto me dejó
decepcionado, pues me di cuenta -aunque por
cortesía no lo hice notar- de que en realidad este
hombre educadísimo no había percibido el sentido
oculto de este cuento... que consiste en una
metáfora, que sugiere de una manera sutil una
salamanca, un infierno antiquísimo, aquí mismo...
en nuestro mundo. Este sentido fue captado
claramente, fijate, por una chica de 18 años,
estudiante secundaria, que me habló de “Negro
mano chusa” sin saber que yo era su autor (fue una
conversación casual, mágica, en una librería; ella
había leído ese cuento en “Clepsidra” una revista

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literaria de Buenos Aires, que adquiriera poco antes
en Marcos Vizoso)... lo cual demuestra que no
necesariamente son los intelectuales quienes
perciben los sentidos más profundos de las cosas.

M. ¿A qué atribuye ese “toque” mágico que


caracteriza a sus obras, tanto en El Malamor como
en su libro anterior... Abelardo?

J.: Mi concepción de la magia, en el momento en


que escribí estas obras -y ahora, con un carácter más
complejo va en este sentido; siempre he buscado
comprender el sentido de lo metafísico, de lo que
sucede por atrás y por encima de lo material, por lo
que me interesan mucho las antiguas civilizaciones,
donde la magia era el factor desencadenante de la
vida; es decir, era lo que existía entre la ciencia y lo
divino, formando un tercer elemento relacionante,
ocupándose de temas terrenales, sin perder su
referencia inmediata a lo sobrenatural. Para mí, el
nexo entre Dios y el mundo es la magia; entonces la
magia siempre me ha interesado como un elemento
imprescindible para poder explicar la realidad...
ninguna realidad se puede comprender de una

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manera profunda si no se apela a un sentido mágico.
En el libro Abelardo, la comunicación que se da
entre este y su amigo (comunicación sin palabras) es
una situación puramente mágica, en la cual se
conjugan los elementos metafísicos con los
elementos materiales, que se expresan en la
conciencia a través de los sentidos del cuerpo. Esta
relación, en situaciones particulares -no se si
recuerdas la transformación de La Madre en cóndor
en cierto pasaje de Abelardo-, logra alcanzar efectos
mágicos. Deberíamos decir aproximadamente qué es
la magia... bueno... la magia es, principalmente, la
comprensión de ciertos mecanismos que tienen las
fuerzas ocultas de la naturaleza en manifestarse y su
manejo como si se trataran de elementos objetivos.
Eso es la magia. Pero la civilización actual -que en
realidad es la civilización de fines del siglo XVIII-
ha dejado de lado y en algunos casos hasta ha
atrofiado el sentido del instinto y de la intuición,
que son elementos fundamentales para comprender
lo mágico.

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M.: La recepción que la sociedad santiagueña le ha
dado a la literatura de Julio Carreras, ¿lo ha
gratificado como escritor?

J.: Estoy muy conforme con el pueblo de Santiago


del Estero... -parece el discurso de un político...-,
pero realmente es así. Después de una primera etapa,
cuando recuperé la libertad (en 1982) en la que fui
ignorado totalmente por los “intelectuales”
santiagueños (a excepción de Alberto Tasso, cuyo
entusiasmo por mi trabajo me gratificó de entrada),
luego aparecieron las viejas amistades y con ellas el
reconocimiento humano de la gente, que para mí es
muy importante... Guillermo Abregú jugó un papel
importante en mi carrera literaria, pues cuando lo
pusieron como encargado del Suplemento Cultural
del diario EL LIBERAL, una de las primeras cosas
que publicó fue un cuento mío... y a lo largo de su
gestión no cesó de pedirme y publicar trabajos míos,
y, algo que es muy importante, fue el primero que
obtuvo para mis cuentos una remuneración...
después vendría La Voz del Interior, de Córdoba y
otros, pero Guillermo fue el primero y a él yo le
estoy muy reconocido... Abelardo trajo consigo mi

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reconocimiento popular como escritor, no sólo el de
los intelectuales, sino el de la gente “común” -si se
puede decir así. Estoy, pues, muy conforme con el
eco de mi trabajo en Santiago.

M: “El proceso” le privó años de libertad (1976 a


1982)... ¿influyó esto en su carrera de escritor?..
¿cómo?

J.: Recuerdo no sin estremecimientos íntimos que


una vez en 1975, agobiado por las muertes
cotidianas y la lucha, además de las luchas para
mantener a mi familia (yo era recién casado y
trabajaba como jefe de personal en una fábrica, en
Córdoba; me era imposible ya trabajar de periodista
por las persecuciones políticas y había andado casi
un año escondido, agarrando trabajos de albañil para
subsistir), cansado y transido por el dolor de esa
guerra, pensé “me gustaría que me metieran preso
por tres años, para poder escribir”... tal vez lo
presentí, pero te aseguro que no lo volvería a
pensar; lo cierto es que me tuvieron siete años,
también a mi esposa y no dejo de dar gracias porque
hayamos salvado la vida... Y sí, ello ha influido

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mucho en mi vida y en mi profesión... pero creo que
muy bien, pues como decía Nieztche “todo lo que no
te destruye te puede fortalecer” y eso es
exactamente lo que conmigo sucedió.

M.: ¿Podía escribir, estando preso? Usted me dijo


que escribió su primer cuento “bueno” estando en
Sierra Chica, que, si no me equivoco, fue la misma
cárcel en donde lo tuvieron a Juan Moreira...

J.: Sí, no te equivocas... fue allí, en una de aquellas


celdas medievales con puerta doble y ventanucos
enrejados y altos a los cuales teníamos prohibido
subirnos... a los veintisiete o veintiocho años más o
menos, recuerdo, una mañana luminosa de otoño...
había leído, en La Biblia, un relato que me pareció
genial: el libro de Tobías, que me había motivado
intensamente (es una obra literaria maravillosa) y
parece que actuó en mí como una especie de
catalizador de ideas. Mientras almorzaba (muy
livianito, para no perturbar mi capacidad creativa),
se me ocurrió el argumento, e inmediatamente
después me puse a escribir. En una hora había
conseguido elaborar un cuento perfecto, el primer

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cuento perfecto que escribí en mi vida, de más de
quince páginas, al que titulé “El hombre que se
convirtió en gato”. A este cuento lo perdí luego, en
una requisa, es decir, un grupo de soldados,
suboficiales y oficiales, que entraron en mi celda y
con la percepción que tiene el represor para
descubrir lo que más te agrada, lo que sientes y
quieres, tomaron mi cuaderno y sin tocar
absolutamente nada de lo escrito con anterioridad,
arrancaron justo ése cuento, destruyéndolo luego.
Uno de mis compañeros, a quien le gustaba Fray
Mocho, tuvo tiempo de leerlo antes... y con un
criterio, no se, tal vez un poco exagerado me dijo
que mi cuento le gustaba mucho más que los de Fray
Mocho... Para mí fue una gran emoción... y esta
experiencia es la que me arrojó a escribir casi todos
los cuentos de El Malamor.

M.: ¿Cuáles son las características de este cuento,


“El hombre que se convirtió en gato”, que hacen a
tus agresores identificarlo, fácilmente, como
peligroso para ellos?..

- 33 -
J.: Esta historia de la “puntería” de los milicos me
hizo reflexionar bastante... en un principio me dejó
perplejo, aparte de dolorido... porque, según mi
criterio, no tenía nada demasiado transgresor, nada
directamente “político”, o “izquierdista”, que era lo
que ellos reprimían... era la historia de un hombre
joven, quien, al borde de la desesperación, descubre
en un viejo libro obtenido de un buhonero, la
fórmula para convertirse en gato y escapar sin que lo
viera la dueña de la pensión, a quien debía medio
año de alquiler... por una serie de encadenamientos
de sucesos casuales, comprende luego que, como
gato, pero con inteligencia humana (y la posibilidad
de retomar su condición anterior) puede enterarse de
muchos datos vitales para el funcionamiento de la
sociedad... bajo las mesas de los industriales, en las
reuniones de los sindicatos, en las de los altos
mandos y las reuniones secretas del gobierno, como
un inocente gato, accede a las claves del sistema y
pronto se convierte en un hombre de poder
inmenso... el cuento termina con una metáfora sobre
la coprofagia del poder... bueno te lo podría contar a
todo, ya que nunca lo volví a escribir: hasta el
detalle de que, por supuesto, convertido en magnate

- 34 -
luego de hundir a su socio, se queda también con su
mujer, una bellísima y peligrosa sílfide que luego
termina dándole el mismo tratamiento que a su
marido... pero no, no es oportuno en un reportaje.
Bueno, ese cuento no les gustó. Mucho tiempo
después, llegué a la conclusión de que, aunque eran
individuos primitivos y brutales (y justamente por
eso, muy instintivos), percibieron que yo había
logrado penetrar muy profundamente en los
mecanismos que echan a rodar el funcionamiento de
la opresora sociedad industrial, es decir, las grandes
líneas sobre las que basan el poder los Estados de
este siglo (sean capitalistas o comunistas, porque en
eso no hay diferencias), particularmente la
caracterización del rol de integrador o nexo de las
partes del “aparato” social (lo que la jerga industrial
llama “el ejecutivo”, que hoy juega un papel vital
para la estructura de poder) y lo identificaron rápido
como algo inquietante, como algo que ponía en
peligro -por entendimiento- a ese sistema, del cual
ellos eran cancerberos.

M.: ¿Cuánto tiempo dedica, como escritor, a cada


una de sus obras?.. puesto que, aparte de esta

- 35 -
actividad, es reconocido su trabajo en el diario EL
LIBERAL, a cargo del suplemento Cultura y
Educación?

J.: Normalmente escribo muchas cosas al mismo


tiempo, aunque a veces demoro meses en retomar
alguna que dejé en el camino, para entusiasmarme
con otro... salvo alguna novela o cuento para los
cuales me pongo un plazo y lo cumplo... casi
siempre hago cuentos paralelamente, cuando trabajo
en alguna novela; esta es una disciplina que aprendí
de grandes intelectuales, como Marx o Thomas
Mann, puesto que el cambiar de género, significa
también una especie de descanso psíquico... Soy un
escritor disciplinado, como ves, pues considero eso
fundamental. En la actualidad puedo dedicar sólo
una hora por día, más o menos, al trabajo literario
personal; pero eso no me preocupa, por tres razones:
escribo muy rápido, así que tal vez en una hora
puedo producir dos o tres capítulos de algo; tengo
muchos libros sin editar “de reserva”, del tiempo
feliz en que mi esposa -con un buen puesto que
había obtenido y que no le impedía controlar los
aspectos esenciales del hogar- podía apoyarme para

- 36 -
que yo escribiera todo el día. Y luego y finalmente,
que el hacer la sección cultural de un diario es para
mí un trabajo totalmente integrado a mi vocación,
hasta el punto que lo considero con seguridad parte
de mi profesión de escritor.

M.: El trabajo que conlleva crear una obra, un


libro, no sólo consiste en escribir cada una de sus
páginas sino también en transmitir a traves de su
“fachada” toda la esencia del contenido; buscar y
armar un equipo, disponer de capital, etc... ¿cómo
se desarrolló este proceso en el libro El malamor?

J.: Muchas veces los escritores optan por entregar


sus obras a las imprentas, para que hagan con ellas
lo que quieran (eso se justifica y hasta cierto punto,
hasta cierto punto, con las grandes editoriales de
libros, que aquí no las hay); por el contrario, a mí
me gusta ocuparme de cada detalle de mis libros,
como si fuese una artesanía. Por ejemplo, para la
tapa de Abelardo, sacamos más de cien fotos de una
modelo, con diferentes ropas o sin ellas
(naturalmente en situaciones expresivas que le iba
creando yo, en el campo o en escenarios particulares

- 37 -
y un fotógrafo, Gustavo Tarchini, de gran
profesionalidad) Para representar la tapa de El
Malamor trabajé al principio con un grupo
conformado por una psicóloga y actriz, joven, muy
linda y expresiva, un músico de rock que tiene una
pinta de duende de cabellos largos, genial y gran
plasticidad, otro actor joven, un fotógrafo tucumano
que además es actor... en fin, un equipazo...
llegamos a hacer tres o cuatro ensayos muy buenos,
con ellos haciendo expresión corporal, con música
de Manolo Juárez, de Pablo Aznárez y Litto Nebbia
y sacamos varias fotos... Pero luego se empezaron a
entrecruzar cuestiones personales, diálogos
encontrados y muy largos, malos entendidos... no
resultaba, pues debíamos ser ejecutivos, ya que el
tiempo no sobraba. Así que finalmente decidí
cambiar sobre la marcha, llamé a una adolescente
muy bella, Pamela David, a un arquitecto que
también es actor, ya maduro y con ellos y el
infalible Gustavo Tarchini, hice las fotos, que esta
vez sí, resultaron bellísimas y ya elegí una de ellas
para la tapa. Como ves, la edición de un libro en
estas provincias (al menos si uno lo quiere hacer al
mejor nivel) es un emprendimiento que moviliza

- 38 -
actores, modelos, camarógrafos... todo un mundo
que se mueve alrededor de lo que, finalmente,
resulta simplemente en una buena tapa que exprese
el sentido del libro y atraiga al lector.

M.: ¿Cuál es el sentido de tu obra, si crees que tiene


alguno?

J.: Alabar a Dios. Digo esto con cierta osadía, pues


la civilización centroeuropea del racionalismo ha
calado hondo en estos tres últimos siglos y ha
llegado a considerarse “de mal tono” que un
intelectual hable de Dios. Pero mi obra, como mi
vida misma, está consagrada a desarrollar este
“talento” (en su sentido bíblico) que me ha sido
otorgado junto con mi persona al nacer. Y dentro de
este sentido global, otros: la búsqueda de los
orígenes de la humanidad, cuestión que me interesa
sobremanera; las posibles razones por las cuales se
destruyen los vivientes, las de por qué se aman, en
fin, creo que la mayor parte de ellos explorados y
hasta obsesivamente buscados por las artes y las
ciencias desde hace siglos, pero no por ello menos
vigentes.

- 39 -
M.: ¿Para usted es muy importante el éxito?
J.: Sí, el éxito es necesario como una forma de
constatar que el trabajo de uno posee verdadero
valor. Pero no me refiero al éxito que generalmente
se entiende por tal.

M.: ¿Qué significa la palabra “éxito” para usted?

J.: Primero te diré, si me permites, lo que no


significa. Hay dos maneras de interpretar el éxito
que son equivocadas y justamente son las que la
gente común sustenta. Una es creer que éxito es
recibir aclamaciones y la gente lo reconozca a uno y
“le palmee el lomo”, como vulgarmente se dice. La
otra, que sus libros se vendan mucho. Pero el
verdadero éxito no se mide fácilmente, tampoco se
lo percibe fácilmente, pues se trata de algo
esencialmente inmaterial. El éxito que el escritor
consciente busca es en el interior del lector. Es
decir, que en el interior del lector, en su corazón, en
su mente, se produzca una transformación. No en el
sentido de cambiarle la ideología o algo por el
estilo, sino de que el lector le crea a uno, crea en el

- 40 -
mundo que le está entregando y lo haga suyo.
Entonces, al hacer suyo el mundo que tú has creado,
ese lector ya ha modificado su mundo , ha
incorporado el tuyo. Y ha enriquecido el suyo. No
importa entonces la cantidad de lectores. Con uno
que te lea y acreciente su mundo, tu misión como
escritor está cumplido y tu vida tiene sentido. M.:
¿Cuál es ese sentido? J.: El de encarnar la función
de “creador”. Pues al hacer un mundo creíble, un
mundo que se incorpora a la imaginación del lector,
que “te cree”, al autor cumple la más elevada
posibilidad que se nos dio a los humanos: la del
creador. Has creado mundos que existen. Existen en
la mente del lector.

M: ¿Cuáles son tus planes futuros e inmediatos?

J.: Hay varias cosas. Una película pendiente, cuyo


guión ya está hecho por Ricardo Aznárez, sobre “El
malamor”... continuar con Quipu, cosa que haremos
con Silvia Piccoli (ella se está ocupando también de
tipear en computadora “El alma en cada abrazo”, la
última y una de las más largas novelas que escribí)...
pero lo más concreto, lo que se dará en poco tiempo,

- 41 -
es fundar una editorial, que trabaje sobre la demanda
de hipotéticos lectores del centro, el oeste y el norte
del país... eso ya está en una etapa avanzada de
gestación... o, mejor dicho, se puede decir que ya ha
empezado, con El Malamor.

- 42 -
“Santiagueño soy señores”
Entrevista efectuada en abril de 1993
Por Silvia Barei
Publicada en la revista Aleph, Mendoza,
Argentina, en Junio de 1993.

Silvia Barei: -Escritor y periodista, ¿dos


profesiones distintas o dos caras de la misma
moneda?

Julio Carreras (h): -La cuestión de “periodismo o


literatura” ha sido algo permanentemente debatido
ya que supuestamente la profesión de escritor
confronta con la de periodista. El escritor elabora un
lenguaje que tiene total libertad para buscar la
belleza, que es el objetivo del arte. El periodismo
trata de reflejar lo que nosotros llamamos
“realidad”, que a veces es contradictoria, difícil y
llena de presiones, con el agregado de que el
periodismo está limitado a reproducir con la mayor
fidelidad posible sucesos muchas veces olvidables.
Cuando se produce la confrontación de la tarea del
escritor con la del periodista, generalmente sucede

- 43 -
en el campo de lo cultural, como en mi caso por
ejemplo, dirigiendo un suplemento literario; lo que
se hace, entonces es literatura, bajo la forma de un
cierto periodismo especializado. Pero los escritores
que deben apelar al trabajo en una redacción para
ganar un salario, muchas veces no tienen esta suerte.
Entonces, sí, puede darse la necesidad de dolorosos
desdoblamientos para poder cumplir cada función.

S.B.: -Una pregunta repetida y necesaria: ser


escritor y vivir en Santiago... ¿un espacio para el
reconocimiento o un lugar negado en la literatura
argentina?

J.C.: -Los aborígenes, los tawantisuyus, tenían una


especie de aforismo sosteniendo que el Cuzco, el
lugar donde ellos estaban parados, era “el centro del
mundo”. Vivir en el interior conlleva factores
negativos y positivos: Santiago es una provincia
pequeña, mediocre en muchos aspectos,
particularmente en sus ciudades. Hay que vencer la
absoluta incomprensión de la sociedad que no
concibe que un hombre o una mujer vivan para el
arte. Pero tiene las ventajas de no estar del todo

- 44 -
infectado ni moldeado por concepciones que
pertenecen a las culturas masivas de las grandes
metrópolis.
Nosotros, los escritores de provincias, tenemos la
libertad que nos da la soledad. Hacemos y
rehacemos en silencio nuestras obras y a fuerza de
educar nuestro espíritu nos volvemos una especie de
eco de la cultura de nuestros pueblos.
Por otra parte, los avances de la tecnología han
hecho que el aislamiento ya no sea tal: podemos
comunicarnos con cualquier lugar del mundo, puedo
editar en Santiago como podría hacerlo en una
imprenta de Nueva York, puedo recibir en tres días
una revista literaria de España. (1) Yo he publicado
en una revista de la Universidad de Los Angeles,
otra de la Universidad de Roma y en revistas de
París. De algún modo sucede como lo que dice Lao
Tsi en un poema del Tao: “sin moverme de mi casa/
conozco el mundo”.

S.B.: -Hablemos de Abelardo, una novela sobre


Malvinas, sobre el Proceso, sobre el país que duele,
sobre búsquedas existenciales...

- 45 -
J.C.: -Algunos intelectuales que han leído Abelardo
con un sentido crítico dice que es un libro
excesivamente condensado, lo cual hace su lenguaje
un poco frío. Tal vez sea porque intenté escribir un
libro dentro de lo que considero “literatura pura”.
Mi propuesta quería ser la de una obra bella, una
historia precisa, una novela que sea también poesía.
Y de algún modo me he propuesto también escribir
una parte de la historia de mi país. Como no puedo
comprender cuáles son los lenguajes de mi
inconsciente, he tratado de representarlos en códigos
oníricos, para que el lector encuentre nuevas
lecturas y simbolismos sobre la historia de nuestra
nación.
Esa larga escena en la cual el personaje entra -de
algún modo también como un homenaje a la entrada
que hace en el inconsciente simbólico Harry Haller,
en El Lobo Estepario-, esa entrada al lugar que la
novela llama Almacén La Flor del Seibo, donde se
desarrolla una desmesurada y por por momentos
convulsionada Fiesta, representa la entrada a lo
profundo del inconsciente de lo que yo percibo
como La Nación Argentina. Acerca de ello se trata

- 46 -
de reflexionar en este libro, no con métodos lógicos
sino simbólicos.
Bien, pero creo que en última instancia los objetivos
son desconocidos para el escritor, que como todo
artista, nunca sabe exactamente por qué está creando
como lo hace. Sabe nada más que debe hacerlo.

S.B.: -Estás trabajando en un proyecto de video.


¿Cómo se compatibiliza el lenguaje de la palabra y
el de la imagen?

J.C.: -Esta es la primera vez que hago un trabajo


completo con video, aunque en otras oportunidades
colabré con dos santiagueños que tienen premios
nacionales, Juan Carlos Díaz Gallardo y José Luis
Doucornou. Ellos también están a cargo del aspecto
técnico y las cámaras en esta filmación, sobre un
cuento mío que se llama El malamor (con guión de
Ricardo Aznárez y actores cordobeses del Taller
Alta Córdoba).
Es la historia de un hombre maduro que se va a
Catamarca y se enamora de una chica sobre la que se
cuentan historias extrañas, sugiriendo su condición
de “almamula” (se sugiere que puede haber tenido

- 47 -
relaciones sexuales con su hermano, y que debido a
ello se convierte en un animal monstruoso y devora
a sus amantes).
El trabajo con la imagen es fascinante; pese a ello
creo que la palabra es el origen de todo. Yo soy un
hombre de convicciones religiosas -a las cuales he
llegado por la fe y la razón-, uno de los factores que
sostiene mi certidumbre acerca del valor
objetivamente constructor de la Palabra (así con
mayúscula, cuando se trata de la Palabra creadora).
Es el motivo por el cual tambén considero que la
literatura nunca va a desaparecer. Para mí todo es
literatura: el cine es literatura, los actos de mi vida
son literatura.
Tengo un cuento -publicado en su revista literaria
por la Universidad de Los Angeles- titulado El día
potencial; allí un hombre comienza a caminar por
una ciudad que se deshace, una realidad paralela,
una realidad potencial generada por sus
pensamientos. Este paralelismo es semejante a la
dialéctica de literatura y cine: el argumento se
escribe se desarrolla originalmente en base a
imágenes. El proceso continúa con la traducción

- 48 -
nuevamente a las imágenes que se concretan en la
película, esa “otra realidad”.

S.B.: -Tu opinión sobre la cultura popular:


Stavenhagen dice que es actividad creadora y no
consumo pasivo de bienes industrializados. ¿Hay
límites o cruces entre las culturas populares y las
masivas?

J.C.: -La columna vertebral de nuestra cultura se


constituye como cruce de dos grandes afluentes: la
cultura aborigen y la cultura latina. Por mi parte
considero que la cultura española y la italiana
configuran un bloque común, pero no la italiana de
fines del siglo pasado, sino la medieval, que
proviene de la conquista española. En la Edad Media
casi todos los países que bordeaban el Mediterráneo
tenían una cultura común, muy fuerte. Si se quiere
hilar fino, se encontrará en esta cultura medieval
también una significativa afluencia del pensamiento
alemán a través del reinado de los Habsburgo,
durante una de las etapas decisivas de la conquista y
colonización. Es, pues, esta cultura común la que
llegó a Latinoamérica con los españoles.

- 49 -
Por otro lado, la tradición aborigen también era muy
fuerte en sus aspectos culturales y no había forma de
ignorarla (salvo que existiera una brutal decisión de
exterminio, como sucedió en el caso de los
anglosajones que entraron en América del Norte).
Los gobernantes hispánicos más esclarecidos
tuvieron la capacidad de sentirse seducidos por
algunos rasgos de esta cultura, e hicieron un trabajo
de reelaboración que ha permitido que parte de esa
cultura sobreviva.
En el pueblo de mis abuelos, Garza, acá en el sur,
me he sentido conmovido por el espíritu de una
cultura que pervive en las maneras de la gente y
hasta en la forma en que se construyen las casas, con
un estilo que recuerda a construcciones de España o
Italia. Yo creo que son los sectores populares
quienes han conservado la cultura de los pueblos
americanos y si es que hay un cruce, pasa
principalmente por estas dos culturas: españoles y
aborígenes. Después viene todo lo demás:
inmigrantes de otras épocas y de otras
nacionalidades que no siempre se han mezclado y la
influencia de la cultura masiva que se muy grande
en el plano de la superficie, pero en el plano de lo

- 50 -
profundo no ha calado todavía en los sectores
populares de manera definitiva.
Una prueba de esto es que, particularmente en el
sector de la inmigración interna, hay miles de
santiagueños en Buenos Aires, o hijos de
santiagueños, que hablan como porteños o se visten
con remeras de la Universidad de Harvard o cosas
así. Pero siguen viniendo año tras año a peregrinar a
la fiesta semi pagana en el santuario de Mailín.
Si hay un lugar en Santiago del Estero que se parece
al Comala de Pedro Páramo ese es Mailín. Allí se
desarrolla, durante sólo par de frenéticas,
alucinantes jornadas, un ritual continuo que es el
afluir de esta cultura. Es decir, el lugar donde se
encuentra el origen de una cultura, un espacio que
no ha sido modificado aún por los mensajes
reguladores de la cultura masiva.

S.B.: -En relación con esta pervivencia de las


culturas autóctonas, ¿qué sentido tiene para
América la conmemoración de los 500 años?

J.C.: -La llegada de los españoles no puede verse


como un “encuentro”, porque fue una conquista,

- 51 -
muy parecida a muchas de las conquistas que han
sucedido durante la historia de la humanidad. A mí
me resulta comparable a las conquistas de Ciro el
Grande, esto es, una conquista cruenta pero con
ciertos aspectos benévolos, provista en este caso por
el componente “cristiano”. Ciro permitió, por
ejemplo, a los hebreos la práctica de algunos
aspectos propios de su cultura, siempre bajo la égida
de la Gran Persia, pero de un modo distinto a la
brutal sujeción debida a los Asirios, por ejemplo.
Lo que no tiene demasiado sentido es la
conmemoración. Creo, en síntesis, que ha sido una
conquista cruenta: pero siempre la historia humana
se ha desarrollado en base principalmente a
conquistas. Es una fatal condición de los humanos el
apropiarse de los territorios ajenos en base a la
fuerza. En esto los españoles no se diferenciaron de
los romanos o posteriormente los belgas o ingleses.
Me agrada cierta observación de Mario Benedetti,
cuando dice que el festejo de los españoles de lo que
ahora llaman “Encuentro de Culturas”, es como si en
Italia se festejara la sangrienta conquista de España
por parte de los romanos.

- 52 -
S.B.: -¿Crees que la conquista tiene un aspecto
condenable, entonces?

Básicamente condeno todo acto de conquista, pues


supone violencia contra los habitantes naturales de
una región. Así, creo que la conquista española
sobre los aborígenes fue un crimen, tanto como la
del Imperio Romano sobre Germania en el siglo II,
antes de Cristo. Reitero que no me satisfacen los
categóricos juicios de valor. Recordemos que los
aztecas también fueron crueles conquistadores, que
sacrificaban vivos a sus prisioneros, arrancándoles
el corazón. Ello no justifica por cierto los crímenes
de los españoles. Pero cuando estudiamos la historia
debemos poner todos los elementos en la balanza. Si
uno trata de vivir con sentido, debe aprender a
valorar los elementos positivos y negativos de todas
las acciones humanas, de sus ideologías, no con
actitud de rechazo hacia unos u otros, sino
integrándolos en un proceso dialéctico, tanto para
enriquecer su vida personal, como para aplicarlos al
devenir histórico de la humanidad. Se trata de
entender el proceso evolutivo de la humanidad y su

- 53 -
naturaleza. Y de ese modo saber cuál será el papel
que en ella cada uno de nosotros puede cumplir.

Notas
(1) Por esos años aún no se había comenzado a
utilizar públicamente Internet. Con más razón, luego,
aproximadamente desde 1996, esta afirmación
resultaría válida.

- 54 -
“El error del ERP fue continuar la lucha
armada luego de las elecciones de 1973”
Entrevista efectuada por Pablo Julio César Soria,
el 21 de febrero de 2001, para su tesis de Historia
Argentina.

Julio Carreras (h) es más conocido como escritor y


periodista que como militante político. Sin embargo
estuvo preso 7 años durante la dictadura militar
argentina, debido a su militancia en el PRT (Partido
Revolucionario de los Trabajadores) una
organización que impulsaba la lucha armada para
obtener el socialismo. Pese a que la mayor parte de
su militancia se desarrolló en Córdoba, como
periodista en diarios y revistas de Izquierda, hemos
enfocado las preguntas principalmente sobre una
realidad que también el escritor conocía mucho: la
de Santiago del Estero, poco analizada hasta hoy.

Pregunta: ¿Cómo fue tu juventud en Santiago y por


ende, tus inicios hacia la política?

- 55 -
Julio Carreras: Mis comienzos han estado
relacionados con las ideas revolucionarias del
peronismo puesto que, tanto mi abuelo como mi
padre han sido militantes peronistas y la conciencia
política, de alguna manera vaga para mí, comienza
alrededor de los cinco años, en 1955, cuando sucede
el golpe en contra del gobierno de Perón. Allí lo veo
a mi tío, un militante peronista que andaba
escondido. A él le llevaba la comida que mi abuela
le mandaba a una casa dónde estaba escondido. Me
acuerdo claramente como me impresiona mi tío, uno
de ésos días, cuando al dejarle la comida tenía un
revolver sobre la mesa, una pistola calibre 38 largo,
era imponente. Sin embargo, mi tío después niega
que estuviera armado en la actualidad. Yo creo que
eso forma parte del miedo retrospectivo que nos
lleva a negar nuestra propia militancia o como sería
el caso de Uriondo también, quién le negó una
entrevista a un amigo mío, a Juan Manuel Aragón.
Se escondió y nunca le pudo preguntar sobre su
participación en los Uturuncos; Uriondo niega su
participación en los Uturuncos porque ahora es un
hombre del sistema y sin embargo para mí, que era
un chico de 6 o 7 años, Uriondo era como un

- 56 -
ejemplo, un personaje heroico, yo lo recuerdo
claramente; a lo mejor es un poco exagerado por la
imaginación, yo lo recuerdo porque mi tío y todos
los peronistas de aquellos tiempos como López
Bustos, Abdulajad y mi viejo también, anduvieron
tratando de conseguir la libertad de los Uturuncos
que estaban presos, y en el ámbito familiar hablando
bien de la guerrilla peronista como los llamaban
ellos. Así que éstos son los primeros esbozos de
conciencia política que hacia la adolescencia se fue
perfilando más bien como un nacionalismo de
derecha porque mi abuelo era un hombre con ideas
conservadoras -no en el sentido liberal sino en el
sentido de ser un patriota cuyo libro de cabecera era
el Martín Fierro, cuya raza privilegiada era el
gaucho, mezcla de hispano con aborigen y que hacía
un culto al amor por la patria. Admiraba al nazismo,
por ejemplo, o al fascismo pero principalmente al
nazismo nada más porque había sido un aliado del
país en contra de los intereses norteamericanos e
ingleses. O sea que no lo veía con un sentido de
movimiento antisionista o imperialista, como en
realidad fue el nazismo sino como el aliado natural
que tuvieron los movimientos nacionalistas e

- 57 -
independentistas latinoamericanos en contra de su
principal opresor, y así por eso también, después
mis tíos veían a la U.R.S.S. con simpatía no porque
fueran comunistas sino porque era un aliado en
contra de los norteamericanos. El verdadero
peronista que en ése tiempo existía y que todavía
existe, nada más que ahora mienten mucho,
dirigentes peronistas que se han transformado o
aggiornado, el verdadero peronista, digo, era un
hombre nacionalista y socialista al mismo tiempo,
un tipo de socialismo dentro de un capitalismo
moderado y esto era lo que sustentaba
aproximadamente mi familia. Nunca habían sido ni
marxistas ni un socialistas, pero no hace falta ser un
marxista para ser un revolucionario. Por entonces
López Bustos junto con Abdulajad eran los que
mantenían viva la llama del peronismo en Santiago,
cuando muchos otros que después han sido
funcionarios y gobernantes estaban con duda o
directamente se habían borrado de la militancia . En
esa infancia y adolescencia yo conocí a todos lo
dirigentes peronistas de Santiago y de otras
provincias, conocí también a José Alonso, a Vandor
si bien no hablé con ellos -yo era un niño-, fui a las

- 58 -
movilizaciones donde mis tíos me llevaban y
hablaban ellos. Sobre todo, cuando hubo conflictos,
aquí en Santiago, con los maestros que hacían
movilizaciones en contra del plan CONINTES en la
época de Frondizi. Esa fue la raíz de mi pensamiento
político.

P. : En ese momento Carlos A. Juárez qué papel


jugaba si es que jugaba realmente y qué posición
empezó a adoptar...

J.C.: Yo recuerdo vagamente -vale repetir que era


casi un niño, tenía 12 años cuando los milicos lo
voltearon también a Frondizi, en 1962- pero lo que
tengo en claro es que Juárez intentó hacer un
movimiento por fuera de la línea del peronismo
siguiendo la línea de Vandor, él fue uno de los
dirigentes peronistas que quiso presentarse a las
elecciones de 1963. Intentó con Sapag, Bittel y
Vandor hacer un peronismo sin Perón; eso le costó
que muchas organizaciones como la 62
organizaciones lo declararan persona no grata y se
alejaran de él (esto me lo contó Cárdenas, un
dirigente sindical que luego fue vicegobernador de

- 59 -
Juárez). Con mucha habilidad y con inteligencia
también, me parece que logró reinsertarse en la
sociedad porque en los 70 ya estaba de nuevo
integrado, aunque después fue por líneas separadas
con el peronismo institucional y las organizaciones
revolucionarias. En las elecciones del regreso de
Perón, Juárez fue a elecciones con el lema de la
Democracia Cristiana, aliada con el Partido
Comunista, en contra del peronismo, y ganó. Por eso
es que Cerro fue senador, o diputado, no recuerdo
bien, ese fue el negocio de Cerro, alquilarle el
partido a Juárez a cambio de algunos puestos -
porque si iban solos la Democracia Cristiana y el
Partido Comunista juntos no sacaban ni para un
concejal.

P. : Cómo se vivían las luchas de los estudiantes en


el 69 y 71, en Santiago...

J.C.: En Santiago no tenían gran repercusión; aquí


había entrado la provincia en una etapa de cierta
anestesia política. Yo era un chico de clase media
que quería ser un niño bien argentino, un chico de
aquellos que se peinaban a la gomina, que

- 60 -
admiraban al gaucho porque era una onda sustentada
por una parte de las clases dominantes en la
Argentina, también porque cultivaba un
antiimperialismo más bien de derecha en lo que se
refiere a las costumbres, por lo tanto era un
anticomunista. Para mí el comunismo era una fuerza
oscura, rara, de individuos complejos y exóticos,
que fumaban en pipa y asumían actitudes
presuntuosas. Así me parecían los pocos miembros
del Partido Comunista que había llegado a conocer
algo porque eran amigos de mi papá. Entonces
cuando surge el gobierno de Onganía creo que a
todos los que tenemos una raíz nacionalista nos pasa
lo mismo, mi padre por ejemplo en la época de
Onganía -que aquí ponen como gobernador a un
general, Uriondo, pariente del otro Uriondo que fue
Uturunco, ponen como ministro de gobierno a un
Tte. Coronel Cáceres que era amigo de mi papá, a
éste lo designan funcionario del gobierno; ellos
hacen una hábil diplomacia política con respecto al
peronismo prometiéndole participación y
prácticamente en Santiago lo neutralizan por
completo. Los sectores de izquierda por entonces
eran muy pequeños -aunque en un par de años

- 61 -
crecerían como hongos-; los únicos que se
solidarizaban y lograban algún tipo de apoyo en
conjunto con los movimientos estudiantiles eran
estos sectores de izquierda; pero eran muy
pequeños, así que desde el punto de vista colectivo
pasaban casi desapercibidas aquí las movilizaciones
nacionales y más aún otras como las del Mayo
Francés. No para mí, a mí me impactó mucho El
Cordobazo, por ejemplo, y me hizo pensar. Porque
yo venía ya desde los 16 0 17 años en un proceso de
reflexión, empezando por la guerra de Biafra que se
da en el año 1967 aproximadamente, lo que se
estaba empezando a conocer sobre la guerra de
Vietnam todo eso va haciéndome reflexionar y ya
venía con una creciente radicalización aunque era
muy suave. Como te digo mi padre leía mucho, tenía
amigos de gran nivel intelectual, como el Dr. Acuña,
el Lic. Pedro Luna o el gran pintor Alfredo Gogna,
con ellos discutía con frecuencia sobre política y yo
escuchaba. También por esos tiempos salió la revista
Planeta -que aunque con cierta pereza empecé a leer
cada vez más. Era una revista hecha por un marxista
y un católico franceses, los mismos autores de El
Retorno de los Brujos. Allí se abría un panorama

- 62 -
muy amplio donde se incluía por cierto las
movilizaciones juveniles, los grandes movimientos
culturales de ruptura que se iniciaban, Vietnam...

P.: Digamos que los hechos internacionales tienen


mucho que ver en el pensamiento de una
generación, puesto que como vos dices Vietnam,
Biafra, el Mayo Francés son de alguna manera los
referentes a nivel internacional con los cuales la
juventud va tener como hitos. Ahora bien, tu
decisión hacia la militancia política a qué se debe y
cuándo se produce, porque tengamos en cuenta
también que durante ése período, finales de los 60 y
principios de los 70, otra parte de la juventud
estuvo volcada al rock; porque recordemos que
desde 1966 al 1970 se dio en EE.UU. todo un
movimiento social que fue el movimiento Hippie,
que indudablemente no pasó desapercibido en ésta
parte del continente, incluso aquí dicho movimiento
tuvo sus adherentes. Entonces podemos encontrar a
dos tipos de adolescentes que enfocan o que tratan
de dar respuestas de diferentes ángulos. Uno desde
la vertiente de la cultura y el otro desde lo político.
Cómo ves vos el tema de los adolescentes y por ende

- 63 -
cuándo fue el momento en el que optaste por la
vertiente política.

J.C.: Bueno a mí se me dio una situación


privilegiada porque cuando aparecen los Beatles yo
tenía 14 años más o menos, vivía como te digo en el
seno de una familia que tenía una militancia política
pero también leía mucho. Mi padre compraba todas,
aunque suene exagerado, todas las publicaciones que
salían. Esto te da una idea del poder adquisitivo,
puesto que él era un empleado público que tenía dos
puestos, pero con sueldos normales. Trabajaba en
ese tiempo en Salud Pública como simple oficinista
y por la tarde, trabajaba en la casa Spaini llevando
la contabilidad; con eso mi padre pudo comprar
todas las revistas del momento, incluso brasileñas,
como una que recuerdo bien: O´Cruzeiro. Que tenía
un página de chistes, muy simpática y bien hecha,
perdoná la digresión, que se llamaba “El amigo de la
onÇa”, muy graciosa y bien dibujada (también yo
dibujaba historietas). Así es que tenía acceso a un
material de primera mano. Por otra parte, cuando
tenía 14 años, también estaba en la vertiente del
rock puesto que tocaba la guitarra eléctrica. Yo

- 64 -
desde los 14 años empecé a trabajar como músico,
no a tocar por “hobby” sino ganar plata con la
música. La escuela me parecía estúpida y estéril,
incluso mi propio padre, tiene parte de culpa en eso,
porque él vivía diciendo que los sistemas
educacionales eran caducos, que no se enseñaba
nada, que aparte todo era mentira, tanto desde el
punto de vista histórico como de la supuesta
democracia que proclamaban los radicales de Illia,
ya que en un país donde estaba proscrito el
movimiento mayoritario era absurdo hablar de
democracia.
La politización para mí vino en tres etapas. El
primer golpe fuerte que recibí fue a los 18 años
cuando en la TV, que era nueva en Santiago, en un
noticiero, vi la guerra de Biafra, vi la miseria en que
vivían los pueblos africanos. Recuerdo claramente
esa noche. De repente en el televisor apareció un
niño que era imposible, no podía haber en el mundo
alguien tan desnutrido, con tanta desolación en los
ojos, con la pancita hinchada por el hambre, y el
cuerpo arrugado como el de un viejo, a pesar que no
debía de tener más de siete u ocho años. Entonces
eso me chocó muchísimo, y yo que era un chango

- 65 -
gordo, lleno de comodidades, repantigado en un
cómodo sillón frente al televisor me puse a llorar,
me salieron las lágrimas solas y me sentí lleno de
vergüenza y dije “yo tengo que hacer algo”. No
sabía entonces qué, pero me dije no puedo ir a las
reuniones de la acción católica y misas todos los
días solamente para encontrarme con los boludos y
las minitas del centro, aquí hay problemas más
importantes para un cristiano.
Y empecé a tomar conciencia de la pobreza en mi
propia provincia por lo tanto pensé que mi ubicación
debía estar al lado de ésa gente como cristiano,
aunque por esos tiempos aún no se me presentaba
muy claramente la noción de la lucha armada. Es
cierto que había ocurrido la muerte del Ché en
Bolivia, y me había conmovido mucho eso.
Recuerdo que yo pensé en el acto, cuando lo vi al
Ché tendido con los ojos abiertos, luego de ser
asesinado, pensé “pero es la misma cara que tenía
Jesús” (en un cuadro del Tintoretto, creo). Eso y que
el Ché era argentino. Me sentía muy orgulloso de
que alguien tan generoso y grande fuera argentino.
El segundo choque fue el Cordobazo, cuyas
imágenes las ví por TV y me dio otra opción, si bien

- 66 -
no lo procesé en el acto pero me quedó grabado en
la mente y después cuando entré al servicio militar
actuó como el segundo de dos factores. Yo por una
cuestión familiar tenía mucha simpatía por lo
militar. Un oficial del ejército que me probó
verdugueándome mucho y era evidente que me
observaba desde que entré a la colimba, un día al ver
mi resistencia física y agilidad mental me dijo que
yo tenía “madera de militar”, así me dijo, que
termine el bachillerato -pues no lo había terminado-
y siguiera la carrera de oficial. Ese militar era un
Tte. Coronel al cual habían dado de baja por
peronista y después dieron trabajo de nuevo, yo me
hice amigo de él, lo visitaba aún luego de terminar
el servicio militar, lo visitaba con mi novia, Clara,
quien era una chica muy hermosa y sensible, junto
con quien andábamos buscando la manera de hacer
algo muy grande por nuestra patria, a la que
sentíamos tan intensamente dentro de nosotros.
Conversábamos bastante sobre política con este
militar, pero yo ya me estaba yendo hacia la
izquierda y a él lo asustaba esa posición mía. Una de
las cosas que me contó, durante una de estas visitas
con Clara, fue su nuevo alejamiento del ejército

- 67 -
porque no lo había querido torturar a Robi Santucho
cuando lo detuvieron, aquí en Santiago.
Paradójicamente mi posición definitiva hacia finales
del año 71 vino a través de la admiración que
empecé a sentir hacia los revolucionarios negros de
los EE.UU. y por la lectura de un libro que llegó a
ser la piedra angular de mi ideología: el libro se
llamaba Alma encadenada de Eldridge Cleaver. Este
era un dirigente político negro que en la cárcel había
conocido a los seguidores de Malcom X y a través
de sus seguidores, cuando salió de la cárcel junto
con otros compañeros de militancia musulmana,
orgullosos de su raza, fundó el partido “Pantera
Negra”. Para entonces Eldridge Cleaver ya había
leído Lenin y al Ché Guevara, entonces el partido
fue revolucionario y propenso a la lucha armada.
Este partido fue una respuesta, porque ellos
planteaban que la única forma de luchar a favor de
los oprimidos, que eran los negros, era a través del
marxismo-leninismo que indicaba un camino
correcto para la organización de la sociedad y la
resistencia. Con esto ya se perfilaba emocionalmente
cual iba a ser mi decisión.

- 68 -
P.: Para el año 71 las organizaciones armadas ya
habían salido a la luz, en Santiago cual de las dos
tuvo más peso, teniendo en cuenta que Santucho era
el fundador de una de ellas.

J.C: Aquí en Santiago hay dos aspectos de la


cuestión: desde el punto de vista de lo que es una
organización armada el ERP era mucho más
poderoso que Montoneros, en parte porque Santucho
incidió un poco. Ahora desde el punto de vista
orgánico, de poder real, el PRT tenía más fuerza;
desde el punto de vista de las movilizaciones era
Montoneros porque ellos movilizaban públicamente
a mucha gente que era simpatizante pero lo único
que hacían era ir a la plaza libertad con pancartas,
no tenían una militancia real, de ahí iban a las U.B.
que era como decir vamos a dónde van todos los
jóvenes; en ésa época todos los jóvenes tenían algún
tipo de militancia. La parte de Montoneros tenía
mucho atractivo porque tenían muchas minas lindas,
porque toda la clase media de la acción católica se
había volcado para ahí. En cambio la del PRT era
más silenciosa pero más poderosa porque estaba
compuesta por 300 o 400 hombres y mujeres que

- 69 -
eran militantes reales, capaces de ir a volantear e
incluso hacer algunas acciones armadas si era
necesario.

P.: ¿Hubo acciones armadas importantes en


Santiago?

J.C.: Aquí en Santiago hubo muy pocas acciones


armadas, principalmente porque desde el punto de
vista organizativo del PRT, se lo había tomado como
una región neutra, principalmente orientada a hacer
apoyo logístico. Por ejemplo, si se copaba un
regimiento en Córdoba y se recuperaban 200 fusiles
se venía y se los guardaba en Santiago que era una
zona tranquila y poco vigilada, entonces había una
fuerte organización que servía para el apoyo.
Supongamos que un compañero se escapaba de una
cárcel de Buenos Aires; se lo traía y se lo escondía
en Santiago y comenzaba a realizar trabajo de base
aquí. Lo mismo sucedía si un compañero caía
herido, por ejemplo en Rosario, también se lo traía a
Santiago entonces cumplía un rol muy importante
pero no relacionado de una manera abierta con la
lucha armada. Aquí hubo sí atentados pero no del

- 70 -
ERP y además porque existía una política de
preservar esta región para el trabajo político entre la
gente del campo y no había que exponer
anticipadamente a la gente del campo y por otro
factor, aquí en Santiago el partido era bastante
fuerte porque aquí el trabajo se había hecho desde el
año '57, un trabajo sistemático, sacrificado, en el
campo principalmente y ése trabajo no lo había
hecho “Robi” Santucho sino Francisco Santucho,
que es el verdadero fundador del FRIP, que vendría
a ser como el verdadero fundador del PRT porque de
ahí sale el PRT después.
Todas las ideas principales del PRT están
prácticamente presentes ya en el FRIP, menos dos:
que Robi era marxista-leninista y Francisco
Santucho se hace marxista-leninista, a desgano, se
puede decir por disciplina va aceptando lo que el
partido le va imponiendo. El era más bien un
nacionalista, poco a poco volcado hacia la izquierda,
al estilo de Haya de La Torre, por eso tenía muy
buena relación con el Peronismo de los Argentinos
de Raimundo Ongaro, había una excelente relación
incluso salieron acuerdos importantes del PRT con
Ongaro, gracias a ésa amistad que ellos tenían. Y

- 71 -
había otro factor, que Francisco Santucho estaba en
desacuerdo con la lucha armada. Entonces yo
considero, sin estar seguro de esto, que a Santiago
no lo han incluido en la lucha armada directamente
porque el principal referente de aquí era Francisco
Santucho, quien no estaba de acuerdo con tomar las
armas; y ello le costó a él que había sido uno de los
fundadores estar siempre en una posición secundaria
dentro del partido, como por ejemplo de ocuparse de
las ediciones de libros, revistas, ocuparse del trabajo
político sindical. Entonces a eso se debía
principalmente que en Santiago del Estero se
hubiese dado un perfil bajo a la lucha armada. Se
privilegiaba la lucha política y sindical.

P.: Qué papel jugaron las Universidades aquí,


teniendo en cuenta que el peronismo había
ingresado por primera vez en ellas como así
también la Iglesia puesto que los Sacerdotes para el
Tercer Mundo ya habían comenzado a participar
activamente.

J.C: Aquí se da un proceso o fenómeno muy


acelerado, si tenemos en cuenta que ya en 1969 no

- 72 -
existió ninguna repercusión del cordobazo. Si
tenemos en cuenta que en el 71 y en el 72 ya habían
movilizaciones importantes en cada aniversario del
cordobazo. Hay un proceso de concientización y
politización en la juventud, increíble. En el 69 como
te decía casi no hay ecos aquí y vos tienes que en el
72 se toman facultades, como la de Ciencias
Económicas de la UCSE, existe una movilización
constante durante todo ese año en contra de la
dictadura y son movilizaciones importantes que
congregaban a mil o mil quinientas personas que
para Santiago es muy importante realmente.
Entonces ése proceso se va dando por una parte por
la existencia de la universidad, por otra parte,
debido al excelente trabajo de los compañeros de las
distintas organizaciones y ahí particularmente en la
universidad católica adquiere muchísima fuerza el
PRT en las organizaciones estudiantiles, pues
maneja todos los centros de estudiantes de la
universidad con aliados del PRT, como también por
Montoneros, que en éste caso trabajan juntos, pero
había más presencia en la universidad de gente de
izquierda que de los montoneros.

- 73 -
La iglesia como institución actúa de una manera
reaccionaria en ése momento, o sea públicamente
sigue siendo la iglesia de los ricos y se conservan
las tradiciones y los temores respecto de la
izquierda; te condena incluso a veces en algunas
misas. Yo he escuchado la condena de algunos
sacerdotes. Después cuando comienza la lucha
armada y comienzan a morir changos o a
desaparecer en el caso de un muchacho Ledesma,
algunos curas y sobre todo un cura español de quién
no recuerdo su nombre pero creo que continua aquí,
yo lo escuché públicamente hablar de una manera
muy rencorosa y violenta en contra de la guerrilla,
culpándolos a ellos de la desaparición de
muchachos. Hablaba de la misma forma que
hablaban los militares diciendo “bueno si ellos han
desaparecido es porque ha habido gente marxista
que les habían metido en la cabeza ideas raras, lo
cual los llevó a meterse en contra del ejército y por
eso han terminado desapareciendo y quién te dice
que no lo hayan matado los mismos compañeros”.
Ese era el discurso de la represión, de militares y
policías que mientras tanto estaban torturando y
violando a chicas de 18 años y mujeres

- 74 -
embarazadas, y que muchos sectores de la Iglesia
Católica acompañaban. Así que una vez más en la
historia el sector dirigente de la Iglesia Católica
actuaba en contra de la doctrina cristiana. Esta
corriente quería dar una idea de que la guerrilla era
como una mafia.
“Por otra parte había 3 o 4 curas progresistas que
siendo personas que no estaban comprometidas
políticamente eran tolerantes y así se daba en ellos,
también, que al ver que la presencia de la
movilización estudiantil era importante, trataban de
canalizarla y acogerla haciendo huelgas de hambres,
o brindando refugio a la gente cuando había
represión, acogiéndonos en iglesias como La Merced
o la Iglesia del Colegio de Belén. Por otra parte,
aquí en Santiago yo no recuerdo que haya habido
ningún cura comprometido con el movimiento para
el Tercer Mundo, pero digamos que había tolerancia,
y entre los muchachos y chicas había una militancia
a favor de los curas del Tercer Mundo que muchos
de ellos cultivaban a través de cartas, de viajes a
otras provincias.

- 75 -
P. : Qué repercusiones tuvo El Cordobazo en
Santiago...

J.C.: Apenas algunas corridas, producto de las


manifestaciones estudiantiles de apoyo que se dieron
en la plaza principal, y que debido a la gran cantidad
de manifestantes refugiados en Siroco -una
confitería frente a la plaza- humorísticamente se lo
denominó “El Sirocazo”. El Loco Rosenberg hizo un
simpático zoco sobre eso. Sin embargo esta primera
confrontación violenta tendría una gran influencia
en el desarrollo de la actividad y la conciencia
estudiantil.
“La Universidad Católica había pasado por un
período en el cual los grupos de izquierda tuvieron
posibilidad de convocar a asambleas de libre
participación y dar a conocer sus ideas. Al calor de
estas asambleas se dio una veloz radicalización de
los jóvenes que hacían sus primeras experiencias
universitarias en Santiago. El Pbro. Mayer -quien
permitió esa apertura- sería rápidamente removido
por los miembros del Consejo de Administración -
verdaderos “propietarios” de la Universidad, de
acuerdo a sus estatutos-, pero el movimiento

- 76 -
iniciado por él ya era indetenible. A través de
elecciones democráticas los sectores de izquierda
ganaron todos los centros de estudiantes. Franja
Morada (UCR), AUN (PSP), corrientes más o menos
reformistas -es decir, que no propugnaban un
cambio revolucionario de la sociedad-, habían
ganado algunos centros, mientras que la mayoría de
los otros estaban ya en manos del MOR (Partido
Comunista), y ALE (PRT) corrientes que defendían
abiertamente una línea marxista-leninista. El
peronismo que había logrado alguna participación en
los centros de estudiantes, era el de izquierda, y en
caso de concertar alianzas, solía hacerlas con el PRT
antes que con los otros sectores.
“El 29 de Mayo de 1972 se efectuó una
concentración en la plaza principal de Santiago, para
conmemorar el segundo aniversario del Cordobazo.
La ocasión se había hecho propicia para reclamar
además la rebaja de los aranceles universitarios, que
habían sido aumentados por las autoridades.
Particularmente los de la Facultad de Ciencias
Económicas, de la Universidad Católica, habían sido
fijados a una altura que los convertía en casi
inalcanzables para los recursos de las familias de

- 77 -
clase media-baja en Santiago. Se habían concentrado
unos mil jóvenes hacia las siete y media de la tarde.
Entre consignas y arengas espontáneas, las columnas
de estudiantes daban vueltas a la plaza, frente a la
policía y la catedral, hasta que fueron amenazados
con un avance por la guardia de infantería.
“A viva voz, los dirigentes llamaron a la dispersión,
para volver a concentrarse en la Plaza San Martín,
frente a la Casa de Gobierno. El lugar altamente
simbólico. La estatua ecuestre de San Martín,
ubicada por entonces en el centro de la plaza, tenía
hacia uno de sus costados a la Casa de Gobierno; a
sus espaldas, la Casa del Pueblo, local histórico del
Partido Socialista, y enfrente al Convento de Belén,
donde, por falta de local propio, funcionaba además
la Facultad de Ciencias Económicas -en conflicto
con sus autoridades, como se recordará. La Casa de
Gobierno aparecía oscura y distante, rodeada de
policías. En la Casa del Pueblo -que a la sazón
estaba administrada por el Partido Socialista
Popular- se efectuaba justamente su asamblea a
anual. El PSP tenía un excelente trabajo político en
el interior, por lo cual la gran sala del imponente
edificio estaba llena con los delegados de esos

- 78 -
pueblos, entre los cuales se contaban muchos
delegados de los obreros rurales y los hacheros.
“Hacia las ocho de la noche se iban reuniendo otra
vez los grupos de activistas, acompañados cada vez
por menos estudiantes comunes. La actitud policial
había disuadido a más de la mitad de quienes
concurrieran entusiastas a la convocatoria anterior:
quizá el grupo reunido alcanzara a duras penas a los
quinientos jóvenes que esta vez se reagruparon
frente al edificio de la Sociedad Sirio Libanesa, en
medio de la calle.
“La policía había cortado ya la calle Jujuy, a la
altura de la Avda. Belgrano y en su intersección con
Absalón Rojas; también la Avenida Rivadavia,
ocupando con carros de asalto y efectivos de la
Guardia de Infantería toda la franja entre Absalón
Rojas y Juárez Celman, frente a la Casa de
Gobierno. De esta manera los estudiantes que habían
llegado hacia esa hora quedaban encerrados.
Previendo que las fuerzas policiales podrían impedir
el acceso a la facultad de Ciencias Económicas, los
dirigentes acarrearon a la multitud hacia allí. Y
frente a la puerta principal del Colegio de Belén,
sobre Jujuy, que lo era también de la facultad, se

- 79 -
comenzó a sesionar en asamblea. “Entonces fue que
un estudiante de abogacía del Partido Comunista,
propuso la toma de la facultad de Ciencias
Económicas, para presionar a las autoridades hacia
una baja de los aranceles. Debido a la amenaza de la
policía, las discusiones tenían un trámite
desordenado, y las propuestas se sucedían sin que la
gente prestara mayor atención. De repente, los
policías comenzaron a atacar con gases
lacrimógenos. Entonces, el autor de la propuesta de
tomar la facultad, a los gritos, orientó a la mayor
parte de los estudiantes para que en vez de huir
entraran a la facultad. Pese a ello, una gran parte de
la manifestación se dispersó, apenas unos cien
alcanzaron a entrar y enseguida se clausuraron desde
adentro las pesadas puertas del edificio colonial.
“Unos cien jóvenes quedaron adentro de la facultad.
La asamblea prosiguió, y antes de que la policía
acerrojara totalmente el edificio por fuera: yo
propuse que se buscara la solidaridad popular y
sindical, tratando de reproducir el acuerdo logrado
en Córdoba entre sindicatos y estudiantes. La
mayoría estuvo de acuerdo y se me nombró con un
joven porteño que se hacía llamar “Quique”

- 80 -
Gutiérrez * para llevar la representación de la
asamblea ante el Partido Socialista Popular y la
CGT. Fuimos a cumplir esa misión pues, y dada la
urgencia nos repartimos la tarea: yo fui al PSP y
Quique a la CGT.
“No obtuvimos adhesión alguna. El viejo Ismael
Soria, que presidía el congreso del PSP, me lanzó
una filípica por haber interrumpido sus importantes
deliberaciones, y ante mi insistencia dijo, frente a
los numerosos concurrentes de su local, que “si
quedaba tiempo” tratarían el tema de una supuesta
solidaridad del PSP con los estudiantes “luego de
que se trataran todos los puntos del temario para el
congreso”. A Quique le dijeron los sindicalistas que
no querían saber nada de meterse con cuestiones de
la universidad.
“Ambos volvimos a la facultad tomada; debimos
saltar por sobre las vallas que la policía había
puesto; al llegar a la puerta vieron que el promotor
de la toma se deslizaba entre los grupos de jóvenes
que aún se retiraban de allí, hacia la Avenida
Belgrano.
“La facultad estuvo toda la noche tomada. Las
monjas del convento hablaron con los estudiantes y

- 81 -
los invitaron a pasar a las aulas y la capilla, donde
se improvisaron reductos para pasar la noche con
colchonetas y frazadas provistas por el convento. A
eso de las 3 de la madrugada arribaron fuerzas del
Ejército, quienes rodearon por completo la manzana,
e instalaron armas pesadas, como morteros o
ametralladoras antiaéreas. En tanto, habían quedado
en la facultad unos cincuenta estudiantes, entre
varones y mujeres, que escuchaban radio, se
turnaban para vigilar los techos y practicaban
reuniones de pequeños grupos para hablar de
política, historia, sociología -los temas del
momento. Ante un pedido de los militares, las
monjas se negaron a que ellos o la policía ingresasen
al convento para sacar a los estudiantes. Se
nombraron negociadores -uno de ellos Coli Bader-
que tuvieron a su cargo el diálogo con las
autoridades (a viva voz, o por teléfono). Cerca de
las cuatro de la madrugada se le permitió la entrada
al dirigente peronista Abraham Abdulajad, pues
tenía la confianza de los jóvenes montoneros. A eso
de las cuatro y media, el rector de la universidad,
Francisco Cerro, exigió la rendición incondicional
de los estudiantes y el abandono de la facultad,

- 82 -
como último aviso antes de apelar a la fuerza. A su
lado estaba el Jefe del Batallón 141 de Ingenieros de
Combate, con asiento en Santiago del Estero, con
casco y uniforme de combate. Los estudiantes se
negaron, y contestaron que únicamente saldrían si se
convocaba al periodismo y a un juez, además de
otorgar garantías de que no se iba a detener e
incomunicar a los participantes de la toma.
Finalmente se obtuvo esta promesa. “A las cinco de
la mañana, los estudiantes desfilaron ante la mirada
adusta de Cerro, los jefes militares y policiales,
jueces, periodistas y algunos pocos curiosos, hacia
los camiones de la policía. En ellos los trasladaron,
fuertemente vigilados, hacia la jefatura. Allí les
tomaban las impresiones digitales y una fotografía e
iban largándolos de a uno. A eso de las dos de la
tarde no quedaba ninguno ya en el antiguo edificio
del Cabildo, usado desde hacía algunos años por la
Jefatura de Policía.

P.: Qué pasó en las elecciones de 1973 entre Juárez


y López Bustos

- 83 -
J.C.: López Bustos había sido el elegido de Perón
para que lo represente en Santiago, y tenía el apoyo
principalmente de los sectores de montoneros
porque el era un hombre que estaba alineado con los
sectores revolucionarios del peronismo, pero se
vislumbraba ya que el apoyo masivo lo tendría
Juárez, incluso se da un fenómeno extraño desde el
punto de vista político, los sectores de izquierda
tenían más simpatía por Juárez que por López
Bustos...

P.: ...a que se debe eso....

J.C.: A que se lo veía a Perón y montoneros con un


claro proyecto bonapartista-capitalista, que aliado
con los capitales europeos iba a instalar un
capitalismo de estado que pronto iba a comenzar a
aniquilar a la izquierda y se lo veía que iba a ser
como una futura anestesia sobre las inquietudes
revolucionarias del pueblo y que se iba a detener en
una etapa inferior del desarrollo. Al menos así los
veíamos nosotros. No puedo negar que mi visión
estaba bastante influida por mi familia, que era
juarista, pero también es cierto que por ejemplo mi

- 84 -
tío, que era un dirigente juarista me demostraba con
documentos que el programa de Juárez apuntaba a la
industrialización de Santiago, y eso en sí era
superior a lo que ofrecían los montoneristas, como
Darío Moreno, que sólo hablaban de “lealtad a
Perón”.
“Si bien Perón había sido revolucionario en la
década del 50, en la actualidad que ya había un
proceso hacia el socialismo, y Perón que era
claramente anti socialista y anti comunista, se lo
veía como a una persona que representaba un peligro
para el desarrollo de toda la potencia revolucionaria
que se venía dando a través de la lucha armada.
Además de eso había mucho rechazo hacia los
montoneros porque eran muy soberbios, muy
prepotentes, incluso con actitudes muy de derecha.
Yo no me hice montonero principalmente porque me
producía mucho rechazo la actitud de ellos, en
cambio observaba la actitud de los militantes de
izquierda como de mayor humildad, seriedad en su
militancia y paradójicamente nosotros veíamos que
el sector de Juárez tenía un proyecto de
industrialización para Santiago en su programa de
gobierno, nosotros leíamos el programa de gobierno

- 85 -
y lo que veíamos con López Bustos para Santiago
era una participación subordinada a Cámpora,
Solano Lima y Montoneros. Pero lo que sucede
después en el gobierno de Juárez es que no cumple
con ninguno de los propósitos que se anunciaba en
el proyecto que figuraba. Sin embargo alguna gente
de izquierda creímos oportuno apoyarlo porque lo
veíamos más progresista en ése momento. Juárez
siempre tuvo gran capacidad para percibir qué era lo
más querido por el pueblo y lo más anhelado en ése
momento era el despegue de Santiago, se hablaba de
una Argentina potencia, del despegue de Santiago; y
cómo iba suceder ello si no había industrias que
posibiliten la existencia de la clase revolucionaria
por excelencia, el proletariado. Así pensábamos en
aquella época, quizá un poco mecánicamente, pero
fijate, como prueba de ello, que el Partido
Comunista fue a las elecciones junto con Juárez, él
ganó aquellas elecciones con una alianza donde
estaban los comunistas y la Democracia Cristiana.

P.: Puedes hacer un análisis global de la época y


que perspectivas ves en la actualidad para cambiar
la situación...

- 86 -
J.C.: Yo creo que los movimientos revolucionarios
armados han sido producto de una época de avance
de la concientización de la juventud principalmente,
opino que todo movimiento político difícilmente, si
es revolucionario, pueda renunciar a algún tipo de
violencia, porque el sistema está mantenido
principalmente sobre la base de la violencia.
Entonces puede llegar un momento en que sea
necesaria la violencia como un método de
autodefensa, entonces es muy posible que en aquel
tiempo si nosotros no hubiésemos utilizado la
violencia igual nos hubieran aniquilado, secuestrado
o desaparecido porque en realidad la violencia de la
represión del proceso, por ejemplo y de las tres A y
toda la estructura represiva del peronismo en el
gobierno del 74, no estaba dirigida únicamente a la
guerrilla y la prueba es que de los 20 mil
desaparecidos la mayoría no son guerrilleros reales,
algunos fueron simpatizantes, otros intelectuales,
otros sindicalistas, etcétera.
“Lo cual significa que el verdadero objetivo
estratégico de la represión fue la de desmontar toda
estructura política que ponga algún tipo de obstáculo

- 87 -
al proyecto del imperialismo. Entonces yo creo que
el error nuestro fue continuar la lucha armada
cuando accedió el peronismo al poder, no porque
tuviésemos que renunciar definitivamente a la lucha
armada sino por una cuestión política: era necesario
aprovechar la instancia democrática para crecer
como movimiento político dejando a un costado el
ejército revolucionario, que ya estaba bien diseñado,
seguirlo manteniendo de una manera preventiva,
para defendernos en caso de que hubiere una nueva
avanzada de la represión que seguramente se iba a
dar en algún momento. O por lo menos para
negociar políticamente en posición de fuerza...
Desde esa perspectiva yo creo que era necesario
formar un movimiento político que tuviera un gran
poder de movilización y no encarar la tarea
alucinada que tuvo Robi Santucho de crear un
Ejército Regular del proletariado, para oponerlo al
de la Nación. En aquel tiempo yo veía esto en parte,
pero esa dinámica de la lucha y el estar adentro del
Partido (al cual me había costado entrar, porque era
un partido elitista, no cualquiera entraba), me
disuadía de cuestionar mucho. Además me decía “yo
soy un pendejo, de 22 años... ¿qué le puedo discutir

- 88 -
a Robi, que es el Comandante y conoce muchas
cosas que yo no sé”... Bueno, por suerte a mí nunca
me tocó estar en ninguna acción armada, porque no
estaba del todo convencido como para ello.
“En este momento ya no asumiría la lucha armada
por una cuestión de evolución intelectual mía. Ha
pasado mucho tiempo, han muerto muchos amigos
queridos en esas batallas, he sufrido mucho por su
muerte y he visto también el dolor de la gente que
perdía a sus familiares, sea de un lado o de otro. Yo
he tomado conciencia de que un ser humano, lo
consideremos malo o bueno, es algo infinitamente
sutil y complejo, una creación divina... entonces
nada, ninguna causa justifica matarlo.

P.: ¿Esto se puede interpretar como que dejaste de


ser “subversivo”?

J.C.: Fui y soy subversivo. Con el tiempo se aprende


a disimularlo mejor, si se sobrevive. A veces se lo
disimula tanto que de hecho ya no se lo es. Espero
que no llegue a sucederme. Creo que todos los
artistas somos básicamente subversivos. Pues no ser
subversivo significa aceptar que los poderosos te

- 89 -
midan el mundo y te digan por donde puedes
caminar, y por donde no -no son otros que quienes
han sido capaces de ser despiadadamente crueles con
sus semejantes para quitarles su parte y engrosar la
suya e infundirles el suficiente miedo para que no la
reclamen más. Un país sin subversivos es un país
muerto. Fueron los subversivos quienes hicieron la
Revolución Industrial en Inglaterra. Los subversivos
quienes derribaron a la nobleza parasitaria en 1789 -
la Revolución Francesa-; sin esas subversiones el
mundo occidental aún estaría habitado únicamente
por amos y esclavos. Pero eso no significa que sea
violento.
 Su nombre real era Julián Enrique Orozco.

- 90 -
“SOMOS LOS BÁRBAROS DE LA
GLOBALIZACIÓN”

Entrevistador: Jordi Foix


(BP - Madrid)

Delgado, ágil, Julio Carreras ostenta una


personalidad magnética. Hilos de plata matizan su
pelo ondulado; sus ojos oscuros inquietan o
tranquilizan. Preguntado el secreto de su vitalidad,
contesta “vida sana”. No fuma, toma muy poco vino
durante las comidas, es vegetariano, no sale de
noche, se levanta bien temprano, lleva una vida
regular con su familia -esposa y cuatro hijas-.
Parece la antítesis de lo que se imagina como un
revolucionario. Pero estuvo preso siete años, en
condiciones infrahumanas, durante la dictadura
militar argentina. Habita una amplia casa en las
afueras de la ciudad. Su gabinete, aislado, fue
construido al final de un patio, rodeado de árboles.
Es una habitación con techo muy alto; en cada
pared hay estantes repletos de libros, casi hasta
arriba. En el medio, una mesa de dibujo, y sobre
ella, la computadora, con un gran monitor, con su

- 91 -
sistema de audio y demás adminículos para trabajar
con la mayor comodidad. Es que Julio Carreras,
desde 1997, ha hecho de internet el principal medio
de difusión para su profusa actividad periodística.

-¿Qué es un periodista de internet?


-Alguien que se ha preparado para manejar esta
tecnología y desarrolla su actividad informativa a
través de ella.

-¿No es mejor seguir llamándolo periodista a secas?

-No. Pues internet tiene su lenguaje propio, además


de sus técnicas particulares. El periodista de internet
-por ejemplo- no necesita una sede central.
Cualquier otro periodista, sea de medios impresos,
radiales o televisivos, dependen de un sitio -llámese
Redacción, Estudio Central, etcétera- sin el cual no
pueden difundir sus noticias. Un periodista de
internet puede publicar la información desde las
montañas en Bolivia o en una plaza de Francfurt.
Basta con que tenga una notebook. Entonces se

- 92 -
necesita otra mentalidad, para ser periodista de
internet.

-Usted fundó la Asociación de Periodistas de


Internet, ¿cómo fue?

-En el mes de febrero de 2000. Venía de un par de


años un poco alejado de la actividad de internet,
luego de que me despidiesen en el diario donde
trabajaba. Entonces, al regresar a la red, pensé (un
poco a causa de lo que ocurrió conmigo) en la
necesidad de una organización que agrupe y
defienda los derechos de los periodistas de internet.
Suponiendo que ya existía alguna, busqué en la red,
pero no encontré nada como esto.

-¿A qué se refiere cuando dice “lo que ocurrió


conmigo”?

-El diario en que yo trabajaba -una empresa


capitalista- me había seleccionado entre los
miembros de la redacción para dirigir su edición
digital. Entonces me prepararon, incluyendo un
curso de Internet en Washington, Estados Unidos.

- 93 -
Pero en el proceso surgieron diferencias, y me
despidieron sin más.

-Entonces, ¿usted pensó a la API como una


organización sindical?

-Sí. Una organización que defienda los derechos de


los trabajadores de internet. Como tú sabes, desde
mediados de los noventa han comenzado a proliferar
los medios informativos en internet. Allí se han
incorporado cientos de nuevos periodistas -
generalmente recién salidos de las universidades-;
los “garajes” surgieron como hongos,
principalmente en las grandes ciudades, para
difundir todo tipo de información o crear lugares de
entretenimiento en la red. Las empresas, que vieron
el negocio, auspiciaron este nuevo medio, a veces
abiertamente -como los grandes diarios- a veces de
un modo indirecto. Pero sólo en su faz tecnológica:
se compraban los equipos, se intalaba lo necesario
para que funcione el galpón... pero los periodistas
eran -son- especie de aficionados, que trabajan
generalmente “en negro” (esto es, sin aportes
previsionales, etcétera), por lo cual estamos siempre

- 94 -
expuestos a que nos despidan cuando los
empresarios no nos consideren “rentables” -o les
molestemos por alguna cuestión ideológica.

-¿Y qué fue de la API?

-Se desinfló. Luego de un primer año de entusiasmo,


comenzó a decaer, hasta que un incidente menor
entre algunos miembros me dio la oportunidad para
considerar este intento -por ahora- clausurado.

-¿Cuáles fueron las razones para este... no sé si lo


consideras un fracaso?

-No. Tampoco fue un fracaso. Al ser la primera


Asociación de Periodistas de Internet generó una
nueva conciencia que al pasar los años creo se va a
valorar. Instalamos luchas importantes, como la
ocurrida con el periodista Cárdenas, despedido de un
importante diario chileno de internet, el caso de la
desaparición de un hijo de un periodista colombiano,
Jorge Enrique Botero, o el de la discriminación
ideológica hacia Andrés Dapuez en el diario de
Córdoba, Argentina, La Voz del Interior... Nuestra

- 95 -
asociación llegó a obtener la intervención de la SIP
o la publicación de los temas denunciados en medios
importantes como La Nación, de Buenos Aires, o El
Mundo, de España. Luego hicimos campañas
exitosas, como la efectuada en contra de la censura
en España.

-¿Puedes narrarnos alguno de estos casos que sea


particularmente representativo para la API?

-Tal vez el de Juan Pablo Cárdenas, sea


paradigmático. El era director periodístico del diario
Primera Línea, de Santiago, Chile. De un día para
otro fue dejado fuera. Al despedirlo, el gerente le
comunicó que la medida fue tomada porque “el
Gobierno de Chile no comparte la línea informativa
seguida en los últimos meses por el periódico”.
¡Esto era tremendo! La API fue la única institución
que levantó alguna polvareda por este asunto.
Debido a que el gobierno de Chile tenía cierta aura
“progresista” y “democrática”, incluso sectores de la
izquierda domesticada silenciaron el asunto. Por
nuestra parte, hicimos pública una carta al
presidente Lagos que circuló profusamente, y

- 96 -
logramos la promesa del director de Libertad de
Expresión de la SIP (Sociedad Interamericana de
Prensa) Ricardo Trotti, de que se iba a ocupar del
asunto. Por otra parte, la misma empresa que
despidió a Juan Pablo Cárdenas tenía también un
barniz “progresista”... con más razón pusimos
mucho énfasis en esta campaña, pues si esto lo hacía
una empresa “progresista”... ¿qué dejaremos
entonces para las dominadas totalmente con los
criterios del capitalismo salvaje?...

-Y qué ocurrió con Cárdenas... ¿lo reintegraron a


su puesto?

-No. Desde el gobierno me contestó un secretario de


la presidencia, diciendo muy ambiguamente que el
presidente iba a estudiar el caso. También la
promesa de Ricardo Trotti quedó sólo en eso, ni
siquiera difundieron el caso en alguno de los diarios
que integra la impresionante cadena que tienen, pues
como sabes la SIP cuenta con empresas periodísticas
afiliadas a lo largo y lo ancho de toda América
Latina. Pero aquí queda claro que la supuesta lucha
de la SIP por la “Libertad de Prensa” lo es sólo por

- 97 -
la “Libertad de Empresa”, pues actúan sólo en caso
de ver amenazados los negocios de los diarios, y no
cuando realmente se afectan los derechos de un
periodista, como fue el caso de Cárdenas en Chile.

-¿Y respecto de la censura?

-En España se proyectó una ley que regulaba el


manejo de la información en internet, con
prescripciones verdaderamente cavernarias. Se la
denominó Ley de Servicios de la Sociedad de la
Información. Ella indicaba que los medios de
comunicación digitales, cualquiera que sea su
tamaño o propósito, deberían constar en registros
públicos formalizando su existencia a niveles
similares al de las empresas. De esa forma, toda
información publicada quedaba sujeta a la
intervención administrativa del Estado Español y se
considerarían delitos actos como acompañar los
artículos con vínculos a páginas “ilícitas”, no
disponer de copias de artículos publicados y no
retirar de la publicación aquellas informaciones que
las autoridades administrativas consideren “ilícitas”.

- 98 -
Las multas llegaban hasta los cien millones de
pesetas.
Esta ley hubiese anulado la creación de comunidades
libres en la Internet española, el anonimato, la
discrepancia y la libertad de expresión. La
definición que se da en el anteproyecto de ley a los
“servicios de la sociedad de la información” es tan
amplia que recoge cualquier actividad remunerada o
no remunerada por sus destinatarios, de comercio
electrónico o de simple valor periodístico.
La API impulsó una campaña internacional en
contra de esta ley, para evitar que se aprobara en
España. Paradójicamente -o no- los principales
medios de prensa que tienen sus grandes sitios en
internet, no se sumaron a la campaña. Esto
demuestra una vez más que ese mecanismo de la
“concertación” con los gobiernos de turno, es el
habitual en la prensa hoy, hasta el punto que
normalmente los empresarios periodísticos tienen
más puntos de acuerdo con quienes violan
sistemáticamente los derechos periodísticos que con
quienes los defienden.

-¿Por qué se desdibujó la API?

- 99 -
-Yo mismo la desactivé. Porque me di cuenta que no
teníamos sustento interno como para seguir con la
línea proyectada. Llegamos a ser unos 200
miembros, dispersos en diferentes lugares del
mundo, desde Chile a Japón, pasando por España,
Alemania, México y varios países de Latinoamérica.
Mas por un lado había una integración amorfa, en un
sentido ideológico; por otro, carecíamos de sustento
económico.

-¿A qué te refieres con lo de “integración amorfa”?

-Te contaré un caso, paradigmático. X es una


periodista española, residente en Alemania. Pronto
obtuvo un trabajo en la empresa que edita el diario
El Mundo, de España, debido a que uno de sus
directores era miembro de la API y conocido mío. X
integraba el grupo de cuatro que éramos los únicos
que realmente trabajábamos por la API: además de
mí estaban Carolina Jerez Henríquez, chilena, quien
trabajaba también en la Unesco. Ella desarrolló el
sitio web de API, muy bien. Y Leo Sosa, quien
trabajaba en un multimedia de Salta, Argentina.

- 100 -
Poco a poco X se fue apartando, hasta que
sencillamente se borró. Luego de dos o tres mails
donde me daba excusas de tipo personal -problemas
con el marido, que era un alemán, o cosas así-
terminó confesándome que la gente de Libertad
Digital, un diario de internet que integra la galaxia
de El Mundo, le había dicho que se aparte de la
API... ¡y de mí! Que éramos unos terroristas y otras
cosas que ya no quiso contarme. ¡Simplemente
porque nos habíamos atrevido a defender la Libertad
de Expresión en Internet y los derechos de los
periodistas!... Así que te imaginas, si en la comisión
directiva, entre los líderes de la Asociación,
teníamos gente que cede tan fácilmente a las
presiones de los poderosos, ¿qué podíamos esperar
de los demás? Yo creo que debemos esperar aún que
las condiciones maduren para formar una Asociación
como la que pretendíamos impulsar.

-¿Cómo ve la situación de los medios de prensa en


internet hoy?

-Internet es un espejo de lo que ocurre en la


sociedad material. Las grandes empresas controlan

- 101 -
los sitios de noticias más importantes en la web, lo
hacen con los mismos criterios que manejan sus
diarios de papel: utilizan a los periodistas tanto para
cubrir una conferencia de prensa como para diseñar
una página, o los mandan a informar por radio en
caso de necesidad. Absoluto desprecio por los
derechos de los trabajadores. Pero después están los
otros, los falsos “progresistas”, como algunos
medios que adoptan una fachada seria,
“profesional”, “honesta” pero de hecho son parte de
la misma patraña capitalista extendida como una
enfermedad viscosa a lo largo y lo ancho del ámbito
informativo por todo el planeta.
Yo tuve una discusión con un tal Albarrán, de la
Reforma, de México. Fue con oportunidad de una
denuncia de la API, esta vez hacia el gobierno
argentino, ya que manejábamos información en el
sentido de que se había instalado en la SIDE
(organismo de espionaje del estado) toda una
sección especial, incluyendo personal, para hackear
a los periodistas de internet y a todo medio
independiente. Albarrán reaccionó acusándonos de
“apresurados” por haber hecho la denuncia. ¡Te das
cuenta! Él confiaba más en un organismo que había

- 102 -
sido fundamental para el secuestro, tortura y muerte
de más de 40.000 argentinos durante la dictadura
militar que en los datos obtenidos por nosotros!... Y
decía hacerlo desde “la izquierda”. Por eso digo
debemos tener paciencia para que las condiciones
maduren un poco más, pues hasta los sectores de
izquierda están hoy irremediablemente infectados
por el inmenso lavado de cerebros que ha hecho el
capitalismo criminal desde los años 80 en adelante,
con mucho éxito, hay que reconocerlo.

-¿Hay alguna forma de luchar con esperanzas en


contra de este gigantesco control?

-Sí. Porque es un sistema que ha entrado en crisis.


En esto también se refleja la crisis de la estructura
capitalista global. En el mundo material, los países
capitalistas se ven obligados a lanzar campañas
criminales sobre otros países, como lo hicieron en
Afganistán o recientemente en Iraq. Ello porque
necesitan desesperadamente solucionar sus
problemas de recesión continuada, déficits fiscales
sin precedentes (EEUU lo tiene de un modo que
jamás hubiera tolerado el FMI a cualquier país

- 103 -
subdesarrollado). Entonces, en el ámbito de la
prensa se retrocede también a situaciones de los
años 20 o 30, o más atrás aún. Con censura interna
llevada hasta grados ridículos, con el predominio de
los más mediocres y obsecuentes en las redacciones
de todos los medios informativos del mundo, ¡con
una precariedad laboral que no se había visto desde
la situación de capitalismo salvaje denunciada por
Marx y Engels en Inglaterra durante el siglo XIX!
Pero esa crisis sin precedentes, con sus altas cuotas
de violencia e injusticia descargándose sobre los
más débiles, también está creando su antídoto.
Son los movimientos “antiglobalización”, que
aunque intentan ser infiltrados por los falsos
progresistas como los mencionados, han adquirido
una vigencia extraordinaria. Al igual que los
bárbaros fueron el antídoto que logró sanear la
sociedad, permitirle que continuara su evolución
hacia sociedades más participativas, en un tiempo de
ominosa opresión, degeneración, criminalidad,
durante el Imperio Romano... ¡nosotros somos,
ahora, los bárbaros de la globalización! Nuestra
ventaja es que ahora tenemos internet... y el inmenso
bagaje cultural de dos mil años más de evolución

- 104 -
intelectual. Ello nos permite que cada uno de
nuestros golpes pueda ser, ahora, diez mil veces más
efectivo de lo que pudo haber imaginado jamás un -
digamos- San Juan Crisóstomo, o San Agustín, que
fueron quienes dotaron de ideología al visceral
movimiento de rechazo al imperio promovido por
los bárbaros de la Edad Antigua.

-¿Que futuro supone para el periodismo de internet?

-El futuro nos pertenece. Los diarios de papel


desaparecerán, quedarán sólo aquellos que tengan un
valor agregado por sus contenidos (Cultura,
Ciencias, cuestiones regionales). Pronto internet
ocupará el espacio que aún domina la TV
(fusionándose con ella).

- 105 -
Globalización y Barbarie

Por Sol Taubriz


Entrevista efectuada en febrero de 2004
Publicada en Indymedia Barcelona

ST: en una reciente entrevista (1) usted dice “somos


los bárbaros de la globalización”... ¿puede ampliar
más el concepto?...

JC: Se emplea el término “bárbaros”, normalmente,


para designar personas de costumbres violentas,
gentes toscas, sin refinamiento, incapaces de
apreciar la belleza, o simplemente bestiales. Sin
embargo, cuando Ptolomeo u Aristóteles hablaban
de “bárbaros”, no le daban estos sentidos, ni esos
hábitos se consideraban típicos de los pueblos
llamados así. Para los antiguos griegos, bárbaros
eran sencillamente personas que no se habían
acostumbrado a vivir en ciudades, y tampoco
adoptaban el modo de organización económica que
requiere la vida de ciudad. La característica

- 106 -
principal de este tipo de vida era la autosuficiencia.
Es decir, ellos se abastecían, en todo lo necesario,
con la naturaleza que los rodeaba o sus esfuerzos
comunitarios.

ST:...bárbaros serían hoy, entonces, grupos como


los de Bin Laden...

JC: ¡Claro!... o los zapatistas. O incluso la


comunidad de Sai Baba. Qué decimos con esto: no
se trata de grupos sociales antropológicamente
retrasados: por el contrario, los verdaderos bárbaros,
en todos los tiempos, suelen ser aquellos que están
ofreciendo alternativas novedosas para una situación
de crisis estructural del sistema, cíclicamente
agobiado por una civilización determinada.

ST: Por ejemplo los bárbaros que derribaron al


imperio romano...

JC: ¡Claro!... ¡Con ellos comenzó la historia de


Occidente!... Los historiadores europeos gustan de
decir que “la historia de Occidente comenzó con la
epopeya de Maratón”, refiriéndose a la heroica

- 107 -
resistencia de Leónidas y sus trecientos, que
permitió la derrota posterior de la invasión Persa. Se
equivocan -en parte concientemente-: la historia de
Occidente comenzó en realidad con la caída de
Roma, en el siglo V.

ST: ¿Por qué dices “se equivocan concientemente”?

JC: Toda sociedad próspera necesita crearse un


pasado prestigioso. Igual como los nuevos ricos
corren a comprarse un título de nobleza (en Europa
tenemos ejemplos claros, como los barones de
Rotschild). Es más prestigioso descender de Grecia
y Roma que de las hordas de Clodoveo, los teutones,
los suavos... todavía están muy claras las imágenes
bestiales que daban de ellos los aristocráticos
romanos. Sin ir más lejos en la reciente película
“Gladiator”, se da la imagen de los romanos como si
fuesen refinados tecnócratas del arte bélico,
mientras se muestra a los germanos como peludos
gigantes desharrapados, que combaten con rústicos
troncos a modo de lanza en sus manos. Pero la
verdad es diferente: ni los griegos ni los romanos se
consideraban parte de Occidente: ellos amaban y

- 108 -
eran hijos, en verdad, de la civilización Oriental, de
la cual habían aprendido todo lo que consideraban
bueno. Ellos se consideraban continuidad de Egipto,
Babilonia y Persia. La prueba es que Alejandro
Magno, una vez conquistado el trono del imperio
persa, cambia sus vestidos inmediatamente por el
estilo persa, y obliga a todos sus funcionarios a
adoptar no sólo las vestiduras, sino los hábitos
culturales y sociales de los persas, a quienes se
consideraba representantes de una cultura superior.
Otro signo en tal sentido es que los emperadores
romanos, en la época de mayor refinamiento cultural
del imperio, emigran a Bizancio, es decir a Turquía,
lo cual era claramente considerado Oriente, e
instalan allí el Centro del Imperio. Entonces,
Occidente, tal como lo consideramos hoy, surge
como referencia cultural recién cuando los bárbaros
del centro-norte de Europa, junto a las islas
británicas, comienzan a organizarse en ciudades. Es
decir, hacia los siglos VII u VIII, bajo un sistema
social novedoso, el feudalismo, y un eje cultural
poderoso: el cristianismo.
Tampoco es real que los romanos y griegos sean
rubicundos, de ojos celestes, como nos los muestran

- 109 -
hoy las películas norteamericanas. Eso es fruto del
narcisismo germánico y anglosajón.
Lo más probable es que tanto romanos como griegos
fueran normalmente morenos, más bien bajos de
estatura, del tipo que hoy son más o menos los
italianos del sur.

ST: Entonces, los bárbaros de hoy serían todos los


países que desde Europa llamamos “Tercer
Mundo”.

JC: En parte sí... no es tan simple. Más que los


países, yo diría ciertos grupos sociales, organizados,
deliberadamente o no, que sustentan proyectos de
existencia alternativos, superadores al sistema
ecológico-cultural vigente, que por su caducidad no
permite seguir avanzando al desarrollo de la
humanidad.

ST: ¿Y cuál sería ese sistema ecológico-cultural que


está en crisis?

JC: El de considerar a la Tierra como un campo de


batalla a disposición de los más criminales y

- 110 -
audaces. A estos depredadores humanos, la
civilización occidental llama “emprendedores” y
“competentes”. Sustenta para ello una concepción
largamente modelada, a través del darwinismo, el
malthusianismo y modernas teorías ecologistas, de
acuerdo a las cuales se justifica la existencia de la
injusticia y la depredación de la naturaleza -a la cual
se llama “recursos”, como si el universo hubiera
sido hecho nada más que para sustentar al hombre-,
se justifica, te digo, con malabarismos intelectuales
que durante siglos han actuado sobre las conciencias
con éxito. Esta concepción te muestra como natural
que los pueblos sigan un ciclo evolutivo de: valor
individual, laboriosidad = éxito económico; luego
tales pueblos crecen, y se vuelven colonialistas; más
tarde van desarrollando una alta tecnología que les
permite dominar el mundo conocido. A esta
concepción, que justifica el dominio de “los
recursos”, como les llaman ellos, por “los más
aptos”, debe oponerse otra concepción (siempre
surgió en la historia); la de los bárbaros. Y es la que
finalmente triunfa, porque si no el mundo mismo -
que no se compone solamente por humanos- iría
hacia su desaparición. Y no existe ninguna esencia

- 111 -
vital que tenga como designio la autoeliminación.
La naturaleza resiste. No solamente los humanos
conscientes de la perversidad del modelo occidental,
sino toda la naturaleza: los animales, los bosques,
los mares, los ríos contaminados, las montañas, la
atmósfera... están diciendo ¡Basta!, hoy. Nosotros,
los bárbaros, somos la expresión intelectual, nada
más, de esta inmensa reacción cósmica que va a
echar abajo a toda esta calaña de criminales
ecológicos encabezados por Bush, Aznar y ese
payaso inglés que arrastró a su país al crimen con
amedrentamiento ideológico y mentiras.

(1) Jordi Foix. Entrevista con Julio Carreras (h):


“Somos los bárbaros de la globalización”.

Luego de su publicación en Indymedia Barcelona, se


recibió este comentario:

Dato erróneo

Por: febo

Creo que Julio confunde los hechos, cuando dice


que Maraton fue batallada por Leonidas y sus

- 112 -
trecientos. Son dos hechos diferentes. Por lo demás,
muy interesante sus conceptos, lastima la brevedad.

Comienzo de Occidente

Por: Julio

Tiene razón, Febo. 10 años separan la batalla de


Maraton, donde las fuerzas griegas triunfaron sobre
los persas comandadas por Milcíades, de la defensa
de Las Termópilas por parte de Leónidas y sus
trecientos. La intención de mi respuesta era
sintetizar en aquél núcleo periódico el inicio del
triunfo griego sobre los persas. Que luego
completaría Alejandro Magno con la ocupación total
del imperio oriental. Se me fue la mano en la
síntesis, obviando numerosos datos en el medio. Le
agradezco su aclaración.

- 113 -
“El imperialismo fracasará en Iraq”

Entrevista con: Julio Carreras (h) | 12 de julio de


2004.
(Desgrabación de la entrevista efectuada en
directo por Irib Spanish Radio, Radio Oficial de
Irán, sección Internacional)
Cargo: periodista argentino, experto en temas
internacionales
Entrevistadora: Corresponsal de Irib Radio en
España
Tema: La situación de Iraq
http://www.irib.ir/worldservice/

P- Como sabe usted, la situación en Iraq todavía


sigue siendo muy complicada y esto es mientras que
hace un poco, el 28 de junio pasado, se realizó la
transición de poder en este país. Queríamos saber
su opinión alrededor de este tema.

R- Yo creo que como usted indicó, es un problema


preocupante el de Iraq, porque, como habíamos
dicho anteriormente también, la ocupación fue una
avanzada del imperialismo, que intenta apropiarse

- 114 -
de los recursos estratégicos del mundo. Esta
lamentable avanzada bélica demuestra que ellos no
están conformes con todo lo que han acumulado, en
base a la destrucción y a la sangre, a lo largo de
prácticamente los últimos 4 siglos. Pues debemos
ver que, a partir del siglo dieciséis, cuando empieza
la expansión de Europa y del colonialismo inglés,
hasta el siglo diecinueve, en que se consolida y el
siglo veinte en que se concluye su transferencia a
los EE.UU., son las mismas razas las que van
concentrando el poder económico del mundo, y de
entre ellas la dominante es la raza anglosajona. Pues
los EE.UU., que son en este momento la avanzada
del imperialismo, ven que en la perspectiva futura,
los recursos naturales del mundo van a ser escasos...
porque ellos mismos los derrocharon de una manera
irracional. Entonces quieren concentrar el poder, el
control sobre todos los recursos energéticos de la
Tierra: quieren distribuir las riquezas de una manera
aun más favorable únicamente para sus pueblos y
para sus intereses económicos. Y no les interesa el
futuro de las otras culturas, de los otros pueblos, de
las otras civilizaciones.
La invasión de Iraq no es más que es un intento

- 115 -
descarado de este grupo económico poderosísimo,
que se ha concentrado en Occidente, para dominar
todo el mundo y someterlo a sus intereses, incluso
provocando un genocidio, porque si llegan a tener
éxito, es tal la concentración que va a provocar este
avance imperial, que en el futuro el mundo va a ser
únicamente para los dominadores y para los que
acepten la dominación como pueblos esclavos.
Así que esta supuesta “transferencia” del gobierno
iraquí es sólo una pantalla para disimular su grosera
violación de todas las normas internacionales
civilizadas. Se la efectúa hacia personas repudiadas
por su pueblo, el pueblo de Iraq. Incluso hay un
delincuente financiero allí, propuesto como
presidente; es uno de los principales representantes
del imperialismo norteamericano. Cierto que es de
nacionalidad iraquí, pero también había sido
repudiado y expulsado de Iraq, no por cuestiones
políticas, sino por sus reiteradas estafas. No es
absolutamente para nada representativo del pueblo
iraquí. Entonces en este momento, con su actitud de
quedarse para poner gobiernos títeres, lo que están
haciendo ellos es prolongar una guerra, de la que
estoy seguro que van a ser perdedores, porque la

- 116 -
resistencia iraquí es cada vez más fuerte y el apoyo
internacional al pueblo es cada vez más fuerte y es
repudio solamente lo que ellos están cosechando -
incluso entre el mismo pueblo norteamericano. Es
muy posible que la Resistencia los obligue a un
retroceso y que tarde o temprano se recupere la
independencia de Iraq, que es lo que verdaderamente
corresponde.

P- Las fuerzas de los EE.UU. están reprimiendo el


pueblo iraquí, mientras que anteriormente ellos
pretendieron mucho sobre la democracia y
estabilidad en Iraq y de otro lado, en todo Oriente
Medio bajo el llamado plan de Gran Oriente Medio.
¿Cómo piensa usted sobre esta contradicción en el
comportamiento de los mandatarios
norteamericanos?

R- El imperialismo siempre se ha caracterizado por


el doble discurso. Por una parte, proclaman los
derechos humanos y la libertad, proclaman
democracia pero, en la práctica, ellos siempre han
impulsado la dictadura -porque no se puede imponer
a ningún pueblo y a ninguna cultura del mundo, un

- 117 -
sistema político por la fuerza. Entonces si nosotros
hablamos de democracia y de equilibrio mundial,
por una parte, y sostenemos estos discursos con
tanques de guerra, con aviones, con bombardeos,
incluso con armas de destrucción masiva y otros
tipos de bombas y recursos horrorosos, que se
aplicaron sobre los pueblos que a lo largo de estos
últimos 20 años han ido invadiendo los EE.UU.,
entonces es un discurso absolutamente
contradictorio. Porque vemos que junto al discurso
“por la democracia” de los EE.UU., se construye un
muro en Israel, con el cual no solamente se segrega
desde un punto de vista racial y cultural a todo un
pueblo, sino que se le impide la subsistencia
económica. Y a pesar de que sus tribunales más
civilizados, como el tribunal de la Haya, condenan
este muro, el gobierno de los EE.UU. y el
capitalismo mundial apoyan prácticamente de un
modo incondicional al régimen asesino de Sharon y
a todos los avances inhumanos que está llevando
adelante en su política. Es el único criminal que
puede actuar con impunidad absoluta en todo
Oriente Medio, mientras que cuando muchos
hombres valientes y decididos entregan su vida para

- 118 -
defender a su pueblo, como pasa con los libaneses
patriotas que combaten a los israelíes, se los llama
terroristas. Así que entonces nosotros tenemos que
hacer una lectura inteligente y aguda -que el pueblo
de todos los países del mundo saben hacer, porque
no se dejan engañar-: cuando se habla de
“terroristas”, cuando se habla de “la lucha
internacional en contra de los enemigos de la
democracia”, el pueblo de todos los países del
mundo sabe que se están refiriendo verdaderamente
a quienes luchan por la libertad de su patria, por sus
creencias y por su religión.
Pero nosotros observamos signos políticos y sociales
de que a pesar de este doble discurso, del inmenso
poder mediático que tienen los EE.UU., a la larga
van a ser derrotados. Porque así también creemos
que los imperios nunca pueden seguir un camino que
sea agradable a Dios y también nosotros somos
convencidos religiosos y creemos que Dios no puede
permitir en el mundo un triunfo perdurable o la
tiranía del mal. Así que tarde o temprano este doble
discurso será eliminado y los imperios caerán. Como
cayó el imperio romano y como cayeron todos los
imperios que en un momento determinado se

- 119 -
opusieron a la paz, la justicia y la igualdad, que son
la voluntad de Dios sobre la Tierra.

P- Otro asunto que se plantea es que los EE.UU. en


su enfrentamiento con el pueblo iraquí en este país
acusan a otros países vecinos de Iraq, como la
República Islámica de Irán y Siria, de brindar
apoyo militar a los grupos iraquíes y que también
según ellos, refiero a los mandatarios
estadounidenses, los terroristas pasan por territorio
iraní y también de Siria. ¿Cómo opina usted sobre
estos pretextos de los EE.UU.?

R- Nosotros sufrimos constantemente la agresión y


la ofensa por parte de estos grandes poderes del
mundo, son los mismos que en las islas Malvinas o
en los alrededores de Cuba, se arrogan el derecho de
ocupar territorios. Como Guantánamo, o Gibraltar
en España, en donde hace siglos han ocupado
ilegítimamente un territorio que pertenece a España.
Hace poco perpetraron uno de esos hechos más
irritantes, la invasión (tal vez deliberada) con un
buque de guerra estadounidense al espacio marítimo
iraní, para amenazar también a Irán libre. Pero el

- 120 -
gobierno de Irán dio una lección de dignidad al
mundo entero cuando, de manera correcta, detuvo a
estos invasores y agresores. Al imperialismo se le
propinó una lección que no le va a ser fácil ignorar,
esto es, que se debe respetar la voluntad de los
pueblos del mundo que tienen dignidad.
Mientras ellos hablan de la legalidad, de derechos
humanos y respeto por las leyes internacionales,
hacen la guerra con métodos brutales, torturan y
asesinan por doquier. Por eso todos los pueblos del
mundo han aprendido a decodificar el lenguaje
mentiroso del imperialismo. Ellos comprenden que
cuando se habla “del terrorismo”, en realidad se está
hablando por lo general de patriotas, de gente digna,
de gente que es orgullosa de su cultura. Cuando se
acusa a países de “apoyar al terrorismo”, muchas
veces ese apoyo, si existiese, es comprendido y
justificado por los pueblos de todo el mundo, porque
se sabe que se está dando auxilio en la lucha justa, a
jóvenes que arriesgan sus vidas en su lucha por la
independencia de los pueblos.

P- También vemos que los EE.UU. intentan crear un


ámbito de tensión de discrepancias en Iraq entre

- 121 -
diferentes grupos iraquíes. ¿Cómo piensa usted
sobre estas intrigas de los EE.UU.?

R- Esto ha sido una táctica histórica del


imperialismo. Y lamentablemente en muchos casos
es exitosa. Usted recordará muy bien que en el siglo
diecinueve y a principios del siglo veinte, el
imperialismo inglés -que étnicamente es el mismo
que éste, porque como decíamos hace rato, hay una
raza que es anglosajona, que tiene continuidad en
este dominio del mal sobre el mundo, debido a que
su cultura es una cultura materialista, es una cultura
que pone por encima de todo el lucro y las riquezas,
como dioses, y por lo tanto, se opone a la voluntad
de Dios sobre la tierra- pero, decía que el
imperialismo inglés a finales del siglo diecinueve y
a principios del siglo veinte, diseñó una geografía en
Oriente Medio, que no es la geografía natural de
estos territorios. Creó países, al mismo Iraq ya que
lo mencionamos, lo diseñó de acuerdo a sus
intereses imperialistas, en los siglos diecinueve y
veinte.
Ellos incluso se atribuyeron el derecho de designar
gobernadores y comandantes militares, de establecer

- 122 -
constituciones liberales y de acuerdo a sus
necesidades imperiales, y eso es una práctica
viejísima del imperialismo, el dividir a estos
pueblos. Lamentablemente muchos de estos pueblos
cayeron en la trampa y la prueba es que algunos de
los países que resultaron de esas divisiones,
actualmente siguen en pie. Entonces -como lo
hicieron con Kuwait u otros países del Oriente
Medio- es lógico que en este momento sigan con
esta táctica que ha dado buenos resultados. Pero
creo que en Iraq no dará un buen resultado, porque
en este momento en Iraq se ve que hay un sólido
acuerdo entre los principales grupos nacionalistas,
religiosos y patriotas. Hay una unidad en la acción,
que consiste principalmente en que todos quieren
que los invasores imperialistas se vayan de su país.
Así que es muy posible que en muy corto tiempo
tengamos más sorpresas aún en Iraq, en el sentido de
que como se había estimado, la resistencia del
pueblo y los combatientes, provoca que ahora estén
arrepintiéndose de haber subestimado su capacidad
vital, en sentido estratégico. Lo más probable es que
tengan que retirarse humillados de este país, porque
les van a quedar 2 caminos, únicamente: o destruir

- 123 -
completamente Iraq, o someterse a la voluntad de su
pueblo, que no quiere invasores en esa patria, quiere
manejarse independientemente. Así que difícilmente
su vieja táctica de dividir para reinar resulte. En este
caso, creo que va a ser un fracaso.

- 124 -
“A mí lo que me decide a militar es la
Masacre de Trelew…”
Taller Arte y Parte
Conformado por docentes de la UBA
(Universidad de Buenos Aires)
Entrevistado: Julio Carreras
Fecha: 20 de mayo de 2007, 06:26
Duración total: 38 minutos
Conversación Telefónica Buenos Aires – Santiago
del Estero. R. Argentina.
Entrevistadoras: Alejandra Niño Amieva –
Mercedes Niklison

Entrevistadora: Nosotras estamos investigando en


el ámbito de un proyecto llamado Artes
comunitarias, colectivas y participativa. Prácticas
artísticas de la sensibilidad social contemporánea
en Argentina. Es un proyecto que abarca varias
décadas y nosotras decidimos ubicarnos en la década
del 70 porque nos interesaba mucho…detectamos
una importante cantidad de grupos que no son leídos
en la Historia del Arte primero, no son leídos como

- 125 -
grupos, y a veces, los integrantes de esos grupos ni
siquiera son reconocidos dentro de lo que es la
Historia del Arte, entonces nos interesaban porque
sus prácticas nos parecieron sumamente importantes
y que de algún modo están siendo retomadas en la
actualidad, mucho más levemente y con otras
intenciones... pero bueno los antecedentes de todo
esto que sucede en la actualidad y que se ve como
novedoso, en nuestro arte lo rastreamos más atrás.
Con motivo de esto detectamos La Urpila (LU), que
fue uno de los grupos activos y por intermedio de
Liliana nos enteramos de que estuviste integrando la
primera época de LU.

Julio Carreras: Lo que le decía a tu compañera es


que yo no estuve en La Urpila, estuve en un grupo
anterior …
E: En SER …
JC: La Urpila surgió en el momento en que yo me
fui a Córdoba, pero seguía en relación con este tipo
de tareas alternativas, se puede decir, porque estaba
tratando de […] una revista

- 126 -
E: ¿Era una revista relacionada con artes?
JC: Era una revista más bien política […]tenía un
perfil más bien político, se llamaba Posición.
Además trabajaba en la corresponsalía de diario El
Mundo […].
E: A ese grupo, SER no lo habíamos
detectado.¿Estaba conformado por artistas de
diferentes áreas?
JC: Bueno, mirá, … yo escribí una novela, la estoy
corrigiendo, que está relacionada con el tema,
porque fue un período breve pero muy intenso que
se dio entre el año 71 y 73. Te lo digo por lo
siguiente, porque el fenómeno –se puede decir– fue
casi espontáneo; todos éramos músicos, yo tocaba la
guitarra eléctrica en un conjunto que hacíamos
temas de los Beatles y había otros changos que
tocaban en otros grupos que se ganaban la plata que
necesitaban trabajando en eso, pero querían hacer
rock nacional, que era lo que en ese momento para
nosotros era lo más interesante. Era la época en que
surgió Almendra, La Cofradía de la flor solar,
Aquelarre, etcétera. Entonces, de un modo
espontáneo, porque un día nos convocamos para

- 127 -
hacer una zapada... No sé si vos sabes a lo que se le
llamaba zapada en esa época...
E: Si, si.
JC: Y bueno, la idea se me ocurrió a mí en realidad,
porque estábamos en la casa de un chango que
tocaba la batería, que era de una familia muy
humilde de un barrio marginal de Santiago; era un
día lluvioso, lloviznaba, y a pesar de eso estábamos
en medio de la llovizna, conversando. Yo escuchaba
la música y tomé conciencia de repente de la
importancia de la solidaridad, se puede decir, de la
comunidad. Habíamos logrado que... poniendo
desinteresadamente nuestros equipos cada uno, en el
conjunto aunar tantos equipos con un sonido
extraordinario… Entonces yo le dije a los changos:
ché esto es extraordinario, estamos haciendo una
música hermosa y con una potencia bárbara... ¿por
qué no coordinamos y hacemos esto habitualmente y
organizamos el primer recital de rock nacional aquí
en Santiago?... Y bueno empezamos a trabajar con
eso y logramos formar un grupo de más o menos
unos cincuenta chicos y chicas, de músicos y
también había gente que escribía, dibujantes…

- 128 -
E: ¿Y se reunían en algún lugar en especial?
JC: Teníamos una casa, primero empezamos a
reunirnos en la casa de Lucky Gómez, porque todos
éramos jóvenes que vivíamos la mayoría con
nuestros padres, nos reuníamos en algunas de las
casas de los miembros del grupo y después, un
primo de uno de los miembros del grupo que tenía
una casa desocupada nos prestó la casa. Bueno,
entonces empezamos a reunirnos y a ensayar y como
éramos muchos músicos decidimos hacer
organizadamente, de acuerdo a las afinidades,
diferentes grupos. Todos éramos músicos
relativamente comerciales… yo había dejado de
tocar ya, me dedicaba más a dibujar y leer mucho,
también escribía bastante… era una época en que
estaba en una búsqueda política, era una época en
que había un movimiento político nacional muy
intenso. (inaudible) Entonces nosotros con nuestra
música fijamos una serie de pautas que eran, por
ejemplo, la primera invertir el proceso que se daba
habitualmente en Santiago, que era que los mejores
músicos incluyéndome a mí, que yo había sido un
músico del “centro”, de las clases altas de
Santiago... (la música de los Beatles la podían

- 129 -
escuchar las clases altas), nosotros tocábamos y
cantábamos inglés para las clases altas en los
lugares de alto poder adquisitivo. En cambio en los
barrios marginales se escuchaba música más rústica.
Y los principales números artísticos que venían a
Santiago generalmente tocaban en el centro también,
entonces nosotros dijimos vamos a hacer un proceso
inverso, vamos a hacer la mejor música pero para la
gente más humilde; entonces vamos a salir del
centro, vamos a los barrios…
E: Con el mismo repertorio, con ese mismo
repertorio que tocaban en otros lugares …
JC: Claro…, un repertorio además rectificado
porque decíamos: no tenemos porqué cantar en
inglés, vamos a cantar en castellano, vamos a hacer
música que entienda la gente; vamos a hacer música
que represente los problemas que tienen. Entonces
les hablábamos por ejemplo de la discriminación,
hablábamos de la necesidad de que todos los niños
puedan estudiar, que coman... componíamos ese tipo
de música …
E: ¿Alcanzaron a grabar algo, Julio?

- 130 -
JC: Mirá únicamente se grabó el recital, pero se
perdió esa cinta, creo, no sé… o la tendrá alguno por
ahí posiblemente, porque muchos de los que
formaron parte de este grupo todavía andan aquí,
son tipos de 55 años más o menos, promedio ¿no? Y
algunos tienen fotos, algunos tienen una grabación
posiblemente. Pero yo no tengo ninguna, a lo mejor
con un poco de esfuerzo podríamos detectar algún
chango que tenga alguna cinta … Porque en esa
época era muy diferente a ahora, se grababa en
cintas, era más complicado el proceso, nosotros
somos una provincia pobre, en general no teníamos
una alta tecnología. Y bueno, como te decía,
entonces empezamos a organizarnos en diferentes
grupos: se formaron dúos, se formaron conjuntos
que hacían un rock más pesado, otros conjuntos que
hacían rock más acústico … Y a ese movimiento lo
bautizamos SER. Básicamente... las ideas eran mías
porque los changos de algún modo me habían
empujado a que yo sea como una especie de
factotum ahí; no era que yo lo buscaba, porque en
esa época no me interesaba, ni nunca me interesó ser
el líder político … y bueno el nombre SER lo
pusimos porque … en realidad yo quería … Se me

- 131 -
ocurrió, como se me ocurrió haberle puesto Ojo a un
negocio que tenía en un tiempo anterior, de discos y
de libros, y me preguntaban por qué y yo les decía:
no sé… Ojo, por los ojos de Picasso, porque en esa
época me gustaban los ojos de los dibujos de
Picasso y SER porque me parecía que era como una
afirmación, nosotros somos, existimos, estamos … y
bueno éramos muy entusiastas…, yo escribí y
dibujé todo en un stencil, me acuerdo, para el primer
volante que hicimos, que era el manifiesto del grupo
SER, con Jimmy Hendrix como logotipo,
sobreimpreso […] muy difícil en esa época y
también por amor a Jimmy Hendrix lo impuse como
un símbolo del grupo; porque lo dibujé a Jimmy
Hendrix, un perfil famoso que hay de Hendrix, como
una silueta sobre el volante.. Alguno de los
miembros, me lo mostró ahora, hace poco, que lo
tiene. Eso se puede conseguir…
E: Sería fantástico…
JC: Y bueno, así surgió este grupo SER. El grupo
llegó a ser muy convocante, porque todos los días
había gente en la casa, y se empezó a dividir, porque
nosotros éramos un sector que teníamos ya una clara

- 132 -
vocación política, de militancia política, empezamos
a participar activamente en reuniones políticas,
participamos… y el momento de crisis, de comienzo
de la crisis fue cuando nosotros, un pequeño grupo
que pertenecía a SER, tomó parte de la ocupación y
toma por una noche de una facultad aquí en
Santiago. La facultad fue rodeada por el Ejército,
porque eran tiempos de dictadura militar también, y
fue una noche muy intensa, fue toda una noche que
se tomó completamente la facultad, después nos
sacaron, nos detuvieron... pero nos liberaron
enseguida, en una cuestión de horas, nos tomaron las
huellas digitales, los nombres, etcétera.
E: Pero tuvo repercusión ese hecho al interior del
grupo.
JC: Claro, y fue un hecho muy impresionante
también, porque en esa época el diario local, que era
prácticamente el único medio de mayor
respetabilidad en Santiago, el más importante,
publicó que había surgido un nuevo grupo
subversivo que se llamaba SER por nuestras pintadas
en las paredes de la facultad, el nombre del grupo
¿no?.... En realidad nosotros no teníamos ningún

- 133 -
objetivo político, pero sí, de algún modo estábamos
haciendo política. Porque al solidarizarnos con los
movimientos revolucionarios estábamos ya
participando en todo un proceso que llevaba a que
los medios nos caracterizaran como subversivos.
Bueno, esa tarde, esa noche fue muy intensa, por la
toma de la facultad y el siguiente también porque
nos liberaron cerca del mediodía; volví a mi casa,
era una crisis en mi casa porque mi papá que era
muy peronista… Me acuerdo que tuve una discusión
tremenda con mi papá porque yo tenía una foto de
Marx en la pared, había puesto un afiche de Marx en
la pared, y mi papá había sacado el afiche de Marx y
había puesto una foto de Perón [risas].
E: Y vos discutiendo con él
JC: Yo, en realidad, a Perón también lo amaba
porque había sido parte de mi infancia… pero me
chocaba que mi padre se haya metido en mi pieza a
revolver mis cosas… bueno una discusión porque mi
papá me dice:¡cómo te vas ha hacer comunista!, ¡el
comunismo es lo peor que hay!. Mi papá era
peronista pero anticomunista… Bueno, salgo de ahí
y después de discutir con mi papá voy y me

- 134 -
encuentro con unos changos del grupo, varios
changos de pelo largo porque era el sector que
nosotros le llamábamos “los Hippies”; estábamos los
otros, los que éramos más politizados, también
éramos músicos, también éramos artistas pero no
nos interesaba tanto la cuestión de dejarnos el pelo
largo, de meditar… sino que estábamos en la acción.
E: Claro, ya habían pasado directamente a la acción
política… y bueno es algo que sucedió con muchos
grupos por entonces. El otro problema de investigar
sobre estos grupos es que además muchos de sus
miembros desaparecieron y no encontrás el rastro
porque bueno, entendieron que llegaba un momento
que tenían que actuar, no podían seguir… y era
lógico en esa dinámica uno lo lee así,
inevitablemente debían actuar.
JC: Así es. Bueno, esa tarde me hacen un planteo
diciéndome que les parecía mal, que por todas partes
estaba saliendo el grupo como un grupo político y
que ellos no querían meterse en política, no querían
saber nada y que les parecía mal que nosotros los
que habíamos participado en la toma de la facultad
hubiésemos asumido la representatividad del grupo.

- 135 -
A pesar de eso hicimos después en conjunto el
recital, el grupo siguió pero también estaba ya la
voluntad deliberada de los dos movimientos
revolucionarios más grandes que eran el PRT y
Montoneros de tratar de captar gente dentro de
nuestros grupos porque veían gente que era activa,
que eran capaces de militar. Teníamos mucha gente
de origen humilde, trabajadores, músicos de origen
en las clases trabajadoras, entonces deliberadamente
iban estudiantes universitarios militantes de
diferentes partidos políticos, no solamente del PRT
y de Montoneros, sino también del PC, del Partido
Socialista Popular, del Poder Joven de […] tratando
de captar gente. Y éramos cada vez más, un
movimiento importante; en ese momento fue que
muchos de nuestros miembros se fueron haciendo
militantes, pero a pesar de eso…, y es el momento
en que yo también entro en la militancia que es, más
o menos a fines del 72, a mí lo que me decide, lo
que me impulsa fuertemente a la lucha
revolucionaria es el asesinato de los militantes que
se habían fugado de Rawson, eso me …
E: Claro es determinante para muchos…

- 136 -
JC: Yo recuerdo todavía con emoción a la mañana
cuando me levanté y vi las fotos en el diario, fue un
golpe, como si me hubiesen atacado a mí, y te
sientes cada vez más comprometido. Entonces ya
empecé a buscar la militancia y en cambio otro
sector del grupo siguió y ellos siguieron como dos
años más, un grupo grande que únicamente se
dedicó a la música; siguieron haciendo recitales,
incluso creo que hasta el 76 siguieron.
E: ¿Ellos siguieron utilizando el nombre?
JC: Siguieron utilizando el nombre, si, por eso
incluso esa parte yo ya no la viví, también tendría
que hablar con otros amigos que… Hay uno de ellos,
por ejemplo, que ahora es artesano, es un tipo que se
convirtió él en el impulsor principal de la segunda
parte …
E: ¿Y tuvieron más o menos las mismas intenciones
que en el momento original?, desde el punto de vista
estético-musical te estoy diciendo ¿mantuvieron las
mismas ideas?
JC: Si.
E: Lo único que se dedicaron más a la música …

- 137 -
JC: Se dedicaron a hacer música y después cuando
fue aumentando la represión se refugiaron, formaron
una comunidad hippie y empezaron a incursionar en
las drogas…
E:¿En Santiago mismo, no?
JC: En Santiago, practicaban el amor libre, ese tipo
de cosas, pero bien, seriamente, no como una
degeneración.
E: No, no, seguro, porque además en esta
investigación se detecta esta tendencia en los grupos
a, en un momento determinado, unirse en
comunidades aisladas, así, están todos juntos, pero
viviendo todos juntos; es algo que lo vemos como
regular, y lo que vos me decís contrasta la hipótesis
de que esta práctica era habitual.
JC: Claro.
E: Así es que hasta el 76, por lo menos, siguieron
ellos
JC: Siguieron, con menor fuerza porque se fueron
separando, se fueron peleando entre ellos, cada uno
formó una pareja estable; por ejemplo este tipo que
te digo que ahora es artesano, él en realidad volvió a

- 138 -
ser de nuevo un pequeño burgués, a trabajar en el
correo, se casó con la compañera de él, siempre
siguió con la misma, la compañera de él que también
es artesana ahora y canta, ella canta y él también
canta, toca la guitarra eléctrica, ellos siempre
tuvieron la vocación musical... pero él empezó a
trabajar en el correo como empleado formal, fue
cartero, después oficinista y se retiró o se jubiló en
estos retiros voluntarios, o algo así. Y ahora retomó
el aspecto exterior, anda con el pelo largo, barba, y
la mujer también: vestida como hippie…
E: Julio, te hago una pregunta, aparte de toda la
actividad que tenía que ver con las acciones
musicales, conciertos… ¿alcanzaron a tener algún
tipo de manifiesto, fuerte, conjunto, sobre alguna
cuestión (estética o política) al margen de la
publicidad de algún recital? Por ejemplo ¿algún
documento, que era tan habitual, marcando la
posición con respecto a algo?
JC: El primer volante fue un manifiesto en realidad.
E: ¿Ese que contabas en que apareció el perfil?
JC: Sí, que fue el de 1972, invitando al recital que
expresaba ese principio que te decía: todos los

- 139 -
espectáculos estéticos de mayor nivel han sido para
las clases superiores económicamente, nosotros
queremos llevar las artes a los sectores donde
generalmente se originan los mejores artistas, que
son los grupos más humildes. Cosas así, pero aparte
de eso, nosotros hicimos una revista, sacamos dos
números, uno de esos números que para mi gusto es
el mejor, lo tiene una historiadora de aquí de
Santiago que también se puede conseguir, y ahí hay
posiciones claras políticamente, antiimperialistas, a
favor… Me río un poco porque, como toda persona
que hace una revista cree que puede continuar más,
nosotros estábamos haciendo algunas biografías en
episodios y empezamos con la biografía de Augusto
César Sandino, en el nº 1 y el n°2... Y bueno quedó
trunca ahí porque sacamos dos números nada más.
E: ¿No la pudieron sacar más por cuestiones
económicas, por cuestiones de organización o por
cuestiones de censura directamente?
JC: No, en esa época todavía no había una
censura… al menos no nos importaba a nosotros, la
podíamos sortear relativamente fácil porque era un
momento de auge de masas y cada día teníamos más

- 140 -
poder, digamos. Pero ocurrieron dos cosas: una que
el grupo se empezó a dividir, y otra que a mí ya me
dejó de interesar demasiado y yo era el que hacía
prácticamente la revista; y además de Buenos Aires
me designaron corresponsal de la revista Nuevo
Hombre, porque me fui acercando al PRT, empecé a
integrarme ya orgánicamente alrededor de la prensa
del PRT y en ese carácter fue que me contrataron,
pero también desde otra militancia, pasé a trabajar
en el diario El Mundo y en la revista Posición de
Córdoba.
E: Julio, retomando un poco, esto nos interesa
muchísimo y todo lo que podamos conseguir al
respecto... ¿te acordás el nombre de la publicación
que hicieron... la de los dos números?
JC: Si, el mismo nombre del grupo, SER.
E: Porque nos interesa además lo que se escribía, ¿a
vos no te quedó nada, un ejemplar?
JC: Yo puedo conseguir la revista…
E: Porque por acá no creo que la consigamos
JC: No, no, porque era una revista…

- 141 -
E: Claro, muy interna.
JC: Hay otro documento que a lo mejor en Buenos
Aires ustedes lo pueden conseguir, y es que uno de
los miembros del grupo, que era un artista
plástico… en realidad él era estudiante de artes de
Tucumán, escribió una extensa carta donde narró el
recital del grupo SER y la mandó a la revista Pelo.
la Revista Pelo la publicó en la sección de cartas de
lectores, o algo así.
E: ¿En qué año?
JC: Eso fue en el año 1972
E: ¿Y te acordás el nombre de este artista plástico
tucumano?
JC: Él se llama Ángel Garay, todavía está aquí en
Santiago
E: ¿No sabés si estuvo en La Urpila?
JC: Creo que después él estuvo en La Urpila
también
E: Porque entre los miembros de LU, el que tenemos
es un artista que se llama Luis Garay Estevenet…
JC.: Ese es otro…

- 142 -
E: El nombre de este artista que me estás
nombrando no lo tenemos, sería interesante
preguntarle si estuvo, si participó también…
JC: Claro. Hoy me estaba comentando la esposa de
Ricardo Touriño que LU en realidad nace de un
grupo de gente mayor, que son ya pintores
consagrados como es el caso de Alfredo Gogna,
Legname, y el que dices vos, Luis Garay, que era un
escultor, ya un hombre grande. En esa época ellos
eran gente de 45 años, que para nosotros eran
grandes. Se me ocurre que los chicos, como Ricardo
Touriño, Rafa Touriño, después está Alejandro Díaz,
que ha muerto ya, que era escultor, ellos le dan un
sentido más novedoso y más social posteriormente,
porque aparentemente LU al principio, era nada más
que como un grupo que querían juntarse para
potenciar el arte que hacían.
E: Claro, para difundirlo más, hacerlo llegar a
mayor cantidad de gente, legitimarlo...
aparentemente, me parece. Pero después no fue así,
adquirieron algún tipo de prácticas revulsivas para
entonces, me parece.

- 143 -
JC: Lo que ocurrió aparentemente fue que muchos
de los que … no querían ni hacer una militancia
abierta en política, no les interesaba comprometerse
políticamente, pero tampoco querían quedarse al
margen completamente y parece que fueron
integrándose ahí, en LU, pero… en realidad no
quiero abundar mucho sobre eso, por eso […]
Ricardo Touriño que él si fue un protagonista
antiguo de eso…
E: Claro, de él si tenemos unos reportajes que
hemos conseguido, pero no hemos podido hablar con
él, no lo hemos podido contactar, pero
aparentemente si estuvo… es más los relatos sobre
LU no dan muchos detalles… y nos interesaba sobre
todo por el final … porque muchos miembros de LU
no terminaron …
JC: Si, lo que pasa es que ellos, como te digo,
estaban comprometidos con el arte, con el arte como
profesión. Aquí en Santiago se daba –y se da
todavía, como en casi todas las provincias– que se
considera al arte como una especie de actividad
lateral, y lo que Ricardo Touriño, Rafael, Alejandro
Díaz y todos ellos, de algún modo tomándolo como

- 144 -
padrino a Gogna, que era como el ideólogo principal
de esa concepción, innovaron en Santiago en el
sentido de decir: bueno nosotros nos dedicamos al
arte completamente, somos profesionales del arte,
somos pintores, somos escultores, somos dibujantes;
no somos oficinistas que dibujamos los sábados y
domingos. En eso tuvieron esa actitud, pero como
además tenían sensibilidad social, los empezaron a
marcar como grupo de izquierda, porque además
Gogna era del Partido Comunista, entonces… yo te
digo algo que ellos me comentaron y por una
cuestión de delicadeza no quiero mencionar a uno de
ellos... Ellos lo señalan como que era un infiltrado
policial, uno de los miembros que después se fue a
Buenos Aires, pero yo no lo quiero nombrar. Es un
tipo conocido todavía, un tipo que se dedica al
folclore, a la música, pero según ellos nunca
tuvieron una actividad política, en un momento
determinado le allanaron, creo, el local y los
obligaron a dispersarse. Y ellos lo cuestionaban, los
amigos digamos, Ricardo, Rafa y Alejandro Díaz,
me lo señalaban a ese fulano, como que él había
estado informando para granjearse la simpatía de los

- 145 -
militares en ese momento, que ellos eran gente de
izquierda, subversivos…
E: ¿Y sabés por qué le pusieron LU, además de la
referencia al cuadro de Gómez Cornet?
JC: Yo creo que fue por eso nomás, por la
afirmación de un nombre que para nosotros es
importante porque afirma la identidad santiagueña,
la urpila es un pájaro muy local; es un nombre que
está muy relacionado con nuestra lengua, con el ser
del santiagueño.
E: Julio estuvimos leyendo una entrevista que te
hicieron, un reportaje que nos interesó muchísimo,
me estoy refiriendo a una cuyo título es: “El error
del ERP fue continuar la lucha armada luego de las
elecciones del 73”
JC: Ah, sí sí, de un estudiante de la facultad de
Historia de aquí en Santiago
E: Nos interesaron muchísimo tus reflexiones... Y
bueno, es invalorable tu ayuda para con nosotras;
todo lo que vayamos haciendo al respecto te lo
vamos a ir enviando y en todo caso, desde luego
estás invitado a opinar de lo que sea. Te vamos a

- 146 -
mandar las actividades en las que estamos
trabajando y los documentos que vayamos haciendo.
A esto que grabamos le vamos a hacer la
desgrabación textual y te la enviaremos también.
Nos diste datos de muchísimo interés y nos gustaría
mucho rastrear a este grupo SER que confirma
muchas de las prácticas que nosotros detectamos
como habituales y que hoy aparecen como muy
novedosas, y allí están ocupando un espacio
importante en ese momento.
JC: He visto por ahí que Ripoll, que es el que hacía
la revista Pelo, él sigue en actividad en Buenos
Aires como empresario de música, o algo así …
E: Y Pelo es más fácil de conseguir, en un archivo
la conseguís.
JC: Si por eso tal vez se pueda conseguir esa carta
de Ángel Emilio Garay el pintor que escribió esta
carta, por que narra la experiencia que tuvo él...
Porque como él no era músico y era un chango que
estudiaba en Tucumán lo impresionó mucho y le
quedó grabado en la mente, se ve, y lo escribió.
Fijate que a raíz de eso me escribe un muchacho de
Buenos Aires; le escribe a una pariente de él que me

- 147 -
contacte a mí y nos hacemos amigos con este chango
de Buenos Aires. O sea que tuvo, en ese momento,
esa pequeña carta (que en realidad es una carta que
debe estar siendo como de una página de tamaño A4
porque ocupaba como dos columnas de la revista a
media página, es lo que yo me acuerdo) tuvo
repercusión ese recital.
E: Bueno Julio, nuestro agradecimiento es inmenso,
siempre es muy interesante hablar con un
protagonista de esos años tan particulares y que lo
ve a la distancia, que eso también es muy
interesante. Nos mantenemos en contacto, ahora
vamos a mirar el sitio de aDIN, ¿vos estás
trabajando allí?
JC: En realidad prácticamente la hago solo, tengo
colaboraciones, pero casi la hago solo
E: También te vamos a pasar la dirección de la
página de una revista, es más académica porque
estamos en el ámbito más académico, a veces hay
que ajustarse a ciertos géneros, pero te puede llegar
a interesar, y sabemos lo que es eso porque también
en nuestro caso es el director y una o dos personas
más y están solas haciendo la revista, siempre es

- 148 -
uno el que hace todo, suele suceder, pero a veces se
arma un equipo y puede salir, es ideal generar un
equipo
JC: Claro es lo que yo he buscado desde un
principio. Incluso, otro tema, fijate hay una gente
que hace un sitio que se llama El Ortiba, en Buenos
Aires, yo les estaba proponiendo y a lo mejor lo
hagamos en breve, volcar nuestras experiencias
como periodistas alternativos, y yo les decía que el
verdadero periodismo siempre ha sido alternativo,
porque al ser el capitalismo interesado en
determinadas áreas de la información y en otras no,
al ser el periodismo empresarial, lo obliga a ocultar
ciertas cosas; entonces el periodismo vocacional
siempre es alternativo, siempre sale como una
especie de necesidad de decir la otra campana, de
contar lo que no están contando los medios
convencionales…
E: Bueno Julio un gusto enorme hablar con vos, y
nos mantenemos en contacto, un beso, Chau.

- 149 -
Elecciones 2007 – Victoria de Cristina Fernández
de Kirchner
“El desafío es poner en caja a los grandes
capitalistas internacionales”

Por Orestes Martí


Publicado por Canarias Insurgente, Islas
Cañarias, España, 2 de noviembre de 2007.

¿Que valoración hace usted de los resultados


electorales de la reciente consulta celebrada en la
Argentina?

Me parece que hemos obtenido el mejor resultado


que se podía esperar desde los sectores más
humildes, los trabajadores y el campo popular. Si
bien el matrimonio Kirchner no ha emprendido el
camino hacia el socialismo, el cual nunca figuró
tampoco entre sus propósitos manifiestos, es cierto
que han puesto orden y coherencia en la economía
nacional. Y esto acompañado con una mejora
sustancial en la situación de los sectores populares

- 150 -
(trabajadores, desempleados, minorías étnicas
marginales y otras).
Argentina vive una situación muy delicada desde
hace unos treinta años atrás, momento en que se
perpetró el proyecto del imperialismo, por medio de
la sanguinaria dictadura militar que padecimos
aquí.
Luego de una situación favorable a principios del
siglo XX, de la cual dos gobiernos populares,
absolutamente democráticos, como los de Yrigoyen
y luego el de Perón, supieron extraer beneficios para
todos los argentinos, comienzan estos intentos
imperialistas que consiguen triunfar recién en 1976.
Y cuando digo “todos” los argentinos, quiero decir
precisamente eso, esto es que también los grandes
empresarios se vieron beneficiados por los
gobiernos de Yrigoyen y Perón. Sólo que su
acendrada mezquindad y estupidez de clase,
aculturada y europeízada -pues se creían más
anglosajones que argentinos-, le permitió al
imperialismo manipularlos como instrumentos para
la destrucción del país que habitaban sin
comprenderlo.

- 151 -
Desde 1955, con los criminales bombardeos en Plaza
de Mayo, donde mueren más de 300 personas
inocentes, hasta 1976, en que obtienen el record de
30.000 desaparecidos y 20.000 presos políticos, los
militares locales se convierten en el brazo ejecutor
de esos pequeños grupos pseudo aristocráticos que
trabajan para el imperialismo norteamericano.
Cuando en 1982, producto de su derrota en Las
Malvinas, la torpe política exterior desarrollada y su
propia desorientación como sector político, el
Partido Militar entra en retirada, han dejado un país
devastado económicamente, pero principalmente
quebrado en su aspecto moral y cultural. Tres
generaciones de argentinos transitan prácticamente
inutilizados moralmente el periodo posterior,
idiotizados por el terror y la confusión ideológica
impresas fuertemente por la dictadura militar.
Debido a ello es que Raúl Alfonsín, pese a sus
buenas intenciones -que apenas pueden inscribirse
dentro de instaurar una socialdemocracia neoliberal
muy tibia, al estilo de Lagos o Bachelet-, fracasa
porque los yanquis querían mucho más: esto es,
acabar con el vaciamiento completo de la Nación,
entregando todos los servicios públicos y empresas

- 152 -
del estado rentables a los monopolios
internacionales, prácticamente a título de regalo.
Finalmente es Carlos Saúl Menem quien lo realiza,
adquiriendo con esto la designación de Principal
Traidor a la Patria, a su partido, a su trayectoria
política y hasta a su familia, en la cual introdujo un
tipo de existencia que provocó tragedias y patéticos
desequilibrios.
Creo que Fernando De La Rua y su equipo, por
carecer de talento y de cohesión mafiosa suficiente,
fueron incapaces de pilotear el desastre, lo que
provocó finalmente una pueblada que obligó a los
herederos de ese proceso miserable a huir por los
aires, mientras en las calles se volvía a asesinar a
nuestros sacrificados compatriotas, por si hubiese
sido poca tanta sangre derramada.
Kirchner toma el timón de un barco que se hunde y
en el cual peligrosas pandillas se disputan el manejo
de los bienes disponibles y los botes de salvataje.
Logra introducirse con un exiguo espacio propio,
debido a lo cual constantemente debe negociar con
sus contrincantes para sostenerse en el poder. Pero a
diferencia de los pandilleros militares o civiles que
gobernaron el país desde la muerte de Perón en

- 153 -
adelante -exceptuando sólo a Alfonsín-, Kirchner
utiliza estos juegos políticos para llevar adelante un
proyecto propio, de clara orientación nacional y
popular.
En tanto persiste una oposición de gran poder
económico, principalmente por su estrecha
vinculación con el imperialismo, que jaquea abierta
y encubiertamente cualquier intento de desarrollo
nacional independiente. Esta oposición, cuyos
mascarones de proa más conspicuos son Macri y
Lopez Murphy, tiene sin embargo una batería de
alternativas “progresistas” en su manga, como los
sectores de Lavagna y la UCR, Elisa Carrió con su
ARI y hasta numerosos grupos de “socialistas
democráticos”, herederos históricos del desprecio a
las mayorías “cabecitas negras” sustentado por su
fundador, a quien acertadamente el gran historiador
argentino Fermín Chávez motejó como
“Norteamérico” Ghioldi (se llamaba Américo).
En tanto, la pequeñez de la fuerza propia de
Kirchner al inicio de la gestión, hacía temer un
resultado que obligase a una segunda vuelta, cosa
que podría haber terminado en fracaso para el único

- 154 -
sector político popular con chances electorales en la
Argentina.
Pero finalmente y por suerte no fue así, y creo que
todos debemos celebrar la victoria de Cristina
Fernández de Kirchner. La cual, además, y a
diferencia de la patética Isabel Martínez, cuyo único
mérito era haber sido la tercera esposa de Perón,
Cristina es una talentosa mujer, de gran capacidad
política y recursos caracterológicos propios, a la
cual el inmenso esfuerzo que significa ser presidenta
de un país tan grande como este, estamos seguros no
va a doblegar.

El Frente de Izquierda conformado por el PTS, el


MAS e Izquierda Socialista han denunciado
situaciones de fraude electoral. ¿Qué información
puede dar sobre el particular?

No creo que haya habido fraude electoral. Sí es


posible que haya habido negligencias, en muchos
casos deliberadas o impulsadas como “picardías”
por punteros y sectores del mismo partido
gobernante, que en muchas provincias son dos, pues
no olvidemos que Kirchner ha hecho alianzas

- 155 -
profundas con la UCR, históricamente el segundo
partido mayoritario en la Argentina junto con el
peronismo.
Así, por ejemplo, faltaron boletas de algunos
partidos en las mesas de votación, cosa grave para
quienes deseaban optar por esas alternativas. Y ésta
fue la única irregularidad que se pudo detectar,
aunque repito que esto en sí mismo ya es grave.
Pero en esto hay que ver dos cosas: una, que estos
partidos de los que faltaban boletas eran tan
minoritarios, que se puede conjeturar como poco
relevantes su resultados concretos, pues
posiblemente de cada 10.000 votantes había uno o
dos que buscaron aportar su voto por esa alternativa,
con frecuencia cortando boletas y adjuntándolos
como senadores o diputados para Cristina de
Kirchner.
Este fue el caso del partido del prestigioso cineasta
Fernando Pino Solanas, quien a pesar de ello hizo
una elección excelente. Solanas, un hombre del
nacionalismo revolucionario, se abrió del partido de
Kirchner muy poco antes de las elecciones, pero aún
así sacó más votos que Lopez Murphy, el candidato
por excelencia del imperialismo yanqui. Si tenemos

- 156 -
en cuenta que Lopez Murphy, en las elecciones de
2003, había sacado 3.173.475 sufragios, quedando
así en tercer lugar, luego de Menem y Kircher, que
en aquella oportunidad apenas obtuvo sólo
4.312.517 votos... debemos considerar que algo está
cambiando de un modo muy favorable para nuestro
país en la conciencia popular expresada a través de
la reciente votación.

¿Cuáles son a su juicio los principales retos a los


que deberá enfrentarse la nueva Presidenta de
Argentina?

En la Argentina hoy existe un reto extraordinario


que es poner en caja a los grandes capitalistas
internacionales que impulsan un modelo de país
obviamente perjudicial para sus habitantes e incluso
para la propia naturaleza física de nuestro territorio.
Uno de los principales ejemplos es la expansión
brutal de los llamados “agronegocios”, donde grupos
de capitalistas manejan desde oficinas en Buenos
Aires, Londres o Nueva York la explotación salvaje
de millones de hectáreas de tierras. Ello produce
ganancias que salen estrictamente del país, ya que

- 157 -
por una parte benefician a estas empresas con
cuentas generalmente en el extranjero y por la otra a
las dos mayores y más tenebrosas multinacionales
de la manipulación química con fines de lucro
aplicada a lo natural, que son Monsanto y Dow
Chemical.
Los únicos beneficios que dejan estos
“agronegocios” son ganancias por cánones de
exportación que generan grandes ingresos a la
administración pública, cosa que según creo ha
impedido hasta ahora tomar ninguna medida para
poner freno a esta salvaje destrucción de nuestra
naturaleza, que se está realizando, de un modo cada
vez mayor. Pero esto no debería continuar, pues de
otro modo sería como si alguien subsistiera
económicamente vendiendo sus órganos: primero
vende un riñón, luego una mano, después un pie,
más tarde un ojo... finalmente le quedará sólo un
muñón, ya no será un cuerpo... es decir, un
verdadero suicidio.
Y lo que digo no es exagerado. El cuerpo natural
de la Argentina está siendo destruido por los
grandes emprendimientos sojeros, a los cuales ahora
se han comenzado a sumar los del maíz transgénicos

- 158 -
y los otros cultivos destinados a los que ellos llaman
de un modo mendaz “biocombustibles”, pero que
deberían llamarse en realidad “necrocombustibles”,
pues están hechos sobre la abolición de la cualidad
esencial de un organismo vegetal, que son sus
propiedades alimenticias (es decir, las que
reproducen la vida).
A ellos deben agregarse los de las grandes empresas
mineras, que generalmente son las mismas que
destruyen las montañas de Chile, Perú y ahora están
por ir, con el beneplácito del gobierno chileno,
sobre los glaciares. Si bien en la Argentina no han
avanzado tanto como lo hicieron en el Perú,
empresas como la Barrick Gold ya han causado
daños gravísimos, han contaminado ríos, y han
destruido sectores importantísimos de nuestras
montañas. También se dice -yo no tengo pruebas,
pero me lo han expresado personas muy honestas-
que estas empresas están robando toneladas de
uranio de la región ándida de la Argentina. A ellos
el gobierno debe ponerles freno.
Otras áreas donde es imperioso actuar son las
controladas por las grandes empresas de servicios
privatizados, como los teléfonos, el gas, la

- 159 -
electricidad... ¡el agua! ¡las inmensas carreteras de
la Argentina! Todo esto ha sido entregado a
verdaderos vampiros a lo largo de los últimos
cincuenta años en la Argentina (los peores,
indudablemente, de toda su historia, exceptuando tal
vez los que tuvieron que padecer los pobres
aborígenes al ser avasallados por la brutal conquista
española del siglo XVI).
El presidente Kirchner demostró que es posible
tomar una iniciativa importante para revertir esta
circunstancia nefasta cuando retiró la concesión a la
multinacional francesa que manejaba el agua de
Buenos Aires, la mayor cantidad de usuarios
cautivos que jamás llegó a tener empresa alguna en
todo el mundo, si no me equivoco. Y lo hizo sin
violar siquiera una sola de las cláusulas del contrato
escrito en tiempos favorables para ellos por la
propia empresa. Pues es tanta la impunidad que
gozan estas mafias empresariales en la Argentina,
que ni siquiera se cuidan de cumplir los contratos
que ellas mismas han impuesto...
Muchas iniciativas como estas, a lo largo y lo ancho
de todo el país, acompañadas por un proceso de
fortalecimiento y apoyo de la industria nacional, la

- 160 -
apertura de nuevas áreas de producción industrial,
basadas en organizaciones locales, brindaría un
impulso extraordinario a nuestra economía, un
estímulo moral magnífico a toda la población e
incluso un fortalecimiento político sin precedentes
para la propia presidenta, lo cual le permitiría
negociar en crecientes posiciones ventajosas con los
eternos adversarios que supo ganarse por su
capacidad estratégica nuestra Nación.

¿Considera que habrá cambios significativos en la


dirección del país o que el próximo gobierno
continuará con las líneas trazadas por el anterior?

Este es el proyecto de un matrimonio, a todas luces


armónico, por lo cual resulta muy probable que sea
entonces una continuidad del modelo de desarrollo
que ha iniciado con su gestión el presidente Néstor
Kirchner.
En realidad, lo único que parece claro exteriormente
de la orientación de los Kirchner es que están
dispuestos a ampliar sin límites todo el espacio que
puedan recuperar de lo que se ha perdido, tanto en el
manejo interno de la economía nacional, como en la

- 161 -
relación de fuerzas con las potencias extranjeras,
especialmente los Estados Unidos de Norteamérica.
Para hacer una alegoría, los Kirchner y su Frente
para la Victoria son como un pequeño grupo de
campesinos que han sido arrinconados en dos
hectáreas de tierra por grandes terratenientes y que
en base a inteligencia y lucha van obligando a
retroceder a sus opresores. En cada combate, logran
recuperar un pedacito de tierra, y otro y otro... y a
cada espacio recuperado, lo van alambrando,
instalando además señas propias, que en el campo
las llaman “de posesión”.
Una mención especial merece su
extraordinariamente valiente política de Derechos
Humanos. Ellos han logrado un avance singular en
este campo, poniendo en su sitio realmente a las
Fuerzas Armadas, que es ni más de menos que el de
custodios de una nación y no sus opresores, como
lamentablemente habían llegado a ser bajo
conducciones extraviadas. Han logrado grandes
avances en la Justicia Histórica, cultural, social de
este país, lo cual ha estimulado extraordinariamente
a la juventud, devolviéndoles su respeto a las
instituciones nacionales.

- 162 -
¿Cómo ve a la Argentina en el contexto
internacional?

La veo alineada con Venezuela, Brasil, Ecuador,


Cuba, Nicaragua, Bolivia, y los grandes
movimientos populares de países como México,
Colombia, Centroamérica, Uruguay, Paraguay,
Chile y toda Latinoamérica, como única alternativa
para resistir al invasivo proyecto de dominación
mundial que sigue fogoneando con poderoso ímpetu
el imperialismo para la región.
No debemos olvidar que aparte de la inmensa
reserva natural que aún resta, y está siendo salvaje,
criminalmente atacada por los agronegocios en la
actualidad, somos una de las principales reservas
acuíferas del mundo, por lo cual se deben esperar
muy fuertes embates sobre nuestra soberanía
territorial en las décadas por venir.
Y en el resto del mundo, la veo defendiendo su
identidad étnica y cultural, verdaderamente
riquísima, como producto de las feraz interacción y
mixturas que se produjo a lo largo de siglos entre
razas aborígenes de cualidades variadas e

- 163 -
innumerables, otras europeas y la inmigración
africana -forzada, pero finalmente absorbida- que se
introdujo con ellas.
Las ciudades cosmopolitas, como Buenos Aires,
deben abandonar la ilusión de que “los argentinos
somos más europeos que latinoamericanos”. Durante
la guerra de Las Malvinas tuvieron una pequeña
prueba de lo que realmente los europeos piensan de
nosotros, por sí hacía falta. Para los europeos y los
yanquis, nosotros somos seres inferiores, que sólo
servimos para ser sus sirvientes. Aunque muchos de
nosotros tengan los ojos azules y el pelo rubio.
Como los tenía Galtieri.
Me parece que los Kirchner tienen en claro esto, la
orientación de su política cultural en lo interior lo
expresa muy elocuentemente. Pocas veces en los
últimos treinta años han tenido tanto espacio en el
ámbito público estatal las comunidades aborígenes,
los folclores regionales de la Argentina o sus
movimientos populares de todos los ámbitos.
Pero si no asentamos esta defensa de nuestra
identidad con la defensa de nuestro territorio bajo
acciones concretas, en lo económico, como lo son
poner fin a la destrucción de la naturaleza que están

- 164 -
llevando adelante las empresas sojeras, por ejemplo,
dudo que tenga éxito finalmente ningún proyecto.
Por eso es necesario ver unos meses más, qué
acciones concretas va tomando la nueva presidenta,
que asume el 10 de diciembre, lo cual nos llevaría
hasta mediados del año 2008 para poder opinar con
mayor certeza. Mi deseo es que se reviertan los
procesos negativos a los cuales el presidente
Kirchner no pudo abocarse por estar acosado por
miles de presiones y problemas urgentes que debía
resolver perentoriamente, que se profundicen los
logros y desarrollos exitosos beneficiando a los más
humildes, los desocupados, los trabajadores y
campesinos de todo el país, y que se empiece con
una industrialización y defensa de la soberanía
nacional, en serio, de una vez por todas en nuestro
apaleado país. Que tiene tantas riquezas naturales y
posibilidades humanas, como para no depender
absolutamente de nadie en el plano económico, e
incluso puede ser capaz de ayudar al resto del
mundo sin excesivo esfuerzo... sólo si se saca de
encima, de una vez por todas, a los buitres
norteamericanos y europeos que hasta ahora han
logrado someter a casi todos sus gobiernos.

- 165 -
“Todavía estamos en peligro”
Por: Marcela Arce
Semanario La Columna
Nº 747 - 20 de Marzo de 2008

Cuando se aproxima el “Día de la Memoria, la


Verdad y la Justicia”, un santiagueño que estuvo
preso durante 7 años entrega una reflexión
distinta de lo sucedido. No apela al costado

- 166 -
emotivo, sino que apunta a un aspecto poco
conocido de lo que dio origen al genocidio.

El próximo 24 de marzo se cumplirán 32 años desde


que el régimen más sangriento de la historia
reciente de Argentina fuera instaurado. Las
desapariciones, las torturas, los centros
clandestinos de detención, y todas las consecuencias
de aquella fatídica fecha, hoy más que nunca, son
tema de debate constante.
Para muchos, hablar de ello no es más que revolver
en una vieja herida. Para otros, esa herida nunca
cicatrizó. Ni lo hará hasta que todos los culpables
sean castigados y mientras no se sepa la verdad.
Una verdad que aun no termina de desentrañarse.
Pero qué opinan los protagonistas de aquellos
sucesos. Qué sienten las personas que sufrieron la
cárcel, las humillaciones y todo el horror derivado
de la más cruel de las represiones. A simple vista,
pudiera pensarse que sólo sienten consternación por
lo vivido, y quieren hablar sólo de ello. Contar sus
experiencias personales durante el cautiverio,
acusar a sus carceleros o recordar al compañero

- 167 -
muerto a su lado. Este podría ser el homenaje a los
compañeros desaparecidos.
Pero Julio Carreras (h) no piensa lo mismo,
aunque estuvo 7 años preso en diferentes cárceles y
campos de concentración. Aunque su esposa pasó
por lo mismo durante 6 años. Tenía 25 años cuando
fue detenido en Córdoba. Había sido músico, pintor,
escritor y periodista.
Recién en los últimos meses del proceso, recuperó
su libertad. Regresó a su tierra natal, donde, entre
múltiples actividades ligadas al periodismo y la
cultura santiagueña, fue director de un diario en
internet (Pantalla de Noticias), coordinador general
de la Asociación de Periodistas de Internet. Escribe
para varias revistas y medios, en papel e internet.
Es, actualmente, editor general de @DIN (Agencia
Digital de Noticias) en Internet.
Escribió 9 libros, además de muchos artículos -y un
par de libros de ensayos juveniles, que prefiere
ignorar. Una de las novelas cortas fue traducida y
editada en Italia. Trabaja ahora (de a poco) en tres
novelas.
Para él, hay otra historia que debe ser contada.
Una historia que tiene que ver con los verdaderos

- 168 -
hacedores de esta historia: los grupos económicos
internacionales que presionaron al país de tal
manera para imponer un plan que sólo significara
ganancias para ellos, en desmedro de toda una
nación.
Un diálogo profundo, que permite conocer el otro
lado de una laceración que no se cerrará mientras
toda la verdad no salga a la luz.

EL PLAN ECONÓMICO

-A 32 años del horror que significara la


instauración del golpe de facto y sus
consecuencias trágicas, ¿se califica como un
sobreviviente o un preso político?
-Era un militante político. Por lo tanto, estaba
preparado para que me detuvieran, me torturasen o
pasar por las horrendas situaciones con las que
pasamos junto a mi esposa. Es cierto que he
sobrevivido, pero no me considero ni una víctima ni
un sobreviviente en el sentido de algo que me ha
pasado por casualidad. Nosotros, los militantes
revolucionarios de los años 70, estábamos
preparados para enfrentar las situaciones que nos

- 169 -
tocaron vivir después, y sabíamos que podría
sobrevenir eso.

-¿Cómo lo sabía?

-En realidad, el golpe militar, la represión, las


torturas, los crímenes y las desapariciones no son
algo desprendido de un conjunto de medidas
políticas y económicas que se querían llevar
adelante. Esas son las causas verdaderas de esa
represión, que tampoco es responsabilidad
únicamente de algunos militares. No. Este es un plan
político que se viene desarrollando e intentando
aplicar en el mundo entero y que, finalmente,
terminó exitosamente, sólo a través del uso de la
violencia.

-¿A qué plan económico se refiere?

Este plan económico, desarrollado primero en Chile


y después en Argentina, constituye una reacción de
los grupos económicos más poderosos del mundo
ante el gran avance que había tenido la clase
trabajadora del mundo y también algunos países de

- 170 -
lo que ellos denominaban “el tercer mundo”.
Después de la 2º Guerra Mundial, un gran
economista inglés, Keynes, comprende que
únicamente se podían evitar nuevas guerras si se
lograba que la sociedad tuviese un mínimo estado de
bienestar. Incluso, siendo ministro de Economía de
Inglaterra, había estado en desacuerdo con las
medidas que se le habían aplicado a Alemania
después de su derrota en la 1º Guerra Mundial,
porque con su tradición productiva y guerrera,
vaticinó que podía haber otra guerra posterior.

-Como finalmente sucedió.

-Exacto. Sería una reacción de este país a la


opresión económica a la que había sido sometida. Y
esta presión económica no se da sólo por una
cuestión de perversidad humana, sino que es mera
consecuencia de la búsqueda del lucro desbocado de
las grandes empresas capitalistas.

-¿Esas empresas tienen nombre y apellido?

- 171 -
-Es un grupo que ha manejado al mundo en las
sombras, desde principios del siglo 20. Es un grupo
que, si bien tiene nombres y apellidos, como Ford,
como Morgan, y tiene nombres de empresas como
Mercedes Benz, City Bank, siempre permanecen en
las sombras. Los protagonistas, los que aparecen,
son escuelas económicas, ministros de Economía,
gobiernos, nombres de presidentes que después la
gente se los olvida, como (Domingo) Cavallo.
Este proyecto económico se aplica, por primera vez,
de una manera experimental en Indonesia, en 1965,
con un detalle monstruoso: en poco más de 24 horas
se eliminan a más de 1 millón de personas. Se
establece un régimen sangriento que después lleva
adelante un plan económico de ajustes neoliberales,
que son los que convierten a Indonesia en un país
capitalista salvaje, y un paraíso para las empresas
capitalistas.

LOS CHICAGO BOYS

-¿Cuántos años tenía cuando comienza con la


militancia?

- 172 -
-Más o menos 20 años, pero, en realidad, había
mamado la política desde los 5 años, porque mi
familia era peronista. Cuando se da el golpe de
1955, nosotros sufrimos mucho, no tanto
económicamente, sino moralmente, por el estado
feliz en que vivíamos como familia en la época de
Perón. Recuerdo, por ejemplo, reuniones en mi casa
con el Dr. López Bustos, el Dr. Abdulajad,
militantes de la resistencia peronista. Recuerdo la
alegría que tuvimos cuando Los Uturuncos se
levantan en contra de ese régimen oprobioso que fue
la llamada “Revolución Libertadora”. Desde mi
infancia había una actitud de resistencia a algo que
se percibía como maléfico y que se cierne entonces
sobre el país.

-Y surge entonces la necesidad de participar.

-Exacto. Empezamos a militar en diferentes


sectores, primero luchamos por el regreso de la
democracia. Pero después ocurre que Perón,
avejentado y hostigado por tantas desgracias que le
habían ocurrido en la vida, acepta un plan
capitalista, pero moderado. Entonces, algunos

- 173 -
sectores nos seguimos oponiendo a esa política. Sin
embargo, el plan capitalista, tal como estaba
planteado, que había sido diseñado en la
Universidad de Chicago por los que después serían
los tristemente célebres “Chicago Boys”, se
empieza a aplicar en Argentina recién a fines de
1974.

-Y se intensifica con la muerte de Perón.

-Después de la muerte de Perón y cuando López


Rega, prácticamente concentra la suma del poder.
En junio de 1975 se lanza, prácticamente sin
anestesia –como lo haría Menem otra vez en 1992-
un plan de ajuste rabioso, que quita a los
trabajadores y a toda la sociedad argentina todos los
beneficios que habían obtenido en 50 años de lucha,
en un solo plumazo. El “Rodrigazo”, fue el primer
plan de ajuste salvaje que se hace en Argentina. La
sociedad, con los sindicatos a la cabeza, reacciona
de una manera airada, y llenan la Plaza de Mayo con
una movilización de más de 300.000 participantes.
Yo creo que eso termina de convencer a los que
habían diseñado el plan económico, que no iba a ser

- 174 -
posible aplicarlo sin una dictadura militar,
exactamente como fue en Chile e Indonesia.

-Había que eliminar toda resistencia

-Absolutamente toda resistencia. Con esto queda


claro que, en realidad, la dictadura militar y su plan
económico, y los civiles que la han apoyado, y todos
los medios de comunicación y los factores de poder
en Argentina que apoyaron la dictadura militar -
porque muchos de los diarios que ahora sacan notas
luctuosas sobre los desaparecidos y se solidarizan
con los derechos humanos, fueron cómplices de la
dictadura… Por ejemplo, la carta abierta que
Rodolfo Walch escribe un año después se niegan a
publicarla-… Entonces, te decía, ese golpe sirve
para establecer un plan de capitalismo salvaje, en
donde se beneficia únicamente un minúsculo puñado
de grandes capitalistas de Argentina y algunos
oportunistas, al estilo de Yabrán, Macri, etc., que
estaban preparados para montarse dentro de ese tren
destructivo que impulsan los Chicago Boys.
Cuando en la década de los 80 y 90 la CIA
desclasifica documentos, nos enteramos de detalles

- 175 -
claves. Por ejemplo, que los planes económicos de
Argentina, tanto los de la dictadura como los que
después aplica Cavallo con el menemismo, no han
sido autoría de ellos, sino que fueron redactados por
el grupo Morgan (City Bank), en Estados Unidos, y
el Departamento de Estado. Y también nos
enteramos que Kissinger, que en ese momento era el
canciller de Estados Unidos, le aconseja a Guzzetti,
el canciller de Argentina, que terminen rápido con la
aniquilación de todos los opositores, porque si no
después la lucha por los derechos humanos
obstaculizaría el desarrollo de las políticas
neoliberales del gobierno argentino.

DERECHOS HUMANOS Y MILITARES

-¿Por qué los luchadores de los Derechos


Humanos no hablan de todo esto?

-Las violaciones a los derechos humanos han


emergido como algo autónomo y eso es, justamente,
un error, más que nada provocado debido a los
crímenes terribles y al terror que tenía la población
argentina. Cuando se empieza a luchar por los

- 176 -
derechos humanos de los desaparecidos y los que
han sido torturados, los familiares y los abogados
estaban tan aterrorizados que, aún conscientes de
que aquí había todo un proyecto político y
económico detrás, se concentraron únicamente en la
violación de los derechos humanos. Además, eran
condiciones que les ponían organizaciones
internacionales que los apoyaban mundialmente,
como Amnesty, sobre no politizar en absoluto la
lucha por los derechos humanos, para poder lograr
algún tipo de resultado, que fue lo que ocurrió.
Lo que se buscaba desde el imperialismo era
someter a nuestro país -que durante el 1º gobierno
de Perón había logrado ser prácticamente una
potencia mundial- a los dictados del Fondo
Monetario Internacional y del Banco Mundial, cuyos
objetivos habían sido revertidos ya para impedir que
los países emergentes se convirtiesen en
competidores de los Estados Unidos.

-Entonces, ¿qué papel les cupo a los militares?

-Aquí no hay que confundirse, no es que los


militares sean malos, muchas veces es al contrario.

- 177 -
Algunos militares en Argentina, por ejemplo, han
sido los autores de nuestra independencia
económica, empezando por el general San Martín,
el general Savio (que fue quien estableció las
primeras estructuras industriales y la producción de
acero en la Argentina), el general Mosconi, el
general Perón y muchos otros. Han sido un pequeño
grupo de militares quienes se han sometido a los
dictados del extranjero y han traicionado a la Patria.
No hay que confundirse, no hay que ir en contra de
los militares como Institución.

-¿Acaso no participaron todos?

-Lamentablemente, en ese momento, como el


ejército es una organización verticalista, muchos de
ellos han cometido el error de obedecer. Pero
también, y eso se dice poco, ha habido 33 oficiales
de alta graduación, tenientes coroneles, capitanes
mayores, que se negaron en su momento a obedecer.
Son los llamados 33 orientales. Algunos de ellos
formarían después el CEMIDA, Centro de Militares
para la Democracia.

- 178 -
-¿Los está defendiendo?

-Yo defiendo a mi Nación con todas sus


instituciones. Defiendo a mi Nación con mi
identidad y mi cultura. La nación Argentina con su
religión, con sus fuerzas armadas, que tienen un
sentido: la defensa de la Patria. A quienes ataco es a
los militares -y también a los civiles, principalmente
a los civiles, porque ellos han sido mucho más
responsables, como Martinez de Hoz, Alemann,
Cavallo, de la entrega de nuestra nación. También
hubo sacerdotes que han colaborado con esto, pero
no por eso voy a atacar a la iglesia como Institución
ni voy a dejar de ser cristiano.
Lo que hay que discernir claramente es que ha
habido un proyecto integral, llevado adelante por un
grupo de personas que han sido traidores a la patria,
y que no son las instituciones las que han llevado
adelante el genocidio, sino un grupo concentrado de
poder. Han sido personas concretas, con un proyecto
económico por detrás, quienes han aplicado un plan
político de destrucción, para poderlo imponer.

- 179 -
EL OTRO HOMENAJE

-Cuando se acerca el 24 de marzo, a la hora de los


recordatorios, el común de la gente cree que se
trató solo de genocidio, desapariciones forzadas,
ignorando esta parte de la historia, como si no
hubiesen sido ésta el detonante.

-Así es. Cuando el Dr. Alfonsín se hace cargo del


gobierno –celebré que haya sido así, porque los
nuevos personeros del FMI eran personajes
siniestros como Herminio Iglesias, como Italo
Lúder, que fue el que aprobó la “ley de
aniquilamiento de la guerrilla”, cuando en realidad
esa ley sería para aniquilar dirigentes sindicales,
estudiantiles, sociales, sacerdotes-; su ministro de
Economía, Grinspun, con muy buenas intenciones,
quería recuperar el desarrollo económico perdido de
nuestra nación. Pero Alfonsín recibió presiones
tremendas, para no aplicar ningún plan que no sea el
de los Chicago Boys, que estaba impulsado por el
FMI. Lamentablemente, no tuvo el coraje suficiente
para oponerse y se vio obligado a aplicar, a medias,
el plan del FMI. Como eso no había obligado a

- 180 -
satisfacer a estas pirañas y tiburones
internacionales…

-…apareció Menem.

-Con Alfonsín no logran satisfacción, entonces lo


desestabilizan y apoyan a Menem, quien le miente a
la población… le miente a la gente que habrá una
revolución productivo, que va a recuperar el
nacionalismo industrial de Perón y, en realidad, lo
pone a Cavallo al frente de la economía para que
haga lo que la dictadura militar y Alfonsín no habían
podido terminar.

-Con esto, queda claro que el golpe de facto tuvo


un costado fundamental, del que muchos
parecieran querer olvidarse.

-En este momento, este 24 de marzo lo que tenemos


que visualizar no es solamente la criminalidad de la
Junta Militar, sino comprender que esa criminalidad,
los desaparecidos, los muertos y todo lo que aplicó
la dictadura militar era porque sabían que era la
única forma en que podían aplicar el plan económico

- 181 -
que nos llevó a la situación en que estamos ahora.
Por eso, va a ser verdaderamente, un homenaje real
a los desaparecidos y a los militantes que han sido
bárbaramente atacados durante ese período, que la
población comprenda que únicamente oponiéndose a
estos planes de ajuste salvaje es como vamos a
defender los derechos humanos de toda la nación,
vamos a impedir que haya niños que se mueran de
hambre, y que haya millones de personas
desocupadas, en un país que tiene riquezas para
abastecer al mundo.

“NO CULPO A NADIE”

-¿No cree que sería más conveniente recordar a


sus compañeros desaparecidos, hablando de los
crímenes, de las atrocidades sufridas?

-Está muy bien que se lo haga. Hay mucha gente que


ahora habla de eso, pero me parece que, en este
momento, es necesario comprender por qué ha sido
esa represión. El pueblo argentino podría haber
defendido su patria, se podía haber sumado a la
lucha que emprendíamos un puñado de jóvenes, que

- 182 -
nos animábamos a arriesgar la vida, lo podían haber
hecho y no estar en esta situación. Pero no hubo el
coraje cívico suficiente.
No culpo a nadie. No espero que un padre de
familia sea capaz de arriesgar su vida y someterse a
un futuro incierto. En el 75 ya se veía eso, miles
habían llenado las plazas en los años anteriores para
apoyar a Montoneros, ahora no había quién salga.

-Muchos hombres de su generación, no los que


han luchado ni los que han tenido el coraje de
salir a defender sus derechos, piensan que esta
era una lucha de los zurditos, los locos aquellos.

-Ese fue, justamente, el éxito de la dictadura militar.


Tampoco fue un éxito casual, sino que tuvieron el
apoyo de grandes estructuras internacionales y todo
el apoyo de las estructuras mediáticas del
capitalismo. Han revertido, prácticamente, la
mentalidad de 4 o 5 generaciones. Pero la verdad no
se puede ocultar. Tarde o temprano, la verdad sale a
la luz.

- 183 -
Yo le rindo homenaje a mis compañeros que han
sido torturados, violentados, encarcelados. Yo he
estado 7 años preso, mi esposa 6; hemos sido
torturados, hemos visto compañeros a quienes
queríamos muchísimo, morir al lado nuestro. Pero
eso no es lo que me importa recordar ahora. Lo que
me importa es que tengamos conciencia que todavía
estamos en peligro, y que debemos ampliar este
espacio de democracia y participación que logramos
para ser independientes, y para que no nos vuelvan a
imponer un programa que nos destruya. No nos han
destruido a nosotros. Vos me ves bien, porque he
luchado por algo justo, he luchado y lucho para que
no destruyan a miles de niños, para que no destruyan
el optimismo del pueblo de nuestra patria, para que
no destruyan nuestro futuro. Sobre eso tenemos que
reflexionar este 24 de marzo.

-Usted puede estar bien a pesar de todo lo que ha


pasado, pero no sé si las madres, las abuelas,
quienes perdieron a sus esposos, a sus padres,
podrán decir lo mismo. Para muchos de ellos, el
homenaje tendría que ser distinto.

- 184 -
-Hebe de Bonafini dice claramente: “Mi homenaje
es seguir con la ideología de mi hijo”. Es un
homenaje político. No es únicamente porque era un
buen tipo, una especie de samaritano bonachón al
cual torturaron y asesinaron y después lo han hecho
desaparecer, sino porque era alguien capaz de luchar
por el bien de su patria. De algún modo, las madres,
creo que consideran a todos los argentinos sus hijos.
La mayoría de ellas están felices porque, al final, se
está sabiendo la verdad. Su lucha ha servido para
que muchos tengan conciencia que tenemos que
defender nuestra patria y tenemos que defender un
mundo mejor. Si hay poderosos, criminales,
personas inmorales dispuestas a imponer por la
fuerza su voluntad, entonces tenemos que
imponernos. Este es el mensaje.

- 185 -
La misión de Escritor
Entrevista efectuada por Juan Manuel Aragón (h)
y publicada en dos partes por la revista El Punto
y la Coma (2008).

Primero queremos saber detalles del lugar y fecha


de nacimiento, padre, madre, hermanos, infancia,
adolescencia, juventud y militancia política. Un
pantallazo del Santiago de aquellos años no vendría
mal como marco para la entrevista.

El nacimiento como tal ocurrió en un sanatorio cuyo


nombre no recuerdo, sobre calle La Plata, entre
Pellegrini y Salta, donde ahora hay un negocio que
se llama Norte Beneficios. Pero yo siento haber
nacido en Guasayán, puesto que ese mismo día todos
volvimos allá, donde mi mamá vivía como maestra
de escuela. Los primeros cielos estrellados,
horizontes, voces, caballos, vacas, pájaros que
entraron en mi conciencia fueron de allí, de Campo
Verde, donde vivíamos con mi tío Agustín.
Mi padre y mi madre estaban dispersos, en dos
escuelitas diferentes, ella ahí cerca de Campo Verde,

- 186 -
mi papá en Monte Quemado. Quien sabe por qué a
mi me dejaron bajo la custodia de mi tío Agustín,
que era soltero aún, director de la escuela de Campo
Verde, y de mi abuelo, Comisario de Guampacha
con su esposa, Corina Coria, todos viviendo en una
casa de Campo Verde.
Esta fue mi familia hasta los cuatro años.
Mi tío recuerda riendo la vez que le arruiné el
Registro de la escuela por subirme a la mesa donde
él trabajaba y volcar un tintero sobre aquel libro.
Enojado, esa misma mañana preparó todas mis
cositas, las puso en dos alforjas, y me mandó sobre
un burro a la casa de mi mamá (que no debía ser
demasiado lejos), acompañado por Dulcirio, un
criado. Mi abuela lloraba.
“A la tarde apareció de nuevo, sobre el burro”, narra
Agustín: “¿Y ahora por qué vuelves?”, preguntó.
“No me gusta allá. Es fiero. Me voy a quedar a vivir
aquí”, dijo aquel niño temperamental que yo era. Y
con ellos iba a quedarme hasta los cuatro años.
Mi abuelo obtuvo una casa del plan de viviendas en
el barrio “Eva Perón”, de la ciudad, y más o menos
cuando yo tenía tres años -1953- fuimos a vivir con
ellos en aquella verdadera casona, pues los planes de

- 187 -
vivienda de aquel tiempo construían casas
extraordinariamente dignas si uno las compara con
lo que se comenzó a hacer mediando los setenta.
La casa era tan grande, que luego mi tío y mi papá
se repartirían el espacio, construyendo dos grandes
viviendas allí, para sus familias.
Pero en aquel tiempo -los años 50- mi abuelo
aprovechó rápidamente el espacio construyendo en
el patio del costado un gigantesco encatrado, por
donde treparon muy pronto dos plantas de uva negra
y uva blanca que comenzaron a ser nuestras delicias
en los veranos. Al fondo tenía una huerta, dividida
en rectángulos bien ordenados, cada uno con
remolacha, rabanitos, lechuga, perejil, achicoria,
batata y papa. Cerrando el conjunto, una prolija
herradura ancha cultivada con zapallo, calabaza,
melón y sandía. Todo eso se podía hacer en aquella
casa y se utilizaba para nuestras comidas -que
éramos sólo cuatro, mi abuela Jita, mi “Tataviejo”,
una joven muchacha a quien decíamos la “Petiza” y
yo.
En el jardín del frente mi Tataviejo, Brígido
Carreras -que por entonces tenía 57 años-, comenzó
a practicar todo tipo de injertos con rosales. Y

- 188 -
obtenía unas flores gigantescas y exóticas, unas
rosas blancas con pintas rojizas, claveles de
diferentes colores en la misma planta, y fenómenos
así. Solía pasar horas transplantando, haciendo
cortes en los tallos para introducir los gajos de otras
especies, y yo le ayudaba alcanzándole las
herramientas o trasladando algunas plantitas de aquí
para allá.
Mi abuelo y mis padres eran peronistas. Mi abuelo
era algo filonazi, me hablaba muy bien
especialmente del general Rommel, y se lamentaba
de que hubiesen perdido la guerra. Pero mi mamá
provenía de una familia liberal, se había casado con
mi papá adolescente, al parecer más que nada para
huir del Colegio de Belén, donde la habían internado
al quedar viuda su madre, pues ellos vivían en
Garza. Mi mamá dice que las monjas la obligaban a
arrodillarse sobre maíces durante horas cuando
consideraban que habían cometido alguna
transgresión y ella estaba desesperada por salir de
allí. Al menos así me lo contaría, mucho después,
cuando volviera a verla, pues se fue de Santiago
cuando yo tenía cinco años y pudimos conversar
nuevamente sólo varios años más tarde.

- 189 -
Mi padre comenzó a escribir para la radio cuando
derribaron al gobierno peronista y los echaron a
todos -Agustín, Mariano y él, los tres hermanos,
maestros rurales-. Oscar A. Spaini, un empresario
peronista, le hizo un espacio también en su negocio,
como administrativo. Pero mi papá, luego de un
tiempo, cedió ese espacio a mi tío Agustín, quien
más tarde sería designado por Spaini como gerente
de la Cámara de Comercio, por entonces de
orientación filoperonista.
Mi padre había cobrado prestigio como poeta desde
muy joven -él se recibió de Maestro a los 18 años,
con medalla de oro. Cultivaba su voz y vestía con
elegancia afectada, a la usanza de los poetas
románticos. En un tiempo en que todo debía leerse,
por la radio, se convirtió en el redactor principal de
LV11, Radio del Norte y más tarde en Director
Artístico.
Pero lo que sería posiblemente su obra más
importante, fue la creación, en 1958 -¡a los treinta
años!-, de la Dirección de Cine y Radio Escolar. Él
consiguió, como donación de la Embajada Alemana,
un hermoso proyector de cine, de 35 mm, con el que
llevaban el cine al campo, a lugares adonde jamás se

- 190 -
lo había visto. Presentaban películas hermosas,
como Shunko, donada por Lautaro Murúa, que
durante su filmación se había hecho amigo de mi
papá. Era una institución estatal, así que por primera
vez en Santiago del Estero se hizo lo que ahora se
llama “Cine Móvil”, desde el Estado. Hace un par de
meses, en un seminario de la Subsecretaría de
Cultura, un funcionario dijo que “estaban
investigando si hubo alguna vez cine móvil en
Santiago”. Pues bien, sí lo hubo, comenzó en 1958,
fue creado por el Consejo General de Educación,
debido a una iniciativa de mi padre, y duró hasta
1975, fecha en que por instigación militar
detuvieron acusándolo de “subversivo” a mi padre.

La ciudad de Santiago era muy hermosa como


ámbito durante el periodo de transición en que me
tocó habitarla durante mi adolescencia. Uno podía
cruzar tranquilamente, por ejemplo, una y otra vez
desde la plaza Libertad hasta el Jockey Club y de
allí volver -cosa que hacíamos los fines de semana y
en vacaciones todas las tardes con mis amigos, pues
formábamos barras que se esparcían por los bancos

- 191 -
de la plaza, las mesas del Jockey Club, la Confitería
Ideal, Siroco, o la galería Lindow, todos espacios
deleitosos y amables donde nos exhibíamos los
adolescentes, varones y mujeres, de entonces (1965-
73), concertábamos todo tipo de combinaciones
amistosas o sentimentales, o simplemente
conversábamos o nos mirábamos. Por entonces había
tan poco tránsito de vehículos con motor en las
calles, que prácticamente todo el centro era una gran
peatonal. Recuerdo que Utu Álvarez se dio el lujo de
atravesar tranquilamente el centro en un hermoso
caballo, alazán lavado, cierto mediodía dominguero
con sol de invierno, cuando la plaza y las confiterías
rebozaban de chicos, y chicas. Utu saludaba a uno y
otro costado como si viviéramos en la época de
Ibarra, y en el tiempo que él usó para cruzar
viniendo desde la Roca hasta la plaza no fue
molestado ni por un solo auto.
Los jóvenes hacían cosas así. Para llamar la
atención. Me acuerdo que había un muchacho de La
Banda, Tufí creo, que una vez se vino con una cupé
ford modelo 1930 más o menos, acondicionada de
modo exquisito, con la capota abierta, un chofer y él
atrás. Ambos, el “chofer” y él, se habían vestido

- 192 -
como en los años 30: llevaba frac y galera, y el
chofer (un amigo) uniforme azul, con botones
dorados, y gorra. Se bajó así -el chofer le abrió la
puerta-, frente al Lawn Tennis, y te imaginas, todos
lo miraban.
Mi adolescencia transcurría aquí, entonces, tratando
de manifestarme de un modo propio en un ámbito
provinciano en el cual todos éramos más o menos
importantes. Hallé la forma de ser fugazmente
importante a través de la guitarra eléctrica, que
tocaba en conjuntos sumamente populares entre las
clases medias y altas. El mejor fue Los Zombies,
que formamos con Hugo Mansilla, Kililo Alfano,
Alejandro Bruhn Gauna y Caho Rigourd. Debo
mencionar a Carlos Sánchez Gramajo (h), Mario
Busnelli, Daniel Nassif y José María Curto, quienes
fueron algunos de los jóvenes músicos, muy
prestigiosos en ese tiempo, con quienes también
toqué, puesto que con frecuencia se reorganizaban
los grupos, cambiándose sólo de nombre.

Por qué y para quién escribe.

- 193 -
Cachín Díaz fue el responsable -para mal o para
bien- de que yo empezara a escribir de un modo
sistemático. Una tarde mientras descansábamos
entre guardia y guardia, en la colimba, me preguntó
si querría escribir un comentario sobre música, para
una nueva sección que se había creado en El Liberal.
Quería llevarla al día siguiente. Me liberó de tareas
para ello -pues él era cabo dragoneante-, me senté
en el escritorio de la guardia, y en un rato le escribí
un artículo comentando la música de Blood Sweat
and Tears, un conjunto norteamericano que me
gustaba. Cuando lo vi de nuevo, unos dos días
después, estaba entusiasmado:
-¡A los muchachos, Farreras y Di Piazza, les ha
gustado mucho! ¡Me han dicho que escribas todas
las semanas, que te van a pagar!...-dijo, apenas me
vio.
Me pagaron una suma que debe haber sido como
unos cuarenta pesos, por ese artículo, y todos los
que seguirían. Pero ver mis notas en el diario,
además, me empezó a entusiasmar. En verdad no era
tanto que apareciera mi nombre, aunque eso también
me daba satisfacción, para qué negarlo, quizá como
a un artesano de la madera le satisface firmar una

- 194 -
pieza, por ejemplo un buen sillón. Me parecía un
fenómeno algo mágico que ayer yo escribiese algo a
mano, sobre un papel, y verlo después impreso,
embellecido con las imágenes, pues publicaban
carátulas de los discos que comentaba o las fotos de
los músicos, para complementar.
Después de ese período -desde fines de 1970 hasta
mediados de 1971-, dejé de escribir por un tiempo,
para poner un negocio que se llamaba Ojo. También
me enamoré por primera vez, y estas dos cuestiones
llenaban mi vida. El negocio no duró mucho. Cometí
el error que repetiría una y otra vez: pretendí vender
buena música, buenos libros, que nada vendido en
Ojo fuera banal, pasatista, estupidizante. Había
alquilado el local de la Casa Diocesana -ese donde
está Lave Rap, ahora, sobre la Independencia, entre
Urquiza y Mitre-; había hecho pintar esos dos
enormes locales de blanco, decorando las paredes
con buenos afiches adquiridos en Buenos Aires. Los
exhibidores, fabricados especialmente por un
artesano del hierro, mostraba plenamente las
carátulas de los discos contra las paredes blancas. El
“Caballo” Pernigotti me había regalado un par de
sillones y una mesita de quebracho colorado, luego

- 195 -
de traerlos, supongo, de algún obraje suyo, pues
estaban cortados directamente sobre gigantescos
troncos del quebracho, eran unos muebles hermosos,
como de hierro: todavía están, en la terraza de la
casa de mi papá, después de haber pasado más de
treinta años a la intemperie, como si nada. Había
hecho un acuerdo con Kikí Ferreyra para que él
ocupase un pequeño sector de los locales, con sus
negocios de espectáculos, que iban muy bien con
Ojo pues ya en aquel entonces el trabajaba con
artistas de gran jerarquía, como Mercedes Sosa o el
grupo teatral compuesto por Walter Vidarte, Héctor
Alterio, Ana María Picchio y Víctor Laplace. Tenía
una empleada muy, pero muy bonita, que había
salido Reina del Trigo. Se llamaba Rosita Martín.
Bien. No hacía plata pero me sentía muy bien.
Íbamos con Kikí a Buenos Aires, sustentados en
parte por Johnny Diéguez, en cuyo Grand Hotel, o
en La Jaula, boliche complementario, trabajábamos
con Kikí, y también con Acho Vidal, Mario Feijóo,
o el Gallego Dougnac.
¿Cómo no escribir, después, tantas cosas
interesantes y bellas que me ocurrían?

- 196 -
Por otra parte, el ámbito donde se desenvolvía mi
papá -con quien yo pasaba gran parte del día- era
muy estimulante. Por ese tiempo él había creado una
revista que se llamaba Santiago Educacional. Y tal
vez siguiendo el ejemplo del IOSEP, por entonces
de reciente formación, se le ocurrió que el Consejo
les descontara una suma mínima -digamos
veinticinco centavos, por planilla, a los maestros de
toda la provincia, cada mes. Y con esos fondos
hacían una hermosa revista, tapa a todo color y
láminas internas también a color, que en aquél
tiempo era lo máximo. Cada dos meses, se enviaban
paquetes a cada escuela, con tantas revistas como
maestros había en ella, para que se las distribuyeran.
La revista tenía gran nivel. Colaboraban en ellas
personas muy inteligentes y capaces, como el
licenciado Pedro Luna o Graciela Arán de Rizzo
Patrón. Cada uno recibía su paga, estrictamente,
como correspondía. Mi padre era el director de la
institución -que por entonces había transformado su
nombre en Dirección de Técnicas Audiovisuales, y
más tarde Servicios Técnicos Educacionales,
incorporando también un Centro de Documentación
Educativa. Ahora había varios empleados,

- 197 -
seleccionados entre los más inteligentes en el
Consejo de Educación. Recuerdo por ejemplo a la
señora Emalina López de Mansilla y a Pepito
Balderrama. Estaba también, entre lo colaboradores
más estrechos de mi padre, mi tío, Mariano Carreras,
quien por entonces ya tenía una feraz carrera
docente y había llegado a la máxima categoría:
Supervisor. El “círculo áureo” que muchas veces por
las tardes se reunía con mi papá estaba compuesto
por Pedro Luna, mi tío Mariano, el doctor Juan
Manuel Acuña, el ingeniero Braceras, “Pocho”
Scarone Moyano. Todos tipos brillantes, yo solía
estar silencioso en un rincón, durante horas, sin
cansarme de escuchar. Frecuentemente se integraban
también a las conversaciones Alfredo Gogna,
Francisco René Santucho, Alberto Alba, Alberto
Soli, Clementina Rosa Quenel, y con seguridad
pasaba por aquellas oficinas cualquier tipo
imaginativo o aventurero que viniese de otros
lugares del mundo, en nuestro país o el extranjero.
Entonces la vida era muy interesante e intensa para
mí.
Después que debí cerrar el negocio porque me daba
pérdidas, a mediados de 1972, fue el tiempo que

- 198 -
con mi novia, que se llamaba Clara Beatriz Ledesma
Medina y vivía en el Pasaje Figueroa, comenzamos a
hacernos de izquierda. Ella estudiaba Ingeniería
Forestal y en ese entonces la facultad era un
hervidero de militantes revolucionarios. Yo venía ya
de una creciente radicalización ideológica,
empezada a los 18 años luego de la muerte del Ché
Guevara, y sustentada más tarde durante la colimba,
en que retomé la lectura dando preferencia a autores
nacionalistas de izquierda, como Hernández Arregui,
Jauretche, Rodolfo Walsh o revistas densamente
políticas como Planeta, de Louis Pauwels y Jacques
Bergier.
Formamos un grupo al que bautizamos Ser,
eligiendo como logotipo un perfil de Jimi Hendrix
dibujado por mí; por ese entonces todo lo hacíamos
juntos, ya, con Clara. También sacamos dos números
de una revista (la primera fue increíble, pues la
hicimos durante dos días encerrándonos a la siesta
en el banco Coscrea, del cual un empleado, hermano
de un miembro de Ser, nos prestaba en secreto las
llaves, usando un mimeógrafo... salimos ese
domingo como a las nueve de la noche, con el
compañero de Ser que no quiero nombrar para no

- 199 -
botonearlo, que era quien conseguía la llave,
cubiertos de tinta negra hasta la frente, pero felices,
con quinientos ejemplares de una revista de 16
páginas empaquetados, el primer número de Ser.)
También hicimos, tal vez esto lo más importante, el
primer Recital de Música Contemporánea (rock
nacional) de Santiago. Esto sería muy largo de
contar, y participaron más de cincuenta personas en
ese grupo, por lo que en honor al tiempo de ustedes
lo voy a dejar para otra oportunidad.
Allí empecé a escribir de nuevo. Yo escribía todos
los volantes de Ser, que causaban envidia en las
organizaciones políticas, pues solían despertar ecos
importantes. También, obviamente, con la Clary,
hacíamos todos los artículos de la revista. María
Mercedes Tenti de Laitán conserva un ejemplar, que
ya tiene mejor nivel gráfico, pues fue hecho en la
Imprenta Amoroso, con carácter profesional.
Bueno, para esa revista había escrito un artículo que
se llamaba, creo, “Educación y dependencia”. Una
tarde de sábado, luego del almuerzo, se lo di a mi
padre para que lo corrigiera. Él lo tomó con
seriedad, fue a sentarse en un lugar apartado y lo
leyó de un tirón. Enseguida vino a mi pieza, me

- 200 -
entregó el artículo y me dijo: “No tengo nada que
corregirte. Los conceptos vertidos aquí son precisos
y profundos. Has alcanzado ya una gran madurez
intelectual” Pocos días antes me había dicho,
refiriéndose al Editorial: “Vos tienes un don: todo lo
que escribes, es interesante e induce a leerlo. Debes
aprovecharlo, formándote con gran disciplina en las
ciencias que necesites desarrollar.” Para mí, esas
dos frases fueron un gigantesco espaldarazo. A
partir de entonces escribía constantemente, sobre
cualquier tema, y leía durante horas -en realidad,
como te decía, ya venía leyendo, con voracidad algo
desmesurada, desde los 18 años, aunque también
había leído mucho durante la infancia.
La Librería Dimensión fue nuestro refugio
cotidiano, con Clara. Su dueña, Gilda de Santucho,
me daba los libros que yo quisiera, para que los
pagase como pudiera, así mi afecto y agradecimiento
hacia ella son muy grandes. Cierto día de 1972 me
llegó una carta ofreciéndome la corresponsalía del
periódico quincenal de izquierda Nuevo Hombre,
que se imprimía en Buenos Aires. Su director era
Silvio Frondizi. Iba a ser ad honorem, pero acepté
fascinado, no me explicaba cómo ellos sabían de mí.

- 201 -
Más tarde ocurrió lo mismo con la revista Posición,
de Córdoba, que tiraba 5.000 ejemplares.
Finalmente, ya después de que me hubieran invitado
a integrar el equipo editorial estable, para lo cual
debí trasladarme a vivir en Córdoba -ahí ya sí con
un sueldo-, me enteré que el artífice de todas esas
invitaciones había sido Francisco René Santucho,
quien por entonces integraba la dirección nacional
del PRT (Partido Revolucionario de los
Trabajadores). En Córdoba, también integré la
Redacción en la corresponsalía del diario El Mundo,
de Buenos Aires, y la revista Patria Nueva.
La muerte de Clara me sumió en un periodo
depresivo que duró poco, pues luego de eso (que fue
lo peor que me pasó en la vida) me dije: o me
suicido, o vivo con honor e hidalguía, haciendo
siempre lo que me parezca el bien, aunque me cueste
lo que sea.
Ya por entonces, a los veintitrés años, la escritura se
había convertido en mi trabajo diario.

Quiénes son sus autores preferidos en el orden


mundial, nacional y local.

- 202 -
Me estremeció desde niño el Martín Fierro de José
Hernández, vibré en la adolescencia leyendo
Facundo (pero ese libro, escrito para difamar al
caudillo, sólo intensificó en mí la admiración que
sentía por él); a los 18 años leí a Jorge Luis Borges
y me gustó mucho, también Cortázar, Gudiño
Kieffer, García Márquez y varios del Boom
Latinoamericano, que por entonces -68, 69- estaba
en su mayor efervescencia. Yo vengo de una
formación historietística en la infancia. Tuve la
inmensa suerte de ser niño y adolescente justo
cuando la Argentina se convirtió en la meca mundial
de la historieta, con guionistas y dibujantes de
quienes no dudo fueron los mejores del mundo. Digo
Hugo Pratt, José Luis Salinas, Roume, Casalla,
Vogt, Solano López, Breccia, Durañona... y
Ohesterheld... el gran, el inmenso Ohesterheld.
Pero con el tiempo los que fueron quedando en mi
gusto, como preferidos, aquellos que uno desea leer
una y otra vez, sin cansarse, fueron solamente tres:
Edgar Allan Poe, Hermann Hesse y H. P. Lovecraft.
En el orden local, el único que me llegó a gustar
mucho fue Horacio Quiroga, y en el local-local, el
Shunko de Jorge Washington Ábalos. Moisés Carol

- 203 -
tiene historias magníficas, pero muchas veces
arruinadas por su enredada escritura. Me gustaría
leer algo más de lo poquito que vi de Carlos Abregú
Virreina, Roberto Castro, Carlos Bernabé Gómez o
Andrónico Gil Rojas, pero no se consigue.

Cuáles serían los escritores santiagueños


indispensables en cualquier biblioteca.

El mencionado Jorge Washington Ábalos,


Clementina Rosa Quenel, Blanca Irurzum, Canal
Feijóo, Betty Alba, Felipe Rojas, Alberto Alba, los
hermanos Wagner; también, si se lo considera
santiagueño, Ricardo Rojas. Y un libro, que no es de
un escritor, sino de un especialista en literatura:
Santiago en sus letras, de José Andrés Rivas. Este
libro recoge muchas de las mejores páginas de la
literatura santiagueña, inéditas o imposibles hoy de
hallar.
Actualmente hay autores que me parecen buenos,
como escritores, que tienen libros necesarios; por
ejemplo, Guillermo Pinto, y Juan Manuel Aragón
(h).

- 204 -
¿Los santiagueños gustan leer los autores locales?

Me parece que no, porque nadie se interesa por


editar ni promover la literatura local. Por lo general
los libros que salen aquí son pagados por sus
propios autores, aunque lleven algún supuesto sello
editorial.

¿Escribir es un oficio o un divertimento?, ¿por qué?

Para mí es una profesión. Trabajo en ella como un


constructor o un carpintero. Me pongo plazos y
objetivos, horarios, volúmenes de producción y los
cumplo.
Todas las cosas que hice en mi vida, desde niño,
fueron así. Cuando decidí dibujar y pintar, me
sometía por voluntad propia a horas de agobiador
ejercicio.
Con la guitarra fue lo mismo.
Tal vez la autora de ese criterio fuese una profesora
de piano durante mi infancia, la señora Luisa Santini
de Vélez. En el conservatorio Rossini, donde me
inscribieron a los cuatro años, solía ponerme dos
horas por día ante el piano repitiendo, una y otra

- 205 -
vez, ejercicios de cuatro o cinco notas recurrentes,
monótonas.
Recuerdo que solían agarrarme unas horribles
cosquillas en la columna a la altura del coxis y
ganas de huir corriendo de aquellas obligaciones
extenuantes. Pero finalmente vencía a mi propia
desesperación, y cumplía esas tareas con dignidad.

¿Le produce dolor escribir, como dicen algunos


autores, siente placer o tiene otra sensación?

Escribir cansa mucho. Especialmente los ojos. No,


no lo hago por placer. Si fuera por mí, no escribiría.
Lo que más me gustó hacer desde chico es pasear
por los montes de Santiago. Acostarme en el suelo
durante horas, mirar esos pequeños “bichitos”
blancos que juegan contra el cielo celeste en los días
de sol. O bañarme en el río. Esas cosas me gusta
hacer, no escribir ni programar los argumentos que
escribo.
Si escribo, es porque creo que hay muchas cosas
importantes que puedo decir, y también realidades
que puedo ayudar a mejorar, escribiendo.

- 206 -
¿Debe cumplir una misión ética el escritor o
solamente proporcionar un buen momento a sus
lectores?

A las empresas editoriales les conviene que el


escritor produzca bellas composiciones dentro de
una ideología multivalente, permisiva. Que el libro
también sea sólo un objeto de placer. Porque la base
del comercio capitalista es que el objeto de uso
agote su valor intrínseco, para que el consumidor -
así lo llaman ellos- salga desesperado, si tiene
dinero, a buscar un objeto nuevo. Que lo haga
olvidarse de sí mismo, náufrago doliente en el
perverso mundo de relaciones equívocas creado,
precisamente, por el capitalismo.
Así aparecen y desaparecen escritores como este
brasileño mefistofélico, que ya ni me acuerdo cómo
se llama, medio degenerado, de quien decían
también que era amante de la Bolocco (cuando ya
estaba con Menem). “Búm”, sus libros se venden
como choripanes en La Bombonera durante una final
de Boca y River. ¿Y después? Puf, desaparece. Ni
sus nietos se acuerdan de él. Hacen mucha guita, por
lo general, como Britney Spears o Madonna. Pero

- 207 -
nadie puede decirme que esas dos minas son, ni
felices ni verdadero ejemplo para nadie.
La misión ética que debe cumplir un escritor, según
creo, es ser cada vez mejor, acercarse cada vez más,
en su vida personal, a la perfección. ¿Por qué? Pues
porque si es responsable, se trata de alguien que
tiene acceso, por sus estudios, a las mayores fuentes
de sabiduría que creó la humanidad en su ya larga
evolución de 50.000 años.
¿Y de qué se trata la perfección? Nadie vaya a creer
que es vestirse bien o ponerse cada día anillos de
oro distintos, a cual más sofisticado. Buda y
Jesucristo nos indicaron muy claramente qué es la
perfección. Basta con estudiar profundamente sus
enseñanzas, y perseverar cada día en practicarlas
con mayor eficiencia. Lo cual no es nada fácil, pero
creo que sí es posible, al menos acercarse a ella,
como muchos grandes sabios lo han demostrado, en
estos últimos 2.000 años.

¿Es cierto que para escribir primero hay que vivir?

Blaise Cendrars dice eso. También me di cuenta que


al leer libros de personas que habían tenido una vida

- 208 -
muy intensa, o practicaban estrictamente aquellas
ciencias o disciplinas de las que escribían, eran
mucho más convincentes e interesantes de leer.
Personalmente desde niño siempre quise tener una
vida tranquila. Ser un buen pequeño burgués, con
una casita modesta pero linda, vivir rodeado de mi
familia. Cruelmente me persiguió la fatalidad desde
la infancia. Gran parte de mi vida transcurrió bajo
tormentas políticas, sentimentales o sociales. La
muerte, que desde niño me provocaba un dolor
insoportable, una y otra vez me burló, fagocitando a
seres muy queridos. Algunas veces me quejé,
interiormente, de tal destino. Pero ahora no: con el
amor y el arrepentimiento, el esfuerzo por tratar de
ser cada día un poquito mejor, las cosas, dentro de
mí, fueron armonizándose. Y al pasar los años logré
entrar en una etapa de constante tranquilidad y paz.
Al presente periodo intenté reflejarlo en un libro,
parecido a un diario, que se llama Fulgor de los
damascos.
En literatura, no hay cosa que más me guste que
inventar un argumento metafísico, imposible, y
convertirlo a través de palabras engarzadas, en algo
convincente, real. Como esa vez, en 1986, que El

- 209 -
Liberal publicó un cuento, El Malamor, y alguien a
quien no conocía llamó por teléfono para que “le
diéramos más datos”, pues creía que se trataba de
una historia real. Guillermo Abregú, que por ese
entonces estaba a cargo de la sección Cultura, me lo
pasó. “No, doctor”, le dije por teléfono (era un
médico, Anelli)... “esa historia es totalmente
inventada”.

Usted ha escrito novelas, cuentos, ensayos, poesías,


artículos periodísticos. En cuál de estos rubros se
siente más cómodo.

Me gusta escribir cuentos. No muy largos, ni


demasiado cortos. Y como les decía, cuando más
totalmente imaginarios son, mejor. Siento una
satisfacción especial cuando los releo, luego de
haberlos corregido, pasado en limpio y dejado
descansar, al menos una semana, al considerarlos
terminados.

También ha publicado algunas revistas y colaboró


en otras. Cuál le parece que fue la más importante,

- 210 -
qué significó en su vida y cómo cree que influyó esa
revista en Santiago.

Para mí la revista más importante que hicimos, con


Juan Manuel Aragón (h), es Quipu. Después hice
otras con sentido algo utilitario, como La Razón del
Consumidor, o espiritual, como Arcos. También me
marcó el trabajo en revistas de Córdoba, durante mi
juventud, como Patria Nueva o Posición, donde
alcanzábamos una excelencia técnica por entonces
difícil de lograr aquí. Pero Quipu de Cultura fue la
publicación justa, en el momento justo, y los
contenidos justos que debíamos dar a conocer en
aquel periodo histórico.
Seguramente ha influido en varios lectores
santiagueños, eso se va viendo en un periodo largo
de tiempo. La mayor influencia que suele darse es
que esos lectores modifiquen sus vidas, para bien, y
también que reproduzcan, apropiándoselos, aquellos
contenidos, para transformarlos en nuevas obras de
arte o pensamientos acrecentadores.
Debemos tener en cuenta, también, que Quipu se
vendía sólo parcialmente aquí. De quinientos
ejemplares, aquí se vendían más o menos la mitad.

- 211 -
El resto iba a otras provincias, principalmente
Córdoba. Allí teníamos una corresponsal
extraordinaria, Ivana Alochis, joven escritora y
profesora universitaria, que llegó a vender, ella sola,
unos doscientos ejemplares.
Hablo reiteradamente de “vender”, pues no teníamos
un centavo de capital, y encima nuestros ingresos
personales eran bastante magros. Así que cada
número de Quipu se hacía con el dinero obtenido
por las ventas del anterior. Si no se vendía un
número, el número siguiente no salía. Así de simple.
Y Quipu dejó de salir porque a mí me contrataron en
El Liberal, para que hiciera el suplemento de
Cultura, y Juan comenzó a trabajar en el Nuevo
Diario. Entonces ya no nos quedaba tiempo para
seguirla haciendo como queríamos, con un muy buen
nivel. Sin embargo, no nos lamentamos: “cada cosa
suele tener su tiempo bajo el sol”.
¿Qué significó en mi vida? Un momento de
crecimiento espiritual. Recuerdo que una tarde,
releyendo un Editorial, me di cuenta de lo que
constituía el verdadero poder. Me di cuenta de que
el poder no lo controlan quienes tienen grandes
capitales, edificios, instalaciones o armas. El poder

- 212 -
lo manejan quienes son capaces de controlar su
interior. El Universo es una gran dínamo, una fuente
inagotable de energía. El nodo desde donde se
conectan los entes, de todo tipo, con ese centro de
poder universal está en el interior de cada ser.
Comprender eso, modificó sustancialmente mi vida.
Y ocurrió como parte del proceso para las ediciones
de Quipu.

Qué está escribiendo en estos momentos.

Ahora, además de numerosos artículos que siempre


escribo para medios en Internet, estoy pasando en
limpio una novela que escribí de un tirón entre la
primavera de 1989 y el verano, tórrido, del 90. Esa
novela tendría también una trayectoria tórrida.
Luego de escribirla, se la di para pasar en limpio a
una especie de amiga que por entonces tenía, quien
me cobró demasiado y (como yo no sabía nada de
computadoras entonces), no me advirtió que podía
guardar el contenido en disquetes. Luego, en tres
copias, la mandé (apresuradamente) al concurso de
Planeta, que no ganó. Cuando un amigo porteño fue
a retirarla, le dijeron que la mitad de las carpetas,

- 213 -
inexplicablemente, se habían perdido (eran seis
carpetones voluminosos, que había hecho
encuadernar en El Liberal).
Cuando más tarde tuve una imprenta, encomendé a
uno de los empleados que tipeara nuevamente la
novela. Pasó tres meses haciendo nada más que eso
(y cobrando un sueldo para hacerlo), pero lo hizo
mal. La copia final quedó llena de errores,
ortográficos y de tipeado, lo cual me deprimió
bastante.
Entonces ocurrió algo en mi vida personal que me
fastidió mucho, y para no descargar mi ira sobre
nadie, en un arranque de amargura tomé todos los
originales (cuatro cuadernos grandes que había
escrito a mano) y todas las copias de la novela y los
corté en varios pedacitos con la guillotina de la
imprenta, tirándolos luego a un gran tacho de
basura.
Varios días después, cuando ya me había pasado la
furia pero quedaba algo de amargor subyacente,
como una borra en mi alma, descubrí un paquete
extraño arriba de unos estantes, que me llamó la
atención. Al bajarlo y abrirlo vi que habia quedado
allí... ¡una copia de la novela! La peor, la más llena

- 214 -
de tachones y errores, impresa en hojas de descarte,
alguna con manchas de tinta o impresiones que no
tenían nada que ver al otro lado de las páginas.
Por fortuna estaba visitándome en la imprenta en ese
momento una amiga entrañable, Tamara Sperat, a
quien conté la historia, pues delante de ella había
desarmado el paquete. Entonces me dijo, “no hagas
nada ahora... dámela, yo te la voy a guardar, hasta
que estés bien y decidas sin presiones qué vas a
hacer... de paso, la leo”. Estuvo cerca de un año en
su casa. Y cuando ella decidió trasladarse a otra
provincia, tuve que ir a retirarla.
Estuvo allí en una bolsa de plástico, bajo otros
paquetes, durante algunos años. Pero cuando empecé
a tipearla de nuevo, y por lo tanto leerla, me di
cuenta de que es algo muy importante en mi vida
dejar bien corregida y terminada esta novela. Por
eso es que ahora me puse, con todo ahínco, a
tipearla completamente otra vez.
Y se sabe que pasar en limpio para un escritor nunca
es sólo eso. En el proceso de transcripción agrego
capítulos, mejoro otros, quito lo que ahora, algo más
maduro espero, se me presenta como superfluo.

- 215 -
Se llama El alma en cada abrazo. Es una historia de
amor de los 70.

La lectura, según algunos, es un hábito que se va


perdiendo. ¿Es importante rescatarlo?, ¿por qué?

Esta alarma por el supuesto decrecimiento de la


lectura yo nunca lo compartí. Desde sus inicios,
hacia fines de los 70. Desde aquél tiempo es que se
machaca con que “cada vez se lee menos”, que “los
niños son cada vez más analfabetos”, y se toma la
tarea de “promover la lectura” como una sagrada
misión.
Yo creo que siempre, desde la aparición del libro, la
gente común leyó poco. O leyó obras de escasa
trascendencia, como los millones de folletines que
se difundían en Francia hacia finales del siglo XIX.
Hay que tener en cuenta que en ese entonces los
libros -explotados por los capitalistas como una
industria editorial-, ocupaban en la existencia de las
personas el sitio que hoy está llenando el televisor.
No me parece tampoco una “sagrada misión”
meterle medio a la fuerza a la gente la “obligación
moral” de leer, son pena de ser estigmatizado de

- 216 -
otro modo como un oscurantista regresivo. Esto en
parte porque veo que muchos de quienes se ocupan
de estas campañas de promoción hacen su negocio
de ello, obteniendo buenos salarios, viáticos y otros
beneficios que estarían ausentes de sus vidas sin
dicho “apostolado”. Y también, por cierto, la que
más se benefician, que son las gigantescas empresas
editoriales que necesitan imperiosamente, no tanto
que lean, sino que compren sus productos -es decir,
los libros.
Es que la lectura siempre tiene algo de trabajo, de
tarea, nunca es un “placer” completo. Al leer un
libro, después de cien o doscientas páginas te arden
los ojos, el cuerpo se te acalambra, si lees muchos
libros llega un momento en que comienza a
molestarte la columna.
Sucede que, como escuchar música clásica, o
desentrañar la física cuántica, leer es una de las
actividades que mayores beneficios trae a los seres
humanos. Leer es la mejor actividad para ejercitar el
pensamiento, y se aprende a pensar
sistemáticamente, precisamente, leyendo. Entonces,
así como para todo ser humano la gimnasia debería
ser algo imprescindible, también leer lo debería,

- 217 -
pues como digo el pensar es como mover los
músculos. Si no los ejercitas -a los músculos- o se
atrofian o se deforman.
Pero bueno. Así como hay tantos obesos en
Santiago, porque no tienen la voluntad suficiente
para comer solamente lo necesario y mantener una
dieta sana, así también hay personas que tienen la
mente deforme porque no son capaces de leer más
allá de alguna que otra noticia social en el diario. Y
por eso los rectores de sus pensamientos son
personajes tan tristes como Maradona, Tinelli o
Mirtha Legrand.
Sin embargo, aquellos que ejercitan
sistemáticamente su pensamiento a través de la
lectura, lo seguirán haciendo, desaparezcan o no los
libros, los diarios y cualquier otra página impresa.
Seguirán leyendo en las computadoras, en
holografías, o comoquiera que se presenten los
textos mediante el desarrollo de nuevas tecnologías.
El papiro, o los rollos de corteza, que atesoraban los
conocimientos, por ejemplo en la Biblioteca de
Alejandría, y eran tan importantes para el mundo
antiguo, desaparecieron, y no por eso las siguientes
generaciones quedaron sin lectores.

- 218 -
¿Qué le diría a quien se inicia como escritor?

Es una linda profesión. Sólo que tienes que trabajar


el doble. Tienes que trabajar -si quieres dejar escrito
algo de verdadera importancia- en construir primero
tus conocimientos, luego tu vida interior, por fin tu
lenguaje, para escribir tus libros. Y tienes que
trabajar en cualquier cosa, a veces hasta barriendo
calles, si no queda otra, para obtener algún recurso
económico (si quieres tener familia). Pues aunque la
humanidad se ha beneficiado y ha obtenido sus
avances espirituales casi exclusivamente por causa
de los conceptos que han transmitido los escritores,
nadie le paga a alguien para que sea solamente
escritor.

- 219 -
50 Aniversario de la Revolución Cubana
Entrevista efectuada por Orestes Martí y Manuel
Alberto Ramy. Publicada por Canarias
Insurgente (Islas Canarias) y en edición bilingüe
–inglés, castellano- por Progreso Weekly (Cuba).
Diciembre de 2008.

1- Cuba se acerca a la celebración del 50


aniversario del triunfo de su Revolución ¿vivió
aquel acontecimiento? en caso afirmativo ¿Cómo lo
recuerda?

R.: Yo tenía 9 años cuando triunfó la Revolución


Cubana. Pero recuerdo con intensidad aquél suceso,
pues para nosotros, los argentinos, eran también
tiempos de lucha. Mi familia era peronista, y
estábamos en el momento en que por todo el país se
efectuaban actividades insurgentes contra una

- 220 -
dictadura militar pro yanqui. Incluso, más o menos
por esos mismos días, hubo ensayos guerrilleros
como los Uturuncos, una milicia peronista nacida
precisamente en mi provincia, Santiago del Estero.
Y que desde 1959 constituyó un campamento en las
montañas del NOA, efectuando acciones guerrilleras
y resistiendo a la represión militar por poco más de
un año.
Mi padre y mis tíos eran entonces jóvenes militantes
peronistas, uno de ellos dirigente de un sindicato
muy combativo, el de los docentes. Así que cuando
triunfó la Revolución Cubana, se vivió en mi familia
un clima de euforia y esperanza. Mis tíos, mi padre
y sus compañeros de militancia conversaban mucho
acerca de la Revolución Cubana. En tiempos en que
no había aún TV, mi padre compraba todas las
revistas informativas de entonces -que eran varias.
En ello se complementaba con mis tíos. Incluso
leían revistas norteamericanas (en español), como
Visión, Selecciones del Reader´s Digest o Life.
Recuerdo haber visto grandes fotografías del Ché en
Life, si no me equivoco... debe de haber sido cuando
estuvo en Punta del Este. Por esos tiempos también
tuvo una entrevista -el Ché- con el presidente

- 221 -
argentino, Arturo Frondizi, quien había sido elegido
con los votos peronistas (pues el peronismo seguía
prohibido).
Pues bien, podría llenar varias páginas hablando de
mi recuerdo infantil y adolescente sobre la
Revolución Cubana. Pero en honor a vuestro espacio
diré, cerrando esta primera respuesta, que para los
peronistas argentinos (la inmensa mayoría del
pueblo), la Revolución Cubana fue objeto de estudio
y se conocían muchos de sus detalles, paso a paso, a
través de la red de militantes.

2- ¿Qué influencia considera ha tenido la


Revolución cubana en su entorno social?

R.: Así como yo, decenas de miles de niños


argentinos deben de haber crecido escuchando a sus
familias peronistas hablar de la Revolución Cubana.
La presencia del delegado de Perón, John William
Cooke y de un genial periodista militante, Rodolfo
Walsh, junto a Massetti, entre los amigos de la
Revolución, nos hacía sentir a Cuba casi como una
parte de la Argentina. Entre la población en general
también se respiraba una gran simpatía hacia la

- 222 -
Revolución Cubana. Uno podía oír hablar, en bares,
sitios sociales o centros culturales y educativos,
elogiosamente de Cuba y su proceso revolucionario.
Creo que la influencia de la Revolución Cubana en
toda Latinoamérica fue muy estimulante. Y sus
experiencias sostuvieron espiritualmente a millones
de militantes nacionalistas y revolucionarios del
mundo entero, desde los 60 hasta la actualidad.
Y los siguen sosteniendo: él éxito de la película
“Ché, el Argentino”, lo demuestra claramente. Hoy
surge otra oleada de jóvenes revolucionarios que
observa con avidez cada detalle de lo conseguido en
Cuba.

3- ¿Qué opinión le merece el bloqueo


norteamericano a Cuba? ¿Aconsejaría a la nueva
Administración norteamericana su levantamiento
atendiendo al reclamo de la opinión pública
internacional, especialmente a los resultados de las
votaciones de la ONU?

R.: En la ética de la guerra, no hay recurso más


canalla que el sitio por hambre a los contrincantes.

- 223 -
Esto significa en sí una declaración de derrota, pues
se aplican recursos perversos hacia quienes no se
puede derrotar en combate franco.
La aplicaron los romanos, ante los valerosos
soldados israelíes que no pudieron derrotar en el año
70 y se habían refugiado en Massada. La aplicaron
también los españoles contra los valerosos indios
Quilmes, del Noroeste Argentino, y terminaron
sojuzgándolos por hambre. Es decir, obtuvieron
como prisioneros sólo a las mujeres, los ancianos y
los niños.
Este mismo recurso vil es el que aplica EE.UU.
luego de la estruendosa derrota que sufre con su
invasión a Bahía de los Cochinos, en 1961.
Comprendiendo que no podrá derrotar a Cuba por
medios abiertamente militares, decide socavar la
moral de su población con un bloqueo inmoral.
A lo largo de estos 50 años EE.UU. ha sugerido
constantemente, además, que no le importa la
opinión de los demás países del mundo. La reciente
invasión a Iraq demostró de un modo brutal esta
actitud consecuente. Igualmente con Cuba, utilizó
las votaciones en la OEA cuando pudo

- 224 -
manipularlas... posteriormente, cuando comenzaron
a serle desfavorables, sencillamente las ignoró.
Por cierto aconsejaría el desbloqueo inmediato a la
nueva administración de Barack Obama, a quien
considero alguien esperanzador. No sólo por razones
de ética social, sino por conveniencia. EE.UU.
atraviesa sólo la primera parte de una agudísima
debacle económica. Está emergiendo el despropósito
capitalista, que prácticamente vació el potencial
económico de ese inmenso país en los últimos 30
años.
Así que una política de apertura de los EE.UU. no
sólo es posible como estrategia para recomponer sus
relaciones mundiales, sino es el único camino
abierto ante el imperio para evitar su ruina total.

4- ¿Cuáles considera son las “asignaturas


pendientes” del proceso revolucionario cubano?

R.: Desde fuera, hemos visto más aciertos que


errores en el proceso revolucionario cubano,
siempre. Particularmente el hecho de haber
resistido, con sus propios medios -como se sabe,
geográficamente modestos-, a tan tremenda

- 225 -
exclusión económica como la que la sometió el
imperialismo.
Nos inquietaron, sin embargo, tres puntos:
1) Cierta aparente indolencia en algunos sectores
administrativos, particularmente aquellos que
sostenían relación con el público (en embajadas, por
ejemplo).
2) Una actitud ideológicamente rígida en la primera
etapa revolucionaria, acerca de cuestiones de
Religión.
3) La diferencia de status entre turistas y pueblo
cubano común, que se palpaba de un modo muy
evidente en los 80 o 90, y tendía a socavar, según
creo, la moral revolucionaria.
Por cierto estas son sólo apreciaciones muy
superficiales, de alguien que observa desde fuera y
pueden estar erradas.

5- ¿Cuáles son sus expectativas de la Revolución


cubana en los próximos años?

R.: La Revolución Cubana ha sido un faro


ideológico y ejemplo no sólo para América Latina y
el mundo. Creo que la misma Rusia -cuna de la

- 226 -
primera revolución socialista-, está tomando muchos
ejemplos ahora de lo que hizo Cuba.
Mis expectativas son que, en el Nuevo Orden
Socialista Mundial, Cuba sea el eje de un
realineamiento, que permita avanzar hacia sistemas
sociales más justos y culturalmente evolucionados
en todo el planeta.

- 227 -
“La Subsecretaría de Cultura de
Santiago del Estero se maneja con
hipocresía y los medios manipulan la
información”
El Punto y la Coma
@DIN
El Ortiba
www.elortiba.org
Abril de 2009

Para enviar una delegación a la Feria del Libro de


Buenos Aires, la Subsecretaría de Cultura de
Santiago del Estero usó un nuevo método. Este
consistió en someter los libros propuestos a una
comisión, integrada por “especialistas en lectura”.
Los escritores debían presentar sus libros ante
dicha comisión, para ser seleccionados. El
resultado fue que sólo 4 autores santiagueños
fueron seleccionado entre 19 que presentaron sus
libros.
La comisión de lectura eligió los libros “La palabra
encendida, Poesías”, de Carlos Eduardo Figueroa;

- 228 -
“La señal, Historias mínimas”, de Alicia Fernández
Polido; “Poemas que avanzan retroceden”, de Hugo
Orlando Ramírez y “Frenesí: Poemas de amor y
erotismo”, de Betty Sayago.
La comisión, por otra parte, se manifestó
“preocupada” por la “baja calidad” de la
literatura que se escribe en Santiago del Estero.
Entrevistamos al escritor Julio Carreras para
solicitarle su perspectiva acerca de este nuevo
proceso de selección dispuesto por la Subsecretaría
de Cultura de la Provincia.

¿Qué opina sobre la opinión de la Comisión de


Lectura respecto de que en Santiago del Estero no
se hace literatura de calidad?

Julio Carreras: Que es una falta de respeto, inducida


por la hipocresía y una manipulación informativa.

¿Puede aclararnos estos conceptos suyos?

Julio Carreras: Una falta de respeto, pues escritores


como Guillermo Pinto, Jorge Rosenberg, Juan
Manuel Aragón (h), Amalia Beatriz Domínguez, por

- 229 -
ejemplo, no merecen este alarde de suficiencia fatua
con que se expresa esta comisión.
Digo “inducida por la hipocresía”, pues los tres
miembros de esta comisión conocen perfectamente a
los mencionados escritores, y la calidad de su obra.
Y sin embargo se permiten tales expresiones, por
especulación política.
Por fin, una manipulación informativa, pues se
intenta instalar en la sociedad la idea de que en
Santiago del Estero no hay escritores.
Y no es que haya “cientos, miles” de escritores. Hay
pocos escritores de verdad, es cierto. Como en todo
el mundo. En París hay pocos escritores. Y es una
ciudad habitada por millones de personas. Siempre
es así. Los artistas de verdad -no sólo los escritores-
siempre son pocos.
El tema aquí es que, además de ser pocos, no son
reconocidos por la “cultura” oficial.

¿Por qué ocurre eso? (el no ser reconocidos por la


cultura oficial).

Julio Carreras: Porque los artistas de verdad


generalmente son incómodos para las mojigatas

- 230 -
anteojeras y compromisos que condicionan a los
funcionarios gubernamentales. Y otra razón no
menos importante: tenemos dignidad.
El artista de verdad es conciente de su valor, y
jamás va a rondar los pasillos burocráticos y las
redacciones de los diarios.
El requisito establecido por Legname para participar
de la Feria del Libro, es ofensivo y humillante.
Ofensivo, porque presupone que los escritores
debemos financiar nuestra propia obra como
requisito para ser auspiciados por el gobierno.
Humillante, porque presupone también que debemos
desfilar por sus despachos para que “ellos nos
aprueben” las obras. Cuando ellos están cobrando
suculentos sueldos y tienen un presupuesto que
debería ser orientado a sustentar a la difusión de la
importante obra de los escritores santiagueños.
Que todo el mundo sabe quiénes somos los
escritores santiagueños.

¿Usted se siente discriminado con esta actitud


oficial?

- 231 -
Julio Carreras: Absolutamente. No sólo el gobierno
demuestra una torpe ignorancia sobre mi obra, sino
también los medios de información. Los medios
locales hace por lo menos 10 años que no publican
una sola obra mía. Y si se ven obligados, por ser un
hecho de evidente vigencia pública, como la
presentación de un libro donde participé, por
ejemplo, lo hacen cuidando de no “elevar
demasiado” mi nombre.
Lo “curioso” es que esos mismos medios me
otorgaban páginas enteras en los años 80, y yo fui
autoridad literaria en ellos por algún periodo.

¿A qué considera se debe este giro?

Julio Carreras: A mi sinceridad, profesionalidad y


apego a convicciones éticas.

¿Cómo es esto?

Julio Carreras: Mi sinceridad me obliga a no callar


acciones de los poderosos en contra de toda la
sociedad. Por ejemplo cuando ocurrió la
privatización de Aguas de Santiago, hubo una gran

- 232 -
manipulación periodística complementaria al gran
fraude que fue esa concesión. Yo fui uno de los que
publicó mucho de eso y ahí empezaron a mirarme
mal quienes antes me entronizaban.
La existencia en esta sociedad capitalista me obligó
a ejercer el periodismo para poder obtener ingresos
económicos. Pero juré y cumplí ser honesto y
“defender la verdad” (pero en serio, no como una
declaración demagógica, útil sólo para una portada).
Y lo cumplí. Ahí está uno de los motivos de mi
actual marginación mediática.
Otro factor, es la indolencia. Los periodistas que
sobreviven al rasero feroz de los capataces
(pomposamente llamados “jefes de redacción”) de
los medios, son los más pasivos. Aquellos que
aceptan todo para obtener un sueldo. Salvo honrosas
excepciones, pero que también se ven obligados a un
bajo perfil para que no los echen.
Tanto los funcionarios oficiales, como Chaparro,
Terrera y Del Vitto saben perfectamente quiénes son
los escritores en Santiago del Estero. Chaparro
utilizaba mis libros en sus clases de Secundario.
Terrera recomendó mi nombre para integrar un
diccionario argentino de escritores actuales. Y

- 233 -
Adriana conoce incluso más que ellos por haber
trabajado juntos, la calidad de mi obra.
Pero no debo ser “simpático” para Legname,
supongo. He ahí la “distracción” aplicada por estas
personas.

Usted dijo que es duro tener que publicarse su


propia obra...

Julio Carreras: Ya lo creo. Mientras vemos que se


destinan millones a fiestas de borrachos, contratando
conjuntos que cobran un promedio de 20.000 pesos
por actuación, y a eso se denomina “cultura”... que
un escritor valioso, no pueda acceder a los escasos
5.000 pesos que cuesta editar un libro de buena
calidad... es en verdad indignante.
El otro día lo encontré a Guillermo Pinto en una
oficina pública. Y le dije “Guillermo... decime por
favor que no has dejado de escribir... porque para mí
sos uno de los mejores escritores que hay, pero hace
años que no veo nada tuyo...”
Me tranquilizó diciéndome que ahora muy pronto
sale un libro de él. Pero que tuvo que costeárselo
por sí mismo. ¡Una ofensa! Que un escritor como él

- 234 -
tenga que pagarse la edición de su propia obra es
una ofensa.
Y que encima Legname pretenda que desfilemos
como corderitos por su despacho a rogarle que nos
tenga en cuenta... es escupir sobre las llagas.

¿Entonces usted ve una realidad negra para los


verdaderos escritores en Santiago del Estero?

Julio Carreras: No. Veo una realidad luminosa.


Porque los escritores no escribimos para Legname ni
cualquier otro burócrata de turno. Escribimos para la
eternidad. Escribimos porque tenemos un mensaje
profundo para transmitir. Y la gente común, las
personas que cotidianamente nos cruzamos por las
calles, saben eso. Aunque no publiquemos una
palabra, en los medios estos impregnados por la
perversidad del “mercado”, reconocen nuestro
talento. Y lo reconocerá la posteridad, de eso estoy
seguro.
Por cierto, hay también excepciones entre los
especialistas y funcionarios. Aquí hemos recibido
numerosas pruebas de ello.

- 235 -
Pero estos medios de difusión que se regodean
publicando historias morbosas de violaciones de
niños u otras perversidades, pasarán. Lo mismo que
los burócratas.
Nuestra literatura, la de los verdaderos escritores
santiagueños, no pasará. Quedará por siempre en la
consciencia colectiva, y será parte activa de su desarrollo
cultural, siempre.

- 236 -
“A los jóvenes hay que devolverles lo les ha
sido quitado: su libertad”

Por: Omar Estanciero


Revista La Lupa
Septiembre de 2009

Julio Carreras, con su buena predisposición de siempre, se


prestó a una entrevista para la revista La Lupa. Se publica
como parte de un informe especial sobre la Primavera,
para la cual se han receptado testimonios de jóvenes
santiagueños de entre 15 a 23 años aproximadamente,
para conocer en qué andan y como sobrellevan sus vidas
en tiempos donde la falta de valores, los malos hábitos, las
nuevas modas, y en fin tantos otros temas que son moneda
corriente nos preocupan a todos y por supuesto también a
ellos…
La nueva sección que incorporamos hace dos meses atrás
en La Lupa se llama “Camino al Bicentenario”, allí
reflejamos la opinión sobre qué tipo de país ansiamos tener
desde aquí los santiagueños, discutir qué se debe modificar
y proponer para tener una Argentina más próspera y justa
para todos. En base a esto, y entendiendo el rol importante

- 237 -
que cumple nuestra juventud, queríamos hacer un
paralelismo entre la juventud de nuestros días y aquella de
los años sesenta que vos viviste, y que de una forma muy
particular enfrentaron a la sociedad de su tiempo desde lo
que se denominó como contracultura.

¿Hasta que punto el estilo de vida de los jóvenes de hoy


puede asemejarse a aquella juventud idealista de los años
sesenta?

Hay dos características que diferencian de un modo


singular el espíritu de la juventud de cuarenta años atrás
con la de hoy. Una es la Ingenuidad de aquellos tiempos,
comparada con el Escepticismo de hoy. La segunda es la
Intrepidez de aquellos jóvenes de los sesenta-setenta,
contra la Incertidumbre e Inseguridad de los chicos
actuales.
La Ingenuidad juvenil de los setenta se ha perdido a causa
de un acontecimiento terrible: la brutal represión sufrida
por varias generaciones. De la cual el caso Kamenetzky, en
Santiago, es un ejemplo típico. Es decir, un joven bueno,
lindo, de una familia de buena posición, que sin ninguna
“necesidad” quiso luchar por los más pobres, por los niños,
en suma, por nuestra postergada provincia de Santiago. Fue

- 238 -
apresado, torturado, humillado y luego brutalmente
asesinado por los monstruos que en ese momento ocupaban
altos cargos policiales y gubernamentales en esta provincia.
¿Cómo no va a ser escéptica y miedosa la juventud después
de semejantes “lecciones” criminales? No fue uno: fueron
miles quienes padecieron en la Argentina esos vejámenes y
asesinatos. El mensaje de la represión era claro: “no
intentes hacer nada contra los viejos modelos de opresión
social, cultural y política: si lo haces... te va a pasar lo que
le pasó a Kamenetzky”. O a Mario Giribaldi, otro noble y
maravilloso joven de entonces.
A cambio, les ofrecen una vida “tinelizada”: a las chicas,
ofrecer sus cuerpos como una mercancía. Participando en
estupideces como estos concursos de nalgas y tetas que
organiza Chester, pues el erotismo es “moneda” en esta
sociedad sin genuinos valores. A los jóvenes, lujuria,
bienes materiales, y como figuras emblemáticas los
“triunfadores”: ricachos que acumulan fortuna sin
importarles el sufrimiento de los demás. El egoísmo como
eje central de la existencia.
Diversión, dinero, viajes, playa, sexo, figuración: son los
únicos mensajes que recibe de los medios masivos la
juventud, hoy. Eso es “legal”. Ocuparse de las millones de
familias que sufren miseria, de los niños pobres, sin

- 239 -
educación, de las injusticias sociales... es no sólo “perder el
tiempo”, sino además peligroso e “ilegal”.

¿Cual fue el papel de los jóvenes de aquella década


teniendo en cuenta los parámetros de la contracultura?

Debemos aclarar que aún en las mejores épocas de lucha


juvenil, quienes luchábamos éramos una minoría. Es cierto
que éramos miles -por ejemplo, en Córdoba, cuando yo
vivía allí a mis 23 años, a un acto convocado por Agustín
Tosco de un día para el otro, iban fácilmente unas 10.000
personas...- Pero hay que tener cuenta que estamos
hablando de una provincia que en esos tiempos tenía más
de dos millones de habitantes... de los cuales, cerca de un
millón eran jóvenes... Así que estamos hablando de que
más o menos 900.000 jóvenes no participaban, en realidad,
en actividades políticas revolucionarias...
Sucede que esos jóvenes eran no sólo los más activos sino
los más educados, los más talentosos, con relativa facilidad
llegaban, por ejemplo, a las conducciones de los Centros de
Estudiantes Universitarios... Entonces tenían un poder
social formidable, por su ejemplaridad... Esto es lo que
sucede cuando se ejerce la democracia de un modo real:
surgen los que realmente son los mejores. En cambio con

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una democracia acotada y manipulada, como la que se
impuso después, llegan al poder los elegidos por los viejos,
por los que siempre han manejado, realmente, todo, en base
a dinero o crimen.
Pese a ello, pese a la monstruosa represión y los denodados
intentos de ocultamiento, los jóvenes de los sesenta-setenta,
constituimos un modelo. El modelo de la Verdad, la Paz sin
condicionamientos... y la Libertad.

El Canal Encuentro está promoviendo desde hace un


tiempo una interesante programación televisiva, pero más
allá de esto ¿Qué debería hacer el estado en el marco de la
futura ley de Servicios de Medios Audiovisuales para
interesar a los jóvenes con otro tipo de comunicación
alternativa en los canales de mayor audiencia?

A los jóvenes no hay que “estimularlos”. Este es un


concepto paternalista, que pertenece a los viejos y una
concepción autoritaria. A los jóvenes hay que devolverles
lo que les pertenece y les ha sido quitado, por un estado
opresor: su libertad. Su participación, de igual a igual y
realmente, con los viejos, en las decisiones del estado.

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A los jóvenes no hay que ofrecerles “programas de
televisión para jóvenes”: hay que devolverles el derecho de
hacer sus propios programas.
No sólo sus programas, hacer todo lo que les interesa y
constituyen elementos vitales en su existencia: los
programas universitarios, los proyectos de desarrollo
social, político, económico de su provincia.
Los jóvenes hoy no participan de ningún modo en las
políticas del Estado. Por ello están mal, oprimidos, sin
destino, conflictuados.

Para los chicos el sistema educativo muchas veces no


responde a sus inquietudes ni llena sus expectativas. A tu
parecer ¿cómo debería encararse esta falla?

El ámbito educacional fue siempre un campo de lucha para


los dos grandes contendientes históricos: el pueblo
argentino y sus opresores. El sistema Educacional en
Argentina nace luego de una masacre, más o menos similar
a lo que fue la dictadura militar reciente, pero en el siglo
diecinueve. Esa masacre fue efectuada por grupos militares
y paramilitares, cuyos jefes eran Mitre y Sarmiento.
¿Contra quién se dirigió dicha masacre? Contra los gauchos
y los gobernantes del interior argentino. Después, se

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dividieron el diseño de nuestra Cultura: Mitre escribió la
“Historia”. Sarmiento diseñó la “Educación”.
¿Y qué contenía ese diseño? En primer lugar ponía como
modelo a los rubios europeos. Por lo cual los argentinos,
como Michael Jackson, teníamos que “blanquearnos” para
ser buenos. En segundo lugar, nos convertía en parte de un
sistema que nos ubicaba en el papel de eternos servidores
de los intereses europeos. Después los norteamericanos
(blancos) ocuparían el lugar de los europeos.
Por el contrario, los intelectuales del pueblo argentino,
como José Hernández o más adelante Arturo Jauretche,
sostenían que debíamos educarnos en base a nuestras
propias culturas y valores criollos.
Esto generó una lucha política desde entonces: Unitarios
contra Federales, Radicales contra Conservadores,
Peronistas contra Liberales, Guerrilleros contra Militares...
Esa lucha nunca terminó, sigue. Por eso nuestra educación
está sometida constantemente a marchas y contramarchas.
Una vez que se resuelvan de un modo definitivo esas
luchas, la educación podrá reflejar, por fin, las necesidades
reales de nuestros niños.

De una encuesta realizada en Plaza Libertad, observé


claramente que los jóvenes cuestionan todo pero de

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ninguna manera dejan estancar sus vidas. En algún punto
demuestran que tiene un espíritu de riesgo, de valentía y
mucha capacidad creativa para responder a los cambios y
exigencias del mundo en que viven. De cara al
Bicentenario ¿es posible crear un mundo con incentivo
para el futuro de nuestros jóvenes a pesar de tanta
competencia social desmedida?

Aprovecho para referirme a la declaraciones de un estúpido


abogado que publicó uno de los más grandes medios
locales. Este hombre, de mi generación, hablaba pestes de
los chicos Emos, que veía en la plaza Libertad. Los
demonizaba y vilipendiaba, como si fuesen delincuentes.
Quiero decir -ya que ese medio no publicaría jamás una
declaración mía- que si los jóvenes de hoy tienen
problemas, TODA la responsabilidad es nuestra: de los
mayores. A los jóvenes no los trajo una cigüeña ni los crió
una loba, como a los mellizos de Roma. Los criaron padres
de carne y hueso, los criamos nosotros. Y si esos padres los
criaron sin valores, abandonándolos toda su vida frente al
televisor o dejándolos en manos de personas desconocidas,
es todavía más vil demonizarlos ahora.
Esos padres incompetentes -tal vez no por culpa de ellos,
pues son continuidad de la educación del Proceso-, ahora

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quieren “corregir” sus propios errores con otro error: la
represión.
Abogan por más “control”, más policía en las calles,
reducción horaria para los boliches, análisis de
alcoholemia, cámaras ocultas, etcétera. Pero el modelo
descarriado lo indujeron ellos. Cuando no les inculcaron a
sus niños valores elevados y espirituales, sino su “viveza
criolla”, la ley del más fuerte o astuto, y la búsqueda
sistemática de la riqueza o el placer, como únicos objetivos.
Son los más sensibles de esos niños, los que no quieren
parecerse a animales salvajes, quienes muchas veces se
convierten en emos, darks, góticos o cualquier otro modo
de expresión que, traducido, significa: “yo no quiero saber
nada con esta sociedad de hipócritas y estafadores, yo no
quiero comprometerme con estas leyes de bestias”. Por eso,
merecen nuestro mayor respeto.

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Quipu Editorial
http://www.quipueditorial.com.ar
Septiembre de 2009

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