Cenicientas las aguas, los

desnudos

Rosalía de Castro
Cenicientas las aguas, los desnudos
Cenicientas las aguas, los desnudos
árboles y los montes cenicientos;
parda la bruma que los vela y pardas
las nubes que atraviesan por el cielo;
triste, en la tierra, el color gris domina,
¡el color de los viejos!
De cuando en cuando de la lluvia el sordo
rumor suena, y el viento
al pasar por el bosque
silba o finge lamentos
tan extraños, tan hondos y dolientes
que parece que llaman por los muertos.
Seguido del mastín, que helado tiembla,
el labrador, envuelto
en su capa de juncos, cruza el monte;
el campo está desierto,
y tan sólo en los charcos que negrean
del ancho prado entre el verdor intenso
posa el vuelo la blanca gaviota,
mientras graznan los cuervos.
Yo desde mi ventana,
que azotan los airados elementos,
regocijada y pensativa escucho
el discorde concierto
simpático a mi alma...
¡Oh, mi amigo el invierno!,
mil y mil veces bien venido seas,
mi sombrío y adusto compañero.
¿No eres acaso el precursor dichoso
del tibio mayo y del abril risueño?
¡Ah, si el invierno triste de la vida,
como tú de las flores y los céfiros,
también precursor fuera de la
hermosa
y eterna primavera de mis sueños...!
Contextualización

• Autora: Rosalía de Castro

(1837-1885)

• Obra: En las orillas del Sar

(1884)

• Movimiento literario:
Romanticismo (s.XIX)
 Métrica

• 6 estrofas
• Endecasílabos y heptasílabos
• Asonancia en los versos
pares.
• Encabalgamientos abruptos
Tema

Invierno como final de la vida;

el renacer después de la
muerte
Argumento y figuras retóricas
Cenicientas las aguas, los desnudos
árboles y los montes cenicientos;
parda la bruma que los vela y pardas
las nubes que atraviesan por el cielo;
PRIMERA PARTE triste, en la tierra, el color gris domina,
¡el color de los viejos!

• Descripción De cuando en cuando de la lluvia el sordo

rumor suena, y el viento
del paisaje de al pasar por el bosque
invierno. silba o finge lamentos
tan extraños, tan hondos y dolientes
que parece que llaman por los muertos.
Seguido del mastín, que helado tiembla,
el labrador, envuelto
en su capa de juncos, cruza el monte;
el campo está desierto,
y tan sólo en los charcos que negrean
del ancho prado entre el verdor intenso
posa el vuelo la blanca gaviota,
mientras graznan los cuervos.
 Cenicientas las aguas, los desnudos
árboles y los montes cenicientos;
parda la bruma que los vela y pardas
las nubes que atraviesan por el cielo;
triste, en la tierra, el color gris domina,
¡el color de los viejos!
De cuando en cuando de la lluvia el sordo
rumor suena, y el viento
al pasar por el bosque
silba o finge lamentos
tan extraños, tan hondos y dolientes
• Quiasmo que parece que llaman por los muertos.
• Epanadiplosis Seguido del mastín, que helado tiembla,
• Exclamación retórica el labrador, envuelto
en su capa de juncos, cruza el monte;
• Gradatio el campo está desierto,
• Antítesis y tan sólo en los charcos que negrean
del ancho prado entre el verdor intenso
posa el vuelo la blanca gaviota,
mientras graznan los cuervos.
Otras:
• Hipérbaton
• Personificaciones
SEGUNDA PARTE Yo desde mi ventana,
que azotan los airados elementos,
regocijada y pensativa escucho
el discorde concierto
• Llegada del simpático a mi alma...
invierno y con ¡Oh, mi amigo el invierno!,
éste, la alegría mil y mil veces bien venido seas,
del yo poético mi sombrío y adusto compañero.
¿No eres acaso el precursor dichoso
por la posterior del tibio mayo y del abril
primavera. risueño?
 Yo desde mi ventana,
que azotan los airados
elementos,
• Exclamación regocijada y pensativa escucho
el discorde concierto
retórica simpático a mi alma...
• Pregunta ¡Oh, mi amigo el invierno!,
retórica mil y mil veces bien venido seas,
mi sombrío y adusto compañero.
Otras: ¿No eres acaso el precursor
dichoso
• Hibérbaton del tibio mayo y del abril
risueño?
TERCERA
PARTE

• Se expresa
la duda
sobre la vida ¡Ah, si el invierno triste de la
eterna. vida,
como tú de las flores y los
céfiros,
también precursor fuera de la
hermosa
y eterna primavera de mis
sueños...!
• Epifonema
¡Ah, si el invierno triste de la
• Exclamación vida,
retórica como tú de las flores y los céfiros,
también precursor fuera de la
hermosa
• Metáfora y eterna primavera de mis
sueños...!
Conclusión