En la Universidad de Cambridge me ensearon un loable mtodo de argumentacin: nunca
personalices, pero no tengas el ms mnimo respeto a las opiniones de la gente.
Nunca seas rudo con la persona, pero s brutalmente rudo con lo que la persona piensa. Esta distincin me parece fundamental: hay que poner a las personas a cubierto de toda discriminacin por motivos de raza, pero no puedes poner una valla protectora en torno a sus ideas. En el momento en que digas que un sistema de ideas es sagrado, ya sea un sistema creencias religiosas o una ideologa laica, en el momento en que declares que un conjunto de ideas han de quedar a salvo de toda crtica, stira, burla o desprecio, la libertad de pensamiento se hace imposible. (Sokal. 2008, p. 529)"