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J.R. Ward The King
DISCLAIMER
Pagina 1
¡Feliz Lectura!
Grupo At Last
J.R. Ward The King
MODERADOR
Klaus Origen
Diseño y diagramación
Devina Avale
Revisión general
Payne RLhdn y Manny RLhdn
TRADUCTORAS:
Berta Valente Mari Cruz
Blay RLhdn Maite Muñoz
Danny Cullen María Jiménez
Elizabeth Dne María Vjm
Gloria García MayB
Katty Carro Noelia Fuentes
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Luisa Camargo Mafe Ramírez
Manu Blanco Regin RLhdn
RLhdn Vishous RLhdn
CORRECTORAS:
Agnes Tahlly
Macarena Suarez
Manny RLhdn
Maite Muñoz
Olga Jhr
Pilar Ocampo
Payne RLhdn
Qhuinn Rlhdn
Ziiriita Bellamy
Prólogo
Traducido: Blay Rlhdn
Corregido: Qhuinn Rlhdn
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¿Cuánto tiempo duraría esta triste búsqueda? se preguntó. Era una locura inútil,
especialmente cuando las sagradas vestimentas del rey de los vampiros estaban sobre él, los
cinturones enjoyados, el abrigo de seda y las dagas ceremoniales adornando su propio
cuerpo. Sin embargo, a su mente no le importaba nada la prueba de su inminente
coronación o quien sabía si era su corazón que le hacía permanecer imperturbable por todo
lo que ahora le definía.
Queridísima Virgen Escriba, sin su padre estaba tan solo, incluso aunque estaba
rodeado de gente que le servía.
─ ¿Mi señor?
Componiendo su rostro, se dio la vuelta.
De pie en la puerta de la habitación de visitas real, su consejero más cercano era
como una columna de humo, alto y delgado, cubierto con ropas oscuras.
─Mi honor saludaros ─murmuró el macho, inclinándose─. ¿Estáis preparado para
recibir a la hembra?
No.
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─Por supuesto.
─Vamos a iniciar la procesión.
─Sí…
Cuando su asesor se inclinó de nuevo y salió hacia fuera, Wrath paseó por la
habitación con paneles de roble. Velas flotaban en las cornisas que de alguna manera se
infiltraban en las paredes de piedra del castillo, el fuego crepitante en la chimenea a la
altura del pecho parecía ofrecer sólo luz, no calor.
En verdad, no tenía deseo de una shellan, o más bien, de una compañera, que era lo
que inevitablemente iba a tener. Se requería amor para lo primero y él no tenía ningún
alma para ofrecer.
Desde el rabillo de su ojo captó un destello de algo brillante y para pasar el tiempo
antes de que tuviera lugar esta temida reunión, se acercó y miró a los conjuntos de joyas
que habían sido exhibidos sobre la mesa tallada. Los diamantes, zafiros, esmeraldas,
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perlas... La belleza natural tallada y engarzada en oro pulido.
Los más valiosos eran los rubíes.
Tocando las piedras de color rojo sangre, pensaba que era demasiado pronto para
todo esto. Ser el rey, este arreglo de emparejamiento, las mil demandas diferentes que ahora
tenía y sin embargo entendía muy poco de esto.
Necesitaba más tiempo para aprender de su padre.
El primero de tres golpes resonó a través de la habitación y Wrath agradeció que
nadie lo hubiera visto estremecerse.
El segundo era más fuerte.
El tercero iba a requerir su respuesta.
Cerrando los ojos, se encontró con dificultades para respirar por el dolor en su
pecho. Quería a su padre con él, esto debería estar sucediendo más tarde, cuando él ya fuera
mayor y no lo guiase un cortesano en su propio sitio. El destino, sin embargo, había privado
al gran macho de los años que le pertenecían y a su vez sumió a su hijo en una especie de
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presentación?
Como si su noble hija fuese un objeto. Por otra parte, la tradición y las normas
sociales proveían que su propósito era para reproducirse y reinar. Ella iba a ser tratada
como cualquier preciada yegua de cría.
¿Iba a hacer esto de todos modos? No sabía nada del acto sexual, y sin embargo, si
la aprobaba estaría involucrado en esa actividad en algún momento después de caer la
noche hasta la mañana siguiente.
─Sí ─se escuchó a si mismo decir.
El consejo se presentó a través de la puerta, de dos en dos dividiéndose y formando
un círculo alrededor del perímetro de la habitación. Y entonces el canto se hizo más fuerte.
Los magníficos guerreros de la hermandad entraron en marcha. Sus cuerpos inmensos
vestidos de cuero negro y cargados con armas. La cadencia de sus voces y el movimiento de
sus formas tan sincronizadas, como si fueran uno. A diferencia de los miembros de la
glymera, ellos no se separaron. Permaneciendo hombro con hombro, pecho con pecho en una
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Se refiere al tipo de vestimenta gris que usaba el hombre.
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formación como de caja, él no podía ver nada de lo que había en el centro, pero podía oler
la esencia y el cambio en sí mismo fue instantáneo e inmutable. En un solo latir de su
corazón, la naturaleza perseverante de la vida, fue arrasada por el picor de la conciencia.
Primero mientras los Hermanos se acercaron, creció hasta convertirse en una
agresión con la que no estaba familiarizado, totalmente negado a ignorarla. Respirando
dentro más de esa fragancia, entrando en sus pulmones, su sangre, su alma. No era el aceite
con el que ella se había frotado, o el perfume que fue aplicado en toda su ropa, estaba de
bajo de toda su piel. La delicada combinación de elementos femeninos que él sabía que eran
únicamente de ella y solo de ella.
La hermandad se paró frente a él y por primera vez no estaba atemorizado de su
aura mortal. No cuando sus colmillos se alargaban en su boca. Encontró que su labio
superior se levantaba en un gruñido. Incluso dio un paso adelante, preparado para rasgar a
los machos en pedazos para poder llegar a lo que estaban protegiendo.
El consejero se aclaró la garganta como si tratara de recordar a los allí reunidos su
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importancia.
─Señor nuestro, el linaje de esta hembra la ofrece para ser considerada para su
apareamiento. Si usted la desea inspeccionar…
─Déjennos ─Wrath espetó ─. Inmediatamente.
El silencio que siguió fue sorprendentemente fácil de ignorar por su parte.
El consejero bajó la voz.
─Mi señor, si me dejara terminar la presentación…
El cuerpo de Wrath se alzó sobre sí mismo, girándose hasta que igualo su altura y
pudo mirar fijamente al macho.
─Largo.
Detrás de él, las sonrisas de la hermandad se levantaban, como si disfrutaran que el
caballero fuera puesto en su lugar por su gobernante. El consejero, sin embargo, no se
estaba divirtiendo y a Wrath no le importaba.
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Tampoco había más conversación que tener, el cortesano tenía mucho poder, pero no
era el rey. Los machos de gris atravesaron la habitación haciendo una reverencia y luego se
fueron dejándolo con los hermanos, que se hicieron a un lado, revelado que en su posición
había una esbelta figura envuelta en seda negra de la cabeza a los pies. En comparación con
los guerreros, la aparecida era ligera de peso, estrecha de huesos, más baja de estatura y
sin embargo la suya era la presencia que lo sacudió.
─Mi señor ─dijo uno de los Hermanos con respeto ─. Ésta es Anha.
Con esa simple y más que apropiada introducción, los guerreros se esparcieron,
encerrándole a solas con la hembra. El cuerpo de Wrath se hizo cargo de nuevo, rodeándola
con sus caóticos sentidos a su alrededor, acechándola aun cuando ella no se movió.
Queridísima Virgen Escriba, él no había querido para nada esto, ni la reacción a su
presencia, la presión sobre su espalda, ni la agresión que estaba mostrando. Pero sobre
todo, nunca había pensado… Mía.
Fue como un rayo fuera del cielo nocturno, cambiando su paisaje y tallándolo con
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una marca de vulnerabilidad en el pecho. Y sin embargo aun con eso, pensó, sí, estaba en lo
cierto. El ex-consejero de su padre de hecho tenía más interés en el corazón. Esta hembra era
lo que necesitaba para guiarlo a través de la soledad, incluso sin ver su cara, ella le hacía
sentir la fuerza dentro de su sexo, su pequeña forma primorosa que llenaban su piel del
impulso de proteger y darle una prioridad y un enfoque del que él había estado careciendo.
─Anha ─susurró mientras se detenía frente a ella─. Háblame.
Hubo un largo silencio. Y luego su voz, temblorosa, suave y dulce, atravesó sus
oídos. Cerrando los ojos, se balanceaba sobre sus pies, haciendo eco a través de su sangre y
sus huesos, el sonido más hermoso que cualquiera que hubiera oído jamás.
Luego frunció el ceño cuando él no tuvo idea de lo que había hablado.
─ ¿Qué es lo que has dicho?
Por un momento, las palabras que vinieron de debajo del velo que le cubría no
tenían sentido, pero al momento su cerebro verificó las silabas definiéndolas.
─ ¿Desearía ver a otra?
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Jamás.
Por debajo de las capas del pesado ropaje, Anha estaba sofocada por el calor, o
quién sabe si era el terror que le asfixiaba la garganta.
No deseaba este destino para ella, ni lo había buscado. Se lo daría a cualquiera de
las mujeres jóvenes que a lo largo de los años la envidiaban. Desde el momento de su
nacimiento, le habían prometido para el hijo del rey como la primera prometida oficial y
debido a ese supuesto honor que tenía, había sido criada por otros, enclaustrada lejos y
escondida de todo contacto.
Criada en solitario encierro, no sabía sobre la crianza de una madre o la protección
de un padre, sino que había estado a la deriva en un mar de extraños, manejada como un
objeto precioso, no era una cosa viva.
Y ahora, en el momento culminante, para el que se había criado y confesado durante
todos esos años de preparación, parecían ser en vano. El rey no estaba contento, había
echado a propios y extraños de lo que sería su habitación y no le había quitado una sola
prenda a ella, como era su deber si deseaba aceptarla de alguna manera.
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si... como lo que había imaginado en la mayoría de sus inútiles sueños... que la considerara
brevemente para volverla a cubrir con su lujoso manto, señalando su intención de elegirla
como su shellan para que su vida en sociedad fuera más fácil.
Ella sabía lo suficiente sobre los cortesanos como para no esperar bondad en ellos y
era consciente que aunque se iba a emparejar con el rey, ella estaría sola. Sin embargo si
ella tuviera una pequeña porción de poder tal vez podría apartarse a sí misma de esto hasta
un cierto punto, dejando las maquinaciones de la corte y la realeza a las hembras con más
ambición y avaricia.
El ritmo se detuvo abruptamente y el suelo crujió justo delante de ella, como si él
hubiera cambiado de posición de alguna manera.
Ahora era el momento y su corazón se congeló como si no quisiera atraer la atención
por parte de la espada de su majestad.
En un rápido momento, la capucha que cubría su cara estaba fuera y sus pulmones
eran libres para tomar grandes bocanadas de aire. Anha quedó sin aliento ante lo que
estaba frente a ella.
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─Mi señor, usted no debe arrodillarse.
─ ¿Cómo podría si no saludar a una hembra como tú?
Anha trató de responder, pero estaba atrapada en su fija mirada y su mente se
enredó.
Este poderoso macho que inclinaba su honor frente ella no parecía real. Para
cerciorarse de una vez por todas, levanto la mano y la acercó acortando la distancia entre
ellos.
¿Realmente lo estaba haciendo?
─Perdóname, mi señor…
Él capturó su mano y el impacto de la carne sobre carne la hizo jadear ¿O lo hicieron
los dos?
─Tócame ─le ordenó ─. En cualquier lugar.
Cuando él la soltó, ella puso una temblorosa mano sobre su mejilla. Cálido. Suave
como si se hubiera afeitado recientemente con una cuchilla.
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El rey cerró los ojos apoyándose con un gran estremecimiento por todo el cuerpo.
Cuando solamente se quedó quieto ella sintió una oleada de poder, no en un modo
arrogante, ni con ninguna ambición para su propio beneficio. Se trataba más bien de un
simple cambio de sentido de todo lo que había sabido hasta ahora. Una pendiente
resbaladiza de manera imborrable.
¿Cómo era esto posible?
─Anha... ─susurró, como si su nombre fuera un encantamiento de magia.
Nada más fue dicho, pero las palabras eran innecesarias, todas las categorías
gramaticales y el vocabulario eran inútiles para ofrecer cualquier simple matiz, mucho
menos definido, a las obligaciones y ataduras que tenían el uno con el otro.
Finalmente ella bajó sus ojos.
─ ¿No le gustaría ver más de mí?
El rey lanzó un gruñido bajo ronroneando. ─Me gustaría ver todo de ti y buscando
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no tendría ni la mitad.
El aroma de vinculación del macho se levantó espeso en el aire e increíblemente su
propio cuerpo respondió a la llamada. Pero una vez más toda su tensión sexual estaba
contenida por el poder de su voluntad: Él no iba a tomarla ahora. No, parecía que iba a
salvar su virtud hasta que la tomara con honor y respeto después del emparejamiento.
─La Virgen Escriba respondió a mis oraciones de una forma milagrosa ─susurró
ella mientras parpadeaba entre lágrimas. Todos esos años de preocupación y espera,
preparada durante tres décadas para que cayera el yunque sobre su cabeza.
El rey sonrió. ─Si hubiera sabido que una hembra como tú pudiera existir, le habría
suplicado a la madre de la raza yo mismo. Pero no tenía fantasías y eso es así de simple. No
hubiera hecho nada más que sentarme y esperar a que te cruzaras en mi destino, perdiendo
años.
Con eso, se echó a sus pies, y se acercó a un perchero con ropajes de todos los colores
del arco iris allí representados. Le habían enseñado desde muy temprana edad lo que
significaba cada matiz en la jerarquía de la sociedad.
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Él eligió el rojo para ella. El más valioso de todos, la señal de que sería la favorita
entre todas las hembras.
La Reina.
Y ese honor debería haber sido suficiente y sin embargo al contemplar al macho un
fuerte dolor le golpeó el pecho.
Cuando se giró hacia ella, él debió haber notado su tristeza.
─ ¿Qué tienes, Leelan?
Anha negó con la cabeza y se dijo a sí misma que lo que le ofrecía no era algo por lo
que tuviera derecho a llorar. ─Ella…
El rey sacudió la cabeza. –No, solo serás tú.
Anha retrocedió.
─Mi señor, no es esa la tradición.
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─ ¿Acaso no soy el gobernante de todos? ¿No puedo decretar quien vive y muere de
mis súbditos?
Cuando ella asintió con la cabeza, su cara se puso como un duro yeso sin piedad
para cualquiera que intentara negarlo.
─Pues haré determinar lo que es y no es tradición. Y no sólo lo será para mí.
Las lágrimas brotaron de nuevo de los ojos de Anha. Quería creerle y sin embargo
parecía imposible, incluso mientras envolvía su forma con la capa de seda color sangre.
─Me honra ─dijo mirando a su rostro.
─No es suficiente. ─Con un giro rápido, él se acercó a través de una mesa que
habían llenado de gemas.
La generosidad de una joya había sido la última cosa en su mente cuando había
quitado su capucha, pero ahora sus ojos se abrieron ante la exhibición de riqueza.
Seguramente, no merecía estas cosas. No hasta que ella le diera a él un heredero. Qué de
momento no parecía una tarea fácil.
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─Sí ─se oyó decir con una fuerza sorprendente.
─Entonces yo, Wrath, hijo de Wrath, realmente te tomo como mi shellan, para
cuidarte y protegerte a ti y a cualquier hijo engendrado que pudiéramos tener, tan seguro
como lo estaría y estará mi reino y sus ciudadanos. Tú serás mi amor para siempre…
entonces tus enemigos serán los míos, tu linaje se unirá al mío, tus anocheceres y tus
amaneceres los compartirás solo conmigo. Esta unión nunca será rota por fuerzas de dentro
o de fuera y… ─aquí hizo una pausa─. Habrá una y solo una hembra para el resto de mis
días, y tú serás esa única reina.
Con eso, agarró su otra mano y puso todos sus dedos juntos.
─Nada nos separará. Nunca.
Aunque Anha no tuviera conocimiento de ello en la actualidad, en los próximos
años, cuando el destino siguiera su curso, ella volvería a este momento muchas veces. Más
tarde, ella reflejaría que ambos se habían perdido esa noche y conocer al otro les había
dado el sólido terreno que habían necesitado. Más tarde, cuando se durmiera cerca de su
compañero entre sus sabanas y escuchara con cuidado sus ronquidos, ella sabría que lo que
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ella creía que él se había ido a alguna parte carnal en su mente… quién sabe si la estaba
imaginando sin ropa, nada más que con su piel enmarcada con las pesadas joyas de oro y
diamantes con sus increíbles gemas rojas.
Lo último que le puso fue la corona. Él levantó la diadema de la bandeja de
terciopelo, la colocó en su cabeza y luego se sentó a observarla.
─Tú lo eclipsas todo ─dijo.
Anha se miró a sí misma. Rojo por todas partes, el color de la sangre, el color de la
vida misma. De hecho, no podía imaginar el valor de las gemas, pero no era lo que le
llenaba. El honor que le otorgaba a ella en este momento seria legendario y mientras ella lo
consideraba, deseo que esto pudiera ser privado entre ellos por siempre jamás.
Sin embargo eso no pasaría y a la corte no le gustaría que pasase eso.
─Te llevaré a tu cuarto.
─Oh, mi señor, no deberías molestarte.
─No hay nada más que me ocupe esta noche, te lo aseguro.
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zancadas sin detenerse ante ellos.
Wrath siguió andando pero este cortesano parecía que no iba a quedarse con la
duda. El macho se puso en su camino. ─Mi señor, es habitual que las…
─Voy a asistirla en mis propios aposentos ésta noche y todas las demás.
La sorpresa llameo en la fina cara cansada. ─Mi señor, eso es sólo el honor de la
reina, e incluso si usted ha tomado a la hembra, no es oficial hasta que…
─Estamos debidamente emparejados. He realizado la ceremonia por mí mismo. Ella
es mía y yo soy suyo y seguramente usted no desea meterse en medio de un macho vinculado
con su mujer. Mucho menos el rey con su reina. ¿Cierto?
Hubo un sonido de chasquido de dientes chocando, como si la mandíbula de alguien
se hubiera abierto y después cerrado con presteza.
Mirando por encima del hombro de Wrath, ella vio las amplias sonrisas en los
rostros de la hermandad, como si los guerreros aprobaran la agresión. ¿Los otros hombres
con trajes? Tenían la desaprobación en sus rostros, impotencia, súplica, sutil ira.
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Con una coordinación de largas horas de entrenamiento, cada uno de los grandes
guerreros descendió sobre sus rodillas en un círculo y enterraron la punta de sus dagas en el
suelo. Inclinando la cabeza y con una sola voz dijeron algo que no podía comprender.
Y sin embargo, la verborrea era para ella. Ellos le fueron prometiendo lealtad como
su reina. Era lo que hubiera pasado al caer la noche de la mañana siguiente, frente a la
glymera, pero ahora prefería estar aquí y a medida que sus ojos se levantaron el respeto de
los demás brillaba… dirigido a ella.
─Mi gratitud esta con vosotros ─se oyó decir a sí misma─. Y todo mi honor para
nuestro rey.
En un abrir y cerrar de ojos, ella y su compañero estaban rodeados por enormes
guerreros, el voto que habían dado y aceptado el trabajo que comenzaba inmediatamente.
Flanqueándolos por todos los lados, justo como lo habían hecho con ella antes de ser
presentada. Wrath atravesó con una zancada la línea de protección. Pasándola a hombros
entre la montaña de hermanos, Anha observó la reunión de cortesanos retroceder a su paso
a medida que avanzaban por la pasillo.
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El consejero en frente de todos ellos, con las manos en las caderas y las cejas
fruncidas... no estaba tan contento.
Un escalofrío de miedo la recorrió.
─Shh ─Wrath le susurró al oído ─. No te preocupes, seré amable a partir de
ahora.
Anha se sonrojó y metió la cabeza por detrás de ese grueso cuello. Él se refería a la
intención que tenía cuando llegaran a donde sea que la estaba llevando, cuando entrara en
su sagrado cuerpo sellando así visceralmente el emparejamiento.
Ella se sorprendió al descubrir que deseaba eso también. Ahora mismo. Rápido y
duro...
Y sin embargo, cuando estaban por fin solos de nuevo, cuando se habían establecido
en una fantástica cama baja de seda, ella estaba agradecida de que él fuera tan paciente,
amable y gentil como le prometió que sería.
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Fue la primera de muchas, muchas veces que su hellren no la decepcionaría.
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Capítulo 1
Traducido: Regin Rlhdn
Corregido: Manny Rlhdn
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vampiro de raza pura en el planeta, y cuando se trataba de ella y el
sexo, era totalmente capaz de ir destruyéndolo todo, para llegar a
ella.
No como esa estúpida de Miley Cyrus y sus poses sexuales...
y solamente si Beth estaba dispuesta, por supuesto. Aunque
realmente, ¿Cuándo tenía una mujer la oportunidad de conseguir
dos metros y cinco centímetros de tipo duro con un culo prieto
cubierto de cuero negro, que por casualidad tuviera los ojos color
verde pálido que brillaban como la luna y una melena negra que
descendía hasta su ya mencionado trasero de granito?
No es que el No estuviera fuera de su vocabulario, es que era
un concepto ajeno a ella.
El beso que recibió fue brutal y lo quería de esa manera, la
lengua de Wrath embistiendo dentro de ella mientras él la empujaba
a través de la puerta abierta de su escondite secreto.
¡Slam!
El mejor sonido del mundo. Bueno, de acuerdo, el segundo
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─ ¿Por qué coño no bajamos aquí todas las noches?
Pensar en todo el lío que les esperaba de vuelta en Caldwell,
hizo que perdiera algo de su calor. Pero entonces él empezó a
acariciarla con sus dedos, forzando la costura de sus vaqueros
contra su parte más sensible, mientras su lengua sondeaba su boca
de la manera en que solía hacerlo cuando estaba… ─Um, sí…
Caramba, ¿sabes qué? Sorpresa, sorpresa. Todo lo
relacionado con ser rey, el intento de asesinato y la banda de
bastardos flotó lejos de ellos.
Él tenía razón. ¿Por qué demonios no hacían un hueco para
este pedacito de cielo de manera regular?
Abandonándose al sexo, ella acaricio esa larga y suave
melena, que le llegaba hasta la cintura, enredando sus dedos en
ella, mientras sentía la dureza de su cara, la fuerza de su increíble
cuerpo, y el acerado núcleo de su voluntad. Nunca había sido una
de esas tías tontas que soñaban con el príncipe encantador, ni con
una boda de cuento de hadas, ni con ninguna de esas mierdas
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él y su palabra era ley.
Hablando de situaciones drásticas, la buena noticia era que
ella era la única excepción, la única persona que podía hacerle
entrar en razón, cuando se ponía como un gallo de pelea con las
plumas erizadas a punto de entrar en combate. Y sucedía así con
todos los hermanos y sus parejas: Los Miembros de la Hermandad
de la Daga Negra, el grupo de guerreros de mente cuadriculada que
eran la élite de la raza y que no eran conocidos por ser de trato
fácil. Por otra parte, no quieres blandengues en primera línea en
ninguna guerra, especialmente cuando los chicos malos eran de la
calaña de la Sociedad Lesser.
Y esos malditos Bastardos.
─No voy a poder llegar hasta la cama. ─gimió Wrath.
─Tengo que entrar en ti ya.
─Pues tómame en el suelo ─capturó su labio inferior entre los
suyos.
─Sabes cómo hacer eso, ¿Verdad?
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haciendo volar los botones por todas partes.
─Ahora, esto es de lo que yo estaba hablando.
Wrath se quitó sus gafas envolventes y sonrió, exponiendo
toda su dentadura.
─Nada que estorbe.
Cerniéndose sobre ella, se aferró a su pezón mientras sus
manos se dirigían a la cintura de sus vaqueros negros.
Considerando bien las cosas, sería bastante amable por su parte
que abriera el botón y bajara la cremallera, pero ella sabía bien lo
que se avecinaba…
Con un tirón violento, destrozó lo que habían sido un par de
Levi’s de solo dos semanas.
A ella no le importó. Ni a él tampoco.
Oh, Dios, necesitaba esto.
─Tienes razón, ha pasado demasiado tiempo. ─dijo entre
dientes mientras él continuaba en lo suyo, haciendo saltar botones y
liberando una erección que todavía se las arreglaba para dejarla sin
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aliento.
─Lo siento. ─le dijo al tiempo que la agarraba por detrás del
cuello y la montaba. Mientras abría bien los muslos para él, ella
sabía exactamente por qué se estaba disculpando.
─No te disculpes… ¡Jesús!
La ardiente posesión era exactamente lo que ella quería y
también lo fue la dura cabalgada que él le estaba dando,
aplastándola con todo su peso, su trasero desnudo moviéndose
contra el suelo mientras él embestía dentro de ella, sus piernas
tensándose a su alrededor para que él pudiera llegar aún más
dentro. Era dominación total, su enorme cuerpo moviéndose como
un pistón en un balanceo erótico que se volvía cada vez más rápido
y más intenso.
Pero aun tan bueno como era, ella sabía cómo llevar las
cosas al siguiente nivel.
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─ ¿No tienes sed aún? ─dijo arrastrando las palabras.
Se quedó totalmente paralizado.
Como si hubiera sido alcanzado por un relámpago de hielo. O
tal vez arrollado por un camión.
Cuando levantó la cabeza, sus ojos brillaban de tal manera
que ella supo que si miraba al suelo a su lado podría ver su propia
sombra. Clavando las uñas en sus hombros, se arqueó hacia él e
inclinó la cabeza hacia un lado.
─ ¿Qué tal algo de beber?
Sus labios se curvaron dejando al descubierto sus colmillos y
él dejó escapar un siseo que nada tenía que envidiar al de una
cobra.
El mordisco fue como ser apuñalada, pero el dolor se
desvaneció en un dulce delirio que la transportó a otra dimensión.
Flotando y anclada a la tierra al mismo tiempo, gemía y enredaba
sus dedos en su melena, tirando de él aún más cerca, mientras
chupaba de su garganta y embestía su sexo.
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Ella no. No hasta que Xcor había decidido meter una bala en
la yugular de Wrath. No es precisamente la clase de lección
educativa que ella había estado buscando.
Sin ninguna buena razón, sus ojos se inundaron de lágrimas
que cayeron enredándose en sus pestañas y escurriendo por sus
mejillas, incluso cuando otra ola de placer inundaba su cuerpo.
Y entonces la imagen de la herida de bala de Wrath inundó su
campo de visión.
Sangre roja en el chaleco antibalas que él había llevado
puesto. Sangre roja en su ajustada camisa. Sangre roja en su piel.
Los tiempos peligrosos habían llegado, la fea realidad ya no
era un hipotético monstruo encerrado en su mente, sino un grito en
su alma.
El rojo era el color de la muerte para ella.
Wrath se congeló por segunda vez y levantó la cabeza.
─ ¿Leelan?
Al abrir los ojos, ella tuvo el miedo repentino de no poder verle
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caderas para que su interior lo acariciase. Y Hola, chico grande, la
marcada fricción le dejó con la lengua atada y anudada.
─No pares. ─reiteró, tratando de atraerlo de nuevo a su vena.
─ ¡Nunca!
Pero Wrath se contuvo, apartando un mechón de pelo de la
cara de ella
─No pienses en eso.
─No lo hago.
─Sí lo haces.
No había razón alguna para definir lo que “eso” significaba:
complots y traición. Wrath detrás de su ornamentado escritorio,
asfixiado por su posición. El futuro desconocido... y no en el buen
sentido de la palabra.
─No me voy a ninguna parte, leelan. No tienes que
preocuparte por ninguna maldita cosa. ¿Lo entiendes?
Beth quería creerle. Lo necesitaba. Pero temía que era una
promesa mucho más difícil de cumplir que de pronunciar.
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─ ¿Beth?
─Hazme el amor. ─era la única verdad que ella podía
exteriorizar que no hiciera estallar la burbuja.
─Por favor.
Él la besó una vez. Dos. Y entonces empezó a moverse de
nuevo.
─Siempre, leelan. Siempre.
La mejor noche de su vida.
Cuando Wrath se apartó de su shellan una hora más tarde, no
podía respirar, estaba sangrando por la garganta, y su polla de
Hombre de Acero se había convertido finalmente en algo flácido y
mojado.
Aunque, ¿Conociendo la capacidad de recuperación de la
maldita cosa? Tenía cinco, tal vez diez minutos antes de que el
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Señor Feliz comenzara a sonreír de nuevo.
La gran cama que había en el centro del vasto espacio del loft
había sido renovada desde que su Beth se había emparejado con
él, y se tendió en ella sobre su espalda. Tenía que admitir que tener
sexo en ella era mucho mejor que hacerlo en el suelo. Dicho esto y
mientras se recuperaba de todo el bendito esfuerzo, las sábanas
eran tan innecesarias. En cuanto a las mantas un absoluto
infierno…fuera. Las almohadas se habían perdido rápidamente
porque no había cabecera, pero la ventaja de ello era que podía
hacer palanca desde cualquier punto de la brújula.
A veces le gustaba poner un pie en el suelo y verdaderamente
clavarse en su shellan.
Beth dejó escapar un suspiro que era más largo y satisfactorio
que un soneto de Shakespeare. Y hablando de infierno... el pecho
de Wrath se infló como un globo de aire caliente.
─ ¿Lo hago bien? ─dijo arrastrando las palabras.
─Dios, sí.
De nuevo con una sonrisa. Era La Máscara de nuevo, aunque
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negro, sus ojos azules y su hermoso rostro.
─No lo estás.
─Estoy bien.
Mierda, ¿Qué hora era? ¿Habría pasado más tiempo de lo
que a él le parecía? Probablemente. Cuando él hacía el amor con
Beth podía perder la jodida noción de los días.
─Es más de la una. ─dijo ella en voz baja
─ ¡No me jodas!
─ ¿Ayudaría si habláramos? Wrath... ¿Puedes decirme en
qué estás pensando?
Ah, demonios, ella tenía razón. Había estado pensando en
ello mucho últimamente, retirándose a un lugar en su mente donde
el caos no podía llegar a él, no es que fuera algo malo, pero era un
viaje en solitario.
─Simplemente no estoy listo para volver a trabajar.
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Marca de pasta dental.
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lunáticos estaban hablando entre ellos. Esas no eran buenas
noticias.
Wrath volvió a maldecir. ─No sé cómo mi padre hizo esto.
Noche tras noche. Año tras año.
Incluso para haber sido asesinado brutalmente demasiado
joven.
Al menos cuando el viejo Wrath había estado en el trono las
cosas habían sido estables: Su pueblo le había amado y él les
había amado a ellos. No había habido complots, ni traiciones
cociéndose tras las puertas de las habitaciones. El enemigo había
estado fuera de la raza, no dentro.
─Lo siento mucho. ─dijo Beth.
─ ¿Seguro que no hay nada de lo que quieras desahogarte?
Wrath se sentó, echando su largo pelo hacia atrás. Mientras
miraba hacia delante sin poder ver nada, él deseó poder estar
afuera, peleando.
Lo que no era una opción. De hecho, la única cosa en su
J.R. Ward The King
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hasta cierto punto. Como es habitual con mierda como la madre
naturaleza, la ley de las consecuencias imprevistas había decidido
dar un revés como una perra y así fue como este rey con su linaje
"perfecto" había terminado ciego.
Frustrado, abandonó la cama y naturalmente pisó una de esas
almohadas que había por el suelo. Mientras su pie se doblaba hacia
afuera y su equilibrio se reía de él, movió las manos intentando
agarrarse para sostenerse, pero no sabía dónde estaba en el
espacio.
Wrath se estrelló contra el suelo con una explosión de dolor
en su lado izquierdo, pero eso no era lo peor. Podía oír a Beth
luchando con las sábanas, preocupada, intentando llegar a él.
─ ¡No! ─le gritó, apartándose de ella, saliendo fuera de su
alcance.
─ Yo puedo.
Cuando su voz rebotó en todo el espacio abierto del loft, quiso
poner su cabeza tras una vitrina de vidrio.
─Lo siento. ─murmuró, tirando de su pelo hacia atrás.
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─Está bien.
─No quise hablarte de ese modo.
─Lo que pasa es que has estado bajo mucho estrés.
Cristo, como si estuviera hablando de él siendo suave durante
el sexo.
Dios, cuando había empezado con la mierda de ser rey, se
había hecho esa mierda de promesa y se comprometió a llevar la
corona, ser un hombre de a pie, seguir los pasos de su padre, bla,
bla, bla… Pero la triste realidad era que se trataba de una maratón
que iba a durar toda su vida y estaba flaqueando después de sólo
dos años.
Tres. Por muy largos que habían sido.
¿Qué demonios era un año para él de todos modos?
Mierda, sabía que siempre había tenido mal genio, pero estar
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encerrado en la medianoche de su ceguera con nada, excepto las
demandas que no han hecho más que fastidiarle, le estaban
volviendo volcánico.
No, espera… eso era ser un poco más templado de lo que
era, pero en el fondo era su personalidad.
La lucha era su primera y mejor llamada, y no desde una silla.
El padre había sido un hombre de pluma; el hijo era de
espada.
─ ¿Wrath?
─Lo siento, ¿Qué?
─Te pregunté si querías algo de comer antes de que nos
vayamos.
Se imaginó de vuelta en la mansión, con doggens por todas
partes, hermanos entrando y saliendo, shellans por todas partes y
se sintió como si no pudiera respirar. Él los amaba a todos, pero
maldita sea, no había privacidad allí.
─Gracias, pero sólo voy a comer algo en mi escritorio.
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volado hace tiempo sin mirar atrás. Pero no podía hacer eso. Su
padre había sido un rey para los libros de historia, un hombre que
no había apenas usado su autoridad en virtud del trono en el que se
sentó, pero había inspirado la devoción sincera.
Si Wrath perdía la corona bien podría ir y mear sobre la tumba
de su padre.
Cuando la mano de su shellan se deslizó en la suya dio un
respingo.
─Aquí está tu ropa. ─se la puso en las manos.
─Y aquí tengo tus gafas.
Con un giro rápido, él la atrajo hacia sí, abrazándola a su
cuerpo desnudo. Era una mujer alta, pero aun así apenas se
acercaba a sus pectorales, y mientras cerraba los ojos, se acurrucó
a su alrededor.
─Quiero que sepas algo. ─dijo contra su cabello.
Mientras ella se quedó inmóvil, trató de sacar de su culo algo
que valiera la pena escuchar.
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J.R. Ward The King
Capítulo 2
Traducido: Regin Rlhdn
Corregido: Manny Rlhdn
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En realidad, no podía apartar su mirada del guerrero
desfigurado que estaba situado al fondo detrás de los otros,
apoyado contra el papel de seda que cubría la pared, pisando
firmemente con sus botas de combate la alfombra persa.
Los ojos del macho estaban ensombrecidos por sus
abundantes cejas, el iris era tan oscuro que no había forma de
saber su color, podían ser azules, marrones, o verdes. Su cuerpo
era enorme, e incluso en reposo representaba una gran amenaza,
como una granada a punto de explotar.
Pero su expresión, ante su respuesta no había cambiado en
absoluto. Su labio deformado solo era una línea, el ceño seguía
igual de fruncido. No mostraba ninguna emoción. Pero la mano con
la que manejaba la daga, que estaba ligeramente flexionada, se
cerró en un puño.
Era evidente que Ichan el aristócrata y Tyhm el abogado,
quienes habían traído al guerrero aquí, habían mentido. Ésta no era
una conversación sobre el futuro. Si fuera así, Abalone habría
tenido algún tipo de elección.
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dobles. Él no podía leer los pequeños caracteres en la Lengua
Antigua a través de la habitación, pero no había necesidad de
acercarse, se sabía cada uno de ellos de memoria.
─No sabía que se me hubiese hecho una pregunta. ─dijo
Abalone.
Ichan sonrió falsamente y caminó por la habitación tocando
con sus dedos un tazón de plata esterlina con manzanas rojas, la
colección de relojes de escritorio de Cartier que había en un lado de
la mesa y el busto de bronce de Napoleón que estaba junto a la
ventana.
─Estamos, muy interesados en tu posición. ─El aristócrata se
detuvo frente a un dibujo a lápiz y tinta que había sobre un soporte.
─Ésta es tu hija, ¿Verdad?
El pecho de Abalone se tensó.
─Está a punto de ser presentada, ¿No es así? ─Ichan miró
sobre su hombro.
Abalone quería apartar al hombre de aquella imagen.
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en tu lugar, para nuestras hijas siempre queremos un buen
emparejamiento.
Abalone contuvo la respiración hasta que el macho retomó su
vago paseo por la estancia.
─ ¿No te da cierto grado de seguridad el pensar que hay
límites tan claros dentro de nuestra sociedad? La cría selectiva ha
dado como resultado un grupo superior de individuos. Y se requiere
que nosotros, por costumbre y por sentido común, preservemos
nuestras asociaciones con miembros de nuestra raza, que sean
iguales a nosotros. ¿Te imaginas a tu hija casada con un plebeyo?
Alargó esa última palabra, convirtiendo la pronunciación de la
misma en un improperio, en la amenaza, de una pistola a punto de
ser disparada.
─No, no te gustaría. ─contestó Ichan por él.
A decir verdad, Abalone no estaba tan seguro. Si el macho la
amara lo suficiente... Pero ese ahora no era el caso.
Ichan se detuvo a mirar la pintura al óleo que colgaba frente a
la vasta colección de los primeros miembros de su familia. La obra
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Abalone cerró los ojos un instante.
Pero eso no hizo que el aristócrata adoptara una voz más
amable ni más suave.
─Ese rey del que hablas tan reverentemente, se ha
emparejado con una mestiza.
Los ojos de Abalone se abrieron con sorpresa. Como a todos
los miembros del consejo se le había informado de la unión real,
pero hasta ahí había llegado la información.
─Pensé que se había emparejado con Marissa, hija de
Wallen.
─De hecho no. La ceremonia tuvo lugar justo un año antes de
las redadas, y se supuso que el rey había cumplido con la promesa
a la hermana de Havers. Pero las sospechas surgieron cuando
Marissa se unió posteriormente con un hermano. Más tarde
supimos a través de Tyhm. ─Señaló con la cabeza al abogado ─.
Que Wrath había tomado otra compañera y que no era de nuestra
raza.
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─Que lo es.
─ ¿Qué esperan de mí?
─Estoy simplemente poniéndote al tanto de la situación. No
soy más que un ciudadano preocupado.
─ ¿Entonces por qué el violento respaldo? Aprecio mucho
que me mantengas informado…
─El consejo actuará.
─ ¿De qué forma?
─Pronto, habrá una votación.
─ ¿Para repudiar a cualquier heredero?
─Para destronar al rey. Su autoridad es tal, que podría
cambiar las leyes en cualquier momento, erradicando las
previsiones y debilitando aún más a la raza. Debe quitársele la
autoridad legal tan pronto como sea posible ─El aristócrata echó un
vistazo a la hija de Abalone ─. Confío que en la sesión especial del
consejo, tu línea de sangre sea correctamente representada por tu
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de gritar, el macho se movió y fue a la fuente de plata que contenía
las manzanas.
Con una voz baja y con un acento duro dijo.
─ Están aquí para cogerlas, ¿No?
Abalone abrió su boca, pero solo salió de ella un sonido
ronco.
─ ¿Eso es un sí? ─Dijo en un murmullo.
─Por supuesto, sí.
El guerrero llevó una mano al arnés de su pecho y sacó una
daga, la hoja de plata era tan larga como el brazo de un macho
adulto. Con un movimiento rápido movió el arma por el aire, la luz
arrancó un reflejo de su borde afilado y con total seguridad la agarró
por el mango y pinchó con ella una de las manzanas.
Todo ello sin romper el contacto visual con Abalone.
Cogiéndola del bol, sus duros ojos fueron a parar al dibujo de
la hija de Abalone.
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Llevaban más de un año con indicios de agitación: rumores y
murmullos que indicaban, que el rey estaba cayendo en desgracia
entre ciertos sectores de la aristocracia. Chismes sobre un intento
de asesinato, insinuaciones de que se había formado una
conspiración y de que estaban preparados para actuar. Y entonces
tuvo lugar esa reunión del consejo, en la que Wrath llegó con la
hermandad y se había dirigido a los reunidos con una amenaza.
Esa fue la primera vez que la gente había visto al rey por....
bueno, más de lo que Abalone podía recordar. De hecho, no podía
recordar que alguien hubiese tenido una audiencia con el soberano.
Por supuesto se habían difundido proclamas y edictos, que habían
sido, según pensaba Abalone, aplazados por mucho tiempo.
Sin embargo, otros no estaban de acuerdo con él.
Y estaban obviamente preparados para forzar a quienes no
pensaran como ellos.
Mirando ahora el retrato de su padre, trató de encontrar algo
de valor en lo más profundo de su ser. Una especie de seguridad a
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aclarar su garganta.
─Necesito saber si te han hecho una visita.
Su primo no dudó ni un momento.
─Sí, lo han hecho.
Abalone maldijo.
─ No quiero tomar parte en esto.
─Nadie quiere. Pero ese punto legal de ellos... ─ Su primo
respiró profundamente.
─ ¿Sobre lo del heredero? La gente está respondiendo.
─No está bien, Wrath ha estado haciendo cosas buenas, nos
lleva por el camino de la modernidad. Ha abolido la esclavitud de
sangre y establecido un hogar para las hembras maltratadas y sus
hijos. Ha sido justo y ecuánime en sus proclamas...
─Ellos le tienen cogido en esto Abalone. Van a ganar este
partido, porque son muchos los que rechazan la idea de una reina
mestiza y un heredero de sangre diluida. ─la voz de su primo bajó
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Después de un largo rato, hizo otra llamada que le puso
enfermo. Cuando le contestaron, el respondió sin ningún
preámbulo.
─Tenéis mi voto.
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pausa─. Oh, pienso que es una sabia decisión por tu parte...
¿Hola? ¿Hola?
Ichan se encogió de hombros y volvió a guardar su teléfono.
─ Incluso no va a ofenderme que me haya colgado el teléfono.
Y otro más había caído ante la lógica.
Xcor cogió la manzana que había robado y la arrancó de la
hoja de su daga. Con mano segura comenzó a pelar la rojiza piel
que recubría la carne blanca y crujiente. Dando vueltas y vueltas
hasta que una tira con forma de rizo bajó por su arma.
A diferencia de la que era su postura favorita, el asesinato,
este nuevo enfoque legal a una abdicación forzada iba bien. Tenían
otra media docena de miembros de las Primeras Familias con los
que encontrarse en breve y entonces sería la hora de hacer esto
oficial a nivel del consejo. Después de eso, habría que cometer
algunos asesinatos. Sin duda alguna, sino todos los aristócratas
con los que estaba tratando tendrían delirios relacionados con la
corona.
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El crujido mientras mordía tuvo el efecto que deseaba.
─Sí, bueno, por supuesto, claro, a decir verdad... ─dijo Ichan.
Sus palabras eran como una bailarina, yendo de puntillas sobre sus
zapatillas de ballet frente a una orquesta.
Qué lindo.
Y luego hubo una pausa, como si tuvieran que intercambiar
adioses. Cuando Xcor simplemente levantó una ceja, ambos se
desmaterializaron a la seguridad de sus mansiones como si tuvieran
una emergencia que atender.
Así de irrelevantes eran estos peones. Él ya había usado a
algunos como ellos en el pasado, y sin duda, ese par encontraría su
tumba estando a su servicio.
Dentro de la gran casa, el miembro del Consejo al que habían
venido a ver todavía estaba sosteniéndose la cabeza entre las
manos, pero no por mucho tiempo.
Alguien entró en la habitación, y quien fuera, el aristócrata no
quería que supiera de su malestar. Se calmó, sonrió y extendió los
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brazos. Cuando una mujer joven fue hasta él, Xcor supuso que ella
era su hija.
Era hermosa, era cierto, el dibujo había sido acertado.
Pero ella no tenía comparación con otra.
Espontáneamente, los recuerdos inundaron su mente.
Imágenes de una piel blanca y un cabello rubio, de unos ojos que
eran capaces de detenerlo en su camino, igual que lo haría una
bala. Se enredaron en sus pensamientos, hasta el punto de ser
capaz de tropezar con sus botas, incluso así, estando de pie y
parado.
No, aunque la hija era joven y bonita, su belleza no era más
que un eco lejano en comparación a la de su inalcanzable Elegida.
─Tienes que parar esto. ─se dijo, bajo la brisa de la fría
noche.
─ Acaba con esto ahora.
Pagina 43
Un buen consejo. Sin embargo, pasaron varios minutos hasta
que fue capaz de calmarse lo suficiente como para mantenerse
centrado y desmaterializarse desde el césped delantero.
Un parpadeo después, Xcor estaba de nuevo en su elemento.
El callejón que había frente a él era una axila de la ciudad. La nieve
estaba sucia y marcada con las huellas de neumáticos de un sin
número de maniobras hechas por los camiones que pasaban por
ahí para hacer su entrega, en la media docena de restaurantes
baratos que había allí. A pesar de las gélidas ráfagas de Diciembre,
el hedor a carne podrida y en descomposición, era suficiente para
que el interior de su nariz hormigueara.
Respirando profundo, buscó la dulzura enfermiza de su
enemigo.
Había nacido deforme, y había sido abandonado por la
hembra que lo había llevado en su vientre. Criado en el campo de
batalla del Bloodletter, había sido afilado como si fuera un cuchillo,
en ese sádico pozo ardiente de agresión y dolor. Eliminando toda
debilidad de sí mismo, hasta que se volvió tan letal como una daga.
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un lado, los humanos eran tan inferiores físicamente que sería
como morder esa manzana. Por otro, tenían la costumbre de
involucrar a otros de su especie, ya fuera a propósito, como a través
de esa cosa del 911 o involuntariamente, haciendo ruido que
alertara a los transeúntes.
─ ¿Qué coño estás haciendo?
Si permanecía en silencio, quien sabe si esto podía dar lugar
a un nuevo número de baile con canción incluida. Qué miedo.
─ Continuad con vuestra noche. ─dijo en voz baja.
─ Continuar con... ¿Qué eres, algún tipo de mierda extranjero?
─algo por el estilo. Sus acentos eran algo difícil de descifrar. Por
otra parte, no tenía ningún interés y mucho menos esforzarse en
entender.
Salido de la nada, un coche giro la esquina, derrapando los
neumáticos y el conductor pisando con fuerza los frenos.
Se oyeron disparos, haciendo eco a través de la noche,
dispersando a los reunidos, incluido él mismo.
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J.R. Ward The King
Capítulo 3
Traducido: Elizabeth Dne.
Corregido: Pilar Ocampo.
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nuevo, a veces más a menudo si había un programa que le
permitiera tener uno disponible un mes o dos antes.
Así que, sí, éste era un territorio familiar, excepto por el hecho
de que se estaba colocando con el olorcillo a nuevo del interior del
maletero del sedán en el que había estado encerrada durante algún
tiempo.
No era la forma que había planeado poner fin a su noche,
pero a veces el libre albedrío no estaba disponible cuando lo
necesitabas.
Ahora la pregunta era, ¿Cómo sobrevivir al secuestro y
regresar a casa?
Dada su línea de trabajo como ladrona, estaba acostumbrada
a improvisar en situaciones peligrosas. Pero no era exactamente
una MacGyver capaz; no es que pudiera construir una nueve
milímetros con un cargador automático con cinta adhesiva, un tubo
de pasta dentífrica, doce centavos y un encendedor Bic. Pero era lo
suficientemente inteligente como para improvisar. Palpo alrededor
de ella: una palanca, una caja de herramientas, una olvidada lata de
J.R. Ward The King
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Forzando la espalda hacia arriba, dio unas palmaditas a la
altura de la parte baja de la espalda, pensando que podría estar
encima del compartimento de la rueda de repuesto y de la caja de
herramientas. Aunque no se encontró ninguna costura en la
alfombra. ¿Quizás tenía que levantarse de encima?
─ ¡Mierda! ─alcanzando sobre su cabeza, ella volvió a
comprobar las paredes laterales, sintiendo el suave rasguño del
alfombrado y la ondulación del paso de rueda, después varias
redes que podrían haber mantenido comida, una hoja de papel
doblada que podría haber sido un mapa, un recibo de algún tipo de
compra, o una lista tipo "Las diez mejores formas de torturar a un
cautivo".
Apretó sus rodillas contra su pecho y se giró sobre sí misma,
empujándose con sus manos y pies. Su cabeza se giró en un
ángulo que no aprecio.
—Jeeeesus... —gimió deteniéndose para recobrar el aliento ─.
Debería plantearme tomar un segundo empleo en el Cirque du
Soleil.
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en el maletero para conseguir agarrar la cosa.
Cuando salió, se dio cuenta que había una empuñadura sobre
la tapa. Mierda. Su cierre era sencillo de reventar... el cilindro era de
unos veinte centímetros de largo y unos cuatro centímetros de
ancho.
En un extremo había una tapa con un parche rugoso en su
parte superior ¿y en el interior? Bingo.
Esta bengala era su única oportunidad.
Apretando la mano sobre la cosa, se renfocó tratando de
averiguar dónde iba a terminar. Aparte de en la morgue, por
supuesto. El problema era que no tenía ni idea de cuánto tiempo
habían estado en camino, pero ¿Y si se la llevaban a casa de
Benloise? entonces estarían acercándose a su destino. West Point
no estaba lejos de Caldie.
Y esto era lo que Benloise estaba haciendo. ¿Vengarse por
haber invadido y redecorado el hogar del traficante de drogas? Que
3
Marca de arma de fuego
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un milagro para conseguir ser liberada, y Assail era lo más parecido
a uno de los que había conocido. Lástima que él no iba a echarla de
menos a cortó plazo. Se conocían sólo porque ella había sido
pagada parcialmente por Benloise para espiarlo. Assail no lo había
apreciado y lo había vuelto en su contra.
Y los había conducido a... otras cosas.
Sacudió su cabeza hasta que el dolor la mareo, recordó sobre
todo lo que había sido tan importante para ella antes de ser
secuestrada en su propia cocina: El juego del ratón y el gato entre
ellos, la seductora amenaza con carga erótica que sentía sólo por
estar en su presencia.
Todo eso había sido tan jodidamente importante.
Sin embargo, ahora estaba de nuevo en la casilla de salida.
Ahora estaba en modo de supervivencia y si eso no funcionaba,
sólo confiaba en que su abuela tuviera algo para enterrar.
Porque no estaba engañándose a sí misma. Benloise no iba a
dejarla intacta sólo porque ella había sido anteriormente casi como
una hija para él, de alguna manera. Ella lo había estropeado. Furia,
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barbilla contra su pecho. Abriendo su boca, ella esperó que las
plegarias de una infancia católica resurgieran en su cerebro y le
dijeran qué hacer a su lengua. Y lo hicieron. ─Dios te salve María,
llena eres de gracia... ─las palabras formaron una cadencia, un
ritmo parecido al de su corazón, el ritmo que la unía con un montón
de domingos en un pasado distante.
Cuando termino, esperó algún alivio o fuerza o... lo que se
suponía que debía conseguir de este ritual milenario.
Nop.
─ ¡Maldición!
Palabras…esas solo fueron palabras. La frustración hizo que
echara su cabeza hacia atrás, golpeando el maletero en el lugar
equivocado. ─ ¡Joder!
Hora de ser realistas, se dijo a sí misma, tratando de llegar al
lugar y frotarse el punto dolorido.
4
significa abuelita en portugués.
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Para llevarlos en el culo del mundo. Adiós.
Después hubiera empacó junto con su abuela y se habrían ido
en una hora… aunque hubiera sido en medio de la noche. Su
abuela no hubiera hecho preguntas. Ella entendía donde corrían las
cosas. Vida dura, mente práctica. Siguiendo al amanecer, por así
decirlo, para no ser vistas otra vez.
¿Ves? Mucha mejor película después de todo y tal vez podría
convertirse en realidad, siempre que Sola se ocupara del asunto
cuando los guardaespaldas de Benloise pararan y finalmente la
dejaran salir.
Agarrando la bengala, empezó a prepararse. ¿Qué ángulo
tenía que usar? ¿Cómo llegar a ellos? Pura paja mental, ya que
dependería de una fracción de segundo que era como mucho
impredecible.
Mientras su mente flotaba en la zona su respiración se
desaceleró y se afilaron sus sentidos. La espera ya no era un
problema, el tiempo dejó de tener importancia. Los pensamientos
no eran un problema. El agotamiento no existía.
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Lo prometo señor, que si me sacas de esto, dejaré esa vida.
Tomaré a vovó y saldré de Caldwell. Nunca volveré a ponerme en
peligro a mí misma o robare a otro o cometeré un acto malvado.
Esta es mi promesa solemne, por el corazón de mi vovó.
─Amén ─ susurró en voz alta.
─Oh-Dios-oh-Dios-oh-Dios...
Trez sujetó a la universitaria rubia lejos del suelo, con un buen
agarre sobre la parte trasera de sus piernas, pero estaba muy
tentado de dejarla caer al suelo como si fuera una patata caliente.
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El sexo era adecuado, tan bueno como lo sería la pizza fría: incluso
si es fría, todavía es pizza.
Pero no es ninguna de Bella Napoli en la 7th Avda. de
Manhattan.
Y además ¿Que-tiene-que-ver-Dios-con-eso? Por fin el
zumbido termino y ni siquiera era religiosa en modo humano, pero
en fin, mientras la gelatina humana estaba teniendo un buen rato, él
estaba pensando en pizza.
Su voz chillona, los movimientos que hacía con su cabeza con
extensiones que le estaban dando en la cara, como si fuera un
figurante de YouPorn, le estaba poniendo de los nervios.
Cerrando los ojos trató de concentrarse en la sensación de su
pene entrando y saliendo de ella. La mujer tenía grandes tetas
falsas que estaban tan duras como unas pelotas de baloncesto y su
abdomen temblaba y no podía decidir qué era peor: el hecho de que
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él no estaba atraído por ella en lo más mínimo; la realidad es que
era una maldita zorra a la cual se estaba follando de pie en el baño
delante de su propio club, que alguno de sus empleados le viera o
la posibilidad, aunque fuera pequeña, de que su hermano podría oír
sobre esto por parte de alguien más.
¡Mierda. iAm! El hombre tenía una mirada que podría hacer
que un jugador de fútbol se preparase para un brutal placaje
sintiendo una brisa fuerte es su desnudo trasero.
No lo que Trez deseaba.
─…Dios, oh, Dios, oh, Dios...
¡Puta mierda! si ella podría sólo condimentar sus grititos con
la música de algún anuncio o algo así.
─OHDIOSOHDIOS…
Alcanzando entre ellos, decidió poner fin a su miseria.
Cosquilleo su clítoris, lo que la lanzó sobre el borde justo antes de
que su erección se deshinchara por completo y se saliera sola de
ella.
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entera, como en los últimos muchos años de su vida amorosa, no
eran solo totalmente, sino más bien completamente olvidable.
Entonces por qué insistía en hacer esto una y otra vez…
Bien, no había ninguna razón válida para encauzar a IAm. Su
hermano era más que capaz de dar una respuesta rápida para
cada pregunta retórica.
Solo. Jodido. Mucho tiempo.
Siempre juntos.
─Papi, te amo ─ dijo la chica mientras ella se agarró de sus
bíceps y se colgó de él como si fuera el poste de una stripper. ─Me
gusta esto.
─A mi, también.
─Me amas, ¿verdad?
─Siempre.
Él miro la puerta y deseo haber programado una retirada.
—Déjame tu número, ¿Okay? Porque tengo que volver a
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Sobre esa sola base como una cita a ciegas hecha en
Match.com,5 dos desgraciados rotos solo interesados en sexo,
tratando de conectar de manera que garantice que su aislamiento
sólo continuaría.
— ¿Por favor...? — pidió ella, como si se preparara para otra
derrota más, de una cadena de ellas.
Mirando hacia abajo, se dio cuenta de que aparentemente
tenían un común-denominador, pero como todos los extraños, había
una historia detrás de cómo había terminado en un baño
lanzándose alrededor de la palabra A con un hombre que no era un
hombre en absoluto.
Diablos, ni siquiera era un vampiro normal.
Trez cepillo su mejilla con los nudillos y cuando ella apretó su
cabeza en su mano él le susurró —Cierra los ojos.
El golpe fue brutal y teniendo en cuenta lo alto y fuerte que
sonó, significaba urgente.
5
Servicio de contacto on-line para buscar parejas.
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Rebuscando en su mente, él hizo lo que su hermano había
llamado: fuera todo. A diferencia de otras tantas mujeres, se tomó
su tiempo para borrar los recuerdos de la rubia de ellos dos juntos,
de la conversación inútil que ella había empezado en la barra, a él
llevándola hacia aquí, la experiencia religiosa que ella había tenido.
iAm tenía razón. ¿Si Trez hubiera estado limpiando así las
mentes después del sexo? No se habría metido en los problemas
que tuvo con otras chicas. Y él y su hermano no hubieran terminado
por tener que mudarse a la mansión de la hermandad. Y la hembra
Selena no lo hubiera fascinado aún más.
Se re enfoco en la rubia, y decidió no parar solo en la Rutina
del Blanco Fuera. En lugar de dejar los últimos veinte minutos o
algo así como una zona en blanco, le dio a la chica una fantasía de
lo que sucedió después, que había conocido un chico que estaba
loquito por ella y había tenido el sexo de su vida cinco veces en el
baño antes de decidir que ella era demasiado buena para él. En su
nueva mentalidad iba a ser algo que haría con frecuencia.
Finalmente, inserto el pensamiento que ella debía vestirse y
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—Bien ¿Qué pasa? —Trez analizo el oscuro club, de mal
humor, haciendo del control algo tan natural ya, que incluso sin
entrenamiento, Las sombras tendían a ser vigilantes, pero después
de trabajar con Rehv y ahora siendo la cabeza de este antro de
perdición, él hacía de eso su principal objetivo. Big Rob hizo crujir
sus nudillos.
—Alex se metió en una discusión entre dos no-regulares hace
una hora. Ambos hombres fueron expulsados, pero el agresor
regresó y está rondando la acera afuera.
La rubia salió del baño, su ropa donde necesita estar, su
maquillaje retocado, su pelo hacia atrás en lugar de enmarañado,
su barbilla estaba levantada, sus ojos en calma y centrados y una
secreta sonrisa en sus labios que cambio su aspecto de muy
normalita a francamente tentadora.
Mientras caminaba entre la multitud, los ojos del Big Rob la
siguieron y también los de un montón de hombres. Pero a ella no
parecía importarle, su confianza era todo lo que necesitaba como
escolta. Trez se frotó el centro de su pecho y deseó poder hacerse
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intensificarse si algunos gilipollas empezaban a montar trifulcas.
Incluso los góticos pueden llegar a hacerse de alguna fraternidad si
les suministras suficiente alcohol.
A medio camino de la salida, vio un destello de algo metálico
apagado a la derecha, pero cuando se detuvo y se extendió con
sentidos distintos de sus ojos, no pudo encontrar nada.
Reanudando su zancada, siguió su camino hacia afuera de su
club, asintió con la cabeza a los porteros Iván y el chico nuevo y se
paseó por la fila, que estaba llena con la gentuza habitual.
Aunque no vio al tipo clase Kevin Spacey, por supuesto. Y era
una lástima, le encantaba el tipo en esa película. Nadie en la acera
encajaba con la descripción de B.R. Creyó que quien hubiera sido
se había ido.
Cuando Trez giro la cabeza hacia la puerta, fue deslumbrado
por los faros de un coche y el dolor hizo sobresalir su lado vampiro
y se escondió de la luz. Parpadeo hasta conseguir aclarar su visión
y de alguna manera llegó a la parte delantera de la línea y…
— ¡Qué Mierda! Él no está haciendo cola ¿Por qué te
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Hubo algunos comentarios en ese momento, pero ya había
terminado.
Como sombra, estaba acostumbrado a que le mirasen, los
vampiros normales no sabían qué hacer con su clase, y
francamente, no le importaba saber qué hacer con ellos, tampoco.
De hecho, se había criado para creer que no se debían mezclar
entre ellos, al menos hasta que Rehvenge se metió debajo de su
coraza y les ayudó a él y a su hermano en su exilio. Al principio
habían sido desconfiado con el tipo, hasta que había reconocido
que Rehv era como ellos: un extranjero en un club cerrado de gente
que no respetaban a nadie.
¿Ah y en cuanto al mundo humano? Todo el mundo asumía
que él era negro y lo unía a sus propias asociaciones raciales,
buenas y malas, pero esa era la ironía. No era "Africano" ni
"Americano", así que nada de eso se aplicaba a él a pesar de que
su piel era oscura.
6
Juego de rol en línea
J.R. Ward The King
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sol a través de vidrio soplado.
— ¡Joder!
Cortesía de la sesión de sexo en el baño, la rubia había
conseguido reordenar su cerebro y estaba a punto de disfrutar de
ocho a diez horas de vómitos, diarrea y abrasador dolor de cabeza.
Como todos los que sufren migraña, miró su reloj.
Tenía unos veinte minutos antes de que comenzaran la
diversión y los juegos, y no podía desperdiciarlos.
Caminando más rápido, empujó su camino a través de los
cuerpos, asintiendo con la cabeza a las chicas que trabajan y su
equipo de seguridad como si todo estuviera bien. Entonces entró en
la zona del personal, detrás del local, a su oficina por su chaqueta
de cuero, sus llaves y salió por la izquierda del escenario al
estacionamiento.
Su BMW le estaba esperando, cuando entró, se puso el
cinturón de seguridad a través de su pecho y apretó el acelerador,
deseando como un demonio vivir aún en el Commodore, porque
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libres. Su hermano no iba a darle una oportunidad de mierda
—Hola. — ¡Mierda!
—Tienes una migraña.
—Dese cuando eres un psíquico.
—No lo soy. Acababa de llegar cuando te fuiste. Estoy detrás
de ti y sólo hay una razón por la cual conducirías como un loco —
Trez miró por retrovisor y estaba muy orgulloso de sí mismo, si
ladeaba su cabeza de cierta manera, de verdad podía ver el par de
faros.
—Para.
—Yo…
—Para, joder
—Regresaré por el coche una vez que lleguemos a casa.
Trez continuó conduciendo hacia la autopista, pensando que
podría hacerlo. Buen plan. Por lo menos hasta que se acercó un
coche por carril opuesto, cuando lo rebaso, se quedó
completamente ciego y no tuvo otra opción que bajar la velocidad.
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J.R. Ward The King
Capítulo 4
Traducido por: Berta Valente.
Corregido por: Pilar Ocampo
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Dios, el tiempo volaba.
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de su niñez de los días cuando tomaba uno de los dólares
duramente ganados y caminaba media milla hacía la tienda de
comestibles de Mac, y tardaba veinte minutos hasta conseguir la
misma copa de chocolate de Hershey’s Dixie que siempre pedía.
Era gracioso, pero todavía recordaba como el olía lugar a esos
cucuruchos de pasteles que Mac hacía a mano. Y la caja
registradora, era tan anticuada que tenía una manivela.
7
Marcas de helados muy famosas.
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hijo.
Céntrate, céntrate. —Vainilla, vainilla… ¿dónde estás?
Al final resultó que la vainilla estaba M.I.A8 y tuvo que
conformarse con medio litro que estaba mezclado con fresas y
chocolate. No era gran cosa. Con la correcta extracción quirúrgica,
era capaz de hacer un buen trabajo y poner lo correcto en el tazón
de Layla.
Dejando la despensa y entrando en la cocina, la dulzura y el
terroso olor del salteado de cebollas y champiñones mezclados con
albahaca y orégano era el cielo en su nariz. Pero la ambrosia no era
para la última cena y no era un doggen con una salsa de una olla.
No. Era iAm, otra vez.
Teniendo en cuenta que cocinaba para alejar el estrés, esto
sugería que la vida de otra persona se había ido a la mierda.
8
De las siglas en ingles Missing In Action (perdido en acción)
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saber la cantidad exacta sin usar una cuchara para medir.
Encontrándose con sus ojos negros almendrados, Beth tiró de
su cuello alto para esconder la marca de mordisco de su cuello. De
todas formas, eso no parecía importarle.
— ¿Dónde está tu hermano?
—Arriba —fue su firme respuesta. Ah. Tema cerrado.
—Bueno, ¿Supongo que te veré en la última comida?
—Tengo una reunión, pero hay cordero para ustedes, o eso
he oído.
—Oh, pensé que tú estarías cocinando para…
—Esto es terapia —dijo, golpeando la cuchara de madera
limpia en el borde de la cacerola.
—Es la única razón por la que Fritz me permite usar su
cocina.
Ella bajó su voz. —Pensé que tú tenías poderes especiales
sobre el.
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de mal gusto. Pero podría usar una… Gracias. —ella sonrió cuando
él le entrego una cuchara. — ¿Lees las mente?
El doggen se sonrojó, las curtidas líneas de su cara mostraron
una sonrisa. —No, señora. A veces me anticipo.
Abrió el bote tri-sabor, siendo precavida en coger solo la
vainilla. —Tratas de hacerlo todo el tiempo.
Cuando se sonrojó y agachó sus ojos ya caídos, quería
abrazarlo. Pero la última vez que lo hizo, él casi se desmaya por lo
impropio del acto. Los doggen vivían con un estricto código de
comportamiento, y aunque su mayor deseo era solo servir.
Simplemente no podían soportar si eran elogiados.
Y iAm estaba ya estresando al pobre chico.
— ¿Esta segura que no puedo repartir las porciones por
usted? —dijo ansiosamente.
—Tú sabes que me gusta hacerlo por mí misma.
— ¿Puedo llevar la bandeja por usted, entonces?
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espacio de la casa emanaba lujo, un tono diferente en cada
habitación complementándose perfectamente. Ella definitivamente
nunca había vivido así antes de que Wrath hubiera llegado a su
vida.
Querido señor, podía recordar cuando los dos tuvieron que
mudarse allí. Agarrados de la mano, habían recorrido todos los
salones y las plantas, desde el sótano hasta el ático con vigas.
¿Cuántas habitaciones tenía? Había perdido la cuenta en
cincuenta. Locura, locura.
Y pensar que eso no había sido lo único que había heredado
de su padre. Dinero…había también tanto dinero. Hasta el punto
que, había compartido la mitad de todo con John Mathew desde
que había entrado en sus vidas y no había hecho mella a pesar
que su medio hermano tuviera millones y millones. Totalmente loco.
Cruzando más allá del árbol de manzano de la entrada, ella
llego a las escaleras alfombradas de color rojo sangre y fuego que
llevaban al segundo piso. Una huérfana toda su vida, había sido un
shock saber que su padre la conocía, había velado por ella, había
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mueca haciéndolo estornudar.
Ella era la única por la que él sonreía aunque por más que la
amara, no se iba del lado de Wrath.
Puso la bandeja de plata con el helado sobre una mesa en el
hall y se acercó a saludar a Saxton, quien estaba en su lugar
habitual, en uno de los sofás franceses azul pálido.
─ ¿Cómo están los machos más trabajadores del planeta?
El abogado de la antigua ley se puso de pie apartando su
propia pila de papeles he hizo una inclinación, su fino traje a medida
se acomodaba con facilidad a sus movimientos.
—Luces bien.
Sí, bueno, nada como un poco de amor.
—Gracias —ella dio la vuelta al macizo escritorio y tomo la
cara de su marido con sus manos.
—Hey.
—Estoy tan contento que estés aquí —él respiró como si
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imaginado? Los tiempos cambian
—Solo peticiones —Léase: ¡Mierda, preferiría prenderle
fuego antes que lidiar con eso!
—Luego tenemos otras dos docenas —Saxton estiro su brazo
derecho como si tuviera un tirón. —Y después tenemos que
solucionar unas disputas y anuncios de nacimientos y muertes.
Wrath dejó que su cabeza cayera hacia atrás. —Sigo
pensando que hay una mejor manera de lidiar con esto, odio
convertirte en un secretario Saxton.
El macho se encogió sobre su libro de leyes. —No me
importa. Cualquier cosa para conseguir terminar el trabajo.
—Con esa nota, ¿qué es lo siguiente? —Saxton cogió un
pedazo de papel de una gruesa carpeta. —De acuerdo. Entonces
este caballero quiere tener otra shellan… —Beth enrolló sus ojos.
— ¿Que, como, Sister Wines9, la edición vampiro?
9
Reality estrenado en 2010 por TLC donde cuentas la vida de un matrimonio polígamo. Cuatro esposas y
diecisiete hijos
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Un contoneo de sus caderas sugirió que su cerebro había
girado hacia un territorio horizontal. O vertical…dios sabía que era
lo suficientemente fuerte para sostenerla durante todo el tiempo que
él quisiera.
Mientras su cuerpo empezaba a calentarse, pensó en el
helado que había dejado en el hall.
— ¿Puedes darme una hora? Tengo que…
Un fuerte golpe en el rellano del segundo piso hizo girar las
cabezas de todos alrededor.
— ¿Qué demonios fue eso? —Wrath grito.
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El aire dentro era fétido y dulce. Empalagosamente dulce.
Como el pudrimiento de la muerte. Rancio como… un lesser.
Cuando se encerró dentro, los disparos continuaron, y no iban a
parar hasta que se escucharan las sirenas. La pregunta era,
¿Cuántos muertos, cuantos heridos, y cuantos de ese puñado de
ratas sin rabo encontrarían su lugar?
Por desgracia, esas preguntas tendrían que ser respondidas
después que supiera por qué este lugar olía a su enemigo.
Cogiendo su linterna de bolsillo, iluminó alrededor de su
posición en el sucio suelo. La cocina había sido claramente
abandonada, telarañas colgaban del extractor industrial sobre los
fuegos de la cocina y los estantes vacíos sobre los mostradores…la
basura tirada como si la hubiesen dejado caer al salir
precipitadamente hacia la puerta.
Parándose Xcor ilumino los círculos de grasa. Cubos vacíos
que alguna vez habían contenido salsas y yogures abarrotados
estaban en una zona de la encimera. Tubos sin tapa que aún
estaban llenos de mostaza y salsa de tomate revelando que sus
contenidos se habían solidificado hacía tiempo. Más hacia adentro,
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Mientras avanzaba para encontrar el cerrojo, su piel
resplandeció blanca por el haz de luz de la linterna, y el chirrido
para ampliar la brecha fue lo suficientemente fuerte para hacer que
sus oídos zumbaran. Como en una loca carrera escuchaba
pequeñas patas que parecían realmente ratas huyendo por su
llegada, y sintió que pasaban por encima de sus botas de combate.
El hedor era lo suficientemente fuerte para hacer que sus ojos
llorasen. El haz de luz entro primero. Y allí estaba. Colgando en el
centro del refrigerador, suspendido en un gancho a travesando
desde su espalda a su cuello, un hombre humano estaba haciendo
una excelente imitación de un bovino.
Al final, Xcor presumió que era un macho, pasando por los
pantalones y la chaqueta de cuero. La identificación facial era
imposible: Las ratas se lo estaban comiendo desde la coronilla
hacía abajo, usando la cadena que estaba manteniéndolo sobre el
suelo como una autopista para conseguir su aromática comida.
Así que esto trágicamente no era su enemigo, era un cadáver
real.
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maldiciones. Un gemido como si estuviera poniéndose así mismo
boca abajo, probablemente en ese tramo de acero inoxidable.
Después un jadeo superficial.
Perdiendo la paciencia con todo el drama, Xcor salió libre del
refrigerador. A diferencia del pandillero herido, tenía una idea de la
disposición y se las arregló para concentrarse en el hombre,
gracias a su oído y a una memoria del lugar sabía que estaba en el
centro de la isla de acero inoxidable.
Las cosas habrían sido mucho más fáciles con la vista, sin
embargo. Además de los beneficios obvios de la orientación, no le
gustaba la sensación de ingravidez que viene con la ceguera, ni el
hecho que tenía que confiar en sus oídos y sentido del olfato para
situarse. También estaba la opción de que algo podía estar justo
delante suyo, listo para hacerle tropezar.
Pero se movió hacia el afectado humano.
—No estás solo —dijo Xcor arrastrando las palabras en la
oscuridad. — ¡Que! ¡Oh, dios! Quien…
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Tanta debilidad. Era deplorable y explotable como un
imperativo moral. Xcor encendió su linterna. En su haz, el pandillero
se dio la vuelta bruscamente, su cuerpo manchado de sangre,
limpiaba una sección de la encimera. Sangre…tan buena como
Windex10, evidentemente.
Los ojos dilatados tratándose de salir de sus cuencas, y la
dificultad para respirar silbando por la boca abierta, el anteriormente
chico duro derribado por el dolor y el miedo redujo sus
bravuconadas al olvido.
—Deberían saber que hay otros que caminan entre ustedes
—dijo Xcor en voz baja. —Igual, pero no lo mismo y siempre
estamos mirando.
El hombre intento alejarse mientras se encogía, no es que
pudiera alejarse lo suficiente como para escapar. La isla era un
espacio de trabajo para cubiertos y coladores, no un colchón para
un hombre de culo grande. Un poco más de eso y él hubiera
terminado en el suelo.
10
Windex: Limpiador de vidrios y superficies duras fabricado desde 1933.
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— ¿Quién es usted?
—Tal vez una visual más que una descripción debería ser
suficiente —desnudando sus colmillos, Xcor levanto la linterna y la
puso iluminando su cara.
El grito fue agudo y no duró. Gracias a la impresión, el hombre
perdió el conocimiento, el hedor que emanaba la orina sugería que
había perdido el control de sus funciones.
Un lugar divertido, la verdad.
Xcor se movió rápidamente, navegando con facilidad hasta la
puerta, gracias a la linterna. Asumiendo la posición en contra de la
pared, el apago la linterna y dejo que ese grito se escuchase bien
por todos.
El departamento de policía de Caldwell respondió con
eficiencia admirable, varios oficiales se lanzaban para abrir la
puerta, sus propias linternas penetrando a través de la densa
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oscuridad. En el instante en que vieron al miembro de la pandilla, se
precipitaron hacia adelante, y eso fue la señal que Xcor necesitaba
para salir.
Cuando salió por la puerta, oyó que la palabra vampiro se
elevaba a través del caos de conversaciones y así, con una sonrisa
se desmaterializó en medio de la multitud.
En el antiguo país, él y su banda de bastardos habían
mantenido las especulaciones y mitos mostrándose a sí mismos de
vez en cuando, siempre a personas, y siempre de forma que se
ajustara a los conceptos erróneos que los humanos tenían de la
especie.
Profanadores de vírgenes, fuentes del mal que dormían en
ataúdes, monstruos de la noche, hablando en bruto, aunque esta
última de hecho pertenecía a sí mismo. Y en verdad, se sentía bien
hacer algo similar aquí en Caldwell, algo parecido a un perro
marcando su territorio.
También placentero, algo que rondara por su mente durante
los próximos días en presión a pesar de haber ocurrido en esa isla
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de cocina.
Él necesitaba tomar la diversión donde la encontrara.
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Capítulo 5
Traducido por: Manu Blanco.
Corregido por: Zirita Bellamy.
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Así que, sip, en su camino al segundo piso, estaba totalmente
enchufado al presente y a la presencia de Xhex, quien, si todo iba
según el plan, había dejado el Iron Mask hacia cerca de quince
minutos y estaba convirtiendo ''desnuda'' y ''cuarto'' en parte de sus
preocupaciones.
Sin embargo, el destino ofrecería otro tipo de diversión.
Cuando llego al rellano superior, las puertas dobles del
estudio de Wrath estaban abiertas, y atreves de ellas vio una
escena muy familiar: El rey sentado tras el escritorio ornamentado,
la reina es su regazo, George, el golden retriever, a sus pies,
Saxton el ex novio de Blay y actual abogado del rey sentado a un
lado en el sofá. Como siempre, el gigantesco escritorio estaba lleno
de papeleo, y el ánimo de Wrath era una mierda.
De hecho, la sombría expresión del rey era tan parte de la
sala, como el antiguo mobiliario francés que la hermandad luchaba
por soportar en las reuniones y las paredes azul pálido que
parecían más adecuadas para el tocador de una chica llamada
Lisette o Louisa.
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Parpadeando lentamente se enfocó en el techo abovedado,
antes de registrar una línea de rostros preocupados. Xhex estaba
justo a su lado, con la mano de la daga entre las palmas, con las
cejas abajo como si hubiera querido entrar en su paseo de
medianoche y arrastrarlo fuera de él.
Como medio-Symphath, quizás ella podía hacer eso. ¿Quizás
esa era la razón por la que volvió tan rápido? ¿O había perdido la
conciencia por horas?
Doc. Jane estaba junto a ella y al otro lado Blay y Qhuinn.
Wrath estaba a sus pies junto con Beth.
Cuando registro la presencia de su hermana, los disparos
cerebrales empezaron de nuevo y cuando la segunda ronda de
medianoche comenzó lo único que pudo pensar fue: Mierda, esto
no había pasado en tanto tiempo.
Había asumido que esta mierda se había acabado de una
vez.
11
Referencia a un programa de televisión estadounidense que remodela hogares.
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¿Blay?
La expresión de Xhex se hizo indescifrable —Nada, no es
nada.
John frunció el ceño y pensó: Mentira. Aunque no sabía lo
que era más de lo que Beth… No podía detener las palabras.
—John, lo que sea, todo está bien. —Su hermana le apretó la
mano —Estás bien.
Por encima de su Shellan, la cara de Wrath se volvió una
máscara implacable como si hubiera captado algo que no le
gustaba.
De repente, John sintió su boca moviéndose en un patrón
diferente, expresando otras palabras, pero que lo demandaran si
tenía una pista de lo que era. Mientras, Beth tenía el ceño fruncido
como Wrath.
Y eso fue todo.
Su cerebro comenzó el cortocircuito de nuevo y su visión se
J.R. Ward The King
centró hasta que lo único que pudo ver fue el rostro de Beth.
Por ninguna razón en particular, él sintió que no la había visto
en un año o dos. Lo destacable de sus facciones, el azul de sus
ojos, las pestañas oscuras, el largo cabello oscuro resonando en su
pecho.
No románticamente, no.
Esto era algo totalmente distinto pero igual de potente.
Lástima que no pudo aferrarse a la conciencia por más tiempo
para averiguar qué era.
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—Estamos listos.
Mientras Assail terminaba su segunda línea de cocina, se
enderezo de la encimera de granito y miro a sus primos: Al otro lado
de la cocina en su casa de cristal en el río Hudson, ambos estaban
vestidos de negro mate de la cabeza a los pies. Ni siquiera sus
armas o cuchillos captaban la luz.
Perfecto para lo que habían planeado.
Assail cerró la tapa y metió su alijo en su chaqueta negra de
cuero. —Vamos, entonces.
Guiándolos a la puerta trasera por el garaje, recordaba por
qué los trajo del Antiguó país a Caldwell. Siempre preparados y sin
preguntar. En ese sentido eran como los cargadores automáticos
que tenían con ellos. Cuerpos dispuestos día y noche.
—Vamos al sur. —Ordeno. —Sigan mi señal.
Los gemelos asintieron hacia él, rostros severos
perfectamente iguales y compuestos, sus poderosos cuerpos
preparados para lidiar y despachar lo que fuera necesario en
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Como hombre de negocios, la vida para él se basaba en el retorno
de la inversión hecha. Por eso estaba metido en el tráfico de
drogas. Era difícil conseguir mejores márgenes de ganancia que
vendiendo productos químicos en el mercado negro a humanos.
Así que no, él no era un salvador; era básicamente un Anti-
Buen samaritano. ¿Y cuándo se trataba de venganza? Cualquiera
que ejercía era en su propio nombre, nunca por el de otros.
Sin embargo, excepciones iban a ser hechas en este caso.
Su destino final era West Point, New York, una vieja y
venerable casa de piedra que estaba asentada en medio de acres
de tierra. Assail había estado una vez en la propiedad cuando
estaba siguiendo a una ladrona en particular y verla no solo pasar
atreves de un excelente sistema de seguridad, sino recorrer toda la
mansión sin robar una maldita cosa.
Sin embargo ella había movido uno de las Degas13 cerca de
un centímetro.
12
arma liviana 40 milímetros
13
Referencia a una escultura de Edgar Degas
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su esencia y había traspasado su propiedad. Y la idea de que
Benloise la había secuestrado de su propia casa. Donde dormía su
abuela.
Inaceptable.
Benloise no iba a vivir por la elección que había tomado.
Assail comenzó a avanzar hacia adelante, su aguda mirada
midiendo el paisaje. Gracias a la brillante luna de invierno, bien
podría ser luz de día y no luz de las dos de la madrugada, todo
desde los aleros de la casa hasta los contornos de las terrazas
exteriores de atrás eran totalmente visibles para él.
Nada se movía en el exterior o a través de las ventanas
oscuras de la casa.
Acercándose desde atrás, se familiarizo de nuevo con el
diseño de las terrazas y los pisos. Tanto dinero viejo. Establecido.
Tanto como un traficante de drogas podía conseguir.
Quizás Benloise estaba menos que orgulloso de la manera en
la que hizo su dinero.
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hacia adelante desplazándose por el primer piso con los primos
pegados a sus talones. A su paso dejó un montón de cenizas en las
alfombras orientales y las baldosas de mármol italiano.
Una tarjeta de presentación en el improbable caso de que no
se encontraran con alguien: considerando la reacción del hombre
por la reorientación de una estatua, rastros de cigarrillo iban a
enviar al bastardo por el borde.
Cuando no encontró nada en los cuartos públicos de la casa
se dirigió al área de servicio y encontró la cocina completamente
moderna y seca. Dios, que aburrido. El gris-cromado era como la
palidez de un anciano y el escaso mobiliario sugería que la
decoración no era una prioridad para los espacios que Benloise no
frecuentaba a menudo. Más importante sin embargo, era que no
había ni un rastro de la esencia de Sola, pólvora o de sangre, lo
mismo que en los cuartos públicos. Tampoco había platos en
ninguno de los tres fregaderos y cuando abrió la nevera, solo
porque podía, encontró solo seis botellas verdes de Perrier14 en el
estante superior y nada más.
14
Marca francesa de agua carbonatada embotellada sacada del manantial Des Bouillens ''Perrier''.
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—Bienvenidos mis amigos. —Se anunció Assail mientras
apuntaba su cuarenta hacia ellos.
¡Oh, mira! Eran tan buenos escuchando que ambos se
giraron en su dirección al tiempo.
Caminando, Assail, apunto su cañón al hombre de la
derecha, sabiendo que los gemelos juzgarían bien su foco y se
centrarían en el otro. Cuando cerró la distancia se inclinó a mirar
por las ventanas del asiento trasero del auto, preparándose para ver
a Sola comprometida de alguna forma.
Nada. No había nadie atrás, atado o amordazado, noqueado
o acurrucado de miedo por la paliza que seguramente seguiría.
—Abre el baúl. —Ordeno Assail —. Solo uno de los dos… tú.
Tú hazlo.
Mientras Assail seguía al hombre alrededor mantuvo el arma
en la cabeza del hijo de puta, sus dedos apretados alrededor del
gatillo listo para disparar.
J.R. Ward The King
¡Pop!
El pestillo cedió, el panel se elevó sin hacer sonidos y las
luces interiores se encendieron para iluminar dos bolsas de lona.
Eso fue todo. Nada más que dos bolsas de lona de nylon negro.
Assail aspiro su cigarrillo —Maldita sea, ¿dónde está ella?
— ¿Dónde está quién? —Le pregunto el hombre — ¿Quién es
usted?
En una oleada de puro odio, su ira saltó por delante de su
mente tomando el relevo, tomando el control.
¡Pop! El segundo era el sonido de una bala dejando el cañón
de Assail y atravesando justo por el medio del lóbulo frontal del tipo.
El impacto dejo un reguero de sangre y sesos en las bolsas de lona,
el auto y la carretera de entrada.
— ¡Jesucristo! —Ladro el otro tipo—. ¿Que...?
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Furia, sin un ápice de pensamiento racional hizo a Assail
hacer un horrible y feo sonido cuando su gatillo disparo el arma de
nuevo.
¡Pop! número tres, impactó al conductor justo entre las cejas,
el cuerpo convulsionándose cayendo hacia atrás.
Cuando los brazos y piernas muertos tocaron el suelo la voz
de Ehric se elevó—: ¿Te das cuenta de que los pudimos haber
interrogado?
Assail mordió su cigarro, inhalando una larga calada solo para
no hacer algo a su propia sangre de lo que después se arrepintiera.
—Toma las bolsas y escóndelas en algún lugar donde
podamos encontrarlas.
Más abajo un auto tomo la carretera de entrada hacia ellos.
— Finalmente —gruño Assail—. Uno esperaría una respuesta
más rápida.
Se dirigían hacia la casa por lo menos hasta que el que
estuviera detrás del volante viera el sedán, a Assail y a los primos.
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— ¿Quien?
La verdad se estaba aburriendo con tanto confundido.
El dedo del gatillo de Assail estaba comenzando a picar de
nuevo. —Tu jefe tiene algo que quiero de regreso.
Los ojos del guardaespaldas se dirigieron al primer sedán con
el baúl abierto y dado el ceño fruncido, había notado las plantas de
los zapatos de sus predecesores en el asfalto.
—Ninguno de ellos pudo darme una respuesta —dijo Assail
arrastrando las palabras. — ¿Quizás tú quieres intentar?
El arma regreso instantáneamente a su posición original.
— ¿Qué diablos estás...?
De la nada los gemelos aparecieron y rodearon al trío y tenían
mucho más poder de fuego, una Smith & Wessons en cada palma.
Assail dejo su arma donde estaba, fuera de la acción
temporalmente. —Les sugeriría que tiren sus armas, si no lo hacen
ellos los matarán.
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Capítulo 6
Traducido por: Mafe Ramírez
Corregido por: Olga Jhr
— ¿Esta vivo?
Beth oyó las palabras salir de su boca, pero solo estaba medio
consiente de estar diciéndolas. Había sido demasiado horrible, que
un tipo tan fuerte con John Matthew cayera de esa manera, o peor,
que hubiera recobrado el conocimiento durante minuto y medio,
tratara de decirle algo y se desmayara de nuevo.
—Dios ─dijo Doc. Jane y presionó el estetoscopio sobre su
corazón. ─Ok necesito presión sanguínea.
Blay coloco el brazalete inflable en la mano de la doctora, y la
Pagina 89
mujer comenzó a trabajar rápido, envolviéndolo alrededor del
abultado bíceps e inflándolo. Producía un silbido demasiado largo y
fuerte, y Beth se apoyó en su hellren, esperando los resultados.
Parecía una eternidad. Mientras tanto, Xhex acunaba la
cabeza de John en su regazo y por Dios, que duro era que alguien
a quien amas estuviera fuera de combate y sin ninguna pista de lo
que pasaría a continuación.
—Un poco baja ─ murmuro Jane, mientras liberaba el velcro
del brazalete. ─Pero nada catastrófico.
Los ojos de John comenzaron a abrirse, moviendo sus
párpados arriba y abajo.
— ¿John? ─ Dijo Xhex aproximándose.
— ¿Estás volviendo a mí?
Al parecer así era. Se volvió hacia la voz de su compañera,
levantó una mano temblorosa estrechando la de ella con la mirada
fija en sus ojos. Algún tipo de intercambio de energía parecía tener
lugar. Un momento después John se sentó y luego se puso de pie.
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—Lo siento, no fue mi intención pedirte...
“¿Estaba diciendo algo?” dijo a través de señas.
—Démosle un poco de espacio ─ dijo Wrath. ─Xhex, ¿quieres
llevar a tu macho a su habitación?
—Amén a eso ─la mujer de ancha espalda enganchó a John
por la cintura, sacándolo del pasillo de las estatuas.
Doc. Jane colocó su equipo de nuevo dentro de su maletín
negro. ─Es momento de saber que está causando eso.
Wrath maldijo por lo bajo. — ¿Tiene autorización médica para
luchar?
Jane se levantó, sus inteligentes ojos se estrecharon ─Me va
a odiar, pero no. Quiero hacerle un TAC antes.
Desafortunadamente, para eso, debo hacer unos arreglos primero.
— ¿Cómo puedo ayudar? —pregunto Beth.
—Voy a ir a hablar con Manny ahora. Havers no tiene ese tipo
de equipo, y nosotros tampoco. —Doc. Jane pasó una mano a
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Fantasmal o sólida, no importa pensó Beth. Preferiría ser
tratada por esa mujer que por cualquier otra persona en el planeta.
¡Oh por Dios…John!
Beth se volteó hacia Blay y Qhuinn: ─ ¿Alguno de ustedes tiene
idea de lo que él estaba tratando de decirme?
Ambos miraron por encima de ella hacia Wrath, y luego
sacudieron rápidamente sus cabezas.
—Mentirosos ─masculló—. ¿Por qué no me quieren decir?
Wrath comenzó a masajear sus hombros como si quisiera
calmar a su pequeña mujer y a pesar de su ceguera y de
desconocer sus gestos, podía leer sus emociones. Él era así. Él
sabía algo.
—Déjalo ir leelan.
—No juegues al club de los chicos conmigo ─dijo ella
alejándose claramente de la brigada de bolas y pollas. —Ese es mi
hermano, estaba tratando de decirme algo, y merezco saber qué.
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—Podría disfrutar mi noche si alguno de ustedes estuviera
realmente conmigo, pero no debo aguantar mi aliento esperando
por ello, seguro que no.
En cuanto se marchó, el mal presentimiento que sentía la
seguía y no era nada nuevo. Desde que le habían disparado a
Wrath, sentía que cualquier cosa podía pasar de un momento a
otro, y vaya, ver a su hermano tirado en la alfombra no hizo nada
por mejorar su paranoia. No.
Llego a la puerta de la habitación que Blay ocupaba antes de
mudarse con Qhuinn, intento recomponerse, pero no funcionó.
Tocó de todas maneras.
— ¿Layla?
—Adelante —se oyó una amortiguada respuesta.
Con la bandeja balanceándose embarazosamente en su
cadera, era difícil agarrar el picaporte de la puerta.
15
Botas de combate.
J.R. Ward The King
Pagina 93
— ¡No te atrevas! —Grito desde el baño la elegida — ¡Me
siento excelente! Sé que no suena como tal ¡Pero estoy hambrienta!
¡No te atrevas a irte!
Payne se encogió de hombros. —Tiene una actitud
asombrosa; vine para que me inspirara, pero no para entrar en mi
necesidad, por lo que tengo que irme ahora.
Mientras la hermana de V se encogía de nuevo de hombros,
como si el ciclo de las hembras y todo el asunto de los bebés no
fuera de su incumbencia, Beth puso la bandeja en el tope del
antiguo bureau16. —Bueno, en realidad eso es lo que yo espero.
─Payne dejo ver una expresión, como si la hubieran apaleado.
—Eso significa que…umm…
Como cavar una salida fuera de la situación…
— ¿Tú y Wrath pretenden tener un niño?
—No, no, no, espera ─y puso las palmas de sus manos hacia
arriba, tratando de pensar en un plan de rescate ─Ah...
16
Mesa antigua.
J.R. Ward The King
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en él. ─Yo realmente… quiero un bebé y no estoy segura de que él
esté de acuerdo. Pero si ocurre bueno… puede llegar a ser algo
bueno.
De hecho, él le había dicho alguna vez, que no veía niños en
su futuro. Pero eso había sido hace tanto tiempo y…
Payne le dio un apretón en sus hombros. ─Estoy feliz por ti, y
espero que funcione. Pero como dije, mejor me voy, si las viejas
supersticiones son verdad, no me quiero encontrar en problemas.
Se volteó hacia la puerta parcialmente cerrada del baño ─Layla
¡tengo que salir!
─Gracias por venir. ¿Beth? ¿Te quedarás verdad?
─Sip, voy a estar aquí por todo el tiempo que dure.
Con Payne yéndose, tenía demasiada energía como para
sentarse, la idea de estarle escondiendo algo a Wrath no se sentía
nada bien. Resultado final: Necesitaba decirlo; era solo cuestión de
encontrar el “cuándo”.
Y toda la situación de la necesidad/hijo no era la única cosa
J.R. Ward The King
Pagina 95
Sí, porque era justo el momento de pensar en tener un hijo.
Sentía que estaba loca.
Golpeando la cama, estiro sus piernas y tomo su envase de
Ben & Jerry’s atacándolo con la cuchara. Apuñalando la caja,
desenterró los pedazos de chocolate y los pulverizó entre sus
molares, sin que le supiera a nada en particular.
Nunca había sido emocional antes de esto. Pero
últimamente… Su barriga comenzaba a rugir cuando tenía hambre,
y estaba comenzando a suceder.
En ese momento, levanto su camisa, se desabotono y bajo la
cremallera de su jean.
Recostándose en las almohadas se preguntó cómo era
posible pasar desde las alturas de la pasión y conectarse con esta
morbosa depresión tan rápido; para el momento estaba convencida
de que nunca iba a entrar en su necesidad, mucho menos concebir
y que estaba casada con un tipo que era un verdadero obtuso.
Reanudando la excavación, se las arregló para encontrar la
veta madre de los pedazos de chocolate y se dijo a si misma que
J.R. Ward The King
Pagina 96
─He tenido que sacar la paja…
Layla levanto una mano y se tapó la boca. Sacudió su cabeza,
con una respiración entre cortada murmuro ─Ni siquiera puedo oírlo
decir.
Beth trato de desviar la conversación. ─No te preocupes, no
te preocupes, ni siquiera tenemos el sabor De Lo Que No Debe Ser
Nombrado en casa.
─Estoy segura de que eso es una mentira, pero me voy a
dejar llevar, muchísimas gracias.
A medida que la Elegida se colocó en la cama junto a ella,
miro por encima del bol. ─Eres tan amable conmigo.
Beth sonrió. ─Después de las cosas que has tenido que
pasar, no se siente que sea ni cercanamente suficiente.
A punto de perder al bebé, después que el aborto se detuviera
como por arte de magia, nadie sabía realmente que había andado
mal, o como se había resuelto, pero…
─Beth, ¿hay algo que te preocupa?
J.R. Ward The King
Pagina 97
una sorpresa que Blay y Qhuinn entraran. Ambos luchadores se
veían incómodos, y no por causa de la Elegida.
Beth se maldijo. ─ ¿Puedo disculparme con ustedes dos
ahora?
Blay camino al otro lado y se sentó cerca de Layla, Qhuinn se
plantó en sus shitkickers y sacudió la cabeza. ─No tienes nada
porque disculparte.
─ ¿Así que yo era la única con ganas de saltar a sus
gargantas? ¡Vamos! ─ahora que se había enfriado y se había
achocolatado apropiadamente, necesitaba disculparse con su
esposo, tan pronto como pudiera hablar con él. ─No quise actuar
como una perra.
─Tiempos duros. ─Qhuinn se encogió de hombros. ─Y no
estoy interesado en los santos.
─ ¿En serio? Porque tú estás enamorado de uno. ─ Intervino
Layla.
En cuanto Qhuinn echó un vistazo a Blay, sus ojos desiguales
J.R. Ward The King
se estrecharon.
─Condenadamente que lo estoy. ─dijo suavemente.
En cuanto el pelirrojo se sonrojo, la conexión entre los dos
machos se convirtió en algo totalmente tangible.
El amor es una cosa tan hermosa.
Beth frotó el centro de su pecho, y tuvo que redirigir sus
pensamientos antes de que comenzara a llorar. ─Solo quería saber
lo que John estaba diciendo.
Qhuinn bajo la cara. ─Habla con tu esposo.
─Lo haré. ─había una parte de ella que quería finalizar con la
Elegida e ir directamente al estudio de Wrath. Pero entonces pensó
en todas las peticiones en las que estaba trabajando con Saxton.
Parecía demasiado egoísta entrar e interrumpirlos.
Además estaba a dos segundos de llorar y no del tipo de
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llanto que te producen los comerciales de telefonía. Sino más de la
forma en que lloró cuando vio el final de Marley & Yo.
Repaso los pasados dos años, y recordó como había sido
entre ella y Wrath al comienzo. Pasión que te bajaba las medias.
Alma y corazón conectadas. Nada más que ellos dos, incluso
cuando estaban entre una multitud.
Todo estaba allí todavía, se dijo a sí misma. La vida sin
embargo, se veía como nublada. Ahora si quería estar con su
hombre tenía que ponerse en la fila y eso estaba bien, entendía el
trabajo y el estrés. El problema era, a menudo últimamente, cuando
finalmente estaban solos, conseguir que Wrath la mirara a la cara.
Él estaba con ella solo en cuerpo, no en mente. Tal vez ni
siquiera en alma.
Ese viaje a Manhattan le recordó como habían sido las cosas.
Pero solo fueron unas vacaciones, una ruptura en la naturaleza real
de sus vidas.
Colocando sus manos alrededor de su estómago, deseó estar
perdiendo sus ropas por la misma razón que lo estaba haciendo
J.R. Ward The King
Layla.
Tal vez era otra pieza dentro de toda la situación de tener un
hijo. Tal vez estaba buscando recuperar esa conexión visceral que
tenía con él.
─ ¿Beth?
Renfocando su atención, observo a Layla ─ ¿Perdón, qué?
─ ¿Qué te gustaría ver? ─Pregunto Layla.
Oh, wow, Blay y Qhuinn se habían ido.
─Um…digo que la que vomito último le toca escoger.
─Eso no es muy difícil de saber.
─ ¿Eres un verdadero soldado, sabías?
─No, realmente no. Pero puedo decir que desearía la misma
oportunidad para ti de…como es que dicen ustedes, ¿metérselo?
─Chupárselo, es chupárselo.
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─Exacto ─la Elegida tomo el control remoto, busco la guía de
canales por cable y navego por ella.
─Estoy decidida a controlar esta vernácula cosa de forma
correcta. ¿Vemos…Millionaire Matchmaker?
─Amo a Patti.
─También yo. Sabes, el helado realmente me hizo parar.
─Punto. ¿Quieres más? Puedo bajar y…
─No, primero veamos si esto se queda en su lugar. ─la
elegida descanso la mano sobre su vientre. ─Sabes
verdaderamente deseo esto para ti y el rey.
Beth se quedó mirando el cuerpo de la Elegida, tratando de
concentrarse en el programa. ─ ¿Puedo ser honesta?
─Por favor.
─ ¿Qué si soy infértil? ─En cuanto dejo escapar las palabras,
su pecho ardió con un miedo tan profundo que estaba segura que le
iba a dejar una cicatriz.
J.R. Ward The King
Pagina 100
estúpida. ¿Por qué estar preocupada por algo que no ocurriría en
al menos tres años? ─Antes de que lo digas, lo sé, lo sé…es
demasiado temprano como para empezar a pensar en ello. Un
milagro. Pero la reglas de los mestizos, es que no hay reglas
escritas, yo solo espero… ─ella frotó sus ojos. ─Disculpa, me
detendré. Mientras más digo en voz alta, más me doy cuenta de lo
demente que estoy.
─Por el contrario, comprendo completamente cómo te sientes.
No te disculpes por esperar un heredero, o por hacer lo que sea que
este a tu alcance para tenerlo. Es perfectamente normal.
Beth no quiso abrazarla, no a propósito. Era solo que…en un
momento estaba recostada en las almohadas, y al siguiente ya
estaba abrazando a Layla
─Gracias ─ dijo Beth ahogando sus palabras.
─Santísima Virgen Escriba del Fade. ─Layla la abrazó de
vuelta.
─ ¿Por qué ha sido eso?
J.R. Ward The King
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que el resto de la gente suponía.
─ ¿Sabes porque quería esto con tantas ganas? ─Dijo Layla
cuando ambas se habían recostado en sus respectivas almohadas.
─Dímelo Por favor.
─Necesito a alguien propio, así como lo necesitaba Qhuinn.
─levantó la mirada. ─Y por eso es que te envidio. Tú estás
haciendo esto en comunión con tu pareja. Eso es…extraordinario.
¿Dios, que podía responder a eso? ¿Qhuinn te ama de una
forma muy especial? Eso era como querer curar una fractura con
una aspirina.
Cuando los ojos verde pálido de la Elegida volvieron a la
pantalla de la televisión, se veía mucho mayor de lo que realmente
estaba.
Eso era un buen recordatorio, se dijo Beth a sí misma. Nadie
tenía una vida perfecta y por mucho que Beth estuviera luchando, al
menos ella no era la que estaba gestando al hijo del hombre que
amaba mientras él era feliz con alguien más.
J.R. Ward The King
─No puedo imaginar lo duro que debe ser para ti, ─se oyó
decir. ─Amar a alguien a quien no puedes tener.
La elegida puso sus ojos sobre ella de nuevo, y había en ellos
un eco de algo que no pudo descifrar.
─Qhuinn es un buen macho, ─dijo Beth. ─Puedo entender
por qué te preocupas por él.
Momento incómodo. La elegida se aclaró la garganta. ─Sí, de
hecho es así. De modo que…Patti parece complacida con este
caballero.
¡Grandioso! pensó Beth. Hasta ahora había hecho que su
hermano se desmayara, había peleado con su esposo y ahora
claramente estaba perturbando a Layla.
─No le voy a contar a nadie. ─dijo, esperando mejorar las
cosas.
─Gracias. ─le respondió Layla luego de un momento.
Pagina 102
─Siempre te estaré agradecida por ello.
Obligándose a reenfocarse, Beth descubrió, que sí, Patti
Stanger se estaba mascando a un Lotario de cabello grasiento, uno
nuevo. Eso probablemente violaba su regla de: Nada aquí, nada por
aquí, o por aquí. O era eso o se la estaba pasando muy bien en su
cita con ese imbécil.
Beth trató de conectarse con la emoción del programa, pero la
vibra se había ido de la habitación, tan seguro como que había
alguien más con ellas, un espectro o un fantasma, y no en la forma
en que lo era Doc. Jane.
No, un peso se había instalado en el aire mismo.
Al concluir el episodio, Beth miró su reloj, aun cuando la TV
mostraba la hora. ─Creo que iré a ver cómo está Wrath. A lo mejor
están es un descanso.
─Oh sí, yo también estoy cansada, tal vez duerma un poco.
Beth se bajó de la cama y recogió el bol y el cartón vacíos
colocándolos de nuevo en la bandeja de Fritz. Al llegar a la puerta,
J.R. Ward The King
se volteó.
Layla estaba recostada en las almohadas, sus ojos en la
televisión como si estuviera hipnotizada. Pero Beth no se lo creyó.
La hembra era de lo más charlatana cuando llego a este lado,
dispuesta a discutir acerca de todo, desde cómo se vestía la gente,
hasta cómo se expresaban, incluso cualquier drama le parecía
impactante.
Sin embargo, en este momento, ella parecía estar imitando a
Wrath, estando pero sin estar, presente y desaparecida al mismo
tiempo.
─Duerme bien ─dijo Beth.
Ella no respondió. Y allí no habría sueño para la hembra.
Beth se deslizó hasta el pasillo de las estatuas y se quedó
estancada.
De hecho, decidió que no iba a ver a Wrath. No confiaba en sí
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misma en ese momento. Estaba demasiado inestable
emocionalmente y no estaba completamente segura de que no
sacaría el tema del bebé al segundo que estuvieran solos.
No, antes de verlo necesitaba algo de equilibrio.
Sería mejor para sus intereses.
Y para los de todos los demás.
J.R. Ward The King
Capítulo 7
Traducido por: Mari Cruz
Corregido por: Mayte Muñoz
Pagina 104
─Sujétalo ─ordenó, señalando con la cabeza al humano que
quedaba.
El hermano de Ehric estaba más que contento de obedecerle,
acercándose y apretando un brazo alrededor de ese grueso cuello.
Con un feroz apretón, retorció al hombre hacia atrás. Assail acortó
la distancia con su presa, inhalando una bocanada de su cubano17
y exhalándola en la cara del guardaespaldas. –Me gustaría poder
entrar en ese garaje –señaló el edificio anexo, pensando que tal vez
la tuvieran allí. –Usted es quien va a hacer que eso suceda. Bien
porque me dé la llave, o porque mi socio use su cabeza como un
ariete.
─ ¡No tengo ni puta idea! ¡Vaya mierda! ¡Joder! –O algo por el
estilo. Las palabras se oían estranguladas.
Qué lenguaje tan soez. Por otra parte, teniendo en cuenta la
forma de Cromañón de ese arco superciliar, uno podría asumir que
estaba tratando con alguien muy cortito en términos de
17
Habano.
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Assail retiró su cigarro. ─ ¿Intentamos obtener una respuesta
de nuevo? ¿Desea utilizar una llave? ¿O algo más?
La ahogada respuesta fue tan ininteligible como evidente era
el olor a carne quemada en el aire fresco.
─Más oxígeno. –murmuró Assail a su primo. –Para que pueda
comunicarse, por favor.
Cuando el hermano de Ehric se relajó, la respuesta del
hombre salió como una explosión de su boca. –Apertura. Visor.
Lado del pasajero.
─ Ayuda a este hombre a recuperarlo para mí, ¿si?
El hermano de Ehric fue tan gentil como un martillo con la
cabeza de un clavo, arrastrando a su cautivo sin tener en cuenta el
contorno de los autos, de hecho, parecía como si estuviera
utilizando el cuerpo del hombre para comprobar la integridad
estructural del capó y el bloque-motor. Pero el mando de apertura
fue conseguido y ofrecido por una mano temblorosa. Y Assail era
demasiado listo para utilizar la cosa. Las trampas explosivas eran
algo con lo que estaba muy familiarizado, y sería muchísimo mejor
J.R. Ward The King
Pagina 106
de la caballería ya había llegado. Iba a haber un momento de tregua
antes de que el segundo escuadrón viniera.
La construcción tenía dos pisos, y dadas sus ventanas con
cristales tintados y sus proporciones históricamente inexactas, uno
solo podía suponer que había sido construido en el siglo vigente. Y
entrando en el compartimento de la izquierda, no se sorprendió de
que todo estuviera impecable, el suelo de hormigón pintado de un
gris pálido, las paredes lisas como Pladur18 y blancas como el
papel. No había máquinas para el cuidado del césped allí dentro, no
había cortacéspedes, ni escardadoras, ni rastrillos.
Sin duda contrataban un servicio para ese tipo de cosas, y
uno no querría que todo tipo de sucio y maloliente equipamiento
estuviera al lado de los bebés automovilísticos de uno.
Mientras se apartaba rápidamente de la iluminación directa,
las pisadas de sus botas resonaban con nitidez, haciendo eco
alrededor. No parecía que hubiera un nivel inferior. Y arriba no
había nada más que una pequeña oficina que se usaba para
18
Placa de Yeso Laminado
J.R. Ward The King
Pagina 107
Claramente, estaba haciendo la pregunta equivocada.
─ ¿Dónde más ordena Benloise que sus cautivos sean
retenidos? ─ Antes de que el hombre pudiera hablar, le interrumpió.
─Le sugiero que tenga cuidado con su respuesta. Si es
mentira, lo sabré. Las mentiras tienen su propio hedor.
Los ojos del hombre bailoteaban alrededor como si estuviera
haciendo una evaluación de sus posibilidades de supervivencia
─ No lo sé, no lo sé, no lo…
Assail clavó el cuchillo hasta que rompió la superficie cutánea y la
sangre roja manó por la hoja.
─ Esa no es la respuesta correcta, amigo mío. Ahora dígame,
¿dónde más retiene gente?
─ ¡No lo sé! ¡Lo juro! ¡Lo juro!
Esto se prolongó durante bastante tiempo y trágicamente, no
había ningún aroma a obstrucción.
19
Autopista en Alemán.
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mayor parte de él rechazó la definición.
Pero el quid de la cuestión era…que por primera vez en su
vida adulta, tenía miedo.
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podrían hacerse cargo de la mercancía y conseguir un poco de
maldito descanso. Bizqueando, se inclinó hacia delante sobre el
volante. Tenía la sensación de que estaban llegando al desvío.
Doscientos metros más adelante, apareció a la derecha un
camino de tierra sin señalizar. No había razón alguna para
encender el intermitente o reducir la velocidad. Clavó los frenos y
pegó un volantazo, su cargamento golpeando el maletero.
Si se había quedado dormida, estaba despierta ahora.
La subida era empinada y el avance se hizo mucho más lento.
Diciembre significaba que una asquerosa cantidad de nieve ya
había caído sobre la tierra tan al norte.
Él sólo había estado en ésta propiedad una vez antes y había
sido con la misma finalidad. El jefe no era alguien a quien quisieras
cabrear, y si lo hacías te atrapaba y te traía aquí donde nadie podría
encontrarte jamás.
No tenía la menor idea de lo que esa mujer habría hecho
para ofenderle, pero ese no era su problema. Su trabajo consistía
en atraparla, hacerla desaparecer y mantenerla allí hasta nuevas
J.R. Ward The King
instrucciones.
Sin embargo se hacía preguntas. El último gilipollas que había
llevado al escondite había malversado quinientos mil dólares y doce
kilos de cocaína. ¿Qué diablos había hecho ella? Y mierda,
esperaba no tener que permanecer aquí tanto tiempo como con
aquel otro trabajo.
También había conseguido por cortesía de aquella misión
una lesión en el manguito rotador.
Al jefe no le gustaba hacer las torturas él mismo. Él prefería
mirar.
Sería difícil buscar a alguien en el listado de trabajadores del
estado de New York para hacer la mierda que él le había hecho al
tipo.
Pero, como fuera a Two Tone no le importaba esa parte del
trabajo. No era como algunos tipos a los que les gustaba, ni era
Pagina 110
para nada como el gran hombre, al que no le gustaba mancharse
las manos en absoluto. No, él estaba a medio camino, bastante feliz
de que al encargarse de la mierda proporcionada le pagaran bien
por ello.
─ ¿Cuánto falta para…?
─ Otro cuarto de milla.
─ Está jodidamente frío aquí arriba.
Va a hacer más frío cuando estés muerto, hijo de puta.
El jefe había contratado a este idiota hacía unos seis meses y
Two Tone había tenido que cargar con él un par de veces. Mantuvo
la esperanza de que el tonto del culo fuera despedido a la vieja
usanza, pero hasta ahora, sin suerte.
El bastardo sería un excelente flotador en el río Hudson.
O en un agujero. De hecho ¿no era Phil su nombre?
Hablando de inspiración.
Después de una última curva en el camino, la decepcionante
J.R. Ward The King
Pagina 111
Two Tone cerró sus párpados y se dejó llevar a través de
unas cuantas fantasías que incluían derramamiento de sangre.
Luego abrió su puerta y se puso de pie, estirándose para
desentumecerse. Tío, tenía que mear.
Caminando hacia la puerta murmuró ─Saca eso del maletero,
¿lo harás? –No había llaves por las que preocuparse. El acceso era
por huella dactilar.
A medida que avanzaba, tuvo que usar una linterna para
concentrarse en la pseudo-decrépita entrada. Estaba a mitad de
camino de la meta cuando se dio la vuelta, avisado por algún
instinto.
─Ten cuidado al abrir eso –le gritó.
─Sí. Lo que sea. –Phil fue hacia el maletero. ─ ¿Qué mierda
puede hacerme ella?
Two Tone sacudió su cabeza y murmuró ─Tu funeral. Con un
poco de jodida suerte.
En el segundo que el pestillo fue liberado, se desató el
infierno: su cautiva explotó fuera de allí como si su culo fuera un
J.R. Ward The King
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No era así como debía haber ido todo. Ni en lo más mínimo.
La perra era rápida como el infierno y mientras avanzaba
pesadamente tras ella sabía que estaba alejándose de él y la última
llamada que él quería hacer al jefe era, “Oh, bueno, perdí su
proyecto.”
Podía terminar siendo la siguiente persona conducida a la
“cabaña”.
Descargar su arma era la única posibilidad que tenía. Jajajaja.
Derrapando para pararse a sí mismo, se aferró a un abedul,
alzó el cañón de su arma y comenzó la serie de disparos, haciendo
eco a través de la madrugada. Se escuchó una aguda maldición y
después los sonidos de carrera cesaron. ¿En lugar de eso? Un
crujido concentrado, como si ella se estuviera retorciendo en el
suelo.
─ Joderrrrr –jadeó él mientras trotaba hacia delante.
Si se trataba de una herida mortal, estaría casi tan jodido como
si ella se hubiera largado.
J.R. Ward The King
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se molestó en calificarla en su jodida escala. Lo primero y más
importante era meterla en la ubicación segura.
─Manos arriba ─ordenó, apuntando su arma al centro de su
pecho. ─Camine.
Su cojera era pronunciada, y podía oler la sangre mientras se
colocaba detrás de ella. No habría más carreras.
Les llevó cuatro veces más tiempo regresar hasta el auto, y
cuando lo hicieron, encontró a Phil todavía en el suelo y sin
moverse. Su aliento entraba y salía de su boca abierta, el sutil
sonido de la respiración sibilante sugería que el dolor le consumía
por entero.
Al pasar, Two Tone comprobó su cara. ¡Oh… mierda!
quemaduras de tercer grado por todos lados, y uno de esos ojos no
iba a volver. Excepto por eso, el bastardo probablemente viviría.
¿Verdad?
De puta madre. Pero se enfrentaría a eso más tarde.
Cuando la pareja llegó a la puerta, supo que tenía que
J.R. Ward The King
Pagina 114
Ninguna ventana.
Two Tone no respiró profundamente hasta que la metió en la
primera celda y cerró con llave la puerta. Antes de regresar arriba y
confirmar su captura con la base, colocar la lona de camuflaje sobre
el Crown Vic y manejar lo de Phil, fue a la celda más próxima y
orinó por lo que le pareció una hora y media. Subiéndose la
cremallera, salió y miró a la pared manchada frente a él.
El par de grilletes que colgaban de los dos juegos de cadenas
de acero iban a ser usados pronto.
Dejando aparte las complicaciones con Phil, casi sentía
lastima por la perra.
J.R. Ward The King
Capítulo 8
Traducido por: Gloria García
Corregido por: Manny Rlhdn
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Después de otra pesadilla referente al trono. Otra sesión con
Saxton, perdiendo más de siete o diez horas de su tiempo. Había
subido a su habitación buscando a Beth, el sexo había sido su único
pensamiento, la única liberación que salvaría a todo el planeta de
su mal humor.
Pero su compañera no solo había estado dormida, también
había estado fría y desganada.
Había permanecido aproximadamente una hora mirando el
techo antes de llamar a Payne y pedirle que se reuniera con él aquí,
en el gimnasio del centro de entrenamiento.
Como Rhage siempre había dicho, sexo o lucha para bajar el
estrés. El sexo estaba descartado, por lo que quedaba, una buena
pelea, iba machacarse todos los músculos de su cuerpo.
Aprovechando la energía del impacto el cogió impulso y lanzo
una patada, dando a su oponente en todo el costado, haciéndola
tambalearse y lanzándola fuera del tatami. Pero la hermana de V,
cayó como un gato, ligera y rápida, prepara de nuevo para
enfrentarse a él.
El cruce de los bastones de combate en el aire, el aroma de
mujer combatiendo, y el sonido de sus pies desnudos que
J.R. Ward The King
arremetían contra él, con una cadencia cada vez mayor. Sabía que
ella estaba acercándose por delante en cuclillas. Cogiendo fuerza,
doblo sus piernas, sintiendo todos los músculos de sus muslos en
tensión y asegurando sus doscientos sesenta kilos de masa
corporal en posición vertical, doblo sus brazos esperando a que ella
estuviera cerca, entonces dio un puñetazo hacia el exterior. Con sus
reflejos y la ventaja de la vista, ella esquivo el golpe y se agacho
para levantarse mientras se giraba por su cintura.
Payne no golpeó como una niña, ya sea con los puños o los
pies o con la totalidad de su cuerpo. Ella era más como un SUV, no
como sus bolas habrían preferido. Al contrario, ella lo atrapo bien.
Con una maldición, él la inclino hacia adelante y aferro sus
codos a la espalda como si se tratara de una pequeña ramera. De
todos modos, no iba a durar mucho en esta posición.
Y esto resultó ser un problema.
Al moverse con rapidez, se acordó de su espectacular caída
de la cama en el desván y su interruptor de ignición interior se
disparó. En un parpadeo aquel mal recuerdo se hizo realidad, esto
Pagina 116
ya no era sobre el entrenamiento o el mantenimiento de sus
habilidades o hacer algo de ejercicio. El instinto de guerrero se
desató entre él y su compañera de combate.
Con un gruñido que reverberó en todo el gimnasio, él cogió a
Payne por la parte superior del brazo, en un apretón castigador, la
separo de su cuerpo y la tiro sobre el tatami, golpeando su cara con
la lona.
Ella era una mujer sólida, bien musculada y mortal, pero no
era rival para su fuerza y tamaño, especialmente cuando él se sentó
a horcajadas y deslizó su brazo alrededor de su cuello, con la
garganta en el hueco de su codo, cerró la mano libre en su gruesa
muñeca y la echó hacia atrás, en una llave al cuello.
Lessers. Enemigos. Muertes trágicas que ha cambiado el
curso de su vida y de la de otros.
El distanciamiento de su compañera. Su frustración sexual. La
sospecha de que Beth le está ocultando algo.
Todo esto, le había llevado a una frustración, a una ansiedad
crónica, que ya nunca le ha dejado y que él pensaba tener bien
enterrado.
El venenoso. Auto odio.
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Pagina 117
ruido repetitivo y fuerte sonaba justo en frente de su cara. Una y
otra y otra vez, como un tambor, un sonido perfectamente
espaciado.
La única cosa que cambiaba era el volumen de su furor.
Wrath frunció el ceño mientras el ruido continuaba. Levantó la
cabeza y dejó de apretar tan fuerte por un momento.
George.
Su amado, dócil golden retriever estaba directamente en su
oído, ladrando fuerte como una escopeta, tan seguro como si le
estuviera exigiendo que Wrath cesara y desistiera en este mismo
momento. De repente, la realidad de lo que estaba haciendo lo
inundo.
¿Qué diablos le pasaba?
Wrath relajo su agarre, pero no tuvo la oportunidad de
escapar. Quien quiera que estuviera tirando de sus hombros se hizo
cargo, apartando todo su peso de la luchadora. Aterrizó con la
espalda en el tatami, las arcadas y jadeantes respiraciones de su
contrincante mezclado con las maldiciones de quien fuera que
estaba allí con ellos, se mezclo con un suave lloriqueo.
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cuando se trataba de ella, la guerra era sin cuartel.
─Mierda. Payne... ─Extendió la mano por el aire, olía los
restos de su miedo, así como el olor que venía con la muerte
inminente.
─Payne.
─Está bien. ─dijo la mujer con voz ronca.
─De verdad. ─Doc. Jane murmuró una serie de palabras mal
sonantes.
─Esto es entre él y yo. ─le dijo Payne a su cuñada.
─Este no es tu problema. ─cuando una ronda de tos la
interrumpió, Jane espetó:
─ ¡Cuando casi te estrangula, te aseguro que es mi problema!
─Iba a dejarme ir.
─ ¿Es por eso que estabas poniéndote azul?
─No lo hacía.
─Su brazo está sangrando sobre el tatami. ¿Me vas a decir
que tus uñas no han hecho eso?
Payne se quedó sin aliento.
J.R. Ward The King
Pagina 119
─ ¿Cuántos huesos le has colocado al rey? ¿Cuántos
puntos? La semana pasada pensaste que le había dislocado el
hombro y en ningún momento sentiste la necesidad de ir y decírselo
a su shellan ¿Lo hiciste? ¿Lo hiciste?
─Esto es diferente.
─ ¿Porque soy una mujer? Disculpa tal vez te gustaría
mirarme a los ojos cuando utilizas ese doble sentido, ¡Doc.!
Cristo, era como si su estado de ánimo los hubiera infectado a
ambos. Por otra parte, sus acciones habían empezado todo
esto. ¡Joder! Frotándose la cara, les escuchó ir y venir.
─Ella tiene razón. ─eso las acallo a ambas.
─No iba a parar. ─se puso en pie.
─Así que voy a hablar con V y nosotros nunca más haremos
esto.
─ ¡No te atrevas! ─escupió la luchadora antes de caer en otra
serie de tos. Tan pronto como se recuperó, volvió a estar frente a él.
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─Y un asesino. No olvides eso.
Se dirigió hacia a la puerta, sin molestarse en tomar el mango
cabestro de George. Cuando su trayectoria se desvió de su curso el
perro lo puso en el camino correcto para dirigirse a la salida.
─ ¡Vestuario! ─Gruñó cuando entraron en el pasillo de
hormigón.
George, familiarizado ya con el ritual después del
entrenamiento lo ayudó a caminar por el pasillo, sus patas se
sentían al caminar a lo largo de todo el suelo desnudo.
Gracias a Dios, el centro de entrenamiento era un pueblo
fantasma a esta hora del día. Lo último que deseaba era
encontrarse con alguien.
Con los hermanos durmiendo, el amplio complejo subterráneo
estaba vacío, desde el gimnasio a sus habitaciones equipadas, al
campo de tiro y los salones de clase, a la piscina olímpica y la
oficina que dirigía todo, así como los quirófanos de Doc. Jane y de
Manny, las suites de rehabilitación.
Donde Payne casi había sido un paciente.
─ ¡Mierda!
Recorriendo con su mano la pared, se detuvo cuando llegó a
J.R. Ward The King
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acudían a él.
El gemido que brotaba desde el fondo de su garganta sonaba
como una sirena. La hermana de su hermano. Un luchador que
respetaba. Podía haberlo arruinado.
Le debía mucho a ese perro. Como de costumbre.
Quitándose la camisa húmeda por los músculos sudorosos, la
dejó caer en el suelo, mientras se quitó sus pantalones cortos de
nailon. Poniendo la mano en la pared una vez más, caminó hacia
delante y supo cuando se metió en el área de ducha, debido a la
forma en que el suelo estaba inclinado. Las manivelas de los grifos
estaban alineadas en tres lados y él se concentró en ellos, sintió los
drenajes circulares bajo sus pies desnudos.
Escogiendo una al azar, se volvió hacia el agua y se preparó
para recibir los chorros de agua fría, que le golpearon en plena
cara.
Dios, esa oleada de ira. Era una herencia familiar, que le
hacía vivir todo una y otra vez. Esa nefasta quemadura que lo había
sostenido durante todos esos años, entre el momento en que sus
padres habían sido asesinados y cuando había conocido y se había
emparejado con Beth. Había pensado que se había ido para
J.R. Ward The King
siempre.
─Joder ─espetó.
Cerró los ojos y apoyó las palmas de las manos en la pared
de la ducha, sosteniéndose por los pesados músculos de sus
brazos. Su desagradable estado de ánimo, hizo que su cabeza
girara como las hélices de un helicóptero y que estaba a solo dos
rotaciones de cortar y separar su cráneo del resto de su cuerpo.
─ ¡Maldita…sea!
Nunca había pensado en ello antes, pero "Locura" era en gran
parte un hipotético concepto de los cuerdos; un insulto despectivo
para golpear a alguien que no te respeta, una forma de describir los
comportamientos inapropiados.
De pie en la ducha, se dio cuenta que la verdadera locura no
tenía nada que ver con el síndrome pre meditado de, golpear la
pared, o ir de juerga, o destrozar una habitación de hotel antes de
salir. No le estaba volviendo loco, el robo de un banco o descargar
todo su temperamento fuera, sobre un objeto inanimado.
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Era el derrumbamiento del mundo que te rodea. Un adiós al
conocimiento. Tener la sensación, de que te manejan a su antojo,
como a una cámara de vídeo, y tu mierda interna va en aumento y
en todo lo demás… tu compañero, tu trabajo, tu familia, tu salud y
bienestar, se estaba alejando de todo... de la existencia.
¿Y la parte más aterradora? Estaba con un pie en la realidad
y el otro en su propio purgatorio personal, sintiendo el antiguo
sentimiento de estar perdiéndose en la nada.
El equilibrio de Wrath flaqueo, el mundo entero inclinándose,
su perspectiva cambio de repente hasta el punto donde no estaba
seguro de si se había caído de nuevo o no.
Pero luego, una cuchilla afilada apareció bajo su barbilla, y se
dio cuenta de que alguien le había agarrado de los cabellos.
En ese momento, llegó un siseo a su oído:
─Sabemos dos cosas. Pero sólo una de ellas es un elemento
de cambio.
J.R. Ward The King
Capítulo 9
Traductor: Blay Rlhdn y May B
Corrector: Manny Rlhdn
― ¿Trez?
El gemido que recibió como respuesta no era nada bueno. Una
combinación de un animal herido y una garganta irritada de tanto
vomitar. iAm levanto su muñeca hacia la luz que entraba por su
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espalda y maldijo a su Pianet21. Para este momento, el HDP
debería haber estado recuperado del todo, su cuerpo sacándose a
si mismo del agujero del dolor de cabeza que se lo había tragado.
No era el caso.
― ¿Quieres algo para el estómago?
¿Gruñido, gruñido, gemido, gruñido?
― Bueno, estoy seguro de que ellos tienen algunos.
― Entendido.
iAm cerró la puerta y volvió a las escaleras que le llevaron a la
unión entre el pasillo de las estatuas y el vestíbulo del segundo
piso. Al igual que el resto de la casa, todo estaba silencioso, parecía
una tumba, pero al caminar por la gran escalera, su nariz percibió
21 Marca de Reloj.
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con tanques de salsa tan grandes como lavadoras, cuando estaba
en la cocina. Demonios, incluso había cambiado de sitio una
lavadora y una secadora, sin esfuerzo alguno.
Y luego estaba esa camioneta que había tenido que sacarle
de encima a su hermano, hacia ya unos dos años.
Un ejemplo más de la vida amorosa de Trez fuera de control.
¿Pero en el centro de formación con Wrath? No hubiera
habido nadie que pudiera mover a ese hijo de puta. El rey estaba
bloqueado como un bulldog… y ¿La expresión de su cara? Ninguna
emoción, ni siquiera una mueca de esfuerzo. Y ese cuerpo…
brutalmente fuerte.
iAm negó con la cabeza mientras cruzaba ese árbol floreado
de manzanas.
Tratar de mover a Wrath había sido como tirar de una roca.
Nada se movía; nada cedía.
Sin embargo, ese perro había conseguido ganárselo. Gracias
a Dios.
23 Viene de pitón, una serpiente, se refiere al ataque de estas en el que envuelven y se enroscan es su
presa hasta asfixiarla.
J.R. Ward The King
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― ¿Qué demonios es lo que quieres?
En realidad, no era una pregunta, a él no le importaba dar al
felino una excusa para que lo dejara en paz.
Levantó una pata negra y luego...
La siguiente cosa que supo, fue que el maldito gato saltaba a
sus brazos, rodando sobre su espalda y ronroneando como un
Ferrari.
― ¿Estás jodidamente bromeando? ―Murmuró. ―Yo no te
gusto. ¡Maldita sea!
―Sire, ¿qué puedo hacer por usted?
A medida que Fritz, el viejo mayordomo doggen, se acercó a
su cara como una valla publicitaria, iAm se tomó un momento para
ir de nuevo a su lugar feliz. Lo cual, por desgracia, se parecía
mucho a la película Saw… partes del cuerpo de los demás por
todas partes.
Pero eso era sólo una fantasía inducida por el estrés. Al igual,
que podía recordar, hace ya muchísimo tiempo atrás, que no había
sido puteado por todo y por todos. En serio. De verdad.
Patada, patada, patada. En su camisa.
J.R. Ward The King
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sabía.
― Él está bien ―dijo iAm sin mirar a la elegida Selena.
Dejando a los mirones atrás, se fue a la despensa con el gato
manipulador y...
Correcto. ¿Cómo iba a conseguir las pastillas post-migraña de
los estantes con los brazos llenos de…?
¿Cuál era su nombre?
Bien. Es… Maldito Gato, entonces.
Mirando dentro de esos grandes ojos contentos, iAm apretó
los labios mientras acariciaba al gato bajo su barbilla. Detrás de una
oreja.
― Bueno, ya basta con esto ―jugó con una de las patas.―
Te tengo que bajar ahora.
Asumiendo el control, saco al gato de su cobijo y fue a ponerlo
en el suelo…
De alguna manera la cosa logró abrirse camino por las fibras
de lana y colgarse de su cuello como si fuera una corbata.
― ¿Me estás tomando el pelo?
J.R. Ward The King
Pagina 127
―Él va a querer unas tortas de libra de Entenmann26 y ya que
estamos, le puedes traer: tres coca-colas frías, dos botellas grandes
Poland Springs27, una habitación con calefacción y una perdiz en un
peral28.
Después de uno de sus dolores de cabeza, Trez quería
hidratación, azúcar y cafeína. Tenía sentido, doce horas sin
alimentos no era nada bueno. Y luego estaba el enfrentamiento que
se produjo abajo.
Cinco minutos más tarde, él, la elegida y Maldito Gato se
dirigieron al tercer piso. Y por lo menos iAm logró ayudar con las
cosas metiendo la botella de agua bajo su brazo. Fritz también les
24
marca de Snack.
25
marca de sillones de masajes
26
marca de dulces.
27
marca de agua
28
Hace referencia a una canción navideña en donde se hace una lista de regalos, y la perdiz en el peral es
uno de ellos, básicamente es un juego de palabras donde añade algo ridículo a la lista de cosas que tiene
que llevarle a Trez.
J.R. Ward The King
había dado una bolsa de esas que son saco sin fondo para el resto
de las cosas.
Cristo, él prefería infinitamente más hacer esto solo.
―Le gustas mucho ―la hembra comentó mientras ascendían.
― Es mi hermano. Más le vale.
― Oh, no… me refería al gato. Boo te adora.
― El sentimiento no es mutuo.
iAm tenía toda la intención de despedir a la hembra con un Yo
puedo. Cuando finalmente se presentaron ante la puerta del
dormitorio, y el maldito gato todavía no iba a ningún sitio. Por lo que
no había manera de evitar que la elegida Selena terminara en la
alcoba de Trez. Exactamente lo que no necesitaba la situación.
Gracias, gato.
Cuando la puerta se abrió a lo ancho la luz se filtro en la
habitación y con la suerte que tenía, la jodida luz alumbro a Trez
haciendo que se despertara.
Pagina 128
Alguien había percibido el olor de la hembra. ¡Oh, P.M!29. Y
¡J.S!30 ¿Por qué no veía al hijo de puta peor? Su hermano debía
estar tumbado medio muerto después de cómo había pasado las
horas durante la luz del día.
― ¿Dónde puedo poner esto? ―La elegida pidió mirando de
uno a otro.
―Sobre el escritorio, ―iAm murmuró guiándola hasta el punto
más alejado de la cama.
―Déjanos. ―llegó un gruñido desde donde estaba el
paciente.
Bueno… gracias a Dios Trez finalmente había tenido un
momento de claridad. La elegida podría seguir adelante con sus
asuntos y él y su hermano podrían intentar todo eso de: Jesús ven a
mí, de nuevo.
iAm se dio cuenta de que nadie se movía. Trez, estaba aún en
posición vertical y la elegida estaba como un ciervo congelado por
los faros de un coche. Y los dos estaban mirándole.
29
Puta mierda
30
jodida suerte
J.R. Ward The King
― ¿Qué? ―dijo.
Cuando se hizo la luz en Marblehead, iAm le entrecerró los
ojos a su hermano.
― ¿Hablas en serio?
― Déjanos, ―fue todo lo que el bastando repitió.
Maldito Gato dejó de ronronear en sus brazos, como si el
animal supiera que el mal yuyu inundaba la habitación. Pero ahí
estaba la cosa, no podía lidiar con el estúpido e iAm estaba justo a
punto de dejar de intentarlo.
Girándose a la elegida, dijo en voz baja.
― Ten cuidado.
En ese instante, tomó a Maldito Gato y sacó lamentablemente
su culo de ahí. Sin duda era lo mejor. Sentía como aumentaba la ira
sobre su hermano y nada bueno iba a salir de eso.
Cruzando a zancos la escalera, volvió sobre sus pasos. En
algún momento en el camino, tumbó de nuevo al animal en sus
Pagina 129
brazos y otra vez movió sus dedos alcanzando su barbilla, mientras
el seguía golpeándole con sus patas.
Volviendo atrás a la cocina, que ahora estaba llena de
personal de servicio, pensó una vez más que era el momento de
separarse de su sombra.
―Fritz.
El mayordomo se apresuró desde donde estaba arreglando
las crudités31.
― ¡Sí, amo! Estoy ansioso por ser de ayuda.
―Toma esto. ―iAm separó al gato de sí mismo, haciendo
palanca, intentando sacar sus garras delanteras, fuera de su jersey.
― Y haga lo que sea con él.
Cuando se dio la vuelta, sintió que quería mirar atrás y
asegurarse que Maldito Gato estuviera bien. Pero ¿Por qué diablos
iba a hacer eso?
Tenía que llegar al Sal’s y vigilar a su personal. Por lo general
aparecía en el restaurante a primera hora de la tarde, pero la
31
son una gama de primeros platos tradicionales de la gastronomía francesa, compuestos de hortalizas
crudas. Se pueden tomar también como aperitivo .
J.R. Ward The King
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―Oh, sí, señor. Pero no en su mesa y ciertamente nunca en
su plato.
iAm quedó mirando los paneles de la puerta frente a él.
―Quiero que consiga algunos salmones y huevos escalfados
esta noche.
―Por supuesto, pero no voy a tenerlo listo para la Primera
Comida, ¿es para usted?
―No para mí. No me gusta el pescado. Es para Maldito Gato.
Quiero que le sirva eso con regularidad. ―abrió la puerta.
―Y consígale algunas verduras frescas. ¿Qué tipo de
comida para gatos come?
―Sólo lo mejor. Science Diet de Hill.
―Averigüe lo que lleva su comida y luego quiero que todo sea
preparado a mano, nada de bolsas empaquetadas para él a partir
de ahora.
La aprobación floreció en la voz del viejo doggen.
―Estoy seguro de que sire Boo, le agradecerá su especial
interés.
―No estoy interesado en ese saco de piel.
J.R. Ward The King
Pagina 131
Nada de moda de vanguardia, anuncios de maquillaje, dramas
de estrella de cine, casas de compradores compulsivos y zánganos
humanos sin personalidad propia, que realmente creen lo que sus
predicadores sueltan por sus bocas.
Y no, no eran sólo los humanos los que compraban toda esa
mierda. Los vampiros eran igualmente culpables… ellos también se
visten con piel de calidad y se creen superiores a esas ratas de
alcantarilla. Tanta sublimación sobre quiénes son, que dictan como
tienes que ser, querer, necesitar, buscar y adquirir.
Por otra parte, no se había logrado liberar del drama de su
hermano, por lo que él era. Cuando su teléfono sonó en su bolsillo
de lana, metió su mano y lo cogió. Sabía quién lo estaba llamando,
incluso antes de mirar la pantalla, aceptó la llamada y acerco el
móvil a su oreja.
Una pequeña parte de él se había muerto, y de nuevo sintió
una quemazón en el centro de su pecho.
—Su Excelencia. —saludó el sumo sacerdote.
— ¿A qué debo este honor?
32
revista norteamericana de prensa sensacionalista
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Assail corrió hacia el pequeño cuarto de la entrada, abrió de
par en par la puerta blindada y trató de ver, si sus primos estaban
seguros a través de las ventanas tintadas de negro y a prueba de
balas de su Range Rover.
El protocolo era esperar a que todo estuviera cerrado de
nuevo antes de salir de cualquier vehículo, pero la impaciencia y el
temor de que lo estaba pasando lanzaron la sensata regla justo por
la ventana. Avanzando rápidamente por el liso asfalto, se concentró
en el SUV y en como Ehric apagó el motor y salió junto con su
hermano.
Antes de que Assail pudiera hacer una evaluación de los
rostros de sus primos o ladrar pidiendo explicaciones, la parte
trasera de la puerta se abrió lentamente.
Ehric y su hermano se congelaron. Al parecer ellos no habían
tenido un gran control sobre su traslado… y no sabían lo que podría
suceder después.
La hembra humana de avanzada edad que surgió era de
cinco pies de alto y fornida como un escritorio. Su cabello era
espeso y blanco y se acomodaba detrás de un rostro arrugado. Sus
oscuros ojos miraban brillantes e inteligentes con una fuerte
proyección de sus parpados. Debajo de un peludo abrigo de lana
J.R. Ward The King
Pagina 133
—Adelante.
Cuando Ehric dio la vuelta con el equipaje, levantó una ceja y
estaba a punto de entrar en shock. Assail no pensó que recibirían
órdenes, sin embargo con ella harían una excepción.
—Por supuesto. —Assail dio un paso hacia atrás y se inclinó
de nuevo, indicando la puerta por la que él había salido.
Regia como una reina, la anciana se arrastró a lo largo de
todo el piso hacia los tres escalones bajos que llevaban a la casa.
Assail se adelantó para abrir la casa.
—Este es nuestro cuarto de servicio. Delante de la cocina.
Pasó detrás de ella, tragándose su impaciencia. Sin embargo,
no había prisa. Él tenía que asegurarse de que la cara legítima del
imperio de Benloise estuviera vacía de sus distribuidores de arte y
empleados de oficina antes de que pudieran ir allí. Y eso sería en
una buena hora por lo menos.
Continuó con su gira.
—Más allá el comedor y el espacio de entretenimiento.
Mientras caminaba por delante en el tremendo espacio abierto
que daba al Hudson, observaba sus escasos muebles con ojos
J.R. Ward The King
nuevos.
—No es que me importe el entretenimiento.
No había nada personal en la casa. Sólo la "puesta en
escena", que había sido montada para vender la propiedad,
jarrones anónimos, alfombras y conjuntos de sofás de una y dos
piezas. Lo mismo podía decirse con los dormitorios, de los cuales
había cuatro abajo y uno en el segundo piso.
—Mi oficina está aquí.
Se detuvo, frunció el ceño y miró a su alrededor. Tuvo que dar
marcha atrás, para encontrarla en la cocina. La abuela de Sola
tenía la cabeza en el refrigerador, como si fuera un gnomo en busca
de un lugar fresco en el verano.
— ¿Señora?—. Assail preguntó.
Ella cerró la puerta y pasó a los armarios de arriba.
—No hay nada aquí, nada. ¿Qué come?
—Amm...— Assail miró a sus primos buscando ayuda.
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—Por lo general, tomamos nuestras comidas en la ciudad.
Un sonido burlón apareció en la anciana, como el equivalente
de...”A la mierda”.
—Necesito sustento.
Ella giró sobre sus pequeños zapatos brillantes y puso las
manos en las caderas.
— ¿Quién va a llevarme al supermercado?
No era una petición. Y mientras miraba a los tres, Ehric y el
violento asesino de su gemelo, parecían tan desconcertados como
lo estaba Assail.
La noche había sido planeada al minuto y un viaje al local
Hannafor33 no estaba en la lista.
—Ustedes dos están demasiado delgados —anunció agitando
su mano en la dirección de los gemelos. —Tienen que comer más.
Assail se aclaró la garganta.
33
cadena de supermercados
J.R. Ward The King
Pagina 135
Assail se encontró directamente con la mirada de la abuela de
Sola y bajo un tono su voz, lo justo para que respetara su decisión.
—Yo pago, a si que no va gastar un centavo, ¿estamos
claros?
Ella abrió la boca como si fuera a discutir, pero era testaruda,
no necia.
—Entonces hago el zurcido.
—Nuestras prendas están en perfecto estado.
Ehric se aclaró la garganta.
—En realidad, tengo un par de botones sueltos. Y la tira de
velcro en el chaleco antibalas está rota.
Assail miró por encima del hombro y enseñó los colmillos al
idiota, fuera de la vista de la abuela de Sola, por supuesto.
Recomponiendo su expresión, se dio la vuelta y…Sabía que había
perdido, la abuela tenía una de sus cejas levantadas y los ojos
oscuros tan firmes como los del enemigo que enfrentó alguna vez.
Assail negó con la cabeza.
—No puedo creer que esté negociando con usted.
—Y usted está de acuerdo con los términos.
J.R. Ward The King
—Señora…
—Entonces está decidido. —Assail levantó las manos.
—Está bien, dispondrá de cuarenta y cinco minutos, eso es
todo.
—Estaremos de vuelta en treinta.
En ese momento, se dio la vuelta caminando con pasos cortos
y se dirigió a la puerta. Los tres vampiros se miraron unos a otros
como si jugaran al Ping - Pong.
—Vayan, —Dijo Assail entre dientes. — ¡Los dos!
Los primos acecharon por la puerta del garaje… pero no lo
lograron. La abuela de Sola se dio la vuelta y puso las manos en las
caderas.
— ¿Dónde está tu crucifijo? —Assail se sacudió.
—Le ruego que me perdone.
— ¿No eres católico?
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Mi querida dulce mujer, no soy humano, pensó.
—No, yo no le temo.
Unos ojos de rayos láser se clavaron en él, en Ehric y el
hermano de Ehric.
—Cambiaremos eso. Es La voluntad de Dios. —Y se fue, a
través del pequeño cuarto de la entrada, abriendo la puerta
desapareció en el garaje.
Como esa barrera de acero pesado cerrando de forma
automática, todo lo que Assail podía hacer era parpadear.
Los otros dos estaban igualmente conmocionados. En su
mundo, se establecía el dominio mediante la fuerza y la
manipulación por parte de persuasivos individuos masculinos. La
posición se gana o se pierde por concursos que a menudo
acababan con sangre y con un recuento de cadáveres. Cuando uno
provenía de esa educación, ciertamente no esperaba ser vapuleado
en su propia cocina, por una mujer que ni siquiera tenía un cuchillo
y lo más probable era que tuviese que subirse a una escalera de
mano, para eliminarlo anatómica mente hablando.
—No se queden ahí parados —espetó.
—Ella es responsable de cuidar de sí misma.
J.R. Ward The King
Capítulo 10
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Olga Jhr
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— ¿Qué es lo que pasa Payne? —dijo a través de sus
apretados dientes.
— ¿Y lo segundo?
Maldito trono.
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—No ibas a matarme.
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—Si tú fueras su hermano en lugar de su hermana —dijo
Wrath —Sería lo mismo. El problema soy yo, no tú. Así que hazte
un favor y bájate del pulpito feminista donde estas. Me tiene
aburrido.
Fue un poco rudo, tal vez. Pero había comprobado, que ser
civilizado estaba fuera de su control en ese momento. Más silencio.
Wrath casi levanto las manos en señal de frustración, pero recordó
que sus partes íntimas no deberían salir a desfilar.
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—Porque me quede completamente ciego —escupió —. Lo
cambió todo. ¿Quieres una fecha exacta?
— ¿Qué?
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estás trabajando?
— ¿Disculpa?
Pagina 142
¡Hola diosa!
Los ojos de Trez rodaron hacia atrás. ¡Esa voz! Mierda, esa
voz. Espera un momento, ella estaba esperando una respuesta,
J.R. Ward The King
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Supongo que si.
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ella”, tratando de actuar “indiferente”, le dijo lo hermosa que era, y
no en la forma de una línea aprendida. Realmente lo dijo en serio.
Desafortunadamente, y al contrario de las incontables mujeres
humanas con las que lo había hecho, ella permanecía inexpresiva.
— ¿Qué es eso?
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—Así es él, un histérico —Trez abrió de nuevo la tapa y bebió.
—Néctar de los dioses, en serio.
—Pero has estado aquí todo el día, desde que llegaste a casa
anoche.
Mentiroso.
Bieeeeeen.
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pestañeaba, sus largas pestañas cayendo en picada y volviendo a
levantarse. —Y por favor sea honesto esta vez.
Oh, ella quería que le dijera algunas verdades, está bien. Pero
no había razón para actuar como un tonto.
—Él todavía está vivo y respirando. Pero esta muerto para mí.
— ¿Pero porqué?
— ¿Y?
¿Cómo sabia…?
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Trabajo en el mundo humano y necesitaba una coartada.
—Nada importante.
Para las sombras, el cuerpo físico era una extensión del alma,
una realidad que era tal vez más que evidente, pero de hecho,
J.R. Ward The King
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bandera especial que cuelga sobre la puerta, de una manera muy
sutil, como si el lugar estuviera en llamas, o alguien tuviera una
hemorragia arterial, no era de extrañar que alguna perturbación
surgiera en uno o en ambos involucrados en algún momento. ¿La
compensación a todo esto? La conexión entre las mitades podía
durar días.
Pagina 149
Pero era gracioso. A pesar de lo que odiaba las tradiciones
dentro de las que nació, se encontraba a si mismo entendiendo ese
punto de vista: aquí estaba, en un estado flotante de post migraña,
a la distancia de un beso con una hembra, muriendo por adorar su
cuerpo. Y adivinen qué. Toda esa rebelión de la que tanto había
disfrutado ahora lo hacía sentir sucio y totalmente indigno.
¡Mierda!
Por favor no digas que tienes que irte, pensó. Aun cuando sé
que no te merezco de ninguna manera, por favor no me dejes.
Bendita…mierda.
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J.R. Ward The King
Capítulo 11
Traducido por: Gloria García
Corregido por: Payne Rlhdn
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Subiendo los escalones bajos, Wrath tanteó el panel de seguridad e
introdujo el código. Con un chac-hunk como la apertura de la caja
fuerte de un banco, el bloqueo fue desactivado y entonces
siguieron andando por el pasadizo hasta el siguiente punto de
bloqueo.
Con eso despejado, salieron al cavernoso vestíbulo, y lo
primero que Wrath hizo fue olfatear el aire. Cordero, para la
primera comida. Humo en la biblioteca. Vishous fumando un
enrollado a mano en la sala de billar. ¡Mierda!. Tenía que contarle a
su hermano lo que había sucedido con Payne en el gimnasio.
Infierno, técnicamente le debía al tipo un Rythe. Si embargo era
todo lo que podía esperar.
—Beth, —le dijo al perro —Búscala. —Tanto él como el
animal olfatearon varias veces el aire. —Arriba, —ordenó, al mismo
tiempo que el perro comenzaba a avanzar hacia adelante. Cuando
llegaron al rellano del segundo piso, el olor de ella se hizo más
fuerte, lo cual confirmo que se dirigían en la dirección correcta. ¿La
mala noticia? Venía de más a la izquierda.
Wrath se alejó por el pasillo de las estatuas, pasando por la
habitación de John y Xhex, Blay y Qhuinn. Se detuvieron antes de
llegar a la suite de Zsadist y Bella. No le hacía falta su perro para
J.R. Ward The King
Pagina 152
perdón, elegida —Hubo cierta conversación entre las hembras, Beth
inclinándose al lado de una nerviosa Layla .Y entonces su
compañera estaba fuera de la cama y avanzando hacia él.
No se dijeron una palabra el uno al otro. Ni cuando ella cerró
la puerta detrás de ellos. Ni mientras se dirigían de vuelta por el
pasillo uno al lado del otro. Cuando llegaron a la entrada de su
oficina, le dijo a George que permaneciera fuera antes de
encerrarlos a ambos juntos. A pesar de que estaba íntimamente
familiarizado con la disposición de su mobiliario Francés de marica
puso sus manos frente a él, tocando la espalda cubierta de seda de
las sillas y un sofá delicado y luego la esquina del escritorio de su
padre.
Caminó alrededor y se sentó en su trono, cerró sus manos en
los tallados antebrazos y los agarró con tanta fuerza que la madera
crujió en protesta.
— ¿Cuánto tiempo has estado sentada con ella?
― ¿Con quién?
—No te hagas la tonta. No te conviene.
El aire se agitó en la sala, y él escuchó sus pisadas en la
abultada alfombra. Mientras paseaba, podía solo imaginársela, el
J.R. Ward The King
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cuidadosamente a pesar del hecho de que su cuerpo entero gritaba
Oh Dios Mío y se estaba ahogando por el terror.
En el silencio, el tono de llamada del teléfono y su ring, ring,
ring, ring, era tan fuerte como las maldiciones que se lanzaban
ambos a través de sus pensamientos. Con mano temblorosa, dio
unas palmaditas alrededor hasta que encontró el aparato. Colocarlo
en la base le llevó un par de intentos, pero lo consiguió sin romper
nada.
Querido Dios, la habitación estaba en silencio. Y por alguna
razón, se sintió inexplicablemente consciente de la silla en la que
estaba sentado, todo, desde su duro asiento de cuero, a los
símbolos tallados bajo sus antebrazos hasta la manera en que su
espalda baja era arañada por el relieve que se elevaba por detrás
él.
—Necesito que escuches esto —dijo en voz baja —y que
sepas que es una verdad inamovible. —No te voy a servir en tu
necesidad. Nunca.
En ese momento ella sintió como si la hubiesen golpeado en
el estomago y se quedo sin respiración. —No puedo... No puedo
creer que hayas dicho eso.
J.R. Ward The King
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veterinario?
—No tienes ni idea de lo que son esas hormonas.
—Y eso lo dice un hombre.
Él se encogió de hombros. —Es un hecho verificable de
biología. Cuando Layla estaba en la suya, todos la sentíamos en la
casa, incluso una noche y media después aún la sufría. Marissa ha
sido drogada durante años. Es lo que hay que hacer.
—Sí, tal vez cuando una mujer no esta emparejada. Pero la
última vez que lo comprobé, mi nombre estaba en tu espalda.
—Sólo porque estás emparejada NO significa que tienes que
tener hijos.
Ella se quedó en silencio por un tiempo. — ¿No se te ha
ocurrido ni por un segundo que esto podría ser importante para mí?
Y no como, “Oh, necesito un coche nuevo, o "Quiero volver a la
escuela”. O incluso, "¿Qué tal si tenemos una maldita cita de vez en
cuando, entre un disparo y el trabajo que tanto odias? Wrath, esto
es la base de la vida.
Y una posible sentencia de muerte para ella. Muchas mujeres
mueren en la cama de parto, y si él la perdía... Mierda. Ni siquiera
podía imaginar eso como un caso hipotético. —No te voy a dar un
J.R. Ward The King
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un favor y deja de estar con esa mujer durante horas todas las
noches. Tienes suerte, no ha funcionado y sólo tenemos que
olvidarnos de todo esto.
—Olvidarme de...espera. ¿Eres...eres tu? ¿Has perdido la
jodida cabeza?
Mierda. Su shellan no tartamudeaba o trastabillaba, y rara vez
maldecía. Había hecho las tres cosas a la vez, mierda. Pero eso no
cambiaba nada. — ¿Cuando ibas a decírmelo? —exigió
— ¿Decirte que? ¿Que puedes ser un real grano en el culo?
¿Qué tal ahora mismo?
—No, que estabas intentando deliberadamente iniciar tu
necesidad. Hablar de las cosas que nos afectan a ambos. — ¿Qué
hubiera pasado si hubiera llegado su momento de repente mientras
estaban solos durante el día? Podría haber cedido y luego... Nada
bueno. Sobre todo si se encontraba más tarde con que ella había
estado acelerando el tiempo con la elegida específicamente con ese
fin. Él la miró. —Sí, ¿Cuando exactamente era que iba a surgir esa
conversación? No ibas a hacerlo esta noche, ¿no? ¿Estabas
dejándolo para mañana? ¿No? —Se inclinó hacia su escritorio. —
Sabías que no quería esto. Te lo dije —Más pasos: La oía a cada
pisada. Pasó un rato antes de que ella se detuviera.
J.R. Ward The King
Pagina 156
Acostúmbrate bien a ello.
Cerró la boca. Escuchándola alejarse. Oyó la puerta cerrarse
de golpe a su estela. Estaba a punto de saltar para ir a buscarla,
pero entonces recordó a Doc. Jane diciendo algo acerca de la
resonancia magnética de John Matthew en ese hospital humano.
Tenía que ser a dónde ella iba, había dicho que era importante para
ella ir con él.
De repente, se acordó del ataque, y lo que había pasado en
medio de ello. Se había enfrentado a Qhuinn después de que John
había tratado de comunicarle con Beth. Si algo le era dicho a su
shellan, él iba a conocer los detalles, muchas gracias. “Voy a
mantenerte a salvo. Me haré cargo de ti”. Bueno, archívalo dentro
de los expedientes bajo el código ¿Que carajos?
Normalmente, Wrath no tenía nada en contra de John
Matthew. De hecho, a él siempre le había gustado el chico, hasta el
punto de ser un poco espeluznante cuan fácilmente el guerrero
mudo se había introducido en las vidas de todos, y se quedo allí.
Gran soldado. Buena cabeza sobre los hombros. Y la falta de voz
no era un problema a excepción de Wrath, porque obviamente, no
podía ver para leer el lenguaje de señas.
Ah, y en cuanto a las prueba de sangre que decían que era
J.R. Ward The King
Pagina 157
Qué desastre. Finalmente, la dura verdad era que
simplemente no podía perderla en un embarazo. Aun tan mal como
se sentía por provocar ese distanciamiento por lo menos, ambos
estaban todavía vivos e iba a permanecer de esa manera: No
había manera en el infierno de que fuera arriesgar su vida
voluntariamente sólo por algún hipotético hijo o hija, que, de todas
formas, aún en el supuesto de que sobreviviera hasta la edad
adulta, sería susceptible a sufrir bajo este legado real quisiera o no.
Y esa era otra gran razón para él. No tenía prisa en condenar
a un inocente a toda esta mierda de ser rey. Había arruinado su
vida, y no era la herencia que quisiera compartir con alguien, sin
duda, casi le encantaría tanto como a su shellan. Moviéndose en el
trono, bajo el rostro a su entrepierna y frunció el ceño. A pesar de
que no podía ver nada, se dio cuenta. Tenía una erección. Una
palpitante y tirante erección empujando contra la bragueta de sus
pantalones de cuero. Como si tuviera un sitio donde ir. Cómo, en
ese mismo instante.
Poniendo la cabeza en su mano, sabía exactamente lo que
eso significaba. — Oh... Dios...no.
J.R. Ward The King
― ¿Quieres comer?
A medida que Selena esperaba una respuesta a su pregunta,
hizo todo lo posible por ignorar el hecho de que el increíble hombre
de piel oscura en la cama a su espalda estaba desnudo. Tenía que
estarlo. Con la sabana enrollada hasta la cintura, sus esculpidos
pectorales desnudos y sus fibrosos hombros iluminados por la
suave luz de la esquina. Era difícil imaginar por qué se molestaría
con algo por debajo de las caderas.
Queridísima Virgen Escriba, él era todo un espectáculo. Y una
revelación, aunque no porque fuese ignorante o ingenua. Ella había
sido mantenida en el Santuario desde su nacimiento siglos atrás,
pero como una ehros, estaba familiarizada con la mecánica del
Pagina 158
sexo. Independientemente de la formación. Sin embargo, el destino
aún no le había deparado el llevarlo a la practica, el anterior Prímale
había muerto en las incursiones justo después de ella haber
madurado y su remplazo no había sido nombrado por décadas,
décadas y décadas. Entonces cuando Phury había asumido el
mando, todo había sido cambiado, ellas fueron liberadas y él paso a
tener una shellan y ser monógamo.
Siempre se había preguntado cómo era el sexo. Y ahora,
mirando a Trez, sabía visceralmente por qué las mujeres se
sometían a sí mismas. Por qué sus hermanas se acicalaban y
preparaban para su "deber". Por qué después habían regresado al
dormitorio con un brillo en su piel, en sus cabellos, en sus sonrisas
y en sus almas. Sería abrumador experimentar esto de primera
mano. De pronto, se dio cuenta de que él no le había contestado.
Mientras continuaba simplemente mirando hacia ella, se
preguntó si lo había ofendido. Pero ¿cómo? Creía entender que él
estaba sin pareja: Había venido a esta casa con su hermano, no
con una shellan y nunca había habido una mujer aquí en este
trimestre. No era como si hubiera notado todos sus movimientos.
Sólo la mayoría de ellos.
Mientras sus mejillas se encendían, se dijo que seguramente
él debía necesitar una vena después de todo lo que había sufrido
J.R. Ward The King
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miembros, no era su futuro. Nadie más que el prímale. Para el caso,
ningún hombre.
Su futuro se había determinado aún antes de que ella se
hubiese envuelto en su primera túnica como elegida.
Después de un largo momento, él negó con la cabeza.
—No, Pero gracias.
El rechazo le causo náuseas. Tal vez sintió el inadecuado
deseo de su parte y sin embargo, ella podría jurar que él se sintió
de manera similar. La había detenido en las escaleras aquella vez,
y había estado tan segura que él había querido... Bueno, al menos
había estado lo suficiente en su sano juicio como para advertirle.
Después se había separado con torpeza, pero, la forma en
que la había mirado lentamente… fue entonces cuando empezó a
observarlo desde las sombras. Sin embargo Él no la miraba ahora
así. Y todo había cambiado con por su oferta. ¿Por qué? —Será
mejor que te vayas. —él señalo con la cabeza hacia la puerta.
—Sólo tengo que comer algo y estaré bien.
— ¿Te he ofendido?
—Oh, Dios, no. —cerró los ojos y negó con la cabeza. —Es
J.R. Ward The King
Pagina 160
gimió.
— ¿De que manera?
Pareció rodar sus caderas, y cuando murmuró algo que ella
tampoco pudo escuchar, respiró profundo y… Queridísima Virgen
Escriba, el olor que desprendía el cuerpo del macho era nada
menos que ambrosía en su nariz.
—Selena, tienes que irte, chica. Por favor.
Él arqueó la espalda en las almohadas, su magnífico pecho se
tensó, las venas en su cuello marcándose. —Por favor —
Obviamente, estaba dolorido, y ella de alguna manera era la causa.
Selena sujetó su túnica cuando se puso de pie. Con una torpe
reverencia, dejó caer su cabeza.
—Por supuesto.
No recordaba haber salido de la habitación o cerrar la puerta,
pero debió hacerlo, porque terminó en el pasillo de pie a medio
camino entre la bóveda de bloqueo que llevaba a las habitaciones
privadas de la Primera Familia y la escalera que la llevaría de vuelta
hasta el segundo piso. Lo siguiente que supo, era que estaba en el
Santuario.
Un poco sorprendida, en realidad. Actualmente, cuando había
J.R. Ward The King
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de piedras preciosas.
Oh, que ironía, sin embargo. Ahora que había color para
agradar la vista. Todo estaba vacío de vida, las elegidas habían
volado de la jaula extendiendo sus alas. Nadie tenía la menor idea
de donde había ido la Virgen escriba, tampoco nadie se atrevía a
preguntar. La ausencia era extraña y desconcertante. Y sin
embargo, le dio la bienvenida.
Cuando los pies de Selena se pusieron en movimiento, estaba
claro que su mente tenía un destino, pero ella no tenía conciencia
absoluta de ello. Por lo menos eso no era inusual. Siempre estaba
distraída, por lo general debido a que estaba pensando en lo que
había visto en los cuencos de visibilidad o leído entre las pagina de
los volúmenes encuadernados en cuero.
Aunque no estaba pensando en la vida de otros en ese
momento. Ese macho de piel oscura era... bueno, no parecía haber
suficientes palabras para describirle a pesar de su extenso
vocabulario. Recordar las imágenes que había visto en su
habitación, era como la llegada de color a este lugar: Una
revelación de belleza.
Inmersa en sus pensamientos hacia él, siguió paseando,
alejándose del trazado central, bajó el césped de los dormitorios, y
J.R. Ward The King
Pagina 162
blanca, las estatuas femeninas estaban en varias poses, sus brazos
y piernas en gráciles ángulo y sus cuerpos de manera desnuda. Las
expresiones de las estatuas eran serenas, sus ojos fijos mirando
hacia el Fade.
Sus labios se estiraron en una sonrisa nostálgica idéntica.
Volvió a pensar en el macho desnudo en la cama. Tan vivo. Tan
vital. ¿Por qué había venido aquí? ¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué
al cementerio? Sus rodillas se doblaron a la vez que las lágrimas se
desprendieron de su corazón, su llanto llevándola al suelo blando,
los tormentosos sollozos haciendo doler su garganta.
Fue a los pies de sus hermanas que sintió el destino de su
temprana muerte. A lo largo de su vida, había recapacitado sobre
todas las consecuencias que podría tener su desaparición y las
asumía totalmente. Estar cerca de Trez Latimer le dijo que estaba
equivocada.
J.R. Ward The King
Capitulo 12
Traductor: Noelia Fuertes
Corrector: Macarena Suárez
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Lamentablemente, su cuerpo estaba nervioso por la falta de
estímulo, parecía un yonqui, pero su mente no estaba nublada.
—Solo uno.
― ¿Qué te pasa?
—Nada.
Sniff.
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industrialismo del mercado artístico. No había ningún motivo para
hacer sonar el timbre, o ciertamente, para llamar a la puerta. El
monstruo de tres centímetros de grosor era algo para echar a
perder tus nudillos duramente. Y de hecho, se abrió rápidamente.
—Ehric.
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después de una parada en la oscuridad.
—Claro, con algo de frío allí afuera. Pero las ráfagas de nieve
J.R. Ward The King
― ¿Puedo encenderlo?
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Acaso Benloise los evaluaba específicamente para detectar
su escasez de vocabulario—. ¿Entonces, en el hueco de la
escalera?
Pagina 167
iba llenando de humo. Ehric se le unió un instante después,
aceptando su propio Habano e igualmente encendiéndolo mientras
dejaban que todo se cerrara tras ellos.
Así que esa frase era tanto un saludo como una pregunta.
Assail pensó, que eso era algo a tener en cuenta.
Tremendo regalito.
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—Oh, bien, entonces.
Assail asintió una vez, y eso fue todo lo que hizo falta. Ehric
Pagina 169
se materializó detrás del alto escritorio e inmovilizó al distribuidor,
arrastrándolo fuera de la pesada silla por la cabeza. Una descarga
eléctrica más tarde, y Benloise era una muñeca de trapo con un
traje azul marino de lo más apropiado.
Pagina 170
carga.
Pagina 171
haber sido Vivaldi o Mozart a juzgar por los anuncios de coches, era
aquella pequeña charla con Wrath como un estúpido partido de
tenis.
Así que, había asumido que lo del niño sería igual, que él
cedería, y se lo daría ya que él bebe era una cosa tan importante
para ella. ¿En cambio? Todo lo contrario.
Pagina 172
“En mi opinión, esto es una pérdida de tiempo” Giró la cabeza.
“Quiero decir, vamos. ¿Por cuánto tiempo las he estado teniendo? Nunca
ocurre nada”.
― ¿Así cómo?
Pagina 173
Esta vez fue ella la que apartó la mirada, Fritz enseguida
cogió velocidad por el camino. Frenando al entrar en una curva. Y
volviendo a acelerar al salir de ella. Todo el Mercedes se manejaba
con total facilidad, los asientos súper acolchados se adaptaban a
las posturas de su cuerpo, y un suave calor era bombeado a sus
pies.
34
Antihistaminico que reduce los efectos de los síntomas de alergias.
J.R. Ward The King
Beth se cepillo el pelo hacia atrás sólo para que le cayera otra
vez sobre sus hombros. Había tantas opciones pero John tenía
bastante con arreglar lo suyo.
“Beth. De verdad”
Pagina 174
Ella estuvo un rato callada. Más adelante, se veía una señal
para ir a Northway, la I-87 iluminada por los faros. Si ellos siguieran
y no se detuvieran, en vez de tomar la primera salida al centro de
Caldwell, podrían estar en Manhattan en una hora. Incluso más
lejos, al sur, a Pennsylvania y luego hasta Maryland, y.... ―
¿Alguna vez has deseado poder escapar simplemente un rato? —
se oyó preguntar.
—Totalmente de acuerdo.
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al centro hospitalario St. Francis. Demasiado tiempo para estar
sentados en un incómodo silencio. Y, sin embargo, le parecía una
violación a su privacidad y a la de Wrath hablar sobre lo del bebe...o
tal vez sólo era una excusa para ocultar el hecho de que no quería
romper a llorar.
Beth se miró las puntas del cabello, a pesar de que sabía que
no estaban abiertas; uno de los doggen se las había recortado justo
la semana pasada.
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― ¡John! —Beth se acercó a su hermano —. John. Oh, ¡Dios
mío! Los ojos se le pusieron en blanco, y los blancos destellos
daban la sensación de que iba a morirse. —John ¡Vuelve...!
Capitulo 13
Traductor: María Jiménez
Corrector: Pilar Ocampo
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No por mucho tiempo.
Pagina 178
fue puesto contra los contornos helados del Rover y el tirón que
anuncio su despertar se noto a través de todos sus miembros, sus
brazos y piernas tintineantes como las de una marioneta.
Pagina 179
de Benloise se abrió con fuerza mientras luchaba por oxigeno, sus
delgados brazos luchando contra lo que lo sostenía, sus piernas
pateando hasta que sus talones se hundieron en el panel lateral.
― ¡Dónde está!
― ¡Dónde está!
Assail se acercó.
Pagina 180
otra parte, Ehric se había escabullido detrás de Eduardo en su casa
y había insertado una jeringa llena de heroína en una gruesa vena
en su cuello. El hombre también estaba desnudo y la condición
mucho más en forma de su cuerpo le sugirió que era más joven y
más vanidoso. Tenía bronceado en aerosol y cierto grado de
desarrollo muscular.
― No sé de que esta….
Pagina 181
― ¿Dónde lleva a las personas? Sé que hay un lugar, privado
y seguro. No en su casa, ni en el centro de la ciudad ― El hermano
mayor Benloise finalmente habló en un apuro, las palabras hacia su
hermano, guturales y puntuadas con respiraciones desiguales. En
respuesta, los ojos de Eduardo se hicieron más grandes y no se
necesitaba saber español para entender: Di algo y te mato yo
mismo. Assail interpuso su cuerpo entre los dos y miro fijamente a
Eduardo.
Pagina 182
única manera de salvarte es si me dices lo que necesito saber.
Pagina 183
― Esto es solo el principio, Ricardo ― Assail empujo al
hombre que se asfixiaba y sangraba fuera del camino como la
basura que era.
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J.R. Ward The King
Capítulo14
Traductor: Vishous Rlhdn
Corrector: Payne Rlhdn
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superior.
iAm se bajó en el piso dieciocho y se dirigió a la derecha. A
unos treinta metros, se detuvo frente a una puerta que decía 18º A
he hizo estallar la cerradura de cobre que él y su hermano habían
insistido en instalar cuando se mudaron hace cinco años.
Pagina 186
Luego se puso a prepararse un café.
Pagina 187
―Es interesante. No pensé que eras tan inocente. ―El
hombre tuvo que agacharse para entrar. ― ¿Y esto no es de tu
hermano, también?
―¿Café?
― ¿Como si se tratara de una cita? ―A diferencia del Sumo
sacerdote, s´Ex no tenía ninguna paciencia en seguir con las reglas
de la corte o con la formalidad observada entre los miembros de la
s´Hisbe .Por otra parte, el supremo gobernante no lo mantenía a su
lado por su encanto ―Y sí, por qué no. Me gusta la idea de que
esperaseis por mí.
iAm apretó los dientes pero no iba a quejarse y a gemir sobre
más estupideces. La s´Hibe había planteado las apuestas a miles
de kilómetros enviando a este tipo en lugar del sumo sacerdote por
lo que las cosas ya habían comenzado con mal pie.
Pagina 188
normalmente el ejecutor inspeccionaría el lugar.
―Qué romántico.
― Mentira.
Sí. Correcto.
iAm acerco las dos tazas. ― Si quieres una pajita para ello,
no tienes suerte. Lo siento.
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Y sip, por debajo era exactamente como iAm recordaba.
Oscura, oscura piel. Sus ojos negros destilaban astucia. La cabeza
tenía el modelo de afeitado ceremonial. Los blancos
tatuajes bajaban por su garganta continuando en cada centímetro
cuadrado de su carne.
―Ya lo mencionaste.
―Trabajando.
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propia ―Por lo tanto, ¿Donde vivís?
Pagina 191
iAm entrecerró los parpados.―Habla conmigo.
35
Revista mensual para hombres que se enfoca en la moda, el estilo y la cultura masculina.
J.R. Ward The King
Pagina 192
va a parar hasta atraparlo, y para que quede claro, no vacilaré en
volver a hacer mi trabajo.
Pagina 193
profunda. Hijo de puta... ―Lo conseguiste, ¿no?
―s´Ex.
― ¿Sí?
―Te lo agradezco.
― ¿Cómo es eso?
Pagina 194
s´Ex echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada.
―Maldita sea eso espero. Debería. Si yo estuviera en el exterior, lo
haría.
Magnifico.
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J.R. Ward The King
Capítulo 15
Traductor: Regin Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
Pagina 196
ella. Esperaba, que el tipo con la bata blanca y sus impresionantes
credenciales viera las cosas desde una perspectiva diferente.
― No, nada.
Pagina 197
Beth dio un tirón a su propia gorra de los Sox. Había pasado
mucho tiempo desde que alguien la había visto en el mundo de los
humanos, y ella no conocía a nadie particularmente en este hospital
pero no había motivos para buscar más complicaciones de las que
ya había en este viaje.
¡Oh, Dios! por favor, que esto sea bueno, pensó mientras veía
al médico revisar todas las imágenes de nuevo.
Pagina 198
por suerte significaban algo para Manny, dado que estaba
asintiendo. Pero los tortolitos estaban ignorándole por completo, y
su ensimismamiento era en realidad algo hermoso de observar.
Pagina 199
Y pensar que todo lo que el de la bata blanca había tenido
que hacer era meter a su hermano dentro de esa máquina por más
o menos media hora.
― Eres el mejor.
J.R. Ward The King
Pagina 200
recordaba muy bien su década de trabajo en este hospital porque
finalmente llegaron a la planta baja y salieron por la puerta giratoria
por la que habían entrado.
“Por supuesto que no” Señaló John. “Me estás haciendo un favor al
volver conmigo. Ya sabes, para hacerme compañía”.
Pagina 201
Cuando una oleada de terror se apoderó de ella, pensó
seriamente en emborracharse en lugar de enfrentar a su marido. El
único problema era que eso no iba a resolver nada, y además, ella
siempre había despreciado a las mujeres que lo hacían. No había
nada más feo o patético.
― Estoy bien.
“Eso es...”
Pagina 202
“Dios mío, no deberías de haber venido”.
“Quiero decir, Xhex no quiere niños, y tengo que confesarte que por
eso me siento aliviado”.
― ¿En serio?
“Mierda, sí. Ella quería salir a pelear y como que eso estaba bien para
mí... hasta que me di cuenta que podía resultar herida”.
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Cuando ella no le respondió, le tocó el brazo para asegurarse
de que le estuviera prestando atención.
― Bueno, está bien, tal vez eso sea cierto, pero déjame
hacerte una pregunta ¿Tú le negarías a Xhex un hijo si ella quisiera
uno? ―Cuando él no contestó ella dijo.
J.R. Ward The King
― ¿Ves? No lo harías.
“Sí, pero es fácil para mí decir lo que sea porque ella no quiere uno.
Quizás me sintiera diferente si lo hiciera. El riesgo es real, y solo se puede
dar tratamiento médico”.
Pagina 204
aprobación para todo, solo porque sea el rey. ―cuando empezó a
recordar trozos de la confrontación, empezó a tener náuseas.
36
Psicólogo muy famoso de la T.V en Estados Unidos.
J.R. Ward The King
Pagina 205
relación. Se habían sentado a la mesa del comedor y Fritz les había
estado esperando.
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J.R. Ward The King
Capítulo 16
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
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nieve.
― Detente ―dijo V.
― Gracias, ― Gruñó V.
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razones. Por otra parte, Wrath también lo hacía.
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Sin embargo no lo seria por mucho tiempo. Él estaba dispuesto a
apostar que Havers correría con sus zapatillas deportivas para
llegar a donde quisiera que estuvieran.
Pagina 210
en lo mucho que amaba tener sus propios doctores internos.
Lástima que Doc. Jane y Manny no pudieran responder a sus
preguntas en este caso. Y sí, él suponía que podría haber
conseguido la información de otra manera… como hacer a Fritz
venir aquí y pedirlas, pero a veces venir en persona era el único
camino a seguir. Él quería percibir el aroma del médico cuando el
hombre hablara. Era la única manera para asegurarse de que decía
la verdad.
― Habla conmigo.
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― ¿Hay alguno aquí?
― Ah... no.
― Por supuesto....
39
Grupo de ocho universidades que tienen en común connotaciones académicas: Brown, Columbia,
Cornell, Darmouth, Harvard, Pensilvania, Yale.
J.R. Ward The King
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Sonidos sordos sugirieron que el macho estaba jugando con
algún objeto. ¿Una pluma? ¿Tal vez un estetoscopio?
― No.
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amigo, mi señor?
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― Voy a firmar por él, ― V interrumpió bruscamente. ― Y mi
shellan, que es médico al igual que usted, se encargara de todo lo
demás.
― No lo sé ―, Dijo Wrath.
― Un niño.
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Un nuevo olor a tabaco turco golpeó la nariz de Wrath, lo que
sugería que el hermano acababa de tomar una profunda calada.
41
Aproximadamente unos 62 kilogramos.
J.R. Ward The King
Pagina 216
sí, los dos habían tenido una relación perfecta sin argumentos, sin
ira, sólo amor.
Perfecta armonía.
42
Ilustrador y fotógrafo de anuncios publicitario. Hace referencia a familia idílica
J.R. Ward The King
― ¿V?
―… La cara en el paraíso.
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― ¿Tu madre? ― Cristo, sabía que la Virgen Escriba había
estado DEA43 y algo más últimamente.
― ¿Es tu madre?
43
Del original Missing in action: desaparecida en acción.
J.R. Ward The King
― Hazme un favor, V.
― ¿Qué?
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Pero la buena noticia era que no iba a tener que preocuparse
de la necesidad de Beth. Gracias a la visita a este pequeño
desgraciado, iba a ser capaz de cuidar de ella cuando llegara en
momento.
Capitulo 17
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Olga Jrh
Año 1664
— ¿Leelan?—
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estuviera completamente preparada para su visón y adoración. Era totalmente encantador…
como era la manera en que el espacio que la rodeaba estaba perfumado por sus lociones y
aceites. Como eran las cosas, a un año de su unión, sonreía y bajaba la mirada, como
cuando por primera vez la cortejo. Como era despertar cada atardecer, ella contra él y el
comienzo de la oscuridad, libres para descansar en los albores de su cálido y hermoso
cuerpo.
Pero ahora había algo diferente en todo.
¿Cuándo iría a terminar la espera? y no precisamente para ganarse la entrada a su
habitación.
—Entra mi amado, —Se escucho a través de los paneles de duro roble.
El corazón de Wrath salto. Giró el pesado pestillo, empujo las puertas con sus
hombros, y allí estaba ella. Su amada, Anha estaba al otro lado de la habitación, que era
suficientemente grande para que un macho crecido pudiera pararse dentro. Sentada en su
tocador, el cual él había tenido que mover para asegurar su calidez, estaba de espaldas a él,
su largo y negro cabello yaciendo en gruesos rizos hasta su cintura.
Wrath inspiró profundamente, su esencia, más importante que el oxigeno, lleno sus
J.R. Ward The King
Pagina 220
—Anha, se sincera. — Levantó su mano y tocó su cara… e inmediatamente la
retiró. — ¡Estas muy fría!
—No lo estoy —Ella lo empujo lejos, bajando el cepillo, se levanto.
—Me he vestido con este terciopelo rojo que tu prefieres. ¿Cómo puedo estar fría?
Por un momento casi olvido sus preocupaciones. Ella era una visión en ese rico y
profundo color, el hilo de oro sobre el corpiño captaba la luz del fuego, al igual que todos
sus rubíes. De hecho usaba todo el conjunto esta noche, las piedras brillaban en sus orejas,
cuello, muñecas y manos.
Aun luciendo tan resplandeciente como lo hacía, algo no estaba bien.
—Levántate mi hellren, — Demandó. —Y permítenos proceder a bajar a las
festividades, donde propios y extraños aguardan por ti. —
—Pueden esperar un poco más. —Él no tenía intenciones de moverse.
—Anha dímelo, ¿qué está mal?
J.R. Ward The King
Pagina 221
—Creo que deberían reorientar sus malas lenguas.
—No digas nada mi amado. Lo que está hecho, hecho está. Tú no puedes deshacer
la presentación, si tratas de silenciar todos los comentarios y chismes sobre mí, solo
obtendrás una corte vacía.
Todo había empezado la noche en que la habían traído a él. No había seguido el
protocolo establecido, y a pesar del hecho que los deseos del rey gobernaban sus tierras y
todos los vampiros sobre ella, estaban aquellos que lo habían desaprobado en demasía: el
hecho de que él no la había desvestido. Le había dado el juego de rubís y el anillo de la
reina para después conducir el apareamiento por sí mismo. Que la mudara de forma
inmediata a sus aposentos privados.
Sus críticos no se apaciguaron luego de que accediera a una ceremonia pública. No
lo hicieron, aun después de un año, perturbaban a su compañera. Nunca eran rudos con ella
en su presencia por supuesto y Anha se rehusaba a decir una palabra de lo que sucedía a
sus espaldas.
Pero la esencia de su ansiedad y depresión era bien conocida por él. De hecho el
trato de la corte hacia su amada lo amargaba al punto de la violencia y creaba un roce
J.R. Ward The King
entre él y todos aquellos que lo rodeaban. Sentía que no podía confiar en nadie. Incluso en
la hermandad, quienes se suponían eran su guardia privada y aquellos en los que debería
confiar, por encima de cualquiera. Aún esos machos eran sospechosos.
Anha era todo lo que tenía. Inclinándose hacia él, sus manos acunaron su rostro. —
Wrath, mi amor. — Ella presiono sus labios sobre los de él. —Procedamos al festival. —
Él la tomo por los antebrazos. Sus ojos eran como piscinas en las cuales quería
ahogarse, y el único terror que conocía dentro de este cuerpo mortal, era de algún día no
estar con ella y mirarla directamente a los ojos.
—Detén tus pensamientos —Suplico su shellan. —Nada malo va a pasarme
ahora ni nunca.
Recostándose contra ella, volteo su cabeza y la posó sobre su vientre. Sus manos
fueron a través de su cabello, observó su mesa: cepillos, peines, cuencos achaparrados de
colores para sus labios y ojos, una taza de té al lado de una maceta, un pedazo de pan
mordisqueado.
Pagina 222
Cosas tan comunes, pero que al ser de ella, tocadas por ella, consumidas por ella,
habían sido elevadas a su máximo valor: ella era el alquimista que convertía todo, incluso a
él, en oro.
—Wrath, debemos irnos.
—No lo deseo. Aquí es donde deseo estar.
—Pero la corte te espera.
Él dijo algo vil, que esperaba quedara atrapado entre los pliegues del terciopelo.
Dada su risa suave se aventuro a pensara que no.
Sin embrago ella tenía razón. Muchos estaban allí por su asistencia. Maldijo a todos.
Poniéndose de pie le ofreció su brazo, y ella enrosco el suyo en el hueco de su codo.
Él los guio afuera de la recamara, pasando los guardias del palacio que se alineaban en el
pasillo. Más adelante, descendieron por la escalera curva, el sonido de los aristócratas
aumentando su volumen.
A medida que se acercaban al gran salón, ella se apoyó más sobre él, y el hincho su
pecho, su cuerpo creciendo en estatura como resultado de su dependencia. A diferencia de
J.R. Ward The King
muchos cortesanos que estaban deseosos de depender de él, su Anha siempre guardaba un
cierto orgullo y decoro, así que cuando en esta ocasión ella requería de su fuerza, en cierta
manera era un regalo para su orgullo masculino. No había nada que lo hiciera sentir
hombre con mayor intensidad.
En cuanto la cacofonía de voces comenzó a ser tan fuerte que se tragó el ruido de sus
pasos, se inclinó hacía su oído. —Vamos a darles unas rápidas buenas noches.
—Wrath, tú debes servir a…
—A ti. — Dijo mientras se acercaban a la curva final. —Es a quién más debo
servir.
Cuando ella hermosamente se sonrojó, río entre dientes y se encontró a sí mismo con
una ferviente impaciencia por su próxima intimidad.
Al doblar la última curva, se acercaron al conjunto de puertas dobles que eran para
su uso exclusivo, y dos Hermanos dieron un paso adelante para saludarlos de manera
formal.
Pagina 223
Virgen Escriba del Fade, como detestaba estas reuniones de la aristocracia.
Como las trompetas anunciaron su llegada, las puertas se abrieron de par en par y
los cientos allí reunidos se quedaron en silencio, sus vestidos de colores y brillantes joyas
competían con el techo pintado por encima de sus peinadas cabezas, y el suelo de mosaico
por debajo de sus zapatos de seda.
En algún momento, cuando su padre todavía estaba vivo, recordaba haber estado
muy impresionados por el gran salón y las galas de la aristocracia. ¿Ahora? incluso aunque
los confines de la instalación fueran vastos como un campo de caza, y sus dobles chimeneas
del tamaño de las viviendas civiles, ya no tenía tales ilusiones de grandeza y honor.
Un tercer miembro de la hermandad habló con una voz de trueno.
—Sus Reales Altezas, Wrath, hijo de Wrath, gobernante de todo lo que está dentro y
fuera de la de los territorios de la raza, y la Reina Anha, amada hija de sangre de Tristh,
hijo de Tristh.
De repente, el aplauso obligatorio comenzó y se obligo a sí mismo a recomponerse,
cada aplauso individual se perdía dentro de la de multitud.
J.R. Ward The King
Pagina 224
Mientras tanto había problemas sustanciales con los cuales lidiar: sufrimiento de los
comunes debido a la reciente sequía; invasión de los seres humanos; agresión por parte de
la Sociedad Lesser. Pero la aristocracia no se preocupaba por tales cosas, porque a su
manera de ver esos problemas en gran medida eran resueltos por el innombrable y
desconocido destino. Contraria a las más básicas reglas de supervivencia, la glymera veía
poco valor en la población que producía el alimento que comían, que construían las casas
donde vivían y cosían las ropas que cubrían sus espaldas.
—Vamos mi amado, —Susurró su Anha. —Saludemos.
Aparentemente él se había detenido sin darse cuenta.
Reanudando sus pasos, sus ojos se enfocaron en Enoch, el cual siempre estaba al
frente en la línea de machos de grises hábitos.
—Saludos Alteza, — Dijo el caballero, en un tono, como si solo él fuera el maestro
de ceremonias. —Y a usted mi reina.
— Enoch. Wrath dirigió su mirada hacia los cortesanos. Los doce machos estaban
formados en virtud de su jerarquía, por lo cual el último de la fila apenas había pasado su
transición, pertenecían a una familia de noble sangre, pero humildes. — ¿Como estáis?
J.R. Ward The King
No era que le importara. Estaba mucho más interesado en averiguar quién entre
ellos alteraba a su amada. Sin duda debería ser uno, sino todos: ella no tenía mucama, por
petición propia, por lo que estos eran los únicos momentos en los que tenía contacto con la
corte.
Que se estaba diciendo. Quien lo había dicho. No era poca la cantidad de aversión
con la que continuó hasta el final de la línea, saludando uno por uno de acuerdo al
protocolo. De hecho esta ancestral costumbre de saludo personal en medio de una reunión
pública, era una forma de reconociendo y reafirmación de la posición de los asesores dentro
de la corte, una declaración de su importancia.
Pagina 225
Al principio asumió que su amada había tropezado y requería más del apoyo de su
brazo. Por desgracia no era el equilibrio lo que había perdido. Era su balance
completamente.
La sensación de ser arrastrado por su antebrazo hizo que volviera la cabeza, así fue
como vio lo que pasaba, la forma vital de su shellan suelta y derribándose. Con un grito
extendió la mano esperando atraparla, pero no fue lo suficientemente rápido.
Mientras la multitud se quedo sin aliento, Anha cayó sobre el suelo, con los ojos sin
vida mirándole, pero sin ver nada, su expresión tan en blanca como alguien mirando en un
espejo, con la piel más pálida de lo que había estado en su recámara.
— ¡Anha! —Gritó mientras se lanzaba al suelo con ella. — ¡Anha…!
J.R. Ward The King
Capítulo 18
Traducido por: Manu Blanco.
Corregido por: Zirita Bellamy
Pagina 226
la marca de nacimiento de media cara, le había disparado unas seis
pulgadas44 por encima de su rodilla, el hecho de que aun pudiera
moverla probablemente significaba que la bala no había llegado al
hueso, pero hablando de dolor. El ardor y la palpitación eran
suficientes para hacerla tener nauseas.
Silencio.
44
Cerca de 13 centimetro.
J.R. Ward The King
— ¡Mierda!
Pagina 227
Su única posibilidad era dominar a un guardia armado, y en su
condición actual no tenía ni idea de cómo hacerlo. A menos que…
Pagina 228
Abruptamente su voz estaba muy cerca. — ¡Levántate perra!
Pagina 229
uno tras otro. Y mientras él trabajaba en ella contuvo el impulso de
golpearle la cara, no tenía suficiente fuerza para dominarlo desde
ese ángulo y si ella peleaba muy pronto, iba a terminar, sin dudas,
encadenada a la maldita pared.
Y claro, lo intento.
Pagina 230
su puño.
Ella fue por la carne suave bajo las costillas que protegían su
hígado y su bazo, una y otra vez. Hasta que el tipo intento
defenderse entonces volvió a pegarle en la cabeza, más duro esta
vez, hasta que empezó a sudar, incluso estando mayormente
desnuda y el aire de la celda como si estuviera helando.
Una.
Y otra.
Y otra vez.
J.R. Ward The King
Pagina 231
Metiendo aire en sus pulmones, la fuerza dejo su cuerpo, y su
brazo cayó a un lado, los eslabones de la cadena desenrollándose
solos, cayendo al suelo con un siseo.
De vuelta a su víctima.
Joder, iba a ver esto tras sus parpados por un largo, largo
tiempo.
Cuando salió de la celda cerró las barras tras ella. Estaba muy
Pagina 232
segura de que el bastardo estaba muerto, pero las películas de
terror y toda la franquicia de Batman, sugerían que era mejor cerrar
las puertas cuando se trataba de los chicos malos.
Por favor deja que este sea el otro tipo muerto… y mierda,
¿Qué clase de noche de mierda era esta que estaba incluso en su
radar?
Pagina 233
uno veía usualmente en los sótano, demasiado estrecho y alto para
poder ver hacia afuera. Y solo habían tres puertas: por la que había
salido, otra entre abierta que mostraba una tapa de baño y la
tercera… se veía ciertamente bien reforzada.
Nada se movió.
¡Claro! Pensó…
Pagina 234
— ¡No me jodas!
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En el instante en que puso el pulgar en el lector, la luz
empezó a parpadear naranja.
Rojo.
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lejos y nunca más ponerme a mi misma en peligro.
Capítulo 19
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Rosmery Gutierrez
Pagina 237
Gore Mountain.
La pendiente que seguía era más apta para los cascos de las
cabras. Afortunadamente la tracción superior de la SUV transformo
sus llantas en unos cascos bastante decentes. Este era, sin
embargo, otro retraso mas, al punto en el que Assail estaba casi
convencido de que habían elegido el camino equivocado: aun
cuando Benloise estaba con ellos, uno no ponía a cargo al hombre
que tenía una serie de edictos sobre él, y en el caso de que los
captores no se pusieren en contacto, cualquiera que fuera el
secuestrado podía ser eliminado.
Pagina 238
completamente.
En sus pesadillas.
Pagina 239
Ella alzo los brazos hacia adelante en la oscuridad.
Ella dio otro paso, y otro, y nadie salió detrás de ella, tenía la
esperanza de que no toda esa sangre fuera de ella.
desnuda.
Que se jodan.
Pagina 240
temblaba.
— ¡No me dejes!
Pagina 241
— Mi amada, estos son mis parientes. —Y mientras se inclinó
para que ella pudiera verlos, dio gracias de que ellos tuvieran el
mismo color de piel y que sus rasgos eran tan parecidos a los
suyos. De hecho lo tres podían ser confundidos como hermanos. —
Ellos te llevaran hasta un lugar seguro, y expondrán sus vidas por
encima de la tuya.
— No tardaré.
Mía, pensó.
Pagina 242
helicóptero.
¡Pop!
la vista.
Pagina 243
Volvió para revisar de nuevo a su prisionero.
que uno sólo podía imaginar era el Infierno. Su brazo derecho había
sido tirado a través de los barrotes de hierro, y el muñón sangriento
anunció de quién era la mano que había sido tomada.
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enajenación.
Pagina 245
Assail busco su mochila y la abrió. Busco a través del montón
de explosivos que traía con él, sabía que había suficiente para
volarlo por los aires. Se inclinó hacia Benloise. El hombre estaba
cubierto de lágrimas, sacudiendo la cabeza como si esperara
despertar.
Pagina 246
La mordida era un símbolo de lo que un macho hacia por
instinto para proteger a su hembra. Le hubiera roto por completo el
cuello si no supiera que Benloise estaba ya siendo torturado.
Pagina 247
Benloise iba a perder la cordura.
puertas.
Cerrada.
Pagina 248
Assail se estremeció en su propia piel. — Bien hecho. Estoy
donde acordamos.
— ¿Quedaste complacido?
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— ¿Puedo hablar con ella?
45
Original en portugués: Mi dios.
J.R. Ward The King
Joder.
Lo que vio era lo que ninguna hembra quería ver, sobre todo
después de haber sido secuestrada: su cara de hecho, estaba
cubierta de sangre, su mandíbula, sus labios manchados, y sus
colmillos…
Pagina 250
Esperaba que la sangre en su rostro hubiera sido el motivo
de su reacción. Se agacho y trato de lavar sus manos, pero el grifo
era de los que había que mantener apretado con una mano para
que funcionara. El proceso le llevó muchísimo tiempo, llenando la
palma de una sola mano y llevándola a su rostro, una y otra vez. Al
final no tenía nada con que secarse.
46
Cofundador de una empresa especializada en productos para el cabello.
J.R. Ward The King
Pagina 251
J.R. Ward The King
Capítulo 20
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Payne Rlhdn
Pagina 252
hacerlo.
47
Se refiere a la frase: -I have a headache… -Maybe its a Tumor. –Its not a toomah: es una broma al
acento de Arnold Schwarzenegger.
J.R. Ward The King
Pagina 253
al macho de ello y evidentemente no iba a ser Beth.
48
Estimated Time of Arrival : tiempo estimado de llegada
49
Abreviatura medica común para una urgencia. De la palabra latina Statum que significa
Inmediatmente.
J.R. Ward The King
Pagina 254
supuesto, todavía tenía el Escalade. Justo la versión más reciente
del mismo.
50
Te de hierbas chinas
51
Pastelitos rellenos de crema.
J.R. Ward The King
Pagina 255
el palacio de un zar trasladado a las montañas a las afueras de
Caldwell. ¿Cómo era posible que su padre lo lograra? ¿Y en 1914?
John se preguntaba. No tenía idea. ¿Y aún más impresionante?
Durante casi un siglo, Darius de alguna manera fue capaz de
mantener a los humanos fuera de entrometerse en la propiedad
privada, a los lesser apartados fuera de él y a los symphaths
desorientados en cuanto a sus coordenadas. Esta ubicación y su
centro de formación subterráneo no habían sido comprometidos en
toda su historia. Incluso durante las redadas.
― ¿Dónde está?
Pagina 256
estaban jugando al billar detrás de Wrath suspendieron todo
movimiento, todos callaron, hasta que sólo la canción del álbum
Marshall Mathers del LP2 de Eminem quedó golpeando en el fondo.
Frente a esa mirada, John caminó adelante. Sí, casi todos los
hermanos estaban allí con Wrath, sin duda, habían percibido su
estado de ánimo e hicieron un circulo a su alrededor.
Pagina 257
estaba de pie al lado del rey y al siguiente él se estaba defendiendo
contra un ataque que ni había provocado, ya que era... bien, de
vicio.
Pagina 258
agarro el último sofá antes de que desgarrara otro trozo del molde
de la arcada. Ellos simplemente no eran estúpidos.
52
Hace referencia a la escena de una película.
J.R. Ward The King
Pagina 259
mano derecha de nuevo en el rostro del hermano.
53
Marca de mechero
54
Oso pardo , uno de los más grandes del planeta
J.R. Ward The King
Todo el mundo miró hacia el arco. Fritz estaba de pie allí con
una bolsa de lona Louis Vuitton en una mano y la expresión de
alguien que está siendo testigo de un accidente de coche frente a
él.
Pagina 260
J.R. Ward The King
Capítulo 21
Traductor: María Vjm
Corrector: Agnes Tahlly
Pagina 261
bien, aunque no quedaba mucho después de que pagara su
alquiler y no había alguna oportunidad para conseguir un ascenso
en el Caldwell Courier Journal. Oh, y el romance de cualquier tipo
era tan ficticio y lejano en el horizonte como el Llanero Solitario.
Pagina 262
la sensación de no pertenecer a ese lugar, la inquietud que era
cada vez mayor mientras se acercaba su transición.
55
Hace referencia Alicia en el país de las maravillas
J.R. Ward The King
Pagina 263
escritorio, en las mesitas junto a la cama, en la repisa de la
chimenea.
Su madre.
¿Qué tipo de vida vivió esa mujer? ¿Cómo Darius dio con
ella? De lo que Wrath le dijo en el principio, el par no estuvo por
mucho tiempo juntos antes de que ella descubriera quien era
realmente Darius y escapara rápidamente. No fue hasta que
descubrió que estaba embarazada que regresó a verlo, asustada de
lo que ella traía al mundo.
los vampiros.
Bueno, una vez más, era así como había muerto su madre
¿No?
— ¡Maldición!
Pagina 264
Sentándose en el colchón, puso la cabeza entre sus manos.
Tal vez Wrath tenía razón. Tal vez todo lo concerniente a la
concepción realmente era demasiado peligroso para perder el
tiempo. Pero eso no es excusa para la forma en que la había
tratado, y esto no terminaba la discusión.
Pagina 265
Con el siguiente número que intentó fue con el del radio
receptor que estaba junto a su cama, aquel que estaba tan oculto
que Beth nunca antes lo escuchó sonar. Ninguna respuesta.
—Beth.
—¿Estás bien?
Pagina 266
―Oh, sí. Por supuesto.
¿Qué demonios?
—Esta dormido.
Pagina 267
—Bueno, eso es genial —se escuchó a si misma decir—.
Estoy muy contenta por él.
—Beth…
—Mira, tengo que irme —Sí, ella estaba ocupada, muy, muy
ocupada—. Si se despierta, dile que...
decidirse a colgar.
Pagina 268
La gente la respetaba.
―¿Beth?
Pagina 269
Tohr se recuperó más rápido que Beth.
Pagina 270
habitación.
Por otra parte ¿Cuándo fue la última vez que Wrath realmente
durmió durante el día? No desde antes de que le dispararan.
Pagina 271
J.R. Ward The King
Capítulo 22
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Payne Rlhdn
Pagina 272
sangre había perdido?
―Casi estamos.
¿Por favor?
Pagina 273
El Range Rover paró abruptamente. ―Creo que ya estamos
aquí… o en alguna parte.
56
Marca de agua
J.R. Ward The King
―Gracias.
Pagina 274
Más allá el camino estaba lleno de nieve que se extendía. Y a
cierta distancia más adelante llegaron a otra barrera. Esta era
menos frágil y más alta también, hecha de cadenas de eslabones
oxidados y sin embargo parecía sólidamente fijada a su puesto.
Y así fue.
― ¿Vas a detenerme?
Pagina 275
un Oscar. Y si no lo hacía… bueno, tal vez esto era una manera de
Dios para responder a sus oraciones. Una solución segura para
mantenerla con vida era echarla al sistema judicial.
―Sí.
57
Tuneles conocidos por sus dimensiones
J.R. Ward The King
Pagina 276
― ¿Dónde estamos? ―Preguntó ella cuando llegaron a una
puerta cerrada. A modo de respuesta, la cosa se abrió de par en par
y un equipo médico llegó, médicos, enfermeras, camilla y todo.
58
Estadio de un equipo de baloncesto
J.R. Ward The King
―Quédate.
Pagina 277
el ceño; luego miró francamente cabreado. Pero a medida que el
hombre se encogía de hombros y el del Mohawk se quedaba
impasible, Assail finalmente se giró levantando su arma por encima
de él y fue cacheado por los otros. Y sólo después de que sus
hombres se bajaran y fueran sometidos al mismo tratamiento el
proxeneta le hizo un gesto a los médicos y enfermera para que
fueran al coche.
Pagina 278
Era la única circunstancia por la que Assail hubiera consentido
estar vulnerable y lo odiaba. Pero era necesario.
Pagina 279
El macho levantó las manos como si estuviera siendo
apuntado con una pistola. ―Está bien, está bien. Vamos a
relajarnos. Tú me quieres fuera, yo me voy fuera.
Pagina 280
correcto ―La doctora rubia puso sus manos en alto cuando sus
colmillos brillaron de nuevo ―. Está bien. Sólo sígueme.
Pagina 281
―No, pues no… vamos a estar bien. Bien, adiós. ―Luego, en
un tono mas bajo, dijo entre dientes ―. Él es un macho vinculado.
¿Puedes manejar eso si tengo que hacerle un examen interno a
ella?
―Quédate.
comprometer su privacidad.
Pagina 282
relajada. ―Está bien.
Pagina 283
―Marisol, necesito saber si hay cualquier otro lugar en el que
podrías haber sido herida.
Pagina 284
J.R. Ward The King
Capítulo 23
Traductor: Gloria García
Corrector: Payne Rlhdn
―Habla, sanador ― Wrath exigió mientras se puso de pie sobre el cuerpo inmóvil
de su shellan―. ¡Habla! Queridísima Virgen Escriba, parece muerta.
En efecto, inmediatamente después de que Anha colapsara, la había llevado de
regreso a su habitación de emparejado, los Hermanos estaban con él, los aristócratas y sus
juegos sociales sin valor quedaron atrás. Fue él quien había depositado a su amada sobre
la ropa de cama mientras el sanador era convocado, y fue el que había aflojado su corpiño.
Los hermanos se habían ido tan pronto como el medico de confianza llegó con sus utensilios
profesionales de curación, y entonces habían sido sólo ellos tres, el fuego crepitante, y el
Pagina 285
grito que rebotaba en su alma.
Pagina 286
―Mi señor, le pediría que la alimentara. Ahora y tan frecuente como ella pueda
tomar de su vena. Tal vez la carga de energía que viene con ello pueda revertir esto...
ciertamente, si tiene alguna esperanza, es usted. Y si se despierta, le dará agua fresca
solamente, nada de cervezas. Nada que causará una mayor depresión de su sistema…
―Fuera.
―Mi señor, ella es…
― ¡Déjanos…ahora!
Wrath era consciente del macho tropezando hasta la puerta. Y así el sanador
podría… una furia asesina estaba aumentado en el pecho de su rey y la podría dirigir a
cualquier forma corporal a su alcance. Cuando la puerta se cerró de inmediato, Wrath se
acercó a la plataforma de la cama. ―Mi amor ―dijo con desesperación―. Anha, mi
amor, escucha mi voz.
Sus rodillas se aflojaron.
J.R. Ward The King
Pagina 287
Izo la daga, cuando se subió la manga adornada con joyas y adornos de oro se
rasgo la fina tela que cubría su pecho y la tiro detrás de él. Mientras aterrizaba con un
sonido de raspado, todas aquellas gemas meticulosamente colocadas rasparon el roble duro,
se cortó con el filo de la navaja la muñeca. Aunque él deseaba que hubiese sido su garganta.
―Anha, por favor, levántate. Levanta la cabeza, mi amor. ―Apoyándola sobre
su antebrazo libre, acerco su muñeca sangrando hasta sus labios―. Anha, toma de mí...
bebe de mí.
Sus labios se abrieron, pero no fue por que aceptase el alimento. No, era sólo el
ángulo de su cabeza. ―Anha, bebe... vuelve a mí.
Cuando gotas rojas cayeron en su boca, él oró para que de alguna manera llegaran a
la parte posterior de su garganta, y de ahí a sus venas, reanimándola con su pureza. Esto no
era su destino, pensó. Ellos tenían que estar juntos durante siglos, no separados, un año
después de su emparejamiento. Esto no les podía pasar a ellos.
Pagina 288
superficie tormentosa. Él estaba en el oscuro tono de su ceguera,
naturalmente y como siempre, echó el brazo hacia el lado opuesto
de la cama
¡Crash!
―Hey, hey...
Pagina 289
estar sobre él, abrazándolo.
Pagina 290
―Vamos, amigo. Necesitamos un poco de privacidad.
Pagina 291
de información era demasiado vergonzosa para soportar.
Capítulo 24
Traductor: Luisa Camargo
Corrector: Payne Rlhdn
Pagina 292
ella sabía quien era.
Assail se quedo helado al oír sus palabras, y si, tal vez si ella
no se hubiera tomado los medicamentos para el dolor, no habría
J.R. Ward The King
―Necesitas comer.
―Voy a alimentarte.
―Yo…
Pagina 293
Por alguna razón, pensó de nuevo en esa noche en la nieve,
cuando había seguido su rastro en su propiedad y se había puesto
delante de su coche. Hablando de ser amenazador en la oscuridad,
Jesús, a él le había asustado como la mierda. Pero no fue eso todo
lo que había sentido.
59
Cadena de tiendas de venta de muebles
J.R. Ward The King
Pagina 294
tenedor y el cuchillo, la cucharas seguían plegadas en la servilleta.
Pagina 295
plata con un toque suave, como si los usara en su propia casa. Y
no había derramando ni una gota de café como ella. O dejado caer
algún trozo de comida antes de meterlo en su boca. Un perfecto
caballero.
― ¿A quien?
―Benloise.
―Dos hombres…
Pagina 296
―Animales ―dijo el bruscamente―, ellos eran animales que
se merecían todo lo peor y mas.
―Eso fue culpa mía ―Ella cerro los ojos―. Debía saber que
Benloise tomaría represalias. Pero no creía que serian a ese nivel,
― ¿Cuantos?
― ¿Cómo dices?
Pagina 297
ellas.
―Deberías.
Una vez que ella tuviese otra vez el control sobre si misma, tal
y como él se había asegurado que pudiese hacer, volviera a casa
de su abuela y podría empezar de cero.
Pagina 298
no sabía como ayudarla.
Pagina 299
todo, desde su ondulado pelo oscuro que había sido completamente
suave cuando la había duchado en el baño del hospital, sus mejillas
pálidas, a sus labios perfectamente formados.
Pagina 300
―Entonces, ¿Dónde estamos?
61
Bram Stoker , autor de Dracula
J.R. Ward The King
― ¿Humano…?
Pagina 301
sentía cada estremecimiento de su cuerpo.
― ¿Por qué?
Pagina 302
No hablaban, pero no tenían que hacerlo.
Capítulo 25
Traductor: Katty Carro
Corrector: Payne Rlhdn
― ¡Wrath!
Pagina 303
Finalmente debía haber caído rendida encima del edredón.
― Hola.
Pagina 304
Ella dejo salir un gemido: ―Gracias.
― ¿Una pesadilla?
― No. Te añoro.
― Estoy en su habitación.
― ¿Estás ahí?
J.R. Ward The King
―Puedo apostarlo.
Pagina 305
escuchado que todo fue bien en el centro médico.
―Te llamé.
― ¿Lo hiciste?
―Ah…Sí.
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asustado de morir o lo que fuera. Sabía que la herida era mala, pero
he estado en un montón de mierda antes… e iba a conseguir pasar
a través de ello porque nadie ni nada me iba a apartar de ti.
― ¡Oh, Wrath!
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ceguera ¡Oh! No te engañes a ti misma. Legalmente, si tenemos un
niño, va a ser mi sucesor. No tendrá elección. Jesucristo, Beth, odio
tener que salir de cama, odio ese jodido escritorio, odio las
proclamaciones y la mentira, y estar encerrado en esa jodida casa.
Lo odio.
Pagina 308
corazón ―. Es como un vacío en el centro de mi pecho. No tiene
nada que ver contigo o como me siento con respecto a ti. Es en mi
interior, es como si se hubiera encendido un interruptor en mi
interior, ¿sabes? Y desearía poderme expresar mejor que eso, pero
es difícil de describir. Ni siquiera sé lo que fue, hasta una de esas
noches, ¿cuándo Z llevó a Nalla a nuestra casa en Manhatan e hice
de niñera? Estaba pasando el rato en su suite, con Nalla durmiendo
en mi regazo, y simplemente me quedé mirando todas las cosas
que tenían en su habitación. El cambiador, los móviles, esa cuna,
todas las toallitas, los biberones y chupetes. Y simplemente pensé:
Quiero esto. Todo. El Genio de los pañales, los patitos de goma y
las noches sin dormir. El olor de la caca y el dulce olor de la hora
del baño, los llantos y los arrullos, el cliché del rosa y el azul63…
sea lo que sea que tengamos. Y escucha, lo oculté. Realmente lo
hice. Estaba tan conmocionada que pensé… Es un estado de
ánimo, una fase, una ilusión pintada de rosa de la cual iba a
despertar.
62
Big fucking deal
63
La autora específicamente utiliza el color robin’s-egg blue, el equivalente en español sería el azul
turquesa.
J.R. Ward The King
―Sobre un año.
― ¡Maldición!
Pagina 309
Hubo otro largo silencio.
― ¿Qué?
64
Marca de botas de alta calidad.
J.R. Ward The King
Pagina 310
explicarme a mi mismo. ¿Cuándo tú estás conmigo? De nuevo, no
es una excusa y no es por tu culpa, pero me estoy preguntando si
no tiene parte de culpa en todo esto.
Pagina 311
Serenamente.
Pagina 312
―Quiero que hagas algo por mí.
Capítulo 26
Traductor: Maite Muñoz
Corrector: Payne Rlhdn
Pagina 313
Estos no eran los que llevaban el escudo familiar.
―Sólo lo comprobaré.
Pagina 314
colaboradores
Cada vez que andaba por la casa, con sus muebles Jetsons y
la total y absoluta falta de florituras, se sentía como si estuviera de
vuelta en la América de la post-Segunda Guerra Mundial y esto lo
tranquilizó. Le gustaba el pasado.
65
Arquitecto Estadounidense, uno de los grandes maestros del siglo XX. Precursor de la arquitectura
orgnica y el iniciador del movimiento Prairie Scholl. Uno de sus proyectos mas famosos es la Casa de la
Cascada.
J.R. Ward The King
Pagina 315
mascota. Tenía preguntas que se suponía tenías que responder
sobre lo que el perro había aprendido, o lo que te perdiste sobre el
gato, o cual había sido tu momento preferido con tu cacatúa.
Era tan difícil ser feliz por ser que amabas. Cuando él estaba
con alguien más.
En ese caso...
Pagina 316
raíces. No es que realmente él las hubiese dejado alguna vez.
No hubo respuesta.
Pagina 317
nuevo, la puerta fue abierta por el mayordomo.
Pagina 318
Saxton se quedó inmóvil. Giró hacia la parte posterior de la
habitación.
― ¡Oh, Jesús!
Sucesión.
Pagina 319
por otro conjunto de puertas cerradas a través del pasillo.
Pero esta noche no. No, esta noche, tenía un propósito mucho
mayor que el de frustrar lo que sin duda iba a ser uno más de los
intentos de su padre por avergonzarlo.
Pagina 320
Purrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.
―Respóndeme.
Pagina 321
El hecho de que ni siquiera podía pensar en la ultima vez…
nop, totalmente en blanco.
―Cómo.
―No fue él. Nah. Él fue la segunda persona que vino a verme
la pasada noche.
― ¿Qué hora es? ―Aunque el hecho de que podía ver por las
ventanas en la noche, al menos le respondió parcialmente.
Pagina 322
Trez dejó caer las manos. Mirando fijamente a su hermano,
pensó que debía de haber oído mal. ―Lo siento, ¿quién?
Pagina 323
¿Desde entonces? De alguna manera, iAm se había
convertido en el responsable de llevarle hacia adelante.
Sonriendo.
Pagina 324
volvería a ver el mundo exterior de nuevo. La guardia de la reina le
iba a recluir en ese laberinto de pasillos, lo encerrarían porque él
era algo equivalente a un macho de harén, separándole incluso de
su hermano.
―No.
―No.
enojado con ellos, con la reina, con cien mil cosas, pero hemos
llegado a la encrucijada, y hay sólo dos opciones. Realmente tienes
que entender que… volveré contigo.
Pagina 325
puerta que separaba sus habitaciones―. Y tienes que recobrar el
juicio. Tienes dos horas. ―Me odiarás ―le espetó.
― ¿Por ellos?
―Si.
Capítulo 27
Traductor: María Vjm
Corrector: Payne Rlhdn
Denegado.
Pagina 326
ojos detrás de su gafas envolventes —Z.
Wrath se pasó una mano por el cabello. —No, no, sí, está
bien.
Rosa.
—Ah... claro. Sí, quiero decir, Bella está afuera trabajando así
que tenemos un poco de intimidad. Pero vas a querer…
¡Chhheeeeeeeeeeeeeeeeeeep!
Pagina 327
que cada uno estaba hablando de su crío… sólo que el de Wrath
tenía cuatro patas
Y una cola.
―Gracias.
Wrath hizo una mueca detrás de sus gafas, y pensó que bien
podía terminar con esto de una vez. —Beth quiere que hable
contigo.
— ¿Sobre qué?
Pagina 328
Gran cambio.
—Sí.
Mentiroso.
Pagina 329
— ¿Esto es sobre el tiempo que pasa Beth con Layla?
—¿Valió la pena?
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amando tanto a mi hija como la amo. Independientemente de todo,
como todos los machos emparejados Bella es mi centro de todo,
aun incluyendo a mi hija.
Pagina 331
Al minuto en que Beth entró en el magnífico vestíbulo de la
mansión, se detuvo en seco. Al principio, no pudo reconocer la pila
de astillas de madera que estaba a un lado bajo la bóveda de la
sala de billar. Pero entonces, reconoció el destrozado recubrimiento
verde: Era la mesa de billar. Viéndose como si alguien la hubiese
destrozado con una motosierra. Al pasar, miró dentro y sintió como
su mandíbula se desencajaba.
Pagina 332
—Eso esta claro —Beth miro por encima de su hombro—
¿Quién lo hizo…?
—De acuerdo.
Pagina 333
¡Dios Santo! si alguien le hubiese dicho hace un par de años
que ese guerrero pudiese ofrecer algo más que una bala en la
cabeza, de ninguna maldita manera o hubíera creido. ¿Y el hecho
de que en ese momento estuviera sosteniendo a un bebe
extremadamente adorable en sus musculosos brazos, y decir de
paso que es su hija quien miraba hacia la cara llena de cicatrices de
Z con una total y absoluta adoración?
Pagina 334
Pasando por el umbral, cruzó la alfombra Aubusson y se
detuvo justo frente a solo dos de los símbolos de la monarquía. Se
imaginó a Wrath ahí, con el papeleo y la rutina, como un tigre
atrapado en un zoológico, bien alimentado, constantemente
atendido, no obstante enjaulado.
la mierda.
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amaba. Y ese iba a ser el resultado, además suponiendo que
pudiera quedar embarazada y tuviera un hijo sano, si tuvieran un
hijo, él iba a terminar aquí.
Wrath ya era el rey cuando ella se emparejo con el, pero para
ella, en ese momento era demasiado tarde. Estaba completamente
enamorada y si su trabajo hubiese sido el de ser guardia de
seguridad o un alto jefe de Estado, Beth se hubiese enganchado de
igual manera. En ese momento no pensaba en el futuro. Solo el
estar a su lado era más que suficiente.
Pagina 336
amor, un matrimonio feliz y una ardiente vida sexual ya era rizar el
rizo.
El infierno se congelara.
Por mucho que esto doliera, tenía que elegir otro camino y
J.R. Ward The King
Pagina 337
The Rolling Stones tenían razón.
J.R. Ward The King
Capítulo 28
Traductor: Mari Cruz
Corrector: Payne Rlhdn
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desperdicio de ADN para su padre.
Pagina 339
programado.
un cumplido.
Pagina 340
―Estoy donde estaba ―murmuró.
―Por supuesto.
Y entonces llegó.
Pagina 341
Como su padre solo se despidió con la mano, sintió un alivio
pasajero. Por lo general, la peor parte de sus visitas en persona era
la despedida. Mientras se iba, su padre afrontaba otro intento fallido
de traer a su hijo de vuelta, empezaba el paseo de la vergüenza
otra vez.
Por eso cada vez que se iba, revivía el haber sido expulsado
de esta misma casa una semana después de que su madre hubiera
muerto: le habían echado con la ropa que llevaba puesta, nada de
dinero, y ningún sitio donde quedarse mientras el amanecer se
aproximaba.
66
Se refiere a salir del closet o contar su condición sexual.
J.R. Ward The King
Silencio.
Pagina 342
el enfoque y la luz fueran buenos, y de que no salieran movidas…
Pagina 343
―Wrath no es un rey para la raza ―. Tyhm negó con su
cabeza. ―Nada bueno ha sucedido desde que su padre fue
asesinado. Ahora, aquel era un gobernante. Yo era joven cuando
estuve en la corte, pero recuerdo a Wrath, y mientras que el hijo no
se preocupa de las formas correctas, el padre era un rey estelar, un
macho sabio con paciencia y majestad. Qué fracaso el de esta
generación.
Saxton miró al suelo. Por alguna absurda razón, notó que sus
mocasines estaban perfectamente pulidos. Todos sus zapatos lo
estaban. Limpios y ordenados, arreglados. Le resultaba difícil
respirar.
Pagina 344
en la cuenta. Era casi como si su padre estuviera participando en el
intento, sólo porque no podía hacer nada acerca de su propio
fracaso de descendencia.
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Sola se subió los jeans nuevos hasta las rodillas y se detuvo.
Apoyándose, pasó con cuidado la cinturilla por encima de la herida
de su muslo.
―Te ves…
Pagina 346
lados de su rostro.
―Perfectamente.
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y les ofrecía su mano. No hubo palabras, al menos que ella viera,
pero no había necesidad de ellas.
No sucedió.
Pagina 348
Girándose, miró cómo se quedaba atrás el centro de la
ciudad, todas aquellas luces como estrellas caídas a la tierra.
―No ocurrió.
A diferencia del resto del viaje, estar a cubierto les llevó una
eternidad, lo que se reforzó con la puerta rodando hacia abajo como
si tuviera todo el tiempo del mundo.
Pagina 349
y entonces de repente la cosa se abrió de golpe.
Capítulo 29
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Payne Rlhdn
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No era exactamente su mejor argumento, él estaba, después
de todo, tratando de llevar a sus padres a la tumba. Eso en cuanto a
su comportamiento de Boy Scout
Pagina 351
convirtió en una visión trascendental que se fue directo a sus
caderas, su polla rogando por ella.
―Estas sufriendo.
―Cierra la puerta.
Click.
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―No comprendo.
―Selena…
―Debes irte.
De ella.
Craso error.
J.R. Ward The King
Pagina 353
debajo de él. Se dio cuenta de que era ella. Se estaba moviendo
contra él, y no como si quisiera liberarse. Sus ojos, antes
alarmados, estaban ahora vidriosos, sus labios abiertos mientras se
arqueaba contra él.
―Por esto.
Mía.
Pagina 354
sabiendo que estaba bebiendo de su vena. Antes había sentido
miedo. ¿Pero cómo podía temerle ahora? No con ese cuerpo que él
tenía, con esos brazos y piernas, su propio sexo, desesperado por
recibirlo.
Estaba equivocada.
Pagina 355
cuello. Con sus colmillos sobre su piel, su cabeza colgó largo
tiempo. Hasta que empezó a lamer las heridas para cerrarlas.
Pagina 356
mano sobre uno de los paneles. Del otro lado, podía oír su profunda
respiración.
― ¿Trez?
―Lo siento.
Pagina 357
Él sacudió su cabeza ―No debes.
―Te deseo.
―No, no lo hiciste.
―Trez… Háblame.
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― ¿Sabes qué? que me vaya al infierno. Te deseo. Así que te
tienes que ir maldita sea.
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Y ella quiso más.
Él ahora ronroneaba.
Pagina 360
J.R. Ward The King
Capítulo 30
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
Pagina 361
Fue probablemente la única cosa que realmente le perforó en
todo el miedo que estaba pasando. Para él, despertar sin Beth
había sido la peor de las revelaciones y si así es como ella se
sentía sin un bebé, entonces su tiempo en la cama iba a ser muy
frío para ambos.
George estornudó.
Pagina 362
Tenía sentido. En aquel entonces nunca le habían visto así
alrededor de una hembra.
— ¿Mi señor?
—Mi señor…
Pagina 363
pies hasta que tuvo que poner una mano fuera y agarrarse a la
pared. La cosa le golpeó, pero pasó pronto y se enderezó
enseguida, con sus shitkickers plantados firmemente en el suelo.
Extraño.
Esperándolo.
Cuando Anha oyó su nombre a una gran distancia, se sentía como si estuviera
ahogándose.
Cogiendo una gran bocanada de aire, sabía para que la estaban convocando y
quería responder a la llamada. Era su compañero, su amado, sus hellren que le hablaba a
ella.
Pagina 364
Y sin embargo, ella no lo podía alcanzarlo, su voluntad estaba atada por algún gran
peso que se negaba a dejarla ir libre.
No, no era un peso. No, era algo introducido en su cuerpo, algo ajeno a su
naturaleza.
¿Tal vez el bebé? se preguntó con horror.
No se suponía que tenía que ser así. El retoño que había concebido en el interior de
su vientre se suponía que era una bendición. Un golpe de suerte, un regalo de la Virgen
Escriba que garantizaba un próximo rey.
Pero… había sido después de su necesidad que había llegado a sentir la enfermedad.
Ella había escondido los síntomas y el preocuparse para poder proteger a su amado de la
preocupación que florecía en su interior. Sin embargo, había perdido esa lucha, había caído
en suelo a su lado en el festival.
Lo último que había escuchado con claridad era que le llamaba por su nombre.
J.R. Ward The King
Tragando, saboreaba el familiar sabor de su sangre, como el vino espeso, pero las
ansias de alimentarse bebiendo de su vena que siempre la acompañaban no seguían ahí.
La enfermedad estaba reclamándola, pieza por pieza, privándola de esa función.
Iba a morir de esto como fuera.
Adiós, quería decir adiós a Wrath. Si no podía revertir esto, por lo menos lo que
podía hacer era ofrecerle algo dulce para amar cuando ella fuera al Fade.
Convocando los resquicios de fuerza que le quedaban, tiró contra la cuerda que le
arrastraba hasta su muerte, tirando con desesperación, rezando por tener la fuerza que
necesitaba para verle una última vez.
En respuesta, sus párpados se levantaron lentamente, sólo a medias, pero sí, vio a su
amado, con la cabeza gacha y el cuerpo derrumbado en el suelo, al lado de su lecho.
Estaba llorando abiertamente.
Pagina 365
Su mente mandó la orden de extender su mano, a su boca que se abriera y le
hablara, y girara su cabeza hacia él pero nada se movía.
Nada fue pronunciado.
La única cosa que salió fue una sola lágrima que se posaba solitaria en el rabillo del
ojo, engordó hasta colmar y se deslizó hacia abajo por su fría mejilla.
Y entonces lo hizo, volvió a cerrar sus párpados a modo de despedida, haciéndolo
con fuerza.
Inmediatamente una niebla blanca hervía de en las esquinas de su negro campo de
visión, sus rizos por sus mejillas sustituyendo la ceguera que se apoderaba de ella. Y a
través de sus rizos una extraña iluminación, como una puerta llegaba a ella, avanzando
como si estuviera en una nube.
Sabía sin que se lo dijeran que si abría la puerta, si ella se acercaba al botón de oro
y abría el portal, sería bienvenida al Fade, y no habría vuelta atrás. Estaba también
J.R. Ward The King
Pagina 366
—Wrath...
¿Cómo iba a salir de la Tierra cuando gran parte de ella se quedaría atrás?
Anha frunció el ceño. La puerta de antes parecía haber retrocedido. ¿O quizás era
que lo hubiera imaginado?
No, se estaba retirando. Poco a poco, inexorablemente.
— ¡Wrath! —Gritó —. ¡Wrath, no me dejes! ¡Wraaaaaaaaath!
— ¿Sí?
Anha gritó mientras giraba alrededor. Al principio, no tenía idea de lo que iba a
encontrar: Era un niño pequeño, de siete u ocho años, de pelo negro y pálidos ojos, su
cuerpo tan dolorosamente escuálido que su primer pensamiento fue que le debía alimentar.
— ¿Quién eres tú? —Dijo con voz ronca. Y sin embargo, ella lo sabía. Ella lo
sabía.
J.R. Ward The King
— Mentira.
—Me estoy muriendo.
Pagina 367
— Bebe, bebe de lo que está en tu boca.
La cadencia de sus palabras estaba aumentando más y más rápido, como si supiera
que se le estaba acabando el tiempo y por extensión, a ella se le acababa también.
Esos ojos suyos, de un verde pálido… había algo extraño sobre ellos. Las pupilas
eran demasiado pequeñas.
—No puedo beber. — Repitió.
Queridísima Virgen Escriba, su mente se estaba nublando sin medida.
—Ven conmigo y serás capaz de hacerlo.
— ¿Cómo?
Extendió la mano hacia ella. —Ven conmigo. Te llevaré de vuelta a casa y entonces
J.R. Ward The King
podrás beber.
Miró hacia la puerta. Había un espacio hacia la misma, el espacio que le hacía falta
para alcanzar y completar el ciclo que había comenzado tan pronto como ella se había
desmayado en el suelo.
Pero lo que ella sentía hacia su hijo era más fuerte.
Dándose la vuelta, le dio la espalda al portal. — ¿Me devolverás a tu padre?
—Sí. Vuelve a él y a mí.
Caminando hacia adelante, agarró la cálida palma de su hijo en lugar del pomo de
la puerta y la acompañó escoltándola hasta salir de la niebla blanca, lejos de la muerte que
había venido por ella, hacia...
— ¿Wrath? — Susurró reclamándolo en el oscuridad.
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— ¿Sí?
—Gracias. Yo no quería ir.
—Lo sé, mahmen. Y algún día, me vas a agradecer lo que estoy haciendo.
— ¿Lo haré?
—Sí. Y todo estará bien.
Ella no escuchó el resto de lo que dijo. Así como una aspiración le había tirado
abajo, una explosión repentina la llevó hacia el exterior, impulsando de golpe todas sus
partes en el mismo momento. Y a continuación, un fuerte viento le golpeó en la cara,
echando su pelo hacia atrás, dejándola sin aliento.
Anha no sabía dónde iba a terminar. Lo único que podía hacer era rezar para que lo
que había acudido a ella fuera en realidad su progenie y no un demonio para engañarla. La
única cosa peor que no volver atrás sería ser engañado una eternidad por aquellos a quien
amaba
Capítulo 31
Traductor: Luisa Camargo
Corrector: Manny Rlhdn
—Tómame —Dijo ella con la voz más sexi que había oído en
su vida—. Enséñame…
Pagina 369
gustaba a un nivel que no entendía. Ella lo había rechazado antes y
ahora…. ¿Ahora lo deseaba?
67
Recordando frases del propio actor Howard Stern.
68
Famoso cantante estadounidense que solo protagonizo algunas películas sobre sí mismo y su
banda.
J.R. Ward The King
Pagina 370
De momento.
Por lo menos, podía hacer que disfrutara.
Había llegado la hora de Selena, él apoyo los brazos a ambos
lados de su curvilíneo cuerpo y poco a poco e inexorablemente
acerco su boca hacia la de ella, hasta que estuvieron a apenas a un
milímetro de distancia.
—No hay vuelta atrás —Gruñó.
Ella cruzo los brazos detrás de su cuello. —No hay regreso.
Le parecía justo.
Para sellar el acuerdo, la besó, rozando su boca con la de
ella, incitándola a abrirla, hasta que lo hizo, sus labios se separaron
para él, por voluntad propia. Su lengua ya había penetrado en su
sexo, solo un poco. Demonios, se había sorprendido a si mismo
lamiéndola. ¿Ahora? Poco a poco se dejo caer, terminado sobre
ella, no hubo quejas. Se centro completamente, fusionando su
69
Recordando frases del propio actor Howard Stern.
J.R. Ward The King
Pagina 371
—Lo siento —Dijo.
— ¿Por qué?
Tuvo que volver a cerrar los ojos mientras la ronca voz de ella
penetro en la bruma de su mente y rápidamente lo excito aun mas
¿Qué era lo que le había dicho a ella? oh, sí.
—No debería haber sido tan duro.
—Bueno, no me importa, me ha gustado. Todo.
Yyyyyyyyyy no había recibido el doble mensaje.
— ¿Vas a seguir? —Le pregunto
— ¡Joder si! —Si… ahora mismo. Si quieres.
El movimiento sensual de su cuerpo y su gemido fue el mejor
sonido que había oído en su vida. —Si…
Tratando de mantener atada a su bestia interior, beso todo su
cuello hasta llegar a su clavícula y luego retrocedió para mirarla.
Sus pechos eran los más bellos que había visto nunca: ella era
perfecta, sus pezones erectos en la punta de sus pechos pálidos, su
J.R. Ward The King
Pagina 372
follado en la parte posterior de un coche hace años. Con una
claridad asesina. Lo vio todo en HD70, sus dientes delanteros
manchados de pintalabios, el borrón de la máscara de pestañas
bajo sus ojos, la cirugía en sus senos era una chapuza, cada uno
de sus pezones miraban en una dirección.
Pero eso no era lo peor.
No, lo peor fue la forma en que su cabeza se movía hacia
arriba y atrás, arriba y hacia atrás porque estaba dentro de ella. Su
pene estaba en su sexo, entrando y saliendo, el ritmo crecía
rápidamente, para correrse y terminar cuanto antes.
Su erección, la que estaba a punto de entrar en Selena, había
estado en un pozo negro. Había estado en cientos de mujeres
humanas, sucias, que no habían llevado sus pruebas sobre sexo o
ETS715 encima. Seguramente ya le habían pegado el SIDA por
meterse en los pantis de las putas que se había tirado.
El hecho de que no podía contraer sus enfermedades no
importaba en lo más mínimo.
70
Alta definición.
71
Enfermedad de Transmisión Sexual
J.R. Ward The King
Pagina 373
En una rápida sucesión, vio a la morena que había dejado que
se la chupara en su oficina. A la pelirroja y a la rubia que se había
tirado en el baño del club. El trio con esas chicas de la universidad,
la gótica en el cementerio, la camarera en Sal´s, la farmacéutica
cuando había ido a buscar a Motrin una tarde, la camarera de ese
lugar, la mujer que había visto en el concesionario de coches.
Cada vez más rápido, hasta que las imágenes eran como
balas, una tras otra, tras otra, disparando directo a su cerebro.
Se alejó de Selena, todo parecía un tanto extraño y era
totalmente cierto pensar, en que las sombras tenían razón. El sexo
con los humanos lo había contaminado. Y él estaba pagando el
precio, aquí y ahora.
J.R. Ward The King
Pagina 374
llenos, tomaron otro trozo de su pan casero, y obedientemente le
pusieron mantequilla.
Increíble.
Assail desvió sus ojos hacia Marisol, que tenía la cabeza baja,
el tenedor solo desplazaba la comida. Ella no había comido mucho,
pero sí que había tomando una capsula de color naranja y gris del
frasco de pastillas de color cobre que la Doc. Jane le había dado.
Él no era el único que la miraba. Los ojos de águila de su
abuela estaban monitorizando todo: cada movimiento de ese
tenedor, cada sorbo de su vaso de agua, sobre todo la falta de
apetito.
Marisol, por otra parte, no estaba mirando a nadie. Después
de su emotivo encuentro con su línea de sangre, se había cerrado,
su mirada estaba en la comida, su voz estaba limitada en si y no
acerca de salsas y condimentos.
Ella se había retirado a un lugar donde nadie podía llegar.
—Marisol —Dijo.
Ella levanto la cabeza. — ¿Si?
J.R. Ward The King
Pagina 375
en su lengua materna, la imitó, poniendo los platos en el fregadero,
y luego fueron por la maleta. Quería pasar el brazo alrededor de
ella, pero no lo hizo. Sin embargo cogió el equipaje cuando salieron.
—Permíteme —dijo.
La facilidad con la que ella se rindió, le demostró que aun no
estaba recuperada. Asumiendo el control, la llevo por las escaleras.
Habían dos grupos: uno que subía a su habitación y el otro que
seguía al sótano, donde había cinco dormitorios.
La abuela y sus primos estaban en el nivel de abajo.
Miro hacia atrás por encima de su hombro, ella le seguía en
silencio mirando al suelo, con los hombros caídos del cansancio
físico y mental.
—Te voy a dar mi habitación —Le dijo—. Es privada.
Él quería quedarse con ella, pero no podía. No con su abuela
en la casa. A pesar que era donde quería estar.
—Gracias —Murmuro ella.
Antes de que supiera lo que hacía, forzó la puerta blindada
J.R. Ward The King
Pagina 376
el camino de las paredes de cristal.
Dando a un interruptor junto a la puerta, las cortinas se
movieron de sus compartimientos ocultos, sus longitudes de
ondulante flujo se acercaron cerrando el lugar.
—Para tu comodidad —dijo—. El baño es aquí.
Metió la mano en torno al marco de la puerta y oprimió otro
interruptor de la luz. El dibujo de color de la habitación era
almendrado y crema, y se repetía en los suelos, paredes de mármol
y los muebles del baño. Qué curioso, nunca se había parado a
pensar, en ningún sentido, sobre la decoración, pero ahora estaba
contento con los tonos, eran calmantes. Y Marisol merecía paz, se
la había ganado después de su dura batalla.
Mientras caminaba por el cuarto de baño, sus dedos flotaban
sobre las vetas en el mármol, como si estuviera en la misma tierra.
Girándose, ella se enfrento a él.
— ¿Dónde dormirás?
72
Es una madera en color marrón oscuro, fuerte usada para diseño de interiores, tiene un dibujo en
forma de grano y anillos de diferentes tamaños, que son de un brillante tono solar.
J.R. Ward The King
Pagina 377
bajo de la ventana —. Eso se ve increíble.
—Permíteme llenarlo para ti —se adelanto y subió las manijas
de bronce, el agua clara comenzó a correr y pronto tuvo agua
caliente —. Es muy profundo.
No es que él lo hubiera probado…
—También hay una pequeña cocina aquí.
Abrió una puerta oculta, revelando un refrigerador ancho, del
tamaño de un microondas y una cafetera. —Y hay víveres en el
armario de arriba, por si tienes hambre.
De hecho, era un maestro de lo obvio, ¿o no lo era? Silencio
incomodo.
Cerró el pequeño gabinete. —Voy a esperar abajo mientras te
aseas.
El derrumbe de Marisol llego sin preámbulos, los sollozos, el
movimiento de sus hombros mientras ponía su cabeza entre sus
manos, tratando de no hacer ruido.
Assail no tenía experiencia reconfortando hembras, pero se
acercó a ella sin perder tiempo. —Por lo más querido —Murmuro,
J.R. Ward The King
Pagina 378
Querido Dios, ella quería algo de él.
Fue la quietud de su cuerpo y el salvajismo de su mirada, la
que se aferro a él.
Assail cerró los ojos un instante. Tal vez estaba
malinterpretándolo todo, pero no lo creía, aunque en cualquier caso,
no podía dar rienda suelta a sus pensamientos, después de todo lo
que había pasado.
Dio un paso atrás. —La bañera esta casi llena. —dijo sin
convicción —. Voy a comprobar el alojamiento de tu abuela,
llámeme si necesitas algo antes de que vuelva.
Señaló el intercomunicador de la habitación, se apresuró a la
salida, cerrando la puerta tras de sí. Cayendo hacia atrás contra
ella, quería golpear su cabeza varias veces, pero no quería alertarla
de su conflicto.
Pasando una mano por la parte delantera de sus pantalones,
tenía la intención de acomodar su erección en otra posición, pero el
contacto de inmediato lo hizo gemir y sabía que tenía que hacer
algo al respecto si quería seguir con sus muy respetables
J.R. Ward The King
responsabilidades.
Apenas llego al baño de la oficina en el primer piso. Se
encerró, apoyo las manos sobre el mármol del lavabo y bajo la
cabeza.
Duro tres latidos.
Se deshizo del cinturón con rapidez, desabrochándose el
pantalón con facilidad dejándolo caer al suelo y ahí estaba su polla,
dura como una piedra, palpitante alzada más arriba de sus caderas.
Mordiéndose el labio inferior, se toco a sí mismo y comenzó a
acariciarse, apoyándose en el mármol dejando caer todo su peso en
el brazo, el placer era tan intenso que dolía.
No había nada que hacer al respecto. Se le escapo un gemido
al sentir la amenaza de su liberación. Ya había llegado demasiado
lejos como para detenerse, ya no podía parar.
Mas rápido, más arriba y abajo, hasta morderse el labio pero
Pagina 379
no era suficiente. Volvió la cabeza hacia su brazo y mordió su
bíceps, sus colmillos hundiéndose profundamente en el musculo a
través de su suéter, a través de su camisa.
El orgasmo lo golpeo duro, los picos afilados como cuchillos
entrando en el, eyaculó varias veces seguidas cubriéndose a sí
mismo con su otra mano libre.
Incluso con el apogeo de la liberación, honro a Marisol:
Deliberadamente bloqueo todas esas imágenes que tenia de ella
guardadas en su mente, decidido hacer de esto solo un acto
exclusivamente físico.
Cuando termino, no se sentía nada satisfecho.
Se sentía más sucio incluso después de limpiarse a sí mismo.
J.R. Ward The King
Capítulo 32
Traductor: Regin Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
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Un aire caliente y húmedo rodeó todo su cuerpo, desde la
parte posterior de su cuello hasta la longitud de sus piernas, desde
su rostro y su garganta hasta el vientre y hacia abajo hasta los pies.
Como si ya hubiese encendido la ducha.
Desechando la sensación, bajó la cremallera del kit y lo abrió.
No había gafas de sol, no. En su lugar había un frasco de vidrio con
un líquido transparente y tres jeringas, todo bien sujeto, como si
fueran a dar un paseo en coche y quisieran respetar las leyes de
seguridad vial respecto al cinturón. La pequeña botella tenía una
etiqueta así que ella la giró e intentó ver lo que decía.
Morfina.
Nunca había visto algo así entre las cosas de Wrath. Y no era
difícil extrapolar que él podría haber ido con Jane, o demonios,
incluso con Havers, para estar preparado en caso de que ella
entrara en...
Otra ráfaga de calor de apoderó de ella y frunció el ceño
mirando la rejilla de ventilación que había sobre su cabeza. Quizás
Fritz tenía que hacer que revisaran el sistema de calefacción.
J.R. Ward The King
A medida que sus rodillas cedían sin previo aviso apenas tuvo
tiempo de agarrarse al mostrador y el kit médico cayó dentro del
lavabo de Wrath tirando sus frascos de Channel sobre él. Con un
gemido propio de un animal herido, trató de arrastrarse a sí misma,
pero su cuerpo no respondía.
Seguía su propio camino.
Un tremendo y volcánico poder explotó desde ella hacia
afuera, robándole la fuerza que le quedaba para mantenerse
alejada del suelo. Dejándose hundir, se hizo un ovillo rodeando su
centro, sujetando con sus manos su bajo vientre, pegando las
rodillas a su pecho. Apenas notaba el frío del mármol bajo el
incendio forestal que arrasaba bajo su piel con una necesidad
sexual abrumadora que solo requería una única cosa.
A su compañero.
Girando sobre sí misma se puso sobre su espalda, luego se
giró hacia el otro lado y por último se puso sobre su vientre.
Pagina 381
Arañando el suelo resbaladizo, frotaba sus muslos entre sí tratando
de encontrar un poco de alivio, un respiro al dolor que tenía por
todas partes.
¿Cuántas horas? Trató de recordar cuántas horas le había
dicho Layla que esto duraba.
¿Veinticuatro? No, eran más.
Beth gritó cuando otra explosión atravesó su cuerpo. El sudor
brotaba de sus poros, sus colmillos se alargaron en su boca. Y esto
era solo el comienzo, en su interior ella lo sabía. Esto era solo el
principio y se iba a poner mucho peor: conforme pasara el tiempo,
las hormonas iban a dejarla incapacitada para todo salvo respirar.
¿Y pensar que ella se había prestado voluntaria para esto?
Una locura.
La necesidad era como un par de puños apretándote el
cuerpo hasta el punto que sabía que tenía que tener algunos
huesos rotos. No, no, esto iba a matarla ¿Cómo podría no hacerlo?
¿Y la necesidad de sexo? Esto no era incluso sobre tener un hijo.
Era sobre supervivencia.
J.R. Ward The King
Wrath.
Oh Dios, él iba a venir aquí cuando terminara de hablar con
Tohr. E iba a encontrarla en el suelo ¿Y entonces qué?
Incluso a través de la vorágine de sus hormonas, ella era
capaz de pensar en la conclusión a la que llevaba esto. Él iba a
estar en una posición terrible: o bien servirla y vivir con las
consecuencias que odiaba, o verla sufrir.
Cosa que nunca haría.
Sus palmas se arrastraron por el suelo resbaladizo cuando
intentó levantar su torso de quinientos kilos hacia arriba.
Agarrándose a los tiradores de los cajones como si fueran los
peldaños de una escalera, tuvo que hacer un descanso cuando
llegó a la altura del mostrador. Su visión era turbia, sus ojos
luchaban por enfocar mientras que su cuerpo rogaba por el sexo
que simplemente no podía tener.
Antes de que sucumbiera a esto por completo, iba a cuidar de
Pagina 382
las cosas por sí misma.
Las manos le temblaban tanto que necesitó de varios intentos
para lograr coger el kit, pero finalmente lo tuvo en sus manos y lo
llevó con ella de vuelta al suelo. Era hora de otro descanso contra el
frío mármol. Pero no por mucho tiempo. Las oleadas llegaban más
intensas y más rápidas cada vez.
Hurgó con sus dedos para conseguir sacar la ampolla de
cristal y ésta rebotó fuera de su correa, rodando lejos de ella.
Beth lloró mientras arrastraba su cuerpo por el suelo en un
intento de llegar a ella, estirando el brazo, palmeando el suelo con
su mano.
—Beth —Dijo una voz —. Oh, Dios... Beth
La palma de una mano masculina bajó de las alturas,
alcanzándola, buscándola a través de la nada y a través de la
ciénaga en la que se encontraba, luchó en procesar los cómos y los
porqués hasta que su cuerpo realizó la conexión por ella.
Wrath.
Cuando sus shitkickers entraron en su línea de visión, sus
J.R. Ward The King
— No puedo dejarte...
Ella le miró con dureza, no tenía fuerzas para luchar con él.
— ¡Dame las malditas drogas!
Pagina 383
haciendo. Así como cuál era la solución: Todo su instinto le rugía
que sirviera a su hembra, que aliviara su sufrimiento de la única
forma que importaba.
Sacudiéndose a si mismo se dejó caer sobre sus rodillas y
buscó con sus manos a su alrededor para encontrarla, siguiendo los
sonidos de su voz y los movimientos bruscos que su cuerpo hacía
sobre el suelo de mármol. Ella balbuceaba, retorciéndose de dolor,
perdida entre la agonía de la necesidad.
— ¡Dame las jodidas drogas!
Pagina 384
obligó a estarse quieta, hundiendo sus manos en las caderas de
ella, y entonces...
Beth gritó su nombre mientras él la penetraba, sus uñas
arañándole los hombros, sus pechos empujando contra el suyo.
Él se corrió de inmediato, sus testículos apretándose hacia
arriba y luego soltándose. Y no estaba preparado para la respuesta
que vino de ella.
Mientras ella le acompañaba en su orgasmo, su sexo le
ordeñaba, tirando de su longitud, y casi tirando de él.
Se corrió de nuevo, tan violentamente que se mordió su
propia lengua. Bombeando dentro de ella se dejó ir duro y salvaje.
Hasta que su cuerpo se tomó una pausa para recuperarse. Y
entonces fue que notó la diferencia que había causado en ella. Ella
también se estaba tomando un pequeño descanso, la tensión de su
cuerpo había desaparecido, como si las propias moléculas
estuvieran tomándose un respiro.
Pero antes de que pudiera felicitarse a sí mismo sintió algo
más. La pena impregnaba el aire, el triste olor de la emoción le
detuvo e hizo inclinar la cabeza hacia abajo como si pudiera mirarla
J.R. Ward The King
a los ojos.
—No llores —dijo bruscamente. —Leelan, no...
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Por alguna razón, él pensó en la visión de Vishous.
Te veo de pie en un campo blanco. Blanco, el blanco te rodea,
y tú estás hablando de cara al cielo. Tu futuro está en tus manos.
Jesucristo, sentía como si tuviera el aliento del Fade en la
nuca, acechándole. E incluso, a pesar de que eso era un hecho
para todo ser viviente, se sintió como en el punto de mira, como si
la fecha de su muerte estuviera a la vuelta de la esquina.
Eso no significaba que Beth fuera a vivir más que él. Todo lo
contrario. La causa más probable de su propia muerte iba a ser la
de ella.
Dejó caer la cabeza en su cuello, la rodeó con sus brazos y se
dedicó al sexo. Entregándose y cediendo, yendo con ella a lo que
iba a ser un salto de acantilado y el salto iba a ser la parte fácil en
todo esto, porque la caída libre no iba a costarle una mierda.
Era el aterrizaje el que le podía matar.
J.R. Ward The King
Capítulo 33
Traductor: Maite Muñoz
Corrector: Manny Rlhdn
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Ella conocía una solución segura. Pero él la había dejado aquí
sola.
Pagina 387
alto nivel.
―Eres preciosa.
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Hubo un momento eléctrico cuando sus ojos se encontraron.
Pagina 389
sitio, la erección detrás de su bragueta fue derecho a su centro, los
plisados pantalones de lana que llevaba se rozaban contra su
sensible piel, haciéndola gemir, en el buen sentido.
Pagina 390
Y entonces su mano se deslizó entre ellos, sustituyendo su
vestida erección, pasando por encima de su sexo húmedo, una vez,
dos veces y luego frotándola.
― Marisol. ¿Cuánto?
Cada vez que Assail pensaba que esta mujer estaba hecha
para sorprenderlo, Marisol lo llevaba a otro nivel, todavía más
profundo. En este caso, la idea de que un hombre había maltratado
su sagrado cuerpo. Virgen Escriba en el Fade, su cerebro,
literalmente, se cerró con un embotellamiento de agresión y de
agonía.
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―No te detengas ―Susurro ella mientras le acariciaba la
garganta.
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―Te seguí la noche que asaltaste su casa.
―Así que eras tú. ―Ella negó con la cabeza―. Podría haber
jurado que alguien estaba conmigo. Pero no estaba segura. Jesús,
me pones en evidencia cuando se trata de seguir a alguien.
― ¿De qué?
J.R. Ward The King
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primera noche en que la había conocido en la nieve. Entró en ella
lentamente, sintiendo como se arqueaba contra su pecho, viendo
sus ojos rodar hacia atrás, deseó que nunca se hubiesen conocido.
Pero al igual que una herida llena de sal, ella iba a estar
permanentemente en su piel.
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cerca, sentir más de ella, ser más sensible a sus necesidades.
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Por más que deseaba más de esto y tenía la intención de
tenerla de nuevo, ahora mismo no iba a derramarse dentro de ella,
no hasta que supiese toda la verdad acerca de él. Sólo así ella sería
capaz honestamente de decidir si quería o no tenerle como su
amante.
Con sus labios en su oído, le dijo:
―Más, si...
El ondulante gemido que dejó escapar fue la respuesta
perfecta. Y antes incluso de que su erección empezase a
desaparecer, antes de que sus uñas se hundieran de nuevo en sus
costados y sus piernas apretaran la parte inferior de su cuerpo más
cerca de ella, él empezó a moverse de nuevo, el sexo tranquilo por
respeto hacia ella, y sin embargo más vivo pero conteniéndose.
Nunca antes había estado con una mujer o una hembra como
esta.
Capítulo 34
Traductor: Elizabeth Dne
Corrector: Manny Rlhdn
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señaló en el centro de su pecho. Los soportes de la cama se habían construido a partir de
paneles de roble noble, y estaban a la altura justa para lo que él requería: Apoyo la base del
mango del arma en el borde de la madera, mantuvo la daga en posición vertical en su puño
y se inclinó, midiendo la distancia que tenía que recorrer hacia ella.
Poniendo el esternón sobre el filo de la daga, empujó lo suficiente como para sentir
el pinchazo.
Satisfecho con el ángulo, se volvió la daga a la inversa y apunto a la madera,
cavando un círculo entre las fibras, creando una marca para la base de la daga. Mientras
estaba erosionando la madera, sentía que era una falta de respeto que pudiera perderse el
último aliento de su Anha, por tales esfuerzos cuando debería estar pensando en ella, y solo
en ella.
Pero los preparativos tenían que ser realizados.
Si la perdía antes de que terminara, se vería obligado de hacer un intento
chapucero, y necesitaba asegurarse de que no habría ninguna posibilidad de supervivencia.
― ¿Qué... qué haces?
J.R. Ward The King
Pagina 397
― ¡Anha! ―Presionó sus labios contra los suyos y luego limpió las lágrimas de sus
frías mejillas.
De repente, el consejo del curandero volvió a él y se apresuró a poner su muñeca
encima su boca. ―Bebe, mi amor no me hables todavía. Bebe. En primer lugar y sobre
todo, ¡tienes que beber!
Su Anha lucho sólo un momento antes de que tragara correctamente una vez. Y otra
vez. Y una tercera vez.
Cuando ella gimió y cerró los ojos, no era por miedo o por estar molesta. No, era por
puro alivio vital, como si fuera a alimentar un hambre dolorosa y la agonía fuera cediendo.
―Bebe ―Dijo, como si todo fuera aún más borroso. ―Mi amor, toma de mí y
vuelve.
Acariciando el cabello hacia atrás, miró su daga. Y oró para que este milagro se
quedara con los dos. Ella siendo revivida y pronto recuperada.
― ¿Mi señor?
Ante el sonido de una voz profunda, Wrath giro la cabeza alrededor sin mover la
J.R. Ward The King
vena de sus labios. El hermano de la daga negra Tohrture estaba de pie justo delante de la
puerta cerrada de la habitación, después de haber entrado en silencio.
―Ella se despertó, ―Dijo Wrath con voz ronca―. Alabada sea la Virgen Escriba,
ella ha despertado.
―Sí, ―Dijo el hermano―. Y debo hablar contigo.
―Puede esperar. ―Volvió a centrarse en su amada.
― ¡Déjanos!
El hermano se acercó mucho, y puso sus labios contra la oreja de Wrath, para que
ninguna palabra se perdiera:
―Ella luce igual a como estaba tu padre.
Wrath parpadeó. Miró hacia arriba. ― ¿Perdón?
El hermano tenía los más increíble ojos azules, el color que rivalizaba con las gemas
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de aguas pálidas que habían sido especialmente compradas para el vestido de primavera de
Anha.
Inclinándose hacia abajo, susurró las palabras una vez más. ―Tu padre estaba
igual la noche de su muerte.
A medida que el Hermano se enderezó, sus ojos nunca vacilaron. Tampoco su
expresión. Ni su cuerpo.
Un destello de ira se estrello en Wrath. La última cosa que quería era mezclar este
espacio sagrado de esperanza con algún recuerdo de aquella noche de pérdida. Cuando
había corrido hacia el castillo sobre un corcel negro a toda velocidad a través de los
bosques, arriesgando su propia vida para volver a tiempo.
De hecho, tanto como deseaba que los capítulos de esa historia se fueran de su
mente, volvieron a él con claridad: Había sufrido una lesión durante las horas del día, un
resbalón y caída en su habitación cuando se había clavado una espiga de metal. La herida
había hecho que fuera imposible para él desmaterializarse, pero no había sido excusa
suficiente para quedarse en el castillo, cuando había sido llamado por una de las Familias
fundadoras.
J.R. Ward The King
Pagina 399
inclinó y la besó en la frente. ―No te preocupes, mi amor.
Al instante, ella se calmó bajo su toque y su voz, sin dejar de alimentarse sus ojos se
cerraron de nuevo.
―Eso está bien, ―Murmuró―. Toma lo que te ofrezco.
Cuando estuvo seguro de que ella se había acomodado una vez más, miró hacia
abajo a sus manos y frunció el ceño. Tenía las uñas azules.
Las manos de su padre habían estado enguantadas.
― ¡Vete! ―Le dijo al hermano bruscamente―. Te hare llamar.
Tohrture asintió y se dirigió a la puerta. Antes de irse, le dijo con claridad, ―No
permitas que beba algo que no ha sido probado.
¿Veneno? ¿Podía haber sido... veneno?
A medida que la puerta de su habitación fue cerrada y volvía a estar bloqueada,
Wrath sintió una extraña calma viniendo a él; la fortaleza y un propósito le fue devuelto
cuando Anha continuó bebiendo de su vena, los sorbos que la devolvían a su propio ser. Y
J.R. Ward The King
cuanto más tomaba de él, más el color de la muerte desaparecía de sus dedos.
Después de la muerte de su padre, su mundo había estado vacio, hasta que ella
había sido traída y se había convertido en su ancla, en la respiración en su pecho y en los
latidos de su corazón, también en su reinado.
¿Pensar que su padre podría haber sido apartado de él? ¿Y también su amada
hembra?
Mientras pensaba en la opinión de Tohrture, sabía que había enemigos en su corte.
Enemigos capaces de asesinato.
Wrath hervía por dentro, en su interior se sentía como si se fusionaran el acero y el
hierro.
―No te preocupes, mi amor ―Dijo, estrechando su mano en la suya―. Voy a
encargarme de todo.
Y la sangre correrá como las lágrimas derramadas por su dolor.
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Él era el rey, sí. Pero primero y ante todo, era el hellren de esta magnífica hembra y
seria su ahvenge.
J.R. Ward The King
Capítulo 35
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Manny Rlhdn
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— ¿Quiénes?
Apretó la tela de la toalla, ni siquiera podía mirar a Selena. —
Mi gente.
— ¿Acerca de qué tienen razón?
— ¿Por qué todavía estás aquí?
Cuando se dio cuenta de cómo eso había sonado, se sentó y
fue cauteloso. —Lo siento, solo quería decir, ¿cómo haces para
aguantar toda mi mierda?
Buen Dios, ella era totalmente irresistible sentada allí, la
túnica cubriendo solo sus hombros, sus pezones todavía erectos,
sus piernas colocadas de una manera en que si se movía solo un
poco, podría ver…
Selena se cubrió con la tela, y por mucho que le doliera, era lo
correcto. Él ya había arruinado el momento.
Aunque por las razones correctas.
—Lo siento. —Dijo él. Pensando que debería tatuárselo en la
J.R. Ward The King
Pagina 402
Wow, ok. Como si no hubiera pensado que ella era caliente
antes. Ahora estaba a nivel de las diosas: la belleza física era una
cosa; tener firmeza era mucho más atractivo.
Y ella tenía razón.
—Está bien. —Dijo, sintiendo un rechazo total. Pero ella tenía
derecho a saber—. He estado con montones de mujeres humanas
en los últimos años, y nada de eso me había importado hasta estar
contigo esta noche. Y creo que estoy a punto de condenar a mis
padres a una dolorosa muerte. Aparte de eso, estoy muy bien.
Ella levantó las cejas. Pero no se echó atrás; no corrió. Sin
embargo tomó una serie de respiraciones profundas. —Tal vez
simplemente empecemos desde la mitad. ¿De que en la tierra de la
Virgen Escriba, estás hablando?
—Es un maldito desastre, yo soy un desastre.
Ella esperó, claramente aguardando a que continuara. —Aún
no me has dicho nada.
Mirándola a los ojos, sintió muchísimo respeto por ella. —Dios
¿cómo es posible que existas?
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—Estoy comprometido con alguien.
Ella casi consiguió esconder una mueca de dolor. Casi. —Por
supuesto.
—Sí. En efecto. Y si no me presento, mis padres van a ser
sacrificados.
— ¿Entonces no estás enamorado?
—Ni siquiera la conozco. Y no quiero hacerlo.
La Elegida liberó algo se tensión. — ¿No conoces nada
acerca de ella?
—Nada. Excepto que es la hija de la reina.
Sus increíbles ojos se agrandaron. —Entonces tú también
debes ser de la realeza.
Él pensó en toda la diversión que estaba teniendo Wrath en el
trono. Las risitas y pataditas de Rhev columpiándose como cabeza
del imperio symphaths. Por lo menos le permitían salir de noche.
Bueno, más o menos también a Wrath.
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Pagina 404
— ¿Alguna vez les has preguntado?
—No, nunca lo he hecho. Pero si eso significa volver al
s’Hibes de nuevo. Nunca lo haré.
— ¿No puedes enviar a alguien en tu lugar?
Se imagino a iAm regresando al Territorio. El contrato era
específico por Trez, y no era como si el sumo sacerdote, o incluso
s’Ex, pudiera usarlo como carnaza y hacer un cambio. Sin embargo
podían tomar a su hermano como rehén. O algo aún peor.
Así lograrían que Trez volviera.
—No lo creo. Mi hermano sería el único, y no lo puedo poner
en peligro. No quiero arriesgar su vida.
— ¿Y no piensas que tus padre podrían…?
—No, sé que los matarían. — Se masajeó el cuello—. Sabes
todo esto es muy triste, pero creo que lo peor es el hecho de que no
puedo ponerme sentimental con esos dos. Es como si... ellos
hubieran hecho un trato con el diablo. Si algo malo les pasa, solo
recibirían un justo castigo.
Sin embargo, independientemente de lo que le pasara a sus
J.R. Ward The King
Pagina 405
—No tengo parientes como tal, — Dijo tranquilamente—. Pero
no puedo imaginar tener un hijo y… venderlo.
Trez asintió, y movió su brazo hacía arriba para poder seguir
frotando su cuello. — Lo sé, ¿cierto? Quiero decir, mis padres me
valoraban. El problema es que yo era como una mercancía para
ellos, algo que podía venderse. Puedes esperar eso de vendedores
de autos y comerciantes de alfombras; ó de gente que maneja
supermercados o centros comerciales, y escucha, quisiera ser uno
de esos hijos de puta resignados, así podría decir: Ellos no me
querían, pero todavía soy valioso, bla, bla, bla. Sin embargo las
cosas no funcionan conmigo de esa manera. — Se señalo a sí
mismo.
—Yo no soy nada… no soy nada.
De repente Selena quiso llorar. Contemplar a este
absolutamente magnifico macho y saber en su corazón, que él no
veía nada de lo que verdaderamente era, era un crimen. Un crimen
causado por la gente que lo debía de haber amado más que nada
en la vida.
— ¿Es por lo que te rodeas de humanos? —Se oyó preguntar.
J.R. Ward The King
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—Yo podría salvarlos, —Dijo casi para sí mismo —. Si me
sacrifico, podría salvar a mi padre y a mi madre.
Movió su cuello bruscamente a un lado y su cuello sonó.
—Aquí, — Murmuró, moviéndose detrás él—. Permíteme.
Sacando sus manos fuera del camino, agarro sus duros
hombros de acero y los masajeo tal como él había estado
haciéndolo, tratando de relajar las fibras musculares. Mientras
trabajaba sobre él, la piel se suavizaba sobre los tensos músculos,
pero al parecer era lo único que estaba logrando.
Él gimió. —Eso se siente increíble.
—Realmente pienso que no estoy haciendo nada.
Las manos de él cubrieron brevemente las suyas.
—Sí lo haces, y más de lo que crees.
Selena continuó con el masaje, y pensó en su propio pasado.
—Como dije, no tuve propiamente un padre y una madre. Fui
criada con y por mis hermanas. Era necesaria para continuar la
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consentimiento. De hecho suena como si nunca quisieron
preguntarte. Por lo tanto tu incumplimiento y sus consecuencias
deberían recaer sobre tus padres, no sobre ti. Esto es acerca de ti,
y sin embargo no tiene nada que ver contigo.
—Dios...
Como él no continuó, ella frunció el ceño. —Lo siento, no
quise sonar presuntuosa.
—No lo eres. Eres... perfecta.
—Difícilmente.
—Quiero hacer algo por ti.
Ella se quedó inmóvil. — ¿Qué? —Porque ella tenía algunas
ideas.
—Algo que valga la pena.
Ella miró la alfombra de piel donde se habían tendido. Oh,
valdría la pena...
—Pero sigo sin tener nada.
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Pagina 408
— ¿Has comido? —Le pregunto él después de un rato.
—En realidad…no. — Su estómago gruñó—. Y tengo hambre.
—Vamos abajo. Mi hermano debe estar haciendo un poco de
su salsa, o por lo menos, eso creo. Él la hace cada vez que tengo
un dolor de cabeza.
Selena abandonó su agarre y se inclinó para aliviar su
espalda.
Sin previo aviso, su columna vertebral se rebeló, las vértebras
se bloquearon en su posición. Trez, por otro lado, se levantó
fácilmente, y mientras extendía su mano para ayudarla a levantarse,
sólo pudo mirarlo.
Al observar la confusión en sus hermosos rasgos, ella
imagino que podía aceptar su ayuda. Ahora mismo, era incapaz de
levantarse a sí misma del suelo.
—Poco a poco, — Dijo con voz ronca. — ¿Por favor?
Trez frunció el ceño, pero la levantó suavemente sobre sus
pies.
J.R. Ward The King
— ¿Estás bien?
Ella hizo algo de tiempo simulando que ataba de nuevo su
túnica. Mientras tanto, sus articulaciones gritaban, particularmente
sus caderas y espalda.
Forzando una sonrisa en su cara, ella intentó no asustarse.
Pero esta era la forma en que había comenzado para sus
hermanas. A cada una de ellas.
— ¿Vamos? —Dijo con determinación.
Los almendrados ojos de Trez se estrecharon aún más. Pero
luego se encogió de hombros. —Sí, seguro. Voy a ponerme algo de
ropa.
—Voy a esperar en el pasillo.
Con toda su fuerza de voluntad cruzó a través de la
habitación y salió al pasillo. Al cerrar la puerta tras ella ya estaba
ahogada en su propio aliento.
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Al instante, su cuerpo experimentó un cambio interno de
increíble poder. De una manera que sólo podía significar una cosa:
alguien estaba en su necesidad.
¿La reina? pensó con asombro, mientras miraba la
abovedada entrada privada de los aposentos de la Primera Familia.
Ahora sería un momento trascendental.
Apoyó su espalda contra la pared, pensado en como masajeo
los hombros de Trez y deseando que hubiera un equivalente para
su propio cuerpo. No había ninguno. No tenia cura, ni forma de
ralentizar la enfermedad.
No sabía cuánto tiempo le quedaba.
J.R. Ward The King
Capítulo 36
Traductor: Manu Blanco
Corrector: Manny Rlhdn
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Oh, el poder de Wrath, cuando su boca se lleno, estaba
sorprendida por el tremendo efecto que su sangre tenía sobre ella.
La fuerza llenándola incluso a través de la necesidad y su dolorido
cuerpo que parecía haber pasado por una trituradora, se fortaleció
desde el primer trago preparándose para lo que venía, a pesar de
que no era como si tuviera otra opción.
Mientras liberaba la vena para tomar un poco de aire, no
podía creer que se hubiera ofrecido voluntaria para esto. Debió
estar loca. Su estúpida y romántica idea de tener un bebé, le
estaba mostrando doce tipos de realidades diferentes.
Retomo la vena de Wrath que de alguna manera logro
mantener el bombeo mientras ella bebía de él, su erección
entrando una y otra vez, las estocadas resonando profundo en su
pecho, su cabeza moviéndose de arriba a abajo y sus labios
absorbiendo su fuerza. Cubiertos de sudor, sus cuerpos se movían
juntos en una armonía perfecta, no sabía donde terminaba ella y
comenzaba el.
Un cambio repentino en el tempo le dijo que estaba cerca del
orgasmo y lo necesitaba.
J.R. Ward The King
Pagina 411
Wrath colapso sobre ella, su cabeza cayendo tan fuerte que
escucho su frente golpear contra el mármol.
A medida que la tregua se hacía más larga, su cuerpo debió
comenzar a enfriarse pero el infierno en su cuerpo seguía
manteniéndolos a ambos calientes.
Un zumbido más allá de la bañera la hizo voltear la cabeza.
Las persianas estaban bajando para el día, los paneles
bloqueándose en su sitio en los alfeizares.
¿Así que esto había durado... ocho horas? ¿Nueve?
No había sonidos del piso de abajo, pero los hermanos
probablemente habían sido afectados por sus hormonas. También
las hembras.
Wrath se levanto a sí mismo con esfuerzo, sus brazos
temblando. — ¿Como estas?
Beth abrió su boca para responder pero solo salió un
graznido.
— Vas a querer tomar de mi vena de nuevo —Dijo mientras
retiraba un mechón de cabello de su cara—. Lo necesitas.
J.R. Ward The King
— ¿El qué?
— Todo esto.
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Iremos a partir de hoy ¿lo que sea que venga? lidiamos con ello
¿ok?
Ella no pudo responder, la necesidad resurgió abruptamente
acelerando su corazón y calentando su sexo.
—Oh, dios, —Gimió—. Pensé que había acabado.
—No, —No parecía sorprendido en absoluto—. Aun no hemos
terminado.
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si tu, por una vez, tomas una buena decisión acerca de una
hembra? Así no tendría que enfadarme.
La elegida estaba junto a Trez, alzo la barbilla —Si quieres
culpar a alguien no lo culpes a él. Yo escogí ir a él aunque pediste a
otra.
IAm se volvió a la olla. —Genial, felicitaciones y bienvenida a
la familia.
Su hermano se materializo sobre él, le dio la vuelta y lo agarro
por la garganta —Discúlpate con ella.
iAm se aferro al brazo de su hierro de su hermano y descubrió
sus colmillos —Jodete Trez.
— ¿Quieres un pedazo? —Su hermano gruño, —Eres un
jodido…
— Hazlo. Te desafío.
—No me provoques.
—Trato de salvar tu culo ¡Bastardo idiota!
El par se alzó igualando su ira con la de Wrath la noche
J.R. Ward The King
Pagina 414
Trez frunció el seño —No tienes que irte.
Los ojos de Selena iban y venían de uno al otro —En realidad
creo que sí, saben dónde voy a estar y por favor no se pelen o den
puñetazos, solo empeoraría la situación.
iAm se preparo para una elaborada y pegajosa despedida
pero la hembra lo impresiono al hacer una ligera reverencia y salir
del cuarto. Sin reproches, sin problemas. Joder, ella casi podía
gustarle.
Si no estuviera tan enojado con su estúpido hermano.
— Quiero ver a s'Ex. Hoy.
iAm cruzo sus propios brazos y se apoyó en el horno. — ¿Por
qué crees que lo vas a hacer entrar en razón? Ya me las vi con el
bastardo y está más que dispuesto a hacer su trabajo.
— ¿Puedes llegar a él?
—Sí.
— Dile que nos vemos a medio día en nuestro apartamento.
J.R. Ward The King
Pagina 415
Trez corto el comentario con la mano —No sé de lo que estás
hablando.
—Y ese es tu jodido problema.
—Solo llama el Ejecutor, eso es todo lo que tienes que hacer.
Mientras Trez giraba sobre sus talones iAm hablo
bruscamente —No puedo dejar que vayas allí.
Trez se detuvo y miro sobre su hombro.
— ¿Qué? —Gruño iAm.
—Yo solo... no se, supongo que no esperaba eso.
Tiempo de volver a la salsa. Estofado. ¿Qué diablos estaba
haciendo?
Alzando la tapa cogió la cuchara y revolvió lentamente. Había
hecho todo a mano, desde el caldo de pollo hasta las especias que
flotaban en el fragante caldo.
— ¿iAm?
— No me importa si ellos mueren —Observo los trozos de
J.R. Ward The King
Pagina 416
Cuando iAm probó el guiso, estuvo de acuerdo pero lo
mantuvo para el mismo. El orgullo era un rasgo poco atractivo,
incluso si estaba bien merecido.
— ¿Qué vas a hacer con la elegida? —Pregunto iAm. El
encogimiento de hombros de Trez fue un poquito demasiado
indiferente—. Nada.
— No estoy seguro si eso va a funcionar para ti.
Trez miro el Guiso —Ella es solo otra razón para permanecer
en el exterior. No es que la necesite.
—Ella dijo que le contaste todo, ¿Lo hiciste?
Paso un rato hasta que Trez asintió lentamente —Si. Más o
menos.
— ¿Exactamente que mantuviste para ti mismo?
Esos ojos negros se elevaron después de un tiempo —
¿Otro?
iAm cogió el cuenco vacío y lo lleno con la segunda ronda.
J.R. Ward The King
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J.R. Ward The King
Capitulo 37
Traductor: Danny Sk Cullen
Corrector: Manny Rlhdn
Era fácil pensar en Dios, viendo la salida del sol sobre el rio
Hudson.
Mientras Sola estaba sentada en la terraza vacía de la casa
de Assail, miró a través del cristal el agua lenta y fría. Pequeños
destellos melocotones y amarillos formaban una capa fina sobre la
extensión de hielo y a través del camino, formando un grandioso
orbe anaranjado sobre los rascacielos del centro de la ciudad.
Había logrado salir de esa prisión, pensó por enésima vez. Y
a pesar de cualquier cicatriz que pudiera haberse formado dentro de
Pagina 418
ella, su cuerpo estaba intacto, su mente funcional, y su seguridad, al
menos a corto plazo, segura.
Pensando en todas esas oraciones, no podía creer que
hubieran sido concedidas. La desesperación le había hecho
pronunciar las palabras, pero realmente no había esperado que
ninguna pudiera ser escuchada.
La pregunta ahora era... ¿cumpliría su parte del trato?
Hombre, hubiera sido mucho más fácil si un ángel con alas
hubiera descendido y la liberara, mágicamente la depositara aquí.
En su lugar, había hecho el trabajo sucio ella misma, Assail había
estado en la limpieza, y uno de esos feroces primos suyos, había
sido su chofer para el viaje de cinco horas de regreso a la cordura.
Oh, y luego estaban todas esas personas en esa instalación.
¿Simples mortales tocados por la mano de Dios? ¿O una
serie de eventos aleatorios que acaban de pasar para sacarlos
como lo habían hecho? ¿Había sido un hecho que su vida hubiera
sido salvada por un caso de la intervención divina o más bien algo
de no más importancia que una bola de bingo escogida entre las
demás?
Un barco de pesca de poca profundidad, apareció en su
J.R. Ward The King
Pagina 419
en uña y carne.
Naturalmente.
Tarde o temprano, habría quedado atrapada. Infiernos, su
padre había sido aún mejor en eso que ella, y había muerto en
prisión.
Imaginándose la última vez que lo había visto, lo recordó en
su juicio, vestido con uniforme de prisionero, esposado. Él apenas
la había mirado, y no porque estuviera avergonzado o preocupado
por ponerse emocional.
Ella ya no era útil para él en ese punto.
Frotándose los ojos, pensó que era de asnos estar todavía
sufriendo por eso. Pero después de haber pasado todo su tiempo
tratando de hacerlo sentir orgulloso, tratando de conseguir algo de
aprobación, tratando de encontrar cualquier tipo de conexión, se
había dado cuenta de que para él, ella era sólo otra herramienta
para su trabajo en el mercado negro.
Ella había salido de la sala del tribunal antes de saber si era
culpable o no y se había ido directamente al apartamento de él.
Forzando la casa, encontró un alijo de dinero en efectivo que
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Pagina 420
A pesar de que él tipo había apagado el motor, no se detuvo.
La corriente del río lo llevó a lo largo en su barco a la deriva a través
de la vista, una humilde artesanía empequeñecida por los edificios
distantes.
— ¿Quieres el desayuno?
Sola se dio la vuelta. —Buenos días.
A su abuela se le habían hecho unos apretados rizos
alrededor de su cara, el delantal atado en su cintura, y un destello
de lápiz labial en sus labios. Su sencillo vestido de algodón había
sido hecho a mano por ella, por supuesto y sus robustos zapatos
marrones eran de alguna manera apropiados.
—Sí, por favor.
Cuando iba levantarse, su abuela hizo un gesto hacia abajo
con ambas manos arrugadas. —Siéntate en el sol. Necesitas el sol,
estás demasiado pálida. Vives como un vampiro.
Normalmente, ella habría insistido un poco más pero no esta
mañana. Estaba demasiado agradecida de estar viva para hacer
cualquier cosa aparte de obedecer.
J.R. Ward The King
Pagina 421
cuestión de la visión y cerró los ojos, dejando caer la cabeza hacia
atrás. La calidez en su rostro la hizo pensar en Assail.
Estar con él había sido como tocar el sol y conseguir no
incinerarse. Y su cuerpo quería más, infiernos, sólo el pensamiento
pasajero de él era suficiente para tomarla de regreso a esos
momentos en la cama, la noche tan tranquila, los jadeos tan fuertes.
Mientras sus pechos se tensaban, sintió una calidez brotando entre
sus muslos…
—Sola, ya está lista —Dijo su abuela a su espalda.
Apoyándose sobre sus pies, ella se inclinó sobre el balcón de
cristal, tratando de encontrar a su pescador. No pudo. Él se había
ido.
Brr, hacía frío aquí afuera.
— ¿Sola? —Le llegó un toque suave.
Extraño. Por lo general, la voz de su abuela era como sus
manos, nunca eran suaves. De hecho, ella hablaba como cocinaba:
de frente, franca, sin contenerse.
Pero ahora el tono era tan cerca de ser suave, como Sola
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Mierda, no estaba segura de poder dejarlo atrás.
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los alrededores buscando el edificio de veinte pisos de altura e
historia Commodore. Gradualmente, redujo a cero la velocidad y
encontró la gran altura y la rampa que conducía hacia abajo al
garaje de estacionamiento. Mientras descendía, consiguió que el
visor lo dejara pasar, limpió el lector, y procedió a caminar hacía
uno de sus dos sitios reservados.
El subir por el ascensor le tomó cincuenta años y luego
estaba fuera, en el corredor de la alfombra. Su apartamento estaba
un poco más abajo y entró por la puerta principal, no la de servicio,
abriendo con su llave de cobre.
Mientras entraba a la cocina, vio dos tazas sobre la encimera,
una bolsa abierta de papas fritas de Cape Cod73, y la cafetera
medio llena.
Hizo una pausa viendo la revista abierta GQ. Ya la había
visto antes. —Bonita chaqueta —Murmuró mientras cerraba la
revista.
No había razón para encender cualquier lámpara. El día era
luminoso y soleado, y todos los cristales dejaban entrar mucha luz.
73
Península en el extremo oriental del estado de Massachusetts, al noreste de Estados Unidos
J.R. Ward The King
Pagina 424
inclinó—. No me digas que me has llamado hasta aquí con la
esperanza de negociar. ¿Lo hiciste? Seguramente no eres tan
estúpido.
Trez le enseñó los colmillos, pero luego retrocedió con esa
mierda ocultándolos. — ¿Hay algo que quieras? Todo el mundo
tiene un precio.
El verdugo levantó la mano y lentamente se quitó la capucha.
La cara detrás de los pliegues de tela negra era hermosa como el
pecado y tenía los ojos de todo el calor del granito de invierno.
— ¿Por qué iba a arriesgar mi propia vida por tus padres? Si
desobedezco una orden, habrá consecuencias y ninguno de
vosotros vale la pena.
—Puedes hablar con la reina. Ella te escucha.
—Suponiendo que es cierto, y no estoy diciendo que lo sea,
¿Por qué iba a hacer eso por ti?
—Porque hay algo que deseas.
—Ya que pareces saberlo todo, qué es exactamente lo que
J.R. Ward The King
Pagina 425
nada, nada deja de tras…
—Mentira. Ella no tiene un medio para su hija. Toda esta
“restitución” no va a resolver el hecho de que la princesa no tiene
compañero.
—No voy a ser yo. Te lo estoy diciendo en estos momentos.
Ustedes pueden joder a mi padre y a mi madre, puedes
amenazarme con hacerme daño físico, puedes destrozar mi casa…
— ¿Y si sólo te llevo ahora?
Trez sacó el arma que había escondido en la cinturilla en la
parte baja de su espalda. No apuntó al s'Ex. Lo puso directo bajo su
barbilla.
—Si lo intentas, voy a apretar el gatillo. Entonces tendrás un
cuerpo muerto, y a menos que la hija de ella sea una perra enferma,
no me va a querer.
s'Ex estaba quieto todavía. —Estas jodidamente loco.
—Cualquier cosa que quieras en el exterior, s'Ex. Tú te
encargas de esto por mí, y yo me ocuparé de ti.
J.R. Ward The King
Pagina 426
allí.
El verdugo se movió y paseó a lo largo de la terraza, su bata
arremolinándose a su alrededor como la promesa de la violencia,
las bocanadas de su aliento eran como fuego de la respiración de
un dragón.
Después de un largo momento él estrechó las manos a la
espalda, y regresó.
Pasó un rato antes de que finalmente hablara y cuando lo
hizo, no estaba mirando a Trez. Estaba mirando el vaso del
apartamento.
—Me gusta este lugar.
Trez mantuvo la pistola en su barbilla, pero sintió una punzada
de ¿esperanza? Bueno, no una alegre y emocional, sin duda. Pero
tal vez había una solución después de todo.
s'Ex levantó una ceja —Tres dormitorios, dos baños y medio,
cocina agradable. Mucha luz. Pero las camas son de lo mejor, hay
grandes camas allí.
— ¿Quieres esto? es tuyo.
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Pagina 427
—Hmm, que trabajo. —El verdugo frunció el ceño—. Sólo
para que quede claro, ella puede ordenarme ir tras tu hermano.
—Entonces voy a tener que matarte.
s'Ex echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. —Muy
arrogante.
—Déjame explicarlo con claridad. Tocas a iAm y voy a
encontrarte. Tu último aliento será mío y tu corazón todavía estará
caliente cuando lo saque de tu pecho y me lo coma crudo.
—Ya sabes, es un milagro que no nos llevemos mejor.
Trez extendió la mano libre. — ¿Tenemos un acuerdo?
—Hay que considerar a la reina. Puedo no ser capaz de influir
en ella. Y para que seas consciente, si ella no lo considera, tu plazo
habrá pasado.
—Así que mátalos. —Sostuvo la mirada negra de s'Ex sin
vacilar—. Lo digo en serio.
El verdugo ladeó la cabeza, como si estuviera teniendo en
cuenta todos los ángulos. —Sí, evidentemente lo haces. Nos vemos
aquí en la mañana al mediodía con una muestra y veré lo que
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J.R. Ward The King
Capítulo 38
Traductor: Mari Cruz
Corrector: Manny Rlhdn
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abiertas por doggens, el personal inmóvil con sus uniformes, sólo
parpadeando.
La señora de la casa, siendo como era, permanecía de pie
bajo una lámpara de araña en el vestíbulo, su traje de alta costura
rojo brillante caía hasta el suelo en pliegues de seda. Sus joyas
eran rubíes, los destellos en su garganta, sus orejas y sus muñecas
una ostentosa exhibición.
Por ninguna razón en particular, pensó que las rojas gemas
de la verdadera reina de la raza eran mucho mejores, más grandes,
más claras. Había visto una pintura al óleo de la majestuosa
hembra allá en el Viejo País, e incluso a través de las capas de
pintura y del tiempo, el rubí saturnino y sus compañeros tenían un
resplandor tal que destruiría la pretensión que tenía delante.
No se veía al compañero de la anfitriona por ningún sitio.
Pero, de nuevo, ese macho tenía dificultades para permanecer de
pie durante largos períodos de tiempo.
No estaba para cosas mundanas.
La fila de recibimiento que se había formado avanzaba
rápidamente, y en un momento Abalone estaría besando la mejilla
J.R. Ward The King
empolvada de la hembra.
—Un placer que pudiera venir. —Dijo ella pomposamente,
agitando una mano en dirección a su espalda—. El comedor, si
gusta.
Mientras sus rubíes brillaban, él se imaginó con ojos vidriosos
a su hija, así, una gran dama en una gran casa.
Tal vez el castigo por no apoyar esta afrenta al trono
mereciera la pena. Él había encontrado el amor con su shellan
durante los años que ella había estado en la Tierra, pero eso había
sido suerte, había empezado a darse cuenta. La mayor parte de sus
contemporáneos, ahora masacrados en los ataques, habían tenido
relaciones sin amor ni sexo que habían girado en torno al circuito de
fiestas en lugar de en la mesa de la cena familiar.
Él no quería eso para su hija.
Sin embargo, si el amor le había ocurrido a él, seguramente
habría una oportunidad para ella, incluso en la glymera.
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¿Verdad?
Entrando en el comedor, encontró que todo estaba tal y como
había estado cuando el rey había aparecido ante ellos hacía poco
tiempo: la larga y estrecha mesa no estaba y las sillas estaban
colocadas en filas. Esta vez, sin embargo, los supervivientes de la
aristocracia se fueron sentando junto a sus compañeras.
Por lo general, las shellans no estaban incluidas en las
reuniones del consejo, pero no había nada de habitual en este
encuentro. O el último.
Y, de hecho, la reunión debería haber sido más sombría,
pensó mientras elegía un asiento tapizado de seda en la parte
trasera. Como contraste a mostrar algún respeto a la importancia
histórica, el peligro, la naturaleza sin precedentes de todo esto,
todos estaban charlando entre sí, los caballeros alardeando, las
damas moviendo las manos de tal y cual manera, para que sus
joyas brillaran.
De hecho, Abalone estaba solo en la última fila, y en lugar de
saludar a aquellos que conocía, soltó el botón de la chaqueta de su
traje y cruzó su pierna sobre su rodilla. Cuando alguien encendió un
J.R. Ward The King
cigarro, tomó un puro e hizo lo mismo, solo para tener algo que
hacer. Un Doggen apareció inmediatamente al lado de su codo con
un cenicero en un soporte de latón, asintió dando las gracias y se
concentró en dar golpecitos a la ceniza.
Él era poca cosa para todos ellos, porque hacía mucho tiempo
había decidido que lo mejor era volar bajo el radar. Su sangre había
visto de primera mano las crueldades de la corte y la sociedad, y él
había aprendido esa lección a través de la lectura de los diarios que
habían llegado hasta él. La verdad era que tenía mas recursos
financieros que todos los que estaban en la sala y juntos
difícilmente podrían alcanzarlo.
Gracias, Apple Computer.
La mejor inversión que nadie en los años ochenta podría
haber hecho. Y luego habían estado las grandes compañías
farmacéuticas en los noventa. ¿Y antes de eso? Las corporaciones
de acero y las compañías de ferrocarril durante el cambio de siglo.
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Siempre había tenido una habilidad especial para descubrir
hacia donde se estaban encaminando los humanos, con sus
entusiasmos y necesidades.
Si la glymera supiera esto, su hija sería un producto de gran
valor.
Lo cual era otra razón para que no hablara de su patrimonio
neto.
Era increíble lo lejos que llegaba su linaje a través de los
siglos. Y pensar que se lo debían todo al padre del rey.
Diez minutos más tarde, el salón estaba lleno, más que
cuando se reunían para las fiestas, y eso, era señal de que la
glymera tenía al menos cierto interés por la magnitud de lo que
estaba pasando. Lo de llegar elegantemente tarde no se aplicó esta
noche; las puertas iban a ser cerradas justo…
Miró su reloj.
…ahora.
Efectivamente, hubo una reverberación de sonido cuando la
pesada madera se deslizó a su sitio.
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Su control era lo que daba más miedo de ellos.
Solo los que no tuvieran miedo podrían estar relajados en esta
situación.
La señora de la casa condujo dentro a su hellren, el macho
que caminaba inclinando la cabeza sobre su bastón que usaba con
su mano libre, su pelo blanco, su rostro arrugado como cortinas
plisadas.
Ella le sentó como si fuera un niño, arreglando la chaqueta de
su traje, alisando su brillante corbata roja.
Entonces se dirigió a los reunidos, las manos entrelazadas
como una soprano, a punto de cantar a pleno pulmón un aria, en un
teatro lleno. Su regocijo ante la atención que recibía era
completamente inapropiado en la mente de Abalone.
De hecho, toda esta cosa era una pesadilla, pensó mientras
sacudía de nuevo la ceniza.
A medida que su boca empezó a hablar, lanzando gracias y
reconocimientos, él se preguntó cómo le irían las cosas cuando su
“amado” fuera al Fade. Indudablemente, eso dependía del
testamento, y de si éste era un segundo emparejamiento, y de si
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mayoría del Consejo. Más aún, sus firmas irán junto con sus sellos
en este documento preparado por Tyhm—. Ichan alzó un pergamino
con los símbolos del Idioma Antiguo dibujados con esmero en tinta
azul y luego señaló a una fila de cintas multicolores, un tazón de
plata de ley con velas rojas, y un montoncito de servilletas blancas
de lino —. Todos sus colores están presentes aquí.
Abalone miró el enorme anillo de sello de oro que reposaba
pesadamente en su mano. Era el que había usado su padre, el
escudo tallado tan profundamente en el metal que incluso con el
paso de los siglos, el contorno, las volutas y los símbolos eran
obvios.
En honor a la verdad, el oro del anillo había sido sin duda
alguna brillante cuando había sido fundido, pero ahora era mate por
la pátina de uso y desgaste bien ganada por los machos de su
familia. Honorablemente ganada.
Esto estaba mal, pensó una vez más. Todo este complot
contra Wrath, era falso, orquestado solo para servir a las
ambiciones de los aristócratas que no eran dignos al trono: a ellos
no les preocupaba la pureza de sangre del heredero. Solo era una
forma de hablar, para justificar su meta.
— ¿Podríamos hacer una votación? —Ichan miró a la
J.R. Ward The King
multitud—. Ahora.
Esto estaba mal.
La mano de Abalone comenzó a temblar tanto que dejó caer
el puro al suelo y no pudo moverse para recogerlo.
Di no a esto, se dijo. Levántate por lo que es.
— Todos los que estén a favor, que digan “Sí”.
Él no dijo nada. Aunque no porque tuviera el coraje de ser el
único “No” cuando se solicitó la disensión.
Tampoco abrió la boca entonces.
Abalone dejó caer la cabeza cuando el mazo golpeó la
madera.
—La moción es aprobada. El voto de no confianza prosigue.
Ahora unámonos todos para enviar este mensaje de cambio a los
de nuestra raza.
Pagina 434
Abalone se inclinó y recogió su puro. El hecho de que hubiera
quemado un pequeño agujero en el suelo barnizado le pareció
adecuado.
Esta noche él estaba dejando una mancha en el legado de
sus ancestros.
En lugar de adelantarse hacia el pergamino, se quedó donde
estaba mientras cada representante de las familias y todas las
hembras iban y se pavoneaban ante Ichan, haciendo su parte
mientras se fijaban sellos y cintas. Era como contemplar a los
actores en un escenario, cada uno de ellos disfrutando su momento
de gloria, de estar bajo los focos.
¿Sabían lo que estaban haciendo? Pensó. Pasándole las
riendas a quien ¿Ichan? ¿Al frente de esos combatientes? Esto era
desastroso.
— ¿Abalone?
Sacudiéndose a sí mismo ante el sonido de su nombre,
levantó la mirada. Toda la sala le estaba mirando fijamente.
Ichan le sonrió desde su lugar. —Usted es el último, Abalone.
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Pagina 435
Cuando Wrath oyó un toque en la puerta abovedada de su habitación, maldijo en voz
baja y lo ignoró.
— Wrath, debes recibir a quien quiera que sea.
Tomó otra cucharada de la sabrosa sopa que había sido preparada delante de él con
verduras que él mismo había salido a recoger de la tierra. El sabor era sutil, el caldo
aromático, los trozos de carne eran de una vaca recién sacrificada que había crecido en sus
establos.
A la que él mismo había matado.
El toque llegó de nuevo.
—Wrath —Reprendió Anha mientras se acomodaba por sí misma encima de sus
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Pagina 436
Y sin embargo, por desgracia, una sombra colgaba aún sobre ellos: ni él ni ella
habían hablado acerca de la criatura, sobre si les habían robado o no su más preciado
deseo.
Era demasiado doloroso hablar sobre eso, especialmente a la luz de la revelación
hecha por Tohrture.
—Wrath. La puerta.
—Sí, mi amor.
Avanzando a través de las alfombras, estaba listo para decapitar a cualquiera que
se atreviera a entrometerse en la recuperación.
Excepto que cuando abrió los pesados paneles, quedó congelado.
Fuera, en el corredor, la Hermandad de la Daga Negra se había amontonado, sus
cuerpos de luchador asfixiando lo que de otra manera, era un espacio más que amplio.
El instinto de proteger a su shellan le hizo desear una daga en su mano mientras
salía y cerraba la puerta detrás de él.
J.R. Ward The King
De hecho, esa ansia de defender su territorio le tenía cerrando sus puños a pesar de
que nunca había sido entrenado para luchar. Pero moriría para salvarla.
Sin una palabra, sus dagas negras aparecieron, la luz de las antorchas capturando y
deslumbrando a través de aquellas superficies asesinas.
Pagina 437
Wrath puso su mano sobre su corazón y no pudo hablar. No había comprendido
hasta ese momento lo solo que había estado, sólo su shellan y él contra el mundo, lo que
había sentido como suficiente. Hasta ahora.
Y esto era tan opuesto a la glymera. Los gestos de los cortesanos eran hechos
siempre en público, y no tenían más profundidad que cualquier representación, una vez
ejecutada, ya era pasado.
Pero estos machos…
Por tradición y costumbre, el rey no se inclinaba ante nadie.
Y aun así, se inclinó ahora. Profunda y reverentemente.
Recordando las palabras que había oído decir a su padre, pronunció, —Vuestro
juramento es aceptado con gratitud por vuestro rey.
Luego añadió algo por su cuenta: —Y es reciproco. Me comprometo ante vosotros,
todos y cada uno, que les ofreceré la misma lealtad que han ofrecido y yo he aceptado.
Miró a cada uno de los hermanos a los ojos.
J.R. Ward The King
Su padre había usado a aquellos machos criados especialmente por su fuerza física,
pero su alianza había sido principalmente con la glymera.
El instinto le dijo al hijo, que el futuro sería más seguro si ocurría lo contrario: Con
estos machos detrás de él y su amada y cualquier descendencia que pudieran tener tendrían
la mejor oportunidad de sobrevivir.
—Hay alguien que desea reunirse con vos, —Dijo Tohrture desde su posición en el
suelo—. Nosotros estaríamos honrados de permanecer de guardia aquí a vuestra puerta
mientras vos atendéis esta necesidad en su cámara de recepciones.
—No abandonaré a Anha.
— Si lo desea, mi señor, por favor, proceda a hacerlo en su otra cámara. Éste es
alguien con quien necesitáis hablar.
Wrath entrecerró sus ojos. El hermano permaneció firme. Todos ellos eran
inquebrantables.
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—Dos de ustedes vengan conmigo. — Se oyó decir a sí mismo—. El resto
permanezcan aquí para seguir protegiéndola.
Con un jodido grito de guerra, la hermandad se levantó en masa, sus duros rostros
imperturbables eran el peor pronóstico del estado de las cosas. Pero a medida que se
colocaban delante de su cámara matrimonial, Wrath supo en su corazón que ellos darían la
vida por él o su shellan.
Sí, pensó. Su guardia privada.
Cuando se iba, Tohrture avanzó delante de él, y Ahgony se colocó detrás, y entonces,
otros tres de ellos les precedieron, Wrath sintió la protección cubriéndole como si fuera una
cota de malla.
— ¿Quién está esperándonos? — Dijo Wrath en voz baja.
— Nosotros le colamos. —Fue la tranquila respuesta. – Nadie puede conocer su
identidad o no sobrevivirá una quincena.
Tohrture fue quien abrió la puerta, y por causa de su envergadura, no se pudo ver
quién estaba en la esquina, estaba de pie una figura encubierta y encapuchada, pero no
firme: quien quiera que fuera, estaba temblando, los pliegues de la tela movidos por todo el
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Pagina 439
macho, apenas a un año de una transición que había hecho poco por aumentar su peso
corporal o su estatura, tenía un propósito bajo su miedo, una motivación que le impulsaba y
que solo podía ser noble.
—Mi señor. — Con voz estrangulada —. Perdone mi cobardía.
— ¿En referencia a qué?
—Yo sabía, sabía lo que ellos harían y yo no… —Se le escapó un sollozo—.
Perdonadme, mi señor.
Mientras el hombre se derrumbaba, se le presentaron dos enfoques. Uno agresivo. El
otro conciliador.
Sabía que iba a llegar más lejos con éste último.
Caminando hacia el macho, extendió la palma de su mano.
— Levántate.
Abalone pareció confundido por la orden. Pero entonces aceptó la mano levantada y
la guía que le llevó hacia una de las sillas de roble tallado cerca de la chimenea.
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suponía que iba a descubrir lo que encontré. Pero hace tres amaneceres, estaba abajo en las
celdas del castillo. No podía dormir, y mi melancolía me hizo pasear bajo tierra. No tenía
ninguna vela, y mis pies estaban cubiertos por calzado de cuero blando por lo tanto, cuando
escuché voces, ellos no se dieron cuenta de mi acercamiento.
— ¿Qué viste? — Preguntó Wrath amablemente.
—Hay una habitación oculta. Debajo de las cocinas. Nunca la había visto antes,
porque su puerta tiene una cobertura que coincide con los muros de debajo y no la hubiera
notado excepto que el panel falso no había logrado cerrarse correctamente. Se había pillado
con una piedra, haciendo una rendija a través de la cual mis ojos podían enfocar. En el
interior, había tres figuras, y estaban rodeando un caldero encima de una llama. Sus voces
se callaron cuando uno de ellos añadió hierbas de algún tipo dentro del agua que estaban
calentando. El hedor era horrible y estaba a punto de darme la vuelta y seguir con mis
preocupaciones cuando escuche vuestro nombre.
Los ojos de Abalone estaban fijos en un punto lejano, como si estuviera
contemplando y escuchando de nuevo aquello que estaba relatando. —Excepto que no erais
vos. Era vuestro padre. Estaban discutiendo cómo había enfermado y muerto e intentando
determinar la cantidad apropiada para alguien de menor estatura—. El macho negó con la
J.R. Ward The King
cabeza. — Retrocedí. Después me apresuré. Mi mente estaba confundida por lo que había
presenciado, y me convencí a mí mismo… Debo haber imaginado eso. Seguramente ellos no
podían haber estado hablando sobre vuestro padre, vuestra compañera. Era solo… ellos os
habían prometido fidelidad a vos y a vuestra sangre. Así que ¿cómo podían ellos permitir
que tales cosas salieran de sus labios y llegaran a los oídos de otros? — Unos ojos claros e
inocentes se encontraron con los de Wrath.
— ¿Cómo pudieron hacer tal cosa?
Controlando su furia interna, Wrath extendió la mano y la colocó encima del hombro
del joven. Aunque sus edades no eran tan distantes, se sintió como si estuviera hablando con
alguien de una generación muy diferente a la suya.
—No te preocupes por su motivación, hijo. El impuro se confunde con el justo.
Los ojos de Abalone parecieron estar mejor. — Me convencí a mí mismo de que me
había equivocado. Hasta que la reina… —Puso de nuevo su cara entre las palmas de sus
manos. — Queridísima Virgen Escriba en el Fade, cuando la reina cayó al suelo, supe que
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yo os había fallado. Supe que no era diferente de aquellos que habían causado el daño,
porque no detuve aquello que debería haber sabido…
Para evitar un completo desmoronamiento, Wrath apretó el otro hombro. —
Abalone… Abalone, detente.
Cuando hubo regresado un mínimo de compostura, Wrath mantuvo su tono de voz, a
pesar de que en su interior estaba hirviendo. —No eres responsable por las acciones de los
infames.
— Debería haber acudido a vos. — Ellos mataron a la reina.
—Mi compañera está viva y bien. —No había razón para hacer hincapié en lo
cerca que había estado de perderla—. Te lo aseguro, ella está muy bien, de hecho.
Abalone se desplomó. — Gracias a la bienaventurada Virgen Escriba.
—Y tú estás perdonado, por mi parte y la de los míos. ¿Lo comprendes? Yo te
perdono.
—Mi señor, — Dijo el macho, dejándose caer de nuevo al suelo y posando su frente
contra el anillo con el diamante negro que Wrath portaba. — No merezco esto.
J.R. Ward The King
—Lo haces. Debido a que acudiste a mí, puedes hacer la reparación que buscabas.
¿Puedes conducir a uno de los Hermanos abajo a ese lugar oculto?
—Sí, —Dijo el macho sin vacilación. Poniéndose en pie de un salto, se colocó su
capucha—. Se lo mostraré ahora.
Wrath asintió a Ahgony. — Ve con él.
— Mi señor —Dijo el hermano, aceptando la orden.
—Solo una cosa antes de que te marches —Dijo Wrath en un gruñido—.
¿Puedes decirme quiénes eran?
Los ojos de Abalone se clavaron en los suyos. — Sí. Cada uno de ellos.
Wrath sintió como sus labios se curvaban en una sonrisa, aunque no sentía ninguna
alegría o felicidad en su corazón.
— Bueno. Eso es muy bueno, hijo.
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J.R. Ward The King
Capitulo 39
Traductor: Luisa Camargo
Corrector: Pilar Ocampo
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Alguien estaba teniendo su necesidad, no era la elegida Layla
de nuevo, por supuesto. Pero había oído que una mujer podría
estimular a otras a lo lejos, y claramente era eso lo que había
sucedido.
mortal.
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─Lo hicieron ─susurro Saxton─. ¿No lo hicieron verdad?
─ ¿Me odias?
─Si.
74
Louis Vuitton. Hace referencia a la marca de zapatos.
J.R. Ward The King
Pagina 445
en su pecho. Y su rostro estaba tan mal. La piel se había hundido
alrededor de sus pómulos altos y su pesada mandíbula, y la
garganta… Querida Virgen Escriba, su garganta.
─ ¿Qué?
75
Película de terror independiente, que se ha convertido en una película de culto.
J.R. Ward The King
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─Tu reina.
─ ¿Si, señor?
Fritz hizo una reverencia tan baja, que era una maravilla que
la cara no cepillara la alfombra.
─Ahora mismo.
J.R. Ward The King
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bache en el camino.
Pagina 448
miro por la ventana. A pesar de que no había luces externas, se
imagino la entrada posterior cubierta de nieve. Lo imagino allí
parado, en el frio.
─ ¿Marisol?
76
Compañía de mudanzas que cuenta con bodegas para almacenar.
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Pagina 449
negro; cuello de tortuga que habían perdido el elástico alrededor de
la garganta pero eran funcionales en caso de apuro; bras que
estaban un poco deshilachados en las copas; paños suaves y
gruesos que estaban pelados arriba; pantalones vaqueros de la
escuela secundaria que utilizaba como una escala para medir su
peso.
─De Caldwell.
─ ¿Por qué?
Pagina 450
─ No, no puedo ─ella se centro en su pañuelo─. Me voy en la
mañana y mi abuela vendrá conmigo.
Pagina 451
─Fui sacada de mi casa, secuestrada, retenida contra mi
voluntad y casi violada, ─el retrocedió como si lo hubiera
abofeteado, ella maldijo─. Es solo que… ya es hora de que deje
atrás esta vida criminal para siempre. Tengo suficiente dinero como
para no tener que trabajar, y tengo otra casa.
─ ¿Donde?
77
Reconocida marca de ambientadores para el hogar.
J.R. Ward The King
Pagina 452
comprobado, como sabes, es una fortaleza, te concedo eso. Pero
las cosas suceden. La gente puede entrar. La gente… lastimar.
¿El problema?
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J.R. Ward The King
Capítulo 40
Traductor: Regin Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
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y luego sentarse junto a ellos mientras lo regurgitaba para todos los
demás. No tenía nada que ocultar frente a su familia, y nada iba a
hacer que esto fuera más fácil de oír.
Se quitó las gafas, se frotó los ojos y pensó en otra de las
razones por las que se alegraba de no estar en el piso de arriba,
estaría demasiado cerca de Beth. Fritz le había asegurado que
estaba en la cama y que se estaba alimentando, pero si había algo
que sabía de su shellan era que era plenamente capaz, incluso
después de lo intensa que había sido la necesidad, de levantarse
de la cama para acompañarle y volver a conectar con los problemas
del mundo exterior.
¿Y si esto se tratara de ella? No necesitaba oírlo justo ahora.
Mierda, él sabía que iba a tener un montón de tiempo para decirle.
—Sentaos —Murmuró Wrath mientras se ponía las gafas de
sol de nuevo—. Tú también, Z.
Podía sentir a Phury dudando en el umbral de la estancia
junto a su hermano, y en el momento incómodo que siguió, Wrath
sacudió la cabeza. —Nada de besar el anillo, ¿De acuerdo? Dadme
un poco de espacio.
—Me parece bien —Murmuró Phury—. Cualquier cosa que
J.R. Ward The King
necesites.
Así que habían sido advertidos. Eso o que Wrath se veía tan
mal como se sentía.
Mientras los demás fueron llegando de uno en uno o en
pequeños grupos, podía decir por sus olores quienes eran y en qué
orden habían entrado. Nadie dijo nada, y se imaginó que Phury
estaba haciendo señales con sus manos a la gente, indicándoles
que permanecieran callados y lo más alejados posible de él.
—Estoy a tu derecha. — Anunció Rehv—. Saxton está a mi
lado.
Wrath asintió mirando al frente.
Un poco más tarde, Tohr dijo. — Ya estamos todos aquí.
Wrath tamborileó con sus dedos sobre la mesa, con el cerebro
abrumado por el aroma de todos los reunidos. Todos los matices de
ansiedad y tristeza empapando su nariz, así como el silencio que
Pagina 455
los envolvía. —Cuéntanos, Rehv — Exigió.
Se oyó el sonido de una silla retirándose y entonces el rey
sympath y leahdyre del consejo de la glymera empezó a pelearse
con algo. Se oyó un pop, y luego un sonido como el sacar algo de
un envoltorio. Entonces un pergamino, uno de los grandes fue
desenrollado.
Con una gran cantidad de lo que fuera que había sobre él,
arrastrándose por la superficie de la mesa.
Las cintas de las familias, pensó Wrath.
—No voy a leer esta mierda. — Dijo Rehv con un gruñido—.
No merece mi tiempo. El resultado final es que todos han puesto su
sello aquí. Así que, para ellos, Wrath no es más el rey.
Un estallido de ira brotó de las gargantas de los habitantes de
la casa, muchas voces entremezcladas y tan altas que rebotaban
en el techo, todos compartiendo el mismo sentimiento.
Y de hecho, fue la shellan de Butch, Marissa, que era sin duda
la hembra más refinada en la casa quien lo resumió mejor.
— Esos malditos hijos de puta.
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más cercano. Butch por ejemplo. O cualquier hijo que el hermano y
su compañera tuvieran.
Ahora, sin embargo, había mucho en juego.
—Nadie es de raza pura…
Pagina 457
censura hace, desde el punto de vista jurídico, es quitarle al rey
todo el poder para mandar y gobernar. Cualquier intento ahora de
cambiar toda esa palabrería sería nulo y sin efecto. Usted sigue
siendo todavía el rey, en el sentido de que tiene el trono y el anillo,
pero en la práctica, no tiene poder alguno.
— ¿Así que pueden nombrar a alguien más?
Wrath preguntó. — ¿Así tal cual?
—Me temo que sí. He encontrado una nota de procedimiento
oculta que dice que en ausencia de un rey, el consejo puede
nombrar a un gobernante de hecho con una mayoría completa, y
eso es lo que han hecho. El pasaje estaba destinado a ser usado en
tiempos de guerra, en el caso de que toda la Primera Familia fuera
aniquilada junto con todos los herederos inmediatos.
Hemos pasado por eso, pensó Wrath.
Saxton continuó. —Ellos han hecho estallar esta bomba, y por
desgracia, tiene validez desde el punto de vista legal aunque se
esté utilizando de una forma que no había sido contemplada por los
redactores originales de las leyes.
— ¿Cómo no vimos esto venir? — Dijo alguien.
J.R. Ward The King
Pagina 458
—Desde un punto de vista legal —Dijo Saxton—. Que sería
lo correcto.
En la larga pausa que siguió a todo eso, se sorprendió a sí
mismo. Después de haber sido tan miserable durante los siglos en
los que no se había decidido por aceptar el legado de su padre, y
todas las noches que había pasado en el cargo ahora, pensarías
que se sentiría aliviado. Todo ese papeleo agobiándole, las
peticiones de la aristocracia, lo anticuado que era todo. Oh, y estar
confinado en casa, solo teniendo un poco de acción con Payne y
sintiendo como la mano con la que solía sostener la daga se le iba
atrofiando con el paso del tiempo.
Hasta el punto que se sentía como una figurita de porcelana.
Así que sí, el debería de sentirse aliviado de poder ser libre
de toda esa mierda.
Sin embargo, no sentía más que desesperación.
Estaba perdiendo a sus padres de nuevo.
J.R. Ward The King
Al final, Wrath tuvo que ver la cámara oculta por sí mismo. Encubriéndose a sí
mismo con una humilde túnica para que nadie le reconociera, atravesó el castillo con
Ahgony, Tohrture y Abalone, quien también se había disfrazado.
Moviéndose con rapidez a través de los pasillos de piedra, se cruzaron con miembros
de la familia, doggens, cortesanos y soldados. Sin la carga de tener que aguantar todas las
inclinaciones y saludos rituales que le habrían correspondido como rey, llegaron en un muy
buen tiempo, vislumbrando el final del castillo a medida que abandonaban la zona que
correspondía a la corte y bajaban a la de los criados.
Los olores eran diferentes aquí. No había juncos frescos o flores, o bolsitas llenas de
especias colgando, o hembras con un dulce aroma. Esta zona era oscura y húmeda, y las
hogueras no se habían cambiado con estricta regularidad, así que había un matiz de hollín
Pagina 459
en cada inhalación que hacía. Sin embargo, cuando llegaron a la cocina, el glorioso perfume
de las cebollas asadas y el plan horneándose se impuso a todo eso.
No entraron en la zona de la cocina propiamente dicha, sino que tomaron una
pequeña escalera de piedra que se sumergía en las profundidades del castillo. Cuando
llegaron abajo, uno de los Hermanos cogió una antorcha encendida de su soporte en la
pared e iluminó el camino con su luz amarillenta.
Las sombras les seguían, esparciéndose por el suelo lleno de suciedad como si fueran
ratas, enredándose en sus pies.
Wrath nunca había bajado aquí. Como rey, el solo había estado en las partes bien
cuidadas del castillo.
Este era un lugar apropiado para hacer el mal, pensó mientras Abalone se paraba
frente a un trozo de pared que aparentemente no era diferente del resto.
—Aquí — Susurró el macho —. Pero no sé cómo entraron.
Ahgony y Tohrture comenzaron a buscar a su alrededor, utilizando la luz de la
antorcha.
J.R. Ward The King
Pagina 460
Revelando un vil guiso, ahora frío, pero que claramente había sido cocinado, y que
se veía como los restos de las aguas residuales.
Wrath metió su dedo dentro y trajo consigo un poco de ese lodo marrón. Lo olió, y se
dio cuenta de que a pesar de su consistencia y del color que tenía, tenia buen olor.
—No lo pruebe, mi señor. —Interrumpió Tohrture —. Si necesita hacerlo,
permítame que sea yo quien lo haga.
Wrath se limpió la mano en la capa y se acercó a las jarras de cristal. No reconoció
las diversas raíces retorcidas que había adentro, ni las escamas, ni las hojas. No había
ninguna receta tampoco, ni siquiera un pedazo de pergamino con notas para preparar nada.
Lo que daba a entender que se sabían la receta de memoria.
Y que habían estado utilizando este lugar por algún tiempo, pensó, pasando sus
dedos sobre la superficie de la mesa y entonces yendo a investigar el rudimentario orificio
de ventilación que había sobre el caldero.
Volvió junto a los demás y se dirigió a Abalone. —Ya has hecho honor a tu linaje.
Has demostrado tu valor esta noche. Sal afuera, y que sepas que lo que ocurra ya no recaerá
J.R. Ward The King
sobre ti.
Abalone hizo una reverencia. —Mi señor, una vez más, no soy digno.
—Esa decisión es mía y ya he dicho lo que pienso. Ahora vete. Y mantén en silencio
todo esto.
—Le doy mi palabra. Es todo lo que tengo para ofrecer. Y es suya y de nadie más.
Abalone se inclinó sobre el diamante negro y besó la piedra, luego desapareció. Sus
pasos sonaban amortiguados por el pasillo mientras se abría paso de nuevo a la superficie.
Wrath esperó hasta que sus agudos oídos dejaron de oír sonidos en la distancia y
entonces dijo en voz baja. —Quiero que ese macho joven cuide de esto. Denle riqueza
suficiente para que sus futuras generaciones tengan una vida próspera.
—Como desee, mi señor.
—Ahora, cierra esa puerta.
Pagina 461
Sin sonido. Perfecto. Quedaron encerrados allí sin el menor ruido.
Durante un largo rato, Wrath paseó de un lado al otro por el claustrofóbico espacio,
imaginando el fuego encendido y despidiendo calor. Mientras, analizaba el aspecto que
tenían esas raíces, los polvos. Todo eso convertía el regalo de la naturaleza en veneno.
— ¿Por qué ella? — Preguntó—. Si ellos mataron a mi padre y quieren el trono,
¿Por qué no yo?
Ahgony negó con la cabeza. — He estado pensando sobre ello. Tal vez no querían
un heredero. ¿Quién te sucede en tu linaje? ¿Quién sería el siguiente en la línea del trono si
tú no tuvieras descendencia?
—Tengo primos. Lejanos.
Las familias reales tendían a tener una descendencia limitada. Si la reina sobrevivía
a un parto, no querían ponerla en riesgo de forma innecesaria. Especialmente si el
primogénito era varón.
—Piensa, mi señor. — Le instó Ahgony—. ¿Quién estaría en la línea de sucesión
para el trono? ¿Quizás alguien que esté a punto de nacer? Podrían estar esperando que
J.R. Ward The King
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—Por supuesto —Dijo Tohrture sombríamente—. Debí haberlo sabido.
Sí, pensó Wrath. Su principal consejero. Buscando un hijo para que preservara la
fortuna familiar en el futuro, mientras que el macho en cuestión se colocaba la corona en su
propia cabeza durante siglos.
En silencio pensó en su sala de recepción. En su escritorio con pergaminos cubriendo
toda su superficie. Las plumas que usaba para escribir y los tinteros, las listas con peticiones
que tenía que atender. A él le encantaba todo eso, las conversaciones, las sentencias, el
proceso calmado de tomar una decisión cuidadosamente.
Entonces vio el cadáver de su padre, con sus manos enguantadas, y las uñas
azuladas de su Shellan.
—Hay que hacerse cargo de esto —Declaró.
Tohrture asentía. —La hermandad lo encontrará y lo despacharemos.
—No
Los dos hermanos le miraron.
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J.R. Ward The King
Capítulo 41
Traductor: Maite Muñoz
Corrector: Payne Rlhdn
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Echando un vistazo a su reflejo, se quedó de piedra: Era
como si estuviese viendo su propio fantasma y no porque estuviese
pálida. En realidad, su piel estaba radiante y sus ojos chispeantes,
incluso aunque estaba cansada hasta los huesos, era como si
hubiese ido a Sephora78 y se hubiese maquillado de forma
profesional. Demonios, incluso su pelo parecía el de un anuncio de
Pantene.
No, la parte espectral era por el camisón de Lanz que llevaba
puesto: de franela, y tan grande como una carpa de circo, el modelo
blanco y azul pálido era como una nube a su alrededor, ondeando
por todas partes. Esto la hizo pensar en la película Bitelchús, Geena
Davis con un menor IMC79, y un menos enojado Alec Baldwin
quedándose atrapado en la otra vida, merodeando alrededor de su
casa en sábanas holgadas, tan temible como Casper.
Mirando hacia abajo, se inclinó y recogido el botiquín de
medicamentos que nunca había utilizado. Cerrándolo, lo puso de
nuevo donde lo había encontrado, en el mostrador entre sus dos
lavabos.
78
Marca de productos de belleza
79
Índice de Masa Corporal
J.R. Ward The King
Pagina 465
Además Wrath la había ayudado con todo eso. Y fue divertido,
al igual que con la necesidad, había tenido unas extrañas
sensaciones durante algún tiempo antes de que sucediera su
cambio: inquietud, el apetito voraz, dolores de cabeza por el sol.
Tuvo que preguntarse si descubrir que estaba embarazada iba a ser
tan fuerte como descubrir que era un vampiro.
Poniendo la mano en la parte baja del abdomen, pensó: En
realidad, probablemente podría ser.
Por alguna razón, volvió a recordar cuando se despertó
después de su transición. Lo primero que hizo fue ir al cuarto de
baño para verse en el espejo. Por lo menos entonces había tenido
colmillos para demostrarlo todo. Ahora, cualquier cambio que
pudiese estar pasando estaba en el interior.
Al menos su abdomen todavía estaba perfecto. Aunque era
más probable que el peso que había cogido fuese gracias a su dieta
Breyers. O podría estar embarazada. Como, ahora mismo.
Al imaginarse al tipo del anuncio Infinity x Infinity de AT & T81,
supo que aunque Wrath la había mantenido, estaría loca al pensar
80
Síndrome Pre Menstrual
81
Hace referencia a una campaña publicitaria donde un hombre habla de varios temas con niños
J.R. Ward The King
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En su lugar, entró en el armario, sacó una bata azul y metió
sus sobresaltados pies en un par de UGG82 de color rosa que
Marissa había conseguido para todas las mujeres de la casa a
modo de broma.
Los cuartos de la Primera Familia eran tan suntuosos que
Beth no se pasaba mucho tiempo buscando o pensando en la forma
en que estaban hechos y como de costumbre, se tranquilizó cuando
los dejó. Sí, claro, el lugar era precioso, si fueras un sultán. Por el
amor de Dios, era como tratar de dormir en la cueva de Ali Baba,
joyas centelleando en las paredes y el techo, y no eran falsas.
Y no, nunca se había acostumbrado al inodoro de oro.
Todo el asunto era absurdo.
Mierda, pensó mientras cerraba la cámara acorazada detrás
de ella. ¿Cómo iba a criar alguien a un niño en este ambiente? Un
niño que era normal a medias, eso es.
82
Botas de nieve con interior y exterior de piel de oveja
J.R. Ward The King
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Al entrar en la habitación, se quedó mirando ese enorme
barco de madera que era el trono y luego entrecerró los ojos,
tratando de imaginarse a un hijo o una hija sentado detrás de el.
Porque desenroscando las Viejas Leyes: Si tuvieran una niña, Beth
se aseguraría de que su marido cambiara las reglas. Si la
monarquía británica pudo hacerlo, también podrían los vampiros.
Dios. ¿Estaba ella pensando realmente esto?
Frotándose las sienes, reconoció que todo esto era la punta
del iceberg contra la que Wrath se había estado estrellando y
mientras, ella había ido guardando los precios de los juguetes
Fisher en su cabeza, disfrutando de un debate interno entre los
pañales Diapers contra los Pampers84, o que tipo de monitor de
vídeo comprar, y si le gustaba o no el nuevo estilo de la cuna de
Pottery Barn.
Cosas infantiles y de bebé. El tipo de cosas con las que había
visto batallar a Bella y Z, comprar y usar.
83
Para tu información.
84
Marca de pañales
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escaleras, hasta que el meneo de sus órganos Internos la hizo tener
náuseas y tuvo que reducir la velocidad.
Cruzando la representación del mosaico de manzano, se
imaginó que podía preguntar a cualquiera que estuviese en el
comedor.
En el momento en que llegó bajo los arcos, se quedó helada.
A pesar del hecho de que no era la hora de la comida, toda la
Hermandad estaba en la mesa y algo horrible había sucedido. Su
familia era como una versión de sí mismos de la colección de
Madame Tussaud85, todo el grupo organizado inmóvil en las sillas,
con las caras tenían los rasgos de siempre, pero sus expresiones
decían que algo estaba mal.
Y todos los ojos se fijaron en ella.
Cuando Wrath levantó la cabeza y la inclinó hacia ella, era
como si hubiese vuelto a su transición en todos los aspectos,
cuando ella había salido del sótano de su padre y entró
encontrando a los hermanos en la mesa. La diferencia, por
85
Famoso museo donde exhiben replicas de cera de personalidades.
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había sido rodeada por una pequeña aldea de un pueblo medieval
de humanos, la fortificación no era tan regia como envidiaba ser. Y
el interior, no era menos ingrato: Los fantasmas de los seres
humanos muertos erraban por muchas de las habitaciones y
especialmente por el gran hall, golpeando cosas sobre las pesadas
mesas, balanceando candelabros de hierro fundido, derribando las
pilas de troncos para las chimeneas.
De hecho, habían encajado muy bien allí. En el Nuevo Mundo,
sin embargo, ellos habían vivido en una calle sin salida, en una
casa Colonial con una suite principal del color de un intestino
grueso.
― ¡Lo hicimos! De verdad, tenemos el trono
― ¡Vamos a gobernar por siempre!
― ¡Hurra!
A medida que sus guerreros se felicitaban mutuamente y
procedían con el alcohol, se sentó sobre el sofá de la sala de estar
y extrañó el gran salón de aquel castillo. Parecía un espacio más
adecuado para jugar a ser testigo de la historia que ellos habían
puesto en marcha y en la que habían triunfado.
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Pagina 470
disfrutado durante siglos del conflicto con la Sociedad Lessening
después de que la hermandad hubiese llegado a Caldwell.
Eventualmente, después de todos sus éxitos en el campo, no
habían tenido que salvar a los humanos que perseguían, y era
difícil de encontrar algo de deporte en esas ratas sin cola.
Había querido el trono tan pronto como había aterrizado
porque... estaba allí.
Y tal vez sabía que a menos que tomasen la corona, él y la
banda de bastardos serían cazados: más pronto o más tarde, la
hermandad descubriría su presencia y querrían ejercer su
superioridad sobre ellos.
O eliminarlos.
A través de sus esfuerzos, las tornas habían cambiado; él
había ganado poder sobre ellos y su rey. Y eso era lo que era tan
extraño. El sentido de que él estaba de alguna manera fuera de
control era ilógico.
Cuando Balthazar dejó escapar una risa convulsa y Zypher
sirvió más ginebra ¿o era vodka? El talante de Xcor se iluminó.
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Pagina 471
Dando la espalda a la jovialidad, Xcor dijo: ―Anota mis
palabras, esto no ha terminado. La cuestión es, en base a su
respuesta, si todavía podremos aguantar.
― ¿A dónde vas? ―Demandó Throe.
―Fuera. Y no quiero que me sigáis, gracias.
Ese gracias sonó mas bien como un: Que te jodan, pensó
mientras se desmaterializada a través de la parte delantera de la
endeble puerta y volvía a aparecer sobre el césped.
No había más casas en esta parte de la urbanización, la única
otra estructura era la casa del surtidor del sistema de alcantarillado
municipal.
Echó la cabeza hacia atrás y reconoció el cielo. No había luz
de la luna, una capa de nubes que prometía más nieve bloqueaba
la iluminación.
Sí, en este momento de su triunfo, no sentía una gran alegría
o sensación de haberlo logrado. Había esperado ser... bueno, feliz,
podría ser una palabra para esto, aunque esa emoción no estaba
en su léxico. En cambio, estaba tan vacío como lo había estado
cuando había llegado a estas costas e incómodo hasta el punto de
J.R. Ward The King
la ansiedad.
Oh, mierda. Él sabía la causa de esa preocupación.
Era su elegida, por supuesto.
Mientras sus hombres disfrutaban de la ilusión de la victoria,
había un único lugar al que quisiera ir aunque esto pusiese,
indudablemente, su vida en peligro.
Y dirigiéndose hacia el norte lo hizo.
Viajando a través del frío aire nocturno, sus moléculas se
mezclaron en una ola hacia el pie de una de las montañas en el
borde más lejano del territorio de Caldwell.
De pie entre los pinos y robles, plantando sus botas de
combate en la crujiente nieve, miró hacia arriba a pesar de que no
pudo ver la cima del monte.
No podría, de hecho, ver mucho más allá de lo que tenía a
novecientos metros delante de él.
Pagina 472
La gran mancha del paisaje por delante no se basaba en el
clima o el terreno. Era magia.
Una especie de juego de manos que no podía entender, pero
cuya existencia no podía cuestionar.
Había seguido a su elegida hasta aquí.
Antes, cuando ella había ido a la clínica, y él estuvo
aterrorizado de que los Hermanos la hubiesen herido en represalia
por haberle alimentado, había esperado a que ella saliese del
tratamiento, y la siguió hasta aquí. De hecho, ella había sido
manipulada para proporcionarle a él su vena. Había salvado su vida
no a través de una verdadera elección, si no por una idea creada
por Throe y no era la primera vez que se arrepentía de haber
enviado a ese guerrero a la Hermandad.
Si no hubiera tratado de castigar al hombre como tal, ninguno
de ellos la habría conocido nunca.
Y su pyrocant habría permanecido desconocida para él.
Porque la verdad, la falta de conocimiento de la existencia de
esa hembra, de su olor y del sabor de su sangre, de esos
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J.R. Ward The King
Capítulo 42
Traductor: Manu Blanco
Corrector: Rhage Rlhdn
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franceses, la pequeña cosa afeminada protesto por el peso.
George se sentó a los pies de su dueño mirando hacia arriba, como
si el también estuviera esperando lo que tenía que decir.
Silencio.
—Ya no es mio.
— No importa.
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Beth estrecho su mirada — ¿Que no me estás diciendo?
cualquier otra.
— Ellos se basaron… en ti
— Eres mestiza.
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ti es perfecta.
— Odiaba el trabajo.
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—No podemos.
quieren estar? Infiernos no, toda esa mierda es parte por lo que no
quiero un jodido niño.
— Exactamente.
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hecho. Está cerrado. La moción de retiro se aprobó, estoy castrado
como rey, no tengo poder o autoridad, incluso si hubiera algo que
pudiera hacer desde una perspectiva jurídica no soy la persona
indicada que puede cambiar esto.
Bofetada.
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De pronto pensó en lo que le había dicho cuando su
necesidad la golpeo y la encontró tratando de llegar a la medicina.
igual de fuerte.
— Pero yo lo soy.
Pagina 480
Y justo cuando pensó que nunca iba a pasar, que su silencio y el serian compañeros
para la eternidad en esa oscuridad, literal y figurativamente, hubo un sonido rasposo
mientras el panel camuflado se deslizaba hacia atrás.
—No importa lo que ocurra, — Le susurro al hermano —. No interferirás, por la
presente te lo ordeno, y obedecerás.
La respuesta de Tohrthure no fue más que una exhalación — Como desee.
La luz parpadeante de la antorcha era superficial, pero fue más que suficiente para
Wrath para identificar el varón: Un clérigo que estaba en la periferia de la corte pero cuyo
padre había sido un sanador para la raza.
Un guardián de hierbas y pociones.
El macho estaba murmurando por lo bajo: —… Hace más en las noches. La Cannae
hace lo imposible…
Mientras el macho se acercaba a la mesa da trabajo, el cuerpo de Wrath actuó sin
consentir su mente. Brotando descuidadamente de las sombras, agarro el delgado brazo
J.R. Ward The King
superior poniendo toda su fuerza en el agarre sin ningún refinamiento. En respuesta hubo un
sorprendido grito de sorpresa, pero luego la antorcha se movió destellando muy cerca de sus
ojos.
— ¡Cierra la puerta¡ —Wrath demando mientras intentaba atrapar al clérigo por
la cintura.
Incluso cuando no había comparación entre sus tallas, con Wrath siendo dos veces el
tamaño del macho, la túnica del clérigo hacia resbaladizo el agarre y su presa se movía
demasiado dificultándole el controlarlo. La antorcha era tan peligrosa como la falta de
control, dejando sombras a lo largo de las paredes y sobre la mesa, Wrath se quemo las
manos tratando de controlarla.
Y luego la capa que estaba usando para ocultar su identidad se prendió.
Mientras el calor se dirigía a su pelo, dio un salto hacia atrás y bajo las manos para
buscar la daga y cortar la tela. Excepto porque la daga estaba bajo la capa y lo único que
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pudo sentir fue el contorno de la funda.
Sobresaltándose, fue a retirar la voluminosa tela de la capa hacia atrás pero retiro
su mano con un agudo dolor. En un latido las llamas estaban por todo él, y aunque trato de
apartarlas con los brazos era como luchar con un enjambre de avispas.
Agitado, cegado por la agonía y el dolor, con ruido rompiendo sus oídos, se dio
cuenta de que no iba a salir con vida de esto.
Con respiraciones cortas, el corazón palpitando enloquecido, su alma gritando por la
injusticia de todo, deseo ser un macho diferente, no uno de la pluma, sino uno que pudiera
dominar a otro con ágil confianza. El diluvio vino de arriba, oliendo, sabiendo tas
asqueroso que parecía más una lana hedionda que un líquido. Con un siseo y un sonido que
hizo que sus ojos se abrieran aun mas, las llamas se habían ido, la agitación loca
terminado.
Se produjo un gran estruendo cuando Tohrthure tiro el pesado caldero a un lado.
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— Es suyo para que haga lo que desee mi Señor —Dijo Tohrthure, dando un paso
atrás.
Mientras Wrath miraba al clérigo era difícil no contrastar el calmado éxito del
hermano contra su agotador lio: Para Tohrthure todo había sido meramente una
complicación menor.
Arrastrando los pies hasta el macho comprometido, lo forzó a ponerse sobre su
espalda, y tuvo un destello de satisfacción cuando los ojos del macho se abrieron al hacerse
evidente la identidad de Wrath.
Levantando al macho hasta que estuvieron nariz con nariz, Wrath gruño: —Si me
dices quienes más voy a perdonar a tu Shellan y a tu pequeño hijo, pero ¿Si dejas a alguno
por fuera? Tu familia será atada de pies y manos, y colgada de los tobillos en mi Hall para
que se marchiten con el tiempo.
Mientras Tohrthure sonreía sanguinariamente la cara del clérigo se puso más pálida
aun.
— Milord… —El macho susurro, — Perdóneme, perdóneme y se lo diré todo.
Wrath miro eso ojos suplicantes viendo las lágrimas caer y pensó en su Shellan y en
su padre.
— Por favor Milord, muestre misericordia, se lo ruego, muéstreme misericordia.
Luego de un momento Wrath asintió. —Prosiga.
Los nombres salieron en una serie de susurros tambaleantes y Wrath los reconoció
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todos.
Eran todos sus Asesores, comenzando con Ichan y terminado antes de Abalone, que
ya había demostrado donde estaba su lealtad.
Una oleada de furia surgió cuando el último nombre fue dicho y el clérigo guardo
silencio y la urgencia de matar no sería negada.
Su mano temblada mientras se dirigía a la funda de la daga, tirando un par de
veces, con el ángulo incorrecto, el arma quedo atrapada en su funda.
Dejando que el macho cayera al suelo, agarro al macho por la garganta y comenzó a
apretar.
— Milord —El clérigo comenzó a resollar y a arañar la muñeca de Wrath —. Lo
prometió Mi Señor… — Wrath levanto mas su brazo, y se dio cuenta de que había
bloqueado una puñalada limpia al pecho, la yugular, y los órganos mayores con su agarre.
—Mi señoooor
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Pagina 484
No lloro.
Quería hacerlo.
A medida que la conciencia de haber matado a otro ser crecía en su pecho, quiso
cambiar su mundo a un tiempo mucho más atrás de este. Uno donde su padre moría de una
enfermedad natural, y donde su shellan solo hubiera tenido un mareo por su embarazo y la
única cosa por la que tenía que preocuparse era por lo que los demás murmuraban por su
elección de pareja.
La nueva versión de la realidad era algo de lo que él no quería formar parte.
No había luz en este lado. Solo medianoche.
— Nunca había matado a nadie antes. —Dijo con voz baja.
A pesar de su fiereza el tono de Tohrthure era suave —Lo sé milord, usted lo hizo
bien.
J.R. Ward The King
—No lo hice.
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Wrath miro a esos claros y brillantes ojos y pensó que eran como la luz de la luna,
arrojando luz a la oscuridad, mostrando un camino fuera de lo salvaje.
— Debemos entrenarlo, — Dijo Tohrthure —. Debemos enseñarle lo que usted
necesita saber de manera que pueda vengar su línea de sangre. Voy a retirar el cuerpo y a
ponerlo de manera que se crea que un accidente le sobrevino, eso nos dará el tiempo que
necesitamos. Desde ahora y en adelante, su comida deberá ser preparada por nuestro propio
doggen personal, no por nadie relacionado a la corte, Todos y cada uno de los víveres serán
recogidos por las manos de los hermanos mismos. Beberemos y comeremos en su presencia
antes de que usted lo haga y dormiremos fuera de sus aposentos. Estos son nuestros
solemnes votos.
Por un momento, todo lo que Wrath pudo hacer fue mirar fijamente esa palma
extendida hacia él como si viniera de la mismísima Virgen Escriba.
Abrió su boca para dar las gracias pero nada salió.
En respuesta se agarró al brazo frente a él y se sintió alzado hasta sus propios pies.
J.R. Ward The King
Capítulo 43
Traductor: Elizabeth Dne
Corrector: Agnes Thaly
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Era, por supuesto, una locura hablar de eso a alguien que
aún no había nacido. Pero tenía la idea de que si sólo podía
mantener el diálogo abierto, quién sabe si su hijo elegiría quedarse
cerca.
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para luego sentarse de brazos cruzados mientras la glymera va
ganado procesalmente lo que uno quería.
En algún lugar.
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ella... él era diferente.
siete pulsaciones.
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Él los había encontrado.
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Un recuerdo fugaz de ese rostro suyo, ensangrentado
alrededor de la boca y la barbilla. El recuerdo aumento la frialdad,
se dio la vuelta.
Pagina 491
ante ella, sus labios comiendo su sexo de la misma forma en que
había atacado su boca.
Pagina 492
pensar en las sensaciones, todo lo que podía sentir era a Assail.
Cuando comenzó su orgasmo su sexo se apretó alrededor de su
erección, enviándolo a él también a su clímax, su cuerpo lo registro.
Pagina 493
sensibilizada, ella se unió a él con otro orgasmo, moviendo las
manos arriba y abajo de su cuerpo, sintiendo el lío caliente que la
estaba recubriendo, ahuecando sus propios pechos.
Capitulo 44
Traductor: Gloria García
Corrector: Payne Rlhdn
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la señal adecuada para detener esta locura, sin duda, uno de sus
Bastardos reportándose, además asumiendo que descubrió la
guarida de la hermandad, ¿Qué esperaba hacer? ¿Gritar fuera de la
ventana de la elegida hasta que ella estuviera de acuerdo para
reunirse con él?
Ninguna respuesta.
Era... ella.
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Miró a su alrededor. ― ¿Dónde estoy?
―Sí.
J.R. Ward The King
Pagina 496
en la puerta de su casa?
Solos.
Ella levantó la barbilla. ―Nunca he podido entender tu odio
hacia ese buen hombre.
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Él negó con el cabeza, por un lado admirando la ingenuidad
de sus principios y por otro entristecido por que ella tuviese que
lidiar con ello. ―Es la manera del mundo. Fuerza vence la
debilidad. Es tan universal como la gravedad y la puesta del sol.
―Puedes tenerme.
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― ¿Hace calor aquí o estoy loca?
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Saxton se aclaró la garganta cuando ningún otro voluntario
respondió.
Así era, pensó. Era tan fácil olvidar que no sólo era el
Pagina 500
leahdyre del consejo, sino también el rey de los symphaths.
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Y entonces él y George se fueron.
Capítulo 45
Traductor: Ketty Carro
Corrector: Payne Rlhdn
Y aun así uno podría suponer, incluso con su más bajo nivel
de habilidad, que los cuatro monosílabos que le acababa de decir;
al menos, si los procesamos individualmente, no ofrecían duda para
la compresión.
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― ¿Qué demonios has dicho? ―preguntó con dureza.
― Lo hago.
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tomado de su manantial, él había sido infectado con una
enfermedad.
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―Tú me quieres. ―Ahora su voz era firme y segura ―.
Puedo sentirlo.
― ¿Importa la razón?
―Por favor.
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de no poder hacerlo.
― No.
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De hecho se escuchó a si mismo decir ―Reúnete conmigo
bajo el arce. A medianoche, mañana.
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Cuando Trez midió la muchedumbre de góticos en el Iron
Mask, no podía decir que estuviese asustado de volver a estar en la
montura de nuevo. Sus negocios siempre habían sido importantes
para él, bueno, en principio había sido el negocio de Rehv;
entonces cuando el Reverendo había renunciado o era más como si
hubiera buscado una salida, Trez se había hecho cargo de la
totalidad del negocio del club. Y aun así, tanto si el lugar era suyo o
de Rehv, a él le encantaba llevar las operaciones, tratar con la
gente, planear nuevos lugares, mirar crecer el dinero. Sí, claro, los
humanos eran un dolor en el trasero, pero eso era cierto tanto si
estabas conduciendo tu coche, comprando en el supermercado o
intentado vivir.
Error.
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tenía tantas curvas como una pista de carreras. Probablemente con
la misma rapidez. Y con la piel artificialmente pálida hasta el punto
de parecía harina y los labios pintados del color de la sangre, era un
quiero ser vampiro en un mundo de impostores, todo avivado en
una persona que probablemente naciese de un panorama
emocional bipolar.
Ella también.
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distancia. ―Hola, Jefe.
― Entendido.
iAm le había dicho que el trato hecho con s’Ex era una idea
jodidamente estúpida. Y entonces, por supuesto, volvió hacia la
cocina a hacer cacciatore87.
Pagina 510
Aun así, considerando todas la cosas, esa conversación había
ido mucho mejor que algunas de la otras que habían mantenido
últimamente.
Justo cuando abrió la boca para decirle al jodido chico, no, el aire
cambió de dirección y fue golpeado en el rostro con un pastel de
crema lleno del aroma de lesser.
86
Marca de zapatos.
87
Es un plato de cocina italiano, que viene de la palabra cazador, consistente en asar pollo o conejo junto
con tomates, cebollas, hierbas aromáticas como el orégano, pimiento de morro y vino.
J.R. Ward The King
― ¿Por cuál?
Pagina 511
― Por ambos. Oye, ¿te importa si nos alejamos un poco?
Pagina 512
La siguiente pregunta ¿Quién demonios era?
J.R. Ward The King
Capítulo 46
Traductor: Elizabeth Dne
Corrector: Agnes Thally
Pagina 513
hace veinticuatro horas, como mucho? Y dos, Layla había tenido un
casi horrible aborto involuntario.
Pagina 514
mientras él apenas estaba pisando el agua: Sin lugar a dudas, iba a
sentir que había engañado también a su hijo.
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Dando al congelador otra mirada, sacó una caja con simples
Eggos88 y volvió a colocarlas a su sitio.
—Meh.
88
Marca de gofres congelados
89
Marca de encurtidos norteamericana
J.R. Ward The King
Pagina 516
De pie sobre el fregadero, peló una, soltó el pelador, e hizo
una pequeña y compacta pila de tiras de color naranja brillante con
un cuchillo de acero inoxidable. Un enjuague rápido. Cortar en el
medio. Cortar en sentido longitudinal dos veces. Y voilà, crudités.
Pagina 517
Layla estaba saliendo de la biblioteca, pareciendo como si
hubiera estado en un accidente de tráfico: Su pelo parecía
arrastrado por el viento, la cara blanca como una hoja, con las
manos en sus mejillas.
La Elegida saltó tan alto que tuvo que abrir ambos brazos
para mantenerse estable.
— ¡Oh! ¡Oh…! Ah, sí. Sí, soy yo. Estoy bien, muy bien, sí.
Gracias — la hembra abruptamente frunció el ceño—. ¿Y tú?
¿Estas...?
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y le dio la vuelta y la solución vino a ella con tal claridad, que casi se
cortó la yema del dedo.
90
Es una estrella de reality casada con un hombre veinte años mayor que ella. Se puede describir como la
típica rubia tonta, con silicona y artificial.
J.R. Ward The King
Una vez que se hizo evidente que ella había sufrido la misma
desorientación que él en la niebla, había tomado su mano y empezó
a subir con ella por la colina. Él no le pidió que le confirmara que el
complejo oculto de la hermandad estaba en la cima, se basó en el
mismo principio con el que habrían construido la guarida más
apropiada en el Antiguo País.
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Cuanta más alta fuera la posición, más defendible era.
En muchos niveles.
que él tomaría.
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a irse lejos, triangulando hacia abajo hasta que había tropezado
literalmente con una herramienta de arado.
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olor a ron y ginebra, lleno de carcajadas, cargado del tipo de
agresión masculina que surge después de la victoria.
Pagina 522
J.R. Ward The King
Capitulo 47
Traductor: Luisa Camargo
Corrector: Pilar Ocampo
¿Dónde estaba?
En la ducha.
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consiguieron calentarla. Le daban ganas de llorar.
Pagina 524
que en su caso era cierto.
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En ese momento, algo extraño sucedió. Todas las ventanas
de la casa brillaron repentinamente, los paneles de vidrio entre los
umbrales y las placas planas de las puertas corredizas mostraron
un brillo sutil. Persianas, pensó. Había persianas que protegían las
ventanas, un movimiento sutil del tipo de cosas que te podrías
perder a menos que estuvieras mirando en el mismo momento que
sucediera. ¿Después? Era como si nada hubiera cambiado. Todos
los muebles eran visibles, las luces encendidas… normal, normal,
normal.
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Dando al gas, parpadeo con fuerza cuando los faros
iluminaron el camino de entrada y luego la carretera de un solo
carril que las llevaría fuera de la península.
aquí.
Pagina 527
modo que no podía prometer retirarse del negocio. Había trabajado
demasiado largo y tendido para desvanecerse en un estilo de vida
de noches sedentarias incluso si los pasaba con ella. Además, tenía
la preocupación de que las cosas no se habían terminado con la
familia de Benloise todavía. Solo el tiempo diría si había otro
hermano por ahí, o puede que hubiera algún primo con un ojo
codicioso y un corazón lleno de venganza por lo que se había
servido su sangre.
Pagina 528
En la cocina, sus primos se estaban sirviendo las sobras que
la abuela de Sola les había dejado solo para ellos, envueltas en
papel aluminio en el congelador. Se veían como si hubiera muerto
alguien. ― ¿Dónde están los teléfonos celulares? ―pregunto
Assail.
―No dice.
―Maldita sea.
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cogió los teléfonos y los conecto a su ordenador.
Capitulo 48
Traductor: Manu Blanco
Corrector: Olga JHR
Pagina 530
había sido descubierto peleando en el centro, había accedido a
colgar las dagas, excepto para ceremonias, y desde eso, la huella
de la decepción de su shellan había sido suficiente para
mantenerlo a raya. Eso y el hecho de haber perdido su escasa
visión por el mismo tiempo.
Pagina 531
shellan, la posibilidad de un futuro bebé, todo el vacío de los años
extendiéndose frente a él lo taladraban una y otra vez.
Lo que sea.
— ¡Wrath¡
Pagina 532
— ¿Qué? quito la llave de seguridad de la maquina y salto al
lado de la cinta — ¿Beth?
— Wrath, oh Dios...
— ¿Estas Bien?
— Divorciémonos.
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de que no estuviese de acuerdo con su brillante idea.
— ¡Eres mi shellan¡
Fue la cosa más rara. Tan cabreado como estaba, ¿Si ella le
daba una orden directa? La seguía como un buen soldadito.
Pagina 534
que estás perdiendo el trono, y no puedo estar el resto de nuestras
vidas sintiéndome responsable por algo como eso. Me mataría.
— Sacrificarte no es la manera…
hablando.
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—Bien. Si te hace sentir mejor me divorcio de ti.
Pagina 536
J.R. Ward The King
Capitulo 49
Traductor: Mafe Ramirez
Corrector: Olga Jhr
Pagina 537
con las burbujas del protector de pantalla flotando alrededor de la
imagen de Outlook.
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J.R. Ward The King
Pagina 539
La glymera tenía formas de acabar con las vidas, que no
tenían nada que ver con ataúdes.
—Sí, claro.
91
Aplicación con funciones de asistencia personal para contestar preguntas
J.R. Ward The King
Pagina 540
en la cabeza. —Beth. Por el maldito amor de Dios.
—Sí.
—No.
—Cierto. —Murmuró.
—Cierto. —Lo dijo con un tono que para ella sonaba como
alguien que pedía que lo mataran, que le disparasen y acabasen
con su miseria.
—Ninguna diferencia.
—Cierto.
Pagina 541
—En lo absoluto.
—Cierto.
Ahora.
Pagina 542
Más que todo en los besos de Trez.
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y su pecho. Y cuando intento abrir la boca para respirar
profundamente, encontró que incluso su mandíbula estaba trabada
en su lugar, aunque podía ser producto del miedo.
— ¿Hola?
Pagina 544
de la casa que veía hacia el lago. Ella intentó responder. Lo que
salió fue un gemido débil, nada más. Todo vibraba, desde los
dientes hasta los pies. Se agitaban hasta el punto de la violencia.
—Selena
vestíbulo.
— ¿Selena? Selena.
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ninguna de sus hermanas había aportado más detalles. Solo habían
hablado acerca de la fase final de la enfermedad. Ahora deseaba
haber interrogado a aquellas que la habían sufrido. Sobre todo
cuando los primeros síntomas habían aparecido, ¿hacía ya cuanto?
Bastante tiempo.
de saciedad.
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Rigidez, después de todo, era su futuro.
Capitulo 50
Traductor: Maite Muñoz
Corrector: Zirita Bellamy
Pagina 547
Volviéndose a centrar, encadenó algunas señales de lo que
ella había estado hablando, su cerebro uniendo los nombres y
verbos hasta que...
92
Programa Saturday Live Night
J.R. Ward The King
Pagina 548
Volviendo a la oscuridad, él asintió con la cabeza y entonces
se dio cuenta de que ella no podía verlo.
“No lo entiendo”, dijo con las manos. “¿Por qué estoy tan jodido
de la cabeza por ella?”.
— Ella es tu hermana.
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firme y musculoso tenía la manera de aclarar las cosas, de repente,
solo pudo pensar en sexo y era un alivio. Al menos podía hacer algo
al respecto.
John estaba más que feliz de ser guiado por las manos hacia
el baño, y cuando salieron, cuarenta y cinco minutos más tarde,
estaba más relajado y limpio que una jodida pistola.
“¿Qué?” Pregunto.
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favorito”.
pequeña Nalla vestida con otra confección de seda rosa y tul, lo que
la hacía verdaderamente la cosa más adorable que él había visto.
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Ante el sonido de la voz de V, John se volvió como el resto de
ellos y cuando vio lo que estaba a la cabeza de la gran escalera,
parpadeó una vez. Dos veces. Doce veces.
93
Peinado caracterizado por la formación de una masa de cabello sobre la frente que se crea a partir de
la extensión del flequillo de una manera arrastrante hacia la parte trasera de la cabeza
J.R. Ward The King
Pagina 552
— Puedes llamarme Pastor y antes de que El Sr. Fan de los
Sox se haga en sus calzones un montón, quiero que todos sepan
que estoy legitimado. Tomé un curso online de pastor en menos de
una hora, y estoy ordenado, pequeño.
Pagina 553
llevaba un simple vestido de tubo blanco, uno que cubría sus
hombros y que llegaba por debajo de las rodillas. Y a medida que
se acercaba, lo reconoció como algo que había visto llevar a las
elegidas cuando querían estar cómodas en casa. A diferencia de
ellas, su cabello estaba suelto y se derrama por su espalda en
ondas negras.
Pasó mucho tiempo antes de que John pudiera hacer que sus
manos funcionaran bien. Y al responder con una seña afirmativa,
pensó en todas las sandeces que la glymera estaba dejando caer,
el estrés en la familia y la tristeza de Wrath, esto lo sintió como si lo
hubiera esperado hacer durante toda su vida. Como si hubiese
cruzado una gran distancia para hacerlo. Algún tipo de meta que
había querido cumplir aunque no siendo consciente de que estaba
por ahí.
95
La aplicada por intravenosa
J.R. Ward The King
Pagina 554
Abriendo la tapa de una caja versión del rey James, sacó un
pedazo de papel y lo agitó alrededor. — ¿Ves? Bonito y legalísimo.
— Impresionante.
96
Spray para el cabello
J.R. Ward The King
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— Sólo ven hacia abajo —respondió ella.
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— ¿Estás diciendo que mi lado humano es de menor valor?
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Capítulo 51
Traductor: Manu Blanco
Corrector: Olga JHR
Pagina 558
cinco yardas del salón de billar. Ella desapareció. Cerraron las
puertas para que no podamos verla.
hacer.
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Sagrada mierda. Podía estar embarazada también.
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Por ninguna razón comenzó a sonreír — ¿Si?
—No. —Corto Wrath con una gran sonrisa —. Voy primero. Sí.
Lo hare.
— No, Dijo Beth con otra carcajada —De hecho esta perfecto.
Todo estaba tan... bien. Era tan real y tan natural, la falta de
Pagina 561
formalidad funcionaba, especialmente a la luz de los valores
ridículos del sistema de la aristocracia. Infiernos. Lassiter era un
antídoto vivo y respirando a todo eso.
— En la salud y en la enfermedad…
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—Para cuidarte y amarte hasta que la muerte nos separe.
Este es mi voto solemne.
Lassiter pasó otra página, —Te doy este anillo como símbolo
de mi voto. Y con todo lo que soy y todo lo que tengo te honrare en
el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo.
Pagina 563
hasta que la muerte nos separe. Este es mi voto solemne.
Pagina 564
cara —. Y eso es muy útil.
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es infalible y que no hay ninguna grieta en la que puedan presionar.
Beth soltó su mano para darle más espacio para firmar, pero
el claramente no quería eso, tomo su mano de vuelta y apretó.
Pagina 566
Capítulo 52
Traductor: Zsadist Rlhdn
Corrector: Manny Rlhdn
Pagina 567
compartir esto con alguien más, y haciendo caso de su buena
conciencia, se centró en los tirones de su muñeca, en la vista de
sus labios contra su piel, la realidad de que estaba, de hecho,
cuidando de ella.
— ¿Si?
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mundo exterior o del s'Hisbe. Ni siquiera los hermanos y sus
compañeras, lo más interesante. Solo ellos dos.
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—Arriba. En la parte de atrás.
—Oh, joder...
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arqueando su espalda, su torso se levantó contra su pecho mientras
él cambiaba a la boca, metiendo su lengua, la ayudó a cabalgar su
orgasmo. Cuando todo terminó, ella se derrumbó, respirando con
dificultad.
— Tú eres... magnífico.
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luego encontrando su eje de nuevo. Y mientras lo trabajaba, sus
caderas le acompañaban: el ritmo cada vez más y más rápido.
—Pero yo quiero…
ella, tenerla, correrse en ella, era más fuerte que todas las cosas
que odiaba de sí mismo. Nada iba a parar esto ahora.
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Para él, era más bien una adicción.
—No te detengas.
J.R. Ward The King
—No lo haré.
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empuje al mínimo. ¿Virgen? Virgen…
Virgen
Trez se retiró tan rápido que ella hizo una mueca y salió de la
cama, acabando al otro lado de la habitación.
—Lo soy.
Pagina 574
—Entonces, ¿cómo es que eres virgen?
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De pronto, pensó en lo que le estaba obligando a hacer y
sintió una lanza de dolor a través de su pecho.
— ¿Para quién?
J.R. Ward The King
—Una vez más, ¿no crees que ese es un juicio que sólo yo
puedo hacer?
—Pero no me conoces.
—Nop. Tu no....
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—Joder.... —Se quejó acercándose a la almohada. En ella,
estaba su móvil con la pantalla hacia arriba, claramente se había
salido fuera del bolsillo del pantalón, cuando estos terminaron en la
cabecera.
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Capítulo 53
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Payne Rlhdn
que ella no volvió a tener contacto con ese lado nunca más, nada
fuera de él y de sus hermanos, asumiendo que esa era su vida.
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glymera.
―Entendido.
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Quería meter algo caliente y hacerlo chisporrotear.
Un clic como del ratón le dijo que había cerrado los pestillos.
― ¿Cual?
―Muy segura
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Para probar el punto, ella se frotó contra él y tuvo que
maldecir. Instantáneamente se sintió muerto de hambre, pero no
obstante la inclino salvajemente a un lado dejando caer su cabeza
hacia atrás y tomó la boca de su esposa.
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moverla hacia arriba y hacia abajo sobre él.
Jamás.
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Trez cerró los ojos. ―Estoy en camino.
Virgen.
Mierda.
J.R. Ward The King
Virgen.
Pagina 583
desees, pero voy a estar aquí por si cambias de opinión.
―Como quieras.
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merodeando por las habitaciones interiores después de haber
tenido un ataque de rabia.
―Jefe
― ¿Qué pasa?
tiempo.
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―Denme un minuto, señoritas ―dijo Trez mientras se dirigía
a las puertas corredizas. ―yo os lo enviare abajo al dormitorio que
hay en el pasillo de allí.
calma. Sin contar con que tenía su ceja izquierda levantada. Mierda,
Trez iba a oír toooodo acerca de esto tan pronto como hubieran
terminado.
Genial. Otra cosa para mirar hacia adelante. S’Ex llegó hasta
el broche negro en su garganta. Grande como el puño de un
luchador estaba adornado con piedras negras, con metal alrededor
de ella y alrededor de sí mismo, y cuando se quitó la cosa, todas
esas ropas cayeron al suelo.
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Buenas noticias para las prostitutas.
― ¿Cuál es el favor?
―Está embarazada.
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Santa... Mierda.
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―Si.
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era el que siguió también.
97
Marca de Whisky bourbon.
J.R. Ward The King
Pagina 590
Capítulo 54
Traductor: Zsadist Rlhdn
Corrector: Zirita Bellamy
— ¿Vas a venir?
J.R. Ward The King
Pagina 591
— Ella viene conmigo.
Pagina 592
con pequeños pedazos de comida y tomando nota de las bebidas.
Él no estaba aquí.
sirves?
Pagina 593
afrenta a la retina.
— Sí.
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rojo, que no era un paraguas, ayudándolo a su lado.
Ichan miró al otro lado, como si esperara que Xcor lidiara con
el intruso, pero cuando nadie del grupo de guerreros se movió, el
aristócrata se aclaró la garganta y se acercó a Rehvenge.
Pagina 595
— ¡No eres bienvenido aquí!
— No lo creo.
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—Sí, creo que encontrarás que todo es bonito y legal. Wrath
no está unido a ella. Se divorció de ella hace unas tres semanas, no
soy abogado, pero estoy bastante seguro de que no se puede basar
un voto de no confianza en un tema que no existe.
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Capítulo 55
Traductor: Manu Blanco
Corrector: Manny Rlhdn
Pagina 598
—. Dios, amo a Rehvenge. El realmente lo llevo al consejo.
Mientras abría la puerta fue recibido por una ola dorada con
un collar tintineante y una cola que golpeaba las jambas de la
puerta y las piernas de Wrath, una y otra vez mientras el perro
giraba, giraba, giraba y oh un estornudo.
J.R. Ward The King
— ¿Wrath?
—Wrath...
— ¿Si?
—Sí.
Pagina 599
— Trabajaremos querrás decir.
Las buenas noticias, supuso, era que nadie iba a querer nada
de él en el baño. Y mientras se paraba bajo el chorro aun frio se
preguntó porque se negaba. Esa esposa suya iba a apretar las
cadenas hasta que estuviera de vuelta en el trono estrujando
papeles.
asiento.
—No, no lo har...
— ¿Jane?
Pagina 600
—Oh, escucha, puedes traer...
vestirme primero.
—Iré contigo.
Esa era la tercera opción. Oh, joder, ahora sentía que tenía
que vomitar.
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— ¿Trabajadores?
—Gracias milord.
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—No necesito recostarme. —Refunfuño mientras
contemplaba el techo sobre la cama.
— Estoy bien.
— Uh-hun.
— No lo estaba haciendo
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— Si, lo son. —Wrath se encogió de hombros como si no
fueran la gran cosa —. Eran parte del tesoro en el Antiguo País,
Darius los hizo instalar aquí.
—Estoy Bien.
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Wrath la fulmino con la mirada —Me estás dando un trabajo
para deshacerte de mí.
Doc. Jane asintió —Lo hizo, pero antes de ir más lejos en las
Pagina 605
comparaciones quiero recordarte que cada embarazo es distinto.
Incluso en la misma mujer. Pero hay que decir, acabas de pasar por
tu necesidad así que quizás lo estas, pero también es muy
temprano para asegurarlo.
— ¿Cuál?
Pagina 606
pongo de pie.
—Como quieras.
—Trato.
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Wrath atravesó la puerta con Fritz pegado a sus talones.
Pagina 608
Capítulo 56
Traductor: Zsadist Rlhdn
Corrector: Rosmerry Gutiérrez
Pagina 609
Cómo si la glymera tuviera algo que decirle a él esta noche.
Gracias a Xcor.
― Quiero quedarme.
J.R. Ward The King
Pagina 610
― Escaleras ― le dijo a su perro.
― Buena idea.
familiaridad.
― ¿Cuántos obreros?
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Hubo un largo período de silencio, durante el cual estaba
dispuesto a apostar que Rhage y John cerraban los ojos y no se
miraban entre sí.
arrodillarse.
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de Wrath, lo único en que podía pensar era: Ya era el jodido tiempo.
― ¿Qué?
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Los ojos del capataz se abrieron desorbitadamente, como si
esta fuera la última cosa que había esperado oír. Pero entonces se
levantó del suelo apoderándose de su cinturón de herramientas. ―
Yo soy Elph. Él es... ― hizo las presentaciones de forma rápida.
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La nariz de Wrath se ensanchó. ― Me estás mintiendo.
―No lo hice.
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― ¿Así como?
―Así, accesible.
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John siguió al hermano, pero luego hizo una pausa en la
división entre las lonas. Los trabajadores todavía estaban mirando
donde Wrath había estado y hablado entre ellos, como si estuvieran
repitiendo todo. Como si hubieran sido testigos de un
acontecimiento histórico.
Probablemente no.
J.R. Ward The King
Pagina 617
Capítulo 57
Traductor: Regin Rlhdn
Corrector: Blay Rlhdn
Mientras Ahna se sentaba en su tocador, constató que ya solo quedaba una leve
reminiscencia del cansancio que había sido persistente desde su episodio. Con cada noche
que pasaba se sentía más como ella misma, su cuerpo había vuelto a la normalidad. Su
mente de nuevo era afilada.
Pero todo había cambiado.
En primer lugar, la hermandad se había trasladado a la habitación de al lado. Los
doce que la componían. Y rotaban en su servicio de manera que la puerta del espacio
privado de Wrath y ella nunca estuviera desprotegida.
J.R. Ward The King
Luego estaba la comida. Wrath se negaba a dejarla comer cualquier cosa que él o los
hermanos no hubiesen probado con antelación, seguido por un pequeño tiempo de espera.
Y luego estaba la cara de preocupación de su hellren cuando pensaba que ella no le
veía. Hablando de preocupación... ¿Dónde estaba él ahora?
― Su rey volverá muy pronto.
Ella jadeó y miró por encima de su hombro. Tohrture estaba sentado en un rincón,
“leyendo” un libro de sonetos. A decir verdad, no creía que él estuviera siguiendo la lectura
en absoluto. En lugar de eso, sus ojos iban desde las ventanas bloqueadas a la puerta, luego
a ella, para volver de nuevo a las ventanas, a la puerta y a ella otra vez. En alguna ocasión
había alterado su rutina para hablar con alguno de sus hermanos, o para probar la comida
que había sido preparada para ella.
― ¿Dónde ha ido? ―preguntó una vez más.
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― Estará de regreso pronto – la sonrisa estaba destinada a ser tranquilizadora,
pero esa sombra en su mirada definitivamente no lo era.
Ahna entrecerró los ojos. ―Él no me ha explicado nada de esto.
― No te creo.
El hermano se limitó a sonreír en la forma que solía hacerlo, sin darle nada para
seguir adelante.
Ahna dejó su cepillo sobre el tocador y se giró por completo para mirarle de frente.
―Él piensa que he sido envenenada entonces. De lo contrario, ¿Por qué toda esta
protección? La comida, toda esa preocupación...
― Todo está bien.
Justo cuando ella levantaba las manos en señal de frustración, la puerta se abrió...
Ahna se puso en pie tan rápido que su tocador se tambaleó, dejando sus frascos y pequeñas
J.R. Ward The King
― ¿Qué le habéis hecho? ― gritó mientras la puerta de la cámara era cerrada con
llave.
Antes de poder detenerse a sí misma, golpeó a los dos que estaban sosteniendo a
Wrath, pero sus puños no hacían nada en ellos mientras maniobraban con él para dejarle
sobre la plataforma de la cama.
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éste levantó su mano izquierda ―. Ahna... detente.
Ella quería estrechar su mano y aferrarse a él, pero parecía estar herido por todas
partes.
― ¿Quién te ha hecho esto?
― Hay un trabajo que necesita ser hecho. Por mis propias manos. ―Wrath las
flexionó y se estremeció de dolor ―. Nadie más será suficiente.
Ahna miró a su compañero, y luego hizo lo mismo con todos los machos que había
allí reunidos. Con todos ellos, incluso los que acababan de llegar al haber oído sus gritos.
J.R. Ward The King
― Vais a explicaros ahora mismo ― ladró Ahna ―. Todos. O voy a salir de esta
habitación.
― Ahna ― la voz de Wrath era apenas inteligible y estaba teniendo problemas
para tomar aliento ―. Se razonable.
Ella se levantó y se puso las manos en las caderas. ― ¿Voy recogiendo mis cosas o
alguno de vosotros va a contarme lo que pasa?
― Ahna...
― Habla, o empiezo a recoger.
Wrath exhaló una maldición entrecortada. ― No hay ningún motivo por el que
tengas que estar preocupada.
Pagina 620
haber sido arrollado por un carruaje, ¡Eso es totalmente algo que me concierne! ¡Cómo te
atreves a excluirme de esto!
Wrath levantó una mano para frotarse la cara y luego hizo una mueca cuando entro
en contacto con su piel.
― Creo que tienes la nariz rota ― dijo ella de forma monótona.
― Por supuesto.
Wrath finalmente la miró. ― Te voy a ahvenge, eso es todo.
Ahna se oyó a sí misma jadear. Y entonces sus rodillas se debilitaron y se sentó de
nuevo en la plataforma de la cama. No era ingenua, sin embargo, oír la confirmación de lo
que había estado sospechando fue un shock.
― Aye.
J.R. Ward The King
― Wrath, tu no eres apto para los menesteres de un deber que implique violencia
― dijo con voz ronca.
― Voy a serlo.
― No. Te lo prohíbo.
Pagina 621
Ahora él la miró fijamente a ella. ― Nadie manda al rey.
― No fue así. Y como su hijo, estoy obligado a corregir ese error, al igual que el
tuyo ― Wrath se limpió la sangre de su boca ―. Escúchame ahora, mi Ahna, y escucha
con atención esto, que es la verdad. No voy a ser castrado en esto por ti o cualquier otra
persona. El alma de mi padre me atormenta ahora, caminando por los pasillos de mi mente,
hablando conmigo. Y tú vas a hacer exactamente lo mismo si ellos finalmente tienen éxito y
consiguen ponerte en una tumba. El destino ha querido que tenga que vivir con lo primero,
no esperes a que haga lo mismo con lo segundo.
J.R. Ward The King
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― Así que no puedo permitir que otros hagan lo que es mi deber. Incluso si pudiera
considerar tu punto de vista de que soy demasiado débil. Nunca podría mirar a los ojos a un
hijo o una hija con la conciencia de que no tuve el coraje necesario para hacer honor a mi
linaje.
Capítulo 58
Pagina 623
Traductor: Zsadist Rlhdn
Corrector: Zirita Bellamy
Más adelante el asesino iba tan rápido como él. Sin embargo
el bastardo no estaba tan bien armado, sobre todo después de
haber vaciado su cargador y haber vuelto a la edad de 15 años
lanzando el cargador vacío sobre Xcor.
Pagina 624
tirando con fuerza, bajó al muerto viviente de la esquina, girando en
el aire, de tal manera que aterrizaron con Xcor en la parte superior.
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izquierdo despacio. Con la mitad de la fuerza, corto una vez, dos
veces, tres veces antes de que la cuchilla cortara limpiamente. El
pie derecho estaba relajado para una persecución.
de su pareja?
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Xcor redujo al lesser a pedazos, dejando sólo la cabeza unida
al torso y charcos de sangre negra formándose debajo de los cuatro
puntos cardinales donde antes se encontraban sus extremidades.
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Falso. Tan pronto como pudo desprenderse de los bastardos,
había aparecido en al arce y encontrado huellas de su Layla en la
nieve. Sin embargo, ella debió haber regresado a su lugar de
reunión ahora.
En el amor.
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reacción inmediata, escondió sus manos ensangrentadas en la
espalda, y camino de modo que no quedara a favor del viento de
ella.
— Si.
— Eso es refrescante.
miedo.
Él entrecerró los ojos. — Así que ¿es por eso que has venido
hasta aquí? ¿Para presumir?
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Xcor se separó de ella, caminando hacia atrás y adelante. —
Respóndeme algo.
— Lo que sea.
— No me harás daño.
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Él tampoco revelaba nada.
Pagina 631
a salvo.
— Pensé que era por eso que me llamaste aquí esta noche.
— He cambiado de opinión.
espaldas.
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Capítulo 59
Traductor: Mafe Ramírez
Corrector: Rosmerry Gutiérrez
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— ¿Selena? —Abrió un poco más la puerta, y fue cuando oyó
el sonido del agua corriendo.
Oh…Dios.
—Entonces sin falta, trae una silla, a menos que quieras unirte
a mí.
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Maldiciendo entre dientes, Trez fue y cogió una silla, porque al
final, tenía miedo de que si se quedaba de pie, iba tropezar y caer
sobre ella. Literalmente.
— No.
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— ¿Rugby? ¿Baseball?
— ¿Sí?
se ocuparía de ello.
Solo hazlo98.
Pagina 636
— Yo las vendo. Sus cuerpos. A hombres usualmente.
Silencio.
98
Hace referencia al eslogan de Nike: Just do it
J.R. Ward The King
Pagina 637
Ella había estado a punto de hacer una reverencia, cuando
recordó que él no la merecía, él, al igual que Xcor, estaba en el
bando contrario.
Pagina 638
no lo sabía.
— Una vez más le digo, que esto es algo que usted puede
J.R. Ward The King
Cuando la dejó dar otro paso atrás pensó que tenía una
buena posibilidad de escapar.
— No.
Pagina 639
— Si me disculpa, voy a retirarme ahora —Hizo una
reverencia y luego luchó para concentrarse, concentrarse,
concentrarse.
— Ten cuidado.
Cerrando los ojos, pensó que odiaba esto entre ella y Xcor.
¿Qué iba a hacer con todas las horas que había antes de mañana a
J.R. Ward The King
Pagina 640
Capítulo 60
Traductor: Luisa Camargo
Corrector: Pilar Ocampo
―Si.
Pagina 641
― ¿Hace cuánto? ―Se oyó preguntar.
Pagina 642
―Dios, Selena, estoy tan jodido, lo siento. Nunca debería
haber estado contigo. No porque no quisiera, sino porque yo...
Bueno, sí, porque sabía que esta iba a ser la reacción que tendrías
si te decía la verdad. Y, de hecho, ayer por la noche, vine aquí para
tratar de explicarte, pero entonces yo solo...
―Sólo déjalo.
J.R. Ward The King
Así era ella. Porque la triste verdad era que había disfrutado
estar con él. De hecho, mientras estaba sucediendo, se sentía en
una especie de paraíso. Desafortunadamente, esa ilusión fue tan
transitoria como el acto, y ahora que todo había terminado. El
placer era como si nunca hubiera existido.
Pagina 643
si Trez hubiera sido un santo, que no era claramente, estaba sin
tiempo.
―Está bien ―Ella luchó para guardar las lágrimas y tuvo
éxito. Después de todo, pronto estaría sola. ―Es lo que es. He
aprendido hace mucho tiempo, a no negociar con el destino.
conocí.
Pagina 644
― ¿Dentro…?
― ¿Sobre qué?
Pagina 645
Assail levantó la vista hacia el cielo nocturno.
― ¿Quieres llamarla?
―No.
Pagina 646
Incluso él escuchó el vacío en su voz.
―Tres truchas.
J.R. Ward The King
Pagina 647
Mientras se iban golpeando el camino lleno de baches, las
ventanas estaban blindadas para captar los sonidos u olores.
No había nada.
Pagina 648
la Forelesser para distribuirlo. Y el negocio podría reanudarse como
si Benloise nunca hubiera existido.
Perfectamente arreglado.
―Sí.
Pagina 649
Capitulo 61
Traductor: Mafe Ramirez
Corretor: Macarena Suarez
Pagina 650
sobre los nudillos y las palmas hundidas. Su corazón comenzó a
martillear, se apresuró al espejo del baño y encendió la luz.
Pagina 651
Mientras el personal continuaba en la sala de billar,
envolviendo en plástico grueso el pasado, Wrath se acercó a la
base de la escalera. ―Vamos a llevarte a la cocina. ―Bajo las
escaleras para unirse a él y dejó que le tomara el brazo.
Apoyándose en su fuerza, tomó una profunda y liberadora
respiración. Probablemente se había imaginado todo lo que había
pasado escaleras arriba. En serio. Probablemente. Mierda.
― ¿Sí?
―Mm-hm
Pagina 652
Tomando la cuchara que le ofrecía Fritz, cavó en el plato,
consciente de que los tres machos la miraban fijamente, Wrath con
la más profunda intensidad.
Pagina 653
claras, antes de que explotara de tanto que la alimentaban.
Paso mucho rato antes de que pudiera decir otra cosa. Y P.D.
odiaba los sonidos de las arcadas. Apoyo su caliente y sudorosa
J.R. Ward The King
Pagina 654
desentrañar alguna pista emocional. ¿La única cosa que estaba
trabajando? Sus oídos. Así que con cada ronda de arcadas, el
sonido iba directamente a su cerebro.
Pagina 655
mierda. Y solo un imbécil se atravesaría en el camino de su pareja
hacia el tratamiento médico que requería.
― ¿Qué más puedo hacer por ti? ―se oyó decir Wrath
mientras estrechaban las manos.
―Aquí estoy.
Pagina 656
― ¿Wrath, me llevas arriba?
― ¿Por qué?
Capitulo 62
Pagina 657
Traductor: Zsadist Rlhdn
Corrector: Zirita Bellamy
Pagina 658
En ese sentido, su abuela asintió y salió de la pequeña sala
de estar.
99
También conocido como regulador de velocidad, es un sistema que controla de forma automática la
velocidad después de que sea configurado.
100
Cadena de almacenes especializados en decoración del hogar.
J.R. Ward The King
Pagina 659
hecho de poder oler el salitre en el aire ayudó. Ella no estaba más
con él. No es que en realidad hubieran estado juntos.
Nunca más.
Pagina 660
comprobar su teléfono.
Pagina 661
a una especie de normalidad.
Pero lo hacía.
Capítulo 63
Pagina 662
Traducido por: Regin Rlhdn
Corregido por: Manny RLhdn
— ¿Estás segura?
Pagina 663
—Por completo. La próxima vez que me sienta mal, prometo
decirlo directamente, y no usar una metáfora.
iAm tuvo que apretarse de nuevo para caber en esa silla con
relleno: La Sombra era tan grande que desbordaba por los
reposabrazos y el respaldo trasero, y llamaba mucho la atención.
Con aire ausente, él negó con la cabeza, con sus ojos negros
registrando todo su alrededor como si estuviera listo para
defenderla con su vida. Lo que en realidad era muy dulce.
101
Hace referencia a una revista para madres y padres que lleva el mismo nombre.
J.R. Ward The King
—Sí. Pero está bien. No tengo nada que ocultar –Cruzó las
piernas descansando el tobillo de una sobre la rodilla de la otra —.
Ya sabes, con todo lo que ha pasado con mi hermano todos estos
años, no pienso ni siquiera en ello, ¿Me entiendes? Tengo que
conseguir arreglarlo, y mierda, eso no ha estado pasando.
Pagina 664
mansión para conocer la esencia de la situación —. Para ser
sincera, sigo esperando bajar una de estas noches y encontrarme
con que los dos os habéis marchado.
102
Este término se emplea para la selección de pacientes en distintas situaciones y ámbitos, en situación
normal en las urgencias extra hospitalarias y hospitalarias
J.R. Ward The King
—Sip.
Pagina 665
avanzaban por el, pudieron encontrar la misma decoración marrón y
crema que había en la sala de espera, con similares falsas texturas
de arte en marcos de cristal haciendo todo lo posible para darle una
sensación de no institucionalidad a un lugar lleno de equipos
médicos y gente en pijama y batas blancas.
Cuando iAm pasó a su lado, ella dio un paso hacia atrás con
los ojos muy abiertos, como si le gustara la forma en la que él olía.
Obviamente.
Pagina 666
aún. Sin embargo es una posibilidad, y estoy teniendo muchas
náuseas. Solo quiero comprobar que todo está correcto.
—No. ¿Debería?
—Gracias.
—Estoy de acuerdo.
Pagina 667
—Si tuvieras que casarte, ¿Con qué tipo de mujer sería?
El no respondió a eso.
Pagina 668
Oh Dios, no dejes que el Doctor entre antes de que el…
—Patético. Lo sé.
103
Jugador de la NBA que afirmó haber tenido relaciones sexuales con unas 20.000 mujeres
J.R. Ward The King
Pagina 669
El negó con la cabeza. —Te lo agradezco, pero no soy una
buena apuesta para nadie.
— ¿Cuál?
— ¿Señora Marklon?
Pagina 670
—Déjeme echar un vistazo a sus venas.
Por un rato.
Pagina 671
corto y rubio era el resultado de un buen tinte, y tenía unos bonitos
brazaletes de oro y un anillo de diamantes en la mano izquierda.
—Un amigo.
—Mi marido no puede estar aquí. —Dijo Beth cuando los dos
estrecharon sus manos.
—Oh, lo siento.
¿Está en el ejército?
—No.
Pagina 672
La Doctora frunció el ceño. —Lo... Lo siento, pensaba que
esta era su cita para el ultrasonido.
104
Gonadotropina Crónica humana. Es una hormona producida durante el embarazo
J.R. Ward The King
cien mil. Así que, como le he dicho, espero que me deje hacerle un
ultrasonido para que podamos ver qué está pasando.
—Yo... yo...
Pagina 673
—Bueno, de nuevo. Los niveles de HCG son meramente una
indicación al principio y solo en relación a cuánto están
aumentando.
ella.
Pagina 674
Capítulo 64
Traducido por: Elizabeth Dne
Corregido por: Agnes Tally
Pagina 675
Xhex? Sus pisadas lo habían llevado de vuelta aquí.
— ¿Texto?
Pagina 676
¿Por qué estaba notando todo esto?
Estaba aterrorizada.
—Oh, Dios…
Pagina 677
necesidad fue hace una noche, dos a lo sumo.
— ¿Qué?
Jesús... Cristo.
Pagina 678
hermoso. Él es perfecto. Y tiene el corazón de un león.
— ¿Un hijo?
—Sí. Un hijo.
J.R. Ward The King
Pagina 679
Capitulo 65
Traducido por Zsadist Rlhnd y Klaus Origen.
Corregido por: Payne RLhdn
Beth tuvo que reír mientras sus lágrimas corrían más duro.
― ¡Mirad!
Pagina 680
sosteniendo, y ella se espantó. Cada uno de ellos tenía un brillo en
sus ojos, miradas masculinas que sujetaban sus emociones bajo
control.
Estaba preocupado.
Pagina 681
Alejándose del borde del abismo, se aferró a dos cosas, uno:
había escuchado esos latidos del corazón, agradables y fuertes; y
dos: la Doctora había contado maravillas del bebé.
besos, besos.
―Sí, ella lo está ―Bella dijo mientras se secaba bajo sus ojos
y miró a Z ―. Ella está lista.
Pagina 682
Ella besó el pelo súper suave de Nalla. ―Sí.
Pagina 683
Su hellren era un tipo alto. ¿Pero en este momento? Dejaba el
Monte Everest en vergüenza.
El ceño fruncido que le dio, era tan duro como una pared de
ladrillos, ya lo había visto alguna vez.
Enamorarse, ya.
tierra, si lo necesitaban.
Cuando giró el rostro hacia ella, el amor que sentía hacía que
sus ojos brillaran con tanta fuerza, que podía ver la luz de color
verde pálido, incluso a través de las gafas envolventes.
Pagina 684
Rodeado de sus hermanos y con el nuevo propósito de olvidar sus
miedos, sabía que esta era una de las mejores noches de su vida...
Oh, mierda, no era aún de día, no lo era.
Pagina 685
La multitud se calmó de inmediato, y podía sentir el foco de
atención en su Beth. Ella iba a tener un montón de eso a partir de
ahora, no sólo de él, sino de sus hermanos.
Pagina 686
―Encanta, ¿qué?
―A mí también.
―Oh, gracias.
Pagina 687
toque en su cara ―. Acerca de tu respuesta sobre todo.
Pagina 688
Un hijo. Un hijo.
Pagina 689
sacrificar a un niño sólo porque tenía miedo que él o ella podría
tener un defecto. Estúpido. Tan estúpido. Y realmente jodido.
―Llego tú visitante.
―Hazlo pasa.
Pagina 690
habitación cambio tan abrumadoramente, Wrath retrocedió.
―Sé que fue usted. Sé que sólo podría ser usted ―La voz del
hombre se ahogó ―. No puedo pagarle ¿Cómo sabía?
rampas.
Pagina 691
―Es un honor ―dijo con voz ronca mientras lo ponía en sus
manos.
― ¿Qué es?
Wrath sonrió un poco. ―Sí, eso del título de rey ciego no eran
J.R. Ward The King
Pagina 692
dentro de la raza para las banderas de consuelo y ropa. Este es...
es su mejor tejido, uno que hizo hace años y no ha tenido el
corazón para vender. Le tomó un año completarlo ―La voz del
hombre se quebró ―. Ella dijo que sabe por qué ahora no podía
dejarlo ir, lo estaba guardando en tributo para usted.
―Rojo.
Pagina 693
Capitulo 66
Traductor: Klaus Origen y Zsadist Rlhdn
Corregido por:Payne RLhdn.
permitido perdonar.
Pagina 694
terminar en las noticias de la noche de una mala manera. Él los
ignoró a todos y procedió a subir por un conjunto de escaleras
móviles.
―Vestido.
Pagina 695
El hombre hizo una pausa como si no estuviera seguro de si
eso era una broma.
―No, no lo soy.
―Lo puedo decir por el acento. ―El vendedor pasó una mano
por la increíble variedad de cuadros cruzados encima de cuellos.
―Estos son nuestros cortes tradicionales. Puedo decir sin medir
que la moda Europea no va a sentarle bien es demasiado
musculoso en los hombros. Incluso si pudiéramos conseguir el
tamaño del cuello y del brazo derecho, creo que aun así la
reventaría. ¿Le gusta alguno de estos colores?
Pagina 696
―XXXL.
―No lo sé.
― ¿Corbata?
―Voy a tomar eso como un no. ¿Me deja que mida el brazo?
Pagina 697
Antes de darse cuenta, estaba completamente desnudo en un
probador, vistiéndose con la ropa que le habían dado y ocultando
las armas en un montón que había hecho con la ropa que llevaba.
105
Actor de películas de acción
J.R. Ward The King
―Aye.
Pagina 698
saco algo ―. Tengo algunas muestras aquí, sí, de la vieja escuela
Drakkar, Égoïste, esta es buena. Polo original. Oh, intente con esto.
Una bolsa grande de color blanco con una estrella roja fue
puesta sobre el mostrador. ―Gracias por venir, mi nombre es
Antoine, por cierto. Por si quieres volver para los zapatos.
Pagina 699
Antoine levantó la palma de la mano como si estuviera a
punto de darle una palmada en el hombro de nuevo. Pero una vez
más, se sorprendió a sí mismo y sonrió en su lugar.
Pagina 700
así como a conducir. Por si se diera el caso de que otro macho
apareciera, ella estaría preparada.
Estaba sola.
106
Marca de gas lacrimógeno usado para autodefensa
J.R. Ward The King
―Hueles... diferente.
― ¿Mal?
Pagina 701
Él no respondió y su rostro no mostraba nada que le hiciera
poder sacar alguna conclusión.
― ¿Bueno…?
Y ahora su corazón latía tan fuerte, que ella apenas podía oír
su profunda voz.
entonces ella sabía que tenía que vivir hasta cumplir su parte del
trato.
Mirando por abajo hacia él, Layla no sabía lo que debía hacer.
Pagina 702
Cuando ella obedeció y le entregó otra para que se
envolviera, se preguntó cómo seria estar en…
Capítulo 67
Pagina 703
Traducido por: Mari Cruz
Corregido por: Zsadist RLhdn
Pagina 704
―Así que imagino que ella ha trabajado en eso durante un
año…
Detenido. En seco.
―Ah…
Pagina 705
―Mi hijo está ahí, ¿de acuerdo? Y simplemente, no me
parece… bien.
― ¿Oh, de verdad?
Pagina 706
símbolos.
―Estoy sorprendida.
― ¿Sobre qué?
Pagina 707
ver.
― ¿Está funcionando?
―Bueno, eso fue la otra parte de la cita. iAm tuvo que hacer
un poco de magia con la pobre mujer naturalmente, ellos no habían
visto jamás algo parecido a mi análisis de sangre, a pesar de que la
cantidad de hormonas del embarazo resultaron ser las adecuadas.
Quiere que vuelva dentro de un mes, a menos que algo cambie.
Doc. Jane dijo que iba a intentar conseguir una máquina de
ultrasonidos para la clínica, tienen algo de equipo portátil para
Pagina 708
ortodoncias, pero no hay nada específico para embarazos que
muestre imágenes en 3D. Por desgracia, esa cosa va a ser
malditamente cara…
―Me alegro.
Pagina 709
exactamente qué hacer.
Ninguna sangre fue derramada, ninguna ropa cortada. Pero Wrath sabía demasiado para
disfrutar de la pequeña victoria. Volteándose hacia atrás sobre sus pies, dio un salto mortal
en el aire y aterrizó pesadamente, guardando su posición de lucha, alzando sus dos dagas.
Sin perder un segundo, las tiró lejos, enfrentando a su oponente con las manos
desnudas. Tohrture se abalanzó sobre él sin contenerse en nada, ni en velocidad ni en
fuerza, y Wrath se quedó muy quieto. En el último segundo, mientras el grito de guerra del
hermano resonaba en la cueva iluminada por antorchas, Wrath se lanzó al suelo y agarró al
luchador por los tobillos en un ataque explosivo.
Tohrture cayó hacia delante y como Wrath había aprendido, la última cosa que
Pagina 710
podías desear era un hermano con una espada en sus manos encima de ti. Rodando fuera
del camino, saltó de nuevo en sus pies. Esto era vital. Volver siempre a estar de pie.
De la nada, fue atacado por la espalda, un peso enorme derribándolo al suelo. Antes
de que pudiera inspirar aire, le dieron la vuelta y fue agarrado por la garganta mientras un
guante de pinchos se cerraba en un puño.
J.R. Ward The King
¡Crack!
El impacto le dejó casi sin sentido, sus brazos desmayados en el suelo de tierra
apisonada.
Pagina 711
había aturdido, asustado y distraído. No más de eso. Ahora conocía el esquema del alivio:
cómo el entumecimiento llegaría inevitablemente, cómo de suficientemente pronto se
aclararía su mente y volvería a estar de pie.
Su sangre era de color rojo brillante mientras formaba un charco cada vez más
grande bajo su cara.
―Es suficiente por esta noche ―anunció Ahgony ―. Buen esfuerzo, Señor.
Wrath se incorporó sobre sus rodillas, por lo que su torso se irguió. Sabía que no
debía intentar ponerse en pie aún. Su cráneo se sentía demasiado ligero para eso. Espera…
espera… ―Aquí, Señor, permítame ―dijo Night, ofreciéndole su mano.
J.R. Ward The King
Wrath cerró sus ojos y sintió como su cuerpo cedía. Pero luego imaginó a su amada
shellan, yaciendo en su cama, su piel del color de las nubes. Levantándose por su cuenta,
escupió la sangre que quedaba en su boca. ―Una vez más ―les dijo a los reunidos ―.
Hagámoslo… otra vez.
Hubo un momento de pausa, la luz de las antorchas parpadeando sobre los otros
machos en la cueva secreta de entrenamiento. Y entonces los hermanos se inclinaron ante él
del modo que él había notado recientemente que empezaban a usar no al modo de la corte,
no, ni como saludo o despedida, como era la costumbre aristocrática.
Pagina 712
―Como desee, mi Señor ―dijo Ahgony. Antes de gritar una vez más ―. ¡Call!
Capítulo 68
Traducido por: Regin y Blay Rlhdn
Corregido por: Zsadis Rlhdn
― ¿A dónde vas?
― ¡No vayas!
Pagina 713
siguieran manteniendo. Pero incluso aunque no fuera así, había
escondido mucho en lugares secretos ―. Fredicah está al tanto de
todo y cuidará de ti ―dio un paso hacia atrás ―. No puedo
avergonzar a nuestro linaje, tu futuro depende de ello.
Grandes figuras.
Pagina 714
―Soy Beth. ―le tendió la mano ―. Me alegra mucho que
hayas venido.
Pagina 715
derecha ―. Ven por aquí Abe...
Pagina 716
el otro eran evidentes.
― ¿Abe?
Pagina 717
El rey pareció endurecerse. ―Si.
Pagina 718
¿Eras tú?
trono…
― ¿Qué es pues?
Pagina 719
Al menos a eso Xcor era capaz de decir la verdad. ―Ese
hombre renunció a la mujer a la que estaba unido con el fin de
retener el trono. Se de sus acciones por buena fuente. ¿Si está
dispuesto a hacer eso? Puede tener la jodida cosa.
―Si quieres que te diga algo más, vas a tener que bajar esa
arma.
―Habla.
Pagina 720
su definición, estemos donde estemos. Tú lo puedes dejar si
quieres, o puedes quedarte y luchar con nosotros como siempre lo
hemos hecho.
―Hablas en serio.
―Ya no.
― ¿Bien, que?
Pagina 721
Capítulo 69
Traducido por: Blay RLhdn
Corregido por: Payne RLhdn
¿Otra migraña?
Pero santa mierda, cada vez que cerraba sus ojos, veía la
cara de Selena. Oía su voz cuando dijo que quería vestirse. Olía el
aroma de su decepción.
Pagina 722
Y era raro. Su hermano había estado cotorreando con él para
limpiar sus acciones ¿Cuánto tiempo? Diciéndole que tenía que
conseguir asentarse y detener eso del sexo, advirtiéndole que el
tiempo era cada vez más corto, esperando y rezando para que
viniera un cambio, incluso cuando no hubo ninguna esperanza de
que esto ocurriera. Mientras tanto, él había estado fallándose putas
en lugares públicos, consiguiendo migrañas y montando una gran
ola de autodestrucción, apretando su cuello sin prestar atención.
Dios... rezaba para que la reina tuviera una hija que fuera una
elegida. Tal vez así, al menos parte de esta pesadilla podría estar
en…
―Adelante ―murmuró.
Pagina 723
― ¿Es el tipo sobre el que han estado hablando? ―Sus ojos
se abrieron de golpe ―. ¿El dios del sexo?
―Gracias jefe.
― ¿Estás seguro?
Pagina 724
Trez abrió la boca para decir que no.
Pagina 725
Al mirar hacia el futuro, no vio nada importante en su vida,
excepto su hermano. iAm era sin duda lo único de valor que tenía
en este mundo. Y de repente, la idea de entregarse a sí mismo a la
reina y su hija, convirtiéndose en un esclavo sexual encarcelado en
las paredes del palacio siendo utilizado sólo por su polla y su
eyaculación no le pareció muy diferente a la forma en la que había
estado viviendo su vida. Él había estado jodiendo a muchas
mujeres con regularidad y no le había importado. No era como si
alguna de esas mujeres hubiera significado absolutamente nada.
Pagina 726
escuchaba las olas en la orilla, sabía que no iba a sonar.
tampoco.
―Assail ―dijo en voz alta ―. ¡Sé que estás aquí! ―Su voz
no llegó lejos a causa del viento.
Pagina 727
― ¿Assail...?
Pagina 728
Capitulo 70
Traducido por:Vishoud RLhdn
Corregido por:Payne Rlhdn.
―Gracias, amigo.
Mientras él y George salían de la parte trasera del coche, hizo
una pausa y se inclinó ―Hey, ¿puedes ir a buscar más de esas
Pagina 729
fresas? Ella tiene de nuevo antojo de zanahorias, también. Y
pepinillos. Será mejor que te hagas con dos de esos frascos con
esos hijos de puta ácidos.
―Voy a estar de vuelta de inmediato, mi señor. Y creo que
voy a conseguir algo de yogur helado. ¿Ella lo toma con virutas de
chocolate?
―No lo haré.
Pagina 730
―Para nuestra suerte.
107
Reality de cocina.
J.R. Ward The King
Jesús.
Pagina 731
su mujer. Beth estaba teniendo un embarazo perfecto. Ella estaba
sana, feliz. Comía, bebía y se alimentaba bien, no es que las Doc.
Sam, la medico humana a la que ella acudía supiera sobre ello. Y la
frecuencia cardiaca también estaba bien. Su hijo estaba genial.
Pagina 732
―Si. Y espera hay mas. Todavía te falta un Diper Genies109 y
conseguir teteros110.
―Vamos a conseguir formula111 ―le informo Beth, como si él
supiese de que estaban hablando ―. En caso de que mi leche no
baje.
108
La pregunta hace referencia a que algunas mujeres en las últimas semanas de su embarazo pasan por
un periodo de anidación o preparar el nido. Es decir tener todo listo para el nacimiento del bebe.
109
Utensilio para desechar pañales.
110
En algunos países son conocidos como mamilas.
111
Leche en polvo para recién nacidos
J.R. Ward The King
Pagina 733
―Hola, Ab.
Pagina 734
―Voy a estar aquí. ¿Y después de esto quien sigue?
Con una sensación de gran temor, Anha puso su mano sobre su vientre hinchado, y
miraba como su compañero se preparaba para la noche que tenia por delante.
A la vacilante luz de la chimenea y de las velas, todo era diferente en él. Había
notado que el cambio se acercaba en los últimos meses, pero en la víspera, todo lo que
había sido suave parecía haberse fundido inmediatamente, la culminación había llegado.
Su cuerpo era diferente ahora, mas duro, más definido. Más grande. Y su expresión no era la
misma. Al menos, no cuando este nuevo estado de ánimo se asentaba sobre sus hombros.
Como si sintiera su escrutinio, él la miro.
― ¿Cuánto tiempo estarás fuera? ―Ella preguntó ― Y no me mientas. Se cual es
el motivo por el cual tu te vas.
Pagina 735
Él aparto la mirada y fue hasta la mesa de roble sobre la cual estaba la ropa que la
hermandad había traído y ella nunca había visto. Todo era negro.
―Volveré al amanecer.
Su voz era más baja de lo normal, más fría de lo normal. Y entonces se dio cuenta
de que se estaba atando una correa de cuero sobre su pecho. Tal y como los hermanos lo
hacían.
― ¿Es que vas a luchar? ―ella susurro con un nudo en la garganta. Finalmente
respondió, solo después de que pusiera dos dagas negras con la empuñadura hacia abajo,
sobre su corazón. ―Volveré al alba.
―Sí.
J.R. Ward The King
Ella puso las manos sobre su rostro trazando sus rasgos, recordando todos los
amaneceres en los que había vuelto a casa sangrando, cojeando, hinchado y agarrotado.
Pero últimamente él había mantenido un horario con los otros machos y no había regresado
herido. Por lo tanto ella debería haber sabido que era el momento.
En ese momento, la beso con fuerza. Luego salió por la puerta de la habitación.
Pagina 736
Antes de que cerrara la puerta tras de él, ella vio que los hermanos estaban alineados a
ambos lados del pasillo de piedra, cada uno con una antorcha. Ellos se inclinaron ante su
hellren mientras salía fuera.
Solo.
Dejo caer la cabeza entre las manos, sabia que lo único que podía hacer era rezar.
Capítulo 71
Traducido por: Gloria García
Corregido por: Zsadist Rlhdn
Pagina 737
golpeado, un juego salvaje con el que no habría sido capaz de
relajarse durante de otro mes mas.
112
Hace referencia a que muchas mujeres en E.E.U.U deciden no utilizar la Epidural y pasan todo el
trabajo de parto sin ningún tipo de anestesia.
J.R. Ward The King
―Están perfectas.
Pagina 738
ruido mientras se sentaba en su acolchado asiento.
― ¿Qué pasó?
Oh... infiernos.
Pagina 739
Wrath acerco sus grandes brazos y puso sus manos sobre los
hombros del macho. Habló también en voz baja, lo que fuera que
dijera, el marido que había perdido todo estaba asintiendo.
― ¿Cómo lo sabes?
―Acabas de bostezar.
― ¿Yo?
Pagina 740
Arqueó la espalda, quería quedarse, pero tenía que ser
realista. ―Tal vez caminar por el centro comercial durante todo ese
tiempo fue demasiado.
―También te amo.
Pagina 741
... Ella murió frente a mí...
― ¿Mi señor?
Un accidente de coche.
Increíble.
Pagina 742
bastante seguro de que estaba frente a la ventana, no era como si
pudiera ver hacia fuera.
―Pues no.
―Si.
―Está bien.
― ¿V?
― ¿Sí?
―Si.
Pagina 743
nunca habían hablado de eso, pero tampoco nunca
preguntó. Siempre hubo algo más en juego, además, había sido
demasiado joven para preocuparse por esas cosas.
Siempre.
La familia primero.
Pagina 744
asegurar el futuro del trono. Eso no fue en absoluto lo que le habían
dicho, mientras lo encerraban en ese reducido lugar.
Te quiero.
― ¿Wrath?
―Oh.
―Oh.
Pagina 745
― ¿Si no necesitas nada…?
― ¿Un legado?
―Si. Un poco.
Pagina 746
Capítulo 72
Traductor: Blay Rlhdn
Corrector: Payne Rlhdn
Pagina 747
A diferencia de un gato en un granero que disfrutaba de su deber, los ratones que
había matado no habían sido una fuente de felicidad para él.
Pero al pensar en su nonato bebé, sabía que había hecho del mundo un lugar más
seguro para su hijo o hija. Y mientras pensaba en su amada compañera, así como en la
muerte de su propio padre, era muy consciente de que eso que había sido inusual en su
naturaleza había sido muy necesario también.
El puente levadizo que había sobre el foso se desplegó a lo largo permitiéndole la
entrada como si hubieran estado esperándole. Y así era.
Anha corrió hacia fuera sobre las tablas, la radiante luz de la luna capturaba su
cabello oscuro y su túnica roja.
La conocía desde hacía poco tiempo si se juzgaba por el paso de las estaciones, pero
por el curso de los acontecimientos, creían que habían estado juntos durante toda la vida.
La hermandad estaba con ella.
Tirando de las riendas, sabía que ella vio todo cuando sus manos fueron a su boca y
J.R. Ward The King
Tohrture tuvo que agarrarla del codo para mantenerla en posición vertical. Deseaba que ella
no hubiera llegado, pero de cualquier manera ya no había vuelta atrás.
Desmontando, a pesar de que no estaba todavía en el puente, dejó su caballo donde
estaba y se acercó a los gruesos tablones. Pensó que tal vez ella correría lejos de él, pero no
fue así, sino todo lo contrario.
Pagina 748
Los reyes eran los objetivos para las ambiciones de los demás. Esa era la realidad.
Cerrando sus ojos, deseaba que hubiera una manera de salir de la herencia, si
hubiera alguna, le preocupaba su futuro hijo. Las hijas tenían una oportunidad, los hijos
estaban maldecidos.
Pero no podía cambiar para lo que había nacido. Sólo rezaba que el coraje que
había tenido esta noche lo tuviera de nuevo cuando más lo necesitara.
Por lo menos ahora se había demostrado a sí mismo y a su amada que no era solo
un líder en tiempos de paz. En la guerra, podía manejar la espada si tenía que hacerlo.
―Te amo ―dijo.
Cuando su compañera se estremeció contra él, sabía que iba a temblar de nuevo al
día siguiente por la noche, cuando viera lo que iba a hacer a los jefes de esos cadáveres. Los
mensajes tenían que ser enviados con el fin de ser recibidos.
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un hija un macho que sea tan bueno como su padre.
Wrath besó la parte superior de su cabeza y continuó adelante, a través del gran
salón subiendo hasta su cámara, la hermandad con ellos, pero manteniendo una distancia
discreta.
Sí, pensó, para sobrevivir uno no debe estar solo y tienes que contar con un
compañero de valor. ¿Si posees eso? serás más rico que cualquier rey y reina que vaguen
nunca por la tierra.
J.R. Ward The King
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Capítulo 73
Traducido por: Ketty Carro
Corregido Por: Zsadist RLhdn
En algún nivel, sabía que tenía que ser un sueño. Había sido
ciego durante demasiado tiempo para poder soñar que la realidad
había cambiado repentinamente.
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te veo, te veo.
―Wrath.
— ¿Mahmen?
― ¿Lo hice?
y volviese contigo.
―No lo recuerdo.
―Es una deuda que tengo contigo desde hace mucho tiempo.
—Su sonrisa era tan tranquila como la de la Mona Lisa —. Y debo
devolverla ahora. Porque te amo tantísimo, tantísimo…
― ¿Qué eres…?
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―Wrath, despierta.
― ¡Beth! —gritó.
113
El término sueño de movimiento ocular rápido o sueño MOR (en español MOR; en inglés REM,
de rapid eye movement sleep) describe la fase del sueño durante la cual se presenta la mayor frecuencia
e intensidad de las llamadas ensoñaciones.
J.R. Ward The King
― ¿Quién?
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En el baño, acarició a George, el cual estaba acurrucado
sobre la cama de perro Orvis que Butch le había regalado por
Navidades y entonces orinó y se lavó la cara.
Su Beth bostezó.
―Por nada.
―Bueno, sí.
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sea.
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Doctora. Sam venga a nuestra casa, mi esposa es su paciente…
treinta seis semanas… ¿Síntomas? Mi esposa está embarazada,
¿cuánto tiempo necesita?
―Wrath.
―Estoy sangrando.
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Cuando fue transferida a la camilla, observó donde había
estado sobre la cama y se estremeció por la fluorescente mancha.
Era enorme, como si alguien hubiera echado un galón de pintura
debajo de ella.
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suponía que iba ir a un centro humano, donde había gente que
cuidaría de ella y del pequeño Wrath, visto cualquier problema que
él pudiera tener, estarían ella y iAm si era de día, Wrath el grande y
John si era de noche.
― ¿Sientes dolor?
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barriga.
―Si presiono…
Beth gimió.
115
Es un problema del embarazo en el cual la placenta crece en la parte más baja de la matriz (útero) y
cubre toda la abertura hacia el cuello uterino o una parte de ella.
J.R. Ward The King
Ni siquiera en la mesa.
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―…eth? ¿Beth? ¿Estás conmigo?
― ¿Qué hacemos?
―De acuerdo.
―De acuerdo.
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Capítulo 74
Traducido por: Blay RLhdn
Corregido por: Payne RLhdn
Todo lo que wrath tenía para seguir adelante eran los olores
de la habitación. Antiséptico en el aire, sangre que lo aterrorizaba,
el miedo de su Beth y de los demás a su alrededor, calma, frío
razonamiento por parte de Doc. Jane, Manny y Ehlena.
John Matthew.
J.R. Ward The King
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El silbido ascendente junto a él era la única respuesta que
obtuvo.
Otro silbido.
Nadie respondió.
Estuvo así hasta que llegó Doc. Jane hacia él, y por la
cercanía y la dirección de su voz, sabía que se había arrodillado
frente a él.
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lo hago. Esto significa que no podrá de tener más… niños.
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Capítulo 75
Traducido por: Regin Rlhdn
Corregido por: Manny RLhdn
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sus manos el precioso paquete.
—Hey, hombretón.
—Es cierto.
—Yo también.
Cuando vio que se pasaba las manos por la cara, el terror que
había sentido volvió. — ¿Qué? ¿Hay algo mal con él?
—No.
— ¿Entonces, que?
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Wrath buscó su brazo hasta acariciarlo. —Tu matriz ya no
está.
Beth exhaló. Otra cosa que no formaba parte del plan. Y fue
un shock darse cuenta de que la parte que la definía como mujer,
como hembra no estaba más en ella.
—Lo siento.
J.R. Ward The King
Mientras miraba todos los nombres que allí había, Beth sonrió
y se imaginó al pequeño Wrath grande y alto, fuerte como su padre.
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—Tú y yo. Juntos.
—Yo solo tuve que hacer la parte divertida —Dijo él con una
sonrisa.
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La alegría que sintió cuando vio a John sostener torpemente
al pequeño era más o menos la mejor cosa del mundo. Solo detrás
de ver a Wrath hacerlo.
—Salve al Rey.
—Bueno, no exactamente.
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—Estoy muy feliz de ser jubilado —Dijo Rehv —. Enserio.
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Capítulo 76
Traducido por: Maite Muñoz
Corregido por: Manny Rlhdn
116
Las iniciales son por el nombre del bebe Little Wrath o pequeño Wrath
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cosas.
Estaban en la biblioteca, pasando por las puertas francesas,
cuando L.W. dejó escapar un graznido y se tensó, como si algo le
hubiese llamado la atención.
— ¿Qué pasa, gran hombre?
Wrath colocó de nuevo a su hijo. Dios, amaba esa palabra,
hijo y luego hizo cábalas.
— ¿Es la luna a lo que estas mirando? Debe ser. Sí, creo que
es eso.
Descorriendo las puertas, se abrió camino y respiró
profundamente. El verano estaba llegando a lo grande, la noche
cálida como agua dela bañera, y cuando L.W. estiró los brazos
hacia arriba, Papá pensó, sip. Él estaba revisando al viejo hombre
en el cielo. O la cara.
Con la sensación de que la realidad se estaba fusionando de
alguna específica, mágica manera, Wrath giró a su hijo en posición
vertical, poniéndole de cara al exterior.
Levantándolo alto.
Sosteniendo el futuro en sus manos.
Así su hijo vio la luna por primera vez, con ojos que eran tan
perfectos como el resto de él.
J.R. Ward The King
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prisas, ni de las personas que estaban con ella, ni de todo lo que se
dijo.
Y cuando ella llegó al vestíbulo, y vio a los otros en el hogar
reunidos una vez más, cada uno de ellos tenían la misma expresión
que sentía en su propio rostro.
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—Lo siento. —Negó Wrath con la cabeza.
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Para siempre.
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