0 оценок0% нашли этот документ полезным (0 голосов)
93 просмотров3 страницы
Este documento resume las perspectivas teóricas de Tocqueville y Barrington Moore Jr. sobre las revoluciones. Según Tocqueville, las monarquías jugaron un papel importante en la modernización previa a la revolución francesa al centralizar el estado y debilitar a la élite señorial. La revolución eliminó los obstáculos restantes pero heredó las estructuras sociales y políticas existentes. Moore enfatizó el papel de las clases altas rurales. Ambos analizan las revoluciones desde perspectivas teóricas diferentes
Este documento resume las perspectivas teóricas de Tocqueville y Barrington Moore Jr. sobre las revoluciones. Según Tocqueville, las monarquías jugaron un papel importante en la modernización previa a la revolución francesa al centralizar el estado y debilitar a la élite señorial. La revolución eliminó los obstáculos restantes pero heredó las estructuras sociales y políticas existentes. Moore enfatizó el papel de las clases altas rurales. Ambos analizan las revoluciones desde perspectivas teóricas diferentes
Este documento resume las perspectivas teóricas de Tocqueville y Barrington Moore Jr. sobre las revoluciones. Según Tocqueville, las monarquías jugaron un papel importante en la modernización previa a la revolución francesa al centralizar el estado y debilitar a la élite señorial. La revolución eliminó los obstáculos restantes pero heredó las estructuras sociales y políticas existentes. Moore enfatizó el papel de las clases altas rurales. Ambos analizan las revoluciones desde perspectivas teóricas diferentes
y Barrington Moore Jr. La revoluciones son caminos excepcionales que algunas sociedades tradicionales emprendieron para convertirse en sociedades modernas. Sin embargo, ellas constituyeron referencias centra- les para otros pases, incluso para aquellos que evitaron una ruta revolucionaria sin dejar de recorrer por eso el camino a la modernidad. En los anlisis de las revoluciones, algunos autores han subrayado el papel previo de las monarquas en el proceso modernizador (Toc- queville, 1959), .otros el de las clases altas rurales (Moore, 1968), y no han faltado analistas que han prestado especial atencin al papel autno- mo del Estado (Skcpol, 1984). Lo que diferencia a estos autores que analizan el camino revolu- cionario no es slo el tema que enfocan, sino las pticas desde las cuales observan los procesos: el liberalismo en el caso de Tocqueville, el marxis- mo en el de Barrington Moore, y el neoweberia- nismo en el de Theda Skcpol. Tocquwille El libro de Tocqueville, El antigllo rgimen y la revolucin, no es una historia de la revolucin sino un estudio sobre ella. La revolucin cort en dos la historia de Francia, entre lo que ha- ban sido y lo que queran ser en adelante. Los revolucionarios tuvieron menos xito del que esperaron en esta empresa. Ellos heredaron sin darse cuenta la mayor parte de los sentimien- tos, costumbres e incluso ideas con las que realizaron la revolucin. Hubo continuidad en la ruptura, pero los revolucionarios, que creen que con ellos comienza la historia, slo afirman la segunda en desmedro de la primera. Para comprender la revolucin y su obra, Tocqueville sugiere un mtodo: olvidar por un momento la Francia que se tiene delante y acu- dir a interrogar en su tumba a la Francia que ya r.c' ~ ~ t e . Siguiendo esta metodologa, Tocque- ville encuentra que la centralizacin del Estado, el desarrollo econmico, la autonoma del cam- pesinado y el debilitamiento de la lite seorial fueron obra del Antiguo Rgimen y que la obra principal de la revolucin fue barrer con los obstculos que impedan el pleno desarrollo de esos procesos modernos. Nadie ha estudiado el siglo XVIll como lo han sido el Renacimiento y la Edad Media, . analizando hechos y estructuras (leyes, costum- bres y 10 que Montesquieu llamaba el espritu de la nacin). Creemos conocer esta ltima po- ca porque vemos claramente lo que brillaba en su superficie, porque conocemos la historia detallada de sus personajes: Pero en cuanto a la manera como condudan sus negocios, al funcionamiento verdadero de las instituciones, a la posicin exacta de las clases enfrentadas entre s, a la condicin y a los sentimientos de los que todava no podan hacerse or ni notar, en cuanto al fondo, al fin, de las opiniones y de las cos- tumbres, solamente tenemos ideas confusas y a menudo equivocadas (Tocqueville, 1959:14). El objetivo de Tocqueville es penetrar hasta el meollo del Antiguo Rgimen, tan cerca de nosotros en el tiempo pero tan oculto por la Revolucin. Para lograr ese objetivo no se limi- t a los libros clebres, sino que estudi obras menos conocidas, pero que revelaban mejor los verdaderos instintos de la poca. Revis todos los escritos pblicos en que los franceses exhi- ban sus opiniones en vsperas de la Revolu- cin: las actas de las asambleas generales y de las asambleas provinciales, los cuadernos redac- . tados por los tres rdenes en 1979. Esta larga serie de volmenes manuscritos, dice Tocque- ville: ... son el testamento de la antigua sociedad francesa, la expresin suprema de sus deseos y la manifestacin autntica de sus ltimas voluntades ... Cuando se tiene una administra- cin pblica organizada y se visitan sus archi- vos no slo se tiene una idea exacta de sus procedimientos sino que el pas entero se re- vela en ellos. Un extranjero que visite hoy las correspondencias confidenciales del Ministe- rio del Interior y de las prefecturas pronto sabr ms de nosotros que nosotros mismos (Tocqueville, 1966: 15). .1 DE OBJETO A SUJETO DEL PODER En el siglo XVIII la administracin pblica ya estaba centralizada. Ella influa no slo en asuntos pblicos sino tambi n en la vida priva- da de cada individuo: .. Adems, no daba a publicidad sus gestio- nes, lo que haca que no se temiera acudir a ella para exponer incluso las ms secretas lacras. Al estudiar los archivos de Pars y las provin- cias, Tocqueville encontr al Antiguo Rgimen vivo y coleando, con sus ideas, sus pasiones, sus prejuicios y sus costumbres. En ellos descubri en la Francia de aquel tiempo muchos de los rasgos que nos llaman la a tencin en nuestros das. En ese suelo encontr los sentimientos, las ideas, las costumbres y las races de la sociedad francesa moderna: "Cuanto ms me acercaba a la Revolucin mejor vea su fisonoma. All se anunciaba no slo lo que sera en sus inicios sino tam- bin sus fundaciones de ms larga duracin. La revolucin tuvo dos fases: la primera, en la que los franceses quisieron abolir todo el pasado, y la segunda, en la que volvieron a tomar todo lo que haban dejado. Tocqueville es el fundador de lo que se llama la sociologa histrica, uno de cuyos mtodos preferidos es la comparacin entre los Estados, naciones y sociedades. Ese mtodo queda clara- mente explicitado en su obra, cuyo objetivo es hacer comprender por qu esta gran revolu- cin, que se preparaba en toda Europa, esta)\a primero entre nosotros antes que en cualquier otra parte. Tocqueville se pregunta tambin por qu (la revolucin) surgi espontneamente de la socie- dad que iba a destruin>, as como por qu la antigua monarqua cay de modo tan completo y repentino. Para responder estas preguntas, Tocqueville compara Francia, Alemania e Inglaterra, en las que percibe una similitud de costumbres, leyes e instituciones siendo pueblos diferentes. En los tres, el gobierno se conduca segn las mismas normas, las asambleas politicas se formaban con los mismos elementos y estaban provistas de los mismos poderes. La sociedad estaba dividida de la misma manera y el mismo orden jerrquico reinaba entre las clases, los nobles ocupaban una posicin idntica . Las maneras y estilos de conformacin de las sociedades se parecian y los cam pos se goberna- ban de la misma manera. Las condiciones de los campesinos se diferenciaba poco, el cultivador de las tierras estaba sometido a las mismas car- gas. En todos lados, el seoro, el tribunal seo- rial, el feudo, la enfiteusis, los servicios presta- dos, los derechos feudales, las corporaciones se parecan. En el siglo XVI, las instituciones socia- les, politicas, administrativas, judiciales, econ- micas y literarias de Europa se ~ e m e j b n ms que en siglo XIX. . La Constitucin se fue debilitando en todas partes y en el siglo XVIII ya estaba arruinada. Hay una decadencia gradual de las institucio- nes propias de la Edad Media que puede seguir- se en los archivos de la poca. Las instituciones municipales que emergen en el siglo XIII se mantienen an el siglo XVIII, pero debilitadas, sin vigor. Las viejas instituciones se han hundi- do sin deformarse. Todos los poderes de la Edad Media, observa TocqueviJIe, son atacados por la misma enfermedad: Alli donde las Asambleas provinciales se han conservado sin cambiar un pice su antigua constitucin son un freno para el progreso de la civilizacin antes que una ayuda. El pueblo se aparta de e)\as y se inclina al prncipe. Ahora se juzga mal todo lo que es viejo. Inglaterra, a diferencia de la Europa conti- nental, ya era en el siglo XVII una nacin com- pletamente moderna que mantena, sin embar- go, algunos vestigios de la Edad Media. Por qu los derechos feudales se haban hecho ms odiosos al pueblo en Francia que en cualquier otra parte? La revolucin no estall en aquellos pases donde las instituciones medievales estaban mejor conservadas, haciendo ms dolorosa la vida de las gentes. Este es el caso de Alemania. El yugo pareci ms insoportable all donde ellas eran menos pesadas. Este es el caso de Francia. G9 LA PERSPECTIVA TERICA El caso de Alemania es conocido. A fines del siglo XVIII la servidumbre no estaba completa- mente abolida, los soldados haban sido siervos. El campesino no poda abandonar a su seor. Nada de eso sucedi en Francia, donde el cam- pesino venda y compraba libremente. Durante mucho tiempo se crey que la Revo- lucin Francesa dividi la propiedad agraria, pero veinte aos antes ya Francia haba experi- mentado cambios en la estructura de propiedad. La funcin de la Revolucin Francesa no era dividir la propiedad de la tierra. Existe ya desde antes un persistente deseo por adquirir propie- dades: los ahorros de las clases bajas se dedican a la compra de tierras. En Inglaterra haba habi- do campesinos propietarios, pero ya haba mu- chos menos. En Alemania, la pequea propie- dad tiene larga tradicin, pero es poco signifi- cativa comparada con la gran propiedad. Los propietarios libres, como en Francia, quizs in- fluidos por sta, se encuentran a orillas de Rn. Estas fueron las zonas ms revolucionarias des- pus. Es, pues, un error pensar -concluye Tocque- ville- que la divisin de la propiedad agraria viene de la Revolucin Fra.ncesa. Es ms antigua que sta. La Revolucin Francesa vendi las tie- rras de la Iglesia y de la nobleza. Pero la mayora de las tierras fueron compradas por gentes que ya tenian otras. La divisin de la tierra se exten- di ms que el nmero de propietarios. La con- secuencia de' la Revolucin Francesa no fue dividir el suelo, sino liberarlo por el momento. Las cargas eran pesadas, pero lo que las hacia intolerables era que estos campesinos se haban escapado, ms que en cualquier otro lugar, del gobierno de sus seores. Esta fue otra revolu- cin tan importante como la que los haba he- cho propietarios. En el siglo XVII los asuntos de las parroquias ya no eran dirigidos por funcionarios de los se- ores, pues stos eran nombrados por el inten- dente de la provincia y otros eran elegidos por los mismos campesinos. Los seores no slo no dirigian, sino que ni siquiera supervisaban. To- dos los funcionarios dependan del poder cen- tral. El seor no era ms el primer habitante. Esto no se daba en otros pases d el mundo. En Inglaterra la sociedad estaba administrada y gobernaba por los principales propietarios de la tierra. Los derechos feudales que afectaban al pue- blo francs eran los siguientes: a La huellas de la prestacin personal casi se haban borrado. Los derechos de peaje de los caminos eran moderados. b. Los seores perciban un porcentaje de los derechos sobre ferias y mercados. c. Posean el laudemio, que era el impuesto a la venta de tierras dentro de los lmites del seoro. d. El clero se beneficiaba con el derecho del diezmo. Los mismos derechos feudales se daban en toda Europa, y en otros pases eran mucho ms pesados. El feudalismo haba continuado sien- do la principal institucin civil de Francia, habiendo dejado de ser su institucin polti- ca: As reducido, suscitaba muchos ms odios todava y se puede decir verdaderamente que al destruir una parte de las instituciones de la Edad Media, se haban hecho cien veces ms odiosas las que se dejaban (Tocqueville, 1959: 62). Cul fue la obra propia de la Revolucin francesa? La Revolucin Francesa fue una revo- lucin social y poltica, no religiosa. No instau- . r el desorden ni la anarqua, sino que acrecen- t el poder y los derechos de la autoridad p- blica. La Revolucin Francesa no tuvo otro fin que abolir las instituciones polticas feudales para sustituirlas por otro orden social y poltico ms sencillo y uniforme. Fue radical, pero poco innovadora. La centralizacin administrativa es una institucin del Antiguo Rgimen y no una obra de la Revolucin ni del Imperio. La tutela administrativa es tambin una institucin del Antiguo Rgimen, as como la justicia adminis- trativa y la garanta de los funcionarios. Lo mismo sucede con la diplomacia y los ejrcitos nacionales. Tocqueville subraya las etapas de la Revoiu- cin y los cambios de objetivos: