Apuntes
Talk show
dor de seales y smbolos que logren imponer un mensaje y difundirlo para mejor
provecho de su cliente, que puede ser, por
ejemplo, un partido poltico. Un partido
que podra ser la UDI que decide, una semana cualquiera, fijar posiciones ante la ciudadana. Y para lograrlo, algn asesor piensa en una pieza audiovisual, un hashtag y
una frase: yo me rebelo.
En nuestra cultura, la rebelda est asociada a cientos de guios y smbolos, ninguno
de ellos vestira pantaln caqui, colleras o aros
de perla. Eso es como si Susan Sontag se hubiera peinado con moo tomate para lucir severa o Margareth Thatcher con trenzas bahianas para anunciar el cierre de las minas de
carbn. Hay matices y combinaciones posibles y otras sencillamente improbables. Las
palabras tienen vida propia y despiertan universos que un asesor comunicacional debe saber dominar: verbos -como rebelar y rebelarse- que al relacionarlos con ciertas
imgenes cobran fuerza, con otras la pierden
y con algunas se acercan al ridculo.
Hay oficios misteriosos, modernos, incluso posmodernos, para los que no parece
haber un corpus claro de estudio ni una
certificacin acadmica definida. Ocupaciones como fashion blogger o coolhunter. Etiquetas sumergidas en una nebulosa de habilidades intangibles y herramientas improbables que han logrado
alcanzar una demanda y un prestigio creciente y por momentos un poder formidable vendiendo un intangible que en
ocasiones tiene la consistencia del humo.
En esa jungla surge la figura del asesor comunicacional, una suerte de prestidigita-
PS pedir extradicin de
Segovia por caso CNA