En el jardn, leyendo,la sombra de la casa me oscurece las pginasy el fro
repentino de final de agostohace que piense en ti.
El jardn y la casa cercanadonde pan los pjaros en las enredaderas,una tarde de agosto, cuando va a oscurecery se tiene an el libro en la mano, eran, me acuerdo, smbolo tuyo de la muerte.Ojal en el infiernode tus ltimos das te diera esta visinun poco de dulzura, aunque no lo creo. En paz al fin conmigo,puedo ya recordarteno en las horas horribles, sino aqu en el verano del ao pasado,cuando agolpadamente-tantos meses borradasregresan las imgenes felicestradas por tu imagen de la muerteAgosto en el jardn, a pleno da. Vasos de vino blancodejados en la hierba, cerca de la piscina,calor bajo los rboles. Y vocesque gritan nombres.ngel,Juan, Mara Rosa, Marcelino, Joaquina-Joaquina de pechitos de manzana.T volvas riendo del telfono anunciando ms gente que vena:te recuerdo correr,la apagada explosin de tu cuerpo en el agua. Y las noches tambin de libertad completaen la casa espaciosa, toda para nosotroslo mismo que un convento abandonado,y la nostalgia de puertas secretas,aquel correr por las habitaciones,buscar en los armariosy divertirse en la alternanciade desnudo y disfraz, dsempolvandobatines, botas altas y calzones,arbitrarias escenas,viejos sueos erticos de nuestra adolescencia, muchacho solitario.Te acuerdas de Carmina,de la gorda Carmina subiendo la escaleracon el culo en pompay llevando en la mano un candelabro? Fue un verano feliz.El ltimo veranode nuestra juventud, dijiste a Juanen Barcelona al regresarnostlgicos,y tenas razn. Luego vino el invierno,el infierno de mesesy meses de agonay la noche final de pastillas y alcoholy vmito en la alfombra. Yo me salv escribiendodespus de la muerte de Jaime Gil de Biedma. De los dos, eras t quien mejor escriba.Ahora s hasta qu punto tuyos eran el deseo de ensueo y la irona,la sordina romntica que late en los poemas mos que yo prefiero, por ejemplo en PandmicaA veces me preguntocmo ser sin ti mi poesa. Aunque acaso fui yo quien te ense.Quien te ense a vengarte de mis sueos,por cobarda, corrompindolos.