Te concibo como la diosa de los noctmbulos, Acechante presa colmada de besos dulces, silueta de mujer en plena rebelda, Destellos siderales de sonrisas macabras. Te elijo entre tantas mi querida Lilith, Absorbo cada estertor de tus vertebras Que casi no puedo contener ese brillo Y me vuelvo jinete, cabalgo hacia los confines de la tierra Solo por amarte unos momentos los nuestros Sibilantes, armoniosos, bailamos entre las cortinas del amor Terciopelo, pirmide entrelazada por los abriles marchitos Acrbata de los plpitos, blasfema como ninguna y es en tu trono inmaculado que dispongo un susurro de travesura, de fervor, de mis caderas irreverentes de tus manos cuya magia saboreo en bocanadas