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del tiempo
5º A Inv. Y Com
INTRODUCCION
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Capitulo 1
Edad Antigua
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La situación de la mujer mejoró considerablemente durante el periodo
helenístico, ya que las dinastías macedonias dieron lugar a una larga serie de
reinas y mujeres que influyeron en la política de su tiempo. Como ejemplos de
estas mujeres, puede tomarse Olimpia, la madre de Alejandro Magno y,
obviamente, Cleopatra, quien fue reina de Egipto y protagonista de la política
romana durante muchos años. Era una mujer ambiciosa y astuta porque, sus
romances con Julio César y Marco Antonio no fueron más que estrategias para
lograr alianzas políticas y tratar asuntos de estado.
Como consecuencia, la mujer obtuvo más protagonismo y acentuó más
su prestigio.
En los contratos matrimoniales de esta época se reconocen derechos y
obligaciones sociales de ambos, castigándose, también, la infidelidad del
marido. También estuvo previsto el divorcio con iguales oportunidades de
repudiarse para ambos. Creció la capacidad de la mujer de obtener beneficios
económicos y administrar bienes y negocios. Pitágoras y Epicuro admitieron
mujeres en sus escuelas en condiciones de igualdad.
Otra mujer para destacar es Hiparquia, quien frecuentaba las reuniones
de los hombres y resaltaba la importancia de haberse educado en vez de haber
trabajado en el telar.
En esta época, atletas femeninas comienzan a ganar premios en
competiciones deportivas y se conocen algunas escritoras de poemas, como
Erina y Safo.
En Roma la mujer estaba sometida a su padre o marido y carecía de
derechos políticos. Las niñas no recibían la misma educación que los niños y
tampoco acudían a la escuela superior. Sólo gracias a preceptores particulares
podían llegar a alcanzar altos grados de cultura.
A diferencia de otras mujeres de la antigüedad, poseía un cierto grado
de libertad y un gran respeto dentro de su familia.
Las mujeres romanas tenían una intensa vida social propia: iban de
compras, participaban en banquetes, trabajaban, incluso, en oficios no
femeninos y acompañaban a sus maridos a actos oficiales o espectáculos.
Un verdadero ejemplo sobresaliente de la mujer romana es Cornelia, del
siglo II a. C. Esta permaneció fiel a su marido Tiberio Sempronio Graco y se
preocupó de la educación de sus hijos, por lo que tuvo una influencia decisiva
en la política romana. Recibía hombres cultivados en sus tertulias culturales,
sus cartas fueron publicadas y, en su honor, se erigió un busto en Roma.
Durante esta época hubo mujeres que lucharon por participar en la
historia al igual que los hombres. Mujeres como Hipatía, que vivió en Alejandría
en el siglo IV a. C, era hija de un matemático y astrónomo que trabajaba en una
biblioteca de Alejandría, Egipto, donde los monarcas helenísticos reunieron una
inmensa cantidad de libros de obras filosóficas, científicas, etc. Hipatía
aprendió todo lo que su padre le enseño e, incluso, lo superó, principalmente
en astronomía y matemática. Daba reuniones en su casa a aquellos
interesados en ciencia, filosofía y otras disciplinas. Sus inventos (un aparato
destilador de agua y un hidrómetro para medir la densidad de los líquidos) no
fueron comprendidos por los fanáticos religiosos que, debido al auge del
cristianismo en Alejandría, así como tampoco su sabiduría y tolerancia.
Hipatía fue asesinada y sus obras fueron destruidas. La principal razón: no era
creyente.
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Safo vivió a mediados del siglo VI a. C., y fue una poetisa de exquisita
sensibilidad femenina, pero se debió esperar muchos siglos para que en la isla
de Lesbos, Platón crease un grupo poético de jóvenes mujeres con las que
tuvo una estrecha relación y los poemas que les dedicaba eran realmente
amorosos; sin embargo, nunca se supo si se trataba de un amor platónico o
una verdadera pasión amorosa.
En esta época, llama mucho la atención el rol que presenta la mujer en
los evangelios, personas tan conocidas como La Virgen Maria, quien fue
elegida por el Señor para dar a luz a Cristo. El evangelio protesta el origen
materno del hombre negado por el libro de Génesis para el mismísimo Cristo.
Al comienzo del principio del Antiguo Testamento es un argumento a
favor de la absoluta supremacía del hombre sobre la mujer, mientras que al
comienzo del Nuevo Testamento es una justificación aun más devocional y
radical a favor del rol de la mujer. La mujer que da a luz en su seno a Cristo y a
la que el Espíritu Santo cubrirá con su cálido aliento divino en Pentecostés,
junto a los Doce Apóstoles. En este acontecimiento el numero 13 no es
premonición de mala suerte, sino el arreglo de una injusticia histórica que Dios
solventa en la persona de la Virgen Madre.
Jesús como se puede observar en la Biblia, se ve rodeado de
pescadores, de desheredados, incluso de una prostituta, Maria Magdalena,
quién permaneció junto a la cruz y fue la primera en llevar de la resurrección.
Es irónico que mientras todos los seguidores de Jesús huyen tras su arresto en
el monte de Olivos, los únicos que lo acompañaban en la Cruz eran las mujeres
que acompañaban a la Virgen Maria y un joven Juan, quien mas tarde escribirá
su evangelio y el Apocalipsis. La perseverancia y la fortaleza en la Fe de estas
mujeres son tan enormes que ellas fueron las primeras en ser testigos de las
primeras apariciones de Cristo mientras que los apóstoles lamentaban la
muerte de su Maestro,
En la actualidad, la mujer se encuentra liberada ya que tiene acceso a
un trabajo que la desliga de la obligación de esperar que el hombre lleve a casa
el dinero “fruto de su trabajo”. Esta de mas decir que la incorporación a los
distintos ámbitos tanto docente, laboral, político, incluso militar fue exitosa, esto
demuestra que las mujeres no son tontas, ni incapaces, sino todo lo contrario.
Con el paso del tiempo las mujeres van conquistando el papel que le
corresponde en la sociedad cristiana, que es el mismo de los hombres.
Si la mujer esta preparada para trabajar como un hombre y además de
eso llevar la casa y los hijos, está demostrando día a día que los obtusos que
aún se empecinan en apartarla carecen de argumentos lógicos para seguir con
tal actitud. Por muchas excusas que nos pongan basadas en tradiciones
ancestrales, la realidad se abre camino imparablemente.
Desafortunadamente, otro tipo de sociedades continúan relegándola a un papel
más humillante.
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Biografías
• La Virgen Maria
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• Cleopatra
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Arsinoe IV escapo del palacio y se unió a Achillas, el ejército la proclamo reina
de Egipto. Pero tomada presa Arsinoe IV por César para exhibirla en Roma,
como trofeo de guerra. Esto fue en el años 47 a.C.
Cleopatra fue proclamada reina absoluta de Egipto y Cesar la obligo a
casarse con su hermano menor, de tan solo de 12 años, Ptolomeo XIV.
Puesto que Arsinoe IV estaba considerada como traidora, Cleopatra
obtuvo el mando de Chipre con su hermano.
César emprende una travesía por el Nilo junto a Cleopatra, la adoraban
como faraona.
El 23 de junio del año 47 a.C., Cleopatra dio a luz al hijo de ambos,
Cesarión.
Cesar trajo a Cleopatra y a su hijo desde Egipto y los estableció en uno
de sus palacios. Esto hizo que los republicanos conservadores se ofendieran
bastante.
Cleopatra había comenzado a llamarse la nueva Isis y vivía con un lujo
exuberante, ella permaneció en Roma cerca de 2 años.
Comienzan a correr rumores que Cesarse proponía ser el rey del imperio
romano con Cleopatra como reina. La aristocracia no desea a un rey como jefe
del imperio romano, y planeen asesinar a Cesar. Si Cesar muere, Cesarión se
convertiría regente del imperio romano y del reino egipcio, pero esto será
solamente posible si el senado romano valida el testamento de Cesar.
El 15 de marzo del 44 a.C., Cesar es asesinado a la salida del edificio del
senado en Roma. Roma entra en un periodo de crisis, Octavio y Marco Antonio
son sus sucesores, porque éste fue asesinado antes de que impusiera a
Cesarión como su hijo legitimo.
Cleopatra decide volver a Alejandría. Antes de irse, ella pidió a Marco
Antonio su protección. El ya había protegido anteriormente a Cleopatra a
pedido de César.
Tras su regreso a Egipto Cleopatra envenena a su hermano y establece
a Cesarión como su corregente a la edad de cuatro años.
El Imperio Romano ahora estaba dividido en dos, los viejos partidarios
de Cesar y los republicanos (quienes pidieron su muerte). Los republicanos se
estaban acercando a Egipto. Pero Cleopatra no deseaba dar su ayuda a
cualquier persona de los ejércitos luchadores. Había tropas romanas en
Alejandría, las que puso Cesar para protegerla.
Para lograr el reconocimiento de Cesarión como legitimo rey ante el ex-
teniente de César, Dolabella, pero ésta última se suicidó. Cleopatra decidió
unirse a las fuerzas de Marco Antonio y Octavio, quien mas tarde paso a
llamarse Augusto.
En Roma se formó un Triunvirato entre Antonio, Octavio y Lepidus.
Antonio derrota rápidamente a los republicanos opuestos a Cleopatra.
Lentamente se va acercando a Egipto, ya que desea aliarse a Cleopatra
porque Egipto sigue siendo una nación de gran alcance y riquezas.
Antonio estaba en la necesidad del dinero para lanzar una campaña
contra Persia, y él esperaba que Cleopatra le diera ese dinero, pero ella no
confiaba en él, y la rechazó.
Su hijo gano el derecho de ser rey cuando Cesar fue divinizado
oficialmente en Roma. El objetivo principal de esto fue la promoción de Octavio,
pero el Triunvirato sabía de la ayuda de Cleopatra a Dolabella.
Marco Antonio y Cleopatra se encuentran.
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La reunión duro cuatro días enteros, y durante esta se convirtieron en
amantes. Cleopatra acordó proveerle el dinero a condición de que ejecute a su
hermana Arsinoe IV. El acuerdo le pareció perfecto y Arsinoe IV fue ejecutada.
Antonio decide ir a Egipto con Cleopatra, pero en el año 40 a.C. debe
salir de Egipto porque una parte de su territorio había sido conquistada por
Persia. Cleopatra dio a luz a sus gemelos.
Antonio se vio obligado a arreglar sus conflictos con Octavio casándose
con su hermana Octavia.
Octavio le propuso a Antonio que después del Triunvirato terminaran los
dos gobernarían el mundo romano.
Durante la ausencia de Antonio, Cleopatra comenzó un conflicto entre
ella y Herodes de Judea. Este era uno de los más ricos, inteligentes, y capaces
clientes de Roma y era un gran amigo de Antonio. Pero en el 40 a.C. Cleopatra
trató de seducirlo, claro que Herodes no le siguió el juego y al ver su fracaso,
ella comenzó a odiarlo. Cuando se encontró con Antonio lo persuadió para que
le de las porciones grandes de Siria y del Líbano. Con esto lo único que logró
fue que Herodes y Antonio se distanciaran. Cuando el senado romano le
declaro la guerra, la capacidad y los recursos de Herodes hubieran sido
esenciales para su victoria. Desafortunadamente Herodes rechazó ayudar a su
amigo gracias a Cleopatra.
En el año 36 a.C. Marco Antonio deja Italia en una expedición contra
Persia. Lo primero que hizo fue enviar por Cleopatra. Allí le fueron entregados
sus gemelos y los reconoció. Pero Cleopatra todavía estaba enojada por el
casamiento de Antonio y Octavia.
Entonces le pide a Antonio territorio de sus conquistas para entregárselo
a sus hijos.
En este mismo año, Cleopatra y Antonio se casaron, y aunque la
bigamia era ilegal era en Roma, esto no solamente insultaba a Octavia y
Octavio, sino a todo el imperio. Ella también dio a luz a otro niño de Antonio,
Ptolomeo Phíllalephus.
Cuando Antonio invadió Armenia en el 34 a.C. quiso tener un completo
festejo romano en Egipto. Esto hizo que su reputación en Roma empeorara.
Octavio tomó África y se convirtió en una amenaza directa para Egipto.
Cleopatra preocupada por esta selección intenta persuadir a Antonio
para que se quede y la proteja. Ella logra su objetivo, logrando al mismo tiempo
distanciar a Antonio de los romanos.
Cleopatra obtuvo el titulo de reina de reyes que era la posición más alta
de los cargos.
En el año 31 a.C. Antonio se divorcio de Octavia, cosa que indignó a
Octavio quien declaro que Antonio había roto sus lazos con Roma.
El ejército de Cleopatra continúa siéndose más y más grande, algunos viejos
amigos de Antonio no le gustaron que el poder de Cleopatra se ampliara y
decidieron retornar a Roma.
En el año 32 a.C. Octavio acusa a Cleopatra públicamente por uso de
magia, incesto, adoración animal, droga, embriaguez y lujuria desenfrenada. Y
le declara la guerra.
Cleopatra tiene un ejército mucho más grande que el de Octavio, con
Antonio al frente.
Cleopatra viendo que la fuerza de Antonio estaban perdiendo, salio en
retirada y lo abandonó huyendo hacia Alejandría, posiblemente ellos ya habían
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planeado esto, ya que tras Cleopatra partió Antonio. La batalla ocurrió en el
año 31 a.C. y fue ganada por Octavio.
Cleopatra sabe que las tropas romanas pronto llegaran a Alejandría, y
decide ocultar todos los tesoros lejos del mar mediterráneo, pero las naves son
interceptadas por los árabes que estaban bajo el mando Octavio
Cleopatra planeo enviar a Cesarion lejos para conservar el trono de
Egipto, pero este plan fracasó.
Cleopatra construyó un mausoleo donde ella amontono su abundancia y
planeo pasar la eternidad. Octavio le mando mensajes diciendo que seria
tratada bien por los romanos, por temor a que Cleopatra quemara todos sus
tesoros. Cuando Octavio llegó a Alejandría, Cleopatra se encerró en su
mausoleo con dos de sus criadas. Los generales de Marco Antonio le informan
que Cleopatra había muerto en su mausoleo, y éste se suicido con su propia
espada. Cleopatra es apresada por los soldados de Octavio y trasladada al
palacio, en donde se dice que intento desde sobornarlo hasta seducirlo, sin
obtener éxito alguno.
Octavio quería llevar a Cleopatra viva a Roma y para mostrar su
superioridad y su victoria. También mandó a capturar a los niños de Cleopatra
excepto a Cesarion que huyó.
Cleopatra se percato del plan de Octavio así que a tres días de la salida
hacia Roma pidió a sus criadas que le traigan una cesta con frutas y en ella un
áspid (cobra egipcia). Mientras tanto ella escribía una carta a Octavio en la cual
le pidió que la pongan junto a Antonio después de su muerte.
Corría el 12 de agosto del año 30 a.C. cuando Octavio recibe la carta,
pero ya era demasiado tarde, al entrar al cuarto donde se hallaba Cleopatra de
tan solo 39 años de edad, la encontró ya muerta sobre su cama de oro, con su
traje real y sus joyas puestas.
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Capitulo 2
Edad Media
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Profundizando el tema de la iglesia, la mujer es considerada menor
espiritualmente. Se exaltaba los sermones de la virginidad porque se valoraba
muchísimo la renuncia al matrimonio carnal para unirse con dios. Hasta se
llego a plantear si la mujer poseía o no alma.
Uno de los actos quizá mas perversos de la época en consecuencia de
no sólo el desprestigio que asechaba a la mujer sino al campesino en general
por parte de los señores feudales, es el famoso derecho de la primera noche.
Esto consistía en una especie de ceremonia o ritual en el cual el señor feudal
poseía el derecho de lo que para nuestros días es considerado una violación
hacia la esposa del campesino.
Siguiendo con este repaso de actos, se destaca uno que tiene como fin
un hecho criminal: la persecución de las brujas por parte de la Inquisición. Se
condenaba a todas aquellas que creían en la brujería, en las supersticiones.
Eran torturadas, y luego enviadas a la hoguera.
En base a un análisis sobre la realidad social y personal se puede
destacar que una de las grandes diferencias históricas entre el hombre y la
mujer es como la mayoría de pensadores, científicos y profesionales
destacados ya sea por virtudes o por numero hay sido mayormente hombres.
El origen de esto tiene una clara explicación. O por lo menos, un principio
innegable. Es que al principio, la educación era destinada únicamente hacia los
hombres. Exceptuando el caso de las monjas quienes recibían educación
siendo estas las únicas representantes femeninas con derecho a obtenerla. Por
lo general debían abandonar el colegio una vez terminado el primario, mientras
que los varones podían continuar. Pero, en la segunda mitad del sigo XIII
comenzaron a abrirse las primeras escuelas destinadas a los dos sexos y así
un período en el que la enseñanza se expandía. Sin embargo, las primeras
universidades estaban prohibidas para las mujeres. Como consecuencia no
tardaron en hacerse notar el descontento por aquella situación que algunas de
ellas se han disfrazado de hombre para poder estar presente en las clases. Es
decir, el mundo intelectual y artístico de la época excluye a la mujer.
Otras de las grandes diferencias históricas entre hombres y mujeres es
en cuanto a la relación laboral. Sin ir más lejos hasta el día de hoy esta
diferenciación es notable. Su origen también se remonta a aquellos años en los
que la mujer nunca estuvo presente en la economía rural, con lo cual sólo
colaboraba con su marido en las faenas del cambio, la cosecha, el cuidado de
los animales, mantenimiento de la casa, buscar agua, cuidar del fuego, cocinar.
Las muchachas se iniciaban en el trabajo a partir de la niñez, aproximadamente
entre los seis y diez años.
Hasta en el siglo XIII en el cual la incorporación al trabajo en las
ciudades se hace una realidad: los oficios en su mayoría los de confección,
hilanderas, tejedoras, tintoreras, costureras, sastras; los relacionados con la
alimentación, fabricantes de cervezas, en los trabajos del cuero y del metal e
incluso en la construcción en las minas inglesas. En estos oficios se encuentra
la tradicional jerarquización medieval que va del aprendiz al maestro, pasando
por el obrero o compañero lo que conlleva a una igualdad total entre el hombre
y la mujer trabajadores.
Pero una vez más, los salarios femeninos continúan siendo inferiores a
los masculinos. Hasta se llego a denunciar al trabajo femenino como la causa
de la falta de trabajo para el hombre y de esta manera, fueron prohibido el
empleo de las mujeres en los oficios y siendo sustituidas por varones. Con lo
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que culmino en una regresión ya que la mujer ahora se encontraba en su casa,
dedicada a la educación de sus hijos, la cocina y los cuidados de su marido. El
renacimiento mercantilista significa la muerte de la mujer como entidad
económica activa dentro de la sociedad.
Prosiguiendo con el tema laboral, la prostitución no estaba ausente
dentro de este marco histórico. Por supuesto, mucho mas anterior a estos años
se va a encontrar en calles o casas especializadas, en albergues, tabernas,
baños. Cada ciudad poseía establecimientos con agua fría, caliento y de vapor;
eran baños mixtos en donde los clientes de ambos sexos solían bañarse
desnudos lo que llevo a que la jerarquía eclesiástica consiguiera prohibir su uso
y comenzó de esta manera una dura persecución hacia las prostitutas. Durante
los siglos XIV y XV algunos clérigos decían que los pecados carnales eran
menores por venir por naturaleza. Otros, que como no sacaba placer de su
trabajo si no una recompensa monetaria, estaba libre de pecado. Bajo estos
pensamientos, la prostitución es vista como un servicio publico y la prostituta
abandona la clandestinidad y marginación.
En cuanto al matrimonio podían ser legales o ilegales; las mujeres solían
casarse jóvenes con hombres muchos años mayores que ellas. El casamiento
suponía una mejora para la mujer ya que se prohibió el divorcio con lo que se
consigue una cierta igualdad con el varón. La iglesia comenzó a santificar a
algunas mujeres casadas. Un dato no menor fue que los bienes del matrimonio
eran administrados por el marido provocando problemas en las clases altas. En
algunas ciudades por ejemplo en Florencia cuando la mujer se quedaba viuda
se volvía con su familia para poder establecer lazos con otra dinastía; en
Valencia la familia de la mujer podría reclamar a la familia del cónyuge la dote
sino había habido descendencia y en el caso que enviudase la mujer
conseguía su propia autonomía.
Por aquellos años se distinguían la presencia de aquellas damas
quienes querían escuchar el amor, las que se negaban a escucharlo y las que
sólo se dedicaban a lo sexual siendo repudiadas. Como primer norma de amor
se conocía la generosidad moral y espiritual; el hombre no era celoso, no
amaba. Existían también las Cortes de Amor donde se sometían a juicio la
relación de una pareja en donde los jueces, sorprendentemente, eran mujeres.
El ideal de belleza femenino era la mujer de cabello rubio y rizado, de
piel claro, con nariz recta y fina, una silueta esbelta con caderas flexibles. La
moda se componía de dos vestidos, una capa y una cofia y los zapatos tenían
las puntas retorcidas. En el caso de ser soltera se llevaba la corona virginal; en
caso contrario, se debía llevar el pelo cubierto por un velo.
Fragmentada y contradictoria, la imagen femenina se vio condicionada
por el discurso masculino de quienes detentaban el poder la palabra, de la
cultura y de la tradición. Para el universo masculino todas llevaban la maldición
de Eva, es decir, estaban agrupadas por su genero no existían diferencias
entre unas y otras. Por su parte, la imagen de María era vinculada mas que a
redentora y salvadora, hacia su divina gracia de Madre-virgen.
Con respecto a la literatura épico-legendaria los protagonistas siempre
eran hombres, era un género masculino que trataba temas como venganza,
guerra, siendo el hombre el único ser sujeto, ser activo, y la mujer vista como la
creación personal como objeto de su pensamiento. Pero también, presente el
matrimonio toman cierta importancia los personajes femeninos quienes algunos
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muestran sumisión; es decir, sus aportes estén solamente por lo que le pueden
dar al marido y no por lo que son.
En el libro del Buen Amor se especifican diferentes tipos de mujeres: la
objeto a la que se le da mucha importancia a la forma de su cuerpo, las dueñas
que tienen voluntad propia pero que es negativa porque se niega a una relación
sexual libre; las monjas; las serranas quienes dominan al hombre y lo acosan
sexualmente; la alcahueta quien aparece como persona porque es digna de
confianza de su amo; lo que conlleva a una nueva etapa por la fascinación por
el amor del sexo contrario.
Todo esto movimiento antifemenino desemboco en el periodo del
Renacimiento donde se consagra el triunfo de un ideal masculino heredado de
la Antigüedad y el triunfo de la moral religiosa que se desarrolla de las teorías
de Lutero o de Calvino.
Concluyendo, una época de intolerancia, de guerras de religión, en la
cual se llego a inventar al corsé ya que impido el movimiento libre y el principio
de la represión sexual.
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Biografías
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Al día siguiente, Enrique se caso con su tercera esposa y ah fue llamada
“Ana de los mil días” en honor a los días que duraron su mandato.
• Juana de arco 1412-1431
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• Hildegard Von Bingen (1098-1179)
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Finalmente esta multifacética mujer revolucionaria deja el mundo y la
tradición señala que en ese momento aparecieron dos arcos muy brillantes y
de diferentes colores en el cielo.
Desde allí que se la conoce como santa y hasta el Papa Juan Pablo II la
reconoció como una verdadera mujer santa.
Capitulo 3
Edad Moderna
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honestidad de su futura esposa) y el ajuar doméstico quedaban explicitados en
un documento y eran administradas por el marido una vez concretado el
matrimonio. La carta de promesa de dote se realizaba un año antes de
realizarse el matrimonio. En algunos casos se establecía el pago en plazos,
pero debía hacerse en presencia de testigos y un notario para hacerse entrega
de parte de ella. Si se disolvía el matrimonio por adulterio, la mujer recuperaba
su dote, y, si moría, se pasaba a sus hijos o al padre, aunque, también, al
marido si así lo especificaba el testamento.
El casamiento debía realizarse en presencia de un notario, quien debía
señalar las aportaciones económicas realizadas por ambas familias en el
momento de la unión de los cónyuges, todo esto bajo la supervisión de
familiares, amigos y toda la comunidad en la que vivían para que fuese válido
socialmente y después, celebraban la alianza con grandes festejos y
banquetes.
Antes de casarse, las mujeres soñaban con el amor. Leían novelas de
caballeros que morían o enloquecían por amor y se alababa a las mujeres,
tratándolas con respeto. Los eclesiásticos y moralistas criticaban estos libros
porque fomentaban ensoñaciones eróticas, eran lascivas y perniciosas e,
incluso, se le aconsejaba a los caballeros no enamorarse de las damas porque
iba a salir muy caro mantener sus caprichos.
A lo largo del siglo XVI se trató de combinar el amor con matrimonio y
sexo normal. Hasta ese momento, la Iglesia decía que el tema de la intimidad,
de los aspectos internos y biológicos de cada persona era un tema tabú y
totalmente sometido a la reprobación, pudor y vergüenza general de la
sociedad. Los representantes morales y espirituales consideraban obsceno
todo lo relacionado con la intimidad, principalmente, lo referido a las mujeres
cuyos cuerpos y todo lo referido a ellos era considerado pecaminoso, vulgar y
prohibido.
Con el puritanismo, el estado de la mujer mejoró considerablemente, ya
que, por ejemplo, la mujer podía separarse o divorciarse si había sido golpeada
por su marido. El matrimonio comenzó a ser un contrato civil, se decretaron
nuevas leyes de derechos de propiedad y herencias, por lo tanto, la
desheredación mejoró.
Con el matrimonio, ambos cónyuges tenían muy claro que la mujer debía
ocuparse de la casa y el hombre de todas las cosas de afuera. En caso de que
el matrimonio fallase, se le atribuía a la mujer la culpa, principalmente, por dos
razones: desobediencia e intolerancia.
La obligación de la mujer era quedarse a cuidar su casa y sus hijos. En
ningún momento debían estar desocupadas y, si era posible, que no pensaran.
La maternidad era algo fundamental en la vida de la mujer, ya que no
tener hijos era considerado un castigo de Dios. Podría decirse que era su
profesión y su identidad. Las mujeres pobres tenían hijos cada 24 ó 30 meses;
las mujeres ricas tenían más hijos que las pobres para asegurar la
descendencia y garantizar una transmisión efectiva de la riqueza. También,
para compensar las altas tasas de mortalidad infantil, ya que, los recién
nacidos tenían una posibilidad de supervivencia de entre el 20 y el 50%.
Durante el embarazo, se las trataba muy bien y se les concedían
caprichos no frecuentes en otra etapa de su vida, ya que consideraban que la
maternidad era un camino posible a la muerte por las dificultades del parto.
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Una vez superado el parto, la mujer de clase media-alta podía olvidarse
de su hijo entregándoselo a una nodriza para que lo amamante, ya que a su
marido, frecuentemente, no le gustaba la apariencia de una madre dando
pecho a su hijo. Con frecuencia, los recién nacidos de Italia, Alemania e
Inglaterra, eran enviados al campo al tiempo del parto para que los
amamantaran las mujeres campesinas. Las amas de cría debían ser sanas y
virtuosas y los maridos eran muy tolerantes con la presencia de estas mujeres.
Hasta el siglo XIX todas las damas de clase alta tenían amas de cría o
nodrizas.
Las madres que no podían hacerse cargo de sus hijos, ya sea legítimo o
ilegítimo, podían abandonarlos para que algún extraño pudiese hacerse cargo
de él y solventase su supervivencia.
En la mayor parte de los matrimonios, el adulterio y la bigamia eran
frecuentes, aunque muy pocos casos llegaron al divorcio. Es estos casos, los
cónyuges no podían volver a casarse y hacían su vida por separado.
El adulterio era una práctica clandestina y estaba muy extendido entre
las clases altas y se presentaba como una solución –o excusa- a un matrimonio
desgraciado. Tanto hombres como mujeres tenían derecho de pedir el divorcio
por adulterio; sin embargo, el derecho común y real le concedía sólo al marido
vía libre para acusar criminalmente a la mujer adúltera, mientras que a la mujer
se le negaba. El marido podía llegar, incluso, a matar a su esposa adúltera.
Los procesos por adulterio eran juzgados por un tribunal eclesiástico y,
generalmente, no eran graves. El castigo era más duro según cuántos años
hubiese durado la relación. La solución era alejar geográficamente a la amante
con sus hijos para evitar que estallara el escándalo y que la esposa no se
enterase. Generalmente, las amantes eran de clase baja.
La cuna y la fortuna establecían grandes diferencias entre las mujeres.
Las amas de casa nobles supervisaban la educación de sus hijos y
dirigían a sus sirvientes, mientras que las mujeres casadas pobres trabajaban
en el hogar y fuera de él: trabajaban la tierra y realizaban diversas tareas como
el ordeñe, el cuidado de vacas, cerdos, limpiaban, preparaban alimentos,
curaban animales, etc. Sólo quedaban excluidas de tareas muy duras o de
aquellas que salían del ámbito privado, como la venta ambulante. En las
ciudades de dedicaban al comercio de alimentos (pescados, pollerías, leche) y
al servicio doméstico como sirvientas, nodrizas y comadronas. Había también
artistas en las compañías de teatro.
Las viudas que no tenían recursos vivían en un estado muy duro, ya
que, debían trabajar en el mercado masculino y pasar afuera de sus casas la
mayor parte del tiempo. La mayoría eran tejedoras, hilanderas, lavanderas;
también recurrían al servicio doméstico.
En estas ocasiones, se reunían muchas mujeres fuera del espacio
familiar y se formaban solidaridades femeninas, que buscaban apoyos para
poder mantener sus casas.
Algunos gremios permitieron trabajar a las viudas en los puestos que
habían ocupado sus maridos o las ayudaban económicamente.
A lo largo de los siglos XVI y XVII el trabajo femenino era considerado
deshonesto e infamante.
Aunque el papel social de la mujer estaba únicamente vinculado a la
familia, hubo reinas -como Isabel La Católica e Isabel I de Inglaterra-, princesas
y otras damas nobles que desempeñaron una gran actividad pública. Para
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ellas, el matrimonio era un instrumento de la diplomacia para sellar alianzas
políticas, resolver conflictos y asegurar la paz.
Las mujeres no podían formar parte del ejército a no ser que estén
disfrazadas de hombres, como el caso de Juana de Arco o Mademoiselle de
Montpensier. Tampoco podían ser notarias, ni escribanas, ni ocupar cargos de
representación en los parlamentos sociales. Sólo podían participar en la
supervisión de algunos hospitales.
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Biografías
• María Pacheco
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Ello lo demostró cuando, tras los primeros alzamientos de las Comunidades
castellanas, se sumó pronto a la guerra. En 1520 se formó al mismo tiempo
que en toda Castilla, la Junta de Toledo y en Ávila la Santa Junta del Reino de
Castilla, encargando a Juan de Padilla el liderazgo del ejército comunero, al
cual María prestó todo su apoyo y colaboración desde los primeros momentos.
Sin embargo, a pesar de haber sido María Pacheco la más valerosa y
decidida comunera de los dos y de todo Toledo, haya sido su marido y otros
toledanos los que hayan pasado a la historia de forma más heroica que ella,
quizá por esos prejuicios patriarcales que siempre han dominado a quienes han
escrito nuestra memoria histórica.
Una batalla tras otra, condujo al ejército comunero comandado por Padilla
hasta el pequeño pueblo de Villalar, donde se produjo el encuentro definitivo
entre las tropas realistas de Carlos V y el ejército comunero de Juan de Padilla,
que en 1521 fue definitivamente derrotado en esta villa. Como consecuencia,
los líderes castellanos fueron decapitados unas horas después.
María Pacheco no asumió ninguna posición de sometimiento y debilidad y,
acorde con su ímpetu, lideró y gobernó ella sola la ciudad de Toledo por ese
año, hasta que se produjo la llegada del líder comunero religioso Antonio de
Acuña. Una vez que se enteró de la ejecución de su marido y del ejército
comunero apenas un mes después en Villalar, María recayó en una profunda
depresión y luto durante algún tiempo.
Y es que, de la indiferencia y desprecio que sentía María por Juan cuando
contrajo matrimonio obligado, según la costumbre, con él, fue pasando poco a
poco a lo largo de los años a un cariño y amor que culmino con la entrada de
Juan de Padilla en el liderazgo de la rebelión castellana en la que tanto y tan
firmemente creía María Pacheco.
Fue esta decisión y este acto de fe lo que definitivamente llevó a María a
quedar profundamente enamorada de Juan y Juan de María al ver asimismo el
ímpetu de su mujer.
Por ello, la derrota al mismo tiempo de su marido y de su causa sumió a
María en un profundo dolor, lo cual la impidió a seguir liderando el proceso
comunero donde apenas aún quedaba rastro.
Desde mayo de 1521 a febrero de 1522, María Pacheco mantuvo vivo en
solitario, alentando con es esfuerzo a los toledanos, al último foco de
resistencia comunera en Castilla, la ciudad de Toledo. Así pues, tras la huida
de Antonio de Acuña, María volvió a quedar gobernando en solitario la ciudad,
y exhortaba a los toledanos a la resistencia durante 9 meses de asedios y
combates por la ciudad.
A tal punto llegó su decisión y arrojo que, cuenta la historia que entre
septiembre y octubre de 1521 y debido al derrotismo de los toledanos, María
Pacheco incautó todos los cañones situados en el Alcázar, desde donde dirigía
la resistencia, y ordenó apuntarlos todos contra la ciudad de Toledo,
exhortando a sus paisanos a resistir a toda costa o ser bombardeados.
Sin embargo, la causa comunera militarmente estaba ya perdida y las
tropas realistas de Carlos V intensificaron a partir de septiembre el asedio, de
forma que se hizo ya insoportable. Ello culminó el 3 de febrero de 1522 donde,
tras organizar las últimas sublevaciones de resistencia, Toledo cae
definitivamente en poder de las tropas imperiales y la rebelión comunera
definitivamente liquidada.
23
Tras ello, María Pacheco, perseguida por la justicia imperial de Carlos V
logró refugiarse con sus hijos en la ciudad portuguesa de Oporto, donde vive
de la mendicidad en condiciones muy lamentables, negándose a recibir
puestos de sus familiares en dicha ciudad. De esta forma, María mantuvo
firmemente sus ideales y creencias hasta las últimas consecuencias de su vida
y aunque nacida como noble y “Grande de España” murió en la más ínfima
pobreza. Allí falleció María Pacheco en marzo de 1531.
Tal fue el arrojo y las consecuencias de la rebelión comunera que lidero
María que ni muerta se le perdonó su arrojo y hasta se le negó la sepultura en
Villalar junto a su esposo, Juan de Padilla. Sirva la biografía de María Pacheco
como muestra de las mujeres que lucharon y resistieron hasta su muerte por
sus ideas en un mundo muy poco idílico y, desde luego, muy poco propicio
para las mujeres, y menos aún para las luchadoras como María Pacheco.
24
Capítulo 4
Edad Contemporánea
25
semejante a la de los hombres para desarrollar su propia independencia
económica accediendo a actividades remuneradas y la clave para recuperar la
subordinación femenina.
La Segunda Guerra Mundial significó un gran cambio en la situación
laboral de la mujer, ya que, pasó de hacerse cargo de las labores de su hogar
para contribuir en el sostenimiento de la sociedad durante la guerra, mientras
los hombres luchaban. De este modo, la mujer se convirtió en un elemento
productivo, el cual nunca antes había sido tenido en cuenta.
Luego de la finalización de la guerra, la mujer no regresó a sus
actividades domésticas, sino que siguió trabajando porque, al incorporarse
definitivamente al mundo laboral, llevaba a su casa un sueldo extra. Esta
inesperada inserción femenina favoreció al desarrollo de los países
industrializados y benefició la apertura de algunas carreras las que las mujeres
no podían acceder por su “papel secundario”. Con el fin de la discriminación en
la educación, la mujer podía aspirar a trabajos mejores pagos.
Antes de la inclusión femenina al mundo laboral, la mujer sólo estaba
dotada para la maternidad, la lactancia y tareas similares. Esta situación
duraría hasta que se firmen acuerdos y leyes, y se promuevan acciones que
favorezcan la situación de la mujer. Un importante ejemplo se dio en Roma,
con un tratado llamado “igual salario a igual trabajo” (1951), el cual no dio
buenos resultados, por lo que en los sesenta se instauró el principio de “salario
igual a trabajos de valor comparable”. Otro ejemplo es España, que prohíbe la
discriminación en el ámbito laboral, entre otras cosas, por razón de sexo, con el
“principio general de la no discriminación”.
El aspecto negativo de esta nueva etapa en la vida de la mujer produjo
que su evolución en el mundo laboral se viera interrumpida por los deberes
familiares que debía realizar y su desigual reparto entre sexos, obligándola a
detener su actividad con mayor frecuencia; éstas antes se habían visto
interrumpidas por el nacimiento y cuidado de los hijos, y, en la actualidad, se
agrega el cuidado de los ancianos debido al envejecimiento de la población.
Hasta 1960, la mayoría de las obreras eran solteras y jóvenes. El
número de mujeres trabajadoras aumentaba hasta la edad de 20 años,
mientras que, descendía más tarde por la enseñanza, que provocaría un
aumento de trabajadoras de entre 34 y 35 años.
Esto provocó una aproximación de las tasas de actividad entre mujeres y
hombres jóvenes, debido al aumento de mujeres trabajadoras entre 24 y 25
años.
Las consecuencias de este cambio son gracias a que, luego de la
Segunda Guerra Mundial, la mortalidad infantil descendió y que el cuidado de
los niños mientras las mujeres trabajaban, corrían a cargo de las instituciones
públicas y otros entes.
La situación de las mujeres campesinas era muy diferente al ambiente
de la mujer de ciudad. Las primeras eran abandonadas a su suerte de religión
cultural, aisladas y sometidas a una fuerte presión social que dificultaba su
libertad. Estas mujeres debieron, también, tolerar las transformaciones de la
producción agrícola y fueron obligadas a emigrar a zonas industriales, donde
se sentían inseguras y sufrían graves problemas de adaptación.
Estas mujeres eran sumamente marginadas por estar supeditadas a las
tradiciones patriarcales y por habitar las zonas más abandonadas, por lo que
sufría la explotación de las sociedades industriales. A esto se le sumaba la falta
26
de escuelas y hospitales, lo que resaltaba el bajo nivel de vida que estas
mujeres sufrían.
Dentro de la industria, la participación de la mujer se ha destacado en la
industria textil, alimentación, etc.; también en electricidad y electrónica, pero
siempre realizando trabajos manuales, no mecanizados. Con el desarrollo de la
tecnología, la mujer pudo realizar trabajos técnicos con un grado superior; sin
embargo, hubo un gran número de mujeres subordinadas a otros cargos más
altos ocupados por hombres. Por lo tanto, la discriminación salarial en las
fábricas en las que coexisten mujeres y hombres, se vio realmente acentuada,
principalmente, por las barreras puestas a su promoción, el método de
evaluación de empleo, las interrupciones que sufre en el trabajo (el embarazo,
por ejemplo), el alejamiento de las mujeres del horario nocturno y la falta de
acumulación de horas extras que suponen un aumento en el salario.
Cuando hablamos de los sectores ocupados por la mujer, debemos
mencionar el aumento de mujeres dedicadas a los servicios; pero, también,
cabe señalar que, en esa época, hubo un descenso notable de las mujeres que
trabajaban en el campo y un descenso algo más leve, con respecto a las
mujeres trabajadoras en la industria.
Conviene señalar que el cambio en la situación laboral de la mujer no se
hubiera producido si, luego de la Segunda Guerra Mundial, también se hubiese
producido la gran expansión del sector terciario, el cual fue el gran impulsor del
empleo femenino.
La mayoría de las mujeres ocupadas en este sector tenían estudios
primarios; esto fue aumentando con estudios medios y, algunas veces, con
estudios universitarios. Como consecuencia, se produjo un levísimo aumento
de mujeres en categorías socio-económicas que no tenían en el pasado.
Dentro de las mujeres que ostentan niveles educativos elevados, se
destacan cargos en educación, investigación, cultural y sanidad.
La diversificación del trabajo de la mujer se dio gracias a ciertos factores,
principalmente, la distribución de asalariadas en los distintos sectores y la
adquisición de una mayor cantidad de trabajos cualificados.
En la industria, se destacan las que se dedican a la industria de cuero,
calzado y confección; textil y alimentación, bebida y tabaco, ya que significaron
un notable porcentaje de las activas de este sector. Las cinco ramas que se
destacan en él -que representan más del 80% de la industria- son: comercio,
restaurantes y hostería, educación, sanidad y servicios personales y
domésticos. Las empleadas de este sector se agrupan en personal no
cualificado y los puestos que, generalmente, ocupan son de dependientes y
puestos administrativos.
Un aspecto positivo que cabe resaltar es que, la mejora en educación y
el interés de las trabajadoras para adquirir más conocimiento sobre sus
carreras, hicieron que las mujeres adquieran mayores puestos de
responsabilidad, remuneración y consideración social.
En la actualidad, las mujeres dedicadas al sector terciario, son
cualificadas, por lo que su remuneración es mayor.
Todos estos cambios, tanto demográficos, económicos, familiares,
sociales, ideológicos y educativos, no persiguen otro fin que el conseguir una
sociedad igualitaria en la que no haya ningún tipo de preferencias ni
desigualdades sin tener en cuenta el sexo de las personas y sí sus cualidades.
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Biografías
• Juana Azurduy
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sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de Güemes. A la muerte de Güemes
se vio reducida a la pobreza.
En una carta escrita en 1830, cuando vagaba por las selvas del Chaco
argentino:
"A las muy honorables juntas Provinciales: Doña Juana Azurduy,
coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo Poder
Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Charcas, me presento
y digo: Que para concitar la compasión de V. H. y llamar vuestra
atención sobre mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi
historia en el curso de la Revolución.(...)Sólo el sagrado amor a la patria
me ha hecho soportable la pérdida de un marido sobre cuya tumba
había jurado vengar su muerte y seguir su ejemplo; mas el cielo que
señala ya el término de los tiranos, mediante la invencible espada de
V.E. quiso regresase a mi casa donde he encontrado disipados mis
intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi
subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija
que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que ahora
me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta
lámina de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración se
digne ordenar el goce de la viudedad de mi finado marido el sueldo que
por mi propia graduación puede corresponderme".
Pasó varios años en Salta solicitando al gobierno boliviano, ya independiente,
sus bienes confiscados. El mariscal Antonio José de Sucre le otorgó una
pensión, que le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares.
Murió indigente el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años
y fue enterrada en una fosa común.
Sus restos fueron exhumados 100 años después, para ser guardados en
un mausoleo que se construyó en su homenaje.
29
• Coco Chanel
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Su vida estuvo llena de avatares, amantes y desencuentros. Uno de los
escándalos más sonados de su vida fue su romance con un oficial nazi hecho
que la llevo al exilio de Suiza durante la Segunda Guerra Mundial.
Regresó a París en 1954 y no tuvo problemas para reinaugurar su
actividad con enorme éxito.
Por aquel entonces la francesa presentó al mundo una de sus
colecciones más esperadas: su famoso traje de chaqueta Chanel.
Pocos años después, cualquier mujer de relevancia social tenía uno de
esos diseños en su armario.
Coco Chanel no interrumpió en toda su vida su trabajo creativo. Siguió
innovando hasta dejar una extraordinaria influencia en el mundo de la moda.
Entre sus clientes habituales estaban famosos de los ’50 como Brigitte
Bardot, Marlene Dietrich, Catherine Hepburn, Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor,
Grace Nelly, Marilyn Monroe.
Hoy en día Chanel cuenta con boutiques en más de 40 ciudades del
mundo que se han convertido en capitales de moda.
La casa de Chanel continúa trayendo lo mejor de la moda francesa en
cuanto a ropa, fragancias, tratamientos para la piel y maquillaje.
Constantemente sigue definiendo y redefiniendo su estilo, pero conserva
el lujo y elegancia que ya son sinónimos de su legendario nombre.
La Grande Mademoiselle falleció finalmente en 1971, en París, cuando
se encontraba embarcada en la preparación de su nueva colección.
El mundo perdió a una de las grandes, pero su estilo y enseñanzas
forman parte del inconsciente colectivo.
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• Alicia Moreau de Justo
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delegada argentina al Congreso Internacional de Médicas. Como resultado de
este último congreso se fundó la Asociación Internacional de Mujeres Médicas,
resultando Alicia Moreau electa para integrar su Comité Ejecutivo.
En 1920 Alicia Moreau fue una de las fundadoras de la Unión Feminista
Nacional (UFN) con el fin de unificar las distintas organizaciones feministas que
existían en ese entonces. La UFN tenía como objetivo organizar a las mujeres,
a partir de centros en todo el país, para obtener la igualdad de derechos con
los hombres, así como para mejorar las condiciones del trabajo femenino. La
acción política de la UFN resultó decisiva para apoyar la sanción de muchas
importantes leyes de reconocimiento de los derechos de la mujer y de
protección del trabajo femenino. La UFN estaba dirigida por Alicia Moreau,
quien fue elegida presidenta.
Pocas semanas después la UFN establecía una alianza con el Comité pro
Derechos de la Mujer para reclamar activamente el reconocimiento del derecho
a votar de las mujeres y apoyar al Partido Feminista Nacional que impulsaba la
candidatura a diputada nacional de Julieta Lanteri.
En 1921 decide afiliarse al Partido Socialista y al año siguiente se casó con
su fundador, Juan B. Justo, que fallecerá siete años después, y con quien tuvo
tres hijos. Alicia Moreau de Justo alcanzó en esas décadas a integrar el Comité
Ejecutivo del Partido Socialista y se convirtió en la primera mujer argentina en
ocupar un cargo político.
En 1925 las feministas obtuvieron su primer triunfo parlamentario al lograr la
sanción de la Ley 11.317 reglamentando el trabajo de las mujeres y los niños,
en la que se establecía que las mujeres no podrían trabajar más de 8 horas
diarias y 48 horas semanales, prohibición del trabajo nocturno y en tareas
insalubres, prohibición del despido de mujeres embarazadas, licencia para
amamantar y obligación de las empresas de tener guarderías.
En 1926, las feministas obtienen un nuevo y resonante triunfo con la Ley de
Derechos Civiles de la Mujer que aunque no establecía la igualdad plena entre
hombres y mujeres, establecía por primera vez el principio de que las mujeres y
los hombres debían ser equiparados en términos de derechos.
33
las mujeres del mundo que desean luchar contra la guerra, con espíritu de
justicia y solidaridad humanas".
En 1951, las mujeres argentina pudieron votar y ser votadas para cargos
nacionales por primera vez en la historia. Alicia Moreau de Justo integró la lista
de diputados nacionales junto a otras mujeres socialistas. Sin embargo, en el
marco de la persecución del gobierno contra los opositores, Alicia Moreau de
Justo fue detenida y, luego de liberada, y debió esconderse, por lo que no pudo
votar.
Después del golpe militar que derrocó al Presidente Juan Perón en 1955,
Alicia Moreau de Justo fue designada por el Partido Socialista como una de los
cuatro miembros que le correspondían en la Junta Consultiva Nacional creada
por el gobierno militar. Fue el único cargo público que desempeñó en su vida,
pero personalmente no estaba de acuerdo, debido a su posición anti-militarista.
El Partido Socialista se dividió internamente en dos grupos: un ala
conservadora que apoyaba al gobierno militar y otra ala más popular, que
sospechaba de los militares en el gobierno y pretendían establecer buenas
relaciones con un peronismo democratizado. Este último grupo tenía como
cabezas más visibles a Alfredo Palacios y Alicia Moreau de Justo.
En 1956 fue nombrada directora de La Vanguardia, el importante periódico
del Partido Socialista.
En 1958 las diferencias entre ambos grupos era de tal magnitud que
produjo la ruptura del Partido Socialista en el 44º Congreso. Se formaron
entonces dos partidos: el Partido Socialista Argentino y el Partido Socialista
Democrático. Alicia Moreau de Justo, integró el PSA. Continuó como directora
de La Vanguardia hasta 1960, adoptando entre otras posturas la necesidad
urgente de la reforma agraria y el apoyo a la Revolución Cubana. Debido a la
oposición interna dentro del PSA, decidió renunciar a la dirección del periódico
en 1960.
En 1972, cuando el Partido Socialista Argentino se fusionó con otros grupos
socialistas para conformar el Partido Socialista Popular, Alicia Moreau de Justo
se alejó del mismo, discrepando con su cercanía al peronismo, para formar la
Confederación Socialista Argentina.
En 1975 fue una de las fundadoras de la Asamblea Permanente por los
Derechos Humanos (APDH). La APDH desempeñó un importante papel de
resistencia al terrorismo de estado durante la dictadura militar que gobernó
entre 1976 y 1983. En esos años Alicia Moreau de Justo acompañaba a las
Madres de Plaza de Mayo en sus famosas rondas frente a la casa de gobierno,
presentaba peticiones de libertad a la junta militar y a los jueces.
En 1979, cuando la actividad política estaba prohibida, participó junto a
dirigentes de la Confederación Socialista Argentina y el Partido Socialista
Popular, un acto en el tradicional salón de la mutual socialista Unione y
Benevolenza.
En 1981, aún en la clandestinidad, impulsó la reunificación del Partido
Socialista mediante la creación de la Unidad Socialista en alianza con el
Partido Socialista Popular y el Partido Socialista del Chaco, siendo elegida
presidenta.
En 1982 fue una de los pocos dirigentes políticos que se opuso frontalmente
a la Guerra de las Malvinas.
En 1985 cumplió 100 años y fue el centro de un homenaje en Unione e
Benevolenza, en el que participó todo el espectro político y social de la
34
Argentina, y durante el cual dio su último discurso público, especialmente
dirigido a los jóvenes y a las mujeres.
Falleció a los 101 años el 12 de mayo de 1986.
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El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente la nueva
congregación de las Misioneras de la Caridad. El Decreto de Alabanza,
concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en 1965, animó a Madre
Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las
fundaciones de Roma, y, sucesivamente, en todos los continentes.
Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en
1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos
Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Colaboradores
de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de
distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de
oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de
amor.
Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en
1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nóbel de la Paz en 1979,
hicieron honra a su obra.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más
graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y
respondiendo a las necesidades de los pobres y el de la Iglesia.
Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió
a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las
personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de
septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India
le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado
en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió
rápidamente en un lugar de peregrinación y oración de fe y de extracción social
diversa.
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• Marilyn Monroe
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• Eva Perón
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genéricamente llamados hijos ilegítimos. Una de esas calificaciones era la de
hijo adulterino, circunstancia que se hacía constar en la partida de nacimiento
de los niños. Ese era el caso de Evita, quien en 1945 logró que se destruyera
su partida de nacimiento original para eliminar esa tacha infamante. Una vez en
el gobierno, el peronismo en general y Evita en particular, impulsarían leyes
antidiscriminatorias para igualar a las mujeres con los varones y a los niños
entre sí, sin importar la naturaleza de las relaciones entre sus padres,
proyectos que fueron muy resistidos por la oposición, la Iglesia y las Fuerzas
Armadas. Finalmente en 1954, dos años después de su muerte, el peronismo
logró sancionar una ley eliminando las discriminaciones más infamantes,
aunque manteniendo la diferencia entre hijos legítimos e ilegítimos. El propio
Perón, con quien se casaría, había sido registrado como hijo ilegítimo.
Muerto Juan Duarte, la familia de Eva quedó completamente
desprotegida y Juana Ibarguren debió trasladarse con sus hijos a Los Toldos,
habitando la pequeña casa de dos ambientes donde comenzó a trabajar como
costurera para mantener a sus hijos. Al año siguiente Eva ingresó a la escuela
primaria, la que cursó con dificultades, debiendo repetir el segundo grado en
1929, cuando contaba con 10 años. Por su cara aindiada Eva recibiría el
sobrenombre de Chola, por el que la llamaban entonces casi todos, al igual que
Negrita, que mantendría toda su vida.
En 1930 Juana, su madre, decidió mudar a la familia a la ciudad de
Junín. Evita tenía por entonces 11 años. Allí la familia Duarte comenzó a
prosperar sobre la base del trabajo de Juana y algunos de sus hijos. Evita
ingresó en tercer grado, en la escuela Nº 1 Catalina Larralt de Estrugamou de
la que egresaría con su educación primaria completa en 1934, cuando contaba
15 años.
En Junín afloró la vocación artística de Eva. En la escuela, donde tenía
grandes dificultades para seguir los programas escolares, se destacaba
abiertamente por la pasión que mostraba por la declamación, la actuación y la
participación en cuanto espectáculo se organizase en la escuela, en el Colegio
Nacional, en el cine del pueblo o en las audiciones radiales.
Su amiga y compañera recuerda:
“A Eva le gustaba recitar. En aquel entonces, don Primo Arini
tenía una casa de música y, como no había radio en el pueblo, colocaba
un parlante en la puerta frente a su negocio. Una vez por semana
invitaba a desfilar a los valores locales para animar el programa "La hora
selecta". Eva recitaba poemas.“
Allí fue donde participó por primera vez en una obra de teatro. También
actuaría en otra obrita teatral, con el fin de recaudar fondos para una biblioteca
escolar. En Junín Eva utilizó por primera vez un micrófono y escuchó su voz
saliendo de altoparlantes.
En esta época Eva muestra también sus condiciones para el liderazgo.
El 3 de julio de 1933, día de la muerte del ex presidente Hipólito Yrigoyen,
derrocado tres años antes por un golpe de Estado, Eva fue a la escuela con un
moño negro sobre el guardapolvo.
Ya por entonces Eva soñaba con ser actriz y migrar a Buenos Aires.
En 1934, Evita, aún sin terminar la escuela primaria, viajó a Buenos
Aires pero debió volver al no conseguir trabajo. Terminó entonces la primaria, y
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el 2 de enero de 1935, con tan solo 15 años, migró definitivamente a Buenos
Aires.
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Belgrano, ubicado en el exclusivo barrio de Recoleta, el mismo donde tres años
después comenzaría a vivir con Juan D. Perón.
El 3 de agosto de 1943 Eva comenzó también a actuar sindicalmente y
fue una de las fundadoras de la Asociación Radial Argentina (ARA), primer
sindicato de los trabajadores de la radio.
En los primeros días de 1944 Eva conoció a Juan Perón. En esa época
la Argentina atravesaba un momento crucial de transformaciones económicas,
sociales y políticas
Eva, con 24 años, conoció a Perón, viudo desde 1938, el 22 de enero de
1944 en un acto realizado en el estadio Luna Park por la Secretaría de Trabajo
y Previsión con el fin de condecorar a las actrices que más fondos habían
recaudado en la colecta de solidaridad con las víctimas del terremoto que asoló
la ciudad de San Juan.
En febrero Perón y Eva ya estaban viviendo juntos en el departamento
de esta última.
Eva siguió desarrollando su carrera artística. Por entonces trabajaba en
tres programas radiales diarios: Hacia un futuro mejor, donde difundía las
conquistas sociales y laborales que conseguía la Secretaría de Trabajo, el
radioteatro Tempestad y Reina de reyes. También actuó en dos películas, La
cabalgata del circo y La pródiga.
Ese año resultó elegida presidenta de su sindicato, la Asociación Radial
Argentina.
41
restringida. Desde principio de siglo grupos de feministas habían reclamado sin
éxito el reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres.
Eva fue la primera esposa de un candidato presidencial argentino en
estar presente durante su campaña electoral y acompañarlo en sus giras.
Perón venía proponiendo desde 1943 que había que reconocer el derecho al
voto de las mujeres pero en 1945 la Asamblea Nacional de Mujeres se opuso
por considerar que era una maniobra electoral y el proyecto finalmente no logró
imponerse.
El 8 de febrero de 1946, el Centro Universitario Argentino, la Cruzada de
la Mujer Argentina y la Secretaría General Estudiantil organizaron un acto en el
estadio Luna Park para manifestar el apoyo de las mujeres a la candidatura de
Perón. Debido a que Perón no pudo asistir, se anunció que María Eva Duarte
de Perón lo reemplazaría en el uso de la palabra. Era la primera vez que Evita
hablaría en un acto político. Sin embargo la oportunidad resultó frustrada
porque el público reclamó airadamente la presencia de Perón e impidió que
pudiera pronunciar su discurso.
El 24 de febrero de 1946 se realizaron las elecciones triunfando la
fórmula Perón-Quijano con un 54% de los votos.
El 27 de febrero de 1946, tres días después de las elecciones, Evita pronunció
su primer discurso político en un acto organizado para agradecer a las mujeres
su apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la
igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio
femenino.
El proyecto de ley fue presentado inmediatamente después de asumido
el nuevo gobierno constitucional, el 1 de mayo de 1946. Evita presionó
constantemente a los parlamentarios para que lo aprobaran, causando incluso
protestas de estos últimos por su intromisión.
El Senado recién dio media sanción al proyecto el 21 de agosto de 1946,
y hubo que esperar más de un año para que la Cámara de Diputados
sancionara el 9 de septiembre de 1947 la Ley 13.010, estableciendo la igualdad
de derechos políticos entre hombres y mujeres y el sufragio universal en la
Argentina. Finalmente, la Ley 13.010 se aprobó por unanimidad.
En 1949 Eva Perón buscó incrementar la influencia política de las
mujeres fundando el Partido Peronista Femenino (PPF).
Las afiliadas al Partido Peronista Femenino participaban a través de dos tipos
de unidades básicas:
Unidades básicas sindicales, si eran trabajadoras asalariadas
Unidades básicas ordinarias, si eran amas de casa, empleadas
domésticas, trabajadoras rurales.
42
sancionó la ley de patria potestad compartida en 1985, durante el gobierno de
Alfonsín.
Eva Perón estableció una fuerte relación, estrecha y a la vez compleja,
con los trabajadores y los sindicatos en particular, que la caracterizó.
En 1947 Perón disolvió los dos partidos que lo sostenían, el Partido Laborista y
la Unión Cívica Radical, para crear el Partido Peronista. De ese modo los
sindicatos perdieron autonomía dentro del peronismo. En este esquema de
poderes heterogéneos y muchas veces en conflicto que confluían en el
peronismo, entendido como un movimiento abarcador de múltiples clases y
sectores, Eva Perón ocupó un papel de vínculo directo y privilegiado entre
Perón y los sindicatos, que les permitió a estos últimos consolidar una posición
de poder, aunque compartido.
Por esta razón fue el movimiento sindical el que impulsó la candidatura
de Eva Perón a vicepresidenta, en 1951, candidatura muy resistida, incluso
dentro del Partido Peronista.
Evita tenía una visión sumamente combativa de los derechos sociales y
laborales y pensaba que la oligarquía y el imperialismo actuarían incluso
violentamente para anularlos. Consecuentemente Eva impulsó junto a los
dirigentes sindicales la formación de milicias obreras y, poco antes de morir,
compró armas que entregó a la CGT.
La estrecha relación entre Evita y el sindicalismo quedó evidenciada a la
muerte de aquella, cuando su cadáver embalsamado fue llevado de manera
permanente a la CGT.
La ubicación de Eva Perón en el gobierno peronista estaba
obstaculizada por la prohibición legal que existía para que las mujeres pudieran
actuar en política. Perón, Evita y otros dirigentes peronistas pensaron entonces
en una gira internacional para 1947, inédita en aquel momento para una mujer,
que pudiera ubicarla en el primer plano político.
La gira se extendió durante 64 días, partiendo el 6 de junio y regresando
el 23 de agosto de 1947. Durante la misma visitó España, Italia y el Vaticano,
Portugal, Francia, Suiza, Brasil y Uruguay. Su intención oficial era oficiar de
embajadora de buena voluntad y conocer los sistemas de ayuda social
instalados en Europa con la obvia intención impulsarla a su regreso a hacerse
cargo de un nuevo sistema de obras sociales.
La actividad por la cual Evita se destacó durante el gobierno peronista
fue la ayuda social orientada a atender la pobreza y otras situaciones sociales
de desamparo. En la Argentina esa actividad estaba en manos de la Sociedad
de Beneficencia, una antigua asociación casi-estatal creada por Bernardino
Rivadavia a principios del siglo XIX. A partir de 1943, la Sociedad de
Beneficencia comenzó a ser reorganizada y el 6 de septiembre de 1946 fue
intervenida. A partir de entonces, el peronismo debió asumir la tarea de
modernizar la asistencia y la ayuda social. Parte de esa tarea fue desarrollada
a través del exitoso plan de salud pública que llevó adelante el Ministro de
Salud Ramón Carrillo; parte fue desarrollada a partir de las nuevas instituciones
de previsión social como la generalización de las jubilaciones y pensiones; y
parte fue desarrollada por Eva Perón desde la Fundación Eva Perón.
Inmediatamente después de regresar de su gira europea Evita organizó una
Cruzada de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón orientaba a atender
ancianos y mujeres desamparadas, mediante subsidios y hogares temporarios.
El 8 de julio de 1948 se creó la Fundación Eva Perón presidida por Evita, que
43
desarrolló una gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los
niños, ancianos, madres solteras, y mujeres que eran único sustento de familia,
pertenecientes a los estratos más carenciados de la población.
La Fundación realizó un amplio espectro de actividades sociales, desde
la construcción de hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, hasta el
otorgamiento de becas para estudiantes, ayudas para la vivienda y promoción
de la mujer en diversas facetas.
La Fundación realizó también ayudas solidarias para diversos países
como Estados Unidos e Israel.
La preocupación especial de Eva Perón por los ancianos la llevó a
redactar y proclamar el 28 de agosto de 1948 el llamado Decálogo de la
Ancianidad, una serie de derechos de los ancianos que al año siguiente fueron
incorporados a la Constitución en 1949. Los 10 Derechos de la Ancianidad
eran: asistencia, vivienda, alimentación, vestido, cuidado de la salud física,
cuidado de la salud moral, esparcimiento, trabajo, tranquilidad y respeto. En
1956 la Constitución de 1949 fue derogada por una proclama militar y los
derechos de la ancianidad nunca más volvieron a tener jerarquía constitucional.
La Fundación Eva Perón funcionaba en un gran edificio especialmente
construido a una cuadra de la CGT. Cuando se produjo el golpe militar de 1955
que derrocó al Presidente Perón, la Fundación fue asaltada y el edificio fue
entregado a la Universidad de Buenos Aires. Actualmente allí funciona la
Facultad de Ingeniería.
En las elecciones generales de 1951 fue la primera vez que las mujeres
pudieron presentarse como candidatas. El movimiento obrero comprendió
rápidamente que la candidatura de Evita al cargo de Vicepresidenta de la
Nación, acompañando a Perón, significaba un fortalecimiento notable del sector
sindical en el gobierno peronista. La audaz jugada desató una aguda lucha
interna en el peronismo e intensas gestiones de los grupos de poder.
Simultáneamente a este proceso Evita desarrolló un cáncer de útero que
acabaría con su vida en menos de un año.
En ese contexto el 22 de agosto de 1951 se produjo el Cabildo Abierto
del Justicialismo convocado por la CGT. La reunión convocó a cientos de miles
de trabajadores y trabajadoras. En su transcurso los sindicatos le pidieron a
Evita que aceptara la candidatura a Vicepresidente.
A medida que las palabras de Perón y Evita ponían de manifiesto las
fuertes resistencias que despertaba su candidatura, la multitud empezó a
exigirle a Evita que la aceptara allí mismo.
Eva Perón parecía vacilar y pidió cuatro días para pensar. La multitud
gritó reiteradamente "No" y propuso una huelga general. Evita volvió a insistir
varias veces, incluso llorando. Finalmente volvió a pedir dos horas, diciendo:
“Yo siempre haré lo que diga el Pueblo.”
En 1951 fue la primera vez que las mujeres votaron en las elecciones
nacionales en Argentina. A tal efecto Evita recibió la Libreta Cívica Nº
00.000.001.
Por supuesto que la deteriorada salud de Eva Perón resultó a la postre
un factor determinante del fracaso de su candidatura a vicepresidenta. Sin
embargo ello no impidió que la propuesta de la CGT pusiera en evidencia las
luchas internas al peronismo y en la sociedad, ante la eventualidad de que una
mujer apoyada por los sindicatos pudiera ser elegida vicepresidenta y
eventualmente incluso presidenta de la Nación.
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En las elecciones que se llevaron a cabo el 11 de noviembre de 1951
Evita había sido operada seis días antes y debió votar en su cama del hospital.
Eva Perón enfermó de un cáncer de útero. Su primera manifestación sucedió el
9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del
Sindicato de Taxistas.
A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón,
razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial...
El 15 de octubre publicó su libro "La razón de mi vida", escrito con la ayuda del
periodista español Manuel Penella entre otros, con una primera edición de
300.000 ejemplares. Luego de su muerte se convertiría en libro de lectura en
las escuelas.
El avance del cáncer la volvía cada vez más débil y la obligaba a
guardar reposo. Pese a ello participaba en los actos públicos.
El 5 de noviembre de 1951 fue intervenida quirúrgicamente por el
famoso médico oncólogo norteamericano, George Pack, en el Hospital de
Avellaneda, construido por la propia Fundación Eva Perón. Seis días después
votó allí, en su cama, en las elecciones generales que consagraron la
reelección de Perón. Actualmente esa sala ha sido convertida en Museo.
Por esa época Eva Perón empezó a dictar su último libro, conocido como Mi
Mensaje, dictado al dirigente sindical de los docentes, Juan Jiménez
Domínguez, y finalizado pocos días antes de morir. Se trata del texto más
encendido y emocional de Evita, uno de cuyos fragmentos fue leído luego de
su muerte, el 17 de octubre de 1952, en el acto de Plaza de Mayo, y que luego
se extravió, para ser hallado en 1987.
El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Recibió
tratamiento de rayos en varias ocasiones. Murió a la edad de 33 años, el 26 de
julio de 1952, a las 20:25.
A las 21 y 36 el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión:
"Cumple la Secretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación el
penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas
ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la
Señora Eva Perón serán conducidos mañana, al Ministerio de Trabajo y
Previsión, donde se instalará la capilla ardiente...".
Tras su muerte la CGT declaró tres días de paro y el gobierno estableció
un duelo nacional de 30 días. Su cuerpo fue velado en la Secretaría de Trabajo
y Previsión hasta el 9 de agosto que fue llevado al Congreso de la Nación para
recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue seguida por más
de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de
claveles, orquídeas, crisantemos, alhelíes y rosas arrojados desde los balcones
cercanos.
Su cuerpo fue embalsamado y mantenido en exposición en la CGT.
Mientras tanto, el gobierno empezó las obras del Monumento al Descamisado,
que se había proyectado en base a una idea de Evita y que, según un nuevo
plan, sería su tumba definitiva. Cuando la Revolución Libertadora derrocó a
Perón el 23 de septiembre de 1955, el cadáver fue secuestrado y hecho
desaparecer durante 14 años.
Durante la dictadura militar llamada Revolución Libertadora (1955-1958)
que derrocó al presidente Juan Perón, un comando al mando del teniente
coronel Carlos de Moori Koenig secuestró el cuerpo de Evita, el 22 de
noviembre de 1955 por la noche, que se encontraba en la CGT. La orden la
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había dado el dictador al mando del país en ese momento, General Pedro
Eugenio Aramburu. Moori Koenig puso el cadáver dentro de una camioneta y lo
mantuvo en su interior durante varios meses, estacionándola en distintas calles
de Buenos Aires, en depósitos militares, o incluso en la casa de un militar. Una
noche incluso, los militares llegaron a matar a una mujer embarazada
confundiéndola con un comando peronista que pretendía recuperar el cadáver.
Moori Koenig instaló el féretro de pie con el cadáver en su oficina. Una de las
personas que vio en esas circunstancias el cadáver de Evita fue la cineasta
María Luisa Bemberg.
El dictador Pedro Eugenio Aramburu destituyó a Moori Koenig y le
encomendó al coronel Héctor Cabanillas, sepultarlo clandestinamente. La
llamada Operación Traslado fue diseñada por el entonces teniente coronel y
luego dictador también Alejandro Agustín Lanusse, con la ayuda del sacerdote
Francisco Rotger, a cargo de quien recayó la responsabilidad de obtener la
complicidad de la Iglesia a través del superior general de la orden de los
paulinos, el padre Giovanni Penco, y el propio Papa Pío XII.
El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto a Génova
(Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer llamada María
Maggi de Magistris.
En 1969 la organización guerrillera Montoneros secuestró a Aramburu,
exigiendo entre otras cosas la aparición del cuerpo de Evita. Cabanillas
entonces se movilizó para traerlo, pero no llegó a tiempo y Aramburu fue
asesinado.
En septiembre de 1971, el General Lanusse, dictador por entonces del
país, le ordenó al coronel Cabanillas, organizar el "Operativo Retorno". El
cuerpo de Evita fue entonces desenterrado de la tumba clandestina y devuelto
a Perón. Al cadáver le faltaba un dedo que le fue cortado intencionalmente y
presentaba un leve aplastamiento de la nariz, pero estaba en buenas
condiciones generales.
En 1974, ya con Perón de regreso en el país, los Montoneros
secuestraron el cadáver de Aramburu con el fin de "cambiarlo" por el cadáver
de Evita. Ese mismo año, ya muerto Perón, su tercera esposa María Estela
Martínez de Perón, decidió traer el cuerpo de Eva al país, y lo ubicó en la
quinta presidencial. Mientras tanto, el gobierno de Isabel Perón comenzó a
proyectar el Altar de la Patria, un mausoleo gigantesco que albergaría los
restos de Juan Perón, Eva Duarte de Perón, y todos los próceres de la
Argentina.
En 1976 la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo le entregó
el cuerpo a la familia Duarte, que dispuso que fuera enterrada en la bóveda que
su familia posee en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde se
encuentra desde entonces.
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