Вы находитесь на странице: 1из 1

La otra genealoga supone iniciar una senda de desposesin de lo heredado hacia un nuevo lugarpaisaje en el que otras formas de relacin

son posibles. Un trnsito entre el abandono de lo que nos


sita en un espacio-ciudad y el dar cuenta de uno mismo desde fuera. Esta bsqueda de autonoma
da comienzo en la conciencia de uno mismo en el espacio en el que se ha dado y el extraamiento
al encontrar en lo propio, en lo que lo constituye, algo impropio. La desterritorializacin, esta huida
hacia un lugar imaginado, para encontrar-se con una bienvenida al mundo entre las semejantes
ritualizada y desprenderse del repertorio moral y poltico desde el que se llega. La ciudad representa
este mundo organizado e instituido por otros que significa a los que la habitan y que los sita pero
no los acoge. Un paisaje que se impone, ajeno a lo corpreo, sedimentado, ptreo y justificado por
una historia de la que no se ha formado parte. La mortificacin del mpetu y el espasmo de la
conciencia que sobreviene a ese primer momento de conformidad y reposo nos incitan a iniciar este
paso. Estas fugitivas desterradas, las lesbianas de la ciudad, re-crean un espacio alejado, excntrico,
marginal, propio. Forman un nuevo procomn a travs de sus prcticas, usos y rituales precarios y
antiguos que trasvasan de unas a otras. Un continuo de smbolos representaciones e imgenes
singulares que recogen, atribuyen y transforman para contar su historia y su origen: su propia
genealoga. La isla es una utopa, un lugar imaginado y separado, en el que se unen, se cuidan y se
reconocen. Un paisaje que habitan de algn modo y que las hace efectivas.

Вам также может понравиться