perjudican al gnero humano, motivo por el cual el trfico de sustancias
psicotrpicas y estupefacientes ha sido objeto de diversas convenciones
internacionales, entre otras, la Convencin Internacional del Opio, suscrita en La Haya en 1912, ratificada por la Repblica el 23 de junio de 1912; la Convencin nica sobre Estupefacientes, suscrita en las Naciones Unidas, Nueva York, el 30 de marzo de 1961; y la Convencin de las Naciones Unidas contra el Trfico Ilcito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrpicas (Convencin de Viena de 1988). En consecuencia, los delitos relativos al trfico de estupefacientes los considera la Sala de lesa humanidad.
Se desprende de la anterior argumentacin una ilogicidad extrema, puesto
que se da una nocin acerca de lo que se considera delitos de lesa humanidad y, seguidamente, con absoluta impertinencia, se alude a las diversas convenciones a las que ha estado sujeto el delito de trfico de drogas, y para concluir esas argumentaciones emiten el dictamen de que los delitos relativos al trfico de drogas los considera la Sala como de lesa humanidad. Vase lo siguiente: Premisa mayor: los delitos de lesa humanidad son infracciones penales mximas. Premisa menor: el trfico de sustancias psicotrpicas y estupefacientes ha sido objeto de diversas convenciones internacionales. Conclusin: los delitos relativos al trfico de estupefacientes los considera la Sala de lesa humanidad. Haciendo uso de una lgica simple, a travs del anterior silogismo, podemos desarticular la gran falsedad que extraen los magistrados de la Sala Constitucional del contenido y sentido de los artculos 29 y 271 de la CRBV, fabricando la existencia de delitos de lesa humanidad de forma arbitraria, afirmndolo de la nada, sin previas justificaciones lgicas o verdaderas, todo ello