Laude
(Chistian Cércenas Manrique
Rec. 982331620 / Rom. 988965623,
Capituto V
De la defensa posesoria
iol
ASPECTOS GENERALES
180. PREMISA
La paz social con seguridad jurfdica interesa en grado superlative a
toda sociedad humana. La justicia como expresién axioldgica y teleoldgica
del derecho debe ser obtenida en un dmbito de paz. En este contexto el
proceso jurisdiccional busca cémo satisfacer, a través del derecho y sus
fines (abstractos y concretos), la necesidad de coexistencia humana con paz
y justicia social.
Uno de los deberes del Estado es crear instituciones y mecanismos de
cardcter procesal encaminados a lograr la paz social en justicia. La sociedad
vive preocupada por el respeto de los derechos subjetivos como la posesién
o la propiedad, etc., dentro de un orden juridico que proteja fundamental-
mente la libertad, puesto que sin ella peligrarfa la misma paz social. Dentro
de esta compleja aspiracién del hombre surge la necesidad juridica de pro-
teccién de los derechos subjetivo-materiales, v. gr., la tutela efectiva del
derecho de posesién frente a quienes (con sus hechos) lo vulneran. La paz
juridica debe quedar, como dice De Dieco Lora!, protegida mientras no se
demuestre st injusticia.
1. De Dieco Lona, Carmelo, La posesi6n y los procesos posesorios, Rialp S. A, vol. t, Madrid,
1962, p. 42. El distinguido jurista espafiol, ademas con respecto a la tutela de la
posesion expresa que «el interés no radica en la relacidn hombre cosa u objeto de228 NERIOGONZALEZ LINARES
181. FUNDAMENTOS DE LA PROTECCION POSESORIA
El contacto 0 la aprehensién —del sujeto poseedor— de los bienes
junto a las utilidades econdmicas y sociales que esto genera, es justificacion’
de la tutela juridica de la posesién. El sujeto poseedor, es quien debe ser!
respetado y protegido por el ordenamiento jurfdico, o como dice, Barassi?
la razén verdadera que fundamenta la proteccién de la posesién, es qué
ésta implica la actuacidn de la energia productora de una cosa 0 de
patrimonio, o sea, su normal disfrute. Esta actuacién la considera favora.
blemente la ley en cuanto, desde un punto de vista econdmico, la posesié:
es mucho més titil que la vacua titularidad del derecho; el estado impro
ductivo de los bienes se viene considerando como un daiio social.
La posesién no es sdlo protegida como aquel fenémeno juridico de
relacidn individual o colectiva con los bienes, sino, como hecho social, por-
que su trascendencia ligada a lo social y econémico la hace merecedora de
ser protegida por la ley. 3
182. TEOR[AS QUE SUSTENTAN LA TUTELA JURIDICA DE LA POSE-
SION. En la doctrina ius real existen teorias que pretenden sustentar la
tutela juridica de la posesin, como las denominadas relativa y absoluta.
182.1. Teoria relativa. El ilustre jurista berlinés Savicny, explicaba que
en primer término la posesidn constituye un simple hecho, que por sus efec-
tos se asemeja a un derecho; en segundo lugar que la ley tiene por fin la
represién de todo acto violento que implique una modificacién a ese estado
de hecho ya que toda situacién asf planteada obrarfa sobre la propia perso-
na. Segtin este criterio, sintéticamente expuesto, la proteccién posesoria no
tiene sélo por causa el interés del individuo, sino también el interés de la
colectividad, porque al protegerse la personalidad del sujeto se busca ade-
derecho; el interés radica en la persona que, al ser perturbada o destituida en su
posesién, se encuentra interesada en reponer las cosas a la antigua situacién de hecho
con la que antes se encontraba favorecido. Si la perturbacién o el despojo fueran
realizados de modo juridico, su interés, a la restitucién o al cese de la perturbacién,
no seria nunca protegido por el Derecho. Precisamente porque la perturbacién 0 el
despojo han sido ajurfdicos es por lo que, quien se encuentra en una situacién juridica
aparente, puede acudir a la accién procesal de tutela. Y también por este motivo es
por lo que el Estado tiene interés en ia restitucién a la situacién juridica anterior: por
2] modo ajuridico de obrar del perturbador o del despojante», ibidem, pp. 27-65.
Citado por Diego nr Lona, ab. cit,, vol. 1, p. 137. Cfr. Laguis, Manuel, ob. cit, t., pp. 494
yss.; Avram, Jorge H., «Proteccién posesoria», en Cuestiones esenciales en derechos reales,
Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2002, pp. 9-18.CAPITULO V: DE LA DEFENSA POSESORIA 229
mis, la defensa det orden puiblico afectado por la violencia ejercida. El ju-
rista aludido, consecuente con su posicién subjetivista de la posesién, expli-
ca que la proteccién no es concedida a los simples detentadores, sino al
poseedor titular del derecho de propiedad; es decir, junto al animus o la
intencién de poser el bien como propietario.
Por su parte Inuernc, como opositor a la doctrina de Savicxy, rechaza
la distincién entre poseedor y propietario. Para el jurista alemén, el posee-
dor es el mismo propietario que la ley protege facilitando de tal modo la
prueba del dominio. El autor de la teoria objetivista de la posesion, sienta
la doctrina siguiente: «la proteccién posesoria ha sido introducida segtin
ésta, teniendo en cuenta la propiedad. Pero es imposible conceder esta pro-
teccidn al propietario sin que los no propietarios se aprovechen de ella al
mismo tiempo (...) el mismo servicio que presta al propietario que posee,
de protegerlo sin dificultad contra los ataques extrafios, lo presta al no
propietario que posee».
182.2. Teoria absoluta. Fundamenta la proteccién posesoria en la mis-
ma posesién, como hecho que tiene contenido econdémico en beneficio del
poseedor y proyectado a la funcionalidad social, la tutela sera entonces
para todo poseedor. En esta doctrina se distinguen dos variables en la pro-
teccién de la posesién: la primera, destaca la importancia que tiene la vo-
luntad de poseer, la que se manifiesta en el poseedor con relacién a la cosa
poseida, y esa voluntad requiere, por sf misma 0 como expresion de la
personalidad, de la proteccién que la ley otorga por medio de las acciones
posesorias; la segunda, es la que considera el so de las cosas por la pose-
sién o por la propiedad que se tenga sobre ellas, es indispensable para
satisfacer las necesidades, las mismas son protegidas por la ley conforme a
diferentes normas, segtin surjan del dominio o de la posesion
183. MODOS EN LA DEFENSA DE LA POSESION
183.1. Defensa extrajudicial de la posesién. Llamada también legiti-
ma defensa, autotutela o defensa privada de la posesién. El Cédigo Civil,
regula este modo de defender la posesidn en el articulo 920, que a la letra
dice: uE] poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y reco-
brar el bien, sin intervalo de tiempo, si fuera desposefdo, pero en ambos
casos debe abstenerse de las vias de hecho no justificadas por las circuns-
tancias», La fuente inmediata de esta norma, de la que es repeticién literal,
es el articulo 830 del Cédigo Civil de 1936. En la legislacién comparada se
tiene como fuentes el articuilo 2470 del Codigo Civil argentino y el articulo
441 del espafiol30 NERIO GONZALEZ LINARES
183.1.1. Presupuestos. De acuerdo con la norma transcrita (articulo 920)
para ejercer la defensa privada o extrajudicial de la posesi6n se requiere de
los presupuestos siguientes:
1. El ejercicio actual de la posesin por el sujeto poseedor (actos
posesorios). 2. La ejecucién de hechos violentos contra el poseedor, por la
fuerza de un tercero con el objeto de perturbar o despojar de la posesi6n al
actual poseedor. 3. La actitud del poseedor de repeler o rechazar directa ¢
inmediatamente el ataque del tercero (perturbador o despojante). 4.La
desocupacion inmediata del intruso, sin intervalo de tiempo alguno, en caso
de haberse producido el despojo momenténeo. 5. La abstencién del pertur-
bado o despojado de las vias de hecho cuando asi las circunstancias no lo
justifiquen.
Comentando los presupuestos fijados precedentemente, se tiene que
para la defensa extrajudicial de la posesion se adquiere legitimidad prove:
niente del hecho mismo de la posesidn (del hecho nace el derecho), es de-
cir, la tutela privada de la posesién se funda en la misma posesi6n (porque
alcanza a todo poseedor), para rechazar toda fuerza que sea imprimida
sobre ella, pero empleando un actitud racional y proporcional para repeler
la fuerza empleada por el atacante. La razén de esta forma de proteger la
posesién esta en que, frente al ataque desposesorio resulta casi imposible
contar de inmediato con el auxilio de la fuerza priblica, menos con el dela
justicia, los cuales en todo caso Ilegarfan tarde, cuando todo se haya const
mado con la perturbacién 0 el despojo.
La definicion legal, que nos aleanza el Cédigo Civil, de la defensa pri-
yada sefialada Iineas arriba, nos parece ambigua, a diferencia de la que se
adivierte en la legislacién civil comparada como la del Cédigo Civil argenti-
no, que en sui articulo 2470, con una redaccion muy inteligible y didactica
expresa: «El hecho de la posesién da el derecho de protegerse en Ia pose:
sidn propia, y repulsar la fuerza con el empleo de una fuerza suficiente, en
los casos en que los auxilios de la justicia llegarian demasiado tarde; y el
que fuese desposefdo podra recobrarla de propia autoridad sin intervalo
de tiempo, con tal que no exceda los limites de la propia defensa». Esta
norma es la fuente del articulo 920 de nuestro Cédigo Civil
En consecuencia de los dispositivos antes mencionados podemos des-
brozar que son cuatro los requisitos para el ejercicio de la proteccién privar
da de la posesién; veamos:
1. Supone la presencia de hechos perturbatorios en la posesisn del
poseedor, por ende se da la causa para la proteccion, en la posesion misma,
para rechazar 0 repeler la fuerza que se emplee contra él, 2, En el caso de
producirse el hecho momentaneo de desposesién, la recuperacion de laCAPITULO V: DE LA DEFENSA POSESORIA 231
posesién es por propia actitud del poseedor y en el mismo acto. 3. El sujeto
poseedor que utilice este modo de defensa de la posesién debe gozar de la
calidad o [a legitimidad activa que la ley material le acuerda, es decir, debe
ser el poseedor efectivo con derecho a la defensa privada de la posesion. 4.
Que no haya intervalo de tiempo entre la agresién y la defensa (repeler la
fuerza), es decir, el sujeto no debe excederse de los limites de lo normal en
la proteccién de su posesin agredida, para no caer en Ja prohibicién legal
de no hacerse justicia por mano propia
El tratadista Laraitte’, nos habla de requisitos para la aplicacién de
la defensa privada de la posesi6n, entre los cuales considera: a) la agre-
sidn violenta, que turbe al poseedor o que se le prive del bien, ha de ser
por medio de la fuerza; b) la reaccién inmediata, debe producirse sin mediar
intervalo, «in ipso congressu»; c) imposibilidad de que intervenga el poder
publico, de lo contrario caemos dentro de la regla que prohibe hacerse
justicia por mano propia; y, d) defensa adecuada, el agredido para mante-
nerse o recuperar la posesién no ha de exceder los limites de la propia
defensa.
Lataitue, Héctor, ob. cit. tu, 294-295. Cfr. Aun, Jorge H., sefiala que, «la defensa
extrajudicial de la relacién real tiene dos modalidades, ‘o repulsar la fuerza con el
empleo de una fuerza suficiente’ o ‘recobrarla’ por la fuerza {articulo 920 del Codigo
Civil peruano]. Pero en ambos casos, la defensa tiene varias circunstancias: a) ‘que los
auxilios de la justicia’ hubieran llegado ‘demasiado tarde’, o sea, que la asistencia de
la autoridad seria tardia; b) ‘que no exceda los limites de la propia defensa, que sea
adecuada, razonablemente’», ob. cit,, p. 65; el autor sefiala el articulo 2470 del Cédigo
Civil argentino (en nuestro Cédigo es el articulo 920), que regula la defensa privada
0 extrajuridica de la posesidn, expresando que «el hecho de la posesién da el derecho
de proteger en la posesién propia, y repulsar la fuerza con el empleo de una fuerza
suficiente, en los casos en que los auxilios de justicia llegarfan demasiado tarde; y el
que fuese desposeido podré recobrarla de propia autoridad sin intervalo de tiempo,
con tal que no exceda los limites de la propia defensa», ibidem. Al comentar VELEZ
Sarsrtexp, el dispositivo transcrito en la nota respectiva, cita a SavIGNY, para afirmar
«que las acciones posesorias (para nosotros pretensiones interdictales) han nacido de
Ja presuncién de la propiedad en el poseedor; més esta presuncién no tiene ninguin
fundamento juridico, porque las acciones posesorias se conceden también al que
manifiestamente no es duetio de la cosa , al que no tenga el derecho de poseer y en
contra e! que tenga derecho a la posesién, y aun contra el verdadero propietario». El
articulo 446 del Cédigo Civil espaol expresa: «Todo poseedor tiene derecho a ser
respetado en su posesién y, si fuese inquietado en ella, deberd ser amparado 0 resti-
tuido en dicha posesién por los medios que las leyes de procedimiento establecen»
En este dispositive advertimos la presencia del principio que orienta la defensa de la
posesién, es decir, «todo poseedor tiene el derecho a ser respetado en la posesién que
ejerce».
@232 NERIO GONZALEZ LINARES
184. ARGUMENTOS, JUR{DICOS QUE FUNDAMENTAN LA DEFENSA
PRIVADA DE LA POSESION
Conjugando la doctrina y la prdctica del derecho real, para la argu-
mentacion juridica que fundamenta la defensa privada de la posesion, po-
demos sefialar:
1. La prohibicion de hacerse justicia por mano propia, Principio de connota-
cién universal, y que rige de manera absoluta en toda sociedad civilizada
Se establece esta prohibicién como el medio mas adecuado para el respeto
a la dignidad humana y garantia de su patrimonio, con paz y seguridad
Pero excepcionalmente se admite, en el derecho real moderno, la legitima
defensa patrimonial (articulo 920 del Cédigo Civil), supeditada a exigen-
cias que la misma ley establece, las que deben ser observadas adecuada-
mente por el poseedor agredido (supra 183.1).
2. Derecho de poser y derecho a la posesién, Volvemos a encontrarnos con el
ius possessionis y el ius possidendi, El sujeto que solamente tiene la posesién
goza del ius possessionis, es decir, derecho de poser, desde luego, con los
derechos derivados de la misma posesién 0 del mismo hecho de la posesién,
v. gr., la proteccién ad interdicta; que no es lo mismo que tener derecho a la
posesién o derecho a poser, que significa juridicamente tener derecho legi-
timo fundado en un titulo posesorio, v. gv., el propietario, el usuftuctuario, el
arrendatario, etc. Pero ambos poseedores ostentan el derecho a la tutela pri-
vada de la posesién, dentro de los supuestos que exige la misma ley.
3. Posesién y derecho a la posesién. Significa que se puede tener la posesién sin
tener el derecho efectivo a la posesién; en este caso,