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La practica psicoanalitica de nifios en la encrucijada del psicoanilisis contemporaneo 1 Lizaro Gade 933 / 204 rose aser@tinacoiny 2 fag dh Salen 1408 /2 podadrintrinersy 53 fd Mania Mair 17678 ‘18073 tnsrmsntrtbcoailcr 5 1B. Lamas 2718 / 181 or1ez8 cinendontcorsry | Patho Obide 2783 /501 (apn de Viana = Cer (atakdnads) 4818376 (ox2}36i92 alpen cory S Obucaro 226/201 7099339 FRQalinaomny Psic. Adriana Bauer! Psic. Maria Elisa Dominguez? Psic. Graciela Montano? sic. Cristina Rodriguez Rega’ Psic. Olga Salgado’ Psic. Magdalena Strauch? En esta comunicacién nos proponemos compartir, a través de un material clinico, eémo concebimos el trabajo analitico de ni- fos hoy, y en qué lo fundamentamos. “Ni la incompletud en la estructuracion del aparato psiquico del nifio, ni su situa- cién de dependencia familiar, ni su inclusién en el entramado inconsciente de deseos de Jos padres, descalifican el analisis individual del ninio. Lo prioritario sera escuchar al pa- ciente nifio como sujeto,” (2) sin embargo si no abrimos un espacio de escucha @ los adul- tos, el andlisis de nirios se torna imposible. Ese espacio de escucha, sera lugar de sos- ten de la transferencia parental. (8) REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo VI + nimero 2 * ccieere 2006 /87 Como se establece la transferencia en el tratamiento de nifios, nos ha ocupado desde el comienzo de nuestra investigacin, ideas que desarroliamos en un trabajo anterior (3). Deciamos alli que la transferencia de los padres oficia de sostén y motor del tratamiento del nifio, ast como de resistencia. Siguiendo esta linea de trabajo, nos parecié relevante el concep- to de Transferencia triangular de J. Norman (7). Esta se establece por la escucha del analista, tanto de los discursos parentales como del nito creando un espacio elaborativo. Donde antes se daba una linea entre dos se forma un triéngulo, espacio continente, nuevo y singular que permite la circulacién de fantasmas que estaban obtu- rados. Esta conceptualizacion permite que la transferencia de los pa- dres sentida comtinmente como un obstaculo sea transformada en instrumento, concibiéndola como parte indispensable del proceso psteoanalitico del niio. En este proceso “por lo menos tres personas integran la situa- cin analitica: el nifio, el analista y los padres: que son probable- mente los que han sido olvidados, ignorados 0 dejados en la oscuri- dad en to que respecta a la teorfa. No los padres como imagos u objetos introyectados que tienen un papel central en todas las cons- trucciones tesricas sobre nifios, ni tampoco los padres del nifio real que pagan el andlisis del nifio y lo llevan sino los padres vincula- dos estrechamente a su hijo mediante una relacion de amor-odio que los conduce a co-operar en la vida psiquica del nifio y a sentir su sintoma o enfermedad como el signo viviente y apasionado de su relacion. Desde este punto de vista el nifio dificilmente puede ser discriminado de sus padres, y su sintoma no es totalmente suyo: esto debe ser usado como un indicador de un espacio donde los protagonistas de un drama inconsciente se confunden unos con otros, "(Rolland, 1993) (2) MARTIN Consultan por Martin de 5 arios de edad por inquietud, dificulta- des de adaptacién al jardin de infantes. rabietas, timidez y porque se lleva objetos a la boca en forma compulsiva ¢ indiscriminada en al- gunos momentos, legando a tragarse una pila. Es hijo de un matri monio de mediana edad que, al afto y pocos meses de Martin, se hizo cargo de un nino de 6 anos, hijo de un matrimonio anterior del padre. El motivo fue la enfermedad de su madre que lo perturbé de una manera importante. 88 / REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Vik amex 2 + canbe 2008 Los padres estan preocupados porque han decidido ponerlos a ambos en el mismo colegio y en la entrevista de ingreso, Martin que habia accedido a quedarse solo salié en un ataque de angustia ne- gandose a volver. EI padre se recuerda tan timido como Martin. La madre se muestra preocupada por saber qué le pasa a su hijo y qué tan serio puede ser. Relatan que el hermano estuvo los ultimos tres afios en tratamiento y fue dado de alta. Cuando hacen relatos de lo cotidiano, lama la atencién que es- tablecen las mismas pautas y limites para los dos nifios, como si fueran iguales. Las diferencias de edad no aparecen en el discurso de los padres. Algunas expresiones de la madre resultaron enigmaticas para laterapeuta. Del embarazo de Martin dice “hubo que hacer reposo”. De su nacimiento comenta "y paso a vivir con nosotros”. Y dela con- formacién familiar dice de forma terminante y sin mayor detalle “so- mos cuatro”. Un psicodiagnéstico previo, acusa buen nivel de desarrollo ver- bal y grafico asi como un Iamativo monto de ansiedad, motivo por el cual se recomienda tratamiento. La psicéloga capté algo del desme- dido lugar del hermano. De las primeras tres entrevistas con Martin destacamos: es un niio menudo, muy lticido y seductor que ya antes de entrar dice: “Qué olor a masa!” Pasa sin dificultad, la madre queda en la sala de espera. Martin se sienta en la silla del consultorio y se queja de que no tiene almohadén. T Puede ser que estés buscando ponerle almohadén a lo que te pasa. Juega con masa -a lo que venia dispuesto- y le pide a la terapeu- taque haga algo. Ella realiza dos gatitos, uno mas grande y otro mas pequefio. Martin le coloca un caracol sobre la cabeza a cada uno. T 2Qué sera esto? M-~Que los caracoles van despacio. T~De repente como tu andas muy rapido vienes pidiendo que te ayude a andar mas despacio, A su vez él hace con masa una vibora grande que mezcla con pintura azul y que la pega con cascola en el papel. En la primera entrevista estuvo especialmente concentrado, no mostrandose tan ansioso como se esperaba. En las siguientes entrevistas mientras le pide a la terapeuta le pinte césped (hoja tras hoja), hace una minuciosa exploracién del consultorio y elige juegos para nifios mayores. Imita sus conductas REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Vi + nimero 2 + ciantre 006 / 89 haciendo necesario que la terapeuta lo ayude a discriminar los que son adecuados para él. Muestra sus lastimaduras y relata quejoso alguna caida dolorosa. Luego de estas entrevistas iniciales vemos con el padre, que Mar- tin no se mostré tan timido como él lo ve. La madre contintia interro- gando mas que mostrando. La terapeuta seiala que cl nino mues- tra avidez por un espacio propio y que tiene una ansiedad importan- te, y que por el momento no esté claro qué la estaria motivando. Impresiona el desfasaje entre el desarrollo verbal y el despliegue lidico. EI nifio juega incluyendo a la terapeuta, quien alerta a no dejarse seducir por el manejo seudo adulto de su lenguaje, perma- nece mas atenta al juego. Se trabaja a dos sesiones semanales durante tres meses. Martin concurre al consultorio acompahado de un familiar que lo culda y del hermano, quienes permanecen en la sala de espera. En los pri- meros tiempos Martin hace entrar al hermano en multiples ocasio- nes o sale a decirle cosas 0 mostrarle objetos, dando cuenta del lu- gar jerarquico que ocupa el hermano, La terapeuta se lo sefiala y lo relaciona con su preferencia por los juegos para nifios mayores, a quienes imita, dinamica que le genera inevitables frustraciones. Hasta que elige el ludo y puede seguir sus reglas. En otro momento las quejas vienen respecto de los nuevos com- paiieros de colegio, que lo pelean mucho y sigue apareciendo el ofus- camiento si algo no es como él quiere, egando a decir “ese no es mi estilo”. ‘T- Creo que ellos deben pelear pero capaz que tu también. ‘Va desapareciendo el tono quejoso. Surgen expresiones aisla- das en las sesiones sin nexo claro de contenido con el juego 0 queha- cer del momento: “No voy a hacer el idiota...”, "Hubiera nacido de nuevo para portarme bien”. Martin no podia dar cuenta de estas expresiones. En la re-elaboracién de las sestones la terapeuta se preguntaba 2Qué lo exige tanto?, gla supuesta igualdad con el hermano? EI creer que como los tratan igual efectivamente lo son? No puede con la diferencia real y se exige mucho. quiere todo a la vez y no logra coneretar lo que si csta a su alcance. gSera por esto que registra en si misma un cierto rechazo hacia el hermano? Se agregan al cuadro elementos de seducci6n hacia la terapeu- ta, tratando de mostrarse al ir a orinar. Vuelve del banio diciendo *jQué lindo!” y Iuego hace referencia al juego de equipo, Otro ele- mento observado es que en algunos juegos se ubica en el lugar del que se deja ganar, pauta excesivamente condescendiente para su edad. 50 / REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Jomo We rime 2 + ccenbre 2006 En el proceso no aparecian secuencias significativas que dieran cuenta de cierta ligaz6n de sentido, por eso se rescata como muy significative cuando recorta de una revista la figura de un nifio. Hecho que coincide con que no sale mas del consultorio a buscar a su her- mano. En una de las entrevista con los padres, éstos plantean una franca ‘mejoria, relatan que logré permanecer y disfrutar en un cumpleanios yque se viene adaptando bien en el colegio. La madre dice orgullosa y aparentemente complacida que la maestra lo alabé porque si bien hay dos o tres alborotados él se defiende. Los padres proponen disminuir las sesiones porque viene el in- vierno. Si bien la terapeuta toma en cuenta el pedido, piensa que las mejoras sintomaticas estarian sostenidas por la contencién del tratamiento y no tanto por el avance de integracién interna lograda. Se posterga asi la decision, de disminuir la frecuencia. En la sesidn siguiente a esta entrevista con los padres, pas6 algo inusual. Martin se dirige a la pizarra y comienza a dibujar por primera vez. Hace una casita con chimenea y humo, nubes espesas, “gotones” de lluvia, un nifio de tamafio como la casa y un rayo dirigi- doa la casa y comienza a hacer un cuento. M- En acasa esta un nitfio con el papa y la mama y les cay6 un rayoy se murieron todos. T~ e¥ éste? (referido al nifio fuera de la casa) M-~Es el hermano que se salvé. La terapeuta queda profundamente impresionada por el drama- tismo que trasmitié Martin al lograr una integracion afectiva que habia estado ausente hasta este primer grafico. El monto de sus ansiedades comienza a tomar sentido con la ligazén lograda. Y la terapeuta le dice: ‘T- Un nifio que hace estos cuentos a veces siente mucho miedo En oportunidades posteriores indagando sobre su mundo de fan- tasfa, la terapeuta le pregunta si hay otros cuentos. M -- No, esa fue la primera vez que hice un cuento. Recién ahi se dimensiona lo que estuvo pasando en este tiempo. Se asiste a un momento inaugural de toma de sentido, de cémo el niiio con los sostenes terapéuticos, pudo ir construyendo un sentido propio para la vivencia traumatica. En ese periodo la madre se enferma y debe guardar reposo. Du- rante su restablecimiento concurre sola a una entrevista. La tera- peuta le dice que quizas a esta altura se pueda pensar mejor qué le pasaba a Martin y que seguramente tenia que ver con los cambios que les habia tocado vivir a todos en la familia. Lo difiell que habia sido para Martin la inclusién de Alejandro (el hermano). La madre REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Vi + nimeo 2+ diciembre 808 1 91 por primera vez, hace una extensa referencia a esos primeros tlem- pos y a todas sus preocupaciones, incluso lo dificil que fue hacer comprender al resto de la familia lo que le pasaba a Alejandro. “Re- cién comprendo Io que me decian en aquel momento: qué dificil 1o que les est4 pasando”, Ella no habia tenido la menor conclencia, habia estado muy ocupada tratando de integrar a este nifio, pero pensaba que de todas formas le habia dejado espacio a Martin. En una entrevista posterior el padre dice que lo nota mas gran- de, que se puede tratar mejor con él. La madre relata que delante de la abuela materna de Alejandro, ella le dijo si habia preguntado por su madre, éste le responde que no le interesa y entonces Martin le contesta: “Claro que no te interesa, site conseguiste otra mama”, Comentarios El material permite acercar el trabajo analitico de un nifio desde la transferencia triangular. Muestra momentos que pautan como se va dando el trabajo elaborativo desde sus tres vertices: el niio, el analista y los padres donde el terapeuta jugaria como “movilizador de sus posiciones mas que intérprete de sus problematicas” (6) ge- nerando un espacio para que sea el propio nirio intérprete y prota~ gonista de su historia. ‘Como terapeutas nos resulta angustiante enfrentarnos a un enig- ma, a.un otro que no tiene respuesta. En el caso del paciente nifio cobraria su maxima expresiOn volviéndose incluso “traumatizante” para el analista. La angustia de la terapeuta result6 operativa en esta ocasion al poder esperar y acompafiar el proceso de Martin y sus padres evi- tando caer en la violencia interpretativa o violencia secundaria al decir de Piera Aulagnier. Se permitié asi que en el tratamiento se diera una ligazén en la conformacién de la historia de Martin a par- tir de sus propias inscripciones con sentidos muy fragmentarios en. un inicio. En este proceso terapéutico, los subrayados iniciales del discur- so parental ("hubo que hacer reposo”, “pasé a vivir con nosotros”, expresiones impersonales que dan cuenta de un sujeto desapropiado “sin dominio de si sobre si mismo" (5) oficiaron de interrogantes bus- cando una ubicacién singular. Estamos en presencia de un vin- culo temprano signado por la distancia afectiva de la madre? , gfue resultado de un acomodo frente a la situacién traumatica vivida por la familia? Por la familia y sobre todo por esta mujer al tener que 92 J REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Fano Vie nimero 2 + cienbre £006 aceptar a este nuevo integrante -hijo de su marido- y ponerse al hombro la empresa de “un arreglo familiar”, en el que ubica a su hijo ‘como adoptivo también. El interés por preservar la familia hace que los padres ejerzan violencia simbélica sobre el nino. Continuando con el andlisis del material nos preguntamos en- tonces, cémo se hizo posible ese movimiento psiquico que da lugar al grafico-cuento, “EI nirio necesita un adulto o nifio mayor que juegue con é1 de manera que el nifio vea su fantasia 0 idea representada en la mente del adulto, la reintroyecte y la utilice como una representacién de su propio pensar" (4). Junto a este tipo de presencia, el abrir un espacio analitico ayudé a ventilar y desarticular las rigidas estructuras ar- madas en base a la saturacién de sentidos que ofrecian los padres. Esto atacaba la identidad de Martin frenando y enlenteciendo su pensamiento como si tuviera caracoles en la cabeza. Laconfianza, almohadén-pasto, sostén y amortiguador que brin- dé el vinculo terapéutico permitié el surgimiento de lo informe de modo que Martin pudo ir desarrollando un espacio donde sentirse vivoy crear, sin necesidad de refugiarse en algo falso. Consideramos que los encuentros con los padres dinamizan el proceso terapéutico de un nifio. En este caso ¢cémo oficié la entre- vista con ellos, previa a la sesién del gréfico-cuento? La terapeuta desde su ubicacién en el triéngulo de circulaciones transferenciales puso un limite a la discrecionalidad de los padres respecto a Martin ala vez que habilité al nifio a pensar por si mismo. REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Wi + nimero 8 + cliente 9006 193 ‘94 7 REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + fone Vit nimero 2 + dionbre 2005, REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Wi + nimexo 2» ccenbre 2006 195 96 / REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA. + Tomo V+ rime 2» cicemére 2008 ‘nee as anb oummsou pes Wh (ese 1 op erany oe opuagey) 2avse A? = spo) uosauna 26 ‘Roker un pho 6214 eeu) Awded fo Uso oy un ase ese HLL“, + Tome i + mimeo 2+ ccemtre 2008 197 EVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA Resumen ‘Através del material clinico de un paciente nitio se ilustra cémo concebimos el proceso analitico que se va dando de manera tintca y dinamica entre el nifio, los padres y el analista, conformando un espacio elaborativo siguiendo la conceptualizacion de transferencia triangular de J.P.Norman. En dicho proceso el terapeuta jugaria como “movilizador de sus posiciones mas que intérprete de sus problematicas”, generando un espacio para que sea el propio nifio intérprete y protagonista de su historia. Bibllografia 1. BLEICHMAR, S, - Clinica psicoanalitica y neogénesis. Amorrortu Ed., 2000 2. CANTIS, S.~ El lugar de los padres en psicoanalisis de nifios. Una refledén teérico-clinica, Rev, De Pstcoanal. de la Asoc. Psic. De Madrid, No. 24, 1996 3.- DOMINGUEZ, M. E., FERREIRA, E., MONTANO. G.. RODRIGUEZ, M. C. SALGADO, 0. STRAUCH, M. ~ los padres en el tratamiento de nifios. Rev. De APPIA, No. 14, junto 2002 4 PONAGY, P., TARGET, M, ~ Jugando con la Realidad 1, Int. J. Peycho-Anal. (1996)77.217. Libro Anual de Psicoanal. (1996) Xl, 11 KORSUNSKY, Betty - Una aproximacion a la historia de las infancias: La fnfaneia lefda en clave tiempo. En: "Nios del Psicoandlisis”. Comp... Ada Rostnaryn. Ed. Asoc, Ese. Argentina de Psicoterapia. Para Graduados, 2005 6. MARTY, F, - Imaginar juntos el encuadre de una psicoterapla de nios. En: Que cherche l'enfant dans les psychothérapies? De M.C. et E. Ortigués 7. NORMAN, J. Citado por CANTIS, S. ibidem 8. SIGAL DE ROSENBERG, AM. ~ La constitucién del sujeto y el lugar de los padres en el psicoandlisis de nifios. En: El lugar de los padres en el psicoana- Iisis de nifios. Lugar Bd, 1996 palabras clave: Nifo - padres - terapeuta -transterencie 98 / REVISTA DE PSICOTERAPIA PSICOANALITICA + Tomo Vir nimero © + dione 2005,

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