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Logramos motivar a los catequizandos para que continen en los procesos pastorales
que la parroquia ofrece, como grupo juvenil, aclitos, catequistas, comunidades? De no
ser as, qu otras estrategias o metodologas podemos considerar para lograr esta
vinculacin?
Con relacin a la vida como comunidad de catequistas:
Nuestra oracin comunitaria e individual como catequistas fue asumida con la
conviccin de quien se sabe necesitado del Seor? Frecuento el sacramento de la
reconciliacin y procuro revisar mi vida a la luz del Evangelio? Participo de la Eucarista
hacindola centro y culmen de la vida cristiana?
Qu tal estuvo nuestra vida como comunidad de catequistas?, vivimos, compartimos,
aprendimos y nos relacionamos como una autntica comunidad o fuimos un un grupo que
preparan temas para catequesis?
Los momentos destinados a la formacin y preparacin de los encuentros de
catequesis, fueron expresin del trabajo en equipo, la planeacin y organizacin que este
ministerio requiere?
Participaron como comunidad de catequistas en la formacin y cualificacin continua,
ya fuera esta ofrecida por el prroco o por la Arquidicesis a travs de la Delegacin, a fin
de cumplir con el deber de renovar su ministerio y ser catequistas ms idneos?, cmo
se materializ dicha formacin en nuestras catequesis?
Evaluar la vida comunitaria con relacin a los nuevos catequistas que ingresaron a ella,
logramos enamorarlos y comprometerlos con el ministerio?
Finalmente, les recomendamos dejar toda la evaluacin por escrito para leerla al comienzo
del siguiente ao y hacer los ajustes del caso.
La Delegacin Arzobispal para la Catequesis les da las gracias a todos los catequistas por
la misin cumplida, que el Seor recompense su labor y acreciente su fe, para que el
nuevo ao siga siendo la catequesis, el compromiso de anunciar su Reino.