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S.3, DE GARANTiA (8°) CATHERINE LATHROP ROSSI, abogada defensora, en representacion de don Hugo Joaquin Etzardo Bravo Lépez, en los autos RIT 6873-2014, RUC 1400637392-6, a US, respetuosamente digo: De acuerdo alo estableido en los artculos 36, 122, 140, 143, 149, 157, 158, 382 y 370 y siguentes, todos de! Céigo Pracesal Penal, dentro de piazo y forma, ‘vengo en apelar de la resolucién dictada por ol Magistrado del Octavo ‘uzgado de Gerantia de Santiago, SS. Juan Manuel Escobar Salas, dtada con fecha 07 de ‘marzo de 2015, que dio lugar a solictud del cuerellante Consejo de Defensa del Estado de decretar la medida cautelar de prisién preventiva resoecto de mi representado, don Hugo Joaquin Elizardo Bravo Léper, solicitand en defintva que se cleve su conocimiento para ante la Tlustrsima Corte de Apelaciones de Santiago, para que el Tribunal Ge alzada -dectarando admisible el presente Feourso-, revoque la resolucién recurida, sustituyendo la medida de prisién Preventiva por una de menor intensidad, de acuerdo a los antecedentes de hecho ¥¥ de derecho que a continuaciin paso a expicar: ‘A) ANTECEDENTES GENERALES DE LA RESOLUCION RECURRIDA: Durante los dias 04 2 07 de marzo de 2015 se lews a cabo la audiencia de formalzacién en la presente investigacién, tanto de mi representado como de ottos nueve imputades y, consecuencialmente, en ella se discutié fa impesicién de medidas cautetres que debiaimponerse a cada uno de els. Es dable hacer presente ademés del Ministerio Publico, en la referida ‘audlencia comparecieron seis querelante pretendienco hacer ejercicio de la accién penal. CConforme a los hechos formalizdos por el Ministerio Piblico, se impute a imi representado la comisién de dos deltes de soborno, un delito del tipo previsto en el articulo 97 N® 4 inciso primero de! céaigo Tributarlo y ocho delto del tipo preserito en el mismo articulo y numeral, pero del Inciso tercero (un de estos ‘itimos, en grado de deserrallo tentado), todos reiterados y un delto de lavado de. ‘activas, cuyo delto base serfa un de los deltas de scborno ya descritos. CComunicados los heches por parte del Ministerio Péblico, se dio lugar a la proposiciin de medidas cavtelares por parte del ente persecutor. Una vez ‘expuestos sus argumentos para tener por satisfachos los requisites de las letras a) Yb) del articulo 140 del Cécigo Procesal Penal, don Sabas Chahuén, acompafiado or los sefiores fiscales adjuntos Carlos Gajardo, Pablo Norambuena y Emiliano ‘vias, tras hacer una exhaustiva y racional consideracién de las circunstancias y factores atingentes a la cuestiin, tales como la cuantia de Ios tipos penales, tanto fen su cantidad como penalidad, asi como las circunstancias modificatorias de responsabilidad penal, en plena aplicacién del principio de objetividad que lo rive, solcté la medida cautelar de arresto comicitaro total y arraigo nacional, previstas. fen el articulo 155 letra a) yd), respectivamente, estimando que bajo ninguna Crounstancia mi representado constituyera un peligro para la seguridad de la sociedad, muy por et contrari, se refrié en relteradas oportunidades a don Hugo Bravo, como un ejemplo de celaboraciin sustancial Por su parte, el Servicio de Impuestos Internos, quien es el titular de la accién penal como querellante y victima de los deltos tibutarios y, por tanto, de aquellos con la mayor cuantis penal imputables @ mi representado, arribé @ las imismas conclusiones del ente persecutor, agregando con especial énfasis que mi representado habia resttuido el monto de lo defraudedo, sus intereses,reajustes y ‘multas, manifestando reparacén a enterasatisfacién, Hacemos presente, como US., podré percatarse de la simple lectura de lo expuesto, que los inicos intervinientes que tenian legitimacién activa en el ejercicio de la accién penal de los delitos tributaries y, par tanto, de los tipos que eventualmente podrian llegar a tener en concreto, pena efectiva de una mayor cuantia, estimaron desproporcionada la medida cautelar de prisién preventiva para mi representado y propusieron la medida de arresto domiciliario total. No cbstante lo anterior, el quereliante Consejo de Defensa del Estado, titular de fa accién penal de los deiitos de sobomo y del delto de lavedo de ‘actives, es deci, de tipos penakas que en el caso conereto no podrian superar el Presidio menor en caso aiguno, solicits la prisiéin preventiva de mi representado, cstableclendo como causal de necesidad de cavtela a peligro de la seguridad de la 2 sociedad, fundementéndola a través de una grandilocuente exposicén relative ala concurrencia de esta causal en deltes no violentes, Invacando experiencia ‘comparada y aseverendo que debie propenderse a que deltos como aquellos por Jos que fue formalizado oi representado, debian ser combatidos con especial cao, Propendiends a su develacién, erradicacién y castigo. Al respecto, debemos sefialar que al Consejo de Defensa del Estado ro hizo ninguna proyeccién racional de cuantia de pena, no se refiié 2 supuestos de hecho y no sefiaé absolutamente ningun antecedente diverso a los que habia expuesto en Ministerio Pablic. Finalmente, expusieron les querelantes Enrique Aldunate, por e! Partido Socialsta; Pedro Orthusteguy, por le fundacién Cludadano Inteligente, y; Alejandro Pefia, por la empresa Victieria Argentina, quienes o bien no realizaron paticiones respecto de mi representado o bien SS. Juan Manuel Escobar Salas desestimé que tuvieren legitimacién activa para realizar solictudes de medidas cautelares respecto de mi representado, por lo que no haremos referencia a sus Planteamientos. En lo que se refiere a nuestra exposicién de la materia, nos opusimos 2 la prisién preventiva soicteda por el Consejo de Defensa del Estado, allandndonos a la solcitud efectuada por el Ministerio PUblico el Servicio de Impuestos Internos, no obstante se entregaron nuevos antecedents y fundamentos para sostener la proporcionalidad del arresto domicilario como medida cautelar idénea -en este estado del procedimiento-, para mi representado. La comunicacén de los hechos objeto de la investigacién 2 los diez Jimputados formalizados, més la discusién de sus medidas cautelares se les 2 ‘abo durante tres das, a partir del miércoles 04 de marzo de 2015, quedando la resolucién relative @ la Imposiciin de medidas cautelares, para un cuarto dia, a saber, e107 de marzo del presente. En su resolucién, $S. Juan Manuel Escobar deseché los argumentos de esta efensa, del Ministerio Publico y del Servicio de Impuestos Intemos, estimando ue fa libertad de mi representado configura un peligro para le seguridad de la sociedad, fundamentalmente en atencion a la cuanta de la pena en abstracto, que pocria sufir mi representade, Sumado ello @ que también tuvo por acredtados suficentemente la concurrercia de todos los tipos penales formalizados 2 mi representado, asi como su partidpacién responsable. &1 Magistrado tuvo por satisfechas las exigencias previstas en las letras a), b) y c) del Cédigo Procesal Penal, decretando la prsiin preventiva de don Hugo Joaquin Elizardo Gravo Léper. Como se demostreré, el tribunal 3 quo no se hizo cargo, ni menos se pronuncié respecto de los argumentos y antecedentes vertidos en la audiencia por esta defense, los cuales necesariamente deben evar a la Titma. Corte de ‘Apelaciones de Santiago a revocar la resolucién que erréneamente decreté la prisién preventiva de mi representado. 8) FUNDAMENTOS DE LA APELACTON: Tal como se deserrollaré a continuacién, en la especie no procede la imposicién de la prisién preventiva decretade en prejucio de mi representado, ello fen atencién 2 los siguientes fundamentos de hecho y de derecho que a continuacién se exponen: CConcordames con e! trbunal @ quo en que los lamados @ particpar de la discusién de la imposicién ce medidas cautelares de mi representado en los hechas formalizados en esta Investigaciin son esta defensa, el Ministerto PCbiico, €l Servicio de Impuestos Internos y el Consejo de Defensa del Estado. Fue el Consefo de Defensa del Estado el que abrié Ja puerta (en palabras propias de SS. Juan Manuel Escobar Salas) para debatir la pisiin preventiva. En lo que a nuestra juicio yerra el tribunal @ quo es en entender que el Ministerio Pablo y todos los querellantes tienen la misma legitimidad active en relacién a todos los hechos formalzados a mi representado. En efecto, el Ministerio Piblico como el chico érgano encargado de la persecucin penal ~cuestiin consagrada constitucionalmente~ tiene legtimacién ‘activa respecto de todos los dlitos formalizados en esta investigacién, al ser éstos de accién penal publica, ain cuando alguncs de éstos sean previa Instancia particpar, toda vez que el Servicio de Impuestas Internos (victima) hizo ejercicio de las acciones penales a través de denuncias y posterioces querelis. ‘A su vez, el Servicio de Impuestos Internos tiene legitmacién activa en calidad de vieime y queretiante, en relacin a los deitostributaios por los que fue formalizados mi representado, cuestion que, en fil apego a la ley ~entendida en el Sentido amplo- fue ejercida de tal forma por esta institucién. Finalmente, comesponde ai Consejo de Defensa del Estado, la legtimadién activa, como victima y queralante, de los deitos de sobomo y de lavado de ‘activos, y no asi respecto de los deltas tributaros, aseveracién que no es mero antejo de esta defensa, sino que tiene fundamento en norma legal expresa, cespecificamente, en el articulo 6 de la Ley Organica Constitucional del Consejo de Defensa del Estado, la que dispone: Art. 6. Si alguno de los delits a que se refiore ol artculs 3° N® 4 afectare a organisms el Estado, alos gobierno regionales, alas muniipalidades, alas Insitucores 0 se~vicos {escentralizacos funcional 0 terrtriamente, 0 a las enticades de derecno privado 2 as ‘que el Estado 0 sus instluciones hagen 2portes o subvencines o en las cuales tengan Dartcipacin mayortaria 0 iualtara, et Consefo de Defensa del Estado acordard el ject dela aczén sempre que, en Su concept, haya especial canveriencia en ello. El Consejo de Defensa del Estado solo pods interponer querela respecto de hechos construtwos de deitos en que ls leyes requeren denuncia 0 queria del Servicio de Impuests Intonos, cuando ast io sole este Servicio En ese cas, én todes agulos en que el Consejo de Defensa dl Estado eferz le ‘sccm penal que también corresponda a otros éroanos dstints de! Ministerio Publco, ‘cesar la facutad de representacon de éstos on el respective procedimient. CConforme a lo expuesto en el inciso segundo de la norma twascrita, el Consejo de Defensa del Estado silo podria haber accionado respecto de ls deltos tributarios en el evento que el Servicio de Impuestos Internas lo hublere solictado, ‘cuestién que no ha tenido lugar en la presente Investigacin. Ello no se limita ‘excusivamente 2 la posibiidad de interponer denuncia o querella, sino que Importa que no ha tenido, ni tiene legtimacién activa en reacién ellos. Como la presente investigacién se inicié por denuncia -y posteriores queralias- del Servicio de Impuestos Intemos, por tanto, a tituaridad del eercicio de la accidn penal nunca fue delegada al Consejo de Defensa del Estado. En definitive, toda ver que e! Servicio de Impuestes Interns ha hecho eJerccio auténomo de la accién penal, el Consejo de Defense de! Estado ha quedado privado de toda pretensién relative a la persecucién de los deltos tributaros investigados en esta causa. Finalmente, el tenor del inciso final de la norma citada da cuenta que no pueden concurre simuftneamente amibas insttuciones en el ejerccio de la accién 5 penal respecto de estos delitos y e5 justamente esto -el ejerciio de la eccién penal fo que legitime para solitar medidas cautelares. As! las cosas, sigulendo la I6gica que inicalmente expuso SS. Juan Manuel Escobar Salas para distinguir quienes eran juridleamente aptos para la discusién de las medidas cautelares de mi representado, sdlo fa vicima de un delito puede solictar medidas cautelares en una investigacién, pero debemos agregar que ello ces respecto de les deltos en los que tene tal calidad; por tanto, la soletud de prisin preventiva presentada por el Consejo de Defensa del Estado, sélo puede estar fundada en les deltas de cohecho y de lavado de activos. Pues bien, como el fundamento exclusivo del tribunal a quo para tener por ‘acreditado que don Hugo Joaquin Elzardo Bravo Lépez constituye un peligro para la seguridad de la sociedad fue la cuantia de la pena ~cuestiin que también seré cscutida més adelante-, en relacin a la imposiblidad de acceder a benelicios de la Ley 18.216, debe tenerse por errado dicho razonamiento, toda vez que los Cellos por los que puede soliitar medidas cautelares el Consejo de Defensa del Estado tienen pena de presidio menor en su grado minim; por tanto, no se puede entender que se configuren los presupuestos de la letra c) del articulo 140 del Cécigo Procesal Penal, asi coma tampoco puede suponerse que por su responsabiliéad en dichos deltos, mi representado no podria acceder @ beneficios dela Ley 18.216. En definitiva, efectiamente el Consejo de Defensa del Estado abrié ef debate de la prision preventive, pero sélo respecto de la pretensiin penal relative 2a los deltas de seborno y lavado de actives, no configuréndose en la especie los presupuestos formales de necesidad de cautela planteados por el tribunal a quo, Quienes si estaban leaitimades para solicitar la prisiin preventiva en relacién a la pretension penal relatva a les delitos trbutarios, a saber ef Minsterio Pblico y el Servicio de Impuestos Internes, y na lo hicieron sino que solictaron 1a medida cautelar de arresto domiciiari total, cuestin que, en el presente estado de la investigacién, no fue contravertida por esta defensa. B2- jinaclén de ta pens ideraci pena.en abstracto: |A\ fundamentar su resolucién de prisién preventiva respecto de nuestro representado, el tibunal 2 quo hizo referencia @ lo que entendiS como el factor previsto en el articulo 140 letra c) del Cédigo Procesal Penal Ya gravedad de la pene asignada al delto’, en efecto, Gnice causal por la que entendié que nuestro representado consitira un peligro para la saguridad de la sociedad, Para cello, el tribunal a quo evalué la gravedad de la pena del deito Indicando, lo que entendia como la pena en abstracto, Para determinar esta “pena en abstracto” hizo el siguiente ejercico: Primero, estuvo a los tipos penales presertos en la ley; luego, apleé la norma especial del Céiigo Tributario prescrita fen el inciso 1° su articulo 112, la que se remite al aticulo 351 del Cédigo Procesal Penal; tras ello, estiné que concuria la drcunstancia agravante prescrita en el aitiulo 111 inciso 2° det Cédigo Trbutaro de haber obrado en conjunto con otras Personas. Con ello, afrms haber liegaco 2 la pena en abstract, las que de acuerdo a su efercico constitulia pena de crimen, y con aquallo determind que mi representado es un peligro para la seguridad de la sociedad. Una vez que realzé este mismo efercico respecto de todos los imputados formalizados en audience, el tribunal @ quo hizo una ceferencia general, sin sistinciin de cada caso particular, dela concurrencia de circunstancias atenuantes. Primeramente, distingué entre atenuantes objetivas y subjetivas,sefilando que no procedia evaluar la concurrencia de circunstancias atenuantes subjetivas por resultar tal discusién ~en palabras literales de SS. Juan ‘Manuel Escobar Salas “de ciencia ficcién juridica”, Sumando a lo anterior, al tratar las atenuantes objets, indicé que en el caso, séio podia considerarse, para quienes concurriera, [a atenuante de lrreprochable conducta anterior, prescrita en el artculo 11. N° 6 del Cédigo Penal, la que por lo demds, si concutre fen el caso de mi representade. Para esta defensa, todo lo anteriormente descito incre en una seria trasgresién de las normas de determinacién de la necesidad de cautela, en relactén 2 la prognasis de pena, que nunca fue considerada ni deserollada por el Juez a que. Lo primero 2 considerar es que no existe discusiin en doctrina ni en Jurisprudencia de lo que significa la pena en atstracto, que no es otra cosa sino la ena que tiene establecido a respectiva deito en la ley. Por lo tanto, si hubiera uerido remitise a la pena en abstracto, no deberia haber tenido a consideraclén Cireunstancias agravantes, ni tampoco la agravacién de la pena que confiere la 1 relteracién de deltas. |Lvego, si quisiera entonces determinar la prognésis de pena a la que se podria eventualmente ver sujeto mi representado, deberia haber consideredo ‘todas las crcunstancias que pudieren tanto agravar la pena, como atenuarl. Desde esa perspectiva, no procede descalificar 0 ignorar como un ‘antecedente relevante para la determinacién de medidas cautelares, las Circunstancias atenuantes objetivas y subjetivas. Y mas alin, indicar que no se puede hacer referencia a las crcunstancias subjetivas, implica un error de Idgica ‘en el razonamiento utlizado para dita la resolucién recur. En efecto, la determinacién de antecedentes en este estado procesal, para efecetos de determinar la medida cautelar proporcional constituye, sin ningin lugar 2 dudas, un julio de valoracién, y como tal, es subjetvo, Y atin més, todo Jiicio de valorackin debe tener 9 consideraciin todos los antecedentes, tanto 2quellos que tienen una naturaleza objetiva, como los que tienen una subjetiva. Dicho fo anterior, no se puede realizar un juico de valor ajustado a derecho teniendo presente los antecedentes y las circunstancias que agravan y no las que atendan. Por to tanto, el tribunal 2 quo, deberia haberse hecho cargo de la ‘concurrencia de las circunstancias atenuantes invocadas por esta defense y no haberlas descartado sin haber hecho una evaluacién previa a su respects. Y¥ esta defensa tiene la firme conviccién que, de haberse hecio un examen rmeticulesa de la concurencia de las drcunstancias atenuantes Invocadas, seguramente se habrian concedido, habida consideraciin que éstas fueron reconocidas tanto por el Ministerio Piblico como por el Servicio de Impuestos Internos en sus slegaciones. De per si fe crcunstancia atenuante del aticulo 11 NP 6 de! Cécigo Penal, festa es, la imeprochable conducta anterior de nuestro representado, no admite discusién alguna, toda ver que a sus 69 afios, no ha sido condenado por crimen o simple deito, Respecto de la circunstancia atenuante especial prevsta en el articulo 111 Inciso 1° de! Cédigo Tributaro,e! tribunal a quo no s6lo la ha ignoredo, sino que hha discurrido erréneamente en la eventual aplicaciin del artioulo 11 NO 7 det Cédigo Penal, esta es, la reparacién celosa del mal causado. Inclusive haciendo referencia a la minorante equivacade, SS. Manuel Antonio Escobar Salas sealé de forma genérica, es decir, refiiéndose 2 todos los imputados formalzados, que ésta no podia ser discutda, toda vez que todavia no se conocia la extensién del perjuiclo fiscal. Esto afrmacién nuevemente es erénea respecto de nuestro representado. Tal como fue presentado en audiencia y ratificado por el Servicio de Impuestos Internos y por el Ministerio Pablico ~hebida consideraciin que ls responsablidad penal es personal. dan Hugo Joaquin Elizardo Bravo Lépez ha pagado el impuesto debido, sus Intereses y los otros retros imputados en esta Investigaién, que serion el total del perjuio fiscal objetivo. Y asi como se ha Indieado, esta creunstancia modifeatoria de responsabilidad penal es objetva, pues, conocido el peruido éste fue pagado a entera satistaccién de ta vietima, quien asi lo reconocié en audiencia, lo que no fue abjetado 0 contvoverido por ninguno de ls inteninientes,incluyendo el Consejo de Defensa el Estado. Finalmente, no puede el tribunal 2 quo desconocer la concurrenca en el caso de marras de la circunstancla atenuante de la colaboracién sustancial en el cescarecimiento de los hechas, prevista en el artculo 11 N° 9 del digo Penal. Nuevamente, $S. Manuel Antonio Escobar Salas, descalficé de forma genérice la posiblidad de concurrencia de dicho atenuante,indicando que sélo le correspond 2a Juez de fondo, es dect, al que va 2 dictar sentencia definitiva, reconaceria al rmérito del proceso. Tampoco puede Ignorar los antecedentes que le presenta el Grgano que tiene la direccién exclusiva de la Investigacion y que, por tanto, tiene ‘su haber todos los antecedents de la carpeta investigativa, este es, ef Ministerio Pico. Quién sino el ente persecutor puede dar cuenta de manera objetiva al ‘Tribunal cuaies fueron tos antecedentes que le permitieron llegar al esténdar de conviccién para formalizar fa Investigacién, cuestiin que fue latamente desarrolada y argumentada por la Fiscalia. No puede restringise la incidencia det Ministerio Pablico, como lo hizo el Magistrado Escobar, a reconocer la colaboracién ‘sustandal de un imputado en una investigackin a la aceptacién de_un procedimiento abreviado, porque precisamente el objetivo de esta circunstancia, atenuante es, tal como lo dijo el ente persecutor“iuminar la pleza oscura’, que no puede ser otra cose que lo que indica el Cédigo Penal, entregar antecedentes que permitan esclarecer los hechos. Seguir el razonamiento del Magistrado Escobar ‘lgpticaria confundir esta creunstanca atenvente con la figure de la confesién 9 Judicial. Ademés, no existe en todo la normativa procesal penal, norma alguna que indique que la colaboracién sustancial silo puede ser evaluada en una etapa procesal posterior @ la investigecié En el caso concreto, la colaboracién ha sido tan sustancial por parte de ‘nuestro representado que, de no haber contado con ella el ente persecutor, habria resultado imposible para éste, desarroller a investioacén y reunir los antecedentes necesarios para formalizari. Tanto es asl, que en las alegaciones del ser fiscal Carlos Gajardo Pinto, éste sefialé en alusién a colaboracién prestada por nuestro representado que “de no ser por ella, esta investigacién tendria seis piginas”. Expuesto entonces el mérito de cade une de les circunstancias atenuentes invocadas por esta defensa, si elias se hubieran tenido 2 consideracién en la rognésis de pena desarrollada por el tribunal 2 quo, se habria legado a la condlusién que Ia pena probable que arriesga mi representado no seria una de cimen y, por tanto, podria ser acreedor de un beneficio de cumplimiento altemativo de pena, de aquellos orevistos en la Ley 18.216, cuestién que, en efintiva, no hace procedente la necesidad de cautela en mésito de un supuesto peligro para la seguridad de la sociedad, B.3~ En cuanto a la fundamentacién del fallo recurrido respecto de la acreditacién de los delitos de cohecho v lavado de actives: I articulo 36 de! Cédigo Procesal Penal establece el deber de fundamentacién de las resoluciones que cictare. Dicha norma obiga al juez 2 “expresar sucintamente, pero con precisién, Jos motivas de hecho y de derecho en que se basaren las decsiones tomads" Por su parte, el articulo 143 del mismo cuerpo legal, prescribe textualmente: “Al condlir & auctencia ef tribunal se pronunciaré sobre ia prisién preventiva por ‘medio de una cesolucién fundada, en Ja cual expresard claramente as antecedentes calficados que justficaren la decisién” En ésta linea, esta defensa esgrimié una serie de antecedentes y fundamentos tendientes @ cuestionar los Ilicites sefialades en este capitulo, respecto de ios cuales el Ministerio Péblico formaliz6 a mi representado en calidad e autor de los mismos. Las alegaciones reatizadas por esta defensa en cuanto 2 estos delitos putados @ mi representado, simplemente no fueron tomadas en consideraciin de modo algun por el Magistrado Escobar. No queremos dar a entender que nuestro agravio es que dichas alegaciones no hayan sido acogidas por el ‘Magistrado, sino que éstas na fueron, lisa y lanamente consideradas. En fa resolucién recurrida no se expresa en momento alguno, los mativos 0 fundamentos por los cuales se habrian tenido por acreditados por el juez a quo, los delitos referidos anteriormente, hablendo so puestos en controversia por esta defensa. Es més, no nos limitaros a cuestionar los presupuestes ficticos de dichos elitos, es decir, no negamos dnicamente su configurecién, sino que expusimos. latamente los fundamentos de hechos y de derecho que nos llevarcn a condluir ‘que éstos no concurren en la especie, En este sentido, el tribunal 2 quo debié hacerse cargo de cichas

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