son huestes de visitantes que desean descubrir el mstico encanto de los que han partido. En sus corredores vagan jvenes que lloran a sus compaeros de bandas que han cado; hijos lloran a sus madres, o con mayor dolor, madres entierran a sus hijos, a la par de un montn de esperanzas que reposaran por toda la eternidad en la tierra; y nieblas que se confunden con el viento nos toman de sorpresa y nos susurran con besos en la mejilla.
Este lugar, como muchos otros cementerios, est
decorado desmesuradamente con flores, agradecimientos, ngeles y otras formas fsicas de demostracin sentimental. Lo curioso es que estos detalles son regalos a seres que dejaron de existir, y como paradoja, estas paredes tienen ms color y belleza que cualquier hospital. Quiz el ser humano inconscientemente hace apologa a la muerte, y sabe que al final de tan arduo camino lo espera un reino en el que por fin se le tomar como igual en una sociedad elitista y egosta.
Para las personas
que divisan seres por el rabillo del ojo vern en este castillo del olvido a visitantes o huspedes efmeros, alegres por una oracin o una nueva rosa. Mientras que algunas sombras opacas sentirn como, una vez
Mam: Tal vez no ests
muerta tal vez solamente te has mudado a un lugar tejido con ptalos de rosa, o estas descansando del spero dolor de la rutina.
Paz en la tumba para todos los que prestaron su lugar