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Directors de la Colcciin «Guias para Ver y Analizar Cine»: José Javier Marzal Felici. Profesor de Comunicacién Audiovisual y Publicidad. Universitat Jaume I de Castell, Salvador Rubio Marco, Profesor de Estética y Teoria de las Artes. Univer Murcia. idadl de Consejo Assur de la Coleccion «Gutas para Ver y Analizar Cine»: Rafael Cherta Puig. Profesor de Lengua y Liceracura y Comunicacién Audiovisual IES "Botanic Cavanilles" de La Vall d'Ux6. Juan Miguel Company Ramén. Profesor de Teoria ¢ Historia del Cine. Universitat de Valencia. José Maria Monzé Garcia, Critico y Ensayista de Cine. Concha Roneal Sénchez. Editora de Nau Llibres. David Serna Mené. Critico y Ensayista de Cine. Santiago Vila Mustieles, Arquitecto, Critico y Ensayista de Cine. © Fernando Ros Galiana y Rebeca Crespo y Crespo © Derechos de edivin: Nau Llibres Ediciones Octaedro SL. Periodista Badia 10. Bailén 5, 54. Tel, 96 360 33 36 Tel. 93 246 40 02 Fax. 96 332.55 82 Fax 93 231 18 68 46010 VALENCIA 08010 BARCELONA E-mail: nau@naullibres.com E-mail: octaedro@octaedro.com web: www.naullibres.com web: www.octaedro.com Imprime: Guada Fotografias: Pablo Navarro Roncal Rebeca Crespo y Crespo, Fernando Ros Galiana Diseito de portada e interiones: Artes Digitales Nau Llibres ISBN: 84-7642-668-2 (Nau Llibres) ISBN: $4-8063-547-9 (Bd. Octaedro) Impreso en Espafia. Printed in Spain Depisito Legal: V-s000x-2002 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacién por esrit de los titulares del “Copyright”. bajo las sanciones establecidas por is ——= leyes, la reproduccidn total o parcial de esta obra por cualquicr me- _Tecapanuanos . a i ES LEGAL dio o procedimiento, comprendidas la reprografia y el tratamiento = “C=>==S*8 ‘informatico. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos 5.2.4. Jaibo se craslada . Al S41 oR niacoedlc Al 5.2.4.2. Ojitos se rebela contra el ciego sine 41 5.2.1.1. Encuentro con Ojitos .. 5.2.11.2. Marta acusa a Pedro 5.2.12. Tribunal de Menores 5.2.12.1. Ante el juez .. 5.2.12.2. La despedida .. 5.2.13. Jaibo y Marta: el desprecio 5.2.14. Pedro en la Granja-escuela 5.2.14.1. Ante el director. 5.2.14; 5.2.14.3. Prueba de confianza 5.2.14.4. Jaibo roba a Pedro 5.2.15. Pedro delata a Jaibo Reaccién violenta de Pedro 5.3. Desenlace: la delacién 5.3.1.1. Pedro visita a Ojitos 5.3.1.2. Despedida de Ojitos y Meche 55 erte de Pedi $352, Miubre de Bais 56 5.3.3. Muerte de Jaibo ..... 5.3.3.1. Los disparos . 5.3.3.2. El suefio_de Jail 5.34. El cuerpo de Pedro GUIA PARA VERY ANALIZAR Los OLviDADOS 6. Recursos expres 6.1. La direceién de focogratia 62. La direccién artistics 6.3. El sonido .. 64. La misica .. 6.5. El montaje .. 6.6. Tiempo y espacio narrativos 66.1. Bl tiempo «. 66.2. El espacio .. 6. 7. La interpretacién 7. Perspectivas interpretativas y contexto de Las olvidadws . 76 7.1. Aproximaciones interprecativas al filme 76 7.L.L. Los estereotipos contra Bufu 7.1.2. Interpretacién sociopolitica .. 7.1.3. Interpretacién psicoanalitica ... 80 7.1.4, Inverpretacién antropolégica: de Las Hurdes a Los obvidados ... act 7.1.5. El realismo integral: una estrategia de cre en el cine de Bufuel .. 7.2. Contexto y proceso de produccién de la pelicula... 89 7.2.1. Las multiples influencias de Bufuel ........ 72.2. Bl cine y la culeura de México a la llegada de Bufuel . 93 7.2.3. El proceso de creacion de Lor olvidades us... 97 7.2.3.1. El contexto de produccién 7.2.3.2. La realizacion de Las ovidddts ...uecnene 99 7.23.3. Recepcién y efectos de la pelicula ..... 103 7.2.4, Un segundo final para Los obvidad0s secu... 106 7.2.4.1. Bl descubrimiento de un minuto ee 106 a+ 109 ALL clandestino 2. Andlisis del segundo final 8. Apéndice: biografias sumarias 9. Filmografia de Luis Buftuel... . 119 10. Bibliografia 20 o GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos 1. FICHA TECNICA Y ARTISTICA Titulo original Los olvidades Afio de produccién 1950 Nacionalidad México, Direccién Luis Bufuel Ayudante de Produccién ... Ignacio Villarreal sensseeees Ultramar Films (México) Oscar Dancigers y Jaime Menasce Fidel Pizarro Federico Amérigo Luis Bufuel y Luis Alcoriza (Con la colaboracién, no acreditada, de Juan Larrea, Max Aub y Pedro de Urdimalas, este tltimo en la adaptacién de los dilogos al habla del arrabal) Director de didlogos . . José de Jestis Aceves Director de fotografia .. Gabriel Figueroa Operador de cémara . Ignacio Romero Direccion arcistica y decorados . Edward Fitzgerald . uw. Armando Meyer - Rodolfo Halffter (Sobre temas de Gustavo Pitcaluga, no acreditado) Productores . Jefe de produccién Productor ejecutivo Guidn Maquillsje ... Masica .. Montaje .. Carlos Savage (Y Luis Buftuel, no acreditado) Sonido José B. Carlos y Jesis Gonzalez Gancy .. 6 de Febrero de 1950 (En los “Estudios Tepeyac”, México D.F.) studios Tepeyac” y México D.F. (exteriores) Comienzo del rodaje . En exteriores: Nonoaleo y Plaza de Romita) EStten0 .sasuessnsssaseinnnnneeens9 de noviembre de 1950 en el “Cinema México", México DE. Duracién .....80 minutos (en video)* Blanco y negro / 35 mm Premios....... Premio a la mejor divectiin en el Festival de Cannes de 1951 y Fiprewi de la eritica al conjunto de su obra en el mismo certamen. Once premios Arie! (sobre 18), de la “Cinematografia Mexicana’. * Algunas fuentes autorzadas, como Agustin Sinchez Vidal y Georges Sadoul entre otros, le atribuyen una duracién de 88 minutos. Por nuestra parte, hemos com- prolado la duracién de la pelicula actualmente homologada y conservada por la Filmoteca de la UNAM de México, y corresponde a la duracién resefiada de 80 minutos, que también recogen la mayoria de fuentes consultadas Guia PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos Intérpretes: Alfonso Mejia Roberto Cobo Stella Inda Miguel Inclén .. Pedro .“Jaibo” ta (madre de Pedro) +, Don Carmelo Meche Alma Delia Fuentes Mario Ramirez ... “Ojitos" Efrain Aradz ‘Cacarizo” (hermano de Meche) Javier Amezcua .. Julian apna ‘Pelon” Abuelo de “Cacarizo” Jorge Pérez ... Juan Villegas . Francisco Jambrina Director de la Escuela-correccional Angel Merino - Carlos, su asistente Héctor Lépez Portillo . Salvador Quiroz . Jestis Garcia Nat .. Juex EL herrero Padre de Julian Otros intérpretes: Diana Ochoa (madre de “Cacarizo”), José Moreno Fuentes (policfa), Charles Rooner (pederasta), Pepe Loza, Rubén Campos y José Lépez (nifios del Correccional), Francisco Muller (Mendoza), Ramén Martinez (Nacho, hermano de Pedro), Ignacio Solérzano (feriante del carrusel), Daniel Corona y Roberto Navarrete (muchachos de la calle). Y la voz de Ernesto Alonso (en of, en la advertencia preliminar). 2. INTRODUCCION: LOS OLVIDADOS O EL RECOMIENZO DE UN CINEASTA Lis olvidados se estrené en el “Cinema México” de México D.B. 9 de noviembre de 1950, y provocs un rechazo casi undnime de critica y piblico, por lo que ~en este “primer” estreno~ fue retirada a los cuatro dies'. Oscar Dancigers ~el productor y amigo de Bufuel— sesién, temiendo la airada respuesta del pGblico. Tampoco acudieron los actores, ni siquiera ocros amigos y no se atrevié a asistir a colaboradores cere giin la exhaustiva ficha técnica de la pelicula recogida en Charles Tesson: Lui Buel. Pasis: Cahiers du Cinéma / L’Etoile, 1995 (p. 295). GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos A partir de aqui, las reacciones que suscité se suceden como un alud de criticas sobre un impavido Bufuel, al que afectan escasamente, pues dice tener la conciencia eranquila. Excepcionalmente, unos pocos incelectuales mexicanos de izquierdas elogiaron la revulsiva pelicula; sin embargo, su relato de los efectos que tuvo entre algunos de sus amigos y sobre el escaso piiblico que acudié a verla, consticuye un indicador de las reacciones mayoritarias: Extrenada bastante lamentablemente en México, la pelicula per manecié cuatro dias en cartel y suscité en el acto violentas reac ciones (...). Sindicatos y asociaciones diversas pidieron inmediata- mente mi expubién, La Prensa atacaba la pelicula. Los raros espectadores salian de la sala como de un entierro.* Esa hostil acogida de la pelicula se trocé en creciente admiracién y en un solemne reestreno, tras “redimirse” en el festival de Cannes de 1951, donde obtuvo el Premio del Jurado a la mejor direccién. A partir de aqui, la carrera artistica de este incomparable cineasta cemonté un vuelo que parecia cristemence interrumpido desde los afios de la Guerra Civil espafiola, y condenado ~a lo sumo a la digna ejecucién de melodramas alimenticios deencargo. Hasta entonces, muchos fueron los avarares de Buiuel en su recorride como poeta de la imagen cinematogréfica. Presentaremos ahora una visi6n retrospectiva de esa singular trayectori Luis Bufiuel nace en Calanda (Teruel), en 1900 y muere en México, 83 aftos después. Su infancia cranscurre entre su pueblo natal y Zaragoza, en una atmésfera casi medieval, si atendemos a sus recuerdos autobiogréficos*. La educacion que recibio en el Colegio de los Jesuitas zaragozanos dejé en Buftuel una profunda huella, que afloraré en sucesivos y recu- rrentes momentos de su obra cinematografica y literaria, En familia culta y sobradamente acomodada— los ceniculos de intelectuales, que su precoz sensibilidad artistica demandaba como “antidoto” del tigido microclima del Colegio. En su citculo de amistades entre las que se contaba el enigmtico y licido Rafael Sinchez Ventura— se cultivaba una creativa extravagancia, convergente con algunos rasgos del indémito movimiento Dad, que aflora en Ziirich en 1916. Allos 17 afos se traslada a Madrid con la misiSn de estudiar una carrera, aunque finalmente serian varias, atravesadas metericamente por un estudiante que abruma con su brillantez selectiva en algunas agoza, el joven Bufuel frecuencaré —como hijo de una disciplinas, pero que abandona otras con manifiesto desdén. Lui Buiuel: Mi dlsino supirn. Barcelona: PlazaSiJanés, 1982 (p. 235) 3. Luis Buiuel: op. cit, pp. 13 ys aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos 4, EstRUCTURA 4.1. ACERCA DE LA ESTRUCTURA En una primera aproximacién procederemos a segmentar La obvidades segan la clasica divisidn aristotélica en tres partes: presentaci6n, desarrollo y desenlace. El primero de estos tres bloques corresponde a la presentacién de los personajes y su entorno. Se nos introduce en el relato con la mediacién de un prologo (imagenes documentales comen- cadas por la voz de un narrador), y a continuacién se muestra una galeria de ovidades, habicances de los suburbios de la Ciudad de México. La complejidad de este primer bloque es debida a la pluralidad jicula. En trama, sino que se van trenzando de personajes, de la que da cuenta ya el propio titulo de la pel consecuencia, no existe una Gnica diversas subtramas entre los distintos personajes: Jaibo, Pedro, Don Carmelo, Ojitos, Meche y Marta (madre de Pedro). La articulacién de estos relatos se verd jalonada por las abundances agresiones del filme; eres de las cuales corresponden a las que los muchachos llevan a cabo conera Don Carmelo, Julia y el lisiado. En dos ocasiones los actos violentos tienen eco dramatico: el primero desencadena la venganza del ciego contra Jaibo en forma de delacién; el segundo, la muerte de Julian, que nos introduce en la segunda parte. El siguiente bloque arranca tas el pacto de sil ncio entre Pedro y Jeibo, prolongindose hasta que Pedro acusa piiblicamente a Jaibo de la muerte de Julién. Cabe sefialar que es aqui donde queda establecido el protagonismo de estos dos personajes, dado el cardcter coral de la primera parte. Los destinos de Pedro y Jaibo se funden fatalmente en una lucha constante, que teje dos hilos argumentales inseparables como las caras de una moneda. Bl deseo de Pedro por reconducir su vida intcil y ganarse asi el afecto de su distante madre se vuelve imposible a causa de la presencia negativa de Jaibo y del azar. La accién dramacica y las elipsis se organizan en un juego de concrastes entre secuencias, tanto en la duracién, como en la alternancia del espacio (incerior/exterior) y del tiempo (dias/noches). Dicha dialéctica imprime un ricmo én crewendo a la narracién que ya sélo lograra frenar el desenlace. En el rercer bloque se clausuran los conflictos planteados a lo largo del filme. Con una asombrosa economia narrativa concluye el entramado de historias que se han desarrollado, de cuyo trAgico final, ya habja sido advertido el espectador en el prélogo A partir de estos tres grandes bloques se hace necesario un desglose pormenorizado del guién en secuencias y escenas. Conviene recordar que el guién se estructura sobre las secuencias, es decir: bloques que plantean y resuelven una sicuaciin dramatic, donde los planos se organizan aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos derechos del nifio y del adolescente para que sean atiles a la sociedad, Las tres iltimas vistas acotan el escenario del filme, estampas tipicas de la Ciudad de México que coinciden con la vor: México, la gran ciudad moderna, no es la ex- cepcién a la regla universal, y por eso sta pelicula esta basada en hechos de la vida teal, noes optimista y deja la solucién del problema a hs fuerzas progresistas de la sociedad Sobre imagenes neutras, esa voz autori da y proxima al anilisis sociolégico describe los problemas sociales que atafien tanto a los guetos de las ciudades occidentales como a las de los paises subdesarrollados. La presencia del narra~ dor opera asi en dos vertientes: Narrativa ~ Es punto de partida de la narraci6n, al tiem- po que apunta el erégico final. — Informa sobre el espacio en el que se va a desarrollar la accion. Discursiva — La voz, de mareado talante sociolégico, refuerza el cardcter documental de las image- nes, — El tono objetivo supone un efecto de distan- ciamiento; no en vano el propio Buiuel incluys este preambulo para evitar la censura, dada la dureza del filme y su demoledora carga critica En efecto, Iaeleccidn de un narrador (voz sver) ausente en la diégesis “recurso caracteristico del género documental-apunta al distanciamien- co y la objetividad. La voz masculina y con modulacién neutra, tiene como finalidad aportar informacién precendidamente veraz; una voz informativa o denotativa, que acompafia y comenta la imag Sin embargo, en el mismo arranque del filme observamos la primera e crata de aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. Los OLvipabos medio de unosacordes de charanga. Un iravelling apresurado, en consonancia con el ajetreo del mercado en la plaza, nos acerca a un nifio cam- pesino apoyado en una hornacina. La cdmara se n primer plano para mostrar las ligri- mas del personaje. No podia ser mis expresiva la presentacién de Ojitos, cuyo apodo esta directamente vinculado a la funcién de lazarillo que ejerceré para Don Carmelo, a quien se presenta a continuacién, también en primer plano y por corte neto. Con la presentacién del ciego tocando ante el piblico, se identifica ¢ integra en la diégesis la mdsica que ha sonado sobre las primeras imagenes de Ojitos y que ha servido de nacord sonoro para la eransicién de las se- detiene cuencias. Por otra parte, la méisica coneribuye a la constraceisn espacial de Ia escena, al iden- tificar los espacios presentados como espacios contiguos. En dicho sencido opera también la aleernancia de planos con que se nos presenta aDon Carmelo ya Ojicos que, ademas, anticipa la fuura relacién entre ambos personajes. Entre el crasiego de personas (en plano general), tres hombres pasan por delante de Ojitos y se detienen. Bl nifo se dirige hacia ellos creyendo reconocerlos, pero regresa desolado a su puesto de centinela para continuar la espera. Un movimienco de gria descendente nos acerca de un plano general a un plano medio del ciego rodeado de publico -escena que evoca la tradi- cién oral, los romances de ciego-: “Ahora les voy a ofrecer una cancién del tiempo de mi General Don Porfirio Diaz"''. Ante el anuncio de Don Carmelo todos rien por lo que se ve obligado a explicar las bondades de una época de represién. Por corte, un breve plano general (con la misma posicidn y encuadre) nos muestra a Ojitos, esperando, mieneras sigue ereciendo su LL Don Carmelo, abierto defensor del régimen represivo de Porfirio Diaz, representa un sector de la sociedad mexicana que atin apoyaba su ideario politico autoritario y caciquil aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos el México de la época, y asu inoperancia social". Paralela a la expansion de la urbe, crece la de los terrenos baldios que acogen los arrabales y su misera vida, excluidosen los planes de desarrollo. También se plantea sin tapujos, y por en- cima de la moral al uso, la crueldad como con- d extrema donde la presunta bondad infantil queda refutada por efecto de una sociedad injusta y pervertida. No hay piedad para un ciego que dice estar indefenso mientras prepara su bascon, cuya eficacia como arma ya ha sido probada en las carnes del Pelon. Cabe advertir de que los disminuidos fisicos, jamas abordados desde una visién compasiva, son una constante en el cine de Bufuel. Los invidentes, en concreto, son presentados como seres malvades en contrapo- sicién a la rendenc melodrama de utilizar las carencias fisicas como recurso dramatico para provocar ficilmente la compasién. En tercer lugar, es de resaltar la aparicién de elementos de ex- trafieza, como en el caso de la gallina del dlcimo plano —que se convertir en siniestro /eit motiv, como veremos a lo largo del anilisis-. La natu raleza de los simbolos, y su capacidad para contener simulténeamente varios significados, los convierte en elementos idéneos para abordar la realidad en sus miltiples y contradictorias manifescaciones. Aunque Buauel siempre negaba la exiscencia de un simbolisme consciente en sus filmes, dedaré reiceradamente que el acerca debia quedarse en lo meramente visible sino que debia sondear en lo profundo y misterioso. Consideraba que la falta de poesia y misterio hacen que la realidad resulte incompleta: por ello, sus peliculas estan pobladas de elementos irracionales que penetran en las fisuras de la conciencia. Las gallinas, junto con otros animales domésticos, tienen una funcién dramética en la historia; pero en el caso conereto que nos ocupa, la presencia del animal junto al cuerpo indefenso de Don Carmelo adquiere densidad simbolica por su cardcter amenazador y agorero —como se vera en repetidas ocasiones-, al tiempo que sumergen el relato en lo poético. én del ser humano, mostrando una situacién undanime —sobre todo en el umiento a la realidad no 12 Lapresidencia de Miguel Alemén (1946-1952) impulsé un programa de desarrollo que se concrets cn la fundaciin de la Universidad de México y en gear de obras piblicas, como la construccién de carreteras. Epoca que coincide con la edad de oro del cine mexicano les planes aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. iA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipapos Desoyendo la advertencia de Cacarizo, Jaibo se dispone a ordenar una cabra, pero no logra extraer ni una gota de leche. Es Ojitos, conocedor de las costumbres campesinas, quien recoge la leche directamente de la ubre de un animal ante le estupefaccién de Jaibo y Pedro. La secuencia se cierra sobre este plano con un fundido a negro, elipsis temporal que marca el paso a una nueva jornada. 5.1.6. Ataque a Julidn La cémara nos muestra a los chicos apiti dosen torno a Jaibo mientras deambulan por las calles. Con la intencién de cumplir su venganza contra Julian, Jaibo recluca a Pedro para que lo conduzca hasta su lugar de trabajo. Un plano general nos muestra la chacarreria donde traba- jan y malviven adultos y nifios. En primer eér- mino, Jaibo prepara el objeto agresor escondien: do una piedra en un pafuelo, con el cual impro- visa un cabestrillo. Mientras, Pedro (en segundo cérmino) se dirige a llamar a Julian. En este plano quedan definitivamente esclarecidos los secretos y oscuros propésitos de venganza del personaje, a espaldas incluso de su cémplice Pedro. En un descampado proximo Jaibo ame- naza a Julidn por un presunto chivatazo que causé su encierro por un afto. Al contrario que el resto de los chicos, Julian no se amedrenea ante las amenazas de Jaibo y lo insta a la pelea cuando esté recuperado del brazo. Mientras Julién reprende a Pedro, Jaibo le asesta una pedrada a traicién, El dolor le hace lanzar un grito y caer al suelo recorciéndose. Con un palo, Jaibo lo golpea repetida y brutalmente sin aten- der a las reclamaciones de Pedro: “iNo le pegue mis, no le pegue més!”. Jaibo hurga en los bolsillos de Julidn robandole unos billeces que reparce con Pedro: “Cuando se recupere nos va sonar”. Jaibo responde orgulloso: “Cuando se recupere, lo vuelvo a dormir”. El siniestro edificio en construccién es, de nuevo, el unico eestigo de la brucal agresién: aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos , un travelling combinado con una panorémica Y ascendente, para integrar otros elementos de la y "| escena (plano de conjunto de Jaibo y el tullido). J de sorpresa en el espectador: en primer lugar AL usar el proceso inverse se consigue un efecto se muestra un personaje cercano a lo monstruo- so y, ensegundo, se distribuye escalonadamente la informaci6n acerca de las intenciones de Jaibo con respecto al tullido 5.1.9. Anuncio de la muerte de Julian Por medio de un encadenado pasamos @ un plano general de una plaza. Bajo un drbol los muchachos beben y bromean sobre la eropelia que acaban de cometer. Jaibo reparte el dinero y se queja de su falta de entrenamienco en el oficio de robar. Una panoramica sigue a Peln que se acerca corriendo al grupo para anunciar el descubrimiento del cadaver de Julian. Un plano de reaccién de Pedro y Jaibo, aiskindolos del grupo (cn plano americano), anticipa el destino fatalmente inseparable de ambos personajes. Ante la noticia todos deciden « | lugar, salvo Pedro y Jaibo, cuya actitud levanea lus sospechas de Cacarizo. La muerte de Julian ha cogido por sorpresa a los dos jévenes, Pedro quiere culpar a Jaibo, pero éste le recuerda su implicacién: “Ahora estamos més unidos que nunca", Dadas las posibles consecuencias para ambos, deciden separarse y encubrirse mucuamente. Jaibo abandona a Pedro. Una panorimica ercarse sigue el movimiento de Pedro cuando se agacha y se sienta con aire pensativo. La mdsica cobra un cono sombrio en \ el instante en que —de nuevo— dos gallinas corren = despavoridas por detrés. “ Gon este plano finaliza la primera parte del filme. En contra de la norma clisica, cuyas presentaciones se concentran en la primera secuencia de la ficcién, Bufuel propone un ~ abanico de tramas ( principal y secundarias) demorando el desarrollo de la historia al estilo de la novela realista y nacuralista decimonénicas. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos convirtiéndolo en instrumento idéneo para ex- presar el inconsciente y los suenos"”. A partir del siguiente plano, ya inmersos en el mundo onirico de Pedro, los recursos cinemacogeaficos sobrepasan el orden puramen- te narrativo para conducitnos por las inerincadas igenes del suetio, en el cual se dan cita la poesfa y el misterio. La cémara se sitta detras de Pedro, que ve descender del techo una ga llina blanca, De nuevo aparece la gallina como tn signo agorero en la imagen ralentizada que se extiende hasta el final del suefio. A la ralentizacién de imagenes hay que afiadir la ausencia consciente de raccords, de tal forma que el plano siguiente (la madre incorpordndose en la cama) no mantiene el raccord de accién con el que le sucede onde sigue cumbada, mientras Pedro se agacha paca mirar debajo de su cama). te las normas Como vemos, por una p discursivas cla 1, y por otra, imagenes se densifican con la presencia de ele- mentos turbadores y el uso de la cémara lenta. En el siguiente plano Pedro observa horrorizado a Julién, cambado en el suelo y riendo a car- cajadas con la sangre, ain fresca, chorreando porsu rostro, mientras que unas plumas blan caen al suelo en primer término. En este plano encontramos, en dos ocasiones, un as fecto de montaje que perturba la continuidad al supe jos forogramas. Los elementos de rup- cura no se cifien exclusivamente al mbito de la imagen sino que se aduefian también del espacio sonoro. Las carcajadas de Julidn no son audibles, en su lugar suenan unos cacareos en off. También en off, y con un efecto de eco, se escucha la voz de Marta en el plano contiguo (un plano medio de Marta sonriendo):"iPedro! Oye hijo, Zqué haces?”. mir 15, Bufiuel se lamenta en uno de los escasos textos que escribié sobre cine: “El misterio, clemento esencial de toda obra de arte, falta, por lo general en las peliculas. Y. tienen buen cuidado los autores, ditectores y productores de no turbar nuestra tranguilidad abrindo la ventana matavillosa de le pantalla al mundo Libertador de la poesia”, Luis Buiivel: "El cine instrumento de poesia” en Bicritas de Lis Buel. Madvid: Editorial Paginas de espama, 2000, p. 66. Guia PARA VER Y ANALIZAR Los OLviIDADOS Pedro se acuesta de nuevo; su madre parece flocar cuando se dirige hacia su cama. Se sienta frente a él para preguntarle por qué maté a Julién, pero la voz no guarda sincronia con el movimiento de sus labios: “Oye mi hijico, ta eres bueno, épor qué hiciste es0?”. La imagen ralentizada provoca un retraso con respecto a la banda de sonido de manera que la respuesta de Pedro —"Yo no hice nada, fue el Jaibo. Yo no mis lo vi’ se superpone en el mismo plano. cuando Marta atin no ha conduido su pregunta. Por core vemos a Pedro (en primer plano) mirar silencioso a su madre, pero su voz en off prosigue: “Yo quisiera estar siempre con usted, pero usted no me quiere”. Por corte pasamos aun plano medio de Marta, frontal a cémara, dl foco se traslada del rostro hasta las manos de ésea cuando las extiende hacia Pedro: “Es que estoy can cansada. Mira cémo tengo las manos de canto lavar”. Pedro le pregunta: “Por qué nunca me besa? Mamé, ahora si voy a portarme bien, buscaré trabajo y usted podra descansar” Esta linea de didlogo se sucede sobre el plano frontal de ambos, donde Pedro recibe el beso siempre negado, fundiéndose con la madre en un abrazo conciliador. Cuando Marta se aleja hacia su cama se suma a la misica el ulular del viento. En un primer plano vemos a Pedro alzarse: “Mamé pero de nuevo la voz no respeta la sincronia con la imagen. Por corte (con raaord en el eje), la cémara encuadra a Marta en primer término, alejéndose de Pedro: “Mamé, épor qué no me dio pan la otra noche?” Marca se vuelve hacia su hijo, movimiento que facilica el paso al siguiente plano: un contraplano de Marta que se dirige hacia Pedro llevando un trozo de carne cruda en sus manos. Un relim- pago seguido por un trueno no parecen inmutar la sonrisa de Marta. Bl sonido del viento se incensifica en consonancia con el fragor de la tormenta. Desde la cama, Pedro exciende los brazos para recibir el trozo de carne mientras su madre ayanza lentamente hacia el vendaval. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos El plano contiguo nos muestra un brizo aso- mando bajo la cama con la mano extendida en forma de garra. Se crata del brazo de Jaibo, que incenta arrebatar a Pedro el trozo de carne. En el forcejeo, Pedro reclama insistente: “Damela, La madre se dirige a bandonar a los muchachos en es mia. Es s6lo para mi su cama, tras una disputa en la que Jaibo sale vencedor y se sumerge bajo la cama con el trofeo. De nuevo, un fundido encadenado nos sustraedel suefio de Pedro (indicando una elipsis cemporal). En plano medio, Pedro se despierta de la pesadilla aparcando las manos que cubren su rostto. Tras unos instantes de desorientacién se incorpora, seguide de una panerémica con profundidad de campo que ind manos durmiendo en segundo término. Cuan- do Pedro gira la cabeza la cémara emprende un rapido éravelling cuyo encuadre final coincide con el primer plano del suefio. Si bien se mantiene el encuadre, la ye a sus her- para mirar hacia ellos, ausencia de ciertos elementos de la puesta en escena indican que el suefio ha concluido (des- aparece la mésica, el sonido atronador del vien- to que movia una cortina y la iluminacion se ha tornado més sombria). Pedro se acuesta de nuevo y se cubre con una manta para volver a conciliar el suefio. Asi concluye la secuencia del sueiio mé celebrada por la critica (llegando a considerarla la mejor escena onitica del cine). En lo que concierne a la estructura del filme, el suefio, enmarcado por dos escenas narrativas muy breves, consticuye una d cencién del tiempo de la historia, De este modo, los acontecimientos que se desarrollan en su interior construyen un paréntesis narrativo, si bien condensan el sentido del relato por medio de mecanismos simbélicos Acontecimientos como la muerte de Julian, el hambre de Pedro, el rechazo de la madre, la usurpacién y traicién de Jaibo, junto con elementos extraidos de la vida cotidiana (la gallina), adq jeren un sig- nificado nuevo en el subconsciente de Pedro, para volver a la narracién ceftidos con ese nuevo sentido, Guia PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipADOS 5.2.2, Pedro busca trabajo A la maiana siguiente, Pedro entra en una cuchilleia animado por un cartel en el que se oftece trabajo de aprendiz. Una panordmica de lacalle sicdael establecimiento y se encadena con un plano del letrero mientras empieza a oirse el golpear riunico de los martillos sobre el metal, sonido que encabalga sobre el siguien- te plano, cuya unién visual se realiza mediante un ene: do. Enel interior, el movimiento del fuelle de la fragua sigue el ritmo del martilleo. Por corte, la cémara nos muestra a un hombte que tetira Aa HA) 2 el hierro candente para proceder a golpearlo pa it He des sobre el yunque. El ritmo visual que imprime [aA el brazo del hombre dando golpes, el sonido del martilleo y un racord en el eje enmascaran el siguiente corte. La cémara se sitda en el exterior incluyendo a Pedro en primer término. Una dl pl mostrar el cartel (‘Solicit aprend de un travelling que acompatia la en Pedro en la cuchilleria. Resulta sorprendente, en el conjunto del filme, la enorme fragmentacién de planos y la variedad de posiciones de cémara, si atendemos a la sencillez de la accién dramética y a la escueta informacién que suminiscra, Esta breve secuencia inaugura un modelo de organizacién (en el segundo bloque) basado en la contrapo- sicién de las duraciones, de forma que a una secuencia breve sucederi ligeta panorémica reenc no para ), seguida Ja de otra ostensiblemente més larga. La progresidn de secuencias corresponde a alternancia de tramas argumentales (las vicisitudes de Pedro y Jail conttibuyendo de este modo a dinamizar el ritmo narrative. 5.2.3. Jaibo es descubierto en el establo La imagen de Pedro en la cuchilleria se encadena con el exterior del establo. Por segunda vez se muestra en el interior de la narracién la imagen de los eréditos. En esta ocasién, imagen fija y diurna, des- aparece el halo siniestz0 que venia connotandola. De hecho, el tono de que arranca con el encadenado, refuerza el aspecto inocente de la escena que se desarrolla en el establo. Mientras Meche ordena a la burra, Ojitos le descubre las propiedades de esta leche para suavizar la msi iA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipapos to el nifio sale del establo, Meche la piel. En cus se dispone a probar los efectos pronosticados derramando laleche sobre los brazos y los muslos.. Se pueden citar numerosas peliculas de Bufiuel que contienen imagenes similares, consideradas por el director entre sus “obsesiones” particu- lares: muslos femeninos entrevistos bajo los pliegues del vestido y, en ocasiones, adornados con ligas. La misica, un tema dulce asignado al personaje de Meche, alcanza el climax cuando la joven derrama la leche sobre sus muslos, para it apagdndose acompafiada por el movimiento de un ravelling que reencuadra el plano de Meche, y concluir finalmente con un acorde sombrio. Tanto la masica como el reencuadre an- ticipan la entrada en campo de Jaibo que, de un salto, se planta ance la joven, asusténdols Jaibo pretende seducir a Meche, pero recurre al chantaje para comprarle un beso. Ella accede viéndose de pronto presa en los brazos del joven. Ojitos oye desde fuera del eseablo los gritos de Meche al intentar zafarse de Jaibo. Cuando se dispone a ir en su ayud: Por fin sale la joven profiriendo insuleos conera el agresor, al que Ojitos lanza un palo con furia pero con poco tino. La represalia de Jaibo no se hace esperar y le propina un sonoro boferén que despierta el reconocimiento de Meche hacia , Cacarizo lo disuade. el nifio: en la despedida le dari el beso que Jaibo hubo de comprar. De vuelta al interior del escablo, Jaibo descubre que Cacarizo conoce su culpabilidad en la muerte de Julién, Las indagaciones de Cacarizo se ven interrumpi con la llegada de su abuelo, alertado por el alboroco, El muchacho, que ha ofrecido a Jaibo guardar silencio sobre la muerte de Julidn, cambién le indica un nuevo lugar donde podra escar a salvo, eras ser expulsado del establo por el abuelo. Guia PARA VER Y ANALIZAR Los Orvipabos 5.2.4, Jaibo se traslada 5.2.4.1, El nuevo escondite Una panordmica en plano general sigue a Jaibo y Cacarizo hasta la puerta que franquea un muro. ién de cimara se mantiene a po en plano general picado para mostrar la despe- dida de los muchachos. Esta eleccién privilegia lo visual frente al didlogo (inaudible), de modo que los gestos adquieren un extraordinario protagonismo en la imagen para incidir en la agresividad que impregna todas las relaciones del arrabal: tras un apreton de manos se pro- pinan sendas patadas en cono jocoso. 5.2.42. Ojitos se rebela contra el ciego Jaibo franquea el umbral del muro y penetra en un solar aban- donado cerca de las vias del tren. Inspeccionando las construcciones en ruinas se encuentra con Ojitos, que lleva un cubo de agua a la vecina casa de Don Carmelo. Jaibo le amenaza si descubre su paradero; sin embargo, el fino oido del ciego capta la conversacion dando lugar a la primera reprimenda de Ojicos. La imagen del nifio, casi suspendido en el aire a causa del estirén de orejas con que el ciego logra sonsacarle el nombre de Jaibo; o bien, la de Ojieos burlando la ceguera de su patrén al arzojar una piedra a sus pies, evocan episodios de la picaresca (concreramente de los personajes de El Lazarillo). Por primera y dinica vez, asistimos a una reaccién violenta de Ojitos, cuando alza la pie~ dra para arrojérsela al ciego en un gesto (los brazos alzados para golpear) ya convertido en tima visual de la violencia. Como respuesta disuasoria: el gesto amenazador del cuchillo con el que Don Carmelo esti pelando las pacacas, subrayado en un plano detalle. GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos OH. 36 EG} 5.2.5. La pelea de gallos Un fundido nos traslada a la imagen noc- curna de Pedro reparando las vallas del corral. La presencia benéfica de la protectora gallina con sus pollicos viene a encurbiarse con la subica aparicién de un gallo, cuyo albororo se mezcla con los gritos del padre de Julian que Pedro oye horrorizado. Por corte, la cémara nos muestra la calle donde la gente se redne en corno al aleohélico ¢ incenta consolarlo, mientras profie- re amenazas contra el asesino de su hijo blan- diendo un cuchillo en una mano y la botella de licor en otra. Marta, testigo de la escena, se retira al interior de su chabola. Para congraciarse con ella, Pedro le comunica que pronto traera dinero a casa, fruto del crabajo en la herreria, Sin embargo, la madre rechaza todo gesto de ca- rifio, y la actitud amorosa de Pedro eermina en una nueva reprimenda Una pelea de colmar la desazén de Marta, que descarga toda allos en el corral viene a su ira contra ellos con la ayuda de la escoba. De nuevo los brazos se alzan para golpear en una imagen que recuerda el apaleamiento de Julian “INo le pegue mis, no le pegue més!”, es el grito desgarrado de Pedro, que se cubre los ojos y acaba lorando sobre la cama. CER 2.6. El robo del cuchillo ‘Tras un fundido a negro la camara nos muestra un plano del fuelle de la herrerfa avi- vando la fragua'®, Con el nuevo dia Pedro reanu- da el crak ajo. Jaibo, acechando fuera, aprovecha un momento en que Pedro se queda solo en la cuchilleria para advertirle de un posible interro- gatorio por parte de la policia. En la composicién del plano eabe seftalar la ubicacién estratégica de 1a del encuadre, que preside una cruz, a la derec! 16 Se ha vuelto a utilizar un plano de la secuencia 2.2., suprimiendo la panorsimica GUiA PARA VER V ANALIZAR Los OLvipabos el reencuentro de los cémplices. Pedro, asustado por la presencia de Jaibo, vigila inquieto el re- greso del patrén, momento que éste aprovecha para robar a sus espaldas un cuchillo con el a ante el in- mango de plata, Se pospone la minente retorno del patron y su ayudance Pedro concluye la jornada y abandona la herreria ¢ inmediacamente el jefe advierte la ausen- da del cuchillo. Todas las sospechas recaen sobre Pedro, maxime cuando el muchacho acaba de con- firmarle que ha estado solo en el establecimiento. Dentro de la funcionalidad que, en lineas generales, caracteriza la puesta en escena, es destacable tanto la iluminacién como la com- posicidn interna en cada uno de los planos de la secuencia. Cada encuadre se transforma en una hermosa forografi efecto de contraluz que producen los rayos procedentes de las fuentes de iluminacién ex- teriores, como por la textura que imprime el humo en la imagen. En este sentido, destaca el plano general en el cual la figura de Pedro, a contraluz, mueve el fuelle avivando el fuego regenerador de la fragua jort , realzada canto por el 5.2.7. Pedro sospechoso del robo 5.2.7.1. Encuentro de Jaibo y Marta (See see ae Un nuevo encadenado nos introduce en la siguiente secuencia. Vemnos las pantorrillas de Marta llenas de espuma. Por medio de un travelling se amplia el encuadre a un plano de conjunto donde Marta, lavandose los pies, ocupa el centro flanqueada por sus dos hijos pequetos. La cdmara sigue a los nifios con una panorimica hasta la puerta. En el momento en que ellos salen a buscar agua, aparece Jaibo en el umbral. El cambio de direccién en la mirada de Jaibo cvoca en el espectador el plano que abria la secuencia: las piernas de Marea cubiercas de espuma. Jaibo se sienta frente a ella con insistente mirada. El coneraplano nos muestra a Marca cubriéndose las piernas con el vestido yocultdndolas a la mirada volupeuosa de Jaibo: “Qué bueno debe ser tener su mam de uno. Ahora que la veo a usted le tengo una envidia a Pedro...” Jaibo hace saber a Marta su condicién de huérfano y evoca la vaga imagen de su madre como “una Virgen del altar”. iA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipapos La comparacién de la madre con la Virgen Maria ¢s una constante en el melodrama mexicano. De otro lado, la figura de la Virgen, convocada por Buuel en numerosas peliculas, se concrera aqui en fantasia edipica" Y es precisamente su invocacién de la Virgen Marfa lo que confiere erotismo a la imagen de Marta lavindose los pies, al poner en relacién el deseo con lo sagrado, el placer con el pecado (otro tanto sucede con la imagen de los muslos de Meche por cuanto tiene de virginal). Ello explica la estracegia de Bufiuel al abrir la secuen lo cual constituye otra excepcién en la linea discursiva del filme. Las confesiones de Jaibo han logrado encernecer a Marta, pero la crecience intimidad del momento se ve incerrampida con la llegada de la policéa. Jaibo espera nervioso mientras Marta sale a recibitlos. con un plano corto, 5.2.7.2, Pedro huye de la policé Pedro, de regreso a casa, y viendo al policia con su madre, huye temiendo un interrogatorio sobre la muerte de Julifn. En su huida encuencra casualmente al padre de Julian, quien lo aborda con el fin de sonsacarle el nombre del asesino y asi poder vengarse. Cuando el padre de Juliin entra en campo arranca una miisica que traslada al expec tador el sobresalto y progresivo temor de Pedro, quien ircortiendo. En el interior de la chabola, Jaibo parece muy con- tento cuando descubre el verdadero motivo de la visica policial: detener a Pedro porel robo del cuchillo. Su evforia (incluso le ofrece un cigarrillo al policia) contrasta con la reciente preocupacién de Marta. Sélo el hermano defiende la inocencia de Pedro, pues incluso la madre es tajante en su resolucién: “Castiguenlo hasta que escarmiente”. finalmente consigue zafarse del alcohélico y 17 Al respecto, Peter Williams Evans comenta: “Jaibo, que, abandonado de nifio y a pesar de la amargura y el resentimiento que tiene contra la madre que no llegs a conocer, la rectea cn su imaginacidn mientras planea seducie a la madre de su amigo Pedro como equivalente edipico idealizado de la Viegen Maria...” En: Las peliculas de Luis Buitvel. La subjetividad y el deseo. Barcelona: Paidés, 1995, p. 49. GUiA PARA VER V ANALIZAR Los OLvipabos 5.2.8. Pedro y el pederasta ‘A.un fundido a negro siguen tres planos nocturnos de la ciudad. Los letreros luminosos, las calles por las que circula un caudal continuo de coches y el escaparate tras el cual se sittia Pedro, indican su ale- jamiento del misero arrabal, Atraido por la decoracién de la vierina, se detiene dispuesto a admirar un lujo desconocido. Un hombre trajeado lo ha seguido y encabla con él una conversaci6n velada al espectador al sieuar la cdrmaraen el interior de la tienda. Ance el gesto de negacién del nifio, le ofsece unos billetes que é&ce se apresura a coger. Pedro se dispone a acompafiar al exerafio, pero la Ilegada de un polieia desbarata los planes del pedéfilo. En el interior del filme esta secuencia se constituye en ejemplo de maxima economia narrativa, ya que la totalidad de la accién des- crita se desarrolla en un Gnico plano (frontal a los personajes reenmarcados por la vierina). La informacion es aportada por elementos mera- mence visuales, de modo que la gestualidad cobra un total procagonisme —herencia de los filmes mudos con los que Bufiuel se inicié en el arte cinematogrifico—. La eleccidn en el em- incencién de plazamiento de la cémara, por un lado, denuncia u distanciamiento y, por otto, rompe el principio de legibilidad, puesto que niega al especcador la posibilidad de asistir al didlogo encre los personajes, relegado al espacio of. Dentro de la ficcién, la secuencia se convierte en un punto de inflexién en el periplo de Pedro: da inicio al proceso de degradacién que va a suftir el personaje. 5.2.9. Pedro en la feria 5.2.9.1. Los mendigos Tras un fundido a negro se abre la secuencia con una panordmic: descendente. Un improvisado cobertizo ocupa el censro del plano. Por UIA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos medio de un movimiento descendente de gréa, la camara nos acerca al interior, donde Pedro se despereza. Se dirige hacia un montén de basura y, cuando esta rebuscando entre los desperdicios, surgen dos mendigosamenazandolo. Pedro huye de las pedradas de los mendigos, que defien- den su territorio. 5.2.9.2. La feria De nuevo la cimara se situa de manera que el plano general nos otorga une posicién privilegiada, Desde lo alto de la plaza se ven girar las atracciones de una humilde feria, al son de una masica de charanga. El ambiente lidico que la vista general ofrece se quiebra en el plano contiguo, donde la cimara muestra dos nifios haciendo girar el carrusel con gran esfuerzo. El siguiente plano parece estar destinado a mostrar el Gnico instante de felicidad que incorpora el filme: la sonrisa de una nifia montada en un caballito de madera", Pedro es uno de los chicos que arrastran el tiovivo, cansados y hambrientos, bajo la vigilancia del despético amo: “Ya descan- sardn cuando se mueran”, es sa respueste a las quejas de uno de los muchachos, a quien le propina un golpe que acaba por encender el énimo del insumiso trabajador: "Si este infeliz no nos paga, lo saboreamos”. 5.2.10. Jaibo y Marta: la seduccién Por la noche, Jaibo vuelve a casa de Pedro con la intencién de concluir la conversacin interrumpida en la herreria, Marta avivael fogon cuando Jaibo entra sigiloso por detrds, La conversacién en coro a la ausencia de Pedro se ve interrumpida por la hija de Marea, quien advierte 18 Bufuel celata en sus memorias: “La familia al completo por lo menos, diez personas~ sbamos todos los dias a La Torre en dos jardineras. Aquellas carretas de chiquilleria alegre se cruzaban con frecuencia con nifios desnutridos y harapien- tos que recogian en ol capazo el estigrcol con el que su padre abonaria el huerto. Imagenes de penuria que, al parecer, nos dejaban totalmente indiferentes (..). Si yo hubiera sido uno de aquellos nifios que regresaban de la tierra con su sudor y recogian el estircol, écusles seria Butiuel: op. cits, p. 24 in hoy mis recuerdos de aquel tiempo?”. Luis aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. iA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipapos la que acaba prevaleciendo este ultimo. El plano pone en juego el espacio off, lugar elidido de la accién, de forma que la oculracién refuerza en el espectador el deseo de ver. La secuencia no se detiene en este punto: por corte, el siguiente plano nos muestra el especticulo de unos pertitos de feria”, Enere el publico se encuentran los hijos de Marca que ya advirtieron la proximidad de la atraccién callejera en el preciso instance en que la mdsica irrumpe (en off) en la narracién 5.2.11, Pedro abandona la feria 5.2.1.1. Encuentro con Ojitos Deambulando entre las atracciones de la feria Ojicos pide limosna, Puesto que el espacio ya ha sido presentado con anterioridad en plano general picado (2.9.2.), la secuencia se abre con un plano de Ojicos, cras un fandido a negro. Parece que se quiera fijar la atencién sobre el ambiente, también pobre, que rodea los puestos de feria. Los continuos movimientos de camara reencuadran el ir y venir de Ojitos pidiendo limosna a los apresurados transetintes. Pedro, que hace girar una de las atracciones, lo reconoce entre el bullicio y deja su puesto para interrogarle, De este modo se enteta de que ni él ni Jaibo son sospechosos de la muerte de Julin. Ante el reiterado abandono del erabajo, el duefio irrumpe en la conversacién echando a Ojitos de una patada, momento aprovechado por Pedro para huir del yugo. 5.2.11.2. Marta acusa a Pedro M canturreos, lo observa desde la puerta. La felicidad de Pedro al regresar, neras Pedro se asca, Marta, advertida de su presencia por los pronto se rorna en amargura ante el acre recibimiento de la madre. Pedro 19. Evans considera la inclusién de los perritos como “... agrio comentario tanto sobre los deseos animales de la pareja que copula en el interior de la habitacién como sobre lo aracional y absurdo de los instintos que satisfacen alos amantes y al mismo tiempo los convierten en patéticos bufones.” Evans: op. cit., p. 84 GUiA PARA VER V ANALIZAR Los OLvipabos se acerca para demostrarle su carifio: “Yo quisiera porearme bien, pero no sé cémo”. Sin embargo, Marta s6lo se dirige a él en tono de reproche. Al mencionar a Jaibo, Marea malinterpreta las palabras de su hijo y lo abofetea. Da comienzo una escena de violencia entre ambos en la cual la madre lo acusa del robo del cuchillo y le amenaza con Ilevarlo al Tribunal de Menores. Pedro, a su vez, reacciona alzando una silla, pero finalmente acata la voluntad de la madre. El intercambio de miradas furibundas y gestos violencos tiene lugar en presencia del bebé, cuyo llanto desgarrado aporta atin més dramatismo a la escena. 5.2.12. Tribunal de Menores 5.2.12.1, Ante el juez En el Tribunal de Menores, el juez indica la ausencia de pruebas para una acusacién formal contra Pedro. Ante el reproche del juez por la falea de carifio que Marra demuestra hacia su hijo, ella se defiende aduciendo que es fruto de une violacién suftida cuando era solo una nifia. En vista de ladesatencién materna al muchacho, el juez diceamina su internamiento en una granja donde podré recibir avencién educativa y cuidados. 12.2, La despedida Pedro esta sentado junto a la ventana en Ia sala de espera. Las sombras de las rejas se proyectan sobre la pared como preludio visual de su préximo internamiento. Es su madre quien le da la noticia cuando va a despedirse. El tono de reproche de Pedro va en aumento mientras reitera su inocencia en el robo. Por primera vez Marta lo mira a los ojos con un gesto carifioso: “Si te creo, hijo”. Pedro rompe a llorar y ella lo despide con un beso. Gritando su nombre y deciarandose inocente Pedro corre tras su madre, pero lo retienen impidiéndole cruzar el umbral. iA PARA VER Y ANALIZAR Los Orvipapos Enmarcada por sendos fundidos encadenados, la breve secuencia esta cons- ttuida sobre dos Gnicos pla- nos. El primero de ellos nos muestra a Marta llenando unos cubos de agua en la fuente pablica, cuando recibe la visita nocturna de Jaibo. El gesto amistoso con que el joven la saluda se ve atajado por el desprecio de Marta. Una panorimica acompafia el trayecto de Marta hacia la chabola seguida de Jaibo, que manifiesta el deseo de visitar a su amigo. Por corte, en el siguiente plano, frente a la entrada de la chabola, Marta acusa a Jaibo de haber comecido el robo del cuchillo y cierra la verja de golpe dejando fi 5.2.14, Pedro en la Granja-escuela 5.2.14.1. Ante el director a al joven Una panordmi con drboles frutales que circunda la granja. Vestido de uniforme, Pedro es conducido hasta el despacho del director, quien le informa de las bondades del lugar y el propésito de ensefiarle un oficio. Pedro reicera su inocencia y el deseo de acabar con la reclusién: “Yo no soy bueno, pero no robé el cuchillo”. En boca de Pedro manifiesta Bufuel su postura antimaniquea: los personajes no son enceramente buenos 0 malos, sus en plano general picado nos muestra la huerta comportamientos responden a la degradacién que produce la miseria, Cuando el director comprueba su expediente lo envia a la granja avicola, dado el cari que Pedro tiene por los animales. 5.2.14.2. Reaccién violenta de Pedro Mientras sus compafieros se afanan en la huerta y en la granja avicola, Pedro, sentado aparte, se niega a par- ticipar en el trabajo colectivo, Ance la proximi- dad de unos huevos recién recogidos, coma uno de ellos y, practicando un agujero con una punta, se dispone a sorberlo. Disuadido por el sabor, estrella su masa gelatinosa contra el objetivo de la cimara Como hemos comprobado a lo largo del anilisis, las rupturas de los cédigos cinemato- grificos hegeménicos—que operan tanto a nivel Guia PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos discursive como narrative~ son mileiples y se producen en los plano visual y sonoro. Sin embargo, en esta ocasién, y BF el farioso lanzamiento del huevo contra el objetivo no se limita a delatar la presencia de la camara, sino que la agrede como dispositivo mediador entre el espacio de la representacién y el espectador. Toda la violencia y frus- tracién que contiene el filme se concentra en este gesto contundente; gesto de agresién contra el propio espec- tador comparable al corte del ojo en la pelicula Un perro andaluz, Si bien en aquella imagen la cuchilla desgarraba el ojo, aqui la masa informe del huevo viene a impregnar la texeura misma del relato. Pedro se dispone a probar otro huevo, pero un grupo de chicos le reprocha su actitud. Ante la amenaza de delatar su rebeldia al director, Pedro inicia una pelea en la cual han de intervenir varios compafieros para reducirlo y poder franquear la valla. Al verse encerrado en el interior del corral, reacciona de forma agresiva contra el camulto de muchachos que gritan desde el exterior. Tras intentar golpearlos indtilmente con un palo, se ensafia contra las gallinas, dando muerte a dos de ellas en una imagen convertida en estribillo de vio- lencia -evocacién directa de la muerte de Julidin-. 5.2.14.3, Prueba de confianza Durante el aislamiento al que ha sido sometido como represalia, Pedro ha dibujado un significativo graffiti en la pared: una gallina empuna un palo sobre otra abatida en el suelo. El director, incencando averiguar los mocivos de la violenta reacci6n, expone a Pedro su tesis: “ querfas arnos a nosotros, pero como no te atrevias lo pagaron las gallinas”. Ance el satis- fecho asentimiento de Pedro el director cont: néia: “Pues ten cuidado, que también las galli- nas pueden vengarse”. UIA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos Con la intencién de convencerle de que no esti encarcelado le muestra la puerta sin vigilancia y, como prueba de su confianza, le da un billece de cincuenta pesos para que compre unos cigarrillos fuera del recineo. Pedro se ditige radiance hacia el exterior mientras los respon- sables de la institucién cuestionan la eficacia del liberal método empleado”” 5.2.14.4, Jaibo roba a Pedro El esperado encuen- tro con Jaibo se produce de forma casual cuando éste sorprende a Pedro tras una esquina. El rono amistoso del saludo pronto se torna amenaza, al sospechar que la inesperada libertad de Pedro es una recompensz por haberle delatado. Pedro niega la traicién y reprocha a Jaibo su injusta lo acusaron del robo del cuchillo. Cuando Jaibo ve el billece anima a Pedro a huir con él. Ante la negativa de éste, le artebaca el dinero de forma violenta y logra escapar fortuicamente subiéndose a un autobis. ‘ci6n cuando Tras un encadenado Ja camara muestra la plaza donde tienen lugar las ha- bieuales reuniones de la pandilla. Cuando Pedro apa- rece, los muchachos le dan SE un caluroso recibimiento creyendo que se ha fugado. La hostilidad de Pedro pronto revela el verdadero motivo de su presencia: recuperar el dinero que Jaibo le ha arrebatado. Este, en un alarde de desprecio, se burla de Pedro y de su madre, provocando la furia del muchacho, que desencadena una encar- nizada pelea. Los dos miden a golpes sus desiguales fuerzas; Pedro, el mids débil fisicamente, consigue morder una oreja a Jaibo y ésce responde clavandole los dedes en los ojos*'. 20 Esta secuencia le valié a Bufiuel el rechazo de sus compafieres del Partido Co- munista Francés, por considerarla una concesién a la ideclogia burguesa. En la misma linea criticaron la secuencia del pederasta, ya que se presenta al policia como algo Gril a la sociedad. Sin embargo, este primer rechazo fue cortegido cuando Pudovkin alabs el film. 21 Estamos auevamente ante una agresién ala mirada, tan recurrente en el cine de Buduel. Guia PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos Elalbororo congrega alrededor una multitud de curiosos, que piden demencia para Pedro cuando Jaibo se ensafia con él a pufietazos. A pesar de los brutales golpes que ha recibido, Pedro, con el pufal que Jaibo ha perdido en la pelea, se ditige hacia él con expresién amenazante: “Arrdncate. Yo no me dejo matar a traicién como el Julidn”. En medio del silencio general describe la muerte de Julién a manos de Jaibo. La alarma se dispara entre el pablico: “Hay que llamar a la policfa”, y los muchachos huyen temerosos de las posibles represilias. ‘Aunque no es visible en los planos gene- rales y de conjunto, la proximidad de Don Carmelo se concreta por medio del montaje. La insercién de dos planos del ciego suturados por la continuidad sonora induyen al personaje en el espacio dramético de la refriega. 5.2.16. La venganza de Don Carmelo. Tras un encadenado vernos a Don Carmelo junto a un grupo de mujeres que hacen tortas.. En un solo plano —de claro sabor costumbrisea— se desgranan dos informaciones: la primera desvela un aspecto mis de la bajeza moral del personaje al presentarlo como un parisico al lado de las mujeres que le procuran alimento: la segunda informacién, de orden narrativo, revela la inrencién del ciego de denunciar a Jaibo. Un travelling acerca la cimara (de un plano general a un plano de conjunto de los dos personajes) cuando Don Carmelo pide a una mujer que lo acompafie a la policfa. Con un fundido a negro concluye esta secuencia y se da inicio al cercer bloque del filme 5.3. DeseNntace: La DELACION Y LA MUERTE 5.3.1. En casa de Don Carmelo 5.3.1.1, Pedro visita a Ojitos Pedro se acerca a casa de Ojitos. Desde una ven~ tana le pregunca en susurros si esta solo. La ausencia del diego anima.a Pedro aentrar en la casa. Ojitos se inceresa por Pedro al ver los restos de sangre en su rostro, pero éte no se detiene en explicaciones porque le urge ave~ riguar el escondite de Jaibo. Cuando Ojitos le ha dado la informacién y se dispone a it en busca de Jaibo, el GUiA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos ciego regresa a casa, por lo que se ve obligado a buscar cobijo en el interior. tema musical de Don Carmelo anuncia su llegada. Un plano general nos muestra a Pedro escondido detrés de un bidén mientras el ciego entra en la c: se corrige con un travelling lateral, aprovechan- do el movimiento del ciego, de manera que jitos, al fondo, entra a formar parte del en- cuadre, Ocupando el centro esté Don Carmelo que, sin apenas dejar los instrumentos, se dis- pone a saciar el hambre, cogiendo la comida de nzable para Ojieos por su aleura. Don Carmelo ju a. La posicién de camara un artefacto suspendido del techo e inal fica la mezquina prevencién: “...aqui pa comer hay que trabajar a Qjitos cumplir con sus tereas. La entrada de Meche en lacasa se anuncia con su tema musical y por medio de un iraelling (inverso al anterior) que cortige la posicién de cdmara para mostrar la puerta. Pedro cree que es el momento de huir, pero una sefial de Ojicos lo retiene en su escondice. La cmara cambia a pues la enfermedad ha impedido un nuevo emplazamiento cuando el ciego obli- ga a la joven a sentarse en sus rodillas. Meche saca unas tijeras de una bolsita guardada en el ademan de clavar- interior de su vestido y hac selas al viejo con la aquiescencia de Ojitos. Por fin consigue desprenderse de las garras del cie- go, que atin persiste en su incento de seduccién: “Espera, te voy a dar tna cosita, un par de caramelitos para mi Meche, de los buenos. Pero antes. Una cruz blanca pintada sobre la puerta se sitda de forma estratégica en el encuadre (ocupa el lugar donde confluyen los puntos de fuga de la imagen) para capcar la atencién del espectador. La cruz, icono de complejas connotaciones negativas para Bufiuel, parece con- centrat la hipocresia de Don Carmelo. GUiA PARA VER V ANALIZAR Los Orvipabos Los perversos propésitos del ciego se ven sorprendidos por el ruido Mientras éste huye, el ciego indolo bajo la acusacién de de una silla con la que ha tropezado Pedro. arremete a tumbos contra Ojitos golpe esconder a Jaibo: “Es el Jaibo, el criminal y venéa pa matarme”. Meche rescata a Ojitos de los golpes y abandonan Don en una imagen de evocadoras sombras. Los brazos del ciego al colocar la tranca proyectan sa sombra sobre la puerta formando la imagen . Un travelling sigue el trayecto de Don Carmelo hacia el lado opuesto de la estan- cia, Tras un falso ladrillo que retira de la pared, esconde un saquito lleno de monedas, que hace sonar pasindolas de una a otra mano, en un gesto que condensa de forma admirable la ava- al ciego entre insultos. melo se atrinchera tras la puerta de la crus ricia del personaje. 5.3.1.2. Despedida de Ojitos y Meche En esta secuencia tiene lugar el diltimo encuentro entre Pedro, Ojitos y Meche, los Gnicos personajes que mantienen lazos de auténtica amiscad. Meche y Ojitos salen del recinto amu- rallado donde se esconde la guarida de Don Carmelo. Marta, que busca a su hijo, se dirige hacia ellos, pero Meche niega haberlo visto. En la despedida, Meche da a Ojiros un peso manutencién y le devuelve el amuleto que le regal6. ara 5.3.2. Muerte de Pedro 5.3.2.1. Pedro abandona el solar La cdmara, mediante una panorimica, recorre el paisaje anochecido de casas derruidas, donde Jaibo tiene su escondite. Las campanas golpean diez veces indicando a hora, mientras Don Carmelo acompaia a dos policfas con la intencién de mostrarles el escondrijo de Jaibo. Pedro, que esté esperando el regreso de aquel, huye al ver acercarse a los policias deriva de la in Agustin Sinchez Vidal: “La vision negativa de los invidentes asociacién de la ceguera con el Evangelio y con el fanatismo”. Para el autor, Bufiuel relaciona la ceguera con la figura de Jestis “en su calidad de guia de una religion ‘en al fanatismo”. En Agustin Sincher Vidal: Lo expuhado Libre ed./Fundacion Once, 1995, p. 27. yeivilizaciin que cond) el paraise. Madeid: E iA PARA VER Y ANALIZAR Los OLvipabos 5.3.2.2, Muerte de Pedro Por tercera y altima vez, un ‘ravelling nos acerca a la imagen noccurna del establo (que servia de fondo en los créditos), enmarcado por sendos encadenados. En esta ocasion la imagen y el movimiento de cémara concentran toda su carga dramética. Jaibo ducrme en el cobertizo. Con la entrada de Pedro en elestablo, una gallina se asusta y su revoloteo despierta a Jaibo. Este se ha escondido mieneras Pedro sube al granero; y cuando se dispone a acostarse, la sombra amenazante de Jaibo se defensivo Pedro saca el cuchillo intenta atacar a Jaibo, pero éste le golpea en la cabeza con un palo mientras Pedro grita:“No me pegue, ‘no me pegue”. Cae inerte al suelo del escablo donde Jaibo lo remata a golpes, de la misma forma que hicera con Julian. La presencia del burro agitandose en la ventana alarma a Meche. Jaibo apenas tiene tiempo de huir cuando Meche y su abuelo se dirigen hacia el establo. Alli descubren el cadaver de Pedro; sobre su pecho pasa una gallina blanca”. Meche dice a su abuelo conocer la identidad del asesino pero éste recomienda guardar silencio para no v 5.3.3. Muerte de Jaibo 5.3.3.1, Los disparos ne sobre él. En un ripido gesto ‘se involucrados. Jaibo regresa a su escondite donde aguar- dan los policias. Su breve huida finaliza cuando lo abacen de un iro en la frente. Por corte, se muescra un primer plano del ciego, convocado por el sonido de los disparos, que exclama con un gesto de satisfaccién: “iUno menos! iAsiirén cayendo todos! iOjalé los mataran a todos antes de nacer!”. En esta imagen (Don Carmelo alza los brazos al cielo), el retraco del personaje, perfilado a partir de pinceladas diseminadas en las distintas secuencias, culmina su plenitud significativa. 5.3.3.2. El suefo de Jaibo De nuevo el relato se condensa en las imagenes de ago! de Jaibo, er plano construidas a partir de un collage visual y sonoro. Sobre un p de Jaibo se superpone la imagen de un perro sarnoso corriendo por la calle mojada. Cuando el perro sale de campo, la cimara inicia un iravelling 23. De nuevo aparecen las gallinas como presencia maligna. En estasecuencia recogen el sentido de las palabras del director de la granja, cuando advitié a Pedro sobre la venganza de las aves (2.1.3.)

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