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INTRODUCCION. CONSTITUCION, IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA ismo no pretende -como podria pretenderlo 108 de control frente a los Organ nde es un sistema institucional quel y contribuya a mejorar (en Tugar de desalentar o, directamentay reemplazar) Ja voluntad mayoritaria. Del mismo modo, el igualitaris no pretende -como podria pretenderlo el perfeceionismo~ que no exist derechos, 0 que los loque CapiruLo IIL 10s compatible con (y no seriamente enfrentada a) sminacidn colectiva. Al descuidar estos aspectos, tucionalismo individualista desvirtia sus originales promesas igu: Llegados a este punto, de todos modos, no es CONSTITUCIONALISMO VERSUS DEMOCRACIA Por ROBERTO GARGARELLA eCION Por otra parte, es posible que el individualismo cuente (aunqu seguro de ello) con formas mas efectivas para justificar la concepcién 8, 0 el pec is de muchas de las discusiones que hoy se escuchan en pé stro, se esconde una disputa a la cual apenas prestamos a cenffenta a las ideas de Constitucién y democracia. En iad, puede parecer extrafio que exista un conflicto entre amba: | que hablemos de “demo« que uno se proclame, al mismo tiempo, y por ejem- imanos. Pero lo cierto es que que dicho desacuerdo repercute finalmente en s publicas, entre ambas ideas surge, ante todo, del hecho de que ipios opuestos. Nuestros compromisos democriticos apel ie a primera vista no reconoce limites, y segiin el cual no na autoridad superior a Ia nuéstra, actuando.colectivamente. otro lado, ideas t o las de_Constitucié llevan a pensar, justamente, en limites infrangue Ta presidn de cualquier grupo y aun, y especial nes de_un grupo mayoritario. as discusiones cotidianas, la tensidn referida emerge de @ gravoso. Ocurre que, por un lado, queremos y né aferramos al derecho: queremos estar sujetos a reglas imper- que a la voluntad discrecional de algiin personaje todo- tro lado, vemos que explotan nuestros encontramos encorsetados, p a es que dicha tensién no es a parte del trabajo una altemnativa atractiva, Al menos estas tareas dal nto nos hablaban de un modelo 24 INTRODUCCION. CONSTITUCION, IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA, cia ni tiene una obvia resolucién, pero lo interesante es que Teco endo este problema quedamos forzados a planteamos cuestioneg enorme importancia Li mn pueden encontrarse, por caso, en ne, proclag a autoridad de A través de esta afirmacién, amente, defendida onario que los franceses habjan puesto de moda. ciones de Ja comunidad guardaban mayor valor que las ambiciones cualquier generacién particular. Paine, mientras intempordneos, mos para incorporarlos ala historia norteamericana. Jefferson también sost ivo. De alli, por ejemplo, que en sus rmanente. La misma debfa ser, en todo caso, debia tener el derecho de rehacer el texto fundac cho, y calculando que 1s se recambiaban, més © mem to Paine como Tefferon mostraban Is hosilidad ae daca demécratas las ambiciones de los constitucionalistas, IL, PUEDE RESOLVERSE £1, CONFLICTO ENTRE BL CONS INALISMO ¥ LA DEMOCRACIA? 2Es cierto, tal como lo sugiriéramos en las lineas anteriores, qué es posible resolver este icionalismo y la demogt cia? {Por qué es que no podemos afirmar, como lo hace una mayoria istas, a superioridad de la Constitucién? Por qué no podemos deg ' Pane, T, Collected Hit we Library of America, Nueva York, 1995, Be {ONALISMO VERSUS DEMOCRACIA 28 itucién esta “por encima de todo” y que, por lo sobre la comunidad que la diseM6, sino tam- la sucedieron? Los problemas en juego do, por la “terquedad” del ideal del autogobierno, én que termine afirman- a de ia tible: zqué puede haber por encima de (al derecho? que aquellos interesados en defender hhan comenzado a dejar de lado war sin més el ideal democratico— para optar sustantivamente diferente a mostrar la compatibilidad de su propuesta io de! autogobierno. I que nos encontramos, el m s dice que la comunidad debe sentirse sujet icién porque esta ultima es el resultado de un acuerdo de- endo que siempre lo es ~lo que no siempre es cla- ene la pretensidn de perdurar con el co- fe las generaciones. {Por qué ¢s.cntonces da a partic ica es poderosa, y puro énimo taron, Este tipo de argumentos son muy habit inconveniente de basarse en dogmas o mitos que se !Penas se los examina con un poco mas de cuidado. Ocurre que procesos constituyentes que conocemos tienen poco 26 27 INTRODUCCION, CONSTITUCION, IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA 1, en sus rasgos esencia- nas bien, a las propias (ie., en la exi- parecido con aquellas descripciones heroicas que de los momentos fundacionales de cualquier na we ter refl Bae na Convencién reformadora) la anterior, pero igual os pobres, hacia los stas (conforme a los cuales, ta como parte de una masa irreflexi los constituyen abiertamente el dadania era individuos con iguales eapacidades nes con un claro componente de ai conferido a la propiedad privada, como el norteamericano- el resgt 88 este caso, retomaria el ideal democratico afirmando que los tucionales ya se han Be g ge 8) los abogados d aria in dejar de ser lo que es. Sin embar is vulnerable que el recién examinado. Y es que, pot tomar algunas ini iadas a desentrafiar la o de aquel “consen: ion de las tradiciones? ore a partir de la situacién espe: respaldo que fue obteniendo con sino a partir smpo, Esto es, sej .ciones que entre otras cosas, que aq mpiados a partir del ext nes Madison $tal vez la cabeza ma no- se vio acorralado, en su mo- 1acién, jente en el acostumbramiento; en I democrético no podia ser defendido en su extrema , finalmente, en honor de-una iiltima preocupacion por el lor de la democracia, La disputa entre Madison y Jefferson aparecié f te a la sugerencia del iltimo, portavor de los sectores més democrit de la comunidad, de resolver los problemas constitucionales més en especial, las situaciones de conflicto entre los diversos poderes=| ciendo uso de la regia mayoritaria. Madison, particularmente preocup por asegurar la idad de un sistema politico al que consideraba , parecié indignarse frente a la sugerencia del a \s “Notas para el Estado de Virginia”. Contra este 0 el escrito nro. 49 de Madison presenté tres argumentos principales ~algunos de los cuales e8 para nuestra requisitoria—. En primer lugar, Maison sostuvo q que la Camara legislativa era la rama del gobierno “més popular taba obvio que cualquier convocatoria al pueblo contaba ya con una! puesta fija de antemano: el pueblo siempre tenderia a inclinarse a. de Ja rama que veia reses, Por lo tanto, sost frecuentes de cualquier gobiemno- reclamo como el formulado por Jefferson era irrazom porque conlleva el riesgo de “encender las pasiones populares”. Ni ‘mente, el argumento era que, en momentos de itucional e9 los que se vivian -y, podriamos agregar, como los que todavia se jones-, argumentos democraticos como Io : dentro de més se precisaba era lo contratio, esto es, insistit con aq capaces de amalgamar a la sociedad Como resulta habitual, las sugerencias de Madison guardan mt del mejor sentido comin, y son ~como lo fueron~ capaces de gana adhesién de sectores importantes de la poblacién. Pero la pregunta & las razones que daba en aquel momento son lo suficientemente poderd como para desplazar posibles argumento CCONSTITUCIONALISMO VERSUS DEMOCRACIA 29 a, El atractivo de los argumentos de Madison resulta a ie se extreman los de su contrario. Pero por qué pensar que como la de Jefferson, destinada a reafirmar la autoridad mplica un desgastante proceso de convocatorias: fa los conflictos sociales, {por.qué no pensar —como n~ que el estallido de. determinados conflictos puede salud civica de la comunidad, y preferible a un de todos 10 a favor de la prioridad del con: Imente interesante porque se orienta que este alr de la democracia debe, Teconocer Ja primacia del constinucionalismo, nte, en la medida en.que-la.Constitucion.establezca las ue permitan que la democracia funcione como tal Ta pena examinarlo con al ritico que venia a decirnos: ;pero cual es Ta razén para misma la que ? Si usted valora el autogo- de reconocer el cardcter su- Lo que se nos dice ahora, en se nos sugiere que, justamente sa defender el valor del autogobierno, es que tenemos « defender la primacia de la Constitucién, Mas precisamente, consttucionalismo no debe verse ~como lo veiamos ” ala sociedad —una forma Pe aiogar ago Mee ie, ¥ por el con este caso que el constitu 10 debe, ser. visto tar o potenciar nuestra libertad como comunidad, 30 _INTRODUCCION, CONSTITUCION, IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA El argumento en cuestién reconoce una presentacién elegante y muy sugerente a través de la metifora de Ulises y las sirenas?, En el relate tradicional, Ulises, como capitén de su navio, le exige a sus marinerog que lo aten al mastil de la embarcacién, porque temia perder el control de la misma una vez enfrentado al canto de las sirenas. Al dar aquel orden, Ulises sabia que iba a perder control sobre sus impulsos més in mediatos -esperablemente, él se veria tentado a desviar su embarcacién incapacitado ast de llegar al destino que se habia fijado inici pero ello no lo llevé a desdecirse. Ulises tomé su decisién de modo con ciente, convencido de que de ese modo -atado al mast seguir el objetivo que se habia propuesto lo dicho, cualquier descripcién de tal situacién que pretendiera present to como una “pérdida de libertad” por parte de Ulises result iva, como consiguié llegar ino prefijado. La moraleja parece clara: contra lo que nos sugie consistentemente ef sentido comin —atarse las manos dF libertad-, To que él ejemplo nos demuestra es lo contrario: en 0 nes, ganamos en libertad cuando nos limitamos. O, para decirlo de modo, hay limitaciones que liberan, ataduras que nos capacitan. El traslado de esta metéfora al campo constitucional parece ob¥iO del mismo modo en que Ulises pudo ganar libertad, en lugar de perdet eapacitarse para ciertas acciones, una sociedad también puede exp ir sus capacidades autoimponiéndose determinados doe rn si decidiera fijar, de-una vez, ciertos limit ces de potenciar Ja. propia libertad futura. La propuesta es at en un punto important ayuda a dejar de lado la vi cidn, aun autoimpuesta, debe ser vista como una Se nos dice aqu 2) Ver Eisten, J Cambridge Univ i and the Paradox of Democracy”, en ELsteR, nd Democracy, Cambridge University Press, CCONSTITUCIONALISMO VERSUS DEMOCRACIA 31 necesarios para, asegurar el autogobierno. Ahora fo este punto, corresponde preguntarse: hasta donde es que afirmar la victoria del-bando. del.constituciona: o de los demécratas? Lo cierto es que, pese a la plo de Ulises, el mismo termina probando me- tados a consideraciones semejantes, los defensores a replicar que, en verdad, dicha metéfora sugiere a, los demécratas no objetan la posibilidad de nidad se autoimponga determinados limites, tal como lo ie objetan es 1a posibilidad de_que.una.comunidad se auloimpuso se preserven firmes.frente.a.las Bhefacioncs futuras Salgo tan inaceptable como que Ulises le exija a su fje ‘como él lo ha hecho} Esto es lo que rechazan ejemplo de Ulises es incapaz de probar. Di- aso, prueba lo obvio: la racionalidad.del autopa~ ero no avanza en To. que mds.tes interesa.a.los constitucio- én de una comunidad para imponer sus su Constitucién ble. Las sociedades son cuerpos mumerosos —compues- nes de personas~ y, lo que es més grave, no todos ellos participen del dictado de su propia prudencia cuando warar Ja situacidn de. Ulises, autoimponiéndose.normas, con, queriendo hacer lo propio: e pequefio) sector de la sociedad determine cu ir para todo el resto, De alli que, en este caso, ni hablar. de autopaternalismo, En pré 0 que “la sociedad se dict encargado de dictar ave se incline por dictar normas lue para todo el resto. Esto e: rir, que los mn aten las manos de toda la comunidad, dejando desa- >NSTITUCIONALISMO VERSUS DEMOCRACIA 37 36 iwtRODUCCION. CONS NN, IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA, Porque respetamos a todos por igual, y porque asumimos 4 die tiene el conocimiento-suficiente como para decidir en nuestro m bre (es decir, porque asumimos que todos podemos equivocamos} que necesitamos escuchar a todos los demds, y corregir nuestros jut mutuamente, Cuanto menos oportunidades nos demos para llevar ad te este proceso de mutua clarificacién, mas riesgos correremos de d dir mal, esto es, a partir de errores, prejuicios, 0 falia de informacion, to parece explicar por qué los gob autoritarios suelem los que mas se entusiasman con las invocaciones a las mayorlasy qué Pinochet en los afios ochenta o Fujimori en los noventa conyg ron alegremente la celebracién de plebi presencia en la ciispide del poder (como lo bemador Eduardo Duhalde en la provincia de Buen si se resttinge la circulacién de informacién y 0 tras se insiste con la propaganda en favor de quien hicieran cada uno de los nombrados); si se prohibe la dicatos 0 partidos politicos (como ocarriera durante ¢! nochet); jo psimordialmente a facilitar fa reflexion ‘entenderse en un sentido fundamentalmente nificar es que el sfatw quo no merece. un por el hecho de serlo. Elfo, en particular, cuando mn una mayoria de sociedades modemas- las condicio- ue se desarrolla la politica no parecen especialmente x, favorable a concebir la democracia como. pro- in” de preferencias, se.ve.reforzada-por “0s que muestran de qué modo las de- acciones de las personas resultan moldeadas. a partir de.tas sociales) que enmarean la vida de cada uno.®, Sin ne- injusticia del sociedades modemnas sobre la base de miiltiples e inaceptables inj Sema aera cistas, sexistas y xendfobag entre epee ethno "Emaar Soran je cada uno. Ocurre que, por ejemplo, es da- quedamos sujetos a la peor s Je: la autoridad de tuno cna Ceca owl f los ascacea oy mils pee sion muy degradada acerca de 9, es.esperable que luego de una voto 0 del mismo derecho a traba- verse a si mismas como incapa- ‘an perfectamente calificadas. Asi dos, es dable esperar que muchos icos desarrollen visiones prejuiciadas acer- el recl rca de los derechos y obligaciones que pue- ie tiene mucho prec ios de I ‘iva, en una mayoria de casos, y muy espe- (wineulada con lo umar la concep e omo las descriptas, caracterizadas por largos pluralista de la democracia’), y que sostiene 0 mente asu io poner en tela de juicio el statu quo,.y el sistema politico debe encargarse, fundamentalmente, de agreg cho efitéria Tas instituciones democraticas. En otros ferentes preferencias.existentes dentro de la sociedad, para pot practica aquellas que cuentan con mayor-respaldo. Coffta dicha vis aqui se procura distinguir ~como ya sug’ i popular, Por advertir lo anterior, es qui radical con la democracia tienen la especial resp 2CION. CONSTITUCION, términos, en situaciones como las citadas la democracia no merece ser De sada, meramente, como un instrumento orientado a la agregaci6n de p ferencias.-un instrumento. encargado de convertit las injusticias hist ‘consideraciones como las anteriores, que asur resupuesto Il} reconocen entonces que ct intereses. Conviene aclarar qu no queda comprometido con a seccién tercera 0 que uno siemp esti en Jo cierto, en lo que concieme a su propia vida (i.e., que uno sien cuando se encuentra, is razones que nosotros mism es personales. Lo que se quiere afirmar, mas bid encuentra excepci SUS Prof nsidad con la que abraza o rechaza ciertas.opciones. Esa posici de 0 des © que los prob te, silo que Se preted es desplazada ai imparcialidad.con.procesos de reflexi On Liberty, Bobbs-Mi proceso de jusivo, del que t te todos aque y desde un lugar igual, men 40 NTRoDUCCION. CONsTr IGUALITARISMO Y DEMOCRACIA corregir nuestras propias posturas; nos permite entender por. qué los mis estin. de. acuerdo: puntos de vista q prejuicios; favor las decisiones se 1mos dificultades cusién no hace uw oeresia ~a que cada uno indague, amente, de qué agradar 0 persuadi ciertos riesgos finalmente en cualquier procedimiento de toma de decisiones, a la vez prover de mayores iades a alternativas que se sideran valiosas. Lo dicho no implica entonces ido- el logro de un consenso unsnime que un previo proceso deliberativo gara Su Sostenimiento se basa, ent caso, en razones independfentes, como las citadas mas arriba. POLITICO

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