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1933: MERIDIANO CRUCIAL DE LA CULTURA ARTISTICA EN EL ESTADO ESPANOL IAIME BRIHUEGA Hace algunos anos, a hstoriograia comenae a azar la primera siueta aticuada del arte de nuestra prime ter= {0 de solo, dlimitando excruplosamente, por fin, 10s caters que separaban un ware espana de une cute ‘a attic acontecida wen e Estado espanol En aque los rimeros momentos, algunos de nosotros acabamos ejandones seduce por la vehemencia de certs textos ela vanquardia mais radicalzada a ls hora de enuciar los procesos de transformacion del arte en las anos treet: aquellos que echaron en cara lal Republica el haber defaudado las esperanzas de una wvanquariza- ion» acelerada de a cultura artistca auspciada por el poder politico. Tomé cuerpo entonces la idea topica de {que la Republica habia promovida pocas y muy tas transfomaciones ene orden artstica, Eta dea se refor 2aba, 2s vex, por la primera apicacon de un esquems conceptual la daléctea tadcion<>vanguards, 0 ben, cultura artista dominantec>cuttura atstica alterna 12, que bo atendla asus exremos ms vibes Despss,certa hisorografiaborded el problema por ‘que despaz6 el énfasis naca ls peries genéricas del cancepto de «modernizacons, consderéndlo el ns ‘tumento hermenéutico central para la iterretacin Ge os compleosy conradctvios procesos de transfor rmacion que recorneton la cultura artsica de todo el Primer teria de siglo. Un concepto con perfles muy amplios pero, por otra part, contaminados, pues 90 estaba Sendo inmune la vunfalta metafora de la smodernizacion de Espana» que invadié Ia cultura ‘espatiol a cultura mas © menos wofcil») durante la artficiosa década de los ochenta, Sin dua era algo ue, en un itineraria de boomerang, se proyectaba haca ats buscando races y ancestos decorasos dest nados, entre oa cosas, al justficacén deol6gca del presente Como consecuenca, se generaba una vs hhomogeneizante que tendla a disolver sus fronteras interna en una operacion de lxitud ntegradora sap ‘ada con el ecipse de aspectos contractors de su propia estructura, Hoy nos encontramos en plena tvansformacién del modelo historograio que rige la vsén retrospect de este ramo de nuestra cultura aris y conviene ‘empezar a realizar precsiones en algunos de sus aspec- tos! De ente elas me atreveria a adelantar dos, tas ‘endentales por su akance para un marco interpret vo general. La primera es que durant el periodo rep bicano si se predyeran tansformaconessustanciaes, cefcaes yprogresitas en muchos ambitos de la cuturs atistca vincubda, por diversos motives, alos poderes publcos. La segunda (que en certo moda adetva el Contenido visual de algunes aspectos de la afrmacion anterior) es que gran parte de esas transformaciones ‘emoiernizadorass, detectables en ls production arts: (2 que tuvo lugar durante fos afos tenta, estuneron vinculadas 2 la consaliacion generalzeda, incluso en los ambitos de accion oficial, de fo que pociams ll mar erealsmos de nuevo curos, un fenémeno que 3¢ vena desarollando desde meciados ls vine y sabre 2 que ahora, enlos aos eit, iban a confur nuevos Factores. La concienciahistriografica de estas dos pre Csones puede llegar a modfcar la comprenson global de acuta anistica dels anes trina, Esta cultura artstiea en tiempos dela Republic, con un intenso acontecerextendido sobre apenas Un lu "10, supone tal cimulo de acontecimientosy procesos de signifcacion histrica relevante que su simple en: rmeracion requerila demasiadas paginas. Por ello, para ‘obtener una vis sintomatica, esuita especialmente revelador concentvarse alrededor de 1933, su aha me- rlano, pues gran parte de las nuevas situacones han tomade ya forma histrica palpable y tambyén se man flestan, claramente, los procesos que tendran pleno esarlo en lo afcs inmediatamente anteriores a a (guerra. Pro, sabre todo, pocque es un af en que se hacen muy tangibes esas dos precsiones history ai Fs cosa sabia que 1933 es afo de tumutuososconfic tos politicos y sociales. Bata enumerar algunas hecho: | helgas en Zaragoza, Granada, Murcia y Made, asi como levantamientos populares en Andalucia @ insu rrecciones revolucionaras en Cataluna, Aragon, Ast fas, Andalucia (sucesos de Casas Via) y La Rioja. Si fen 1932 habian tenido lugar los congress del PSOE, la UGT ye PCE, este afo se reorganiza la Liga Regions Ista, que pasa a denominarse Liga Catalana, se funda fe! semanario El Fai , en octubre, Falange Espafoa Ala acionlegslativa de 1932, que habia promulgado la Ley de Reforma Agraria y el Esatuto de Cataluna sigue. en 1933, a Ley de Orden pablo, la Ley ecto fal y aguella por la que se declararon de propiedad publics los templosy monasteries, Tambien es un ano fen que se forman y deshacen numerosos gobierno: ‘Azaha (14 de jun), Lercoue (12 de Septiembre, aun- ‘que despues sera rechazado por las Cortes), Martinez Baio (@ de octubre) y, Was 0 triunfo del centr y la detecha en ls elecciones de noviembre, Leroux on Is CCEDA (18 de diciembre), insugurando el lamado sbie rio raica-cedista» En medio de esta agitacion politica y social, plagada de enfrentamientos ene inereses contrapuestes, y en absolut ajena a su realidad como marco, se produce luna intensa actividad cultural que da lugar a la apar ‘con de numerosas revista’ la publcacion de obras litratiasy ensaysticas que hoy consideramos funda- ‘mentale También es el afo.en que se estrena en Machi Tera sin pan de Lu Bure! (que seria prohibi da por el Gobierno de Lerrouny en que La Barrace de Ugaie y Gaeis Lora recore las dos Castilas, Aragon, Navarra, Levante y Madr, levando hasta los pueblos mas tradiconalmente desastidos por la cultura el tea trode los clasicsy la plastica dels vanguardstas. Concretamente, La Barraca era frto de un proyecto gubernamental mas ampli, las Misiones Pedagoui as," ¥ mostaba, daramente, que los poderes publ- C08 no querian quedarse al margen de un debate cul tural que se desarolaba encarizadamente en el seno Ge la sociedad espariola; pues las Misiones no eran sélo un escenario para la expreson dela cultura, sino @! instrumento que delataba una voluntad de mediar en las relaciones entre Ia cultura y el pueblo, de rom et, aunque fueseincpintementey en parte de ma- era simbolica, el tradicional aislamiento entre el hecho cultural la gran mayeria dela cludadania, Pue- de que ante incitvas como est, o sopesando hechos como el que la Republica crease mas de trece ml es: cuelas entre 1931 y 1933, paidezca el valor de cua ‘quie uo ante su responsabilidad en las transforma: ‘cones que tuvieron lugar en la cultura atsica de los datos trent, ya que la Republica voleo sus estuerzos fen atacar el inveterado retraso cultural espafiol en sus mmismas races, Pro, aun ai, merece la pena detala 2gunas de las implicaiones entre los poderes publics Yylarenovacion dela cultura artstca en el entorno de este 1933, Las dos grandes plataformas a través de las que el oder pubico auspicaba la difusion de una imagen de la identidad de arte contemporanco eran la Exposicion Nacional ye! Museo de Arte Modern, Las expos res nacionaes evan la plataforma mas potente, pues Fedactaban el paradigma dela cultura artista hege mena, el espejo en que se miraban quienes queran itegrarse en ela la cudadela contra la que Se orga rizaba ls vanguara radial alternava, 1933 es Un fafo en el que ro tiene lugar la convocatoia de une Exposicion Nacional, pero se situa en la medianers de las dos grandes exposciones naconales republcanas 1932 y 1934," regitando la inerca de un puente de transformacion y acelerando las expectativas de quie nes burcaban un cambio mas radical aun. En compara Clon con las exposciones nacionaes dela Dctadu, las dos exposiciones mencionadas dejan ver en sus Paredes algunas novedades (aunque no se hayan pro ‘ducdo cambios admiisratwos relevant. participa tun nuda grupo de artistas ivolucrados en ls ate rnathas de enovacion o representatvos de es0s «tea Tsmos de nueva cuos de que Rablaba al principio y sobre todo, se conceden medallas a obras cuyo le Auaje es mas emoderno» que los premiados en ante ‘ores certamenes Sin duda, el papel de Manuel Abn ‘como jurado de Admision de la exposicon de 1932 fue fundamental y determing el inci de una apertura de as puertas del recint del ate oficial, en una espe- cede pacto entre dversos sectors por un progreso cestetica de talante integradory digestible para el publ algo que resucitaba el sentido de la primera expos con del lbeics. En 1927, el mencionade libro de Maroto también pre monizata una republica que nombraria director del museo encargado de lo contemporaneo 2 una de los Impuisores de ls lnericos de 1925: Juan dela Encin, La profecia se cumpii y, en julio de 1931, e! Gobierno nombra a Juan de la Encina Director del Museo de Ate Modemo. Se abria as una nueva etapa de a ins ttucin por la que esta segunda plataforma de cultura hhegemonica se incorporaba de lleno a un tlante de rmadernizacion integyadora mas avanzado aun que el de las exposicionesnacionalesrepublicanasy, en certo ‘modo, concomitante también con esa especie de ‘Opcién «Sociedad de Artistas ibrcos». Los efectos de tuna direccion que duraria seis anos no se hicieron esperar En 1932, ls instituion ina su primera reor sganizacion museosrafica (encargada a Luis Moya)” y lun programa de exposciones que inluye nombres de la primera ine de la plastica del momento: Gonzalez Berna, Santa Cruz, Climent, Moreno Vila (en 1931) y Perez Mateo, Palencia y Moreno Villa (en 1932) En 1933 se produce el inca de un gro mucho mas deci= ido." En enero se convoca un Concurso Nacional de “Arquitectura con el objeto de realizar un «Anteproyec ta de Museo Nacional de Arte Modesna en el paseo de la Castellana. El primer premio fue para Garcia Mercadaly los aceésits para Moya y Chumila.” El programa museologco propuesto en las bases, sobre ogo, la memoria det proyecto ganador de Mercadal ingican laramente la intencion que tenia el Gobierno de hacer visible un cambio de mentalidad con respecto Foto Bord: oy Amit, ac 1922 al arte contemporaneo. Esta intencion es rubicada Con el significado de la apuesta por un lenguae aqui tectonico, entonces invariablemente asociado a la ‘madernidad, algo que tambien habia sido expicta- mente fabulado en la premonitoria utopia que Maroto habia escrito en 1927: "+. Fszo del Prado parllepipedo hecho de hemigen, de metal, de cist, que tart ha dado que dec I Comes. "ia de Ballas Ars. un slonco cto, reduc, Paredes 3 Ses, Por un gran ventana ge anadur metaica que Oca tod un Fanco eta in uel a sn a ms nina ver. las patedes, pts, bjs de atstasmexernos(." programa de exposiciones de 1933 fve, precsamen- te, el mas comprometido con ls formas y las voces de Ia'renovacio. A principios de ano, el Museo celebra tuna monogrtice de Rodriquez Luna,” artista de van ‘quardiay, como veremos, hombre comprometido con los sectresstuados deoiboicamente mas al za da, En ari, se inaugura una exposicion de arte fran- ces, entre cuyos nombres fguran los de Derain, Bon- ard, Willard, Mare Laurencin, Segonzac,Lothe. 10 ‘que para Madea supona una relatva novedad.” No ‘ena 3 esta voluntad de entabarrelacionesinternaco ale con la madernidad habia sdo la presunta inten- ‘con de Juan de la Encina de taer a Madrid @ Pab0o Picasso y exponer sus obras en el Museo; algo que hubese tenido una carga simbolca demoledora pero que, de momento, se veia frustrado.” En julio, el Museo alberga una exposicion de los trabajos de! GATCPAC para la Ciudad de Reposo de B3rceona,” ‘que wuelve a demostrar una vocacion por la nueva arquitectura La utima conexson que la insttucién twvo en 1933 con la vanguardia Tue la presencia de Joaquln Tores Gar- ‘a, que volia a Espana después de una larga aus tia, Es conocido que Torres, igure fundamental de la primera fase de la vanguard catalana, habia estado vinculado en Pars al grupo Cercie et Caré y que en estos momentos conducia su podtica visual por 1os caminos de a absvaccion constructive. En toma a esta podtica, Torts logr articular el lamado «Grupo de farstas de arte Constructvon, compuesto por ét mis ‘mo, Palencia, Castellanos, Rodriguez Luna, Moreno Villa, Mateos, Marvja Malo, Alberto Sanchez, Diaz ‘Yepes, Julio Gonzalez (presente através de una obra), Angeles Ortiz y German Cueto, que ccyparon una sala ‘propia en el habstuaimente conservador Salon de Oto- fhe magrilefo de 1933.” Se wrataba de un hecho importante dentro del pasa artsico que ofrecia adhd pero tambien de algo que no tenia contiui- dad, pus Torres abandoné defintivamente Espana en ‘bri de 1934, Mientras tanto, su actvided de agitador vanguacdsa estaba siendo muy intensa,” lo que conf- 16 especial sgnfcacen al hecho de que, en mayo, ‘Museo le organizase una exposicion antolégica; es deci, se situara al compas de las tas propuesas de la vanguard. Bastan estas pequerias observaciones, conrastadas con la cronologia general de la vanguardia en este 1933, para adver que la acion de los poderes publ- «os et ivolucrada en gran parte de ellos.” incuso, ‘mas adn, que funcionaba meciante una cierta estate ia de complicidad. Cuando en septiembre de 1932 (Golo cuatro meses después de la inauguracion de la primera Exposicion Nacional republicana) sali a la Calle el primer nimera de Arte, el érgano de a esuci tada SA, su editorial (posiblemente escrito por el pro io Manvel Abri" exhortaba al Gobiemo a realizar ‘unos cambios que, en sustanca,diferian poco de los ‘que éste estaba intentando realizar en e Museo y en la propia exposiion Enel fondo, en vez de lo que en su ‘moment los hstoradoresinterpretamos como repro- che, syponia una vor de apoyo lanzada desde un sec- tor dels «sociedad ewil (intelectual, artistas y aque- la parte del epubico de! arte» que deseaba umodern- ar» sus aibuts simbobicos) que se alineaba contra el ‘verdadero obstaculo que Ia Republica encontraba en ‘este aspecto: a resistencia de as vas insttucones y {de los eenroques» del corportivismo la Academia, la ‘Asociacion Nacional de Pintores y Escuitores, el blo- ‘queo de la Asociacion de la Pensa por fs rtcos con servadores, sla gran familia de los artistas condecore oso... publio dela burquesia percitada)” Tal vez no sera del todo descabellado pensar que la propia resurreccion de la Sociedad de Artistas Iercos fuese luna operacon calculada, concebida en connivencia con los poderes pblcos, para afecer una alternative ‘maderrizadora contra las asocaciones conservadoras ‘que contolatan lo que Peter Burger lama tinstitucion artes. De hecho, no pademosignorar que la SAI seria [a encargada de oxganizar la muesta ofcial de 1936 fen Paris. Sin embargo (y por razones que aan no hemos terminado de conocer, esta posible «opera- con» acabaria posponigndose, pues en junio de 1933 ‘aparece el segundo pero también ultima numero de ‘Arte, con lo que a SAl podia darse por momentanes- mente congelada.® Pero no todos os sectores consideraban suficientes fests signos de cambio. Acantonado en la indepen- ‘denca de su atalaya insular y alertado por su concien- ‘a de alineamiento con las primeras poscones de la Cultura internacional, el grupo eanario de Gaceta de ‘Arte apretaba las tercas exigiendo un giro mucho mas audaz. Desde su aparicion, en septiembre de 1932, la revista no habla cesado de emit prodamas, nicados y manifie que intentaban cubrit vesta al dla de ‘arauitect edagogia. Se detectabanitidamente en Es tala catura bu Madi a Mas dura an sera la acion crt a. E primero de "s so ee ter Ol Sub" a oben soy ee oy p61 oo Sousges siol'sq'0 vlueean ‘eS steers uae,

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