Formas cerradas, formas
nun sentido general, cuando en el dibuijo
se habla de forma se hace referencia a las
pascicularidades estructurales de las cosas
b ideas, con independencia de su situacién
‘enel soporte, Para su conformacién
‘exterior, ésta puede ser concebida por el
ontorno, por los limites externos (forma
cerrada), percibiéndola como una
totalidad ajena a las relaciones con otras
contiguas. También se puede configurar de
manera que no todas las partes estén
dclimitadas por una linea continua, sino
que el contexto se integre en clla a través
de distintos pasajes, en los que fondo y
figura, o las relaciones con otras formas,
se constituyen como una totalidad
(forma abierta) (fig. 229).
Durante mucho tiempo se mantuvo
un abierto enfrentamiento sobre estas dos
distintas maneras de entender el dibujo.
El dsico debate del siglo xix entre Ingres
y Delacroix refleja la dicotomia entre dos
formas de abordar la representa
concebida con el concurso de la linea
que se adjudicaba, como definicién
propia, al dibujo-, delimitando la
ons la
descripcidn al objeto 0 modelo, y la del
dibujo de mancha —entendido como
terreno propio de la pintura~ en el que la
figuracién del asunto se percibe y
representa, antes que por los valores
lineales del contorno o por su aislamiento,
porlas gamas de gradientes que muestran
los volkimenes (fondo, masas de sombras
propias, ércas de luz). Este segundo modo
de concebir la representaci6n se
construye de manera expansiva, abierta,
considerando las relaciones con otras
formas y las propias huellas del proceso
tpAlico que se incorporan como elementos
de expresién; integra mas aspectos de la
naturalera, incidiendo en los vinculos
on el entorno o la consideracién de la
atmésfera que envuelve los cuerpos,
destacando unas partes y diluyendo otras.
Es decir, desde una declaracién.
reductora de sus posibilidades, se han
Formas cerradas, formas abiertas
abiertas
afrontado estas dos maneras de ver y
representar la naturaleza, Por un lado,
atendiendo al conocimiento que se obtiene
de su forma externa, delineando sus
‘contornos, cerrando la forma y, de esta
manera, aiskindola del fondo; en cierto
modo, se conceptualiza su estructura, se
retiene en la memoria y se describe la
configuracién por sus limites, por medio
de lineas netas (figs. 230, 231 y 236).
Por otto, serfa la representacién urilizando
zonas de gradientes (claroscuro) 0
manchas y trazos, En este segundo caso,
por seguir con la clsica controversia
disyuntiva entre ambos modos de
229, J. Astasio Soriano, 2001,
1000x700 mm. Acuarela,tinas y
plumita
137£230. C. Ruano Pascual, 2005,
500 350 mm. Lépie de grafto y
lépiz de color
198
[Dinvjos DEL NATURAL: ELEMENTOS DE APRENDIZAJE,
representacién, se procura la obtencién
de datos no s6lo del aspecto formal del
objeto, lo que se sabe de él, de los limites
que presenta a la vista sino de cémo se
relaciona con el contexto donde se halla
ubicado, Los gradientes, manchas o zonas
de claroscuro transitan entre el fondo y la
superficie del objeto, Se crean zonas
difusas y zonas nitidas,
caracter
percibiendo las
ticas del momento, de la
percepcién visual del fragmento de realidad
objeto y fondo~ y de la estructura
231. C. Ruano Pascual (detalle) Linea
escriptva, de fuerte control de fa forma
extema con leve modulacion del volumen.
232. R. Hidalgo de Caviedes, 1958-1959,
400 x 300 mm. Lépices Conte, sepia y azu.
Juminica que le afecta. Se trata de un modo
de representacién que atiende a dibujar
«lo que se veo y se siente antes que lo que
se «sabe» del modelo (figs. 232-235)
Esta dualidad en la representacién
obliga a una mirada diversiicada, distinea
con respecto al modelo, El modelo
indagatorio del dibujo cerrado se limita
oe : to del objeto:
yuracion
‘obtener un tinico conocimik
quel que se refiere a su config
externa, En cambio, el otro modo se V6
obligado a descubrir no cémo se cree a283, Marta Armas, s.£, 700 x 500 mm. Lapiz
de grafite. Suave modelado descriptive de
claroscuro propio de los dibujos anatémicos.
¢s, sino cémo se ve en ese momento. En
el primero se intenta representar més con
ideas preasimiladas de la forma y en el
segundo se han de adquirir en el momento
dela accidn de dibujar. En procesos
iniciales de aprendizaje es habitual cierta
tendencia por intentar dibujar conceptos
adquiridos de la forma, no lo que se
percibe de ella, sino la idea del contorno
que se tiene.
Los objetos pueden, por tanto, ser
percibidos y reconocidos para ser
representados de estas dos maneras. Al
hacerlo mediante Kineas nitidas, étas
rodcan los contornos que se entienden
como limites que afslan la representacién.
‘Como consecuencia de este modo de
visualizar el modelo, las caracteristicas
formales de su aspecto externo son
aprendidas, retenidas en la memoria, por
lo que el dibujo que se hace de él tiende
4 reproducir lo que se ha aprendido 0 se
inrenta aprender, relegando o rechazando
‘muchos otros aspectos que se presentan a
lavista, André Lothe resefia esta
tuna disciplina téctil sin “toque” ques si
quiere, sabré hacer que dicha linea sida
de un punto para convertitse
pueda, sin otras ayudas, hacerse «fer
[...] La postica de la forma cerrada ae
impulso que da un principio y un final1239, R. del Pozo Avendano (detalle)
punto y ala linea, sin imponerse al
principio yal final del dibujo»®. Ruskin
advertia sobre la imitacién habitual en
los sistemas de aprendizaje de su época—
{que suponia el control de la linea de
contorno como objetivo tinico. Aunque
241. E Vega Gonzalez, 2005-2006,
00 350 mm, Aguada de nogalina y lépices
compuestos,
Formas cerradas, formas abiertas
reconoce que puede ser un fin utilicario
para ciertas soluciones, esta restriccién de
las destrezas en el «dibujo por el dibujo
pone una limitacién a la
capacidad expresiva de la que debe
disponer el dibujante: «Un buen artista
suele ver masas, no bordes, y siempre puede
hacer su dibujo més expresivo [...] con
mismo»
240. L. Sanchez Rodriguez,
2001-2002, 210 x 295 mm,
‘Mancha de café y acuarela, barra
Conté negra y azul, sanguina y
creta
242. E Vega Gonzalez (detale).
141243. A. Echevarria Muguerza,
1997-1998, 210 x 290 mm.
Boligrao, acuarela, café y creta
blanca,
246, E. Vega Gonzalez, 2006,
500 +350 min. Lapiz de gratito
80bre papel de estraza
142
[Dipujos DEL NATURAL: ELEMENTOS DE APRENDIZAJE
tun sombreado ripido que con siluetas;
de modo que en toda obra buena hay en
mayor o menor cantidad toques de sombra
y las siluetas son en mayor o menor
medida discontinuas»® (Figs. 238-240).
La concepcién de la forma inconclusa,
abierta, corresponde a periodos de
cexaltacién y desbordamiento de la
liberacién creadora del artista y su no
sujecién a normas coactivas de expresin.
Las formas abiertas no presentan el cariz
de ser independientes del contexto donde
se sitdian, sino que se funden con él,
incrementando el cardcter de indefinicién
(244, Anénimo, 2002-2008, 500 x 500 mm,
Lépie de grafto y goma de borrar.
de su contomo. Los elementos no son
percibidos aisladamente, sino disueltos en
la globalidad del conjunto, construyendo
al mismo tiempo el espacio con el que se
relaciona: «A través del proceso del dbujar
se construye un espacio o se representa
convertido en una metifora, en una
sintesis, en una caricia, Algunos lo hacen
através de fragmentos, de dudas, ottos de
un golpe, de una forma cerradav‘, La
objetividad de la representacién pierde
246. E. Vega Gonzalez (detalle)¥
247. C. Portllano (detalle).
importancia a favor de la subjetividad
sensible (igs. 241-243).
Cuando se trata de asemejar la
realidad con el artificio de la
representaci6n, ajustando dngulos,
direcciones, contomos o valores, el proceso
dal dibujo del natural demanda
actuaciones que no tienen tanto que ver
con la pura delineacién de la silueta
como con los elementos grificos que se
utlizan, El carécter convencional de éstos
cobra aqui un protagonismo creciente,
Porlo que mas que a la intencién de
aprehender el concepto de la forma
observada, cl interés se centra en la
articulacién de los eédigos grificos que
Van air acentuando el cardcter de ficcién
dela representacién, la referencia al modelo
como simulacro para la construccién del
dibujo (figs, 244-246).
Larelacién fondo/figura lleva consigo
!a.consideracién del soporte como émbito
donde se desarrollan las formas, porque
{o dibujado no sélo comprende los
limites de lo figurado sino también aquello
‘ue lo circunda; los vacfos que se generan
Formas cerradas, formas abiertas
:
:
a su alrededor son también superficie
dibujada. Toda la tipologfa de trazos, ineas,
manchas, garabatos o rascados evocan
formas, espacio, texcura, luzy movimiento,
guiando la mirada por el complejo
entramado de su lectura; en este andamiaje
se equilibran tanto los aspectos que se
dibujan como los que se sugieren; incluso
Jos espacios en blanco del papel adquieren
tun protagonismo esencial, El dibujo
avanza a uavés de anotaciones, de dudas,
248. C. Pontellano, 1994,
60 x 660 mm. Grato y esencia
de potleo,
sae
249, P. del Toro Calle (deta)
250. P. del Toro Calle, 2002-2008,
495 x 360 mm. Acuarela, Conté
regre y violet, sanguina y Kiple de
graft, Distincion gréfca entre la
ligereza de os trazados del éplz
de gratito y la contundencia de fa
‘bara de carbén prensado, el
apie azul y la sanguina.
143.de fragmentos que apuntan a la
globalidad del modelo, pero evitando la
conclusién definitiva, dejando en suspenso
la clausura de ka forma, el dibujo mon
Finito: «En l siglo xx, superada ya la
idea de la obra acabada, el fragmento,
garante de lo finito, sufte una
transformacién y de ser un concepto
peyorativo pasa a ser el principio de la
més alta positividad estética. En lo
fragmentario se conserva la memoria del
absoluro, lo fragmentario tiende hacia la
totalidad perdida de la forma cerrada»?
(figs. 247-250).
Luz, sombra y claroscuro
El estudio de la influencia de la luz en la
petoepcién y representacién de la realidad
ha sido un propésito esencial en el
aprendizaje del dibujo. La incidencia de
la luz sobre los objetos permite recibir una
informacién compleja segiin sea el caricter
de esta incidencia, La percepcién de las
formas resulta condicionada por las
variaciones luminicas, los contrastes, la
nitidez o la fusién entre valores andlogos
del contexto. Percibir, comprender y
tepresentar los valores-luz reflejados por
las cosas es una tarea importante del
aprendizaje general de cualquier medio de
representacién, En el dibujo del natural,
‘con mayor 0 menor intensidad, esta
prictica ha centrado gran parte del periodo
de formacién, Pero aprender a relacionar
y comparar valores no se produce desde
tuna exclusiva actitud analitica, sino que
610s se perciben tambien segain la
‘experiencia emocional que suscitan: «Lo
‘que un pintor investiga no son las leyes
del mundo fisico, sino la naturaleza de
‘Auestras reacciones ante el mismo. No le
conciernen las caus
sino la naturaleza
de ciertos efectos. El suyo es un problema
ibiatiact ie ae
necesidad de comprensién de cémo se
relacionan las formas en la superficie del
soporte o en el espacio, No sdlo funcionan
como un intento de emulacién de una
realidad exterior, sino como medio de
‘entender y discriminar los valores del
color-luz en cualquier medio de
representacién.
En los estudios de claroscuro del
natural se generan distintos niveles de
convencionalismo al pretender registrar
los distintos tonos, acudiendo a ciertos
grados de abstraccién y simulacién para
ajustarse a dos importantes condicionantes.
Por un lado, convertir en valor-gris los
‘matices de color de la realidad y su
cespecifica variacién por la mayor 0 menor
cantidad de luz que reci
en cuenta que estos m:
Por otro, tener
ices de la realidad
hran de ser reducidos a un esquema de
relaciones luminicas que se asemeje a lo
percibido y que esté, ademés, determinado
por las cualidades del medio que se utiliza
Es decir, las herramientas y material
dibujo que se utilizan tienen un;
limitaciones técnicas que restr
as
ides cle emulacién de los diferentes