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Il. TEORIA DE LA MENTALIDAD BURGUESA Luego de esta aproximacién i conceptos, encararemos ahora la a los temas y a los imera de las dos grandes bburgue- lologicas, pero también histéricas, deben distinguirse dos aspectos: por ung parte Jos conten especificos de ta mentalidad y por otra @l cuadso intelectual 20 el que estos contenidos se incluyen,, sta , justificada analiticamente, es importante n”particular en aquellos procsios de cambio en los que, or_un largo period, no existe coherencia entre log pensa- tmigniog, que eriplean a modificarse por impulo de ls nue vas situaciones, y los métodos de pensar esos. pensamientos, que Yardan mucho mas en modificarse, La mentalidad bur uesa se constituye a partir de un conjunto de actitudes arrai ‘gadas en la experiencia, que fue creando esos nuevos conteni- “HEE. paralels pero dinultineamente, fue confgurando los uevos marcos del pensamiento. ‘Vedmoslo con un ejemplo: Ia alquimia. Tradicionalmente existfan formas y mecanismos para buscar el oro, en los que ciertos.procedimientos pricticos, provenientes de antiguas 26 [studio de la mentalidad burguess n experiencias, se acompafaban de ciertos conjurosSe tata de tuna organizacin mégica del pensamiento, que se adapta bien 1 fa vision general dela realidad, propia dela concepcién crs- tiano feudal. Pero progresivamente comienzan a variarse desarollarse fos procedimientos prictcos, a partir de la expe- riencia, y el conjuro empieza a ocupar una posicion mari hal. Comienza asi a elaborarse cl método experimental y a desarrollarse tn tipo de conocimiento cientifico: el marco del pensamniento se modifica. A partir del nuevo marco, se revi todo el saber tradicional, que estaba incluido en la ‘organizacién mental magica, y se lo incorpora a un nuevo tipo de pensainiento, naturalista y experimental. ‘Como en este, en otros campos la burguesta fue haciendo experiencias distintas: aprendid cosas nuevas y se nutrié con Conocimientos originales, y ademés modified sus métodos de pensamiento;a medida que los modifcaba, ls fue rellenando Con ideas nuevas y con otra, vias, alas que sometia a un revo examen. TEn la segunda parte encararemos el examen analitico de esos contenidos. En ésta examinaremos el proceso de const To que hemos Tama: do teoria de a mentildad urge. Seialaremos ge qué mo: do. suge om ura lao as experienc eae inicalos Te Ta burguesia, en contra d iad i. fional-y-_desarindola-Caracterizaremos las grandes etapas Gate process, Teme las manifesta seme a ‘iuéva mentalidad, durante Ia “revolucién burguesa” de siglo XI hasta su apogeo y crisis, Iuego de la Primera Guerra Mun- dial, Senalaremos el carder proyectivo ¢ ideoligico de ta rmentaldad.bumnuGh: Coyt enlSCT cana ef ore diocese del mogtsn. Finalmente, puntuizae mot Tz elacion entre ls experiencias originaras dela buue- fia HU OVOCTON ona pact oUt, dele ue BREE copter ta ea quea partir dens edperen: Siapiniciales. culmina en la constitucion de un nuevo método ‘de petteamiento. 28 José Luis Romero 1. Cambios estructurales y respuestasideolégicas EL anilisis del surgimiento de la mentalidad burguesa en el ‘marco det orden cristiano feudal requiere de algunas precisio- nes acerca de_la relacidn entre los cambios de ide ‘mentalidad, ~ “Hoda estructura socioeconémica corresponde una estruc- tura Ristdrica que le sirve de sustento y fundamento, y al mis- mo tiempo le ofrece una ley de su dindmica, Este segundo e importante aspecto es a menudo soslayado por versiones eco- nomicistas: sila ideologia no fuera més que sustento, ten- driamos un mundo en reposo, un mundo esttico; [oi tante de la estructura ideologica es que de algin mod q-manera de durar y transformarse de seu Este punto merece ser subrayado. La estructura también 8 historica: dura mucho, al punto de parecer estitica, pero ‘Ng @8Ta quteta. Es el fendmeno histérico de més lento ritmo de cambio: asi como los fendmenos politicos cambian répi- damente, el sistema de relaciones entre los hombres y las, ‘cosas, y de Tos hombres entre si, tiene una fuerte tendencia ,Para caracterizar esa peculiaridad usamos el nombre We istitucionalizaciénCuando la relacion se inst tucionaliza,s¢ mona Todo un aparato, en el que To deol ‘£0-€8 16 fundamental, para que esa relaciSn cambie de una ‘manta leita, € fnclusive tega la apariencia de que no cam- Bia, Cuando Ta estructura 8 instifudionaliza, se maeve con Un ritmo lentisimo, casi imperceptible, y esto crea la ilusion de que no cambia, El orden cristiano feudal es un excelente ejemplo de est. Pero las estructuras son historicas y cambian. En una cierta medic ynan_por su propio juego, y en otra Porque existe un cambio propuesto por los grupos sociales ‘que viven dentro de esas estricturas, # pair de una opinign que se hacen de cllas. En ocasiones, dos o més estructuras —una tradicional y otra moderna coexisten y s¢ influyen reofprocamente, tanto en el plano de las relaciones reales como en el de las opiniones, El propésito de este estudio Estudio de la mentaldad burguess 2» es establecer —en ef marco de la sociedad europea occiden- tal. cuales son los procesos de cambio de las distintas estruc: turas, a partir dé uno de sus elementos motores: Jas imagenes de carmblo-vonstriidas por sus protagonistas, “Partiremios-sivonces del_andlisis del surgimiento de una estructura urbana y burguesa, en el marco de una tradicién seflorial y rural, siguiendo ef juego de las respuestasideolsgi- casa los cambios estructurales, ‘La mentalidad burguesa aparece en un mundo en que Jag ‘urguesias son apenas pequetios islotes de la vga dad SeMGHal, que controla la tierra y todo lo que con lla se produce. Son pequetios grupos insignificantes, marg- nals, sin_prestgio ni poder, que s6lo lo alcanzan en cierta medida cuando em imasar grandes fortunas, {sien un grado muy inferior ald is clases tradicionales. ‘famente, en algunas ciudades Megan a formarse patriciados ilustres, como en Venecia o Florencia, pero en otros paises, como Francia, Espana, Portugal, Hungrfa, nunca legaron, ni fain en el sigo XVII, a competir en prestigio con la vieja atistocracia. Por otra parte esas burguesias, ya trate de las que en el siglo Xi hacen las revoluciones comunales 0 la que en el siglo XVit hace la revolucin en Holanda, comexcian fundamental mente con los productos de la tierra, que estaba en manos de los viejos senores. Ellos siguieron siendo los productores de fos bienes agropecuariosy las clases mercantiles sus distribu domay Es certo que distribufan y produefan aticulos manu- facturados, y tambign pimienta, seda de China o perlas de Ormuz, pero buena parte de los productos coloniales tam- bien provenian de sociedades seftorales parejas alas de Eu- ropa. De manera que 1a sociedad burguesa crece en 10s res- Misgs de ana sociedad Sehonal Que por Ot pute Va CoE Sinmiode-s poop acopie product para el mercado, acepta pogar salarios, aunque en otros casos procura mantener 0 re5- tara eta ors deserve, iCémo se constituye la mentalidad burguesa, en el marco de ne soloed tan sid-y con un Tri fonlumento i ~tnitica? ET sistema de actitudes y de pensamiento que toma 30 Jost Luis Romero Ja naciente burguesfa, y que configura su mentalidad, sy n_desafio a una vigorosa-mentalidad preenstente, ESTE rnomeno, de natufaleza sociocultural, iene Une chorme im: portancia. Son pequenos grupos sociales que nacen medi Jes aleanza para asegurar su cexiitencia, pero no para enfientar de mancra desafiante la “estructura social y mental de las antiguas clases, De ahi Ja actitudinieaf de Tos burguesesesté cohibida por una suerte de pacto ticito. Los eombates que se libran son reducidos se arranca al sefior una cieria Baraitia 6 derecho, se Togran “ibertades”, necesarias para el eerccio de la profesién, pero no se cuestiona el poder o la posicion de los senores. La es. true de Ja_naciente burguesfa_y su mentalidad ridad, que les obliga en orm 4_enmasegrar su pensamiento, carae feristica que signa ef desarrollo de Ta mentalidad burguesa hasta el siglo XVm1. La mentalidad burgu Tlicto, en esta afirmacién, audaz ionatia, er crabs que TCT ES La merahiadciatano feudal contra la uae eousttye ta tne nase Se ase conn "PFBEEEO histrico, en el que pueden reconocerse por lo menos -MeCTEDIED la mentatidad baronial, a cortésy la ballast, C4 mentalidad baronial domina en Ta época de la conqu sino germéniea, Es la mentalidad propia dela ‘Rolando 0 de Tas sagas nordicas la del héroe fuer- te, vigoroso, ajeno a las virtudes crstianas, como Sigrido En_el fondo de la concepcién feudal no hay un caballe: ro cristiano sino un héroe germ: ¢ ni finalidad alguna que no Sea el ejercicio de la vitalidad y la adquisicion de a fuerza. Sigfrido combate s6lo para ganarle al enemigo; lo ‘que quiere es la gloria, la victoria, Ia exaltacién de su condi- ‘in sobrenatural A partir del siglo Xt, y en el contexto de_la.estabilizagién, studio de a mentaidad burguesa 3 de lat visteraias, ya conslidadas como noblezateratenien- {ey militar de los reinosy senoriosestablecigos, esa arsto- {521i comienzan, por primera ver, acepla la presin Meo. Tica ds Ia glee. Orinaramente reais ala pei la vin twetocracla de oigen grmano lp a scepter I auton ee ee ee tenant esta centage omenars tare a greens ae 4 2 pando razon el espto por fe mujer culo mariana, desde el siglo Xil, es un culto pedagégico, que introduce Jos, valores de Ta Temineidad. Tntroduce también Tas ideas de pie- ‘dad y misericordia, tipicas virtudes cristianas. Todo esto, que conforma la moral cristiana, cuestiona el sistema de ideas inden, Vorineamente con ela campata de la Ilsa 0- manana detarrllase la cconomta de intercambio, impuls- da por lor burgusrs pero eapar de Tavoeeer alos mismos Silgeratas, quieren haceto. Aiguns se ssocaron con tmercaderer otros 3¢ dedicaron a expolros otros encon- ttaron la Toma de partcpar de sus ganancias, modest pero permaneniemonte_Los renee burgueses, y empezaron_a modi Enel castillo se agrandan las vent tapizan las paredes y se organiza la corte, con mujeres, bails y ban quetes,trovadores y bufones ‘Al se conforma la mentalidad cortés, parecida en muchas cosas ala burguesa“ Pats io Tr tnica La Ile desubre {in compromiso posible con las class tradicional, déndole 40 afin de lucha un objetivo: Jos enemigos dela fe. Ast al Po que Se configura la meitaldad cortes, cobra forma a_eaballoresca. Con ella, la nobleza recibis el soporte de la {sora rsa de le soctdly se consid en anstocaca Iegitima, que no fundaba ya su ler en la conquista, enal desianio de Dios, me Veremos ahora cules son los contenidos fundamentales de esa mentalidad, comenzando con lo que generalmente es el aspecto clave: la imagen de la realidad, La mentalidad cris- 2 José Luis Romero tiano feudal supone estar penetrada pofilairealidad, es decir que la causalidad profunda de la realidad no pertenece, al de lo natural sino dé fo sobrenatural el milagro, el pro- digio, que se filtran por entre los resquicios de la realidad y establecen los nexos causales. Esta idea desarrolla una cierta tradicién cristiana, fuerte ‘mente influida por el neoplatonismo, que c eniel ctis- “Tanismo con Origenes, Clemente de Alejandria y los sabios {que tradujeron la Biblia al griego. Ellos incorporaron la idea, ‘platénica de la existencia de un mundo de las ideas puro, for mal, ldgico, perfecto, sélo cognoscible a través del intelecto {¥10-d0 10s sentidos, que es identificado con el “otro mun- do” el mundo de Dios. Esta concepcién chocaba frontalmen- te con la mentalidad romana, absolutamente sensible y anti rmetafisica, sensual y sin mds alld. En el curso de tres 0 cuatro siglos, mediante una formidable labor de catequesis, la Iglesia consiguié imponer una cierta imagen de la realidad, perma- nentemente entrecruzada con lo irreal. Se configura ast_una entalidad fundada en ta trascendencia, en Ia idea de que ste mundo es insigniffcante; en la conviccin de que fare dad sensible es un puro engafio y que, en consecuencia, ‘cuerpo n0 vale nada, To terreno es vanidad y lo ‘nico valioso, es la eterna salvacién del alma. Una realidad, en suma, en la cual todo lo que pasa esté poniendo de manifiesto decisiones ‘que ocurren fuera de la realidad. Fue una verdadera revolu- ‘id, pues se traté de imponer una realidad contra una evi- dencia primaria. Y fue impuesta En el marco de esa mentalidad nace la burguesfa, que pau- latinamente restablece el distingo entre realidad ~entendida, como realidad sensible ¢ irealidad. Y a partir de ese distin- 0, como se veri, es posible una actitud empirica y, mis a largo plazo, el desarrollo de un pensamiento cientifico. EI segundo contenido de la mentalidad cristiano feudal 5 la idea de que ef destino del hombre es trascendente. El mundo es un vale de ligrimas, la verdadera realidad del hombre se da en la otra vida, todo lo que ocurre en ésta carece de importancia y el tinico destino legitimo del hom: bre es salvar su alma inmortal studio de la mentalidad burguesa 3 I tercer contenido tiene que ver con la conviccis cierto modo aristotélica, de que toda sociedad _auténtica es Gal, entrada or os au teeny on aus Ve: ‘fen Ciertaniente, abundan Tas enunciaciones tripartitas ‘radores, defensores y labradoreS— pero en eT Tondo se subsume en una més simple: hay quienes trabajan, para ‘mantener a quienes no trabajan. La aparicion de la burgu sia complica esta imagen, porque Ta burguesta no se inferca- ia én este esquema, que se articula en tomo de la posesin de la tierra, sino que crea, al lado de la anterior, una nueva estructura, también dual, donde progresivamente la gente se ‘yaa dividir segin tenga o no tenga propiedades. El Giltimo rasgo tiene que ver con la estructura socioeco- _ndmica, que es concebida como estatica;la vida historica mis- a aS Sale aomo ils ators cambiante sno coms una especie de perduracién sobre un valle de Iigrimas, sin pro- recto. El crstianismo le offece a toda la estructura seftori Surgida de hechos de fuerza, unTundamento absoluto. La iden- tidad entre realidad e irrealidad, el sistema de causalidad so- brenatural, la idea trascendente del hombre, la sociedad dual, todo estd en la revelacién, en los Libros Sagrados. Sitiene un fundamento sobrenatural, es inamovible, y quien infente carlo es Sacrilego. “Con la revolucién burguesa empieza a constituirse al lado 4 Ta extracture-tradictomat, otFa nueva, y Tos grupos de fa na- ciente burguesia, al proyectarla y crearla, descubren que si bien Ia estructura tradicional rsiste, también concede y tran- sa, Hay seffores que eniran en Sociedad con Tos burgueses; ‘tfos que inventan impuestos al mercado, a la aduana, a Tas, ganancias, al uso de puentes y caminos, y que a cambio ofte- ‘en garanifas, robusteciendo asf la nueva estructura. Si la estructura socioeconémica no resiste demasiado, la mental se revela mucho més rigida. Los burgueses, que se cul" “Gan de tina 7 aemORTaT fo plecdad,empiezan a dar por sobrentendido o a admitir inconscientemente que el Dios ‘en el que afirman creer no interviene en la contingencia de cada dfa. Asi comienza a ser minado, muy lentamente y en Pn José Luis Romero forma no declarada, el contingentismo propio de la mentali- dad cristiano feudal, _ “Ese vomlingeatismo, es deci la idea de que Dios intervie ne en todo y que todo cuanto ocurre posee el rastro de la voluntad divina, tiene un elemento fatalista, comiin a la tradi cin hebreo-cristiana y a la musulmana. Si Dios interviene en todo, j2 qué ocuparse? Para operar sobre el mundo, la bur- sguesia asumi6, expresa o técitamente, que la divinidad no opera de manera contingente. La divinidad crea, es demi fica, pero lo creado tiene desde el primer momento su propia ley. De alli deriva la teoria del libre albedrio y la posibilidad de lacreaci6n humana, no sujeta en lo contingente a Dios. Una estructura social y econdmica creada por el hombre ¢ inestable,y el signo de su inestabilidad es la moviidad so cial: no hay ena sociedad un sitio preestablecido para ca- da hombre; éte es el fruto del esfuerzo y la fortuna de cada uno. Si se combina la tendencia a la moviidad de Ia estructu- resulta 2. Las etapas en el desarrollo de la mentalidad burguesa Desde el siglo x1, y a ritmo de fa formacién de una nueva ‘estructura socioeconémica que se yuxtapone a la tradicional, se constituye un tipo de mentalidad, cuyo desarrollo se pro: longa, aunque con variantes importantes, hasta nuestros dias. Fijaremos ahora sus principales etapas. La etapa originaria se prolonga hasta el siglo x1v. En ella, las formas tipicas de pensamiento-no ham surgido aiin de ma” nera consciente, Es la etapa de Ja acciOn espontinea y Ta expe- Fiencia; los grupos Burgueses no se defiencn a pensar acerca de Tas. implicaciones_ que. tienen sus + ctitudes, y sim- plemente operan. Durante mucho tiempo no se advierten si nos de que haya una manera de pensar que corresponda a estos grupos: por el contrario, cuando deben hacerlo opinan, como antes. Ciertamente, el cambio inicial de actividad -la studio dela mentalidad burguesa 6 hwufda de Ta gleba~ y Ia instalacién en la ciudad no implican necesariamente fa idea de la transgresin y, con ello, un acto de conciencia Pero algunas formas de vida, que se desarollan en el marco de la vida urbana, propusieron problemas de con- ciencia, pues se transgedia cierto tipo de opiniGn, de juicio, de norma establecida. Quien une al trabajo cotidiano ei espa. cimiento, en la plaza 0 en la taberna, bebiendo y conversan- do, empieza a vvi ya sentir como hombre en forma distinta ‘que el campesino, Descubre espontineamente la licitud de la fusion sane Se escubre come sor de i naturaleza, que encuentra en la ciudad Tas pOmDMGades para una efvsion de 1a sensibilidad nueva, y entre ells Ia efusion erotic, Esto es lo que aparece en Boccaccio, en el Arcipreste de Hita y en tantos otros: una efusién desbordante y no controlada, que corresponde 8 un cambio en las formas de vida que se ha ope- rado espontaneamente y sobre cuyas implicaciones no se ha comenzado 2 reflexionar. No ha existido un acto reflexivo, um acto de coneieneia, que Hleve a advertir las cltimas conse cencias del eambio producido en los hechos. Algo similar ocurre con los cambios de tipo socal, Para quienes han abandonado la gleba,iniciando una nueva vida la ciudad offece centros de convivencia, de comunicacién ‘estrecha entre los pares, y también una serie de problemas ‘comunes que fuerzan la solidaridad: ataques o sitio a la ciu- dad, escasez de trigo, ete. Con la mayor comunicacién au- menta el juego de adecuacin de las ideas y Ia formacién de {ideas comunes y corrientes de opinibn. En este contacto cot diano se va cteando poco a poco una comunidad, una ident dad de pensamiento. La comunicacién tiende a crear la nor- 'ma segin el consenso colectivo, a establecer lo que es Icito y lo que no lo es, en esta comunidad, que vive dentro de los limites de un muro y que comers todos lov dia. Asi se constituyen las opiniones de tipo sociopolitico, que van conformando una sociedad de tipo contractual en la que FeMDVOV erin, yaien Gus To hac a, as nor ‘mas segiin las cuales eligen vivir. “ 36 José Luis Romero En el momento en que aparecen opiniones sobre Ia situa- cién, comienzan a_advertirse ciertas implicaciones que com- prometen el orden tradicional. Ocurri6 primero con las revo- luciones comunales de Tos siglos X1 y XM y inego con los mo- imientos de Tos oficios en Tos siglos Xm y XIV, que convul sionaron Tas ciudades. En medio de esta convulsién, comien- Za reflexionarse Sobre las formas de la vida econdmica, las, experiencias que proporcionan las nuevas formas de vida colectiva, euyo centro es la ciudad. Se advierte que la ciudad es una especie de redoma, en ln que se esté operando una pe- uefia revolucién. Estan a la vista los ingredientes y los resul- tados, y particularmente los disentimientos. A partir del XIV comienza a reflexionarse sobre la trascefidencia del eamn- “Bio-y sobre sus impicactomes. "Se advieiie entoiices que’ las nuevas formas de vida no corresponden ya a una concepcién dominada por lo sobrena tural. Estas formas de vida se rigen por cosas que correspon: den a Ia condicién humana y no simplemente al alma. Descu- brit esto significa una sacudida: la en contra de esa concepcion, Este descubrimiento, ‘Tas consecuencias’ implich, caracterizan la eta- Dr que transcure entre el siglo XIV y el XVM, es deci entre Is cess dela primera etapa orginaria la eclosin dela men ‘alidad burguesa madurg, “Ante lz conciencia del cambio operado esponténeamente, hay quienes aceptan Tas nuevas formas de vida y las asumep, como Boccaccio oT Arcee, UAREPETS Aue ecuTeh 2 una pequeta artimafia, afrmando: en el fondo soy bueno y Dios me va a perdonar. La segunda actitud consste en la negacién de estos cambios, que atentan contra los principios eration Esl acid de Savonarola, quien expresa cabal mente el teror ante la negacion de los fundamentos absolu- tos y sagrados del orden y fue capaz de crear en Florencia un ambiente mistico que Hlevé a Ia quema de alhajas, vestidos, cuadros profanos. Es también la actitud que reflejan las dan zas de la muerte, y en general el tema del mem Todo esto se cant, © pints, se recit6; era el tema por exce- Estudio de la mentalidad burguesa Fo lencia de los juglares y fue, por decenios, el punto de partida de los sermones de innumerables frailes que, a diferencia de los boceaccianos, que eran muchos, se dedicaron a alertar 1 Ia gente sobre las dltimas consecuencias de las nuevas for- mas de vida. La tercera actitud, dominante en los patriciados italianos y‘flamencos, y en general en las clases altas de Europa, fue set CiimnascaramiEMg) Se descubre que estas nuevas formas de “vidi, agradables y atrayentes, si se dejan libradas a su pro- pio impulso conducen a un naturalismo que puede degenerar ismo.,$e considera peligroso eliminar todo tipo de constricciga y tradicional para las_clases populares, Las clases alias, en cambio, aceptan la profanidad contando ae exe cel ombré edecado la abd depo Tizaban con la formula “ocio ‘Asicl tema dela digi de Hombre converte on pre dileeto de Tot Tso del Renacinionte. Como afimaban Séneca 0 Cicerén, el hombre es un ser natural al que Dios dio lun alma con frenos capaces para sujetar sus pasiones e instin- ‘os de ser natural. A diferencia del hombre vulgar, el hombre sabio y educado es duefio de su conducta; puede vivir la eufo- ia profana con la condici6n de que sepa ponerse limites. formas de fa cultura de siglo XVI ~el llamado Renaci- miento— son aristocriticas. Se admite en un pintor que haga con Ta viisid Sehoualidad con que Boccaccio puede hablar de una campesina con curvas seductoras. Asi los pin- tan Rafael, Durero o Rubens. Sin embargo, hay un enmasca- ramiento fisico, que consiste en diluir un poco el desnudo, y hay otra forma, mucho més sutil y einica, que consiste en luna advocacién formal de lo sobrenatural, que apenas oculta Jo natural: la mujer desnuda es una Virgen amamantando al nifio, aunque su figura tenga un sensualismo que poco tiene {que ver con la figura de la Madonna. Hay formas mis suiles un, como el enmascaramiento implicito en la frase de Ga feo, “eppur i muove™. aa ecanismo de pensamigntas a ‘manera de ocultar las aims implicaciones de las formas de 8 José Luis Romero vivie y de pensar, manteniéndolas pero encuadrindoles den “ito de ciertos freios, generalmente definidos con la palabra “igmidad; ee! propio de las clases alts y de las clases cultas ‘uc, ast To suponen, son capaces de autocontrolarse lay pues tres posiciones: una espontanea, que advierte las implicaciones y las asume, otra represiva y una tercera hipécrita, predominante, que adoptan la clases alts, La te- pesion es mantenida por la Igh i Iles Catia luego oe Tos {grupos protestantes, y también por ciertas socieda “Giinales cn Tas que la transformacién burguesa es débil, co- 0 Ta eSpatiola, En Ta poca et que Tiziano -o Rubens hacen tun desplicgue de efusién erdtica, en Espana se pinta como al Greco, Wealando un tipo de humanidad que prpetia el tipo de mentalidad cristiano feudal. Cuando Rembrandt pin: ta solo burgueses, Velizquez pinta reyes y seiores, 0 enanos, jorobados y locos, es decir el submundo de una sociedad ‘dual, Pero ni un solo burgués, lo que indica una marcada deli beracién, pues Velazquez pinta valores, y en Espafa los bur- gueses no eran valores. Se llega a Goya, y sigue sin haber Durgueses. El naturalism boccacciano se transforma en folklore, deja cada vez menos huellas, aunque W0 SuCumMbe. No condensa en un pensamiento tedrico, no se reflexiona acerca de las consecuencias iitimas de esa manera de pensar y se funde, ‘como ocurre siempre que el pensamiento no es eritico, con otras formas de pensar que a veces son contradictorias y que, en el eas0 del tradicionalismo popular, se mezclan con el trad Cional sistema de supersticiones, desprendido de las creencias religiosas mis elaboradas, ungue, deriva de la prea ctaa, de fusion espontines, ad burguesa. Adopta los aires de uma es sauanda reflediona sobre Sis, contenidos, Bile supuestos y fundamentos, e inclusive elabora formas ra- _cionalizadas, en la literatura, la flosofia, la plisiea, y cuando ‘Opta por una de las tes posibilidades: aceptar todas susimpli- ‘aciones, rechazarlas 0 aceptarla y encubrirlas. Esta opcion termina por ser predominante pues es la de ls clases alta, las 4que racionalizan y escriben. Esta racionalizacién Hega inelusi- Estudio dela mentalidad burguesa 39 ve a las ideas religiosas. Las ideas de Descartes, por ejemplo, prepara el més alto exponent de et a doctrna desta, oe sneubine ‘de la dignidad Seno ra Ia expe encuentra ‘ll dela dunidad, en la Hea de Dios ‘el unten peo fo jnterere en oNdUEBOR — La etapa siguiente corresponde a la revoluciip ideoliica del siglo x Voltaire, Montesquieu y lnciclopedi ‘pero ree de Matas Monee ee ia de escritores menos teoricos aunque lgualmen- te representativos influyentes como Goethe. Esta explosion, due da su fisonomfa al mundo en la segunda mitad del siglo XVII, tiene que ver con algunos procesos sociales de la etapa anterio tre el siglo XIV y el XVI se produce el entrecry- Saiviento de las aistonraias) Tas Bargusias uy de uaa Terrence, Lo ra ser nacionales. Los reinosnacionales crean gran- 5s etructuras policas y econdmicas, y las burguesias que antes se habfan manejado en el dmbito de las ci audades, ‘co ‘miengan a tyansformarse ei instrumentos del Estado moder- ‘BG, aportando ministros, como Colbert, que conviven con Tepresentantes de Ia aristocracia militar y cortesana. Progre- brecha entre ambos sector aburguesatl_y_otros_se_aristocratizan..Parale ‘Plano de las ideas se descubre que lo que hasta no hace mu- cho era blasfemia ya no alarma a nadie: a mediados de siglo Voliaie escribe su Tratado sobre la tolerancia; tcinta afios antes seguramente Jo habrfan quemado por hereje. Pero las ‘ideas que se difunden en EY Contrato Social, El espiritu de las leyes y, sobre todo, en el Diccionario Filosofico, integsan.un ‘Pensamiento que se atreve a declarar;de manera explicita, Toque durant mucho tiempo Tue un contenida mis o ménot Secreto, después de haberlo sido explicito en las primeras eta ‘de formacin dela mentalidad burgues, tfico, que se desarrolla notablemen fea de ks He ¥ Feligiosas. To- do ef desea dela fsa ¥ fr aaronomi, de Catleo 4 Newton, conmueve las creenciastradicionals: a fsicae& esalio det nombre eatS contra Ta super «0 Jose Luis Romero mente, la Naturaleza empieza a escribirse con maytiscula, se Ia hipostasia y se la transforma en un ente con existencia pro- pia: Dios la cre6 pero ahora la Naturaleza tiene sus propias eyes, convirtigndose en un intermediario suyo. De ahi que se use corrientemente la expresion “obra de la naturaleza”, que seria sacrilega en el siglo XVM. Esta naturaleza gobierna el ‘mundo profano, que funciona como un sistema mecinico, to- talmente desligado d€ cualquier idea moral o_trascendente. "odo al pensaento, Durgus €, en si linea central, ca. nicista, FrFeste aspecto, y en muchos otros, qued6 configurado un sistema de ideas tan coherent, y que expresaba de una mane- “Ta fan clad Toda tila concepcidn del mundo, que pas6 a ser la jonales, con las supersticiones, con todo lo que se consideraba resabio de la mentalidad cristiano feudal y de todas las formas no criticas de conocimiento, Esa fue la mentalidad de todas ls elites progresistas del siglo X0X. Pese a haber sido formulada en el Siglo XVM, tuvo vigencia por su coherencia y porque anid en el seno de las burguesias cultasy se transformé en un mo- deto-para Tos altos niveles de las clases medias que pugnaban por avercarse a esas burguesiasculas Curiosamente, las clases populares no adhirieron a este pensamiento propfessta; se mantuvieron files la mentali- dad tradicional, alas vijas creencias,y ressteron alas mino- ras modernizantes, como ocurrié en Espafa, en que la lucha contra Napoleén movil a las cases populares tradicionales contra los “afrancesados”, llamados asi por ser herederos de un pensamiento. que recibieron de los franceses en su formu- lacién mas expresa. Este tipo de reaccién tradicional dio sobre todo en las clases rurales, como en La Vendée, pero también en las urbanas, que hasta la Revolucion Industral tenian las caractersticas propias de una sociedad barroca Entre ellas y las clases altas, burguesas y nobilirias, se abre un abismo, y mientras ésas se identifican con el progresismo, las clases populares se mantienen reacias, como si estuvieran studio de Ia mentaidad burguesa a acostumbradas a esa especie de desdoblamiento en el que la ‘manera de vivir iba por una parte y la manera de pensar por otra. Mantenfan las viejas creencias pero vivian como si realidad no creyeran en nada de todo eso. Este desarrollo de la mentalidgd_hurgues, en el que he- ros distinguigo tres etapas, wn ei ac tne conseouencia de a Revolucion Tndustil- Er pimer 3 “to de te irae oa un Tegdrnen-sparentements Serviscule 0/4 Romanticiumd) que eclosiona en Europy emia primera Tid del slo XD Romantizimo es uno de los fenémenoscultuales més trascendentes,cryes comsecarncls no se han egpeedo a6, oe Seg ep penne las Hens de las actitudes una ene de efectos que slo se Canalarin mucho después. Una de sus expresiones pleases Walter Scott que, con muchos otto pone de moda la Edad Media, revitalizando el legado tradicional de los estados y kas. tociedades europeos. Chateaubriand afimé que elhombre et Iijo dela hstorases decir un poco iracional ado era preciamente Une Flos, en_oposicién al ideario de la Revolucién Francesa, de Eradicién dieciochesca, que afirmaba el origen racional y pos Ep de Ta norma. Como sostuvieron Fichte y Savigny, al opo- ‘nerse a Ta iniplantacién del e6digo napoleénico, el derecho no un sistema de normas racionales sino que tiene como fun- En el siglo XVM, y tambign con el idealismo de siglo XIX, seafirma que la razpn hha sacado de la nada una cantidad de prineipios, que en real “dad fan patie de le expetincta- Recinalinr & preciarieh- te borrar el ongen experencal Sempre COnURpeTTe.y aT ime

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